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Hasta finales del siglo XVI, la monarquía de los Tudor tuvo muchos intereses en común con los
burgueses urbanos y con los pequeños propietarios rurales de origen noble la gentry. Sus intereses
coincidían en la lucha contra España por el dominio de los mares atlánticos y por el empeño
español en restablecer el catolicismo en Inglaterra; y también en la lucha contra las familias más
poderosas de la nobleza inglesa —la aristocracia— que arruinaban el país con sus guerras
privadas. Pero esta alianza entre la monarquía, la gentry y los burgueses entró en crisis durante los
reinados de los reyes Estuardo. En las primeras décadas del siglo XVII, la riqueza de los burgueses
dedicados al comercio y a la producción de mercaderías aumentaba, y también la de la gentry,
cuyos miembros se diferenciaron del resto de la nobleza porque se dedicaron a una actividad
típicamente burguesa como el comercio. Mientras tanto, disminuían los ingresos de los nobles
más poderosos que tenían como única fuente de riqueza la propiedad de sus tierras. Muchos
nobles comenzaron a depender de la monarquía para sobrevivir, y los burgueses entraron en
conflicto con el poder absoluto de la monarquía que intentó poner límites al desarrollo de sus
actividades económicas.
El problema era que los burgueses estaban generando y acumulando una riqueza a la que la
monarquía no podía acceder. Para obtener una parte de esa nueva riqueza la monarquía propuso
crear nuevos impuestos y aumentar los que ya existían. El Parlamento se opuso porque sus
miembros no podían controlar el destino del dinero recaudado. La corona también intentó
participar directamente en algunas de las actividades industriales y comerciales, pero el resultado
fue aumento de precios, desocupación y descontento general. Para conseguir ingresos, la
monarquía comenzó a exigir antiguos derechos feudales y reforzó su alianza con la jerarquía de la
Iglesia Anglicana, integrada por grandes terratenientes.
Jacobo I Estuardo
El enfrentamiento por los impuestos continuó. La corona comenzó a exigirlos aunque no tuvieran
la aprobación del Parlamento; y los burgueses comprendieron que los cambios económicos que
necesitaban sólo se alcanzarían a través de la lucha política. Las familias de comerciantes y
terratenientes más poderosas, relacionadas entre sí por negocios comunes y que estaban
representadas en las dos cámaras del Parlamento, fueron el núcleo de la oposición al rey Carlos I
con el objetivo de lograr un gobierno que representara los intereses de los hombres de negocios.
Durante 1639 y 1640 los burgueses se negaron a pagar impuestos. Pero la crisis se agravó cuando,
en 1640, Escocia pretendió separarse de Inglaterra y la Cámara de los Comunes se negó a aprobar
los fondos necesarios para equipar y pagar un ejército a las órdenes de Carlos I. La mayoría de los
comerciantes, artesanos y aprendices apoyaron a los Comunes y en 1642 comenzó la guerra civil.
Ejecución del Rey Carlos I en 1649.El ejército ocupó la capital en 1648 y el Parlamento Depurado
procesó al rey con el siguiente fundamento: "Los comunes de Inglaterra reunidos en el
Parlamento, declaran que, por debajo de Dios, el pueblo es el origen de todo poder justo"...
La Gloriosa Revolución: Después de la muerte de Cromwell, los burgueses más poderosos, que
necesitaban paz y orden para sus negocios, llegaron a un acuerdo con la nobleza y, en 1660, la
monarquía fue restaurada en la persona de Carlos II Estuardo. Por su parte, el rey aceptaba que
correspondía al Parlamento la elaboración de leyes y la aprobación de impuestos.
Pero el acuerdo entre la monarquía y el Parlamento se rompió cuando llegó al trono Jacobo II,
católico y con tendencias absolutistas. El nuevo rey no encontró apoyo para restablecer la
monarquía absoluta: la nobleza no era católica y, además, sabía que la mayor parte de la sociedad
no aceptaba una vuelta al pasado. Esto fue lo que llevó a un nuevo acuerdo entre los nobles y los
burgueses, quienes coincidieron en la necesidad de destronar al rey y justificaron su propósito en
las ideas del filósofo inglés John Locke.
Convencidos de que el destronamiento del rey en este caso era lícito, en 1688 nobles y burgueses
ofrecieron la corona de Inglaterra al príncipe holandés Guillermo de Orange con dos condiciones:
debía mantener el protestantismo y dejar gobernar al Parlamento. Jacobo II, abandonado por casi
todos los grupos sociales, dejó el trono. Así, sin violencia, triunfó la Gloriosa Revolución (como la
llamaron los hombres de la época), que abolió definitivamente la monarquía absoluta e inició en
Inglaterra la época de la monarquía parlamentaría.
La reforma religiosa realizada por Enrique VIII había producido fuertes encuentros entre la
corona y algunos sectores de la sociedad que se oponía a la religión anglicana y que
preferían abandonar Inglaterra para practicar libremente su fe.
Fue una solución para muchos perseguidos por cuestiones religiosas en los primeros años
del siglo XVII. Por otro lado hombres de negocio organizaron compañías colonizadoras
para la explotación de diversos minerales y metales preciosos que creían que había. Por
ejemplo las compañías de Londres y la de Plymounth con objeto de extraer oro en estas
tierras.
Inglaterra instaló 13 colonias, siendo la primera la de Virginia, en honor a Isabel I, la "reina
virgen". Estas eran pobres, no contaban con yacimientos de metales preciosos, ni con una
población indígena densa y estable para mano de obra. Su población crecía lentamente y
faltaban capitales para fomentar el crecimiento.
Después de la guerra de Inglaterra contra Francia, la corona quiso que las colonias le
ayudasen a pagar la enorme deuda militar de alrededor de 150 millones de libras esterlinas.
Con este objetivo el parlamento inglés estableció una serie de impuestos sobre el cuero, el
azúcar, el papel y el té, que se importaba desde América.
Con estas medidas los colonos temieron que todas las libertades que habían disfrutado hasta
el momento empezaban a venirse abajo de repente. También podía significar un revés
importante para el comercio que los colonos desarrollaban. Viendo el cariz que estaban
tomando los acontecimientos el parlamento británico decidió derogar la primera de las
leyes, la de las Estampillas, pero al mismo tiempo intensificó la segunda, la de
Alojamiento, enviando oficiales de aduanas a la ciudad de Boston para que recolectaran las
cuotas. Los colonos no lo aceptaron y se negaron a obedecer a los ocupantes, por lo que
éstos reaccionaron mandando soldados a Boston.
Cuando en 1773 se aprobó la "Ley del Té", que beneficiaba a la Compañía Británica de las
Indias Orientales, los americanos arrojaron al mar todas las cajas de té que llevaban tres
barcos anclados en Boston. Éste fue el llamado "motín del té en Boston", y señala el primer
acto de abierta rebeldía contra el Gobierno inglés.
Unos años después de este hecho se organizó el segundo Congreso Continental, también en
Filadelfia, con la intención de que hubiese un ejército y una marina controlados por una
persona representativa de los colonos, nada más y nada menos que George Washington.
Los siguientes pasos fueron el papel moneda y un principio de relaciones con otras
potencias extranjeras, hasta que Thomas Jefferson redactó la llamada Declaración de
independencia, en Virginia, que se aprobó en la fecha más importante hoy para los
estadounidenses, el 4 de julio del año 1776.
