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Publicidad y formación de la opinión pública

“Lo público”, para Jürgen Habermas, es ese campo de la vida social donde se forma la
opinión pública. En éste texto Habermas insiste en el hecho de que, en tiempos de la
democracia de masas, la esfera pública de lo político ha visto debilitada sus funciones
críticas, como resultado de la racionalización de la dominación (Habermas, s.f.:130).

El principio de publicidad surgió en la época revolucionaria y radical de la burguesía cuando,


para enfrentarse al poder político e ideológico monopolizado por la aristocracia, empezó a
organizar espacios secretos, en cafetines y salones, así como a publicar periódicos
clandestinos, para empezar a discutir problemas de interés político. Sin embargo, una vez
que la burguesía fue la clase dominante se verificó una degradación del principio de
publicidad. La publicidad crítica, durante el siglo XX, es sustituida definitivamente por una
publicidad manipuladora, propia de una época en la que las innovaciones técnicas y las
estrategias administrativas del capitalismo dieron forma a la sociedad de masas, a la cultura
de masas y a la comunicación de masas (Habermas, 1994). Es justo por ello que para Pierre
Bourdieu, es una ficción hablar de algo así como la “opinión pública”. En los llamados
“sondeos de opinión”, quienes preparan las preguntas adolecen, al decir de Bourdieu, de tres
supuestos prejuiciosos: primero, asumen que todo el mundo puede tener una opinión, o mejor
dicho, que “la producción de una opinión está al alcance de todos” (Bourdieu, 1992: 301).
Segundo, asumen que todas las opiniones valen lo mismo; y tercero, se asume que hay un
acuerdo sobre las preguntas que, en determinada coyuntura social y política, deberían
hacerse, por ser de “interés público”. Para Bourdieu, las posiciones que se toman en las
encuestas de opinión pública en realidad suponen no solo opiniones, sino la asunción, más o
menos consciente, de una posición dentro de determinado campo de disputa, así que, de
hecho, “elegir entre opiniones es evidentemente elegir entre grupos” (Bourdieu, 1992: 308-
309). Para Bourdieu, las opiniones encarnan a determinado tipos de fuerzas, por lo que las
relaciones de opinión son una modalidad de los conflictos de fuerza entre los grupos de la
sociedad. Por tanto, para el sociólogo francés, no hay opinión pública: hay opiniones
constituidas, grupos de presión movilizados en función de intereses, determinadas
inclinaciones. La opinión pública como se la concibe, es decir, como ese ejercicio en el que
se le pide a la gente tomar posición sobre opiniones ya formuladas, esa opinión pública es la
que no existe.

El 28 de febrero de 2013 se hizo público, primero a través de las redes sociales y, pronto, a
través de diarios, radios y canales de televisión, la desaparición de Karina del Pozo, una
muchacha de 20 años de edad. Karina del Pozo estaba desaparecida desde el 19 de febrero.
El 27 de febrero Karina del Pozo fue encontrada en medio de unos matorrales en el sector de
Llano Chico y Llano Grande, al norte de Quito, en un avanzado estado de descomposición.
Según la autopsia, había muerto por una hemorragia cerebral, resultado de un golpe en la
cabeza con una piedra, propinado tras haber sido ahorcada.

Es en éste momento cuando el caso de del Pozo puede ser pensado en términos de creación
y formación de la opinión pública por parte de los medios de comunicación. En éste caso,
como en cualquier otro, sea de contenido político, social o económico, la estrategia de los
medios de comunicación consiste en simplificar la problemática de la que se trata, y de dividir
las opiniones en dos bandos bien diferenciados, que pueden ser descritos como “los buenos
y los malos”. En el caso de Karina del Pozo, como se verá, la posibilidad de matices se cerró
desde el principio. Como dice el experto en derechos humanos, Harold Burbano, entrevistado
por Teleamazonas precisamente a propósito del caso Karina del Pozo, la opinión pública,
como se comprende fácilmente, tiende a dar un apoyo incondicional a quien, en un
determinado caso, figura como víctima (Teleamazonas Ecuador, 2017, Febrero 22).

En efecto, el 2 de marzo, cuando los peritajes forenses demostraron que había material
orgánico (sangre y saliva) de Karina del Pozo en el auto de los principales sospechosos del
crimen (supuestos “amigos”, con quienes había estado ingiriendo bebidas alcohólicas la
noche de su desaparición), inició un proceso de movilización y presión pública, por parte de
los familiares y amigos de Karina del Pozo, así como de organizaciones por los derechos de
las mujeres, para garantizar que los sospechosos del asesinato sean declarados culpables. Los
medios de comunicación se hicieron eco rápidamente de la noticia.

El modo en que los medios de comunicación trataron el caso de Karina del Pozo es un buen
ejemplo del modo en que éstos generan la opinión pública a través de la creación de la noticia.
En una situación ética ideal, el rol de los medios de comunicación en un caso como el del
que hablamos sería informar tan rigurosa y verazmente como sea posible. Sin embargo, lo
que sucedió en realidad fue que los medios, sobre todo los canales de televisión, iniciaron
una gran presión que tuvo efectividad en dos sentidos: primero, posicionando como un tema
de relevancia pública el asesinato de del Pozo (proceso correlativo a aquel que en las calles
llevaban adelante familiares y defensores de derechos), y segundo, creando una opinión
pública que, antes de cualquier tipo de sentencia, ya declaraba culpables a los acusados. A
todos sin discriminación. Reporteros y entrevistadores se manifestaron, exigiendo que la
fiscalía acuse a los cinco sospechosos por el asesinato. En los hechos, dos de ellos (Cecilia
Rivera y Nicolás León) fueron encontrados inocentes, y los tres restantes (José Sevilla, David
Piña y Gustavo Salazar) culpables.

