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Universidad de La Habana

Facultad de Psicología

Principales Alteraciones de la Actividad


Psíquica y Técnicas para su Determinación

Dr. Armando Alonso Alvarez

2004
INDICE

Prólogo...................................................................................................................3

PARTE I.- ALTERACIONES DE LA ACTIVIDAD PSÍQUICA..........................4

1. Principales Alteraciones de la Actividad Psíquica ..................................................4


1.1. Alteraciones de los Procesos Psíquicos.......................................................... 8

1.1.1 Alteraciones de la Percepción ..........................................................8

1.1.2 Alteraciones de la Atención ..........................................................15

1.1.3 Alteraciones de la Memoria ...........................................................19

1.1.4 Alteraciones del Pensamiento ........................................................26

1.2 Alteraciones de los Estados Psíquicos ........................................................41

1.3 Alteraciones de la Personalidad................................................................47

PARTE II.- TECNICAS PARA DETERMINAR LAS ALTERACIONES


PSIQUICAS

2.1 Técnicas para evaluar la esfera perceptual y la atención........................................60

2.2 Técnicas de memoria.....................................................................................76

2.3 Técnicas de pensamiento ................................................................................91

2.4 Técnicas de personalidad ..............................................................................107


PROLOGO

El libro que se presenta es una integración de diversos materiales, entre los que citamos a los libros
“Esbozos del desarrollo anómalo de la personalidad” de B.S. Bratus y B.W. Zeigarnik,
“Metódicas patopsicológicas” de S. Ia. Rubinstein, conferencias de Patopsicología impartidas por J.
Grau así como la elaboración de capítulos por el autor, concerniente a las alteraciones de la atención
y la personalidad. No obstante, se ha realizado una revisión de todos los materiales, suprimiendo
algunas ideas y enriqueciendo otras.

Si bien en algunas ocasiones se hace alusión a la disciplina Patopsicología y el término se ha dejado


de usar en nuestro medio, no es preocupante, en tanto la misma ha ofrecido a la Psicología Clínica
un marco conceptual y metodológico adecuado, sobre la base de un enfoque histórico cultural, que
contribuye notablemente al desarrollo de la especialidad.

Aunque en el libro se hace alusión en reiteradas ocasiones a experiencias y ejemplos de la clínica


psiquiátrica, lo cierto es que tanto las alteraciones de los procesos psíquicos, de los estados y de la
personalidad, al igual que las metódicas utilizadas para determinarlas, son aplicables ala clínica no
psiquiátrica y en cualquier otra tarea diagnóstica que se realice con sujetos adultos.

Hay referencias excesivas al uso de metódicas experimentales. Según el autor, no son más que
técnicas o pruebas psicológicas que provocan de forma deliberada la manifestación de una actividad
psíquica determinada, la cual es analizada cualitativamente. De ahí que muchas técnicas indirectas o
proyectivas puedan ser utilizadas para la evaluación. En este libro se ofrecen las técnicas
principales, aunque en el caso de las técnicas para la evaluación de las alteraciones de la
personalidad, existe un arsenal amplio usado por los psicólogos cubanos, que pueden ser utilizadas
con este fin.
PARTE I- ALTERACIONES DE LA ACTIVIDAD PSIQUICA

1.- PRINCIPALES ALTERACIONES DE LA ACTIVIDAD PSIQUICA

Introducción

La calificación psicológica de las alteraciones de la psiquis lo exige la práctica social, tanto para
establecer pronósticos, brindar orientación, para realizar trabajo preventivo, psicoterapéutico, etc.

Pero para conocer las alteraciones o desviaciones psíquicas se hace necesario el conocimiento de los
procesos psíquicos, estados psíquicos y de la personalidad en la normalidad.

De ahí que este enfoque requiera de la aplicación de la psicología general al estudio de diversos
fenómenos clínicos. De acuerdo al desarrollo alcanzado por la psicología en la comprensión de su
objeto de estudio, mayor facilidad habrá para analizar las alteraciones específicas. Por estar más
investigados los procesos cognocitivos que los afectivos en la psicología mateialista-dialectica,
existe una valoración e investigación de las alteraciones de la esfera cognitiva mucho más rica.

Toda enfermedad mental implica la presencia ante todo de alteraciones en la personalidad y también
de diversos estados y procesos psíquicos. Ahora, la presencia de alteraciones de la actividad
psíquica puede estar presente en sujetos que no presentan una patología psiquiátrica, pero cuyo
psiquismo se aparta de un funcionamiento normal; tal es el caso de las desviaciones de la conducta
(delincuentes) o en personas que por presentar una enfermedad invalidante, que no enfrentan
adecuadamente, comienzan a desestabilizarse, aún sin presentar síntomas psiquiátricos y en otros
casos más.

De cualquier manera, el diagnóstico que se debe realizar es el diagnóstico del decursar de los
procesos y estados psíquicos alterados, el diagnóstico de la personalidad.

Es un diagnóstico psicológico no sólo porque determina el estado en que se encuentra en un


momento específico los distintos fenómenos psíquicos, sino porque tal determinación se expresa en
conceptos y categorías psicológicas y a ella se llega a través de medios psicológicos, generalmente
experimentales.

Este enfoque metodológico nos acerca a algunas valoraciones que hace la patopsicología y a su
objeto de estudio: las particularidades de la patología de la actividad psíquica el hombre en su
contrastación con la norma. La Patopsicología, si bien no es mencionada en estos momentos, ofreció
y ofrece un marco teórico y metodológico apropiado a la Psicología Clínica y de la Salud. Si bien
no es indispensable hoy el uso del término, de manera general es recomendable lo planteado por ella.

Nos parece apropiado, por contener en su vocablo los mismos componentes, dejar sentado cuáles
con las diferencias entre las dos disciplinas, que abordan las alteraciones psíquicas, desde diferentes
posiciones.

PSICOPATOLOGIA PATOPSICOLOGIA
Sistema de ciencias al que se Es una ciencia médica, base de Es una disciplina psicológica,
Subordina la psiquiatría clínica estudia los trastornos psíquicos
como alteraciones de la
actividad psíquica
Conceptos con que opera Conceptos clínico. médicos Conceptos y categorías
(etiología, patogénesis, síntoma, psicológicos (actividad,
síndrome) y criterios motivación, necesidad,
patológicos generales personalidad, etc.)
(surgimiento, término de la
enfermedad)
Se ocupa de Descripción de signos de la Caracterización psicológica de
enfermedad psíquica en su los mecanismos de la formación
dinámica externa en el curso de de las alteraciones de los
la enfermedad procesos y propiedades de la
personalidad
Métodos específicos al cual Clínico descriptivo Psicológico experimental
recurre

La descripción de la Patopsicología y la Psicopatología puede establecerse también a partir de sus


matices distintivos en el trabajo clínico práctico; el psiquiatra se ocupa del diagnóstico de la
enfermedad, de su semiología, de la investigación de sus causas y consecuencias en función de los
indicadores biológicos, psicológicos y sociales, del establecimiento del pronóstico, de la dirección
de su tratamiento. El psicólogo se ocupa de la investigación psicológica y de la personalidad del
enfermo, modela experimentalmente los distintos tipos de actividad psíquica (memoria,
pensamiento, personalidad, etc.) y utiliza otros medios auxiliares para su estudio; llega a
conclusiones que no sólo pueden ratificar o denegar el diagnóstico nosológico hecho por el
psiquiatra, sino que puede revelar, descubrir nuevos hechos no detectables en el examen
psicopatológico; profundiza en el diagnóstico diferencial partiendo de posiciones psicológicas y
balanceando los indicadores obtenidos acerca de las cuestiones referidas a los mecanismos
psicológicos que están en su base; valora, conjuntamente con el psiquiatra y otros especialistas en un
marco abierto de amplias relaciones interdisciplinarias, el diagnóstico final de un caso; ofrece
criterios basados en el estudio psicológico sobre su pronóstico y/o efectividad de la terapia
empleada, etc. En resumen se ocupan de la calificación psicológica de las alteraciones de la psiquis
y a esto le ayuda el conocimiento de las leyes del funcionamiento del psiquismo normal.

Se pudiera concluir que psicólogos y psiquiatras, en un mismo material de investigación tienen su


objeto propio y utilizan métodos diferentes, desarrollan tareas clínicas que son comunes y, a la vez,
tareas prácticas y teóricas que son propias a cada una.

La determinación de las alteraciones de la actividad psíquica tiene una alta significación práctica.
Ante todo, los datos obtenidos pueden ser utilizados para fines diagnósticos-diferenciales. Por
ejemplo, ante la duda clínica de si un paciente es esquizofrénico o no, puede aplicarse un conjunto
de metódicas de pensamiento y personalidad, que ponen de manifiesto si la actividad psíquica del
enfermo opera o no a un nivel psicótico. De esta forma se contribuye al diagnóstico clínico del
paciente.

En los tiempos actuales, cuando en la medicina se introduce una gran cantidad de nuevos medios
terapéuticos, la aplicación de adecuadas investigaciones experimental-psicológicas ayudan a
determinar la influencia de estos procedimientos psicofarmacológicos, positiva o negativa sobre los
diferentes procesos psíquicos.

Estos procedimientos no sólo se aplican en la práctica psiconeurológica y psiquiátrica. La


consideración de los progresos o avances del estado psíquico de un enfermo, de los cambios de su
capacidad laboral, de sus particularidades personales ha llegado a ser imprescindible tanto en las
clínicas terapéuticas y quirúrgicas, como en el campo de la higiene profesional. Digamos, el
trasplante de corazón como afecta el funcionamiento de la actividad cerebral (a partir de la nueva
circulación) y por ende, el funcionamiento psíquico.

Particular significación reviste el conocimiento de las alteraciones psíquicas en la solución de


problemas de peritaje psiquiátrico: laboral, judicial y militar. Es común entre los psicólogos que
trabajan en esta área la búsqueda de criterios para la determinación de la simulación de una
enfermedad. El poner de relieve la alteraciones de los procesos psíquicos en sus manifestaciones
internas, las cuales no pueden ser simuladas o agravadas es de gran importancia.

Otra tarea es la participación en el trabajo psicoterapéutico. Poner de relieve las alteraciones de la


personalidad, de los estados psíquicos sirven de base para la elaboración de objetivos terapéuticos y
para la propia conducción del tratamiento. A su vez, la modificación o desaparición de las
alteraciones al final del tratamiento, permite revelar de manera objetiva y precisa la eficiencia del
mismo.
Un lugar especial lo ocupa la clínica infantil. Al lado de las tareas de diagnóstico diferencial, del
establecimiento del nivel de disminución y de la consideración de la efectividad de la terapia, está la
cuestión del pronóstico del aprendizaje y relacionada con ella la cuestión sobre la elección de niños
para escuelas especiales.

Más recientemente se introduce este enfoque en el estudio de los trastornos "psicosomáticos" y en la


caracterización del llamado por A.R. Luria, "cuadro interno de la enfermedad", en muchas
patologías somáticas graves. Así, podemos determinar en pacientes con enfermedades oncológicas,
con insuficiencia renal crónica y otras, no sólo sus síntomas psiquiátricos, sino las alteraciones que
la enfermedad le impone al funcionamiento de sus procesos psiquicos y a la realización
socio-psicológica de la personalidad.

La estrecha relación con la práctica clínica y la tendencia a explicar teóricamente los hechos
extraídos, tipifica este enfoque, que lo diferencia del empirismo desnudo y de las construcciones
especulativas que caracterizan a la psicología clínica de muchos países occidentales.

Con independencia de las tareas desarrolladas en la clínica psiquiátrica y no psiquiátrica, siempre la


valoración de las alteraciones psíquicas estarían focalizadas hacia el:

1)Análisis de la estructura de la alteración. Ejemplo: análisis del sistema de motivos en el enfermo


alcohólico. Ejemplo: determinación de las alteraciones del pensamiento en retrasados mentales.

2) Establecimiento del nivel de las alteraciones. Ejemplo: cuando se quiere determinar el grado de
deterioro de las funciones intelectuales en una demencia senil. Ejemplo: la evaluación del
rendimiento mnémico y de la capacidad de trabajo en un sujeto sometido a peritaje laboral.

3) Examen de la dinámica y correspondencia mutua de las alteraciones. Ejemplo: establecimiento


del grado de estabilidad de un estado psíquico determinado (ejemplo: ansiedad patológica) y su
correspondencia con otras alteraciones de la memoria, el pensamiento, etc.

De acuerdo a su integralidad, las alteraciones de la actividad psíquica puede observarse en:

1. Funciones o procesos aislados: esfera sensomotora, pensamiento, memoria, etc.

2. Estados psíquicos particulares: ansiedad, frustración, depresión, sugestibilidad, etc.

3. Características de personalidad: autovaloración sugestionabilidad, criticidad, motivos rectores,


etc.
Cuando se desarrollan tareas clínicas determinadas como pueden ser la obtención de datos
complementarios para un diagnóstico diferencial entre neurosis y esquizofrenia, es posible que se
explore todas las facetas del psiquismo. Igual sucedería en otras tareas prácticas mencionadas
anteriormente.

1.1 ALTERACIONES DE LOS PROCESOS PSIQUICOS

1.1.1 ALTERACIONES DE LA PERCEPCION

Se llama percepción al reflejo en la conciencia del hombre de los objetos o fenómenos, al actuar
directamente sobre los órganos de los sentidos, durante cuyo proceso ocurren el ordenamiento y
unificación de las sensaciones aisladas en reflejos integrales de cosas y acontecimientos.

Las particularidades más importantes de la percepción son la objetividad, la integridad, la constancia


y la comprensión.

La objetividad se expresa en el denominado acto de objetivación, o sea, en trasladar las


informaciones obtenidas del mundo exterior, a la conciencia del sujeto.

La integridad se refiere no a la suma de sensaciones aisladas sino al reflejo del objeto como un todo,
a su imagen integral.

La constancia consiste en la capacidad de percibir los objetos que nos rodean de modo relativamente
constante en lo concerniente a la forma, tamaño, color, etc., con independencia de las condiciones en
que se manifiestan (distancia, iluminación, posición en el espacio), que hacen que estos cambien
continuamente sus aspectos.

La comprensión o carácter racional de la percepción se refiere a que ésta aunque surge como
resultado del efecto directo del estímulo sobre los receptores, siempre se categoriza lo percibido, es
decir, se clasifica el objeto en un determinado grupo o clase, se conceptualiza mediante palabras.

La percepción humana es siempre generalizada y depende de la orientación de la personalidad. Por


esto debe esperarse que la percepción pueda resultar alterada de diversas formas: en la dificultad del
reconocimiento, en las deformaciones del material recibido, en los engaños de las sensaciones y los
falsos reconocimientos, en las transformaciones del aspecto motivacional de la actividad perceptiva.

Detengámonos a examinar algunos de ellos.

La agnosia
Se denomina agnosia a la dificultad del reconocimiento de los objetos, de los sonidos. Al problema
de la agnosia, especialmente la visual, ha sido dedicada una gran cantidad de trabajos. Las agnosias
visuales se dividen en: a) Agnosia de los objetos, cuando los enfermos no reconocían los objetos ni
sus representaciones; b) Agnosia al color y a las letras, y c) Agnosia difusas.

En una serie de enfermos (con afecciones orgánicas del cerebro de diferentes génesis) los fenómenos
de agnosia se manifiestan en que ellos separan uno del otro signo del objeto percibido, es decir, no
logran la síntesis. Así, la representación de una tachuela la describe un enfermo diciendo: "arriba
tiene un gorro, abajo un palillo, que es ésto, no sé"; otro enfermo describe una llave como "un anillo
y una varilla".

La investigación experimental psicológica no revela alteraciones serias en la actividad mental de


estos enfermos. Asimilan correctamente las instrucciones, comprenden el sentido convencional de
los refranes, trasmiten el contenido del libro que leen, etc. Se puso de manifiesto únicamente alguna
pasividad y falta de interés en la situación experimental. Junto con esto se revelaron serias
alteraciones del reconocimiento de los objetos. Los enfermos con frecuencia no reconocían el 40%
de las representaciones a ellos presentadas. Así, a un hongo dibujado, una paciente lo llamaba
"Arbol de Navidad", a los fósforos "Cristales". La enferma no capta de pronto el argumento de la
lámina, sino únicamente después de una fijación prolongada en los detalles aislados. El proceso de
percepción lleva un carácter de adivinanza: "¿Qué pudiera ser esto, un peine?, ¿Dónde él está, sobre
la butaca, en la silla?".

Los enfermos no reconocían en lo absoluto las representaciones punteadas de los objetos; un poco
mejor, pero de todas maneras muy mal, reconocía las siluetas, y mejor, las representaciones
concretas. De esta manera el experimento reveló un marcado y peculiar escalonamiento del
reconocimiento, que se incrementaba a medida que se incluía el objeto en un trasfondo caracterizado
por detalles concretos.

Si analizamos los medios de compensación del defecto vemos que la inclusión del objeto presentado
en determinado círculo de significado ayudaba al reconocimiento. Así si el psicólogo le pedía
señalar un objeto determinado ("señale dónde está el sombrero y dónde el cuchillo"), entonces los
enfermos reconocían correctamente. La denominación de un círculo aproximado de cosas, a las
cuales se refiere este objeto ayudaba menos ("enséñame un objeto de vestir, un utensilio de cocina").

Todo lo anterior permite concluir que existe una alteración de la función integradora y
generalizadora de la percepción. Estos trastornos agnósticos se ponen de manifiesto de forma
particularmente clara en los enfermos dementes.
Engaños de la sensaciones.

Uno de los síntomas más frecuentes en las enfermedades psíquicas son las alucinaciones.
Recordemos que los enfermos se refieren a las imágenes alucinatorias como objetos, palabras,
realmente percibidos. Regularmente no pueden diferenciar las imágenes alucinatorias de las
imágenes que se obtienen de objetos reales. La imagen alucinatoria se proyecta al exterior. Por
último el surgimiento de la imagen se acompaña de ausencia de autocontrol, es imposible persuadir
al enfermo de que esta imagen alucinatoria no existe.

A la descripción de las alucinaciones se ha dedicado una serie de trabajos psiquiátricos, pero siempre
en forma de análisis del resultado final de los productos de la actividad psíquica, pero el proceso
mismo que produce este producto, no se estudiaba.

La cuestión sobre los mecanismos de las alucinaciones se ha planteado más de una vez. Unos
autores comprendían las alucinaciones como un producto espontáneo de la alteración de los
receptores; otros subrayan en el surgimiento de las alucinaciones el rol de sectores alterados aislados
del sistema nervioso central; unos terceros veían los mecanismos de las alucinaciones en la inten-
sificación de las representaciones.

La teoría materialista dialéctica considera la actividad psíquica como reflejo de la realidad. El hecho
que en la mayoría de los casos es imposible establecer una conexión directa entre la alucinación y el
objeto, no dice aún nada sobre su ausencia. Los nexos entre el objeto y la imagen que surge pueden
estar completamente enmascarados o mediatizados; ellos pueden ser vinculados en orden
consecutivo, pero el principio de que la causa primera, inicial de cualquier acto psíquico, es un
excitante externo, se refiere también a la actividad alterada del analizador.

Para los psicólogos presenta gran interés la cuestión sobre la naturaleza de los engaños de las
sensaciones. ¿Es qué acaso puede surgir una imagen perceptual de una cosa sin la presencia de algún
objeto externo?.

Para la demostración de esta hipótesis S.Ia.Rubintein elaboró la siguiente metódica: a los enfermos
se le presentaba grabados, sonidos débilmente diferenciados (ruido de la lluvia, un sollozo, la
llamada a una puerta, etc.). Mientras que los sujetos sanos diferenciaban las fuentes de los sonidos,
en los enfermos que sufren o habían sufrido de alucinaciones, estos experimentos provocaban
engaños del oído. Una enferma ante el sonido fru-fru del papel (al hojear) oía: "Tú eres una basura".
Otra oía el tañido de la media hora; un enfermo que había sido marinero oía el oleaje del mar. La
autora llegó a la conclusión de que una de las condiciones patogenéticas importantes de formación
de las alucinaciones lo es la dificultad de prestar oído y de discernimiento de los sonidos.
Sobre la justeza del principio de que las dificultades de la actividad del analizador facilitan o incluso
provocan los engaños de las sensaciones, hablan los hechos del surgimiento de alucinaciones en
personas sanas en: a) Condiciones de déficit sensorial (en buzos, en cámaras de silencio), b)
Personas con debilidad visual o auditiva (pero no en ciegos ni sordos).

Estos hechos evidencian de que las condiciones que dificultan el prestar oído y mirar, que provocan
una sobrecarga de la actividad de los analizadores posibilitan el surgimiento de las alucinaciones. Es
por ello que no es correcto definir las alucinaciones como percepciones falsas que surgen sin la
presencia de sus estímulos condicionantes en el medio externo o interno. Diferentes estímulos son
capaces de excitar la materia a través de una compleja cadena de asociaciones, de cuyos eslabones
intermedios podemos no darnos cuenta. La conexión de la imagen con los estímulos presentes no
siempre es fácil de ver, ella frecuentemente se enmascara, pero existe.

Un interés particular para la psicología lo tiene la alteración conocida como pseudoalucinaciones. A


diferencia de las alucinaciones, las pseudoalucinaciones se proyectan no hacia el exterior, sino hacia
el "interior". Se conscientizan inmediatamente como algo subjetivo, pero como aquellas, como algo
anómalo, nuevo, como algo muy diferente de las imágenes habituales de los recuerdos y fantasías.
Las pseudoalucinaciones se presentan más claras, vivas y constantes que los recuerdos e imágenes
de la fantasía. Surgen espontáneamente, independiente de la voluntad del enfermo y ellas no pueden
ser voluntariamente modificadas ni expulsadas de la conciencia.

A la explicación de las pseudoalucinaciones es posible aproximar las posiciones de A.A. Megrabian


sobre las sensaciones gnósticas y sus trastornos. El presupone que en su base está la alteración de la
sensación de autorreferencia de la producción psíquica propia, de la enajenación de las ideas e
imágenes propias.

Estas sensaciones gnósticas son sensaciones "oscuras", interoceptivas, que por fuerza de su
constancia por la actividad del sujeto, generalmente no se conscientizan, pero constituyen el fondo
imprescindible para el curso normal de toda la actividad psíquica, garantizan la sensación de
pertenencia de los procesos psíquicos a nuestro "yo".

En la vida normal al hombre no se le exigen pruebas de la pertenencia personal de su cuerpo y sus


vivencias psíquicas. En algunos casos patológicos esta autosensación se altera y al sujeto le parecen
como ajenas e impuestas sus propias ideas, imágenes y sentimientos. Se produce una sensación de
enajenación, de impertinencia de lo que es su propio psiquismo.

Esta autosensación alterada comienza a adquirir una significación particular para el enfermo,
convirtiéndose en un motivo rector para su personalidad. Los enfermos abandonan todos sus asuntos
y no pueden pensar en otra cosa que sobre sus propios estados no habituales y sus supuestas causas.
Alteración del componente motivacional de la percepción.

Ya antes hemos explicado como la disminución de la generalización conduce a las agnosias, como
los cambios del estado funcional de la actividad de los analizadores externos e internos conduce a
engaños de las sensaciones. Ahora nos detendremos en el examen de cómo la alteración del
componente personal se refleja en la actividad perceptual de los enfermos.

El rol del componente personal alterado en la percepción puede ponerse de manifiesto mediante
diferentes vías:

1) por la vía del análisis de los trastornos del proceso mismo de la percepción.

2) por la vía experimental, alterando la función formadora de sentido del motivo de la


percepción.

En cuanto a la primera vía, tenemos los datos obtenidos en la investigación de la percepción de


enfermos con el llamado "síndrome frontal", en los cuales se manifiestan las alteraciones del
autocontrol, de la voluntariedad.

Así, el enfermo B.N. después de haber recibido un trauma grave del sector frontal izquierdo,
reconocía con dificultad los objetos dibujados por puntos o sombreados, no estaba en condiciones de
captar y trasmitir el sentido de láminas que representan 2 argumentos no complejos y consecutivos
(en una lámina 2 muchachos fumaban en un granero de heno, en la otra, ellos salen corriendo del
granero encendido): "Aquí hay dos sentados y aquí dos corren", acerca de que tales dificultades del
reconocimiento son pseudoagnósticas habla el hecho de que no había más que pedir al enfermo que
mirase atentamente y él daba la respuesta correcta. Por consiguiente, la dificultad del
reconocimiento no es en tales enfermos un trastorno agnóstico en el sentido estricto de la palabra,
sino una manifestación de que los enfermos no realizaban un activo proceso de búsqueda, el cual
siempre está incluido en la percepción.

Esta alteración la podemos ejemplificar también en técnicas como el TAT. donde se puede
evidenciar la defensa perceptiva, cuando el sujeto no percibe en la lámina determinada persona y/o
situación, por poseer un carácter conflictivo para ella y ser generadora de ansiedad.

El rol del componente motivacional en la estructura de la percepción puede deducirse también a


través de una vía experimental. Para ello utilizaremos la investigación realizada por Rotemberq,
1981, cuyos objetivos eran:
1) demostrar la dependencia de la percepción del carácter de la motivación de la actividad
experimental,

2) poner de manifiesto las particularidades de la percepción relacionadas con la alteración de la


función formadora de sentido del motivo.

Se le presentaban a los sujetos láminas de argumento complejo y láminas poco precisas o


inestructuradas. Estas láminas se daban en condiciones de diferente motivación, la cual se creaba en
primer lugar, con ayuda de diferentes consignas e instrucciones; en segundo lugar, por un grado
diferente de indeterminación de las láminas.

Las diferentes instrucciones creaba una motivación deferente, lo cual se reflejaba en la calidad de la
percepción.

En la variante "A" se les pedía que describiera las láminas.

En la variante "B" se comunicaba que el objetivo de la tarea era la investigación de la imaginación.

En la variante "C" se informaba que el objetivo era la determinación de sus capacidades


intelectuales.

Para cada variante se les presentaban láminas de igual grado de complejidad.

En los experimentos tomaron parte sujetos sanos, epilépticos y esquizofrénicos con similar edad y
formación.

