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Cómo hacer un volante político?

TIPS para lograr un volante exitoso

¿Sabe por qué los volantes se llaman volantes?, el término


viene de la expresión francesa "feuilles volantes" ("hojas
voladoras" o, en mejor español, "hojas sueltas"). El
volante cobró popularidad como herramienta de
propaganda en los agitados días de la Revolución
Francesa, cuando era urgente hacer llegar a todo el
territorio galo el ideario de "libertad, igualdad y
fraternidad". He aquí algunos consejos, paso a paso, para
que sus volantes cumplan el
objetivo político deseado.

1. EMPIECE POR EL
FINAL, DECIDA COMO Y
DONDE IMPRIMIRLO. Los
resultados pueden ser
fatalmente distintos de
acuerdo al sistema de
impresión que vaya a usar.
Todos sus esfuerzos pueden diluirse si no hay una fluida
comunicación entre quien hace el original y quien lo imprime. Es
básico que usted se interiorice sobre las ventajas y desventajas del
sistema de impresión que utilizará.

De modo que además de consultar precios, propóngase conseguir una imprenta de confianza, un
lugar donde poder acudir la próxima vez. Mudar de proveedor en medio de una ajetreada campaña
política es un problema que debe evitarse.

Pregunte en que tamaño conviene hacer su volante para no desperdiciar papel (sobre todo papel
moneda, claro), anote las medidas en centímetros. Pregunte si un dibujo o una fotografía quedarán
bien impresos con ese sistema o si solo admite texto. Averigüe sobre cantidad de colores, calidades
y costos. Pida muestras impresas similares a lo que le están cotizando. Cuando ya eligió su
impresor, pregúntele como deberá usted entregar el original: Las medidas exactas de corte y de caja
(en centímetros), en que resolución mínima deberá ir el archivo (cantidad de DPI) y en que programa
o con que extensión de archivo el impresor está en condiciones de realizar bien el trabajo (Ej.: .CDR,
.AI, .TIF, .EPS, . JPG). Y si deberá adjuntarle o no las tipografías que utilizó en el volante. Se llaman
"medidas de corte" a las distancias de un borde a otro del papel, en sentido horizontal y en sentido
vertical. Se llaman "medidas de caja", al espacio interior donde colocar el texto, es decir las medidas
de corte menos los márgenes que rodean al texto (Ver gráfico 1).

2. ESCRIBA EL CONTENIDO DEL VOLANTE. Naturalmente, usted sabe de antemano qué cosas
quiere decir, no vamos a entrometernos en eso. Pero sí sepa que hay algunas convenciones gráficas
a respetar: El volante ha de tener un título, un texto, una firma y todo en ese orden. Eventualmente,
tendrá alguna imagen.

a. TITULO: Debe ser lo más breve posible, en tipografía de


tamaño destacado, puede ser en mayúsculas con estilo
"bold" o "black". Del título depende mucho que el volante
sea leído o vaya a la basura. A grosso modo, para títulos
enérgicos (p. ej. hacer una denuncia, proponer una
candidatura) suelen utilizarse tipografías de "palo seco",
también llamadas "sin serif" como arial, helvética, futura,
frutiger, eras, y otras. Si desea comunicar un mensaje más
amable (p.ej. convocar a una reunión vecinal, informar
actividades culturales o recordar un aniversario) puede
convenirle una tipografía con serif, como times, garamond, georgia, bodoni, etc. Se llama
serif a esas terminaciones puntuadas que tienen ciertas letras en los extremos. (Ver gráfico
2).

Si desea darle a los títulos un toque de informalidad o juventud, prefiera tipografías de trazo
gestual, como brush script, free style, textile (Ver gráfico 2). Piense varias veces el título y
consulte con sus allegados antes de decidir. Asegúrese que no se preste a interpretaciones
diferentes de lo que quiere decir usted.

b. TEXTO: En un cuerpo de letra más pequeño que el título, el texto ha de contener el


mensaje central del volante. Es básico que sea legible. El "cuerpo" (tamaño) de las letras se
mide en puntos, no en centímetros. Un buen tamaño para la lectura es 10 o 12 puntos. No
utilice cuerpos de letra ilegibles, por debajo de los 8 puntos. Si se trata de letras chicas,
prefiera tipografías de palo seco.

El texto debe ser conciso, sin vueltas ni prolegómenos, diríjase a su público y vaya derecho
al grano.

c. FIRMA: Salvo que sea una denuncia anónima (propaganda gris) un volante va firmado por
el partido, candidato o grupo que lo hizo. Evalúe si pondrá algún logotipo, asegúrese de la
calidad gráfica del mismo, no ponga como logo una fotocopia borrosa.

d. IMÁGENES: Si el impresor dice que las fotos pueden salir mal, evítelas, seguro que luego
quedarán horribles, retintadas o lavadas. Pero en cambio siempre saldrán bien impresos los
gráficos, como el logo del partido al pie, un dibujo tipo "a pluma" o una foto contrastada
hasta el extremo, sin tonos de grises ("foto quemada").