El ejército de Washington carecía de todo, estaba desorganizado, sin armas, sin pólvora, sin
ropas y sin provisiones. Solamente pudo adquirir una cosa con rapidez y voluntad: la
disciplina. Pero carecía de los conocimientos tácticos de los bien organizados regimientos
ingleses. Éstos, en cambio, no luchaban por su tierra y su moral era bastante baja. En 1777
los americanos vencieron a los ingleses en la batalla de Saratoga. Entretanto había llegado
un ejército francés, y España había mandado provisiones y armas procedentes de México y
las Antillas. En el año 1781 unos 8.000 soldados británicos fueron rodeados en Yorktown
(Virginia) por la alianza franco norteamericana bajo las órdenes de Washington. Los
británicos pidieron la paz y en el tratado de París de 1783 se reconoció por fin la
independencia de los Estados Unidos. Estaban cansados de lucha y de una guerra que no
era popular, pues ambos pueblos eran demasiado afines y no existía odio real que justificara
la matanza.
Líderes tan importantes como George Washington, Benjamin Franklin y James Madison
pretendieron modificar algunos de los artículos de la Confederación, sin embargo fueron
unos delegados los que tuvieron la idea de redactar una nueva legislación que dio como
resultado la gran Constitución de los Estados Unidos de América que finalmente fue
aceptada en 1788 tras muchas reuniones. Con esta declaración se separaron los tres
poderes, el ejecutivo, legislativo y judicial, totalmente independientes entre sí, lo estados
podían tomar decisiones propias, además se añadieron posteriormente un total de diez
enmiendas con la intención de no fortalecer en demasía el poder central. Se quería sobre
todo dejar clara la libertad individual del hombre en cualquiera de los casos, y también
otras como la libertad de prensa, de religión, de expresión etc. Otras de las enmiendas ya
desarrollaban temas que en otros países europeos tardarían en llegar como el derecho de la
mujer a votar, así como abolir completamente la esclavitud. Este texto constitucional ha
quedado inamovible para la historia y se ha situado como el gran símbolo norteamericano,
envidia del resto de las naciones.Para resistir las presiones de Inglaterra, los colonos
hicieron alianzas con Francia y España, y en 1783 Inglaterra tuvo que desistir y reconocer
la Independencia de Estados Unidos de América.
Terminada la guerra Washington fue elegido dos veces presidente de la república federal.
Los Estados Unidos fueron el primer país independiente de América. Su ejemplo repercutió
en el resto de las colonias española y portuguesa, pero también en Europa, ya que estimuló
los sucesos que debían desembocar en la Revolución Francesa que estalló a fines del siglo
XVIII.
La Revolución Francesa fue el cambio político más importante que se produjo en Europa, a fines del siglo
XVIII. No fue sólo importante para Francia, sino que sirvió de ejemplo para otros países ,en donde se
desataron conflictos sociales similares, en contra de un régimen anacrónico y opresor, como era la
monarquía. Esta revolución significó el triunfo de un pueblo pobre, oprimido y cansado de las
injusticias, sobre los privilegios de la nobleza feudal y del estado absolutista.
Durante el reinado de Luis XIV (1643-1715) (foto), Francia se hallaba bajo el dominio de una
monarquía absolutista, el poder de rey y de la nobleza era la base de este régimen, pero en realidad
el estado se encontraba en una situación económica bastante precaria, que se agravó por el mal
gobierno de Luis XV (bisnieto de Luis XIV), y que tocó fondo durante el reinado de Luis XVI,
gobernante bien intencionado, pero de carácter débil, por lo que se lo llamaba el buen Luis.
"Los gastos militares y un lustro de malas cosechas crearon una gravísima situación social. La
mayoría de la población se vio en la miseria mientras el lujo y el despilfarro del rey y la nobleza
continuaban como si nada. Luis XVI se negó a realizar cualquier tipo de reforma y defendió los
privilegios de la aristocracia frente al hambre de sus súbditos, que se estaban hartando de la
injusticia." Fuente: Felipe Pigna
* Existía un gran número de funcionarios en el gobierno y cada uno buscaba su propio beneficio
Algunos ministros de Hacienda trataron de encontrar una solución a esta crisis, pero sus medidas
sólo complicaron más la situación.
· En envió de tropas a América de Norte, para defender su posiciones territoriales, antes el
avance de gobierno inglés, en la guerra de los Estados Unidos.
Soluciones Propuestas:
· Se trató de conseguir que la nobleza también aporte su correspondiente diezmo, medida que
provocó la ira y oposición de esta última clase social, que estaba dispuesta a defender sus
privilegios feudales, hasta el punto de enfrentar la monarquía.
· Para que no se empeorara su situación económica la nobleza trató de acaparar más cargos en la
burocracia estatal, y además, aumentó la explotación de los campesinos que trabajaban en sus
tierras, exigiéndoles mayores contribuciones.
Resumiendo:
Viendo la difícil situación económica que se asomaba, la nobleza exigió que se llamara a Estados
Generales, para el tratamiento de una ley de impuestos. La monarquía prácticamente arruinada
económicamente y sin el apoyo de gran parte de la nobleza, estaba en la ruina.
REVOLUCION MEXICANA
Porfirio Díaz había llegado a la presidencia de México por primera vez en 1876, con la ayuda de las
armas. Entre 1880 y 1884 había dejado el gobierno en manos de un amigo fiel, el general Manuel
González. Pero Porfirio no concebía otro sucesor que no fuera él mismo: desde 1884 había
gobernado sin pausas, reelecto sistemáticamente, en ocho oportunidades. Era el "caudillo
indispensable", el general protagonista de "la hazaña militar más grande de la historia", y otras
calificaciones elogiosas que proferían los aduladores del régimen.
En 1910 debían llevarse a cabo nuevas elecciones. A pesar de que en 1908 había afirmado lo
contrario, Porfirio volvía a ser candidato. La oposición al régimen se nucleó alrededor de Francisco
Madero, un político miembro de una familia de terratenientes del estado de Chihuahua, en el norte
del país. El programa de Madero se centraba en la reforma política y era apoyado por un
heterogéneo conglomerado de fuerzas regionales.
En las elecciones (que, por cierto, no fueron limpias) triunfó Porfirio Díaz. En el momento de la
elección, Madero se hallaba detenido en una cárcel mexicana. A diferencia de otras circunstancias,
la oposición decidió resistir el veredicto. Madero, que había huido de la prisión y se había refugiado
en Texas, lanzó un llamado a la insurrección: el Plan de San Luis Potosí.
La rebelión se inició en el norte de México. Desde allí, las tropas conducidas por Pascual Orozco
avanzaron hacia el centro de México y derrotaron en varios enfrentamientos al ejército porfirista.
En el centro sur surgió también un importante núcleo de resistencia liderado por Emiliano Zapata.
Porfirio Díaz capituló y se exilió en Europa. Madero fue electo presidente y asumió a fines de
1911l. El gobierno de Madero carecía de bases firmes: los antiguos porfiristas descontaban de él,
los campesinos y sus líderes que habían combatido contra Díaz no veían satisfechos sus reclamos de
tierras y participación en el poder político y, desde fines de 1912, el embajador de los Estados
Unidos conspiraba abiertamente contra el presidente de México. De este modo, surgieron diversos
grupos opositores a Madero, muchos de ellos irreconciliables entre sí.