En condiciones de la variante "A" todos los grupos investigados estaban orientados hacia la
descripción e interpretación del contenido de las láminas aunque, el grupo de sujetos normales
establecía más hipótesis y se referían más a las expresiones emocionales de los personajes.

Sin embargo, fueron obtenidos resultados cualitativamente diferentes en las variantes "B" y "C",
donde la introducción de las instrucciones creaba una determinada orientación de la actividad. En la
norma, esto se expresaba en que en los sujetos surgía un interés hacia la tarea, y hacia la valoración
del psicólogo. Cambió también el carácter de las formulaciones de las hipótesis: ellas llegaron a ser
más extensas y emocionalmente saturadas. Se muestra el mundo interno de los personajes
representados. Desaparecen las respuestas formales y descriptivas.

Algunas alteraciones se observaron en la actividad de los enfermos de esquizofrenia. En


comparación con la variante "A", en la variante "C" disminuyó al doble la calidad de respuestas
formales, en algunos enfermos se lograba crear una tendencia a la interpretación del contenido de las
láminas. Sin embargo, en el 30% de los enfermos se mantenían las constataciones formales y los
rechazos. Si bien no se presentan todos los resultados, los expuestos sirven para ilustrar la
alteración.

La variante "C" (prueba de las capacidades intelectuales), no creaba un sentido personal diferente en
los enfermos esquizofrénicos, a diferencia de los sanos, lo cual se reflejaba en la pobreza de su
actividad perceptual interpretativa.

En toda actividad perceptiva existen dos motivos:

a) el motivo de peritaje, de examen. El sujeto ante la consigna o instrucción y la tarea en sí,


desarrolla una determinada actitud, eleva su nivel de pretensión, trata de probar sus posibilidades, de
"quedar bien" con el especialista, en síntesis, la tarea adquiere un sentido personal para él. Este
motivo es jerárquicamente superior y determina el siguiente motivo.

b) motivo propio de la percepción (MPP); dirigido a la investigación del carácter de la estimulación.


Este motivo juega un rol de carácter complementario.

La acción conjunta de ambos motivos garantizó en esta experiencia la interpretación de la láminas.


En la patología, la presencia de alteraciones en la personalidad, en la motivación, se expresa en que
no se produce una fuerza estimuladora independiente que modifique el motivo perceptual (MPP).
Por tanto, el análisis de los resultados de la investigación en las variantes "A", "B" y "C" permite
plantear que la alteración de la motivación condiciona una diversa estructura de la actividad
perceptual. Con la introducción de los motivos formadores de sentido se forma una nueva estructura
motivacional diferente, en la norma y en la patología.

1.1.2 ALTERACIONES DE LA ATENCION

La atención es considerada como la función psíquica que nos permite concentrar nuestra actividad
en un punto o en una situación determinada que tiene para la personalidad determinada significación
(estable o situacional). Carece de contenido propio y se manifiesta en el marco de la percepción y
del pensamiento, aunque más exactamente puede decirse que la atención constituye una faceta de
todos los procesos cognoscitivos, precisamente aquella en que dichos procesos aparecen como una
actividad orientada hacia el objeto y reflejando la correlación del sujeto y el objeto en el grado de
receptividad para los estímulos en un momento dado, lo cual permite y facilita la concentración.

Generalmente se habla de atención activa y pasiva o de atención involuntaria y voluntaria.


La tendencia y la concentración de la actividad psíquica puede tomar un carácter involuntario
cuando no nos planteamos el fin de prestar atención. Generalmente se debe a causas interrelaciona-
das, entre las que están: el carácter del estímulo externo (novedad, intensidad, tamaño, etc.) y el
estado interno del hombre (entretenimiento, distracción, experiencias precedentes, necesidades
actuales, etc.).

La atención voluntaria se diferencia de la involuntaria en que se dirige a los objetos bajo la


influencia de las decisiones adoptadas y de los fines conscientes establecidos por nosotros. Este tipo
de atención está estrechamente relacionada con los intereses, necesidades y aspiraciones del hombre.

La atención constituye un proceso multilateral. Entre sus características particulares están:

a) Estabilidad o constancia. Se refiere a la permanencia que tiene nuestra atención sobre una
actividad u objeto.

b) Distribución de la atención. Es una organización de la actividad psíquica en la cual al mismo


tiempo, se cumplen dos o más actividades. Para lograrlo, aunque sea una de ellas debe estar algo
automatizada, si no es así, habría que pensar que lo que se produce es un rápido cambio.

c) Conmutación. Un aspecto esencial de la atención es su cambio, es decir, la capacidad de pasar


rápidamente de una actividad a otra.

d) Concentración. Señala la existencia de una vinculación hacia una faceta de la realidad externa o
interna y expresa la intensidad de esta vinculación.

A nuestro juicio, es pertinente hablar tanto de las alteraciones de las formas de atención como de sus
propiedades.

Alteración de la atención involuntaria.

Consiste en un aumento de la atención pasiva. El enfermo tiene una gran labilidad de su atención
involuntaria con una disminución consecuente de su atención voluntaria, lo que hace que todos los
estímulos que se producen a su alrededor sean objeto de su percepción. La captación constante de
los estímulos le impide concentrar su atención sobre alguno de ellos; atiende simultáneamente a los
más variados estímulos sin fijar su atención en un objeto determinado, esto es, el enfermo se da
cuenta de todo, pero no se fija en nada. Capta sucesos y estímulos insignificantes.

Si bien todas las alteraciones de la atención se pueden explorar durante todo el proceso evaluativo
con el paciente a través de la observación y la entrevista, existen técnicas específicas para evaluarla.

La alteración de la atención voluntaria en el enfermo N.G. quedó evidenciada cuando en la Técnica


Reproducción de relatos incorporaba todo lo que veía y oía a su alrededor; así habiendo oído que
otro enfermo dijo que "hoy en el desayuno le dieron queso", el enfermo que estaba reproduciendo el
relato de como el totí habiéndose pintado de blanco voló al palomar dijo: "y las palomas le dieron
queso".

También se puso de manifiesto en la prueba de Asociación de palabras o experimento asociativo. En


calidad de respuestas, aparecían con frecuencia las denominaciones de objetos que se encontraban a
la vista del enfermo.

En otros casos, se hace imposible atraer la atención hacia la actividad ya que el sujeto no atiende en
lo absoluto.

Esta alteración es lo que se conoce en la clínica como hipervigilancia. Aparece con frecuencia en
enfermos oligofrénicos, maníacos, esquizofrénicos hebefrénicos y catatónicos agitados.

Alteraciones de la atención voluntaria.

Consiste en la fijación exagerada de la atención activa o voluntaria sobre una vivencia o situación
determinada, pasando completamente inadvertido todos los otros fenómenos. Se vincula a las
propiedades de estabilidad y concentración de la atención, por cuanto el enfermo se plantea atender
de forma voluntaria a un estímulo o situación y lo logra hacer de forma constante e intensa. Esta
alteración se expresa también en el aumento de los deseos del sujeto de atender de forma consciente
a una gran cantidad de situaciones, pudiendo o no coincidir éstas en el tiempo.

Esto se expresa en metódicas como la simultaneidad de signos, donde el sujeto debe colocar en un
tablero fichas atendiendo al color y a la forma indicados en el mismo. El sujeto no escucha las
objeciones críticas realizadas por el experimentador ni advierte la presencia de otro enfermo que se
acerca a él.

Nada de lo que sucede a su alrededor logra llamarle la atención y si lo hace es por un poco tiempo.
Sólo atiende lo que le interesa.

Esta alteración se observa fundamentalmente en sujetos obsesivos, paranoicos, melancólicos,


hipocondríacos y asténicos.
Alteración de la estabilidad de la atención.

Se refiere en su sentido patológico a la permanencia excesiva o desmedida de nuestra atención sobre


una situación.

La atención puede ser poco estable, durar sólo unos segundos. Por ejemplo, en los estados de coma
y estupor profundo, donde los enfermos pueden atender sólo a estímulos de gran intensidad, durante
muy breve tiempo.

Los sujetos son poco constantes o estables, ya que continuamente desvían su atención ante cualquier
estímulo.

La estabilidad o constancia de la atención puede ser prolongada, de forma excesiva. Tal es el caso de
pacientes alucinados que se encuentran absortos durante largo tiempo con sus representaciones o de
enfermos obsesivos que permanecen preocupados con sus ideas fijas.

Claro que el límite a partir del cual se puede considerar patológico pudiera ser algo arbitrario o
subjetivo, por lo que nos detendremos sólo en los casos evidentes cuando se realiza una valoración
cualitativa. Es diferente el caso cuando se aplican metódicas experimentales en las que se conoce el
resultado (incluso cuantitativo) de sujetos normales y enfermos.

Esto lo vemos en "técnicas de saciedad o de saturación psíquica" donde el sujeto debe realizar la
misma tarea por tiempo indefinido, digamos en un largo listado de diferentes números, encerrar en
un círculo al número cinco y tachar el número diez, cada vez que aparezcan. Se conocen las
interrupciones, las oscilaciones de la actividad así como el tiempo total en que se involucran en la
tarea.

Alteración de la distribución de la atención.

Esta dificultad se expresa fundamentalmente en aquellos sujetos que presentan inercia de sus
procesos psíquicos o que exhiben un desorden de tipo intelectual. No son capaces de distribuir la
atención en objetos que están vinculados entre sí o de simultanear la realización de un acto concreto
con uno automatizado.

En la metódica búsqueda de números (o tablas de Schultz) donde se presentan en cada una de las 5
tablas, números del 1 al 25 en desorden, debiendo el sujeto señalar y mencionar en voz alta los
números en orden del 1 al 25, presentan dificultad en encontrar el número correspondiente,
señalando cuestiones como: "Aquí falta el 13" o demorando excesivamente la búsqueda del número.
Alteración de la conmutación de la atención.

Como en la alteración anterior, los sujetos que presentan una penosa movilidad de sus procesos
intelectuales, que no pueden cambiar el modo de trabajo, variar la marcha de sus juicios y
percepciones, pasar de un tipo de actividad a otra, tampoco pueden conmutar la atención. En
particular los sujetos epilépticos y en general los enfermos orgánicos del cerebro presentan esta
alteración. También se encuentra presente en menor medida en sujetos asténicos, depresivos y
obsesivos.

Se puede evidenciar en la metódica modificación de la tabla de Schultz, que es una tabla que exige
conmutación de la atención, puesto que en ella están representados una serie negra de números, del 1
al 25 en desorden y conjuntamente una serie roja de números del 1 al 24. El sujeto debe ascender por
la serie negra y descender por la roja de forma simultánea; así el sujeto debe encontrar en la tabla el
1 del negro, el 24 del rojo, 2 del negro y 23 del rojo, 3 y 22, etc.
Los sujetos con alteración demoran excesivamente en esta tarea, algunos abandonan la misma,
cometen infinidad de errores :se equivocan en el orden, mencionan número negro por rojo y vice-
versa, no encuentran los números, etc.

Alteración en la concentración de la atención.

Un aspecto negativo en la atención es aquel que consiste en la dispersión. Por dispersión


frecuentemente se entiende el resultado de una profundización o concentración de la atención en
algo determinado; olvidando lo demás que tenía que hacer y no advirtiendo lo que sucede a su
alrededor. Tal es el caso de los pacientes autistas, que están ensimismados en sus vivencias deli-
rantes y/o alucinatorias.

Otra forma de dispersión tiene lugar en aquellos casos, cuando el hombre, en una situación dada, no
se concentra sobre algo por largo tiempo, siendo necesario estimularlo para que centre su atención.
Lógicamente la alteración de la atención afecta el resto de las funciones cognoscitivas. Esto lo
encontramos en sujetos oligofrénicos, dementes y confusos, aunque en grado menor en sujetos
neurasténicos y ansiosos.

Alteración del componente motivacional de la atención.

Como todos los procesos cognoscitivos, la atención puede estar alterada por factores motivacionales.
El hombre presenta una serie de necesidades y sobre él influyen múltiples estímulos externos. Estos
estímulos que corresponden a estas necesidades adquieren para la personalidad distintos
significados. Esta interacción se expresa en el carácter selectivo de la actividad psíquica, en la
obligada selección de un objeto determinado, lo que se realiza con la ayuda de la atención.

La presencia de alteraciones en la personalidad -tales como reducción del círculo de intereses y


motivaciones, pérdida de la fuerza incentivadora de los motivos, existencia de necesidades
patológicas con hipertrofia de motivos conscientes, sobre todo de carácter social-, conducirá a que
la atención se altere tanto en su tipo como en sus propiedades.

Así, una actitud indolente, "desmotivada" de un paciente esquizofrénico ante una metódica
experimental como el Conteo Sucesivo, donde debe restar 100-7 y así de forma sucesiva, dando las
diferencias; se evidenciarán dificultades en la atención voluntaria y en propiedades como la
estabilidad y la concentración.

Un enfermo neurótico, angustiado, muestra incapacidad para fijar la atención en un libro que lee,
por las preocupaciones que tiene en relación con los conflictos familiares.

1.1.3 ALTERACIONES DE LA MEMORIA

La memoria es el proceso psíquico que nos permite conservar y reproducir las huellas de una
experiencia anterior y reaccionar a señales o situaciones cuando éstas han dejado de actuar directa-
mente sobre nosotros. En el proceso de memoria hay que destacar, pues dos momentos o fenómenos
principales: la grabación de las huellas (o fijación) y la reproducción de las mismas (recuerdo).

Ninguna actividad tiene sentido al margen de los procesos de memoria, pues en el transcurso de
cualquier acto psíquico, incluso el más elemental, supone indispensablemente la retención de cada
uno de sus elementos, concatenado con los posteriores. Sin la capacidad de semejante
concatenación no es posible el desarrollo: el hombre permanecería "eternamente en la situación de
recién nacido".

Desde el punto de vista psicológico, los distintos tipos de memoria se subdividen:

1. Atendiendo al carácter de la modalidad psíquica que predomina en la actividad, la memoria


se divide en motora, emocional, sensorial (visual, auditiva, olfativa, táctil y gustativa) y lógica
verbal.

2. Atendiendo a los fines de la actividad, en voluntaria e involuntaria.

3. Atendiendo a la duración de la fijación y retención del material, en memoria inmediata o de


corta duración, de larga duración y operativa.

En la clínica neuropsíquiátrica los trastornos de la memoria constituyen alteraciones muy frecuentes.


Esto explica por qué el problema de los trastornos de la memoria siempre ha estado en el centro de
las investigaciones psiquiátricas y psicológicas. También porque el problema de la memoria ha sido
el más elaborado en la literatura psicológica clásica.

Una serie de alteraciones de la memoria constituyen realmente un síndrome frecuente en las


enfermedades del cerebro, y junto con esto, otras alteraciones de la actividad psíquica como las alte-
raciones de la capacidad de trabajo, de la esfera motivacional, aparecen para el mismo enfermo y son
observadas por él en forma de trastornos de la memoria.

Las investigaciones consagradas a la patología de la memoria van en diferentes direcciones:

a) dirección clínica, vinculando los trastornos de la memoria a diferentes síndromes o entidades


nosológicas.

b) direcciones psicofisiológica y neuropsicológica, estudiando la naturaleza de las alteraciones


mnésicas en afecciones locales del cerebro.

c) dirección psicológica, que considera fundamentalmente los problemas de la organización de la


memoria y sus alteraciones. Las posiciones teóricas y metodológicas en las cuales se basan los
representantes de esta tendencia son extremadamente disímiles, desde el enfoque cibernético hasta la
teoría de la actividad objetal de A.N. Leontiev.

En la base de las alteraciones de la memoria descansan diferentes factores, que deben ser sometidos
al análisis psicológico; los más importantes son:

a) el problema de la estructura de la actividad mnésica, del recuerdo mediato e inmediato, voluntario


e involuntario.

b) la cuestión sobre la dinámica del proceso mnésico.

c) la cuestión sobre el componente motivacional de la memoria.

Iniciemos el estudio de cada una de estas alteraciones a partir de la explicación que da de ellas B.V
Zeigarnik:
Alteración de la memoria inmediata.

Consiste en la alteración de la memoria sobre los hechos actuales, manteniendo relativamente intacta
la memoria de los hechos del pasado. Así un enfermo puede correctamente nombrar los sucesos de
su infancia, de su vida escolar, recordar fechas de la vida social, pero no recuerda lo que almorzó, si
ayer lo visitaron los familiares, si conversó con el médico hoy, etc.

Esto se observa en el síndrome de Korsakov, que se presenta en las intoxicaciones alcohólicas


graves, donde la alteración de la memoria inmediata se combina con confabulaciones en relación a
los sucesos actuales y desorientación en tiempo y espacio.

Expresemos a continuación los datos de la investigación psicológica del enfermo B.K. con Síndrome
de Korsakov: Se dirige al psicólogo sin ningún interés, poniendo de manifiesto la falta de
orientación hacia un objeto de sus acciones. No puede cumplir las tareas que exigen tomar en cuenta
las experiencias anteriores. Así en la tarea de clasificación, forma muchos grupos homónimos (con
el mismo nombre). Cuando el enfermo formó dos grupos de animales y el experimentador llamó la
atención sobre esto, el enfermo se sorprendió: ¿"Y es posible que ya yo haya reunido los animales?".
Sin embargo, las tareas que no exigen el recuerdo de acciones anteriores son cumplidas
satisfactoriamente por el enfermo: explica correctamente el sentido figurado de los refranes, cumple
la tarea del "método de exclusión", aunque al cabo de 3 minutos no recuerda que cumplió.

Se ponen de manifiesto gruesas alteraciones en la metódica aprendizaje de 10 palabras, el enfermo


recordaba 2, 3, 1, 1, 2 palabras. La aplicación de la mediatización (por el método de Leontiev) no lo
ayuda. De 10 palabras solamente recordó 2 (aunque el proceso mismo de la mediatización se da en
él en principio). Asimismo el enfermo no puede reproducir el argumento de un relato sencillo.

También las alteraciones de la memoria inmediata se pueden acompañar de trastornos de memoria


para hechos pasados. Entonces los enfermos no recuerdan lo pasado, lo confunde con el presente,
mezclan la cronología de los sucesos, tiene lugar una desorientación en tiempo y espacio.

Tal es el caso de pacientes con amnesia progresiva en las demencias, en la base de la cual descansa
una destrucción progresiva, cualitativamente peculiar de la corteza cerebral.

Clínicamente, la enfermedad se caracteriza constantemente por trastornos progresivos de la


memoria: al principio disminuye la capacidad para el recuerdo de los sucesos actuales, se borran de
la memoria los acontecimientos de los últimos años y parcialmente de un pasado lejano.

En la evaluación psicológica del paciente Z.A., de 10 palabras la enferma reproduce 5,2,5,3,4


palabras. En la reproducción diferida a la hora: 3 palabras. No puede trasmitir el sentido figurado
de los refranes y metáforas, no puede construir un dibujo simplísimo en la metódica de Kohs. Con
dificultad capta el contenido de las láminas.

También se encuentran estas alteraciones en otros pacientes orgánicos y con retraso mental.

En los trastornos leves de la personalidad, como en la neurosis, se presentan las alteraciones de la


memoria inmediata, aunque no de una forma tan grosera como en los casos descritos.

Alteración de la memoria mediata.

De los trabajos de A.N. Leontiev se conoce que el aporte del factor mediatizador en sujetos normales
mejoraba la reproducción de palabras. En los enfermos, frecuentemente no solo no cumple su
función sino que llega a ser un impedimento. Este hecho fue descrito por primera vez en 1934 por
G.V.Birembaum, quien investigando enfermos de diferentes patologías con ayuda del método del
pictograma, demostró que los enfermos pierden la posibilidad de mediatizar el proceso de recuerdo.

En esta metódica el investigado debe recordar palabras. Para recordar mejor él debe dibujar en el
papel algo que le ayudase posteriormente a la reproducción de las palabras propuestas. La
reproducción mediatizada por los dibujos debe efectuarse al cabo de una hora.

Por lo regular, los sujetos sanos, incluso con formación media incompleta, cumplen fácilmente la
tarea. Incluso en aquellos casos en que se presenta dificultad, es suficiente la explicación de como es
posible cumplirla, para que los investigados resuelvan correctamente la tarea propuesta.

El proceso de recordación tiene en su base el nexo lógico que se establece entre la palabra dada y el
dibujo mediatizador. El círculo de significados de la palabra es más amplio que lo que es posible
designar con el dibujo. Junto a esto, el significado del dibujo es también más amplio que el sentido
de la palabra; el significado del dibujo y de la palabra deberá concordar únicamente en alguna de sus
partes. Precisamente en esta posibilidad de captar lo más general en el dibujo y la palabra consiste
el mecanismo fundamental de la formación activa del significado condicionado.

Los enfermos recuerdan peor las palabras cuando ellos intentan recurrir a la mediatización. Así,
para un paciente esquizofrénico, para el concepto "trabajo pesado" dibuja un tiburón por comenzar
con la misma letra o para la palabra "amistad" dibuja dos triángulos. La tarea reproductiva es
sumamente difícil por basarse en nexos insustanciales.

Si aplicamos para la presentación del proceso del recuerdo mediato el esquema de A.N. Leontiev:
A-X-A, donde A significa la palabra a recordar y X lo establecido para el recuerdo de la relación, se
pone entonces de manifiesto que la alteración de los procesos mnésicos conduce frecuentemente a la
reproducción del tipo A-X-X o A-X-Y.

Así por ejemplo, para la mediatización del recuerdo de la palabra "paseo", el enfermo toma la tarjeta
en la cual está pintado un árbol y reproduce: "un árbol, parece un pino"; otra enferma para recordar
esta misma palabra toma la tarjeta con un cercado dibujado y explica: "Yo siempre paseo hasta el
cercado vecino" y reproduce la palabra "vecino".

Tanto en los enfermos con afecciones cerebrales como esquizofrénicos muestran alteraciones en la
memoria inmediata y mediata. Sin embargo, los pacientes orgánicos muestran alteraciones más
serias en la memoria inmediata, ya que la mediatización le favorece algo al proceso de recordación;
en cambio los esquizofrénicos presentan mayores dificultades en la memoria mediata en relación con
la inmediata, lo que demuestra que la mediatización obstaculiza el proceso de recordación.

Alteración de la dinámica de la actividad mnésica.

Las alteraciones de la memoria descritas anteriormente llevan fundamentalmente un carácter estable.


En otros casos, la memoria de los enfermos puede estar alterada en el aspecto de su dinámica. Los
enfermos en el curso de cierto lapso de tiempo recuerdan bien y reproducen el material, sin
embargo, pasado algún tiempo no pueden ya hacer esto. En primer plano aparecen las oscilaciones
de su actividad mnésica. Si a un enfermo de estos se le propone recordar 10 palabras en 5
presentaciones, y nosotros representáramos la cantidad de palabras reproducidas en forma de curva,
esta curva tendría un carácter quebradizo (8-9-4-8-5).

La valoración de la memoria de estos enfermos en términos de: "la memoria del enfermo está
disminuida" o "la memoria no está alterada", es inadecuada. Realmente lo que se altera es su
aspecto dinámico, la actividad mnésica lleva un carácter discontinuo o intermitente.

Este carácter lábil lo podemos apreciar también en la técnica de Reproducción de relatos. Los
enfermos reproducen minuciosamente, con detalles el contenido de la fábula del relato y en caso
contrario les resulta de pronto imposible trasmitir incluso un argumento más fácil.

Llama la atención el hecho de que tales alteraciones de la dinámica de la actividad mnésica


raramente aparecen en los enfermos en forma de un trastorno monosintomático aislado. La inves-
tigación psicológica pone de manifiesto la labilidad de las esferas cognoscitiva y afectivo -
emocional.

Por lo que en esencia, la alteración de la dinámica de la actividad mnésica, no es una alteración de


la memoria en el sentido estricto de la palabra, sino un indicador de la inestabilidad de la capacidad
de trabajo intelectual de los enfermos en su conjunto, del empobrecimiento de esta capacidad.

Tales alteraciones de la memoria se encuentran en pacientes con enfermedades vasculares del


cerebro, en enfermos portadores de trauma cerebral (en un período avanzado de la enfermedad), en
algunas intoxicaciones y delirios profesionales. Puede aparecer también como consecuencia de una
inestabilidad afectiva - emocional.

Alteraciones del componente motivacional de la memoria.

Para el análisis de los procesos debe considerarse su componente personal - motivacional.


Plantearemos una investigación experimental de la memoria realizada por B.W. Zeigarnik que puso
de manifiesto lo anteriormente planteado (a través del llamado "fenómeno de reproducción de las
acciones no concluidas").
El fenómeno consistía en que al investigado se le presentaba de 18 a 22 tareas: dibujar un
monograma, ensartar un collar, escribir una poesía, construir una caja de cartón, multiplicación de
números, resolver crucigramas, cálculos por escrito, etc. Se le daba la siguiente instrucción: "A Ud.
le será propuesta una serie de tareas, trate de cumplirla de acuerdo a sus posibilidades con la mayor
exactitud y rapidez". La mitad de las tareas propuestas se les permitía realizarla hasta el final, la otra
mitad era interrumpida por el experimentador antes de que el sujeto las concluyera. La interrupción
tenía lugar de tal manera, que el experimentador le proponía al investigado otro trabajo (si el sujeto
preguntaba qué hacer con lo no terminado, el experimentador aparentaba que no oía la pregunta o
que estaba ocupado en el protocolo, en cualquier caso, el sujeto no recibía una respuesta precisa,
determinada). Inmediatamente después del cumplimiento de la última tarea se le preguntaba:
"Dígame, por favor, que tareas Ud. cumplió". El experimentador registra las tareas nombradas en el
orden mencionado por el sujeto.

Los datos de este experimento mostraron que los sujetos recordaban mejor las acciones o tareas
inconclusas. La relación de las acciones reproducidas no terminadas (RNT) y la reproducción de las
terminadas (RT) era igual a 1,9:

RNT
------- = 1,9
RT

Esta regularidad se puede explicar: en cualquier investigado sano la situación de prueba provoca
alguna actitud personal hacia ella. En unos sujetos, la situación de experimento provoca el deseo de
probarse, de poner a prueba sus posibilidades. En otros sujetos la situación creaba un sentimiento
del "deber", de "urbanidad". Por último, un tercer grupo de sujetos querían demostrarse a sí mismos
que podían cumplir las tareas. Sea como sea, en cada investigado surgía algún motivo, por el cual él
cumplía la tarea. Ante la no conclusión de la acción o tarea esta motivación se queda irrealizada, se
crea una especie de activación afectiva, la cual se manifiesta en la reproducción.