Según el abogado Felipe Rodríguez, que ha seguido minuciosamente el caso de del Pozo:
“los medios de comunicación lo fueron casi todo en este proceso, ya que antes de tener una
sentencia, pruebas o elementos de convicción, los medios de comunicación ya condenaron,
y dijeron “son estas tres personas las culpables en el caso Karina del Pozo”. La presión
mediática llegó a ser tan fuerte que generaron tres enemigos, tres obvios y evidentes
enemigos, porque toda la sociedad los odiaba” (Teleamazonas Ecuador, 2017, febrero 21).
Rodríguez reconoce el poder que tienen los medios de comunicación en la generación de
adhesiones y rechazos respecto de determinados intereses que son posicionados como de
“interés público”. Desde Habermas, podríamos decir que esto da cuenta del poder que tienen
los medios de comunicación, en tiempos de la comunicación de masas, para dirigir la
argumentación, la discusión y el razonamiento de una sociedad. La formación de una opinión
respecto del caso Karina del Pozo estuvo condicionado por una previa percepción del
problema como “político”, efecto que Bourdieu reconoce como determinante (Bourdieu,
1992: 303). Efectivamente, el asesinato de Karina del Pozo sirvió de razón para que la figura
del feminicidio sea incorporada al Código Orgánico Integral Penal, aprobado en 2014. La
presión social, de la que los medios de comunicación se hicieron eco, tuvo en éste caso el
buen efecto de reconocer la situación de violencia que viven las mujeres en la sociedad
ecuatoriano, y la necesidad de crear un cuerpo legal particular que dé cuenta apropiadamente
de ella.

Más allá de ese efecto positivo, es un hecho que la opinión pública tomo partido, “formó su
opinión” dentro de un campo ya previamente definido por los medios de comunicación: no
era necesaria la sentencia del juez, pues los medios de comunicación “ya sabían” quienes
eran los culpables. La sociedad se hizo eco rápidamente de esa certeza mediáticamente
construida. Respecto del caso de Karina del Pozo, Harold Burbano habla de una
“criminología mediática”, según la cual “los medios de comunicación toman en cuenta un
caso, lo hacen mediático (…) en vez de hacer su trabajo el sistema judicial lo que hace es
atender a lo que ya se investigó por parte de los medios” (Teleamazonas Ecuador, 2017,
Febrero 22).

La presión mediática construyó una opinión pública que exigía la rápida sentencia de los tres
acusados. Hoy, según parece, las pruebas por la que uno de ellos fue sentenciado a 29 años
de prisión –hablamos de David Piña- no fueron suficientes. En realidad, fueron casi nulas.
Piña fue sentenciado únicamente por una declaración libre y voluntaria de otro de los
implicados. No se halló ninguna prueba física o material de su participación en el asesinato.
Hasta donde se dice, Piña ni siquiera llegó al lugar donde Karina del Pozo fue asesinada. De
ser ésta la verdad, queda claro el poder que tienen los medios de comunicación para formar
una opinión pública que, de hecho, termina ejerciendo fuerte presión sobre las decisiones de
otros instancias de la sociedad. En éste caso fue sobre la instancia judicial, pero lo mismo
pasa, en otros casos, respecto de la instancia económica, política o cultural. Los medios de
comunicación son grupos de poder. Quizá en el caso que hemos presentado no queda tan
claro que, en tanto grupos de poder, defienden determinados intereses económicos o
políticos, creando una opinión pública que presione para la toma de determinadas decisiones.
Pero si parece ejemplificar suficientemente su capacidad para formar y dirigir la opinión.
Hoy, en un caso paradójico, los mismos canales que condenaron como jueces a los entonces
tres sospechosos, hacen un mea culpa, tratando de re-crear la imagen pública de David Piña,
presionando para que la instancia judicial reabra su proceso y lo declare inocente.

Bibliografía

Bourdieu, P. (1992). La opinión pública no existe. En: Debates en Sociología. N°17. PDF.

Habermas, J. (1994). Historia y crítica de la opinión pública. La transformación estructural


de la vida pública. Barcelona: Editorial Gustavo Gili.

Habermas, J. (s.f.). La esfera de lo público. PDF.


Netgrafía

Chuc, R. (2014, Junio 16). Historia de los medios de comunicación. [Archivo de video.
Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=knb3TAvxn5o

Woko, M. (2013, Diciembre 22). Propaganda: desde la 1° guerra mundial hasta nuestros días.
[Archivo de video]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=o2nJh--jgzI

Teleamazonas Ecuador (2017, Febrero 21). ¿Quién mato a Karina del Pozo? Recuperado de:
https://www.youtube.com/watch?v=hWSicEZqus8

Teleamazonas Ecuador (2017, Febrero 22). Las pruebas que no fueron tomadas en cuenta en
el caso Karina del Pozo. Recuperado de:
https://www.youtube.com/watch?v=bUnxVZwb9PM

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