Los constitucionalistas A principios de 1913, el general Victoriano Huerta dirigió una rebelión
exitosa contra Madero, y se proclamó presidente. Madero y su vicepresidente fueron asesinados.
Mientras Huerta se consolidaba en el poder, un conjunto de grupos opositores establecía una
alianza, formalmente encabezada por el gobernador del estado de Coahuila, Venustiano Carranza.
Los opositores, unidos bajo el nombre común de constitucionalistas -su principal objetivo era la
restauración del orden constitucional-, estaban comprendidos por grupos del norte del país -el
propio Carranza, el carismático y audaz Pancho Villa y un importante grupo del estado de Sonora,
liderado por Alvaro Obregón- y de otras regiones -donde sobresalían los campesinos del estado de
Morelos con su líder Emiliano Zapata-.
Los ejércitos constitucionalistas derrotaron a las tropas de Huerta, que dimitió y partió al exilio en
julio de 1914. Los cuatro años de conflictos habían terminado con todo el complejo sistema de
pactos y negocios nacionales, regionales y locales establecidos en los largos años del gobierno de
Porfirio Díaz.
En su lugar, diversos grupos y caudillos, de base rural, luchaban entre sí para decidir quién iba a
gobernar México. Para algunos, como los seguidores de Zapata, el problema principal era otro: la
tierra. Su objetivo era el reparto de las tierras a las comunidades campesinas.
Los que habían vencido a Huerta no tardaron en enfrentarse entre sí. Carranza y Obregón fueron los
jefes de los triunfadores. Villa y Zapata, los de los derrotados. En 1917 fue sancionada una nueva
constitución que consagró importantes principios: aumentaba las atribuciones del poder ejecutivo,
fijaba un mandato de cuatro años sin posibilidad de reelección para los presidentes, aseguraba al
estado la propiedad del subsuelo, establecía numerosos derechos sociales -derecho de huelga,
jornada de ocho horas, prohibición del trabajo infantil, salario mínimo, etc.-, separaba estrictamente
la Iglesia del estado. Se nacionalizó la riqueza minera.
En 1920 terminaron las resistencias. Diez años de guerras habían dejado la economía absolutamente
destruida y centenares de miles de muertos en los campos. De todas maneras no se avanzó en la
democratización política, volviéndose a practicas muy parciales, parecidas a las de Porfirio Diaz.
Los indígenas y pequeños propietarios siguieron sufriendo las injusticias del sistema y sus vidas sin
grandes diferencias a la etapa oligárquica.
REVOLUCION CHINA
Introducción: China fue siempre un país intervenido por potencias colonialistas. La existencia de territorios
ocupados fue argumento suficiente para que los revolucionarios lograran levantar las masas en pro de un
cambio que pusiera fin a las usurpaciones. Entre los territorios ocupados estaba Manchuria (la tomó el
imperio del Japón en 1931). En 1945 los comunistas fueron factor importante en la liberación de Manchuria,
razón por la cual se les aceptará en la población. Un régimen feudal, caracterizado por el gobierno autócrata
de terratenientes. Como consecuencia del régimen feudal persistente la masa campesina se mantiene en la
miseria, en la ignorancia, y con escasos recursos para sobrevivir. La influencia de la Revolución Soviética el
envío de emisarios rusos en forma directa e indirecta a China con el fin de concientizar a la población para
que se rebelara como lo hizo en Rusia.
En vísperas de la Segunda Guerra Mundial, China era un país muy pobre, dedicado básicamente a las
actividades agrícolas y con un desarrollo industrial prácticamente inexistente (sólo el 3% de la población
trabajaba en la industria).
La agricultura seguía utilizando los métodos tradicionales y se basaba en el cultivo extensivo del arroz, el
maíz y la patata. En los últimos decenios, la población había aumentado enormemente, pero seguía sujeta a
las tradicionales dificultades naturales (inundaciones, sequías...) que daban lugar a hambrunas periódicas y a
la muerte de millones de campesinos. Una minoría de grandes propietarios detentaba la propiedad de la tierra
que era trabajada por los campesinos bajo un régimen de tipo feudal. Vivían sumidos en la pobreza y
asfixiados por las rentas que debían pagar a los señores (más de mitad de la cosecha).
La entrada en China de las potencias europeas en el siglo XIX había comportado un cierto desarrollo
industrial en una estrecha franja costera y una apertura comercial hacia Occidente. También había surgido una
burguesía comercial, aunque numéricamente era poco importante. De este modo, China mantenía una rígida
estructura social, sostenida por el confucionismo, que inculcaba al pueblo la sumisión a las jerarquías
políticas, sociales y familiares.
Políticamente, después de la destitución del último emperador en 1911, se había proclamado la República,
que estaba en manos de las fuerzas nacionalistas del Kuomintang, partido fundado en 1905, que dirigió el
movimiento insurreccional que puso fin al tradicional Imperio Chino, instaurando una democracia
parlamentaria y proponiéndose liberar al país del imperialismo extranjero. Estuvo dirigido primero por Sun
Yat-sen y después por Chiang Kai-chek, quien orientó al país hacía una vía muy conservadora, que dio lugar a
una fuerte oposición comunista. El Partido Comunista, dirigido por Mao Zedong, tenía su fuerza entre los
campesinos y defendía la necesidad de un reparto de la propiedad entre los campesinos pobres.
El Partido Comunista Chino fue fundado en 1921 por algunos intelectuales como Mao Zedong y Zhou Enlai.
En 1927 se enfrentó a la política del Kuomintang y proclamó la necesidad de la revolución armada de los
campesinos.
En 1934, las tropas comunistas emprendieron lo que se llamó la "Larga Marcha": recorrieron cerca de 12.000
km huyendo del cerco que les habían tendido los ejércitos nacionalistas. Después de un enfrentamiento con
las tropas de Chiang Kaí-chek, los comunistas, dirigidos por Mao, se refugiaron en Yenan, donde a partir de
1935 promovieron la creación de una República Popular, en la que se llevaron a cabo una serie de reformas
sociales que habían de ser el preludio de la nueva sociedad: elecciones con sufragio secreto para la
Administración local, lucha contra el feudalismo, reparto de tierras, disminución de los impuestos, etc.
1911 Revolución China. Los nacionalistas, dirigidos por Sun Yat-sen, derrocan el Imperio manchú.
1916 Se constituye en Cantón un nuevo gobierno basado en los «tres principios» de Sun: nacionalismo,
democracia y aumento del nivel de vida popular.
1918 Segundo gobierno en Pekín dirigido por Yuan ShiKaiwho, que se convirtió en presidente con el apoyo
del ejército. Sun declara la guerra a Alemania, Yuan le sigue en 1917. El Tratado de Versalles autoriza a
Japón a quedarse con el territorio alemán de Shantung. China no obtiene nada. Deja de comprar mercancías
británicas y japonesas y busca la ayuda de Rusia. Rusia devuelve a China territorios arrebatados durante el
siglo anterior. El Partido Comunista Chino empieza a crecer.