La justeza del principio de que la actividad de la memoria es motivada ha podido observarse también
en la patología. El experimento explicado también se ha llevado a cabo en enfermos de diferentes
patologías de la esfera motivacional. En dependencia de la forma de estas alteraciones cambiaba
también la regularidad de la reproducción.

Así por ejemplo, en los enfermos de esquizofrenia (forma simple), en cuyo estado psíquico se denota
una indolencia emocional, una alteración de los motivos, se obtuvo el efecto de una peor
reproducción de las acciones inconclusas, siendo de 1,1. En los enfermos con síndrome asténico 1,2
y en los enfermos de epilepsia 1,8. En este último grupo se produce una rigidez de sets emocionales,
con hipertrofia de los mismos, se expresa una prevalencia de la reproducción de acciones
incompletas.

De esta forma la confrontación de los resultados de la reproducción de acciones inconclusas en


sujetos sanos y con diferentes patologías de la esfera motivacional señala el rol de la motivación en
la actividad mnésica.

Si bien se ha destacado a través de una experiencia investigativa como los problemas motivacionales
afecta el proceso mnésico, esto también se evidencia en el análisis psicológico de los datos clínicos.
Así podemos ver la existencia de amnesia psicógena debida a situaciones de gran significación
emocional para un sujeto o el recuerdo constante de hechos pretéritos por sujetos neuróticos, donde
ha estado involucrada la insatisfacción de necesidades básicas como el afecto.

Queda de esta manera demostrado que el componente motivacional es parte inalienable en la


estructura del proceso de memoria.

1.1.4 ALTERACIONES DEL PENSAMIENTO

La psicología del pensamiento es uno de los campos más elaborados dentro de las ciencias
psicológicas, donde se observan posiciones teóricas divergentes. Un ejemplo actual de ellos es la
tesis según la cual el pensamiento puede ser reducido a los procesos informativos elementales, a la
manipulación de símbolos. El programa de solución de problemas en las computadoras ha
comenzado a ser propuesto en lugar de la teoría del pensamiento. Por eso, en el momento actual,
aparece una nueva tarea: el esclarecimiento, en el control de la búsqueda de solución de problemas,
de lo que es específicamente humano.
El pensamiento es considerado como el proceso por medio del cual llega a dominarse el sistema de
operaciones y conocimientos elaborados sociohistóricamente.

Constituye un reflejo generalizado y mediatizado de la realidad, íntimamente enlazado con la


cognición sensorial del mundo y con la actividad práctica de las personas.

El pensamiento es un tipo especial de actividad humana, que se forma en la práctica, cuando ante el
hombre aparece la necesidad de resolver algún problema.

La actividad del pensamiento consiste, no solo en la capacidad de cognición de los elementos más
esenciales de la realidad, sino también en la capacidad de actuar con adecuación al fin propuesto. El
proceso del pensamiento es activo, tiende a un fin, está dirigido a la solución de una tarea
determinada.

Para la ejecución existosa de la tarea es necesario mantener constante el fin, desarrollar el programa,
comparar el transcurso de la ejecución con el resultado esperado.

Estas tesis fundamentales con respecto a la naturaleza del pensamiento deben ser colocadas en la
base del análisis de las distintas formas de alteraciones o desviación del pensamiento normal.

Las alteraciones del pensamiento son variadas y aparecen con mucha frecuencia en las enfermedades
psíquicas, siendo algunas de ellos típicas para una u otra enfermedad. Resulta difícil enmarcarlas
en un esquema rígido, aunque se pueden establecer tres tipos de alteraciones fundamentales:

1. Alteraciones del aspecto operacional del pensamiento.


2. Alteraciones de la dinámica de la actividad del pensamiento.
3. Alteraciones del componente motivacional del pensamiento.

Con frecuencia, en la estructura del pensamiento alterado de un enfermo se observan


simultáneamente e interrelacionadas distintos tipos de alteraciones, así por ejemplo, las alteraciones
de la generalización en algunos pacientes se combina con la alteración de la adecuación a los fines
del pensamiento; mientras que en otros, se combina con subtipos de alteraciones de su dinámica.

1. Alteraciones del aspecto operacional del pensamiento.

El pensamiento como reflejo generalizado y mediatizado de la realidad aparece en la práctica como


la adquisición y el uso de conocimientos, de nuevos nodos de operaciones intelectuales. Esta
adquisición transcurre no como una simple acumulación de hechos sino en forma de un proceso de
análisis, síntesis, generalización y abstracción. El pensamiento se apoya en un sistema conocido de
conceptos, que dan la posibilidad de reflejar las acciones en forma abstracta y generalizada.

La generalización es una consecuencia del análisis que descubre las relaciones esenciales entre los
objetos y fenómenos, pero también permite la posibilidad de establecer enlaces entre los propios
conceptos.

La generalización está dada en el sistema del lenguaje, en conceptos, que sirve a la trasmisión de la
experiencia de la humanidad y permite ir más allá de los límites de impresiones aisladas.

Las alteraciones del aspecto operacional toman formas diferentes, que pueden ser reducidas a dos
formas básicas de expresión:

a) Disminución del nivel de generalización.


b) Distorsión del proceso de generalización.

Explicaremos estas alteraciones, ilustrándolas a partir de la aplicación de diferentes metódicas.

a) Disminución del nivel de generalización.

La posibilidad de operar con rasgos generalizados caracteriza al pensamiento como una actividad
analítico-sintética.

La disminución del nivel de generalización consiste en que en los juicios de los enfermos dominan
las representaciones directas de los objetos y fenómenos; la operación con características generales
es sustituída por el establecimiento de relaciones puramente concretas entre los objetos.

Al ejecutar alguna tarea experimental, tales pacientes no están en condiciones de seleccionar, entre
todas las posibles características, aquellas que, de forma más completa, esclarecen el concepto. Por
eso, las alteraciones de tipo combinaciones concreto-situacionales se observan sobre todo al ejecutar
tareas en las cuales se modela o se evidencia la generalización.

De forma particularmente clara se pone en evidencia esta alteración con la metódica clasificación de
objetos. En esta experiencia, uno de los enfermos se negó a unir en un mismo grupo el gato con el
perro,"porque son enemigos"; otro paciente no unió a la zorra con el escarabajo, "porque la zorra
vive en el bosque, mientras que el escarabajo vuela". Las características particulares "vive en el
bosque", "vuela" determinan más los juicios de los pacientes, que la característica general "animal".

Cuando está muy manifiesta la disminución del nivel de generalización, a los enfermos se les hace
inaccesible la tarea de la clasificación; para dichos sujetos los objetos aparecen por sus propiedades
concretas tan diferentes; que no pueden ser reunidos. Inclusive, la mesa y la silla no pueden ser
incluídos en un solo grupo, ya que "en la silla se sienta, mientras que en la mesa trabaja y come".

Este tipo de soluciones erróneas se denominan combinaciones concreto-situacionales y se


encuentran fundamentalmente en el 95% de los oligofrénicos, en el 86% de las epilepsias
comenzadas tardíamente y en el 70% de enfermos que han sufrido formas graves de encefalitis
(según datos de B.W.Zeigarnik).

En el estado psíquico de estos pacientes,por regla general, no se constató una sintomatología


psicótica (delirio, alucinaciones, etc.), sino que predominaron los datos sobre su disminución
intelectual general.

Resultados análogos fueron encontrados al aplicar la metódica exclusión deobjetos, en la que se le


presentaron al sujeto tarjetas, en cada una de las cuales están representados 4 objetos, 3 de los
cuales se relacionan entre sí formando un grupo o familia, mientras que el cuarto resulta
incongruente en relación con los demás. El sujeto debe indicar cuál de estos 4 objetos debe excluir y
por qué. Por ejemplo, se propone una tarjeta con la representación de los objetos siguientes: un
termómetro, una balanza, un reloj, unos espejuelos. En este caso deberán ser excluídos los
espejuelos, ya que los primeros tres objetos son aparatos de medición. Sólo en el caso en que el
sujeto haya encontrado el principio de generalización de los tres objetos, es que podrá excluir el
cuarto.

Este método muestra también si el sujeto puede o no encontrar una formulación verbal correcta para
su fundamentación.

Veamos un ejemplo de cómo se expresa la disminución del nivel de generalización en esta metódica
o técnica: La enferma A.P.al presentarle la tarjeta con los objetos termómetro, reloj, balanza,
espejuelos, expresa "es necesario retirar el termómetro, ya que éste sólo lo necesita una persona
enferma".

Al presentar 4 objetos, 3 de los cuales se relacionan con fuentes artificiales de la luz (vela, bombillo
eléctrico, lámpara de queroseno) y 1 con la luz natural (el sol), expresa "sobra la lámpara, ella no es
necesaria porque inclusive en los lugares más apartados hay electricidad". Como se puede apreciar,
la enferma no destaca las propiedades esenciales de los objetos, sino que opera con enlaces
situacionales.

Hay otros enfermos en que la disminución en el nivel dege-neralización se expresa en la


incomprensión de la consigna, en el desconocimiento la tarea o problema que debe resolver. Así por
ejemplo, al presentarle al paciente D.C.la tarjeta donde hay unos botines, zapatos, una bota y una
pierna, dice: "Perdone pero aquí no hay nada de más. Esto es una pierna humana, se le puede poner
el zapato, y el botín y la bota y hasta ponerle una media... si es una pierna de mujer entonces un
zapato, si es de hombre, mejor una bota".

Cuando el experimentador le propone excluir la pierna, ya que es una parte del cuerpo, el paciente
sonrie y dice ")Por qué usted bromea, no lo entiendo, acaso se puede separar a la pierna? )Si el
hombre no tuviera pierna, para qué le haría falta entonces el calzado?

La imposibilidad de ejecutar la tarea en el plano de la generalización y el no poder abstraerse de las


distintas propiedades concretas de los objetos, está relacionado con el hecho de que los pacientes no
pueden colocarse en la situación de artificialidad que se encierra en la tarea.

La interpretación de refranes y metáforas también, entre múltiples técnicas, puede revelar esta
alteración. Como se sabe, los refranes son un género del folklore, en los cuales la generalización, el
juicio general se trasmite a través de la representación de un hecho particular en una situación
concreta. El verdadero sentido del refrán sólo se hace comprensible cuando la persona se abtrae de
los hechos concretos que se mencionan en el refrán, cuando los fenómenos aislados concretos
adquieren un carácter de generalización.

La disminución del nivel de generalización se expresa en una incomprensión completa del sentido
figurado en una interpretación textual del refrán o metáfora, así, al paciente E.J. cuando se le pide
que explique el refrán "No te metas en camisa de once varas" dijo: ¿Por qué usar una camisa ajena?,
¿Cómo es posible esto? No está bien ponerse una camisa ajena. El experimentador alega: "Bueno, y
si una persona se metió en un asunto que no le correspondía, se puede utilizar este refrán". El
enfermo: "No, no puede ser, aquí se le habla de una camisa, de que otra cuestión puede ser".

De esta forma, la comparación de los datos obtenidos con la ayuda de distintos métodos (la
clasificación de objetos, el método de exclusión, la interpretación de refranes) puso en evidencia, en
una serie de pacientes (epilépticos y oligofrénicos) la alteración del proceso de generalización: el
carácter concreto-situacional de su razonamiento, la ausencia de comprensión del sentido figurado,
del artificio. Los datos demuestran que los pacientes no están en condiciones de extraer las
características esenciales de los objetos, que no pueden describir las relaciones significativas exis-
tentes entre ellos.

b) Distorsión del proceso de generalización.

Las alteraciones del sistema de abstración y generalización pueden adquirir otras características, que
vienen siendo como las contrarias de las que hemos descrito.
Si los juicios de los enfermos descritos con anterioridad no van más allá de los límites de relaciones
aisladas y particulares, en cambio, en los enfermos sobre los que se hablará ahora, el "vuelo" desde
los enlaces concretos, se manifiesta de una forma en extremo exagerada. Sus juicios reflejan sólo un
aspecto casual de los fenómenos, y no las relaciones esenciales entre los objetos.

Al resolver las tareas se actualiza asociaciones sin ninguna relación con la experiencia concreta del
enfermo. Las relaciones -con las cuales opera el paciente- no reflejan ni el contenido de los
fenómenos ni las relaciones significativas entre ellos. Así, por ejemplo, al ejecutar la tarea de
clasificación de objetos, los enfermos se orientan por características en extremo generales,
inade-cuadas a las relaciones reales entre los objetos. Por eso tenemos que el enfermo A.P. une el
tenedor, la mesa y la pala según el principio de "dureza"; y el hongo, el caballo y el lápiz, los pone
en un mismo grupo según el principio de enlace de "lo orgánico con lo inorgánico".

Tales alteraciones de la actividad del pensamiento son denominadas como distorsión del proceso de
generalización. Son, sobre todos, frecuentes en los enfermos esquizofrénicos (67.1% según B.W.
Zeigarnik) en la forma de evolución alucinatorio-paranoide, pero pueden ser observadas también en
otras formas de enfermedad.

Enfermos como éstos viven en el mundo de sus vivencias delirantes, se interesan poco por la
situación real, intentan enfocar los fenómenos insignificantes, comunes, desde el punto de vista de
las "posiciones teóricas".

Así por ejemplo, en la técnica de definición de conceptos, un enfermo habla del escaparate como
"una parte limitada del espacio", define la palabra reloj como "un medidor en relación con una
propiedad determinada de la materia. ¿Cómo se llama esto en folosofía? ¿Atributo?"
Tal alteración se manifiesta de forma no menos acentuada en la metódica comparación de conceptos,
también llamada semejanza y diferencia.

Así tenemos algunas respuestas dadas por el enfermo de esquizofrenia A.V.

Pares de palabras Expresiones del paciente

Lluvia y nieve Objetos de la humedad, que se diferencian


por la dislocación de algunas sustancias en
relación con el perímetro de la tierra.

Río y lago El río es largo. El lago varía, viene siendo


una elipse, a veces un círculo.
Carroza y Carreta Ambas palabras, desde el paunto de vista de
la gramática son sustantivos que comienzan
con C y termina en A, pero nunca se usan en
número singular.

Los enfermos acercan cualesquiera relaciones, inclusive si no son adecuadas a los hechos de la vida
concreta, en cambio, las diferencias y semejanzas reales entre los objetos no son tomados en cuenta.

El carácter falto de contenido de los juicios de los enfermos aparece de forma clara a la hora de
aplicar el pictograma. El sujeto debe recordar 14 palabras y frases. Para una mejor recordación
debe dibujar en un papel algo que le ayude posteriormente a reproducir las palabras presentadas.
Creyendo que se investiga su memoria (lo que es cierto), el experimentador estudia,
fundamentalmente, las particularidades del pensamiento, tanto en la capacidad de simbolizar la
palabra dada a través del dibujo como en la explicación del vínculo lógico entre el dibujo realizado y
la palabra dada.

Así en un paciente con distorsión en el proceso de generalización, para recordar las palabras "viento
cálido", dibuja 2 triángulos y para recordar la expresión "comida sabrosa",2 círculos. Otro paciente
con esta alteración dibuja para la palabra "separación" una serpiente porque comienza con s.

Si para los enfermos con disminución del nivel de generalización, la tarea de componer el
pictograma resulta difícil a causa de que ellos no pueden abstraerse de los distintos significados
concretos de las palabras, en cambio, los enfermos que estamos describiendo realizan esta tarea muy
fácilmente; ellos pueden formar cualquier enlace, el convencionalismo del dibujo se hace tan
amplio y sin relación con el objeto, que no refleja el contenido real de la palabra, cuya recordación él
debe mediatizar a través del dibujo.

2. Alteraciones de la dinamica de la actividad del pensamiento.

No es posible conocer la estructura de las operaciones del pensamiento, sino analizamos éste como
proceso, es decir concibiéndolo como un acto que tiene un determinado comienzo, un transcurso y
un final. Inclusive fenómenos psíquicos elementales como la percepción son procesos en el sentido
que transcurren en el tiempo, gozan de una dinámica variable y se realizan como una ocupación
activa del hombre.

En el caso del pensamiento, la cadena de silogismos, que se convierten en razonamiento, es una


manifestación clara de su carácter procesual. Por esto, al investigar el pensamiento, al indagar su
formación y disolución, es insuficiente limitarse sólo al análisis de la formación y disolución de
conceptos, referirse a una sola característica de las operaciones intelectuales.

Incluso las alteraciones que se encuentran con más frecuencia no son las relacionadas con la
alteración del proceso de generalización, sino las que tienen un carácter dinámico.

En la literatura sobre el tema aparecen pocos trabajos referidos a las alteraciones dinámicas del
pensamiento.

Estas pueden asumir tres formas:

a) Inconsistencia de los juicios.

Consiste en la inestabilidad del modo de ejecución de la tarea. Excluyen, comparan, definen, en


general resuelven algunas tareas de forma correcta: mientras que otras no, el carácter adecuado de
los juicios no es estable.

Es importante subrayar que esta inconsecuencia o variación se presenta en enfermos en que el nivel
de generalización no está disminuido, por lo que la solución fallida de la tarea intelectual o de
determinados problemas no está determinada por un problema operacional. Las operaciones de
comparación, de analogía no están alteradas, los enfermos pueden generalizar correctamente el
material.

Estas oscilaciones dependen, por tanto, no de la complejidad del problema a resolver sino de la
extenuación del neurodinamismo cortical de los enfermos, por lo que esta alteración se puede
encontrar en enfermedades vasculares del cerebro, en traumas craneales, en la arterioesclerosis y en
cuadros asténicos de origen psicógeno.

Veamos como se expresa esta alteración en algunas metódicas: en la clasificación de objetos el


paciente V.M. capta bien la consigna, comienza a distribuir las tarjetas según un principio
generalizado, pero al cabo de cierto tiempo la distribución toma el camino de las combinaciones
casuales, concreto-situacionales. Habiendo colocado las tarjetas según rasgos generalizados
formando grupos de plantas y animales, de pronto empezó a dudar donde colocar el escarabajo: "Lo
colocaré junto con el cuaderno ya que en la escuela lo estudian". Igualmente no sabía donde
colocar el hongo: "El es nocivo, lo pondré aparte". Después que el psicólogo le pide al enfermo
trabajar más atentamente, el paciente responde algo confundido: "Espere. El escarabajo pertenece al
mundo animal y el hongo al mundo vegetal, aunque sea dañino o no". Al final quedaban los grupos
siguientes: las personas, los animales, las plantas, la vajilla, los muebles, los útiles escolares, los
utensilios caseros. El psicólogo le pedía unir algunos grupos (Recordar que se puede formar tres
grandes grupos: seres vivos, plantas y objetos inorgánicos). El enfermo: "La gente con los animales,
¿Sí?, las plantas, bueno y ahora, ¿Cómo?, lo que queda no se podrá unir, ¿Cómo se puede unir los
objetos escolares con los caseros, eh? Se hacía claro que el enfermo se cansaba, aparecía un temblor
descrito en las manos, sudaba. El experimentador comenzaba entonces una conversación no
relacionada con el experimento. Al cabo de 5 minutos, a solicitud del psicólogo, el paciente volvía
al trabajo y de inmediato, por sí mismo, lo terminaba correctamente y de forma generalizada.

La enferma B.D. en la tarea de exclusión de objetos habiendo resuelto satisfactoriamente varias


tarjetas cuando se enfrenta a las tarjetas donde están representados la balanza, el reloj, el termómetro
y los espejuelos plantea: "El termómetro no es necesario. Aquí no hay médico, esto no es un
hospital". Al plantearle el psicólogo si estaba segura de esa respuesta, de inmediato por sí misma,
señala: "Me equivoqué, sobran los espejuelos, porque los demás sirven para medir algo.

Los ejemplos presentados muestran que en estos casos las oscilaciones de la actividad intelectual de
los enfermos se manifiestan en la alteración de soluciones generalizadas y situacionales. La
ejecución de las tareas al nivel de las soluciones generalizadas no resultó ser un modo estable en los
pacientes. Su corrección a partir de los señalamientos del experimentador o de su propia advertencia
evidenciaron que en ellos no existía tal disminución del nivel de generalización.

b) Labilidad del pensamiento.

Las alteraciones dinámicas del pensamiento resultan ser no sólo la manifestación de la extenuación o
fatiga del sistema nervioso producto de lesiones orgánicas, sino que en la base de algunas de ellas se
encuentra al cambio patológico de la movilidad de los procesos nerviosos. Tal es el caso de lo que
en la clínica se denomina "fuga de ideas" del enfermo maníaco.

El término fuga de ideas indica un aumento de la labilidad del pensamiento. Cada nueva impresión
moviliza sus imágenes y sus ideas, sucediéndose tan rápidamente unas a otras, que los pacientes no
pueden registrarlas en su lenguaje. Los enfermos no tienen tiempo de terminar una idea cuando ya
pasan a otra, a veces mencionan sólo palabras sueltas.

Por regla general, resulta difícil que el paciente concrete su atención en la situación experimental.
En estos sujetos no están con frecuencia alteradas las capacidad de interpretar la situación y la
posibilidad de análisis y síntesis; sin embargo, al ejecutar cualquier tarea aparece la gran superfi-
cialidad de sus juicios. Reflexionan poco sobre las preguntas que se les dirigen, no captan el sentido
de la tarea.

Por ejemplo, en la tarea de comparación de conceptos, el enfermos S.A., a la pregunta de qué es lo


que hay de común y de diferente entre los objetos mesa y silla, responde: "Ellos tienen de común que
tanto la silla como la mesa tienen cuatro patas; la diferencia está en que la silla tiene respaldar y la
mesa no". Este mismo enfermo da una respuesta acertada y generalizada, si se logra orientarlo hacia
la solución del problema.

Al relacionar frases con refranes, los pacientes hipomaniacos seleccionan a menudo la frase por el
parecido con las palabras, y no por el sentido de éstas, aunque, en esencia, les es accesible esta
operación intelectual. Si se dirige la atención de ellos hacia lo incorrecto de las respuestas, corrigen
sus errores con facilidad.

Pero no sólo la superficialidad de los juicios es lo que caracteriza el pensamiento del paciente
maníaco. También las asociaciones que surgen tienen un carácter caótico y casual y no se inhiben.
Cualquier imagen aparecida, cualquier vivencia emocional, obtiene su reflejo en el habla de los
pacientes.

Por ejemplo una paciente explicó el refrán: "No todo lo que brilla es oro" de la forma siguiente:
"Oro, es un magnífico reloj de oro que me regaló mi hermano, que es muy bueno conmigo; cuando
estudiábamos juntos peleábamos, pero después hacíamos las paces. A mi hermano le gustaba mucho
el teatro...etc."

Como se ve, cualquier palabra del refrán provoca una cadena de asociaciones.

En las tareas intelectuales propuestas a estos enfermos les fue posible captar su sentido, más aún,
lograron ejecutarlas al nivel de generalización, pero cualquier estímulo provocaba distintas
asociaciones y a menudo los distraía de la tarea directa. Con la ayuda rectora del psicólogo, la
producción intelectual del paciente podía con frecuencia ser adecuada a los fines propuestos (al
final, los sujetos resolvían correctamente tareas), pero toda la marcha de los juicios al ejecutar la
tarea, resultaba inadecuada.

c) Inercia del pensamiento.

Al igual que la labilidad tiene en su base una alteración de la movilidad de los procesos nerviosos,
en este caso una penosa movilidad, que no le permite al paciente cambiar el modo de trabajo, variar
la marcha de sus juicios, pasar de un tipo de actividad a otro. En su base está la inercia de los
enlaces de la experiencia pasada.

Estas alteraciones se encuentran con frecuencia en los epilépticos, en sujetos con secuela tardía de
traumas graves del encéfalo y en algunas formas de retraso mental.

En la clínica esta alteración se conoce como "viscosidad del pensamiento". Esta inmovilidad del
proceso del pensamiento llevaba al final de cuentas, a que los pacientes no lograran resolver tareas
elementales, si estas últimas exigían pasar de una cosa a otra. Por ejemplo, el enfermo S.N., en el
pictograma, donde tiene que mediatizar su proceso de recordación y reproducción de palabras con la
ayuda de dibujos, lograba idear representaciones convencionales para la representación de la palabra
si podía dibujar "una persona", y no lo lograba, en aquellos casos en que le parecía inapropiado,
dibujar "una persona".

Esta misma dificultad en la movilidad se observa en la exclusión de objetos. El paciente S.N. ante la
lámina, en la cual están representados la mesa, la silla, el diván y la lámpara de noche, declara:
"Naturalmente, todo esto es mueble, esto es seguro, mientras que la lámpara no es mueble. Pero es
que en la mesa debe haber una lámpara, sobre todo si es por la noche o por lo menos hay oscuridad.
En invierno oscurece temprano, por eso es mejor separar el diván, ya que hay silla se puede pasar sin
el diván".

Ante el señalamiento del psicólogo: "Pero es que usted mismo dijo que la lámpara no es mueble", el
enfermo responde: "Por supuesto, eso es correcto hay que separar los muebles, pero es que la
lámpara es de mesa, es para colocarla en la mesa. Yo podría separar el divancito".

A pesar de que el sujeto no solo comprendió, sino que inclusive señaló el principio de generalización
(mueble); él en la acción real volvía una y otra vez a la misma característica: "la lámpara es de mesa,
debe estar sobre la mesa". El enfermo no puede dejar de cambiar el tipo de solución encontrado.

A causa de una inercia tal de los enlaces de la experiencia anterior, los pacientes, con frecuencia, al
ejecutar la tarea no omiten ni un solo detalle, ni una sola propiedad de los objetos y, como resultado,
no alcanzan, inclusive, la generalización elemental. De esta tendencia a la precisión del deseo de
abarcar toda la multiplicidad de relaciones factibles al darle solución a cualquier problema, conduce
al detallismo superfluo, a la "viscosidad del pensamiento".