ESTRATEGIAS PUBLICITARIAS

 POTENCIE SU IDENTIDAD. Haga que el volante tenga una estética similar a las otras piezas
comunicacionales que su partido o agrupación esté difundiendo. Respete tipografías, colores y
diseño.

 PÓNGALE UN TITULO CREATIVO Y DIRECTO. El volante es en la calle como el SPAM en Internet:


Ud. recibe a diario muchos mensajes por correo masivo, pero sólo se detiene a leer aquellos cuyo
"Asunto" le provocó alguna motivación. Deje de pensar en el título que a usted le gusta y ahora
piense en el título que le gustaría a la gente.

 INCLUYA IMÁGENES. Es sabido que una imagen vale más que mil palabras, considere la
posibilidad de poner algún pertinente dibujo de historieta o una fotografía (cuando el sistema de
impresión lo permita).

 APROVECHE LOS MITOS. Haga como el plomero que al dorso de su publicidad pone una estampa
de San Cayetano. Por ejemplo, cualquier militante de izquierda recibirá con gusto una foto del Che,
piense qué imagen icónica, cargada de simbología, de sentido, sería perfecta para el target al que
desea llegar.

 USE TEXTOS ATRACTIVOS. Un texto humorístico, una frase célebre o un poema, son recursos que
pueden ser muy efectivos para hacer recordable el mensaje político que vaya adjunto.

 SEGMENTE SU LÉXICO. Si el volante va dirigido a un target segmentado (vecinos de un barrio,


estudiantes, obreros, jóvenes, jubilados) use temas y palabras -y preferentemente imágenes- que
sean cotidianas para ese público particular. Sea coloquial. Hable en el mismo dialecto que su target.

 PONGA DATOS ÚTILES. Haga como el albañil que completa su volante con teléfonos de
emergencias públicas. Ponga alguna cosa de interés para leer. Por ejemplo fechas de examen al
dorso de un volante universitario, o una noticia recortada de la prensa, un cuadro estadístico, o
intercale datos de la realidad periodística en su mensaje.
 GENERE UN FEEDBACK: Incluya al pie una vía de comunicación (e-mail, página Web, teléfono,
dirección de la sede partidaria).

 DÉLE VALOR AL VOLANTE. No está mal copiar lo que hacen los circos, que ofrecen entradas con
descuentos contra la simple presentación de los volantes que arrojan al aire. Usted puede, por
ejemplo, prometer una copia de su propuesta, o merchandising, o recibir para escuchar sus
inquietudes a quienes concurran con un volante a su local político.

 ALLÁNESE A SU PUBLICO. No pontifique desde las alturas. Haga como los Testigos de Jehová,
que tocan el timbre y comienzan su discurso planteando temas mundanos de interés general. Recién
después, cuando ya les abrió la puerta, pasan a manifestar su enfoque religioso.

 ¿Y SI REGALA ALGO CON EL VOLANTE?: La propuesta del volante será bien recibida si se
acompaña con un merchandising apropiado. Por ej.: un partido que proponía "cortar boletas" en la
elección, entregaba volantes acompañados por una tijerita de plástico.

 ORGANICE LA DISTRIBUCIÓN: Evalúe cual será su estrategia para hacer que el volante llegue de
manera rápida y efectiva al público de su interés, y no queden fardos apilados por años en su local
partidario.

 SEA ECOLÓGICO: Ponga siempre al final un texto en letra pequeña que diga "Volante entregado en
mano, no arrojar en la vía pública". El receptor puede valorar el que se haya cuidado este detalle.

¿Y SI ADEMÁS DEL VOLANTE QUIERO UN AFICHE?

Afiche es otra palabra derivada del francés, y de la misma época, viene de "a ficher" (a fijar -en la
pared-). Ya en esos tiempos de la Revolución de 1789 los afiches tenían títulos claramente
publicitarios, como aquel que decía: "¡Caminante, detente y lee!".

Los costos de impresión y fijación de un afiche de calle suelen ser mucho más onerosos que los de un
volante, lo que desaconseja cualquier improvisación. Evite riesgos. El diseño debe confiarse a
publicitarios profesionales, asegúrese de que tengan experiencia previa en el tema específico de
diseñar afiches, el hecho de que hayan trabajado en otras áreas (folletería, stickers, papelería
comercial, páginas Web) no es garantía de que puedan hacer un buen afiche. Pídales una carpeta de
trabajos anteriores y vea si le satisfacen. Una vez que haya elegido un publicitario, confíele sus
necesidades claramente, déle toda la información sobre el objetivo que desea alcanzar, la tarea
publicitaria no es un arte adivinatorio, siempre se basa en información previa, y cuanto mejor sea la
calidad de esa información, mayores serán las posibilidades creativas a desplegar.

Autor: Rubén "Gurú" Morales

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