1922 Los nacionalistas del Koumintang no consiguen someter a los poderosos señores de la guerra. Sun invita
al Partido Comunista a unirse a su ejército.
1925 Muere Sun Yat-sen. Chiang Kai-chek se convierte en el líder del Koumintang.
1926 Las expediciones contra los señores de la guerra en el norte del país obtienen un gran éxito.
1927 Chiang inicia unos ataques contra el Partido Comunista. Las «patrullas de la muerte» del Koumintang se
lanzan sobre los comunistas en Cantón, asesinando a 6.000 personas.
Ataques similares en Shanghai y otras grandes ciudades. Mao Zedong (Mao-Tse-tung) se convierte en líder
del Partido Comunista. Conduce a lo que queda del Partido Comunista a las montañas de Kiangsi e instituye
un Soviet para reconstruir el Partido e iniciar la guerra civil contra el Koumíntang.
1928 Chiang entra en Pekín y se convierte en el nuevo gobernante de China. Cree que el país necesita un líder
militar fuerte y decide deshacerse de su único rival, el Partido Comunista.
1931 Chiang pone en marcha una serie de campañas de exterminio para derrotar a los comunistas en Kiangsi.
El ejército del Partido Comunista —Ejército Rojo de Liberación del Pueblo— utiliza la táctica de guerrillas.
Los japoneses invaden Manchuria. Chiang decide enfrentarse al Ejército Rojo antes que a los japoneses.
La Segunda Guerra Mundial puso un paréntesis en la guerra civil: comunistas y nacionalistas pelearon juntos
contra los japoneses. Durante esta guerra, entre 1937 y 1946, China fue invadida por las tropas niponas. Los
comunistas chinos desempeñaron un papel muy importante en la lucha contra los japoneses y consiguieron
ganarse el apoyo de los campesinos gracias a las medidas revolucionarias que se ponían en práctica en los
territorios bajo control comunista: reparto de las tierras, aplazamiento de deudas, limitación de impuestos, etc.
La capitulación japonesa de 1945 llevó a China hacia una guerra civil que enfrentó a los comunistas y a los
nacionalistas del Kuomintang, que se habían reconciliado temporalmente para constituir un Frente
Nacionalista antijaponés en 1937. Las fuerzas comunistas controlaban una buena parte del territorio chino que
reunía a más de 100 millones de habitantes, la mayoría campesinos. El resto del territorio, es decir, las zonas
costeras y la mayoría de las grandes ciudades, estaba en manos del Kuomintang, que se oponía a la reforma
agraria fomentada por los comunistas y que contaba con el apoyo de Estados Unidos.
En 1947 las fuerzas comunistas protagonizaron una gran ofensiva que culminó con la reconquista de
Manchuria y la conquista de las ciudades más importantes. Sumido en el desorden y la corrupción, el ejército
nacionalista cesó la lucha y los dirigentes del Kuomintang abandonaron el continente y se refugiaron en la isla
de Formosa bajo la protección de la flota americana. Tras el triunfo del ejército comunista, el 1 de octubre de
1949, Mao proclamó en Pekín el nacimiento oficial de la República Popular China. El campo comunista se
había ensanchado enormemente con la incorporación de un país de 9 millones de Km² y una población de 500
millones de habitantes. Los nacionalistas, por su parte, se refugiaron en la isla de Formosa (Taiwan).
Los primeros años de la República Popular
Nacida en plena Guerra Fría, la República Popular China fue reconocida diplomáticamente tan sólo por los
países comunistas, algunos Estados vecinos de Asia y por el Reino Unido y Portugal, que contaban con
algunos enclaves comerciales en su territorio y no querían ganarse la enemistad de la nueva China. El resto
del mundo occidental y la ONU no quisieron reconocer al nuevo Estado, manteniendo que el único
depositario de la legitimitidad china era el gobierno de la China nacionalista.
Aislada frente al resto del mundo, la China Popular se volcó hacia la Unión Soviética, el único aliado del que
podría obtener la ayuda financiera, económica y técnica que necesitaba para la reconstrucción del país. De
este modo, en febrero de 1950, los dirigentes chinos firmaron en Moscú un tratado de "amistad, alianza y
asistencia mutua" con el gobierno soviético. A partir de este momento, la construcción del socialismo en
China se orientó hacia el modelo soviético y la estrategia estalinista: rápida colectivización de la tierra y una
planificación económica que daba prioridad absoluta a la industria pesada.
El nuevo régimen presentó algunas peculiaridades propias respecto al comunismo internacional, lo que dio
origen a lo que se conoce como maoísmo: unión de las cuatro clases revolucionarias (campesinos, obreros,
pequeña burguesía y burguesía nacional), importancia del campesinado, revolución permanente, acción
directa del Partido en todas la áreas.
En el terreno económico, el gobierno chino lanzó el primer plan quinquenal (1953-1957), que se centró en el
desarrollo de la industria pesada. En forma complementaria, se llevó a cabo una progresiva colectivización de
la agricultura. Las grandes propiedades en poder de latifundistas y de la burguesía campesina fueron
expropiadas y repartidas entre los agricultores.
Los campesinos, que se habían convertido en propietarios como consecuencia de la reforma agraria de 1950,
fueron incitados a reagruparse en cooperativas socialistas de producción al estilo de los koljoses soviéticos.
En 1957, la mayoría de los campesinos chinos formaban parte de este tipo de cooperativas. Las empresas
privadas, tanto industriales como comerciales pasaron a ser de propiedad estatal y los artesanos fueron
reagrupados en cooperativas controladas también por el Estado.
También se inauguró una política de planes quinquenales de estilo soviético. El primer plan (1953-57) fijó la
prioridad del crecimiento industrial, y en particular de la industria pesada, por encima del desarrollo agrícola,
lo que trajo consigo un déficit alimentario y la necesidad de mantener el racionamiento. Finalmente, se
redactó una Constitución en 1954, que se inspiraba en la soviética, con un total paralelismo entre las
estrucutras del estado y las del Partido Comunista.
La campaña de las Cien Flores y el Gran Salto Adelante: En 1956, el régimen comunista impulsó un
proceso de liberalización intelectual: la campaña de las Cien Flores (1956-1957). Con él, el Partido
Comunista Chino buscaba captar la adhesión de los intelectuales, muchos de los cuales le eran hostiles. En un
principio, los intelectuales no comunistas se mostraron reacios a manifestar sus críticas. Finalmente, el
movimiento desembocó en una verdadera denuncia de las propias bases políticas del régimen. La reacción del
Partido no se hizo esperar: los críticos fueron acusados de contrarrevolucionarios y elitistas y muchos de ellos
fueron castigados.
La lucha era muy encarnizada entonces. Obligábamos a los profesores a llevar un gorro y un cartel colgado del cuello en los que aparecían frases
escritas como: «Soy un monstruo.» Comparecían por turnos ante todas las clases, donde les insultábamos, y les asediábamos con consignas,
acusaciones y órdenes de reformarse. Les obligábamos a limpiar los lavabos, les embadurnábamos con pintura negra y organizábamos «equipos de
control de monstruos» (kuan niu-kui tu,), que se encargaban de que recibieran el trato que se merecían. Les acusábamos de faltas concretas y no
parábamos hasta que confesaban que las habían cometido. Hizo falta casi una semana de lucha sin tregua para que un hombre admitiera que había
dicho «Mao está equivocado» en una conversación con un colega suyo.» Fuente: Memorias del Guardia Rojo (1976) A. Michel
En 1958, el gobierno chino lanzó un amplio movimiento conocido como el Gran Salto Adelante: con él se
buscaba lograr un equilibrio entre el desarrollo industrial y la agricultura. Pero, a pesar del éxito obtenido en
los dos primeros años, el Gran Salto fue un fracaso.