La inercia se evidencia con claridad en el experimento asociativo o técnica de asociación de


palabras. El tiempo de reacción dura como promedio 7 segundos y en algunos pacientes llegaba
hasta 20 segundos. Incluso había un gran número de reacciones retardadas (31.4%) (según datos de
B.W. Zeigarnik), donde los pacientes no responden a la palabra -estímulo presentada, sino a la
anterior. Por ejemplo, uno de ellos, habiendo respondido al estímulo "canto" con la palabra
"silencio", ante la siguiente palabra "rueda", responde con la palabra "callar".

Esta reacción retardada, esta imposibilidad de cederle rápidamente el lugar, en dependencia de las
condiciones externas, a un estímulo con relación al otro, expresa la inercia del neurodinamismo
cerebral.

3. Alteraciones del componente motivacional del pensamiento.


También denominadas alteraciones de la adecuación del pensamiento a fines determinados.

La fuente de la acción del hombre son las necesidades, que aparecen como resultado de su actividad
socio-histórica. La necesidad consciente por el hombre, aparece para él en forma de fines y
problemas vitales concretos. La actividad dirigida a alcanzar estos fines y a la solución de los
problemas dados, es regulada y corregida por el pensamiento. Por tanto, la idea, despertada por la
necesidad, se convierte en reguladora de la acción; para que el pensamiento pueda controlar la
conducta, éste debe estar dirigido a un fin, ser crítico, estar motivado desde el punto de vista de la
personalidad.

Nuestra percepción del mundo siempre incluye una actitud determinada por el sentido que tenemos
de él, así como de su significado objetivo concreto.

Un fenómeno, objeto o suceso, pueden, en condiciones vitales diferentes adquirir sentidos diferentes,
aunque los conocimientos acerca de ellos sean los mismos.

Junto a la actualización de las propiedades, los rasgos, las relaciones entre objetos y fenómenos
-condicionados habitualmente por la experiencia pasada- pueden surgir también enlaces y relaciones
inadecuadas (desde el punto de vista de nuestra representación del mundo) que adquieren sentido
sólo gracias a las actitudes y motivos distorsionados de los enfermos.

a) Pluridimensionalidad del pensamiento.

También se denomina multiestratificación del pensamiento. Consiste en que los juicios de los
enfermos acerca de cualquier fenómeno discurren en distintas dimensiones. Los pacientes pueden
generalizar bien pero al mismo tiempo los enfermos no ejecutan la tarea en la dirección exigida, sus
juicios transcurren siguiendo cursos diferentes. No se trata de una inconsistencia de los juicios
donde se altera la capacidad de trabajo intelectual durante cierto período de tiempo y que se
recupera posteriormente, y donde no se pierde la adecuación de la actividad del pensamiento a fines
propuestos aún cuando la solución se realice a un nivel concreto-situacional. Se trata de que el
paciente soluciona la tarea intelectual, unas veces sobre la base de las cualidades de los objetos y
otras, sobre la base de gustos personales, de actitudes, de apreciaciones morales y teórico- generales,
etc.

Así el enfermo S.V.(esquizofrénico paranoide), al realizar la clasificación de objetos intenta formar


el grupo de los animales, de las plantas, pero de pronto añade: "Pero si partimos desde el punto de
vista de mi gusto personal, resulta que a mi no me gustan los hongos, voy a desechar esa lámina.
Una vez me envenené con los hongos y hasta tuve que hospitalizarme...Y este vestido tampoco me
gusta, no es elegante, lo voy a dejar aparte. El marinero me gusta y el deporte también (junta al
marinero y al esquiador en un mismo grupo).

De esta manera, el paciente pierde la finalidad de la tarea, no porque se haya extenuado, sino porque
la realiza a partir de sus gustos personales y recuerdos.

Otra esquizofrénica de tipo simple en la prueba de exclusión de objetos realiza lo siguiente:


Láminas presentadas Expresiones

Lámpara de queroseno, vela, Hay que separar el sol, es una luz natural,
bombillo eléctrico, sol. lo restante es luz artificial.

Balanza, termómetro, reloj, Separo los espejuelos, no me gustan, uno se


espejuelos. ve más viejo con ellos.

Tambor, revólver, gorra El paragua no hace falta, ahora lo que se


militar, paraguas . usa es la capa. El paragua es algo viejo y yo
estoy por el modernismo.

Como se aprecia la enferma es capaz de ejecutar la tarea a nivel generalizado; excluye el sol como
luz natural, pero inmediatamente, aporta también los espejuelos sobre la base de su gusto personal.
Sobre la misma base separa también el paraguas.

Como resultado de la coexistencia simultánea de diferentes enfoques de la tarea, los juicios, las
definiciones y las conclusiones del enfermo no constituyen una ejecución planificada de la tarea.

Al ejecutar cualquier tarea, hasta las más sencillas, estos pacientes pueden enfocarla, no desde las
posiciones concretas del experimento, sino regida por sus síntomas psicóticos (ideas delirantes,
indiferencia afectiva, etc.) y/o por sus actitudes morbosas.

b) Racionalización.

La alteración del componente motivacional puede ser visto a través de la racionalización, que es
definida clínicamente como la tendencia a la elucubración improductiva.
Lo que predomina en esta verborrea sin sentido no es el trastorno del aspecto operacional, como
algunos han pensado, sino el cambio de la posición del enfermo con respecto a lo que le rodea y la
autovaloración inadecuada. Esto se expresa en la inadecuación afectiva en relación con la situación
del objeto de razonamiento, en la actitud valorativa, pretenciosa del enfermo hacia el objeto que
enjuicia.
A través del pictograma, buscando en la recordación mediatizada un enlace para la palabra
"riqueza", una enferma dibujó un libro, explicando: "El libro representa una riqueza del intelecto. El
libro de la humanidad. ¿Qué puede ser superior a esto? Yo considero que no hay nada superior a
esto".

Para recordar la palabra "felicidad", otra enferma razona: "¡La riqueza, la felicidad, la tristeza! Yo
dibujaría una flor. Yo amo las flores. ¡La felicidad! A ella no se le puede representar ni en el papel
ni en dibujo alguno. Nadie ha podido escribir todavía en que consiste la felicidad completamente..."

Otra enferma en la técnica de comparación de conceptos, al comparar los conceptos "elefante" y


"mosca": "La mosca es un insecto, además tenga en cuenta que es un insecto dañino. El elefante es
un animal. Además, las moscas pueden ser diferentes. Sepa que en los países tropicales hay otros
tipos de moscas. Lo más importante es la dimensión. Esta mosca no es más grande que una uña.
Inclusive, la mosca que vive en los trópicos es mil y muchas veces mil, menor que un elefante".

No es casual que tales expresiones racionalizadas aparezcan en estas metódicas, en las que se logran
crear las condiciones para poner en claro la elevación del nivel de aspiraciones y de la
autovaloración, cuando el sistema distorsionado de relaciones puede actualizarse fácilmente.

Esta alteración se encuentra presente en pacientes psicóticos y con menos frecuencia en trastornos
menores como los trastornos de la personalidad.

c) Alteración de la criticidad del pensamiento.

La alteración del componente motivacional del pensamiento puede aparecer cuando se pierde el
control constante sobre las propias acciones y la corrección sobre los errores cometidos.

El concepto de criticismo en psicopatología se refiere a la actitud crítica del paciente hacia sus
vivencias morbosas (delirios, alucinaciones, ansiedad, etc.). Aquí el término se refiere a la capacidad
de actuar premeditadamente, de comprobar y corregir las propias acciones en correspondencia con
las condiciones objetivas. Al aplicar las metódicas se pone en evidencia un grupo especial de
errores, que pueden ser caracterizados como una manipulación irreflexiva de los datos y condiciones
de la tarea.

Así por ejemplo, en la metódica de clasificación de objetos, el enfermo T.P. no presta atención a la
consigna, le echa una mirada superficial a las tarjetas y comienza a distribuir las tarjetas en grupos,
sin ningún tipo de comprobación sobre su acción. Colocó en un grupo las tarjetas que estaban
juntas: el oso, el termómetro, la pala, el armario; en otro grupo reunió las tarjetas que estaban en la
periferia: el pájaro, el hongo, el velocípedo, etc.

La conducta irreflexiva de estos pacientes también quedó demostrada cuando a P.M. se le mostró
una serie de láminas que representaba el ataque de los lobos a un niño que se dirigía a la escuela;
observando apenas la lámina respondió: "El muchacho se subió en el árbol, seguramente quiere
coger manzanas". El psicólogo: "Observe con más atención". El enfermo: "El muchacho se salva de
los lobos".

Por lo tanto, los pacientes pueden comprender las condiciones de la tarea y actuar en contradicción
con dicha comprensión.

Cuando el experimentador les señala los errores los pacientes los reconocen pero puede ser que, no
los corrijan y se muestren indiferentes hacia aquello que hacían.

Esta actitud indiferente hacia sus errores alcanzaba en algunos pacientes la forma más absurda. Por
ejemplo, un enfermo que conservaba el hábito del cálculo, al sacar la cuenta de la edad de su hija
cometió un error tan grosero que la hija resultaba dos años más joven que él. Cuando el
experimentador le llamó la atención sobre ésto, él sin inmutarse respondió:"Todo puede ser".

Esta alteración es evidente en sujetos con lesión en el lóbulo frontal y, en segundo lugar en
pacientes esquizofrénicos. También puede aparecer en sujetos con otras afectaciones orgánicas:
Trauma craneal, parálisis progresiva.

Se puede decir que las alteraciones de la criticidad del pensamiento, se salen en esencia de los
límites de las alteraciones de los procesos cognoscitivos, debiendo considerarse como la
imposibilidad de concientizar y valorar la propia conducta en total o sea, como una no criticidad
hacia la propia personalidad, como una consencuencia de la alteración de la subordinación al control
de la conducta (autocontrol) en el amplio sentido de la palabra.

1.2 ALTERACIONES DE LOS ESTADOS PSIQUICOS

El estado psíquico caracteriza a la actividad psíquica durante un período de tiempo determinado,


influyendo en el decursar de los procesos psíquicos y de la propia personalidad. Digamos por
ejemplo, que cuando existe un estado de depresión, nuestra ideación y conducta se lentifica y varía
en su expresión, cambian nuestras aspiraciones y la propia autoestima.

Aunque no es posible reducir los estados psíquicos a las vivencias, ellas ocupan en éstos un
significativo lugar. En el campo de los estados psíquicos, como en el de los procesos, se mantiene la
clasificación universalmente admitida en estados cognoscitivos, emocionales y volitivos.
También se puede hacer otras consideraciones, tenemos:

1. Estados personales y situacionales.

2. Estados más profundos y más superficiales: por ejemplo, el estado de pasión y el estado de ánimo.

3. Estados que actúan sobre el hombre positiva o negativamente: por ejemplo, la apatía y la
inspiración.

4. Estados prolongados y cortos.

5. Estados más o menos conscientes: por ejemplo, la distracción y la decisión.

Existen otros estados psíquicos: de tensión, sugestiibilidad, frustración, ansiedad, etc. que también se
presentan en personas normales.

Otros son los estados patológicos, que son estudiados por los psiquiatras y psicólogos clínicos, y que
se pueden considerar como síntomas de diversas enfermedades. En la práctica habitual, la diferencia
entre un estado normal (Ej. ansiedad o depresión) y uno patológico se realiza fundamentalmente en
base a criterios externos, descriptivos. Se plantea entonces que un estado es patológico o representa
un síntoma (ej. ansiedad patológica) cuando es más intenso, más duradero, más frecuente y cuando
repercute en la adaptación social de la personalidad.

En este sentido señala A. Rodríguez: "La ansiedad en el sujeto normal se describe como un temor
expectante, en que el elemento o situación que lo produce no se ha presentado completamente o no
se ha definido completamente o no es conocida en todos sus detalles, el sujeto aún no puede actuar
con respecto a ella, y los resultados finales son inciertos y potencialmente peligrosos para el sujeto,
bien física o psíquicamente. Esta situación, debe además producir una reacción similar en una
mayoría de la población o grupo social del sujeto. La ansiedad se considera patológica cuando por su
intensidad desorganiza la conducta en general del sujeto, o cuando siendo menos intensa, altera las
condiciones psicológicas del individuo y sus reacciones personales y sociales, y/o cuando el paciente
no sabe el por qué de su estado emocional...".

Refiriéndose a la depresión, apunta H. Hernández"...Una madre que pierde a su hijo debe sentirse
triste, llorosa, recordarlo con dolor, estado de duelo, que puede durar hasta varios meses, y que no es
subsidiario de tratamiento psiquiátrico. Pero si esta misma madre presenta síntomas psiquiátricos, es
decir, hay una modificación tanto cuantitativa como cualitativa de esta tristeza normal, sí debe ser
atendida por el psiquiatra. Esto que aparece ser una verdad de perogrullo no es seguido en la
práctica, y vemos que en la consulta de psiquiatría, asisten personas que son "tratadas" por
manifestaciones normales consecutivas a contingencias ambientales".

Como vemos, los límites son imprecisos y fenomenológicos. A nuestro juicio la diferenciación
fundamental estaría dada por la manera en que ese estado afecte a los procesos psíquicos y a la
personalidad y a su vez si obedece o no una alteración de ésta.

Tal trabajo ha sido desarrollado J. Grau, M. Martín, D. Portero y colaboradores en lo referente a la


ansiedad, a la depresión y otros estados psíquicos.

J. Grau destacó desde el punto de vista conceptual y empírico tres formas fundamentales de ansiedad
(personal, situacional y patológica) y cómo se diferencia una de otra no sólo por sus manifestaciones
clínicas, sino por su diferente estructura psicológica, por su dinámica e influencia sobre los procesos
psíquicos y la conducta.

Consideró que la ansiedad patológica es ante todo una alteración de la personalidad, una alteración
de la actividad del hombre, íntimamente relacionada con determinados trastornos de los procesos
psíquicos, del autocontrol de la conducta, con la distorsión de la autovaloración y la inefectividad de
los mecanismos de autorregulación de la personalidad".

La ansiedad personal sobresale como una particularidad de la personalidad, como una predisposición
o un rasgo; la situacional se manifiesta como un estado temporal reactivo ante determinadas
circunstancias estresantes, y la ansiedad patológica, que se expresa como un síndrome,
especialmente en las enfermedades neuróticas.

Existe una interacción entre ellas: La ansiedad personal facilita el surgimiento y manifestación de la
ansiedad situacional en un determinado individuo, al tiempo que los estados repetidos de tensión y
ansiedad influyen en la formación de los rasgos ansiosos de la personalidad. Los estados
patológicos surgen y se desarrollan más fácilmente en personas altamente ansiosas, predispuestas a
una ansiedad situacional repetida.

Se demuestra la existencia de dos tipos de contradicción. En los neuróticos portadores de ansiedad


patológica, las contradicciones adquieren carácter de "conflictos" pierde su capacidad mediatizadora
y conducen al desarrollo anómalo de la personalidad. En los sujetos con ansiedad situacional las
contradicciones no antagónicas no generan directa y unívocamente un desarrollo patológico, ellas
permiten conservar la capacidad mediatizadora y la autorregulación personal. Se logran aislar
elementos importantes que señalan la bifurcación del desarrollo normal y anómalo de la
personalidad.
Para la constatación de la ansiedad patológica J. Grau creó la Escala de Ansiedad Patológica (formas
A y B), aunque para su determinación final se requiere de la valoración de la personalidad e incluso
de la evaluación de los procesos cognitivos, para considerar la inclusión de la ansiedad en los
mismos.

Si bien se ha abordado lo referente a la ansiedad patológica, también se ha trabajado en nuestro país


los estados patológicos de frustración y depresión.

Junto con J. Grau hemos constatado en nuestras investigaciones, que los estados de tensión,
frustración y ansiedad, entre otros, se encuentran genéticamente, vinculados en el proceso de
desorganización patológica de la personalidad en la neurosis.

A continuación presentamos dos tablas elaboradas por J.Grau, M. Martín y D. Portero.

Caracterización de las formas de ansiedad

Ansiedad patológica

Caracterización clínica: Polimorfismo sintomático, rotación de síntomas, inadecuación de quejas.

Estructura vivencial: Compleja, miedo como componente rector acompañado de desconfianza,


irritabilidad, inseguridad, disforia, etc.

Dinámica: Alta estabilidad, el paciente no siente disminución.

Repercusión en los procesos psíquicos: Distorsión de todos los procesos psíquicos. Incremento de
las fantasías, confusión de pensamientos e ideas con hechos reales, alteraciones en la memoria
mediata e inmediata, distorsiones perceptuales.

Repercusión en la personalidad: Alteraciones en el autocontrol por daño en los mecanismos de


autorregulación.

Tipo de mecanismos de autorregulación: Inclusión directa de las vivencias en los procesos psíquicos
y la dirección de la conducta.

Ansiedad situacional

Caracterización clínica: Menos síntomas, unilateralidad de las quejas (directamente relacionadas con
la situación amenazante).
Estructura vivencial: Menos compleja. Predominan vivencias de miedo o expectación de un peligro
próximo más “definido”.

Dinámica: Comienzo brusco con poca estabilidad. Disminuye cuando desaparece o cambia la
connotación de la situación amenazante.

Repercusión en los procesos psíquicos: Influencia selectiva de la percepción, memoria, pensamiento,


con contenidos directamente vinculados a la situación desencadenante. Las alteraciones procesuales
son transitorias y no llegan a desestabilizar la actividad.

Repercusión en la personalidad: No se altera establemente la personalidad.

Tipos de mecanismos de autorregulación: Sensibilización o acentuación.

Ansiedad personal

Caracterización clínica: No hay síntomas propiamente dichos. Predomina la inquietud motora.

Estructura vivencial: Vivencias de inquietud. Estructura vivencial lábil, variada en diferentes


personas.

Dinámica: Muy estable (Se considera un rasgo de la personalidad).

Repercusión en los procesos psíquicos: Ligeras y estables distorsiones en la selectividad de la


percepción. El resto de los procesos están conservados.

Repercusión en la personalidad: Refleja el grado de vulnerabilidad a reaccionar con ansiedad, guía el


autocontrol individual.

Tipo de mecanismos de autorregulación: Defensa perceptual.

Contradicciones tipo de la personalidad como fuente motriz de desarrollo de los estados


emocionales.

Contradicción tipo Estado emocional

Demandas de la situación que no afectan necesidades centrales


Vs. Tensión operacional
Posibilidades de respuesta (seguridad)

Demandas de la situación que no afectan necesidades centrales


Vs. Tensión emocional
Valoración de las posibilidades

Demandas de la situación que afectan necesidades centrales


Necesidad ineludible de dar respuesta a las demandas
Vs. Ansiedad situacional
Valoración de las posibilidades (inseguridad)

Demandas de la situación que afectan necesidades centrales


Vs. Depresión situacional
Vivencia de incapacidad de respuesta

Necesidades contradictorias y absolutizadas.


Necesidad hipertrofiada, absolutizada, patológica de respuesta
Vs. Ansiedad patológica
Tendencias contradictorias en la autovaloración con afectación
en la delimitación del yo

Necesidades contradictorias y abolutizadas.


Necesidad cada vez más patológica de respuesta
Vs. Depresión patológica
Intima y plena concientización de incapacidad, pérdida de la
autoestima

Consideramos amplio y sugerente el campo de la investigación de los estados psíquicos.


1.3 ALTERACIONES DE LA PERSONALIDAD

Sabemos considerablemente más (aunque fundamentalmente en el plano descriptivo,


fenomenológico) sobre las desviaciones patológicas de la personalidad, que sobre aquello que desde
el punto de vista psicológico conforma una personalidad normal.

La normalidad se ha entendido por algunos como la ausencia de cualquier síntoma psicológico.


Otros criterios muy difundidos son los criterios relativista –estadísticos de la normalidad. Ellos se
basan en dos premisas: 1)Sobre la comprensión estadística de lo normal, como "lo promedio" o lo
"más común", y 2) Sobre la consideración relativa de lo normal o patológico atendiendo a un grupo
social y cultural determinado.

La consideración del término medio y la adaptación a un medio habitual, como base de la


normalidad, también nos aleja del problema de la personalidad, de su desarrollo. El concepto
"personalidad normal" resulta vacío, desprovisto de cualquier contenido positivo, pues se define a
partir de criterios externos, ajenos a ella misma. El enfoque relativista -estadístico, no obstante su
significativa popularidad es antipsicológico, se aleja del problema sobre las características
psicológicas positivas de la personalidad normal.

Han habido intentos de superación de estas posiciones, como los de E.Fromm, G. Allport y otros, al
seleccionar una serie de cualidades de la personalidad que pueden ser llevadas al círculo de las
normales. Allport distingue una serie de mecanismos psicológicos que son propios de la
personalidad normal, a los que llamó anabólicos, en contraposición a los catabólicos, que son los que
caracterizan a la personalidad patológica:

Mecanismos anabólicos (normalidad) Mecanismos catabólicos (anormalidad)


1- Posición activa en relación a la realidad, 1- Posición pasiva en relación a la realidad, huida
estudio y superación de la realidad de ella.
2- Accesibilidad de la experiencia a la 2- Represión ineficaz con efecto consecutivo
conciencia. Capacidad de ver los sucesos de la perturbador. Otros medios de defensa del yo.
vida tal como son sin recurrir a la defensa
psicológica. Represión eficaz.
3- Autoconocimiento con la presencia de humor 3- Engaño a sí mismo.
4- Capacidad para la abstracción 4- Limitación del pensamiento al nivel concreto
5- Proceso constante de individualización 5- Desintegración, disociación, enajenación
6- Autonomía funcional de motivos, apropiada a 6- Fijación a un nivel infantil.
la edad y experiencia.
7- Resistencia a la frustración 7- Impulsividad no controlada ante frustración.
La dificultad fundamental del modelo de Allport es que las cualidades personales escogidas,
caracterizan sobre todo al hombre excepcional, maduro, y no al hombre común.

Es por ello que preferimos seguir los criterios que sobre la personalidad normal emiten
A.N.Leontiev, B.W.Zeigarnik y F. González.

La personalidad, representa el nivel superior y más complejo de la regulación psicológica y participa


de manera activa en formas muy diversas de la regulación del comportamiento, las cuales van desde
la forma en que se expresan los procesos cognitivos concretos mediante determinadas formas de
motivación, hasta más complejos de autodeterminación del comportamiento.

En este sentido, nos parece adecuado el énfasis en diferentes formaciones integradoras, que tienen
un carácter funcional, dinámico, tales como el sistema de motivos, la proyección temporal, la
autovaloración, etc.

Estas formaciones no constituyen orientaciones aisladas, sino que guardan una estrecha relación
entre sí en el contexto de comprender la personalidad como una integridad, "rica" de complejas
síntesis de contenidos y regularidades psicológicas, que están en la base del comportamiento activo
y creador del sujeto sobre la realidad en que vive.

En la etapa actual de las investigaciones resulta muy difícil proponer una clasificación ya establecida
de las alteraciones de la personalidad, a pesar de que en los últimos años, el cúmulo de
investigaciones y trabajos teóricos ha crecido extraordinariamente. La sistematización sería aquí
prematura.

Nos detendremos en aquellas alteraciones cuyo análisis es posible hacer a partir de los conceptos
teóricos más elaborados en la psicología materialista dialéctica.

Pero antes veamos que entiende Zeigarnik por alteraciones de la personalidad: "Hablamos de
cambios en la personalidad cuando, por influencia de la enfermedad se estrechan en el paciente los
intereses, disminuyen las necesidades, cuando se vuelve indiferente hacia aquello que antes lo
inquietaba, cuando sus acciones pierden su finalidad, cuando sus actos se hacen ilógicos, cuando el
hombre deja de regular su conducta y no está en condiciones de valorar adecuadamente sus
posibilidades".

Es válido hablar que las alteraciones de la personalidad aparecen como consecuencia de la


enfermedad, en patologías como la esquizofrenia, el alcoholismo, etc., donde se produce una ruptura
con la personalidad anterior, no siendo así en las enfermedades psicógenas como la neurosis, los
trastornos de personalidad, etc., donde las alteraciones de la personalidad son consustanciales a la
propia enfermedad y aparecen y se desarrollan desde edades tempranas.

Cuando hablamos de alteraciones de la personalidad no estamos haciendo referencia a los distintos


tipos de trastornos de la personalidad que aparecen registrados en los Manuales de Diagnóstico de
las Enfermedades Mentales, sino a una forma de pensamiento psicológico, que concibe las
desviaciones de las formaciones autorreguladoras de la personalidad que presentan los sujetos
normales.

Tampoco concebimos la personalidad como una suma de rasgos nucleados, que de manera directa y
automática regulan la conducta del hombre al enfrentar determinadas situaciones.

Partimos de una clasificación de las alteraciones de la personalidad brindada por Zeiganirk, la cual
fue ampliada a partir de las alteraciones encontradas por nosotros al investigar en pacientes
neuróticos.

1. Alteraciones de la mediatización y de la jerarquía de motivos.

Hasta los tiempos actuales el cambio de los motivos se ha investigado por los psicólogos en el curso
del desarrollo ontogenético del niño o ha sido provocado experimentalmente. Sin embargo, el
cambio de los motivos lo observamos frecuentemente en las personas que sufren de algunas formas
de enfermedades psíquicas.

La complejidad de los motivos, su mediatización y construcción jerárquica comienza en la edad


preescolar y continúa seguidamente en el curso de toda la vida: los motivos pierden su carácter
directo, comienzan a mediatizarse, tiene lugar la subordinación de unos motivos a otros.

En toda la jerarquía motivacional existen motivos rectores y otros que pueden estar subordinados o
no a los rectores. La jerarquía motivacional puede ser más o menos amplia y es relativamente
estable y esto condiciona una estabilidad relativa de toda la personalidad.

