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Cementación Primaria PDF
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Salida de Lodo
Tapón inferior
Bombeo de lechada
Lechada de cemento
Lavador - espaciador
El tapón inferior
asienta en el
diseñada para cubrir la sección inferior del anular desde el fondo del agujero.
Normalmente, la lechada de cola presenta unas propiedades superiores a las de la
lechada inicial. Es esencial que la lechada de cementación tenga la densidad correcta
para que sus propiedades sean las deseadas
Lechad de cola
Lechada de cemento
Lavador - espaciador
Lechada de cemento
(en el anular)
Cuando el tapón superior llega al tapón inferior, hay un aumento de presión. Las
lechadas de cementación se encuentran en el espacio anular y en el recorrido de
zapata. El proceso habrá finalizado cuando se indique un aumento de presión en la
superficie y el proceso de desplazamiento haya terminado. Luego, retornarán de dos a
cinco barriles y parará el flujo. Si este flujo de retorno continúa, significa que hay fugas
en el collar de flotación.
Entrada de fluido
de desplazamiento
Salida del fluido o
lodo
Tapón superior
Si este flujo de retorno continúa, significa que el collar de flotación tiene algún
defecto.
Fluido de desplazamiento
Retorno de cemento
El tapón superior
asienta en el flotador
Uno de los problemas que se presenta durante la cementación en los yacimientos es la pérdida
de circulación, esta, es la invasión de un fluido hacia la formación. En la mayoría de las veces
no se puede evitar debido a la misma naturaleza de la formación.
Básicamente la pérdida de circulación se presenta de dos maneras diferentes: invasión y
fracturación.
5.1. Invasión: Es la pérdida de la lechada de cemento hacia las formaciones que presentan
cavernas, fisuras, fracturadas o no consolidadas y las causas principales son las siguientes.
• Las formaciones de grano grueso no consolidadas, pueden llegar a tener una
permeabilidad suficiente para que la lechada invada la matriz de la formación, esto es
frecuente principalmente en arenas y lechos someros. Cabe mencionar que el lodo de
perforación también enfrenta este tipo de problema por lo que en la etapa de
perforación se debe evitar la pérdida en estos intervalos pocos profundos, ya que esto,
puede provocar el socavamiento de las formaciones no consolidadas causando
inestabilidad, favoreciendo un derrumbe bajo la acción de una sobrecarga.
• Las formaciones agotadas, la excesiva producción de la zonas productoras que están
ubicadas en el mismo campo o cercanas, pueden causar una presión de poro menor
que la normal, en tal caso las densidades requeridas de las lechadas de cemento
tienden a ser altos para controlar la presiones de poro de las otras formaciones
expuestas, pero al llegar a la zona depletada la lechada la invade por su baja presión
de poro.
• Las zonas cavernosas o fisuradas están estrechamente ligadas con las formaciones de
carbonatos, es decir, de calizas y dolomía naturalmente fracturados, en las
formaciones de caliza las fisuras se deben principalmente a que el agua disuelve parte
de la matriz de la roca. En el momento de la cementación, la columna puede invadir
libremente la zona vacía, el volumen perdido depende del grado de interconexión
entre las fisuras. En algunas ocasiones, la pérdida de circulación se puede dar en los
límites no sellados de las fallas.
5.2. Fracturación: Es debido a la fracturación hidráulica producida por las presiones excesivas
inducidas, por la columna hidrostática que ejerce la lechada debido a su densidad. Una
vez que se ha hecho la fractura es muy difícil repararla y es muy poco probable que se
restablezca la integridad del agujero
b
a) Arenas no consolidadas y grava de alta
permeabilidad
b) Zonas cavernosas o fisuradas en carbonatos
Entrada del lodo (caliza o dolomía)
a c) Fracturas naturales, fallas y zonas de
transición en carbonatos o lutitas duras
d d) Fracturas inducidas por el exceso de presión
Una vez que ocurre la pérdida de circulación la roca afectada reduce su permeabilidad cuando
hay una disminución del espacio poroso, esto se debe principalmente a la invasión de
pequeñas partículas que pueden quedarse atrapadas en las interconexiones, la mayoría de
estas partículas son provistas por el lodo de perforación o la lechada de cemento los aditivos
químicos, baches lavadores y espaciadores.
Esto conlleva a otro problema que existe en las operaciones de cementación: el daño a la
formación que se define como cualquier cambio de la permeabilidad a zonas aledañas al pozo,
generando un decremento substancial de la producción y reduciendo la vida útil del pozo.
Si bien, el daño a la formación no se puede evitar, se puede disminuir, especialmente en la
zona de interés (productoras), al evitar que se filtren partículas dentro de la formación.
Las formaciones débiles o con bajas presiones de poro y fractura, deben cementarse con sumo
cuidado para asegurar su aislamiento zonal y sin fracturarlas. Anteriormente los trabajos de
cementación se realizaban con cementos convencionales, éstos ocasionaban demasiados
problemas tales como mal aislamiento hidráulico, pérdida parcial o total de la lechada de
cemento hacia la formación, etc. y no daban resultados satisfactorios, por lo que hoy en día, se
disponen de nuevas lechadas de cemento cuya densidad son comparables a la del agua, que
evitan el fracturamiento de la formación y las pérdidas de circulación durante las operaciones
asegurando la integridad del pozo. Quizá el mayor desafío que se presenta en las operaciones
de cementación es controlar las pérdidas de circulación incluso los fluidos de perforación más
livianos y las lechadas de cemento más ligeras pueden perderse en zonas débiles o
fracturadas.