La crisis se agravó debido a la ruptura con la Unión Soviética a principios de los '60. Las aspiraciones chinas
a convertirse en un foco de irradiación de una nueva ola revolucionaria mundial, en la que la lucha contra el
capitalismo era central, contrastaba con la ambigüedad de las relaciones que en esos años Moscú mantenía
con Occidente.
La Revolución Cultural
Una de las consecuencias del fracaso del Gran Salto Adelante fue el deseaste y la relegación de la figura de
Mao del centro del poder. Un grupo de dirigentes del Partido y algunos militares comenzaron a someter las
ideas de Mao a una profunda revisión. En 1962, comenzó la contraofensiva del maoísmo a partir del Ejército,
donde el líder conservaba un enorme prestigio. A fines de 1965, Mao dirigió sus ataques contra los
intelectuales, invitando a los estudiantes a denunciar las desviaciones ideológicas.
Dicha estrategia triunfó en agosto de 1966, fecha en que se hicieron públicos los
dieciséis puntos de la “gran revolución proletaria” que habían sido impuestos de hecho
gracias a la lealtad de los guardias rojos y al apoyo de las masas trabajadoras
descontentas. Los objetivos principales que pretendía cubrir con este proceso eran, en
primer lugar, la persecución y derrota de todos aquellos que, detentando el poder,
seguían la vía capitalista; en segundo lugar, la destitución de las autoridades
académicas burgueses y la abolición de su ideología; por último, la transformación de
aspectos de la superestructura – lugar donde se sitúa la ideología en la teoría marxista
– que habían quedado desfasados después de la implantación de la economía
socialista. (Ver: Ultima Campaña de Mao)
Aquel mismo año de 1966 se hizo público el célebre Libro Rojo, recopilación de citas
de Mao que sintetizan lo fundamental de su pensamiento y que se extendió entre las
masas chinas con el propósito de que sirviera de instrumento para que asumieran el
protagonismo de su propia revolución. El libro, traducido a numerosos idiomas, corrió
de mano en mano por todo el mundo y se convirtió en un auténtico best-seller político
de la década siguiente. Después del noveno congreso del Partido Comunista, celebrado
en abril de 1969, el pensamiento maoísta se consolidó como eje de la Revolución
China, pero veinte años después, las disidencias internas, sacadas a la luz por la
descomposición generalizada de los regímenes imperantes en los países del llamado
“socialismo real”, y especialmente representadas por los jóvenes estudiantes y la
población descontenta de las grandes concentraciones urbanas, fueron violentamente
reprimidas en la Plaza de Tiananmen.
Para entonces, el último de los supervivientes que fundaron el Partido Comunista, Mao
Tse-tung, había fallecido en 1976. Pese al imprevisible desmoronamiento de su gran
obra, aún hoy el mundo recuerda con fascinación la asombrosa energía de que hizo
gala el maestro chino durante su larguísima existencia. Siendo joven, cuando caía la
helada lluvia traída por el viento de Mongolia, Mao se desnudaba para recibirla con
objeto de, según sus propias palabras, “domar el esqueleto”. Con el mismo rigor
espartano y abnegado mantuvo un pulso con la Historia.
El llamado de Mao tuvo una gran respuesta en las escuelas y en las universidades, de ahí que este movimiento
haya recibido el nombre de Revolución Cultural. El movimiento pronto se extendió a toda China. Los
estudiantes, convertidos en Guardias Rojos, dirigían sus ataques contra los dirigentes que se habían opuesto a
Mao, a los que calificaban de revisionistas y contrarrevolucionarios. A comienzos de 1969, Mao había
recuperado su poder.
China después de Mao: Tras la muerte de Mao en 1976, los dirigentes chinos mantuvieron el modelo
socialista. Sin embargo, se ha desarrollado una política económica más pragmática que, lentamente, camina
hacia una economía de mercado, aunque siempre controlada. El conductor de este cambio es Deng Xlao Ping,
uno de los dirigentes marginados del Partido durante la Revolución Cultura] y rehabilitado posteriormente. En
1978-1979, Deng impulsó una cierta liberalización política conocida como "Primavera de Pekín" y permitió
una crítica moderada al maoísmo. Sin embargo, el régimen chino todavía se caracteriza por la falta de libertad
política. Los movimientos de oposición son duramente reprimidos tal fue el caso de la revuelta estudiantil en
la plaza de Tiananmen, en Pekín, en 1989.
REVOLUCION DE CUBA
Desde que se independizara de España, la vida política de Cuba había estado condicionada por la relación que
mantenía con Estados Unidos. Hasta 1933, en la constitución cubana existía una cláusula, conocida como la
'Enmienda Platt', que permitía la intervención norteamericana en la isla, "para proteger la vida, la libertad y
los bienes' de los ciudadanos de ese país, residentes en Cuba.
La Estación Naval en la Bahía de Guantánamo se estableció en 1898, cuando Estados Unidos obtuvo el
control de Cuba por parte de España al término de la Guerra hispano-estadounidense, siguiendo con la
invasión de la Bahía de Guantánamo en 1898. El gobierno de Estados Unidos obtuvo una concesión perpetua
que comenzó el 23 de febrero de 1903, otorgada por Tomás Estrada Palma, primer presidente de la República
de Cuba.
La economía basada en el trabajo manual fue reemplazada por otra dominada por la
industria y la manufactura. La Revolución comenzó con la mecanización de las industrias
textiles y el desarrollo de los procesos del hierro. La expansión del comercio fue favorecida
por la mejora de las rutas de transportes y posteriormente por el nacimiento del ferrocarril.
Las innovaciones tecnológicas más importantes fueron la máquina de vapor y la
denominada Spinning Jenny, una potente máquina relacionada con la industria textil. Estas
nuevas máquinas favorecieron enormes incrementos en la capacidad de producción. La
producción y desarrollo de nuevos modelos de maquinaria en las dos primeras décadas del
siglo XIX facilitó la manufactura en otras industrias e incrementó también su producción.
Contenido
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1 Causas
2 El comercio internacional
o 2.1 Economía industrial
3 Etapas de la Revolución industrial
4 Principios fundamentales de la industria
5 Véase también
6 Enlaces externos
[editar] Causas
La existencia de controles fronterizos más intensos evitaron la propagación de
enfermedades y disminuyó la propagación de epidemias como las ocurridas en tiempos
anteriores. La revolución agrícola británica hizo además más eficiente la producción de
alimentos con una menor aportación del factor trabajo, alentando a la población que no
podía encontrar trabajos agrícolas a buscar empleos relacionados con la industria y, por
ende, originando un movimiento migratorio desde el campo a las ciudades así como un
nuevo desarrollo en las fábricas. La expansión colonial del siglo XVII acompañada del
desarrollo del comercio internacional, la creación de mercados financieros y la acumulación
de capital son considerados factores influyentes, como también lo fue la revolución
científica del siglo XVII. Se puede decir que se produjo en Inglaterra por su desarrollo
económico.