El material patológico permite seguir la regularidad de las alteraciones de la esfera motivacional del
hombre. Así, por ejemplo, vemos como el alcoholismo puede producir una alteración de la esfera
personal del enfermo; N.V. antes de la enfermedad era un hombre vivo, comunicativo, con talento
artístico. Era actor, admirado por los espectadores, tenía muchos amigos. Como resultado de la
embriaguez disminuyen estos intereses, cambian sus rasgos caracterológicos, deja de cuidar de sí
mismo, tiene dificultades en el trabajo, de donde lo separan en dos ocasiones, comienza a ser otro el
aspecto moral del enfermo. Llega a vender ropa suya y de la mujer, se siente autosatisfecho, va
disminuyendo la crítica, disuade a otros enfermos de su curación.
La investigación experimental no descubre serias alteraciones en los procesos cognoscitivos. Sin
embargo, en la prueba "nivel de pretensiones" se encuentra una autovaloración elevada, el sujeto
selecciona siempre problemas complejos a pesar de tener fracasos reiterados.

La reestructuración de la esfera motivacional se vincula directamente con la formación de una nueva


necesidad patológica en este caso la ingestión del alcohol, que pasa a ocupar un lugar rector en la
jerarquía de motivos. El alcohol comienza a ser un motivo independiente, adquiere determinado
sentido personal. Tiene lugar aquel proceso al cual Leontiev llama "el salto del motivo al objetivo",
se forma un nuevo motivo que incita a una nueva actividad y, consecuentemente una nueva
necesidad (de alcohol).

Esta necesidad adquiere una estructura de afición, de vicio, tiene que ser satisfecha de forma directa,
comienza a ser cada vez menos mediatizada.

Aunque el motivo principal que dirige la actividad del enfermo comienza a ser la satisfacción de la
necesidad del alcohol, algunas veces en los enfermos alcohólicos se manifiesta el deseo de trabajar,
la tendencia a la comunicación con los anteriores amigos, el enfermo realiza algunas acciones
dirigidas por la anterior jerarquía de motivos, pero todas estas incitaciones no llevan un carácter
firme.

La reestructuración de la jerarquía de motivos de los enfermos se manifiesta de forma especialmente


clara en el modo de satisfacción de la necesidad del alcohol y en el modo de búsqueda de medios
para su satisfacción.

Los criterios expresados anteriormente lo hemos constatado en nuestras investigaciones con


pacientes neuróticos.

Sólo que la anomalía en la mediatización y estructura jerárquica de motivos no aparece en un


momento dado, en la vida adulta, sino que es resultado de una educación defectuosa en un ambiente
familiar inadecuado, que lleva desde etapas temprana a la formación de una personalidad alterada.

Se expresa una necesidad patológica de afecto que tiene un carácter rector, y que exige ser
gratificada de forma inmediata e incesantemente, en algunas ocasiones, incluso a través de activi-
dades que tienen un carácter social (queriendo destacarse en el estudio, trabajo, etc.)

Esta necesidad autónoma de afecto no se vincula adecuadamente con las tendencias orientadoras,
conscientes de la personalidad.
En la jerarquía motivacional del neurótico las necesidades de afecto, comprensión, apoyo y
seguridad alcanzan una dimensión patológica.

2. Alteración de la función formadora de sentido personal.

La patología de los motivos se puede enfocar desde otro aspecto más: el de la interrelación de sus
funciones incentivadora y formadora de sentido.

Un motivo es "conocido" o "comprensible" cuando no estimula a la acción. Un estudiante sabe que


debe estudiar bien para aprobarlas asignaturas pero no lo hace, porque sus funciones incentivadora y
formadora de sentido son insuficientes.

Sin embargo, en determinadas condiciones los motivos "conocidos" pueden pasar a ser directamente
vigentes, actuantes.

Precisamente esta confluencia de ambas funciones del motivo puede dar a la actividad del hombre
un carácter conscientemente regulado. El debilitamiento y la alteración de estas funciones (la
incentivadora y la formadora de sentido) conducen a alteraciones de la actividad.

Esto se manifiesta en unos casos en que la función formadora de sentido del motivo se debilita, el
motivo se convierte en "conocido" solamente. Así, el enfermo sabe que a los allegados hay que
tratarlos bien; sin embargo, ofende y golpea a su madre.

En otros casos, aparece una reducción, un estrechamiento del círculo de formaciones de sentido.
Esto se expresa en que el motivo, conservando hasta un conocido grado su fuerza incentivadora,
atribuye sentido a un círculo relativamente más pequeño que antes de la enfermedad. Como
resultado, mucho de lo que tenía antes para el enfermo sentido personal (por ejemplo, estudio,
trabajo, amistad, actitud hacia los padres, etc.) lo va perdiendo poco a poco. Como resultado, se
pierde también la fuerza incentivadora del motivo.

En los neuróticos encontramos una estrechez de motivaciones, que ya se evidencia claramente en la


juventud; existe una pobreza de motivaciones sociales, e incluso en comparación con los sujetos
normales también hay menos motivaciones individuales (diversión, contacto sexual, etc.). Están
orientados básicamente por motivos de tipo individual o íntimo personal, siendo los rectores, la
familia (pareja, hijos) y el sí mismo (la salud, el equilibrio psíquico).

3. Alteraciones del autocontrol de la conducta.

Una de las manifestaciones más vivas de la alteración de la personalidad es la alteración del


autocontrol, de la criticidad de la conducta. La alteración de la criticidad de la conducta puede
adquirir distintas formas y aparecer en la estructura de diferentes procesos: del pensamiento, de la
percepción; ella puede expresarse en la valoración incorrecta de la propia personalidad, de sus
acciones, puede manifestarse en forma de acriticidad hacia las propias vivencias psicopatológicas.

Vamos a considerar aquí la alteración de la crítica que consiste en la imposibilidad de actuar


premeditadamente, de revisar sus acciones, de dirigirlas en correspondencia con las condiciones
objetivas de la actividad.

Lo vemos en un paciente esquizofrénico, cuando cometiendo una multitud de errores señaladas por
el psicólogo en el cumplimiento de la tarea "exclusión de objetos", no intenta corregir el error.
Cuando se le señala la equivocación, está de acuerdo, pero no modifica su respuesta. Se hace
imposible provocar una disposición hacia el cumplimiento correcto de la tarea, hacia el producto de
su trabajo.

Otro caso es el de K.N. (enfermo con afección de los lóbulos frontales del cerebro), quien por
recomendación médica comenzó a trabajar en talleres de terapia laboral. Se lanzaba con entusiasmo
a cualquier trabajo, incluso al más pesado. Sin embargo, cumpliendo por indicación tareas aisladas,
nunca se interesaba por los resultados del trabajo en general, no velaba por la calidad del asunto que
cumplía. Frecuentemente, después de comenzar algún trabajo, salía a fumar y luego no regresaba al
taller. También estropeaba el material, no porque él no pudiera utilizarlos, sino a consecuencia de
una actitud irreflexiva, irresponsable hacia el asunto, no se ponía bravo ni se ofendía cuando el
terapeuta o los compañeros le regañaban por su descuido en el trabajo.

Los juicios ilógicos, la seguridad plena en el cumplimiento de la tarea, lo cual conduce a una no
asimilación ni aceptación de la ayuda ofrecida, a la incapacidad de planear y ejecutar un plan de
acción que conduzca a la solución correcta de las tareas, con absurdos y groseros errores en su
cumplimiento, caracterizan la acriticidad de estos pacientes.

4. Alteración de la autovaloración.

La autovaloración en las primeras etapas de la vida depende de la valoración que hacen los adultos,
en particular, de la familia.

En la adolescencia todavía no tiene una fuerza reguladora en el comportamiento pues los


adolescentes toman muy en cuenta la aceptación de su comportamiento por otros. Ya en la juventud
- adultez temprana adquiere una relativa autonomía.

De acuerdo a como un sujeto se valore a sí mismo, sus posibilidades de enfrentar un problema, sus
actitudes hacia las distintas esferas de la vida, esto ejercerá una notable influencia en su
comportamiento.

Hablamos de alteración de la autovaloración cuando no existe correspondencia entre el nivel de


aspiración y los logros o las posibilidades del sujeto para alcanzarlo, o cuando no reacciona
adecuadamente ante el éxito o el fracaso. También es posible determinarla a través de la imagen
demasiado positiva o negativa que el sujeto se atribuya a sí mismo.

A partir de los trabajos desarrollados por Y.A Serebryakova y M.S.Neymark y por el autor, se
pueden establecer varias alteraciones de la autovaloración:

a) Autovaloración exagerada e inadecuada (sobrevaloración).

El sujeto se plantea un nivel de aspiración alto que mantiene a pesar de que no ha tenido los logros
necesarios en su vida o no tiene las posibilidades para alcanzar dichas metas.

En metódicas experimentales como las desarrolladas por Hoppe, se puede considerar la elección
inicial de problemas de máxima dificultad (nivel de pretensión alto), unido a una reacción
inadecuada al fracaso ya que se mantiene resolviendo problemas de igual o superior dificultad al no
resuelto. Cuando fracasa en la solución de los problemas muestra un afecto de inadecuación:
inculpa a otros, se justifica, etc.

En técnicas de autoimagen, como puede ser un diferencial semántico elaborado a tal fin, se ubica
siempre en el paso que indica la presencia de los atributos en su expresión más deseable socialmente.

Se ve con frecuencia en sujetos psicópatas, paranoides e histéricos.

b) Autovaloración disminuida e inadecuada (subvaloración).

El sujeto se plantea un nivel de aspiración pobre, pocas metas, pues cree no tener las posibilidades
para alcanzar éstas u otras metas o bien no es capaz de reconocer los éxitos alcanzados en la vida.
En tareas cognoscitivas, reacciona inadecuadamente ante el éxito, manteniendo un nivel de
aspiración similar o más bajo. Ante el fracaso, reacciona inculpándose, con colorido emocional
deprimido.

En metódica, como las de Dembo-Rubinstein tienden a ubicarse en los puntos más bajos de los
diferentes atributos, considerándose nada o poco inteligente, etc.

Se encuentra de forma evidente en depresiones de diversos tipos.


c) Autovaloración inestable.

Se puede observar cuando hay una fluctuación de la autovaloración en el tiempo o cuando en un


momento dado el sujeto se subvalora en algún sentido y se sobrevalora en otro.

Se ve en sujetos con trastornos de personalidad descompensados, en neuróticos.

d) Incapacidad para la autovaloración.

Se puede establecer esta categoría cuando en la metódica nivel de pretensiones no se encuentra una
dependencia de la tarea seleccionada con el éxito o fracaso de la tarea anterior. No se forma ningún
nivel de aspiración, no se establece una adecuada autovaloración de las potencialidades de los
sujetos. Las declaraciones de los enfermos no presentaban colorido emocional y no expresaban
molestias cuando el psicólogo hacía hincapié en sus fallos.

Puede ser reconocido además cuando el sujeto refiere de forma directa qué no sabe como es, que
nunca ha pensado sobre ello.

Esta alteración puede encontrarse en afecciones orgánicas cerebrales, algunas formas clínicas de
esquizofrenia, en el retraso mental.

En las investigaciones realizadas con pacientes neuróticos hemos constatado una marcada
discrepancia entre el nivel de pretensiones y el nivel de logros, que se expresa fundamentalmente,
por la tendencia a situar su nivel de aspiraciones muy por encima de su nivel de posibilidades reales,
lo que indica una autovaloración inadecuada. Hay una tendencia a la subvaloración en los atributos
salud, confianza en sí mismo y felicidad y a la sobrevaloración en carácter, relaciones sociales y
aspiraciones en la vida.

5. Alteraciones de la perspectiva temporal.

La forma en que se proyecta la personalidad en el tiempo constituye otro de sus mecanismos


autorreguladores.

En los sujetos normales la proyección presente -futuro positiva resulta sumamente frecuente. En toda
enfermedad mental siempre se altera la dimensión temporal. Por ejemplo, los pacientes psicóticos
viven proyectados generalmente hacia el presente inmediato con una carga de indiferencia afectiva,
depresión u otro estado psíquico desagradable.
Los pacientes neuróticos están proyectados al pasado conflictivo con repercusión en el presente,
siendo pobre la proyección al futuro, lo cual se hace evidente por la ausencia o vaguedad de los
planes trazados para el futuro. Esto ha sido examinado en técnicas indirectas como el Cuestionario
de la figura humana,
las historias de la Prueba de Información Reveladora (PIR) y en directas, como la entrevista.

6. Percepción conflictiva de la realidad.

Si bien ha sido planteada a partir de nuestra experiencia con sujetos neuróticos, presumimos que se
debe dar en cualquier enfermedad mental.

En la neurosis se expresa como una incapacidad para el enfrentamiento de los conflictos, los cuales
no se solucionan, vivenciándolos el sujeto intensamente, creándole estados de tensión, infelicidad,
depresión, etc. Existe, por otro lado, la creación de conflictos a partir de la personalidad patológica.
Aparecen tanto conflictos intrapsíquicos como "externos", (divergencia de opiniones, normas, etc.,
con otras personas), entre las que se destacan los conflictos: entre la necesidad de afecto y el rechazo
a las personas, entre el deseo y el deber, entre las necesidades a resolver y la pobre
autodeterminación personal para satisfacerlas.

Ha sido diseñado un sistema de metódicas para la exploración de los conflictos en la neurosis.

7. Alteraciones en la regulación consciente del comportamiento.

Se denomina también prevalencia de la motivación inconsciente.

El equilibrio de la personalidad sana consiste, tanto en el predominio y poder integrador de la


conciencia, como en su armonía y correspondencia con las determinaciones psíquicas inconscientes.

La línea divisoria entre lo consciente y lo inconsciente es inestable, cambiante, dinámica, y existe


una interacción dialéctica que incluye la mutua inhibición es decir, antagonismos, sobre todo en caso
de estrés emocional y en la neurosis, y relaciones de cooperación y subordinación, que son la base de
diversas formas de comportamientos adaptativos normales.

En la neurosis existe una pobre autodeterminación consciente, dada por la reducción y jerarquía
inferior de las tendencias orientadoras dentro de la esfera motivacional. La motivación inconsciente
juega un importante papel en la determinación de la conducta y la sintomatología.

Estas tres últimas alteraciones planteadas por el autor complementan la clasificación brindada por
Zeigarnik y han sido consideradas por primera vez en sujetos neuróticos.

Todas las alteraciones de los mecanismos de autorregulación de la personalidad han sido


encontradas en sujetos neuróticos, habiéndose considerado el desarrollo de estas alteraciones en el
transcurso de la historia vital.

Hemos planteado tres grados de desorganización de la personalidad neurótica considerando el grado


en que se encuentran las alteraciones mencionadas.

La neurosis implica dos aspectos íntimamente relacionados; (a) la presencia de alteraciones en la


personalidad, (b) la presencia de síntomas. Las alteraciones de la personalidad han incidido en la
presentación de síntomas, a su vez, éstos agravan aún más dichas alteraciones.

En todas las formas clínicas se observa un desarrollo neurótico de la personalidad, habiéndose


constatado características específicas en el desarrollo anómalo de la personalidad en los sujetos que
presentan neurosis histérica, obsesivo -compulsiva y depresiva.

PARTE II- TECNICAS PARA DETERMINAR LAS ALTERACIONES


PSIQUICAS

Introducción

El análisis de los fenómenos psicopatológicos se ha realizado tradicionalmente por el método de la


observación y la entrevista a los enfermos y es que la naturaleza de la psiquis es tal que se consigue
establecerla ante todo con estos métodos. Pero ha llegado el momento que en el análisis de los
fenómenos psicopatológicos, los métodos de interrogatorio y observación sean complementados con
el experimento, que da la posibilidad de ir de la descripción del fenómeno (constatación de la
alteración) al análisis de las causas y mecanismos de las formación de síntomas (o sea, su
explicación).

Claro está: la descripción exacta y detallada de los síntomas psicopatológicos ha sido una etapa
completamente imprescindible del devenir de los conocimientos psiquiátricos. Pero en el tránsito
hacia el conocimiento de la esencia y de las causas de uno u otros síntomas no son suficiente las
descripciones; es necesario "examinar" el fenómeno psicopatológico, ejercer influencia sobre él,
esclarecer en qué condiciones él puede ser eliminado, incrementado o provocado. Esto significa que
es necesario, imprescindible, investigar experimentalmente cada síntoma.
Algunos psiquiatras han intentado esquivar esta etapa y buscan las causas de los síntomas
psicopatológicos solamente fuera de los psíquico, en aquellos niveles de estructura y funciones del
organismo que son objeto de otras ciencias (bioquímica, patomorfología, patofisiología, etc).

Los síntomas de los trastornos psíquicos no están siempre directamente condicionados por la
etiología de la enfermedad. La ansiedad como síntoma central de un trastorno neurótico puede estar
condicionada por factores tan disímiles, que resultaría difícil concebirlos como patógenos de un
mismo sindrome ansioso.

Por la especificidad de la clínica psiquiátrica, el experimento debe ser peculiarmente diferente al del
hombre sano:

- las instrucciones deben ser muy sencillas y "elaboradas" acorde al objetivo específico que el
experimento cumple;

- debe considerar siempre la actitud del enfermo hacia la prueba (recelo, timidez, etc.), así como los
síntomas (negativismo, depresión, alucinación, etc.), que pueden obstaculizar la expresión de un
fenómeno psíquico que se pretende modelar;

- se caracteriza por la multitud, por la gran cantidad de metódicas a aplicar, ya que con una sola
metódica resulta imposible juzgar plenamente sobre una u otra forma o nivel de la alteración. El
proceso de disolución de la psiquis no transcurre en un solo estrato;

- resultará necesario también una argumentación de las modificaciones de las tareas y de las
condiciones en las que se realizan;

- particular meticulosidad del registro del experimento;


- la alteración de la actividad psíquica del enfermo es frecuentemente inestable, no persistente;
existe mejoría o agravamiento de la alteración;

- debe reflejar no sólo la estructura de las formas alteradas de la actividad psíquica del enfermo, sino
de las funciones que quedan conservadas.

Todo esto le da un carácter individualizado al experimento con enfermos diferente al experimento


con sujetos sanos.

Sin embargo, cuando nos referimos al experimento, no siempre nos estamos refiriendo a un
procedimiento experimental concreto, a una metódica sino a un conjunto de procedimientos
estructurados convenientemente para la evaluación de una u otra forma de alteración de la actividad
psíquica.

Cualquier metódica es experimental siempre que:

1. Modele la actividad psíquica deseada.


Ej. Se puede modelar la síntesis, la generalización, la jerarquía de motivos, etc, para valorar las
posibles alteraciones.

Este modelo debe ser dado de tal modo que el núcleo que se investiga, que se quiere provocar, no
dependa de las intenciones del enfermo, por lo que muchas veces el propósito tendrá que ser
encubierto.

2. Permita el análisis de la actividad psíquica de los enfermos. Lo más importante son aquellos
índices que testimonian sobre el modo de realización de las tareas, sobre el tipo y carácter de los
errores, sobre la actitud del enfermo frente a sus errores y observaciones críticas del psicólogo.
Se debe dar ante todo una caracterización cualitativa de la desintegración o disolución de la psiquis,
lo cual no niega la interpretación cuantitativa de los datos.

3. Se registre de forma exacta y objetiva los hechos, todas las acciones del enfermo, todas las
intervenciones del psicólogo, por lo que es indispensable llevar a cabo un protocolo.

4. Pueda variarse la tarea (su orden, complejidad, etc.), así como la situación en la cual se realiza.

Aunque las metódicas experimentales son necesarias para la explicación de un síntoma, de los
mecanismos psicológicos internos alterados que subyacen detrás de él, dejan de ser rectoras cuando
se evalúa el desarrollo de una alteración, donde métodos como el análisis psicológico de la historia
vital y de la enfermedad ocupa el lugar cimero.

Otros medios complementarios utilizados son: la entrevista, la observación, el informe de vivencias,


la autobiografía y el diario, etc.

Si bien utilizamos tests psicométricos en nuestra práctica clínica, éstos deben ser interpretados con
cautela, conociendo las bases teóricas de la que parten y asignándoles un papel complementario en la
evaluación.

El términometódica lo hacemos sinónimo de técnicas. Cualquier técnica de carácter cualitativo,


incluso proyectiva, puede ser considerada experimental (a la luz de este enfoque) siempre que
cumpla con las características antes expuestas.
2.1 TECNICAS PARA EVALUAR LA ESFERA PERCEPTUAL Y LA ATENCION.

- Observaciones metodológicas introductorias


- Percepciones auditivas
- Búsqueda de los números
- Conteo
- Pruebas de conmutación
- Prueba de simultaneidad de los signos

Observaciones Metodológicas Introductorias.

Revisaremos previamente algunas cuestiones metodológicas generales.

La descripción de cada metódica constará de 4 partes. En la primera parte señalaremos la tendencia


predominante de la técnica o metódica, la posibilidad del enfoque complementario de sus datos y
breves informaciones sobre las fuentes de su surgimiento (llamaremos convencionalmente a esta
parte "caracterización general". La segunda parte contiene los señalamientos acerca de los aparatos
o medios audiovisuales necesarios para la realización de la experiencia, lo que debe preparar el
experimentador antes de comenzar el experimento y también las indicaciones que limitan la
aplicación de una metódica dada ("material"). En la tercera parte está la descripción del orden de
realización del experimento, las instrucciones y algunas orientaciones acerca de cómo hay que llevar
el protocolo del experimento ("procedimiento y registro"). En la última y cuarta parte se dan las
indicaciones que se refieren a la interpretación de los datos experimentales ("interpretación").

En la realización del trabajo experimental hay que tener en cuenta algunos consejos metodológicos:

1) Protocolización: los protocolos de las experiencias deben ser llenados en el momento de su


realización; no se debe aplazar esto. Quizás no queden así tan completos y cuidadosos como se
quisiera, pero en cambio serán mucho más veraces y exactos. Con la adquisición gradual del
hábito se perfecciona este trabajo.

2) Formas de ayuda. En el proceso de ejecución de las tareas experimentales el experimentador


formula preguntas y le ayuda al sujeto a ejecutar correctamente la tarea. Las formas de esta
ayuda pueden ser muy diversas y suelen agruparse en 3 tipos o fases.

Ayudar es incluso volver a preguntar, es decir, la petición de repetir una u otra palabra, ya que esto
llama la atención del enfermo hacia lo dicho o hecho.

Otro tipo de ayuda es la aprobación de las acciones del enfermo y la estimulación, por ejemplo, con
las palabras "bien, adelante". Ayuda pueden ser las preguntas acerca de por qué el enfermo hizo una
u otra acción, ya que tales preguntas ayudan al enfermo a precisar las propias ideas. La ayuda más
significativa la constituyen las preguntas alusivas o las objecciones críticas del experimentador (a
un primer nivel).

El siguiente nivel de ayuda es la sugerencia, el consejo para que actúe de uno u otro modo. El
experimentador puede mostrar al enfermo como actuar y pedirle que repita individualmente esa
acción (segundo nivel).

Y por último, se puede recurrir a una prolongada enseñanza al enfermo acerca de cómo hay que
realizar la tarea (tercer o último nivel de ayuda).

En la descripción de las distintas técnicas que estudiaremos se citan las indicaciones de los tipos de
ayuda que son convenientes en esta tarea. La elección de los procedimientos adecuados de ayuda es
una de las partes más difíciles del trabajo experimental, esto requiere gran experiencia y calificación.
Las reglas generales por las que hay que guiarse aquí consisten en lo siguiente:

a) antes de recurrir a la demostración y la enseñanza hay que cerciorarse si resultan suficientes los
tipos más fáciles de ayuda.

b) el psicólogo no debe ser hablador o ser en general extraordinariamente activo; su injerencia en el


curso del experimento, es decir, en el trabajo del enfermo tiene que ser reflexiva, limitada, no
frecuente;

c) cada acto de injerencia (ayuda) debe ser introducido en el protocolo (al igual que las reacciones
de respuesta y las manifestaciones del sujeto).

3) Análisis de los datos experimentales: es la tarea de mayor dificultad.

Es importante saber delimitar las manifestaciones patológicas de la actividad psíquica, de las


particularidades de la psiquis, relacionadas con las propiedades individuales de la personalidad del
enfermo o de la actitud incorrecta ante la investigación. Para evitar errores es conveniente que el
experimentador, en primer lugar, adquiera experiencia personal en personas psíquicamente sanas, y
luego estudie los datos experimentales que obtenga en la investigación de enfermos, comparándolos
con los datos clínicos. Antes de la investigación el psicólogo debe estudiar minuciosamente la
historia de la enfermedad del paciente, incluyendo los últimos partes diarios, y analizar los hechos
experimentales con gran discreción y cuidado.

En las primeras etapas de la introducción del trabajo experimental hay que evitar ante todo los
enfoques arbitrarios y poco fundamentados. Por eso, al hacer cierta deducción de los datos
experimentales obtenidos, hay que registrar obligatoriamente aquellos hechos (acciones o palabras
del paciente) que conducen a la misma. También resulta útil comprobar esta deducción con ayuda
de otras metódicas repitiendo la investigación.

Percepciones auditivas.

Caracterización general: Esta metódica se utiliza para investigar si los enfermos distinguen la fuente
de los sonidos débiles y también para provocar y estudiar las ilusiones auditivas que tienen a veces
los enfermos en el proceso de audición prolongada de sonidos débiles.

Material: Para realizar el experimento es necesario una grabadora, montada especialmente de forma
tal que su reproductor se encuentre en una habitación lo más silenciosa posible, es decir, aislada del
ruido exterior, y un aparato fonográfico con casetes, en otra. Además, en la cinta de uno de los
casetes deben estar precisamente grabados los sonidos. Se graban los siguientes sonidos: el susurro
de las páginas de un libro que se hojea, el murmullo del agua (cuando se insufla aire en ella a través
de un tubito), el sonido del rodaje de bolas de madera sobre madera, la caída de granos en un plato,
el ruido de la lluvia, la fricción de dos platillos metálicos, etc. La duración de le resonancia de cada
ruido es de 55 segundos, luego un intervalo de 5 segundos antes del sonido siguiente. En los últimos
10 minutos se ofrece otra selección: sonidos breves -de 3 a 5 segundos -, exactamente diferenciables
atendiendo a la fuente material: el sonido de la tos, la caída en el piso de unos cubos de madera, el
sonido de un cristal, un silbido, un cuchicheo, el sonido de agua que se derrama, un sollozo, la
llamada a una puerta, el canto de un pájaro, suspiros, etc. Los intervalos en estos sonidos son arrít-
micos, a un promedio de 30-57 seguidos de un silencio casi absoluto. La duración de toda la
selección de sonidos es de cada 25 minutos.