Esta primera revolución se caracterizó por un cambio en los instrumentos de trabajo de tipo
artesanal por la máquina de vapor, movida por la energía del carbón. La máquina exige
individuos más cualificados, produce una reducción en el número de personas empleadas,
arrojando de manera incesante masas de obreros de un ramo de la producción a otra.
Especialmente del campo a la ciudad.
Sin embargo, y a pesar de todos los factores anteriores, la Revolución industrial no hubiese
podido prosperar sin el concurso y el desarrollo de los transportes, que llevarán las
mercancías producidas en la fábrica hasta los mercados donde se consumían.
Estos nuevos transportes se hacen necesarios no sólo en el comercio interior, sino también
en el comercio internacional, ya que en esta época se crean los grandes mercados
nacionales e internacionales, en los que las mercancías pueden viajar libremente por el país
sin necesidad de pagar aduanas. El comercio internacional se liberaliza, sobre todo tras el
Tratado de Utrecht (1713) que liberaliza las relaciones comerciales de Inglaterra, y otros
países europeos, con la América española. Se termina con las compañías privilegiadas y
con el proteccionismo económico; y se aboga por una política imperialista y la eliminación
de los privilegios gremiales. Además, se desamortizan las tierras eclesiásticas, señoriales y
comunales, para poner en el mercado nuevas tierras y crear un nuevo concepto de
propiedad. La Revolución industrial generó también un ensanchamiento de los mercados
extranjeros y una nueva división internacional del trabajo (DIT). Los nuevos mercados se
conquistaron mediante el abaratamiento de los productos hechos con la máquina, por los
nuevos sistemas de transporte y la apertura de vías de comunicación, así como también,
mediante una política expansionista.
El Reino Unido fue el primero que llevó a cabo toda una serie de transformaciones que la
colocaron a la cabeza de todos los países del mundo. Los cambios en la agricultura, en la
población, en los transportes, en la tecnología y en las industrias, favorecieron un desarrollo
industrial. La industria textil algodonera fue el sector líder de la industrialización y la base
de la acumulación de capital que abrirá paso, en una segunda fase, a la siderurgia y al
ferrocarril.
A mediados del siglo XVIII, la industria británica tenía sólidas bases y con una doble
expansión: las industrias de bienes de producción y de bienes de consumo. Incluso se
estimuló el crecimiento de la minería del carbón y de la siderurgia con la construcción del
ferrocarril. Así, en Gran Bretaña se desarrolló de pleno el capitalismo industrial, lo que
explica su supremacía industrial hasta 1870 aproximadamente, como también financiera y
comercial desde mediados de siglo XVIII hasta la Primera Guerra Mundial (1914). En el
resto de Europa y en otras regiones como América del Norte o Japón, la industrialización
fue muy posterior y siguió pautas diferentes a la británica.
Unos países tuvieron la industrialización entre 1850 y 1914: Francia, Alemania y Bélgica.
En 1850 apenas existe la fábrica moderna en Europa continental, sólo en Bélgica hay un
proceso de revolución seguido al del Reino Unido. En la segunda mitad del siglo XIX se
fortalece en Turingia y Sajonia la industrialización de Alemania.
A mediados del siglo XIX, en Inglaterra se realizaron una serie de transformaciones que
hoy conocemos como Revolución industrial dentro de las cuales las más relevantes fueron:
Hace algunos años , con motivo de la Capitalidad Cultural Europea , expertos en
materia de comunicación y periodismo , analistas en materia de
telecomunicaciones digitales , investigadores sociales y responsables de la
administración pública de las políticas en materia de comunicación y cultura
celebraban en Madrid el encuentro "Comunicación de Masas en el Tercer Milenio"
(1992) para definir los perfiles imprecisos de eso que algunos autores denominan
la nueva civilización tecnológica. En las conversaciones de Madrid , subtituladas
significativamente "De la revolución tecnológica a la revolución social" , los
participantes llegarían a la síntesis de diez conclusiones sobre la configuración y
futuro de la sociedad de los medios. El acierto y pertinencia de tales
recomendaciones deberían seguir siendo hoy día líneas de acción en el contexto
social vigente :
1.- En primer lugar , dado el carácter crítico de la relación simbiótica entre medios
y sistemas políticos , los investigadores participantes en este encuentro señalaron
que es conveniente para el nuevo milenio que desde el ámbito de la comunicación
se fomenten valores democráticos , un auténtico diálogo público en la sociedad ,
que genere una cultura de la cooperación y la solidaridad social frente al
individualismo y la desmovilización anómica que está produciendo en el actual
contexto social la cultura mediática.
2.- Se constata hoy que las funciones y el tradicional ámbito de libertades que en
términos democráticos siempre ha contenido significativamente la noción de
ciudadano se está diluyendo en beneficio de un concepto alienante y
empobrecedor que iguala a cada sujeto con un potencial agente de consumo.
Resultado de los procesos de concentración y privatización de la comunicación, la
educación y la cultura , el ciudadano de hoy está perdiendo sus espacios de
encuentro y consenso social para replegarse en la lógica restrictiva y , como
veremos , tautológica de la racionalidad instrumental por la cual se impone el fin
sobre los medios , sustituyéndose al homo sapiens y al homo faber por el
maquinal homo consumens. A tal punto que cada vez resulta más necesario , en
consecuencia , reivindicar el concepto de ciudadanía para , de manera efectiva,
poder dotar de contenido las acciones dialógicas y comunicacionales de
participación real y democrática del nuevo sujeto de la posmodernidad frente al
solipsismo delirante de la comunicación como dominio.
3.- En tercer lugar , por tanto , es imprescindible - señalan los mismos autores -el
fortalecimiento de la sociedad civil favoreciendo una nueva comunicación
ciudadana que reconozca la inteligencia , soberanía y el poder de
autodeterminación del público, a nivel individual y colectivo , en cuanto sujetos
capaces de construir y desarrollar creativamente el conocimiento y el saber social
a partir de , o al margen de , los medios de comunicación en la apropiación y
reconocimiento de su propia identidad cultural.
7.- Luego , en resumen , los medios tendrán que asumir una nueva
responsabilidad : la de ofrecer pautas de comportamiento que favorezcan en
forma efectiva la participación social y cultural.
9.- Por último , si bien es cierto que la revolución tecnológica ha introducido una
nueva lógica en los medios informativos , está pendiente sin embargo , una
revolución cultural que modifique cualitativamente la calidad de la información.
10.- Hay que tomar en cuenta , en este sentido , que las tecnologías no aseguran
necesariamente el aumento de la participación ciudadana en los asuntos públicos.
El determinismo tecnológico genera , por el contrario , una creciente
desmovilización social.