Procedimiento: La investigación se realiza como un tipo de comprobación de sonido. La habitación


debe estar en silencio y nadie más que el experimentador; no debe haber un oscurecimiento total (el
experimentador debe tener la posibilidad de escribir). Al paciente se le pregunta si ha oído bien y
luego se le dice: "Ahora comprobaremos su audición. En esta habitación se oirán sonidos débiles.
Escúchelos con atención y dígame en voz baja todo el tiempo si los oye. Si es difícil el dice entender
lo que oye precisamente, diga aunque sea aproximadamente a qué se asemeja el sonido, qué le
recuerda, pero trate de definir lo más exactamente posible el sonido. Es necesario escuchar durante
largo tiempo. Siéntese cómodamente y tápese los ojos con las manos y entonces oirá mejor". Si el
paciente se opone o consiente de mala gana en taparse los ojos, no es necesario forzarlo. Solo lo hay
que preocuparse porque el paciente se siente cómodamente. Resulta conveniente que el paciente se
siente en una butaca suave. Después de esto el auxiliar de laboratorio conecta la grabadora en el
local vecino, es decir, comienza la experiencia. El protocolo se confecciona en un papel
especialmente rayado, de forma que frente al lugar que designa cierto sonido el experimentador
escriba en la columna vecina todas las manifestaciones del enfermo. Si el enfermo calla, el
experimentador le pregunta en voz baja: "Y ahora qué se oye? Y ahora ?" Tales preguntas se anotan
en el protocolo con signo de interrogación. El experimentador no pronunciará otras palabras y
formulará preguntas con la menor frecuencia posible. Como resultado, el protocolo tendrá la
siguiente forma

Sonidos Nombre Fecha

Expresiones del enfermo Interferencias

Hojeo ................. Es como si un ratón estu-


viera royendo...ruido...(?)
Es como si fueran golpes
suaves en un metal.

Guglú El agua se derrama.


La tetera hierve.

(Se indica con puntos suspensivos el silencio prolongado


del paciente).

Interpretación: La aplicación de la metódica dada puso de manifiesto los siguientes hechos (de
acuerdo a la experiencia de S. Ia. Rubinstein). Al tratar de diferenciar la fuente material difícilmente
reconocible de los sonidos, tanto las personas sanas como las enfermas asociaban inicialmente estos
sonidos con aquellos a que estaban acostumbrados por su experiencia profesional o de la vida. En
los segundos siguientes las personas sanas pasaban a una descripción hipotética más o menos obje-
tiva de estos sonidos: hablaban de la fricción del metal, del susurro del papel, del gluglú, etc.

De otra forma ocurrió el proceso de las percepciones auditivas en los sujetos sometidos a prueba
durante los estados reactivos de carácter histérico. Al inicio de la audición de los sonidos, ellos, al
igual que las personas sanas, asociaban los sonidos audibles con los acostumbrados para ellos por su
experiencia profesional o cotidiana de los sonidos. En los segundos y minutos siguientes los
enfermos no rectificaban sus interpretaciones, como lo hacían las personas sanas, no precisaban las
características de los sonidos, sino que por el contrario, se adherían completamente a la situación
recordada por ellos y comenzaban a percibir ilusoriamente los sonidos.
Así, un bombero de profesión, a partir del décimo minuto del experimento, percibía todos los
sonidos como una escena de extinción del incendio, "oía" como lloraban las víctimas del incendio,
como rompían la pared con una barra o inundaban el fuego con el agua de una manguera. Debido a
la emoción el paciente se quedó ronco y perdió la voz durante el experimento.
Una de las pacientes reconoció en el sonido de un cristal las campanas de una iglesia y dejándose
caer de rodillas oró con dedicación. Otro paciente tomó el susurro de un papel por el fuego de una
ametralladora, gritaba y daba órdenes. En el débil sonido de un sollozo muchos reconocían las
voces de sus allegados y emocionándose exigían una entrevista inmediata con ellos.

Los recuerdos de ciertas situaciones del pasado, escenas profesionales o cotidianas, que se
manifiestan en estos enfermos de histeria, por asociación se volvían vivencias de carácter actual para
ellos. Estas vivencias los envolvían a tal punto que todos los estímulos acústicos no podían ser
valorados objetivamente por ellos.

Durante los estados depresivos de los enfermos con un fondo de patología vascular se pone de
manifiesto la imposibilidad de diferenciar la fuente material de los sonidos a pesar de una audición
normal. Los pacientes describían los sonidos audibles, señalaban correctamente que el sonido se
hacía más bajo cesaba, pero no podían reconocerlo. Esta imposibilidad de reconocer el sonido se
manifiesta claramente al final del experimento, cuando de vez en cuando resonaban sonidos
absolutamente precisos de tos, cuchicheo y sollozos.

La siguiente observación se refería a los enfermos en los que los clínicos habían constatado antes de
la investigación un síndrome alucinatorio - paranoide (de origen reactivo). En el proceso de
audición de los sonidos se observaba en estos enfermos la alternación de su correcta percepción,
principalmente con la disminución alterada de las alucinaciones verbales.

Así, por ejemplo, durante la investigación una enferma describía inicialmente con objetividad los
sonidos y luego, al percibir los sonidos del hojeo de las páginas de un libro, comenzaba a pro-
nunciar palabras al ritmo del silbido del papel: "Tú ruin",..."tú ruin"..., "tú ruin"...,"a tí",..."a tí"...-así
hablan ellos". En los sonidos siguientes también se alternan en las respuestas de la enferma las
descripciones de estos sonidos con la repetición de palabras oídas alucinatoriamente. Llama la
atención la dependencia de estas palabras de los sonidos que acontecen realmente o de los oídos por
ella. Así, por ejemplo, resuenan los sonidos de golpes en un cristal ("el sonido de una campana").
La enferma lo describe así: "Un sonido, precisamente en la catedral, invita a misa en la iglesia
luterana...Tañen en el cementerio". Luego el siguiente sonido "fábrica de relojes". La enferma
responde así: "Alguien dijo que yo me encuentro en el cementerio".

Muchos sujetos sometidos a prueba toman el sonido de la caída de objetos de madera sobre una
mesa por el disparo y en realidad un disparo oído desde lejos tiene cierta semejanza con este sonido.
La enferma M., después de oír este sonido sonrió y dijo: "Cierto grito de bandido... como si hubiera
dicho "detente". La siguiente era la palabra "18", que la enferma también reprodujo como la palabra
"detente".

En el enfermo T., que sufría de alucinosis reactiva acompañada también de una imprecisa y confusa
descripción de los sonidos, se observaba la transferencia de las percepciones acústicas en alucinosis
verbales. Así, por ejemplo, al sonido del murmullo del agua el enfermo repetía las palabras oídas por
él "vamos, nademos", y en respuesta a la pregunta del experimentador: ")Qué significa esto?, explicó
impasiblemente: "Así se oye...cierta persona invita a alguien".

Los ejemplos citados no dan aún base para la explicación de los mecanismos de las alucinaciones
verbales que se observan. Sin embargo, la dependencia de las palabras, que los enfermos habían
oído, de los sonidos reales reproducidos por la grabadora, se puso de manifiesto bastante claramente
en esta serie de experimentos. Tuvo lugar la transformación de la imagen acústica en verbal.

En los enfermos que habían sufrido alucinación verbal, tanto en la esquizofrenia como en las
psicosis alcohólicas, se descubría la mala calidad de las percepciones auditivas. Esto se podía
establecer atendiendo a los siguientes rasgos:

Los enfermos no identificaban una gran cantidad de sonidos, incluyendo los más claros y definidos.

La identificación insuficiente o errónea de los sonido estaba acompañada con frecuencia de la


pobreza y homogeneidad de las hipótesis. "Cierto susurro", "cierto ruido", declaraban los enfermos
en relación con todos o casi todos los sonidos consecutivos.

La deficiente identificación de la fuente material de los sonidos estaba acompañada de la


localización errónea de su fuente: los enfermos los oían por la ventana, detrás de sí, por encima,
señalaban las más diversas direcciones, de dónde parece que llegaban los diferentes sonidos.
Juntos con los rasgos de semejanza tuvieron lugar también diferencias.

En los enfermos que sufren diferentes episodios psíquicos de génesis alcohólica, durante el
experimento se observaba claramente un manifiesto metaforismo de las percepciones. En algunos
casos las percepciones auditivas se acompañaban de engaños visuales; los enfermos "veían" en la
pared del reproductor de la escena visiones que correspondían por el contenido a aquello que ellos
oían. Esto no se observaba en el caso de la esquizofrenia.
En muchos enfermos de esquizofrenia, surgida sobre una base modificada orgánicamente, con el
síndrome de alucinosis verbal, el experimento provocaba un notable reforzamiento de las aluci-
naciones verbales.
Así por ejemplo, según los datos de la observación clínica podría suponerse que la enferma tenía
distintas alucinaciones verbales raras y fragmentarias (la enferma contaba que había oído las
palabras "te vamos a dar, te vamos a dar"). Durante el tiempo del experimento, especialmente al
final del mismo, junto con la descripción de los sonidos la enferma "oye" y reproduce muchas
ordenes alucinatorias: "vamos a casa", "limpia el piso", "a bañarse", "muñeca", etc.

Algunos enfermos reproducían palabras y frases que ellos habían percibido erróneamente, otros
intervenían en la conversación con un locutor hipotético, le respondían o simplemente reaccionaban
a la réplica de contenido desagradable.

Así, una enferma pronunciaba con admiración: "No, no, gracias, rehusamos", Ella respondía,
volviéndose en dirección del reproductor: "En el planeta más alto", -y explicaba al médico: "Pre-
gunté como lo trasladaron a usted". A veces los enfermos, al prestar atención, se negaban a repetir
las palabras , explicando que eran indecentes.

La enferma E. oyó (entre sonidos que ella diferenciaba mal) como una voz masculina dijo:
Sosténganla una hora entera" y, después de repetir esta palabra, se volvió hacia el experimentador
con la pregunta de si era cierto o no.

La otra enferma O., que sufría de alucinaciones verbales, pero en el período del experimento se
había librado de ellas y en los días anteriores se refería críticamente a las mismas, poco tiempo
después del comienzo del experimento declaró: "Oigo voces lo mismo que antes" -y explicó que
conversaba con ella igual que antes, "cadáveres y abortos". Después de terminarse la investigación y
también en los días siguientes no se observaron alucinaciones.

De esta forma, la metódica experimental descrita permite establecer diferente formas de asociaciones
alteradas entre los estímulos acústicos y las ideas que surgen en los enfermos.

Hay que señalar especialmente el papel de la audición de los estímulos débiles en la provocación de
ilusiones auditivas. Sólo con la sobrecarga funcional del analizador auditivo se puede explicar
semejante tipo de observación como la intensificación de las ilusiones auditivas al final de los
experimentos y también el surgimiento de las ilusiones auditivas en personas que no las padecían
anteriormente.

Búsqueda de números.

Caracterización general: Esta metódica adoptada de la psicología del trabajo (las así llamadas Tablas
de Shultz) tiene gran aplicación en el campo de la patología. Puede ser utilizada para la
investigación del ritmo psíquico, más exactamente para descubrir la velocidad de los movimientos
de orientación y búsqueda con la vista, y la investigación del volumen de la atención (en relación
con los estímulos visuales).

Material: Para la realización del experimento hay que tener cinco tablas con una dimensión de 60
cm. x 60 cm. con números escritos en ellas del 1 al 25 en desorden. En cada una de las cinco tablas
los números están colocados en diversa forma. Además, es necesario un cronómetro y un pequeño
puntero de unos 30 cm. aproximadamente. La experiencia se puede realizar con los enfermos que
tengan no menos de un cuarto grado de escolaridad.

Procedimiento: Al enfermo se le muestra fugazmente la tabla, acompañando esta acción con las
palabras: "En esta tabla los números del 1 al 25 no están dispuestos en orden". Además, la tabla se
tapa, es decir, se pone sobre la mesa con los números hacia abajo y se continúan las instrucciones:
"Ud. señalará con este puntero y nombrará en voz alta todos los números en orden del 1 al 25. Trate
de hacer esto lo más pronto posible, pero sin equivocarse. ¿Entendido?". (Si el enfermo no
comprendió, se explica de nuevo, pero sin destapar la tabla). Luego el experimentador pone al
mismo tiempo la tabla directamente ante la cara del enfermo verticalmente a una distancia de 70-75
cm. de él y, poniendo a funcionar el cronómetro, dice: "Comience".

Mientras el enfermo señala y nombra los números, el experimentador observa la corrección de sus
acciones y cuando el enfermo nombra el número "25", el experimentador detiene el cronómetro.
Después de la primera tabla, sin otras instrucciones complementarias se le propone al enfermo
buscar de la misma forma los números en la segunda, tercera, cuarta y quinta tablas.

El protocolo de la experiencia adquiere la forma siguiente:

Tabla Tiempo en segundos Observaciones


1
2
3
4
5

En las observaciones debe señalarse si el enfermo busca uniformemente los números o si de vez en
cuando no puede encontrar alguno durante largo tiempo.

Interpretación: En la valoración de los resultados se toman ante todo las diferencias en la cantidad de
tiempo que el enfermo emplea en la búsqueda de los números de una tabla. Estas diferencias pueden
ser notables. Los jóvenes psíquicamente sanos emplean de 30 a 50 segundos en la tabla, con más
frecuencia de 40 a 42 segundos.
Al valorar los resultados, según Bleijer, puede calcularse la cantidad de números, encontrados por el
sujeto cada 30 segundos, o el tiempo que utiliza para encontrar cada 5 números.
Según los datos de V.A Vasilieva, los enfermos con manifestaciones clínicas significativas de
arterioesclerosis del cerebro emplean hasta 2-3 minutos en una tabla. Sin embargo, los enfermos no
emplean un tiempo tal porque busquen lentamente. De acuerdo a esta investigación, los enfermos de
esclerosis buscan los números tan rápidamente como las personas sanas, pero el alargamiento del
tiempo total está determinado por distintas demoras "casuales". Así, por ejemplo, el enfermo
nombra y señala una serie de números con una velocidad de 1 -1 1.2 segundos, por número y
después, de repente, de ninguna manera puede encontrar cierto número, mira al parecer directamente
hacia él y no lo ve, incluso le confiesa al experimentador que este número no está en la tabla.

Tales pausas, se explican por un breve estado de inhibición de defensa de las células corticales del
analizador visual de los enfermos (los enfermos miran, pero no ven los números). Para el
experimentador son bien perceptibles tales pausas. Las mismas le dan base para sacar una
conclusión sobre la irregularidad del ritmo de la actividad psíquica propia de los enfermos
vasculares. La demora del ritmo de búsqueda de los números se observa en la epilepsia.

En las enfermedades que provocan alteraciones de la esfera de los nervios oculo-motores también se
observan dificultades en la búsqueda de números y el aumento general del tiempo de la búsqueda de
números por tabla. Un aumento notable del tiempo de la búsqueda de números en las últimas tablas
(cuarta y quinta) evidencia la fatiga del enfermo, mientras que la aceleración pone de manifiesto una
lenta asimilación, el individuo no se "inmerge" con plenitud en la tarea.

V.M. Bleijer concede especial importancia a la "curva de agotamiento" que puede construirse
gráficamente sobre la base de los resultados de la prueba, ya que según ella puede objetivamente
observarse el carácter de la astenia del enfermo. Así, ante la variante hiperesténica de la astenia, la
curva de rendimiento según las tablas de Shultz (como en el cálculo de Kraepelin) se caracteriza por
un alto nivel inicial, una brusca caída y tendencia al regreso a los indicadores de partida. Ante la
forma hipoesténica de la astenia la curva de agotamiento se distingue por un nivel de partida bajo y
una constante e inquebrantable disminución de los indicadores de la actividad del enfermo, sin osci-
laciones evidentes en el sentido de mejoramiento.

La revelación de tal tipo de curva puede no sólo tener significado clínico diagnóstico, sino que se
utiliza con fines pronósticos. La forma hiperesténica de astenia en relación al pronóstico es más
favorable que la hipoesténica. El descubrimiento en el mismo enfermo de cambios de la forma
hiperesténica de la curva de agotamiento a la hipoesténica puede considerarse como signo de
empeoramiento, de progresividad de la enfermedad y, en particular, facilita la definición de la
astenia arterioesclerótica de los estados asténicos psicógenos y somatógenos que se observan en la
edad madura.

A veces, en trastornos manifiestos de la atención activa el enfermo comete errores determinados en


el trabajo: omite algunos números aislados, muestra uno en lugar de otro que externamente se parece
(por ejemplo, 8 en lugar de 3). La combinación de la atención alterada y un agotamiento
incrementado se manifiesta en el aumento de la cantidad de errores en la búsqueda de números en
cada tabla consecutiva. Algunos enfermos cometen errores de tal tipo: el número buscado de un sólo
dígito lo muestra en uno de dos dígitos, del cual forma parte. Así, por ejemplo para mostrar el
número 2, el sujeto encuentra la cifra 2 en los números 12 ó 22. A veces, ante la presencia de
debilidad mental esto transcurre por una comprensión inexacta de las instrucciones, por esto,
después de una explicación complementaria de las condiciones de cumplimiento de la tarea por el
investigador es posible lograr la superación de este error. Ante una conducta intencional del sujeto,
la instrucción complementaria no cambia la situación y al revés, puede provocar réplicas en el
sujeto: "¿Y esto acaso no es un 2? Ud. pidió encontrar los números y yo los encontré".

Las tablas de Shultz poseen igual grado de dificultad, casi no se recuerdan, gracias a lo cual en el
proceso de investigación es posible utilizarlas repetidamente. Es decir, no hay necesidad de cambiar
las tablas, se pueden utilizar las mismas tablas por primera, segunda y, si es necesario, por tercera
vez.
CONTEO

Caracterización general:

Este procedimiento experimental, también propuesto por E.Kraepelin, se utiliza desde hace tiempo
en la clínica psiquiátrica para la revelación del hábito del cálculo, la estabilidad de la atención y
también el grado de dificultad de los procesos intelectuales de los enfermos.

Material: Para la realización de la experiencia es conveniente tener un cronómetro.

Procedimiento: En dependencia del nivel de escolaridad y del estado psíquico del enfermo, el
experimentador le propone una de las tareas siguientes: sustraer 17 de 200 ó 13 de 200 ó 7 de 30,
etc. Al enfermo se le propone, por ejemplo, sustraer 7 de 100, nombrando cada vez sólo las
diferencias, es decir, sin repetir "sustraer siete". El enfermo debe de esta forma nombrar 93, 86, 79,
etc. El experimentador escribe todos los números nombrados por el enfermo y las opiniones
incidentales, incluyendo las alteraciones de las instrucciones, es decir, incluyendo aquellos casos en
que el enfermo "razona en voz alta" y pronuncia: "sustraer 7 de 93, queda 86", etc. De esta forma, si
el enfermo se demora o se queda callado, el experimento continúa poniendo rítmicamente puntos. El
protocolo del experimentador puede llegar a tomar el siguiente aspecto:

100-7 - 93... 86... 79... 72... 67..... 60... 63.......53, etc.

Interpretación: La interpretación de los resultados de esta investigación puede ser correcta sólo
cuando la tarea según la dificultad corresponde al nivel de escolaridad del enfermo (es muy
importante tener esto en cuenta). En este caso el análisis de los errores revela lo siguiente: 1) las
dificultades y la lentitud del ritmo al contar pasando las decenas (por ejemplo, 93..... 86 con la
sustracción de 7) con una uniformidad general del cálculo: evidencian la dificultad de la actividad
intelectual; 2) la lentitud del ritmo al final del cálculo: el índice de fatiga del enfermo; 3) los errores
con la omisión de las decenas (por ejemplo, 86...69, ó 62...45 con la sustracción de 7: evidencian el
debilitamiento de la atención; 4) la actitud muy característica del enfermo, ante los errores
cometidos. Habitualmente si la tarea es un tanto difícil para él, al efectuar el cálculo, pregunta todo
el tiempo si el número es correcto: algunos enfermos no preguntan, pero observan de forma
expectante la expresión facial del experimentador, tratando de captar si ellos han cometido algún
error. Sólo queda al experimentador fruncir el ceño o volver a preguntar al enfermo cuál él nombró,
para que enseguida el enfermo caiga en la cuenta y rectifique su error.
Otra actitud completamente distinta frente a sus respuestas se observa en los enfermos con
disminución de la crítica. Tales enfermos cuentan a veces de 100 hasta 7 de la forma siguiente:
100,93, 86, 76, 66, 56..., y si incluso el experimentador interroga de nuevo al enfermo en este
momento: "¿Cuánto ud. sustrae?", el enfermo puede responder imperturbablemente "7" y continuar
más adelante: 56...46...36, etc. V.M. Bleijer señala en los casos de errores con crítica insuficiente
son frecuentes en las P.G.P. 5) a veces los errores de los enfermos evidencian fluctuaciones groseras
de la atención que limitan con obnubilaciones de la conciencia. Así, por ejemplo, el enfermo cuenta
desde 30 hasta 3 de la forma siguiente: 27, 24, 11, 14, 17, 21, 18, 15, 12, 9.

Si el enfermo efectuó incorrectamente el cálculo, se le puede proponer efectuar repetidamente la


misma tarea. Cambiando los números de partida para el cálculo, se puede utilizar esta metódica
repetidamente (cuando hay necesidad de valorar los cambios de estado de los enfermos). En tales
casos es conveniente calcular por medio de un cronómetro el tiempo total que emplea el enfermo en
el cálculo.

Prueba de conmutación

Investigación de la conmutación de la atención con ayuda de la modificación de las tablas de


Schulte: La metódica ha sido propuesta por F.D. Gorbov (1959), (1964) y se utiliza en la psicología
del trabajo. Con esta metódica se ponen fácilmente de manifiesto la inercia de los procesos
psíquicos, y ante un cronometraje correctamente conducido de las etapas aisladas del trabajo del
investigado es posible también establecer la presencia de agotamiento creciente.

Para la investigación se utilizan una tabla dividida en 49 casillas (7 X 7), en las cuales según un
orden casual están distribuidas cifras rojas y negras. Los números de la serie roja del 1 al 24. De
acuerdo con la instrucción, el sujeto debe al inicio mostrar con un puntero los números negros en
orden creciente, y luego los rojos en un orden consecutivamente decreciente. Se registra el tiempo
utilizado por el sujeto. Luego a él se le propone mostrar los números en orden siguiente el 1 negro y
el 24 rojo, el 2 negro y el 23 rojo, el 3 negro y el 22 rojo, y así sucesivamente. Por lo general, el
tiempo utilizado por el sujeto en el segundo caso resulta mayor, lo que caracteriza la capacidad para
la conmutación de la atención.

Para la investigación de los enfermos con ayuda de esta metódica debe rectificarse previamente la
tabla en sujetos sanos y obtener indicadores, característicos para la norma según esta tabla
precisamente.
Prueba de simultaneidad de los signos.

Caracterización general: La prueba de coincidencia o simultaneidad de los signos ha sido propuesta


y elaborada por V.M.Kogan conjuntamente con E.A.Korobkova para la investigación de la
capacidad de trabajo en adultos enfermos con diferentes afecciones orgánicas del sistema nervioso
central. La metódica ha encontrado aplicación en la valoración de la capacidad de trabajo intelectual
de niños con anomalías del desarrollo psíquico.

Material: Para la conducción de la experiencia es necesario un tablero de 40 X 40 cm. dividido en 49


casillas. La línea superior está rellena con diferentes figuras geométricas incoloras (cuadrado,
triángulo, círculo, trapecio, rombo, y otras). En la columna vertical izquierda se observan pinceladas
coloradas de 7 diferentes colores brillantes. Además de esto son necesarias 49 tarjetas pequeñas de
cartón de aproximadamente 4 X 4 cm., en cada una de la cuales están representadas figuras de color
y forma, que corresponden a la combinación de los dos signos.

Procedimiento: Las tarjetas se barajan minuciosamente en cada etapa del trabajo. El experimento
consta de 4 etapas, en una de las cuales se dan instrucciones específicas.

Las instrucciones que se proponen en la I etapa (conteo simple) son: "Cuente en alta voz estas
tarjetas, lanzándolas una a una a la mesa". Mientras el enfermo cuenta el experimentador debe
anotar en el protocolo el tiempo según el cronómetro que se invierte cada 10 tarjetas y en todo el
conteo.

Las instrucciones en la II etapa (conteo con distribución o agrupamiento según el color): "Ahora Ud.
deberá también en alta voz contar estas tarjetas y al mismo tiempo repartirlas en grupo según el
color". Se registra también en el protocolo el tiempo general y el tiempo invertido cada 10 tarjetas.

Las instrucciones en la III etapa (conteo de la distribución o agrupamiento según el signo de forma):
"Estas mismas cartas ud. deberá volver a contar en alta voz y agruparlas ahora no por el color, sino
por la forma". El experimentador fija el tiempo (general e invertido en cada decena).

En la IV etapa (conteo según los signos de color y forma): al enfermo se le presenta por primera vez
el tablero y al mismo tiempo se le dice: "Ud. deberá encontrar el lugar de cada tarjeta en el tablero y
colocarla en este lugar, considerando al mismo tiempo el color como la forma. Aquí, como antes, es
necesario contarlas en alta voz". En el protocolo se llevan los mismos indicadores de tiempo. Si es
necesario el experimentador puede acompañar la instrucción verbal con una demostración para que
sea absolutamente comprensible.
Interpretación: La interpretación de esta metódica puede considerarse como ejemplo de que, según la
combinación de los números puede ser llevado a cabo un análisis cualitativo de contenido de las
particularidades de la capacidad de trabajo del enfermo.

INDICADORES DEL CRONOMETRO EN LA NOMINACION DE CADA DECENA DE


TARJETAS (Ejemplo)

ETAPAS 10 20 30 40 49

Conteo sencillo 12" 25" 35" 48" 69"

Conteo con agrupamiento


por color 20" 1'41" 2'10" 2'35" 2'50"

Conteo por agrupamiento


por figuras (formas) 53 1'48" 2'15" 2'35" 3'3"

Conteo con ubicación en el


tablero 1'26" 2'45" 4'25" 6'55" 7'56"

170" + 183 = 353" 476 - 353 = 123" = 2'3" (déficit)

En la norma, según los datos de los autores de esta metódica la suma del tiempo invertido en el
conteo con agrupamiento por color y del conteo con agrupamiento por forma de las figuras deberá
ser aproximadamente igual al tiempo invertido en el conteo con ubicación de las tarjetas en el
tablero considerando el color y las formas.

En otras palabras, después de sumar las filas II y III de la tabla es posible obtener el número de
segundos de la fila IV de la tabla. Si entre estas magnitudes se pone de manifiesto la
incorrespondencia (los más frecuente es que la fila IV sobrepase la suma de II y III) esta magnitud
de incorrespondencia se designa con el concepto de "déficit".

Según los datos de los autores de la metódica, un gran déficit es posible considerar como indicador
de la dificultad de distribución de la atención. Tal tipo de "déficit" lo describen ellos en la alteración
de la psiquis del tipo vascular (más de 1 minuto). Este es realmente un indicador esencial, ya que
ante un estrechamiento del volumen de la atención el enfermo no está en estado de seguir la
correspondencia del lugar de la tarjeta según el color y la forma, y se afecta también el conteo.
Además de eso, presentan interés las observaciones de cómo el enfermo busca el lugar de la tarjeta:
si sólo con la vista o si realiza el movimiento con la mano a lo largo de la fila, si la atención es por
el color y luego, por la forma. Debe también señalarse en el protocolo del experimento cómo
reacciona el enfermo ante una dificultad que surge de improviso. Aquí, por ejemplo, a veces la
casilla donde debe colocar la tarjeta correcta resulta ocupada por un error cometido anteriormente.
El enfermo no comprende de pronto que es necesario corregir este error y entonces deja libre el
lugar. Sucede que frecuentemente pregunta distraídamente: ")Y este, dónde va?, con respecto a la
tarjeta para la cual no hubo lugar. En otros casos , en la búsqueda del lugar para la tarjeta el
enfermo pierde el cálculo, salta de decena, o repite los mismos números.

Todas estas observaciones deben ser registradas. Si el experimentador no tiene tiempo para
anotarlas, puede simplemente poner marquitas - trazos como señal de que en este intervalo de
tiempo fue cometido uno o varios errores.

Si después del experimento quedara incluso, tan sólo la tabla de números, es decir, la cantidad de
segundos utilizados por el enfermo para el conteo de 10 tarjetas en distintas condiciones de la tarea
(conteo sencillo, conteo con agrupamiento por 1 signo y conteo con consideración de los dos signos
simultáneamente) esta metódica sería útil para atestiguar que la correlación de números puede dar
base para el análisis cualitativo de la capacidad de trabajo del enfermo.

Es importante no sólo el tamaño del "déficit", que algunas veces alcanza 5-7 minutos. Importa
también la variación del ritmo desde el principio del cálculo hasta el final, de un tipo de tarea a otra.

Significativo interés presenta la aplicación de esta metódica en la investigación de los escolares.


Surge la posibilidad de un análisis profundo de los síndromes cerebroasténicos, que descansan a
veces en la base de diferentes fenómenos neuróticos.

La aprobación de esta metódica en niños de 8 a 13 años fue llevada a cabo por Ollibiú. Ella
demostró que los niños de esta edad comprenden rápidamente las instrucciones y cumplen
fácilmente las 4 tareas. Ellos no experimentan dificultades ante la necesidad de la conmutación de
un tipo de actividad a otro. Su volumen de atención es suficiente.

Los niños intelectualmente dotados con estados cerebroasténicos (no atentos, fatigados, excitados,
llorones) cumplían peor este trabajo. Su atención en el curso del trabajo era inestable: ellos se
distraían, se perdían en el conteo, o cometían errores en el agrupamiento (confundían colores
semejantes, formas). Se notaba alteraciones del ritmo de la actividad. Un ritmo general retrasado no
se correspondía directamente a la progresiva complicación del trabajo, y crecía más bruscamente.
Particular interés presentan los datos de L.M. Ollibiú, obtenidos en el proceso de investigación de la
capacidad de trabajo de los niños intelectualmente retrasados de esta misma edad. Ante todo, es
necesario señalar las significativas dificultades en la comprensión de las instrucciones. A la
explicación verbal tenía que acompañar la demostración visual; en muchos casos resultaba
necesario un previo entrenamiento. Es interesante que en la I etapa (conteo sencillo) los niños
intelectualmente retrasados cumplían las tareas exitosamente y relativamente rápido (69 segundos).
Pero ya en la II etapa experimentaban significativas dificultades ; confundían muy frecuentemente
los colores semejantes, las formas (azul celeste, azul oscuro; triángulo y trapecio); formaban dos
-tres montones de un mismo color o forma. El volumen de su atención estaba agudamente
restringido: si el niño seguía tras ellas para cumplir correctamente el agrupamiento, entonces él
perdía el cálculo, y si él intentaba sostener un conteo correcto, entonces se equivocaba
marcadamente en el agrupamiento.

El tránsito del agrupamiento por color al agrupamiento por forma pone de manifiesto significativas
dificultades en la conmutación de la atención. La tarea más compleja para ellos resultaba la que se
proponía en la IV etapa. En ellos no se formaba el hábito de distribución de las tarjetas con
consideración de color y forma, el cálculo lo llevaba prácticamente por ellos el experimentador. El
tiempo, que como promedio invierten los niños retrasados mentales en la IV etapa (6'43") en dos
veces supera el tiempo que invierten en este mismo trabajo los niños sanos.

Esta aprobación muestra que la metódica de V.M.Kogan es totalmente útil para la investigación de la
capacidad de trabajo mental de los niños retrasados de edad escolar.

2.2 TECNICAS PARA EVALUAR LA MEMORIA

- Aprendizaje de 10 palabras.
- Recuerdo mediato de Leontiev.
- Pictograma.
- Reproducción de relatos.

Los resultados que se obtienen con ayuda de esta metódicas ponen en evidencia el estado de la
función mnésica, y también reflejan el estado de atención activa, la presencia de fenómenos de
elevada extenuación de los procesos psíquicos. La realización de la función mnésica depende del
curso de los procesos ideativos. Por esto, de acuerdo a los resultados de la investigación de la
memoria mediata por ejemplo, con ayuda de la metódica pictograma podemos juzgar sobre el curso
de los procesos de pensamiento.
De los múltiples procedimientos propuestos para la investigación de la memoria hemos seleccionado
los más sencillos en cuanto a su realización, que no exigen aparatura especial y al mismo tiempo
permiten al patopsicológo juzgar con suficientes criterios sobre el carácter de las alteraciones
mnésicas que porta el enfermo. Estudiaremos primeramente cuatro de las metódicas más utilizadas
en la investigación patopsicológica.

Aprendizaje de 10 palabras.

Caracterización general: Esta metódica es una de las que se utilizan con mayor frecuencia. Ha sido
propuesta por A.R.Luria. Se utiliza para valorar el estado de la memoria de los enfermos, la fatiga y
la actividad de la atención.

Material: No requiere equipos especiales. Necesita, sin embargo, silencio en mayor grado que en las
restantes metódicas: No es conveniente llevar a cabo el experimento cuando estén conversando en la
habitación. Antes de comenzar la experiencia, el investigador debe anotar en un renglón una serie
de palabras breves (monosílabas y bisílabas).

Procedimiento: Las instrucciones constan de varias etapas. En este experimento es necesaria una
gran exactitud (claridad) e inalterabilidad de la exposición de las instrucciones y la observación de
las condiciones de la experiencia.

Primera explicación: "Ahora voy a leer diez palabras. Hay que escuchar atentamente. Cuando
termine de leerlas, repita inmediatamente tantas cuantas recuerde. Se pueden repetir en cualquier
orden, el orden no juega ningún papel. ¿Entendido?
El psicólogo lee entonces lentamente las palabras, con precisión. Cuando el sujeto sometido a prueba
repite las palabras, el experimentador pone en el protocolo unas crucecitas bajo esas palabras (vea la
forma del protocolo).

"Ahora le leeré de nuevo las mismas palabras y Ud. debe repetirlas otra vez: Las que ya mencionó y
las que omitió la primera vez, todas juntas y en cualquier orden".

El psicólogo pone de nuevo las crucecitas bajo las palabras que repitió el sujeto. Después se repite
de nuevo el experimento tres, cuatro y cinco veces, pero sin dar instrucciones. El experimentador
dice simplemente "Otra vez".

En el caso de que el sujeto sometido a prueba trate de intercalar réplicas en el proceso del
experimento, el experimentador lo detendrá: no se puede admitir conversaciones durante el tiempo
del experimento.

Después de la quinta repetición de las palabras, el experimentador pasará a otros experimentos y al


final de la investigación, o pasados, aproximadamente, 50-60 minutos, le pregunta de nuevo estas
palabras al sujeto (sin recordárselas).

Como resultado el protocolo del experimento toma aproximadamente la forma que es representada
en la siguiente página (ver protocolo de ejemplo).

Atendiendo a este protocolo puede ser confeccionado una "curva de recuerdo". Para esto, en el eje
horizontal se ponen los números de la repetición y en el vertical, la cantidad de palabras co-
rrectamente pronunciadas..

Interpretación: Por la forma de la curva se pueden sacar algunas conclusiones en relación con las
particularidades del recuerdo de los enfermos. En una gran cantidad de sujetos sanos, sometidos a
prueba, se ha establecido que la curva de recuerdo (tanto en adultos como niños de edad escolar)
tiene aproximadamente este carácter: 5, 7, 9 ó 5, 7, 10, etc., es decir, hacia la tercera repetición el
sujeto pronuncia 9 ó 10 palabras y en las repeticiones siguientes se mantiene en 9 ó 10.En el
protocolo citado la curva (4, 4, 5, 3, 5) evidencia una mala memoria e inactividad del enfermo.
Además en este protocolo ha señalado que el sujeto reprodujo una palabra sobrante "fuego" y al
repetir posteriormente "se atascaba" en este error. Tales palabras sobrantes que se repiten, según las
observaciones de algunas psicólogos, se encuentran en la investigación de los enfermos que sufren
enfermedades orgánicas del cerebro en ese momento y también a veces en los enfermos de
esquizofrenia en el período de terapia medicamentosa intensiva. Especialmente los niños en estado
de desarrollo o sacudida y los adultos al terminarse o antes de comenzar los síndromes de
desórdenes de la conciencia producen muchas de tales palabras "sobrantes".
La curva de recuerdo puede señalar también el debilitamiento de la atención activa y la fatiga
manifiesta de los enfermos. Así, por ejemplo, a veces el enfermo reproduce por segunda vez 8 ó 9
palabras y después de cada ensayo de reproducción, cada vez menos y menos. En la vida tal
enfermo sufre generalmente de falta de memoria y distracción, pero en la base de su falta de
memoria descansa una astenia pasajera, agotamiento de la atención. El agotamiento de la atención
de los enfermos no se manifiesta obligatoriamente en una curva con un brusco descanso hacia abajo,
a veces esta curva toma un carácter zigzagueante, que evidencia las fluctuaciones y la inestabilidad
de la atención.

En casos aislados y relativamente raros los enfermos reproducen la misma cantidad de palabras. La
curva tiene la forma de meseta. Tal ausencia de acrecentamiento de la retención de las palabras
después de su repetición evidencia la indolencia de los enfermos; no hay una actitud hacia la
investigación, no hay interés por recordar más. La curva del tipo de meseta baja se observa en los
síndromes paralíticos.

El número de palabras retenidas y reproducidas por el sujeto una hora después de la repetición
evidencia en gran medida la memoria en el sentido estricto de la palabra, es decir, la fijación de las
huellas de lo percibido.

Recuerdo mediato (Según Leontiev)

Caracterización general: Esta metódica ha sido propuesta por A. R. Luria y L.S.Vigotski, elaborada
y aprobada por A.N.Leontiev en 500 niños sanos y retrasados.

Se utiliza para la investigación de la memoria, paro también ha resultado muy productiva para el
análisis de las particularidades de las asociaciones de los enfermos, es decir, para la descripción del
pensamiento. Es semejante a un pictograma y se distingue por su gran accesibilidad para los
enfermos de bajo nivel de escolaridad.

Material: Para la realización del experimento es necesario tener juegos de representaciones de


objetos (láminas) y juegos de palabras. En la clínica psiquiátrica se utilizan habitualmente la 3ra. y
4ta. serie de las aprobadas por A.N. Leontiev.

Juego de tarjetas de la 3ra. serie: diván, hongo, vaca, lavabo, cepillo, azada, mesa, rama de
fresa,portaplumas, avión, mapa geográfico, rastrillo, automóvil, árbol, regadera, casa, flor, libretas,
poste telegráfico, llave,pan, tranvía, vaso, cama, equipaje, lámpara eléctrica de mesa, lámina en
marco, campo, gato.
Palabras para el recuerdo en la 3ra. serie: luz, almuerzo, bosque, estudio, martillo, ropa, campo,
juego, ave, caballo, lección, noche, ratón, leche, silla.

La 4ta.serie es un poco más dificil, pero es más interesante para relevar las particularidades del
pensamiento.

Juego de tarjetas de la 4ta. serie: toalla, silla, tintero, bicicleta, reloj, globo, lápiz, sol, copa, servicio
de comida, peine, plato, espejo, plumas (2 piezas o juego), bandeja, panadería, tubos de
fabrica,jarro,cerca, perro,pantalones de niños, habitación, calcetines y botas, cortaplumas, ganso,
farol de la calle, caballo, gallo, pizarra negra (escolar), camisa.

Palabras para el recuerdo de la 4ta. serie: Lluvia, reunión, fuego, día, riña, destacamento, teatro,
error, fuerza, encuentro, respuesta, montaña, fiesta, vecino, trabajo.

Procedimiento: Ante el enfermo se colocan en fila las 30 tarjetas de la serie en cualquier orden, pero
de forma que todas sean visibles para él. Luego se le dice: "Ud. tendrá que recordar una serie de
palabras. Para recordar más fácilmente las palabras es necesario que cada vez que yo nombre la
palabra, Ud. elija una de las tarjetas que le ayude a recordar la palabra formulada. Por ejemplo: la
primera palabra que es necesario recordar es lluvia. Aquí la lluvía no está dibujada en parte alguna,
pero se puede elegir una tarjeta que le ayude a recordar ésta palabra". Cuando el enfermo ha elegido
una tarjeta, se pone a su lado y se le pregunta: "Cómo recuerda esta tarjeta la lluvia". Si el enfermo
comienza de mala gana el trabajo, tales preguntas se pueden formular comenzando por la tercera o
cuarta palabra. Las cartas elegidas se ponen a un lado. Pasados 40 minutos o una hora,es decir,
antes de finalizar la investigación, después que se ha realizado otros experimentos, al enfermo se le
muestran estas tarjetas de una en una en orden mezclado, se le pide que recuerde para qué palabra
fué seleccionada esta tarjeta y se le pregunta sin falta cómo logró recordar o si esta tarjeta le
recordó la palabra formulada.

Forma del protocolo del experimento

------------------------------------------------- ----------------------------------------------------------------
Palabra Tarjeta Explicación de la Reproducción Nueva relación
Elegida relación

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Las palabras se podían escribir anticipadamente, antes de comenzar el experimento, pero esto no es
muy práctico, ya que la explicación del enfermo, las preguntas del experimentador y otras
descripciones del curso del experimento pueden resultar diferentes por el volumen. A veces el curso
del experimento se interrumpe por ciertas acciones y expresiones del enfermo, el experimentador
debe anotarlas a lo largo de las tres columnas del protocolo y después continúa el experimento. Es
necesario usar una hoja de protocolo rayada convenientemente, si las palabras correspondientes han
sido reproducidas correctamente se puede poner solamente una cruz y si la relación es clara (por
ejemplo; para la palabra "riña" se toma un cortaplumas, para la palabra "vecino" una cerca) y la
explicación ya se ha dado al elegir la tarjeta, no se debe preguntar más de una vez por gusto. Pero en
la mayor parte de los casos, especialmente cuando la reproducción no es totalmente exacta, la
interrogación da un valioso material sobre las particularidades de las asociaciones.

Interpretación: La investigación de A.N.Leontiev está dirigido a la comparación del recuerdo directo


y mediato de niños de diversa edad y de adultos. Leontiev no estudió las particularidades de los
sujetos por medio de esta metódica. En los distintos protocolos citados por él son evidentes las
variaciones de las diferencias individuales en los modos de ejecutar y del pensamiento que no
fueron el objeto de la investigación. Sin embargo, la metódica ha resultado ser muy productiva. En
general, la ejecución de esta tarea es muy fácil. Es poco importante que tarjeta precisamente elige el
sujeto sometido a prueba; la relación entre la palabra y la tarjeta puede tener un carácter
especialmente personal.

Así, por ejemplo, para la recordación de la palabra "leche" el sujeto puede elegir el dibujo de una
vaca, ya que la vaca da leche. También el pan, ya que el pan se come con leche y un vaso, porque en
él puede verter la leche. Por último, el enfermo puede elegir la figura de un árbol incomprensible
para el experimentador, para explicar que el árbol le recuerda la vida rural y que cuando estaba en el
campo, él siempre tomaba leche.

Aquí no hay una elección correcta o incorrecta, sólo es importante que el sujeto sometido a prueba
establezca la relación sustancial de sentido entre la palabra dada, la recordación y la representación
en la tarjeta.

Los enfermos débiles mentales, incluso, si han comprendido las instrucciones, experimentan
dificultades en el establecimiento de relaciones más complejas y mediatas. Así, por ejemplo,
después de elegir fácilmente para la recordación de la palabra "bosque" la rama de fresa, de ninguna
manera pueden ellos elegir una tarjeta para la palabra "noche" o "juego". Además, la debilidad
mental (congénita o adquirida) se manifiesta también en que el enfermo le resulta inaccesible el
proceso de mediatización, cuando el final del experimento se le muestra una tarjeta y se le pregunta
acerca de lo que debe recordar sobre ella, el enfermo menciona simplemente la tarjeta. La
recordación según asociación resulta para él un proceso inaccesible.

En oposición a este olvido, para algunos enfermos es característica una marcada improductividad de
las asociaciones. Así una enferma de esquizofrenia, en estado de defecto, contador de profesión, no
podía encontrar la tarjeta conveniente ni para una sola palabra. Para la palabra "reunión" ella elegía
con gran dificultad el perro y explicaba esto diciendo que la letra "e" estaba en ambas palabras. Para
recordar la palabra "incendio" ella buscaba una palabra con la letra "e" y después vacilaba
penosamente al tomar una silla o un lápiz. Para la palabra "riña" tomaba los calcetines, justificando
su elección ante el experimentador planteándole que se podrá tomar cualquier tarjeta, con tal que
ayudara a recordar. Para la palabra "día" elegía pantalones de niños. Algunas relaciones la
establecían en forma relativamente adecuada, pero para recordar la palabra "montaña" declaraba
después de dudas prolongadas que no sabia que elegir para ello y tomaba un plato. Tales relaciones
insustanciales y "vacías" evidencian la carencia de ideas, la improductividad del pensamiento del
enfermo.

Junto con la carencia de ideas se observa a veces asociaciones según los elementos casuales de la
forma del dibujo. Así, por ejemplo, para la palabra "lluvia" un enfermo elige un peine, ya que éste
tiene bandas uniformes que se forman con la caída de la lluvia. Para recordar la palabra "noche"
elige una flor, porque fue representada por el pintor sobre el fondo negro.

Pictograma

Caracterización general: Este método propuesto por A.R.Luria presenta una variante del recuerdo
mediato, sin embargo, se aplica no tanto para la investigación de la memoria, como para el análisis
del carácter de las asociaciones de los enfermos. Puede ser utilizado para la investigación de
enfermos con un nivel de escolaridad no menor de séptimo grado.

Material: Para realizar la experiencia es suficiente tener lápiz y papel. Es necesario preparar de
antemano 12-16 palabras y expresiones para el recuerdo. Un ejemplo de conjunto de palabras que
puede utilizarse, según S.Ia. Rubinstein puede ser el siguiente:

1. Fiesta alegre 10. Amistad


2. Trabajo pesado 11. Noche oscura
3. Desarrollo 12. Tristeza
4. Comida sabrosa 13. Justicia
5. Proceder audaz 14. Duda
6. Enfermedad 15. Viento cálido
7. Felicidad 16. Fraude
8. Separación 17. Riqueza
9. Pregunta venenosa 18. Niño hambriento

Procedimiento: Al enfermo se le dice que se va a probar su memoria visual, preguntándole si él ha


advertido cómo es más fácil recordar: "de oído" o "con ayuda de la visión". Luego se le da una hoja
de papel y un lápiz y se le dice: "En este papel no se puede escribir ni una palabra ni una letra. Yo
voy a nombrar palabras y expresiones completas, que Ud. deberá recordar. Para que sea más fácil
recordar, Ud. debe dibujar algo en relación con cada palabra, que le pueda ayudar a Ud. a recordar
la palabra dada. La calidad del dibujo no tiene importancia, se puede dibujar lo que sea y como sea,
únicamente este le ayudaría a Ud. a acordarse de la palabra dada, como si se hiciera un nudo al
pañuelo. He aquí un ejemplo: yo le doy a Ud., la primera expresión: "Fiesta alegre". ¿Qué es
posible dibujar para recordar después "fiesta alegre"?

Es deseable que sin una extrema necesidad no se le apunte nada más al sujeto. Si él se quejara
obstinadamente de incapacidad para dibujar, se le puede aconsejar: "Dibuje lo que le sea más fácil".
Si el enfermo declara que él no está en condiciones de dibujar una fiesta, se le puede repetir que él
no tiene que dibujar una "fiesta alegre", sino únicamente lo que pueda recordarle una fiesta alegre.
Si el enfermo escoge fácilmente un dibujo y él mismo cuenta en voz alta al experimentador lo que él
elige y como se prepara para recordarlo, el experimentador llena el protocolo en silencio. El
protocolo se llena de acuerdo al siguiente esquema:

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Expresiones Dibujo y explicación Reproducción después de
que se dan del enfermo una hora
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Si el enfermo no explica, hay que preguntarle cada vez: ¿Cómo le ayuda a Ud. eso a recordar la
palabra dada?

No hay que objetar o manifestar desaprobación si el enfermo no establece relaciones o nexos no


habituales, pero si su dibujo está excesivamente cargado con muchos objetos, puede pedirle que
dibuje un poco más rápido.

En el proceso de cumplimiento de la tarea, el experimentador varía el orden de las palabras dadas al


enfermo; según como el enfermo establezca las relaciones (fácil o más difícilmente) el
experimentador propone aquellas expresiones más fáciles, más concretas ("comida sabrosa", trabajo
pesado") o aquellas más difíciles, abstractas ("desarrollo", "duda", "justicia").
Después del cumplimiento de la tarea (de 12-16 palabras) las hojas con los dibujos se ponen a un
lado y sólo al final de la investigación (después de 1 hora) se le propone al enfermo recordar por los
dibujos las palabras dadas. Es necesario proponer el recuerdo no por orden; es mejor una del
principio y otra del final. Se puede proponer al enfermo anotar debajo del dibujo la palabra o la
expresión que le fue dada. Es indispensable preguntar cómo el enfermo logró recordar la palabra y
en que lo ayudó el dibujo.

Interpretación: Debe ante todo prestarse atención al hecho de si le es accesible al enfermo una
simbolización generalizada de las palabras, es decir si el podría individualmente encontrar la imagen
mediata generalizada. Como, incluso en escolares con nivel de 5to. grado de escolaridad se
encuentra tal imagen, por ejemplo, para las palabras "trabajo pesado", el dibujó una pala o un
martillo y a un hombre con una carga, para la palabra "duda" la bifurcación de caminos (¿a donde
ir?) o un signo de interrogación o una puerta (¿entrar por ella?). Para el enfermo intelectualmente
deficiente tal tarea es difícil. Para las palabras "trabajo pesado" él quisiera dibujar el verdadero
entrelazamiento del trabajo en una mina, pero teme no saber hacerlo. Para la palabra "duda" él en
general no puede imaginar nada. Cuando el enfermo padece una insuficiencia lógico-intelectual, está
en condiciones de dibujar algo para conceptos concretos; para la "enfermedad", una cama; para las
palabras "comida sabrosa", mesa, platos. Pero palabras tales como "justicia", "duda", "desarrollo"
son inaccesibles para la mediatización. Tal manifestación del carácter concreto del pensamiento y la
dificultad de generalizarse observa en la oligofrenia y la epilepsia. En unos casos el enfermo logra
efectuar la tarea de generalización, pero no puede de ninguna forma limitarse a la distinción de una
imagen cualquiera y dibuja gran número de ellos. Así, por ejemplo, al decidir dibujar para la palabra
"desarrollo", una planta que crece, él no dibuja un retoño cualquiera que crece, sino una serie
completa de flores que progresivamente aumentan en cantidad de 7,8. Para la palabra "enfermedad"
el dibuja una cama y un enfermo con almohada, un frasquito con medicina y además un termómetro.

Estas asociaciones múltiples en los pictogramas evidencian el carácter detallado del pensamiento, la
tendencia al detallismo, que se observa generalmente en los epilépticos y también en algunos
enfermos que padecen encefalitis. Al mismo tiempo se señala que estos enfermos dibujan con
demasiada meticulosidad y lentitud, volviendo al dibujo anterior y retocándolo incluso cuando el
experimentador le ha formulado la siguiente palabra. Estos "retornos" y la tendencia a una
meticulosidad innecesaria de los dibujos también evidencian la inercia de los procesos psíquicos.

El segundo criterio sobre el cual se basa la valoración del cumplimiento de esta tarea es el criterio de
la adecuación de las asociaciones.