Estos dos últimos puntos que señalan las conclusiones de los expertos
participantes en el foro de Madrid - los referidos a la falta de perspectiva cualitativa
y la necesidad de un enfoque sociológico no determinista tecnológicamente - son ,
a nuestro modo de ver , los dos principales problemas de nuestro tiempo , que
definen el marco cultural de la problemática en la que se sitúa el dominio del
debate en la encrucijada de la civilización tecnológica. Una encrucijada , por
cierto , hasta ahora innominada como estructura laberíntica , pero , sin embargo ,
clasificada , citada , referida y marcada por múltiples denominaciones que opacan
la transparencia de un orden social líquido , lábil , fluído y poco aprehensible
precisamente por encontrarse anclado - como estableciera Atlan - entre la
naturaleza del cristal y el humo.
Los conceptos de "sociedad postindustrial" , "revolución tecnológica" , "aldea
global" , "fin de las ideologías" y tantos otros términos , puestos en circulación a
partir de la década de los sesenta , constituyen hoy acepciones comunes del
nuevo léxico que intenta describir esta tendencia actual que todos , quizás por
comodidad analítica , hemos acordado denominar , sin comprender , proceso de
globalización. Remitirse o hablar de economía-mundo , aldea global , relaciones
interdependientes o cualquier otra idea que expresa este fenómeno - como digo ,
comúnmente denominado globalización - son hoy día tan comunes en los medios ,
en los discursos oficiales y en el propio lenguaje de la comunicación y la
mercadotecnia que cada día resulta más evidente y menos claro de qué proceso
estamos hablando cuando nos referimos al fenómeno de la globalización ,
resultando a tal punto confusa esta nueva y revolucionara tendencia , que el efecto
comienza a ser percibido como la causa del origen de estas megatendencias
sociales.
Los mitos están por tanto al orden del día. La interpretación dominante identifica ,
por ejemplo , la globalización con la esperanza universal de democratización ,
atribuyendo a la transmisión de las comunicaciones el factor explicativo de la
apertura supranacional de los Estados. Por otra parte , la globalización se
presenta a menudo como una nueva categoría analítica , dándose por supuesto
que representa , históricamente , el advenimiento de una nueva etapa en la
historia de la humanidad , diferente en su evolución al desarrollo antecedente del
capitalismo , independientemente que el modo de producción capitalista se
define , en su origen , por ser un movimiento económico mundial , ligado desde el
principio a la expansión arrolladora de las fuerzas productivas , pues , como ha
demostrado Wallerstein , la consistencia del orden social del tardocapitalismo
reside justamente en que se trata de un sistema internacional.
b) La explosión de la información.
c) Y la automatización generalizada de la producción.
De tal forma que la mutación de la sociedad "posindustrial" en una sociedad de
servicios basada en la información y el conocimiento pasa a depender de los
adelantos técnicos en materia de telecomunicaciones. Los trabajos futuristas de
Alvin Toffler popularizarán así el concepto de sociedad informacional como modelo
de organización societaria que descansa en el papel dinamizador de las
tecnologías comunicacionales, remplazando la idea clásica de la industria de la
producción por la industria del conocimiento en el horizonte de la consecución de "
una sociedad más juiciosa , sensata y democrática ".
Esta ideología tecnologista renueva hoy día una vieja tentación teórica consistente
en el intento de sustitución del hombre por la máquina , amparándose en el mayor
rendimiento , competencia y capacidad heurística de las nuevas tecnologías de la
información. La comunicación misma pasa a ser de este modo parte de la
ideología maquinal. La comunicación , la cultura y la sociedad son efectos y
réplicas de la máquina misma. Y el discurso tecnológico el texto del discurso sobre
lo social , pues , como hemos señalado , la lógica de la técnica ha conquistado la
totalidad de las actividades humanas , imprimiento un sesgo mecanicista al
funcionamiento de lo social , quizás , en buena medida , para evitar el sentido
mismo de las preguntas que cuestionan el actual desarrollo tecnológico.
Por lo general , son tres los tópicos que suelen aplicarse al analizar el desarrollo
tecnológico en la era de la información : " la diversidad - el reconocimiento del
gran número de artefactos o productos diferentes , disponibles desde antiguo - ; la
necesidad - la creencia de que los seres humanos se ven impulsados a inventar
artefactos para satisfacer las necesidades biológicas básicas - ; y la evolución
tecnológica - una analogía orgánica que explica tanto la aparición como la
selección de estos nuevos artefactos (...) La diversidad es un hecho de la cultura
material , la necesidad es una explicación popular pero errónea de la diversidad , y
la evolución tecnológica es una forma de explicar la diversidad sin recurrir a la idea
de necesidad biológica " , tal y como ha explicado Basalla (3). De estos tres
tópicos derivan principios como la naturalización del ámbito tecnológico , el
pragmatismo burdamente materialista , el evolucionismo tecnológico y , en
consecuencia , la autonomía social de la técnica.
4.- Polivalencia en sus aplicaciones. Los nuevos medios , por otra parte , se han
venido destacando desde la pasada década por sus posibilidades , su flexibilidad y
adaptabilidad tecnológica. De modo que los medios han adoptado múltiples
aplicaciones para llegar a la lenta pero creativa convergencia de un entorno
hipertextual.
Estos rasgos nos ofrecen un marco social muy distinto , en el que las nuevas
tecnologías por fin han superado las restricciones de tipo espacial y temporal en la
aplicación a la producción , el ocio y el trabajo. Tomando en consideración tales
características cabría pensar que estamos , ciertamente , ante la emergencia de
un nuevo tipo de sociedad. Ahora bien , cómo se está configurando este modelo
societario , qué perfiles adopta la organización social en relación al influjo que
pueden ejercer las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Esto
es , para qué se está utilizando este potencial tecnológico : _ realmente para un
modelo social de emancipación individual o colectiva o para ahondar en las
desigualdades , el control y la manipulación sociocultural de la población
mundial ?.
EL NUEVO ORDEN MUNDIAL DE LA INTERDEPENDENCIA
Hoy es un hecho aceptado como natural el que , aunque el Estado siga jugando
un papel importante en el orden político internacional , el monopolio y
centralización del poder sancionador sea progresivamente disgregada en beneficio
de los actores transnacionales , dando lugar a lo que Hirsch denomina el Estado
Nacional de Competencia.
a) Las fronteras geopolíticas de las naciones han perdido importancia para los
propósitos de la seguridad nacional.
b) La noción de seguridad nacional ha sido extendida más allá del ámbito militar
para incluir los ámbitos comerciales y penales.
El uso de la información y los nuevos medios más que construir un orden global ,
un sólo mundo y voces múltiples , está derivando en consecuencia , en una sola
voz y mundos múltiples bajo la vigilancia y control de las potencias y agentes
transnacionales, que en calidad de propietarios de las nuevas tecnologías , utilizan
pública o privativamente estas para el control de sus intereses corporativos ,
independientemente de la anhelada aldea global. La democracia y la paz
universales que nos anticipan las nuevas tecnologías se despachan entonces
como una cuestión de seguridad nacional. Todos somos iguales , todos somos
libres , todos somos partícipes del Nuevo Orden Mundial. Ahora , de qué manera y
cómo participamos en la inmensa red tecnológica , quién decide sobre como se
gobierna esta red , esto es , quien procesa , transmite y clasifica la información
que circula por estas redes , pero sobre todo , quién toma decisiones con esta
información. Es cierto que estamos ante un nuevo modelo social , pero
políticamente , si ya estamos de acuerdo que deja de tener validez un orden de
control panóptico , vertical , de la sociedad por el Estado , cabe preguntarse quien
diseña y organiza la red del laberinto tecnológico en el que actualmente nos
encontramos perdidos. Esto es , es necesario seguir cuestionándose quién dice
qué en el canal entreverado del nuevo orden mundial , que más que un nuevo
orden se nos antoja un viejo orden de la desigualdad y la falta de libertad , eso sí ,
arropado por un nuevo tipo de discurso actual y eficiente como metarrelato para el
conjunto de la humanidad.
TECNOLOGIAS VIRTUALES Y COLONIZACION DE LA CONCIENCIA
El viejo proyecto positivista del padre negado está , de este modo , en el trasfondo
sustancial del modelo fordista de producción para fundamentar actualmente el
paradigma japonés de organización empresVerdana , reduciendo la complejidad
de lo humano a esquemas propios del organicismo. Este , de hecho , fue el origen
de las ciencias de la comunicación -Goebbels/Lipmann- y explica ahora el hecho
de que la eufemísticamente denominada flexibilidad laboral halle su contrapeso en
la rigidez de la norma y de las políticas de calidad total dentro de las instituciones ,
que exigen , como requisito incuestionable , la asunción automática de los
valores , rituales y objetivos de la organización por influjo directo de la
mercadotecnia y la comunicación corporativa. Por eso el nuevo modelo productivo
de organización horizontal y de participación de los trabajadores en la gestión de
la empresa exige una cultura tecnologizada de progreso en orden que , según la
lógica de la física social - tal y como la entendía Comte o como en su día describió
Moles al hablar del nuevo muro de la comunicación - reduzca al sujeto como un
ser esencialmente reactivo.
" Por intermedio de la teoría general de sistemas , convalidada así por la biología ,
el modelo de gestión de la firma industrial se transforma en modelo de gestión de
Estado. Este modelo acarrea prácticas centralizadoras en su espíritu ( gestión de
la economía , pero también de la administración pública , del hospital , de la
escuela (...) La función de la biología en las relaciones entre campos científicos
explica su lugar en el seno del cientificismo , y mediante ello la articulación que
asegura entre cientificismo y tecnocracia (...) La concepción del mundo que la
biología moderna toma de Darwin posee la triple cualidad de ser liberal
(competidora) , progresista y naturalista. A este título permite naturalizar el
liberalismo político y económico y asegurar el progresismo en la sociedad liberal "
(13) :
11) La industria está controlada , en gran parte , por una red de transnacionales
estrechamente interconectadas entre sí.
En las palabras de autores como Negroponte , Ithiel de Sola Pool o Daniel Bell el
futuro, sin embargo, es otro muy distinto al que aquí se describe , pues estamos
ya en la era poscapitalista , más allá del bien y del mal.
GLOBALIZACION Y POLITICAS CIENTIFICO-TECNICAS
Es por ello que cobra pertinencia la idea de desarrollar las nuevas tecnologías y
los programas educativos que incorporen las nuevas tecnologías de la información
a partir de una mirada distinta de lo social , que , en el caso particular de la
educación y el conocimiento , considere los siguientes principios pedagógicos
esbozados por Escudero :
11) Plantearse abiertamente aquellas cuestiones que tienen que ver con los
valores, intereses , propósitos y condiciones de utilización de las nuevas
tecnologías.
41) Impulsar una reflexión sobre los procesos de innovación tecnológica (20).
Por supuesto , cabría mucho que cuestionar de tales supuestos. Por apuntar sólo
un hecho podríamos decir , parafraseando a Fernández Enguita , que ,
paradójicamente , " cuando más se agranda el horizonte intelectual de la
humanidad , cuando más se desarrollan sus poderes prácticos , cuando más
necesaria es para la especie la perfecta síntesis entre ciencia y producción , entre
saber y acción , entre mano y cerebro , más escindidos se muestran estos campos
desde el punto de vista de la experiencia individual " (23). Por otra parte , la
sociedad tecnológica , y la supuesta democratización que del saber realiza la
tecnología por sí misma , obvia ya de principio cualquier decisión social sobre las
desigualdades primarias entre los usuarios potenciales. La educación pierde el
sentido igualitario entre clases y entre los hombres , porque efectivamente vamos
hacia un mundo sin clases , cuyo modelo es la ciudad cableada como ciudad
educativa. Ahora bien , como han indicado Colom y Melich, en el modelo de la
nueva ciudad informacional que se está configurando históricamente , " lo que
nadie nos dice es cómo desaparecerán las clases hoy existentes. Se concibe la
tecnología como un instrumento para mejorar al hombre mejor , o para el ya
mejorado , pero nunca se nos plantean las oportunidades de las clases
desfavorecidas (...) para incorporarse al mundo feliz y aséptico de la formación
permanente (para los ya formados) y de autonomía individual " .
Cabe por tanto concluir preguntándose con Escudero , " _ cuáles son los efectos
reales de las nuevas tecnologías más allá de los slogans al uso ; cuáles son sus
relaciones con el mercado de trabajo ; cuál su lugar en el aula (...) ; en qué tipo de
escuela se piensa , cuáles son sus intereses dominantes y cuál es el tipo de
profesor como profesional de la educación que quiera prefigurarse ? " (24).
Las redes han llegado a todas partes. Ahora sólo hace falta saber hasta donde es
capaz de llegar el hombre : hasta el camino trillado de un espacio y una ruta sin
salida , que reproduzca los errores y azares señalados , o , por el contrario , hasta
el lugar complejo de las rutas , vericuetos y atajos que hacen más difícil el
camino , por inhóspito y no conocido , pero que , en su peligrosidad , puede llegar
a hacer posible e imaginables otros mundos virtuales y necesarios , esto es ,
utópicos .... La respuesta, por supuesto, la tiene el interlocutor. NOTAS
4.- Resulta cuando menos significativo el hecho de que el término acuñado para
designar la revolución de las comunicaciones electrónicas tenga su origen en la
teorización estadounidense fundamentada en la doctrina de la seguridad nacional.
La diplomacia de la cañonera , remplazada por la lógica uniformizadora de la
"aldea global" , seguirá siendo en la obra de autores como Daniel Bell el elemento
legitimador del papel de los medios en las nuevas relaciones de interdependencia
de un sistema mundial desequilibrado y en constante desorden y desvertebración
social.
6.- Cfr. Foro Alternativo , Por una convivencia equitativa y autónoma , en paz con
el planeta , Documento de Trabajo Las otras voces del planeta , Madrid , 1994.
7.- Cfr. Sandra Breham , Global suveillance , media policies and civil liberty ,
Media Development , Vol. XL , número 2 , WACC , Londres , 1993 , pp.36-43.
13.- Pierre Achard , Discurso biológico y orden social , Nueva Imagen , México ,
1980 , p.336.
20.- Cfr. J.M. Escudero , Del diseño y producción de medios al uso pedagógico de
los mismos , en J. De Pablos y Carlos Gortari (Eds.) , Las nuevas tecnologías de
la información en la educación , Editorial Alfar , Sevilla , 1992 , pp.15-30.
22.- Cfr. Nicholas Negroponte "El mundo digital " , Ediciones B , Barcelona , 1995.
23.- Mariano Fernández Enguita , Juntos pero no revueltos , Visor , Madrid , 1992 ,
p.189.
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