Las personas sanas establecen generalmente relaciones diversas, pero sustanciales. Así, por
ejemplo, para la expresión "fiesta" puede dibujar la bandera, flores e incluso una copa de vino; para
la palabra "separación" un sobre; para esta misma palabra, una locomotora o una mano que agita un
pañuelo; para la palabra "desarrollo" un diagrama de crecimiento, una planta, un huevo o un
deportista. Todas estas y muchas otras relaciones son igualmente buenas, ya que ellas realmente
pueden servir de medio de recordación de la palabra dada, la mediatizan.

En algunos casos, la falta de contenido, la insustancialidad de las asociaciones de los enfermos


alcanzan tal grado que para distintas palabras ellos dibujan solamente rayitas, signos. Tal vivacidad
de las imágenes se conserva fundamentalmente en las personas de carácter histérico, aunque no es
está excluido también en personas psíquicamente cabales. Algunos enfermos perciben cada palabra
dada a ellos para el pictograma a través del prisma de sus gustos y aspiraciones personales. Así, por
ejemplo, un enfermo dice: "Y en general no puede recordar el "viento cálido" ya que en el norte
donde yo vivo, no tenemos viento cálido; "comida sabrosa" para mí, solo equivale a la leche cuajada;
"fiesta alegre": nosotros no tenemos frecuentemente fiestas; "justicia", conmigo procedieron
injustamente, etc. "Ese egocentrismo de las percepciones se observa en epilépticos y en algunos
psicópatas. Al mismo tiempo, también es propio de los normales una pequeña parte de reacción
personal, particularmente en las palabras de significación emocional.

Por esto, si los enfermos eligen para todas aquellas palabras significativamente emocionales
imágenes abstracto -humanas totalmente neutrales ( por ejemplo, "felicidad": sol;
"aflicción":tiempo malo, etc. ) es posible valorar esto como manifestación de algún aislamiento
emocional, de introversión o incluso de indiferencia.

El último criterio por el cual transcurre la valoración de los resultados de la investigación de los
métodos de pictograma es el criterio del recuerdo. La misma metódica fue creada por la
investigación de la memoria. Particular interés tiene la confrontación de los resultados de la
investigación de la memoria por el método del aprendizaje de 10 palabras y por el método de picto-
grama. Si el enfermo aprende mal las 10 palabras, pero recuerda mucho mejor las palabras en el
pictograma, esto atestigua debilidad orgánica de la memoria. La asimilación de lo nuevo es difícil,
pero la posibilidad de mediatizar sustancialmente y de relacionar lógicamente el material ayuda al
enfermo, por eso en el pictograma él lo hace mejor.

Si el enfermo asimila fácilmente las 10 palabras, pero no puede recordar las palabras en el
pictograma, esto evidencia que las relaciones mediatizadas solamente le impiden recordar. Tal
correlación se observa en enfermos de esquizofrenia con trastornos del pensamiento y conservación
de las capacidades formales de aprendizaje de lo nuevo. Es posible sacar conclusiones sobre la
memoria del enfermo, por la exactitud con que reproduce las palabras dadas, a veces los enfermos
reproducen únicamente el contenido aproximado de las palabras dadas.

El pictograma debe valorarse en conjunto, es decir, por el carácter general de las imágenes elegidas
por el enfermo y por asociaciones aisladas.

Reproducción de textos o relatos.

Caracterización: Esta metódica se utiliza para la investigación de la comprensión y recordación de


los textos, de las particularidades del lenguaje oral y escrito.

Material: Para realizar los experimentos el investigador debe preparar una considerable cantidad
(10-15) de textos impresos y pegados a cartones o escritos con grandes caracteres en carteles.
Deben ser elegidos textos de diversa dificultad. Convienen más las fábulas y los relatos que tienen
sentido alegórico o solapado y que representan la posibilidad de una discusión posterior.

El toti y las palomas

El totí había oído que a las palomas las alimentaban bien, se pintó de blanco y entró volando en el
palomar.

Las palomas lo recibieron como a una de las suyas y le dieron de comer pero el totí no se contuvo y
se puso a silbar como los totíes. Las palomas entonces lo echaron. Tuvo que regresar con los totíes,
pero éstos tampoco lo aceptaron.

La hormiga y la paloma

La hormiga quería beber y bajó hasta un arroyo. Una ola la arrastró y comenzó a ahogarse. Una
paloma que pasaba volando advirtió esto y le lanzó una ramita al agua. La hormiga trepó a la ramita
y se salvó.

Al día siguiente la hormiga vio que un cazador iba a capturar a la paloma con una red. Se acercó
lentamente a él y lo picó en un pie. El cazador gritó de dolor y dejó caer la red. La paloma echó a
volar.

Lógica

Un estudiante llegó de vacaciones a su casa. Encontró al padre en la cocina, donde el viejo se


disponía a preparar una tortilla de tres huevos.
El padre le preguntó al hijo: "Cuéntame que has aprendido en la ciudad". El hijo le contestó que
había estudiado lógica. El padre no sabía lo que era la lógica y le pidió que le explicara en que
consistía esa ciencia.
El hijo respondió: "Te voy a explicar ahora qué es y a demostrarte lógicamente qué en la fuente no
hay tres, sino cinco huevos. Escúchame sólo atentamente. En la fuente tienes tres huevos. Tú sabes
que el número tres contiene en sí el número dos. Dos huevos más tres son cinco huevos".
"Bueno hijito , -respondió el padre-, veo que te enseñaron el asunto. Ahora yo voy a hacer una
tortilla de tres huevos y tú prepara para tí una tortilla de los otros dos huevos que descubriste en mi
fuente según tú lógica".

Los más bellos

Volaba una lechuza. Al encuentro de ella volaban otras aves.


La lechuza preguntó: -¿No han visto Uds. a mis polluelos?
-¿Y cuáles son ellos?
- Los más bellos

Dos camaradas

Caminaban por el bosque dos camaradas, cuando sobre ellos cayó de repente un oso. Uno salió
corriendo, subió a un árbol y se ocultó, el otro se quedó en el lugar. No podía hacer nada, cayó a
tierra y se hizo el muerto.
El oso se acercó a él y comenzó a olerlo: el hombre dejó de respirar. El oso le olisqueó la cara, pensó
que estaba muerto y se fue.
Cuando el oso se hubo ido, el otro bajó el árbol y se rió.
- Y bien, - dijo -, ¿el oso te habló al oído?
- Si, me dijo que las personas malas son aquellas que en el peligro abandonan a los camaradas.

El rey eterno

Un arrogante rey le dijo a otro:


- Qué ridículo e insignificante eres: Nadie te rinde honores. Incluso no te llaman "Su majestad"
¿Qué rey eres tú?
- Oh -respondió aquel -, por cierto, yo soy el rey más conocido de todos los reyes. Me conoce todo
el mundo. Sobre mi se han escrito miles de libros. Me encuentro continuamente en las batallas, pero
nadie me llama un rey sangriento. Obtengo la victoria y no vierto sangre de nadie. Resulto
vencedor y quedo ileso. Mi ejército es poco numeroso, pero es inmortal. En mi flota hay dos barcos,
pero son insumergibles. Yo soy el único de los reyes al que no le son ajenas las revoluciones porque
me proporcionan una nueva popularidad y el reconocimiento del pueblo...
Así hablaba, en el silencio general, sin aumentar nada, sin disminuir nada, sin decir una sola palabra
falsa, el rey conocido mundialmente, parado al lado de su reina y rodeado de su séquito en el tablero
de ajedrez.

Procedimiento: El orden de realización de la prueba puede ser diferente. El experimentador pueda


leerle el texto al sujeto a prueba o el propio sujeto sometido a prueba puede leer el texto. Se le
puede pedir al sujeto que relate oralmente el texto y se le puede proponer que tome nota de su
exposición. En dependencia del modo en que se le proponga varía la dificultad psicológica de la
tarea. La lectura expresiva y correcta del experimentador facilita al sujeto la comprensión del
sentido del relato, pero para la percepción "de oído" es necesaria una mayor intensidad y una mayor
constancia de la atención. Con la lectura individual del texto al enfermo le resulta más fácil
compensar los defectos de la atención: puede leer varias veces algunos renglones y volver al
fragmento que leyó la primera vez con escasa atención. Por el contrario, la interpretación del texto
con la lectura individual es un poco más difícil. No es indiferente para el enfermo el modo de
reproducción; contar el texto, sin duda, es mucho más fácil que exponerlo por escrito. El
experimentador registra textualmente el relato oral por medio de una grabadora o por escrito. Son
posibles multitud de variaciones. Se pueden ofrecer dos relatos seguidos. La atención principal
puede ser trasladada del relato individual a la discusión, es decir, a las preguntas y respuestas a
propósito del contenido del relato. El mayor interés lo presenta la metódica del experimento de
aprendizaje utilizado en aquellos casos en que el enfermo no puede asimilar de ninguna manera el
contenido de un corto relato. El experimentador comienza entonces a repartir el relato, tratando por
todos los medios posibles de llevar su contenido a la conciencia del enfermo. El análisis de los
medios de aprendizaje necesarios para la asimilación del relato, permite juzgar sobre las causas y el
grado de alteración de los procesos cognoscitivos.

Interpretación: Algunos enfermos (con más frecuencia los enfermos de esquizofrenia) al reproducir
los relatos entrelazan sus ideas delirantes e interpretan el contenido de los relatos como alusiones
ofensivas a los acontecimientos de la propia vida. En tales casos es difícil juzgar sobre la
posibilidad de comprensión y recordación del texto.

Los errores graves en la reproducción, consistentes en la sustitución de unos personajes del relato
por otros, en la unión y confusión de los acontecimientos de dos relatos diferentes y también en la
alteración de las circunstancias se observan en los enfermos que sufren de enfermedades vasculares
y orgánicas del cerebro. Tal es por ejemplo, el relato de una enferma con un tumor en el cerebro:
"El totí decidió conocer más de cerca la vida de las palomas: se pintó de blanco y voló al palomar.
La recibió una paloma y le preguntó que quería. Respondió que quería comer; la paloma lo alimentó
y quiso irse a casa. En ese momento se acercó lentamente una hormiga y picó al totí en la pata".
Algunos enfermos declaran que olvidaron el relato y no pueden reproducir nada, aunque con
preguntas sugerentes y una pequeña ayuda se descubre que ellos comprendieron y recordaron lo
esencial. La lectura repetida del texto puede prestar una gran ayuda a estos enfermos.

A veces en la reproducción del texto los enfermos cometen errores que contradicen enfáticamente a
un texto dado y exponen circunstancias directamente opuestas a las reales y absolutamente
improbables, pero cercanas al texto. Por ejemplo, en lugar de "la hormiga picó al cazador", "el
cazador picó a la hormiga". Este tipo de error lo cometen a veces los enfermos con dismnesia o los
sujetos que simulan enfermedad psíquica durante el examen médico - legal psiquiátrico.

Un gran interés presentan las particularidades del lenguaje oral y escrito de los enfermos y que son
descubiertos por medios de esta sencilla metódica. A veces (incluso en personas de elevado nivel
cultural) se descubre un original agramatismo: combinaciones alteradas e impropias de palabras que
recuerdan la incongruencia del lenguaje de los esquizofrénicos. Tales particularidades del lenguaje
en el estudio de la memoria por el método de los relatos son sometidos a análisis; se revela que
las mismas están condicionadas por multitud de parafasias, de perserveraciones del tipo de
estancamiento, la elevada necesidad de expresar el pensamiento, la inercia de los procesos nerviosos
que impiden la libre elección de las palabras. Con frecuencia tales particularidades del lenguaje se
descubren en las enfermedades vasculares del cerebro. En la exposición escrita de estos mismos
enfermos vasculares se pueden advertir perseveraciones y omisiones de letras.

Los enfermos de esquizofrenia (que en estado de remisión no manifiestan evidentes perturbaciones


del pensamiento en el lenguaje oral), después de comenzar el relato escrito, a veces manifiestan
perturbaciones del pensamiento.

2.3 TECNICAS PARA EVALUAR PENSAMIENTO

- Rasgos esenciales

- Analogía simple

- Comparación de conceptos

- Exclusión de objetos
RASGOS ESENCIALES

1.Caracterización general Esta metódica pone de manifiesto el carácter lógico de los criterios
del enfermo y también su habilidad para conservar la tendencia y la estabilidad del modo de
reflexionar en la solución de una larga serie de problemas de un solo tipo.

2. Material. Para la realización de los experimentos son necesarios modelos con el texto
impreso de los problemas o su copia mecanografiada.

1. Jardín (plantas, jardinero, perro, cerca, tierra).

2. Río (orilla, pez, pescador, cieno, agua)

3. Ciudad (automóvil, edificio, muchedumbre, calle, bicicleta).

4. Cobertizo (henil, caballos, techo, ganado, paredes)

5. Cubo (ángulos, contornos, lado, piedra, árbol).

6. División (grado, dividendo, lápiz, divisor, papel)

7. Lectura (ojos, libro, lámina, impresión, palabra).

8. Juego (cartas, jugadores, multas, castigos, reglas).

9. Guerra (avión, cañones, combates, fusil, soldado).

La técnica se puede aplicar a enfermos que tengan más de un sexto grado de escolaridad.

3. Procedimiento. No es conveniente utilizar instrucciones formales "estrictas". En lugar de


esto, el experimentador soluciona el primer problema junto con el enfermo y da
aproximadamente las siguientes explicaciones: "Aquí hay una serie de palabras impresas en
grandes caracteres y junto con cada una de esas palabras (en los paréntesis) cinco palabras a
elección. De esas cinco palabras, usted debe elegir dos, sólo dos, ni más ni menos, dos palabras
que designen rasgos inseparables de este objeto escrito con grandes caracteres, es decir, lo que
no le puede faltar. Por ejemplo, el jardín. Todas aquellas palabras que están escritas junto a él
en los paréntesis tienen cierta relación con jardín: la tierra, la cerca, el jardinero, el perro y las
plantas. Todo eso suele haber con los jardines. ¿Pero qué es lo que no debe faltar en el jardín?
"La tierra y las plantas. Habrá jardín sin jardinero y sin cerca, aunque sea malo; sin plantas y
sin tierra no hay jardín". El segundo problema se soluciona también en conjunto y, luego, el
enfermo soluciona y explica sus soluciones individualmente.

En dependencia del mayor grado en que el experimentador le sea necesaria esta metódica para
alcanzar determinado objetivo, puede actuar de dos modos: anotar solamente las opiniones y las
respuestas del enfermo y discutir las mismas después de finalizado todo el trabajo o discutir inme-
diatamente con el enfermo cada respuesta siguiente, formulándole una pregunta de control.

En la columna "Explicaciones y motivaciones" hay que introducir una nota acerca de si se realizó la
discusión a medida que se solucionaba cada problema siguiente o si se volvía a los problemas
resueltos incorrectamente después de la solución del último.

4. Interpretación. En la mayor parte de los problemas de esta metódica hay palabras que provocan
respuestas superficiales e irreflexivas. Así, por ejemplo, con la palabra "juego", muchos, sin pensarlo
largamente, eligen la palabra "cartas", aunque las cartas no son en lo absoluto un rasgo obligado para
cualquier juego. No sólo en el trabajo individual, sino incluso en las preguntas de control y en las
correcciones por parte del experimentador en cada problema que sigue, muchos enfermos se desvían
hacia la vía de las asociaciones casuales y acostrumbradas, y responden irreflexiblemente. La
sugerencia y la observación crítica a estos enfermos ayudan habitualmente a encontrar la solución
correcta. De esta forma, la metódica pone de manifiesto la falta de espíritu crítico y de orientación
hacia un objetivo del pensamiento de los enfermos. En otros casos, esta metódica pone de
manifiesto las reflexiones razonadoras y confusas de los enfermos: el amorfismo y la vaguedad de su
pensamiento. La inhabilidad para destacar los rasgos más esenciales (es decir, la debilidad de la
abstracción) se vuelve especialmente notable cuando el experimentador discute con el enfermo las
soluciones.
Forma del protocolo de la técnica "Rasgos esenciales" y un ejemplo de la investigacion de una
enferma de esquizofrenia.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Número de la tarea
y preguntas del Respuesta del Explicaciones y motivaciones
psicólogo enfermo (1) del enfermo
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------
2 Orilla, agua +
3 Edificio, calles +
4 Techo, paredes +
5 Angulos, lados +
6 Dividendo, divisor +
7 Ojo, libro - Entonces ojos,
prensa.
¿Y el periódico se
puede leer?

¿Y la carta no está Entonces este problema


impresa y lo escrito no se puede solucionar:
se puede leer? ojos y palabras serán
incorrectos....

¿Por qué? La palabra puede ser


dicha en voz alta y no
sólo escrita, por eso es
imposible

(Observación: en esta
explicación hay elementos
de falta de lógica).

(+) El signo "+" significa una respuesta correcta y el signo "-", incorrecta.
ANALOGIAS SIMPLES

1. Caracterización general. La realización de esta tarea requiere la comprensión de los relatos y


vínculos entre los conceptos y también la habilidad para conservar establemente el modo dado
de las reflexiones en la solución de una larga serie de diversos problemas. Esta metódica es
propia de la psicología del trabajo.

2. Material. Para la realización del experimento es necesario un modelo o simplemente una


serie de problemas escritos a máquina. La tarea es útil para la investigación de los enfermos
con un nivel de escolaridad no inferior a séptimo grado.

3. Procedimiento. Las introducciones se dan en forma de solución conjunta de los primeros


tres problemas. "Mire -se dice al enfermo, aquí están escrita dos palabras: arriba caballo y
abajo potrillo. ¿Qué relación hay entre ellas?. El potrillo es la cría del caballo. Aquí, a la
derecha y también arriba, hay una palabra (vaca) y abajo hay cinco palabras a elección. De
ellas hay que elegir sólo una palabra, que también se relacionará con la palabra "vaca", como el
potrillo con el caballo, es decir, para que la misma designe a la cría de la
vaca. Esta será...el ternero. Significa que es necesario establecer antes como están relacionadas
entre sí las palabras escritas a la izquierda (demostración) y luego, establecer la misma relación
a la derecha.

Veamos otro ejemplo, he aquí a la izquierda huevo - cascarón. La relación es ésta: para comerse el
huevo hay que quitarle el cascarón. A la derecha está escrito papa y debajo cinco palabras a
elección. Hay que elegir de las cinco palabras necesarias de la derecha, una que se relacione con la
superior como la anterior con la superior (se muestran las palabras de la izquierda).

Las instrucciones son un poco largas, pero hay que lograr sin falta que el enfermo las asimile bien.

FORMA DEL PROTOCOLO PARA LA METODICA "ANALOGIAS SIMPLES"

----------------------------------------------------------------------------------------------------
Número de la
tarea Respuestas Explicación
----------------------------------------------------------------------------------------------------

Observación: Al igual que en la tarea "Rasgos esenciales", en el protocolo debe señalarse cuándo
tuvo lugar la discusión, inmediatamente en el orden de solución de los problemas o después de la
solución del último problema. Además, el protocolo puede ser desigual en lo que respecta a la
exactitud. Muchos problemas resueltos correctamente pueden ser anotados solo con una crucecita,
pero si con motivo de cierto problema se entabla una interesante discusión con el enfermo, hay que
tomar nota de esa discusión lo más detalladamente posible, en forma de diálogo.

4. Interpretación. Como norma, en el nivel de escolaridad correspondiente, los ajustes sometidos a


prueba comprenden el orden de solución de los problemas después de dos o tres ejemplos. Si un
enfermo, que tiene un nivel de escolaridad de séptimo grado, no puede en manera alguna
comprender la tarea después de tres o cuatro ejemplos, esto da base para pensar que sus procesos
intelectuales son extremadamente dificultosos.

Con frecuencia en la realización de esta tarea se observan errores casuales.

1. Caballo Vaca
----------- -------------------------------------------------
Potrillo Pasto, cuerno, leche, ternero, toro

2. Huevo Papa
--------- -------------------------------------------------
Cascarón Gallina, huerta, col, sopa, cáscara

3. Cuchara Tenedor
---------- --------------------------------------------------
Papilla Mantequilla, cuchillo, Plato, carne, vajilla

4. Patines Lancha
---------- --------------------------------------------------
Invierno Hielo, pista de patines, remo, verano, río

5. Oído Dientes
-------- --------------------------------------------------
Oir Ver, curar, boca, cepillo, masticar

6. Perro Lucio
-------- ----------------------------------------------------------
Lana Oveja, destreza, pez, cañada de pescar, escamas

7. Corcho Piedra
---------- -------------------------------------------------------------
Flotar Nadador, hundirse, granito, transportador, albañil

8. Té Sopa
-------- ------------------------------------------------------
Azúcar Agua, plato, grano, sal, cuchara

9. Arbol Mano
-------- ---------------------------------------------------
Nudo Hacha, guante, pierna, trabajo, dedo

10. Lluvia Helada


---------- --------------------------------------------------
Paragua Bastón, frío, trineo, invierno, pelliza

11. Escuela Hospital


-------------- ---------------------------------------------------------
Enseñanza Doctor, escolar, institución, curación, enfermo

12. Canción Lámina


----------- -------------------------------------------------
Sordo Cojo, ciego, artista, figura, enfermo

13. Cuchillo Mesa


------------- -------------------------------------------------
Acero Tenedor, madera, silla, alimento, mantel

14. Pez Harina


-------- ------------------------------------------------------
Red Tamiz, mosquito, habitación, zumbar, telaraña

15. Ave Hombre


-------- -------------------------------------------------
Nido Personas, pajarillo, obrero, fiera, casa

16. Pan Casa


-------- -------------------------------------------------
Panadero Vagón, ciudad, vivienda, constructor, puerta
17. Abrigo Bota
----------- -------------------------------------------------
Botón Sastre, tienda, pie, cordón, sombrero

18. Cabra Navaja de afeitar


---------- ----------------------------------------------------
Hierba Heno, cabellos, aguda, acero, instrumentos

19. Pie Brazo


-------- -------------------------------------------------------
Bota Chanclos, puño, guante, dedo, mano

20. Agua Alimento


--------- ---------------------------------------------------
Sed Tomar, hambre, pan, boca, comida

21. Electricidad Vapor


---------------- ---------------------------------------------------
Alambre Lámpara, corriente, agua, tubos, ebullición

22. Locomotora Corcel


---------------- ---------------------------------------------
Vagones Tren, caballos, avena, telega, cuadra

23. Diamante Hierro


-------------- ---------------------------------------------
Raro Valioso, ferroso, duro, acero, ordinario

24. Correr Gritar


----------- -------------------------------------------------
Pararse Callar, arrastrarse, susurrar, llamar, llorar

25. Lobo Ave


---------- ---------------------------------------------
Boca Aire, pico, ruiseñor, huevo, canto

26. Planta Ave


---------- ---------------------------------------------
Semilla Grano, pico, ruiseñor, canto, huevo
27. Teatro Biblioteca
-------------- ---------------------------------------------------
Espectador Actor, libro, lector, bibliotecario, diletante

28. Mañana Invierno


------------ ----------------------------------------------
Noche Helada, día, enero, otoño, trineo

29. Hierro Madera


----------- ----------------------------------------------
Forjador Tacón, sierra, carpintero, corteza, hojas

30. Pierna Ojos


-------- --------------------------------------------------
Muleta Chova, espejuelos, lágrimas, visión, nariz

En vez de guiarse en la elección de la palabra por el ejemplo de conexión lógica de la izquierda, el


enfermo escoge simplemente para la palabra superior de la derecha cierta palabra superior de la de
abajo, afín por asociación concreta. Así, por ejemplo, en el problema.

Oído Diente
---------- -----------------------------------------------
Oir Ver, curar, boca, cepillo, masticar

El enfermo elige la palabra "curar", simplemente porque hay que curar frecuentemente los dientes.
Con frecuencia suele ocurrir que el enfermo soluciona tres o cuatro palabras de un modo irreflexible
o incorrecto y después, sin advertencia alguna por parte del experimentador, vuelve al modo
correcto de solución.

Tal inestabilidad del proceso del pensamiento y el deslizamiento de los criterios hacia la vía de las
asociaciones casuales, facilistas, no tendenciosas, se observan en la fatiga de los enfermos y en la
fragilidad de los procesos del pensamiento, tanto de génesis orgánica, como esquizofrénica. Existen,
sin embargo, algunas diferencias entre las particularidades de las soluciones de los enfermos. En la
debilidad orgánica los enfermos "se dan cuenta" instantáneamente y rectifican sus errores tan pronto
advierten que el experimentador está insatisfecho con sus respuestas. El propio experimentador
puede, recordando las instrucciones, exigiendo constantemente del enfermo un trabajo atento e
hiriendo un poco su amor propio, obtener del enfermo orgánico (con proceso traumático, vascular o
de ligera intoxicación) la continuación sin errores del trabajo. Mientras tanto, los errores del enfermo
de esquizofrenia están determinados por la debilidad de los móviles, la flojedad y la falta de
tendencia de las asociaciones. Por eso los "deslizamientos" del pensamiento de los enfermos no se
someten habitualmente a la corrección, con frecuencia no se logra obtener de ellos soluciones
impecables, incluso en las soluciones repetidas de los mismos problemas. Ellos cometen errores, no
en los problemas difíciles, sino muy a menudo en los fáciles. En los enfermos no se pone de
manifiesto "la predilección por la verdad", es decir, después de aclarar con ayuda del
experimentador la correcta solución del problema, el enfermo considera legítima también la anterior
errónea y la otra, correcta.

Además, de la "fragilidad", la inestabilidad y la inconsecuencia de las soluciones, los enfermos de


esquizofrenia revelan en la ejecución de esta tarea una vaguedad más manifiesta del pensamiento. La
abundancia de palabras de las que tienen que valerse provoca en ellos multitud de asociaciones. Los
enfermos comienzan a relacionar entre sí las palabras de unos problemas con las palabras de otros y
se pierden completamente en la mescolanza de relaciones que han surgido.
Sin embargo, si el enfermo ejecuta impecablemente todas la tarea, solucionando 30-35 problemas
rápidamente y sin errores, esto aún no da al psicólogo base para afirmar que el pensamiento del
enfermo no está alterado. La metódica dada puede no revelar sutiles desórdenes, poco manifiestos.

Algunos enfermos, incluso los que han comprendido las instrucciones y saben explicarlas, se
equivocan, no obstante, en cada problema que sigue y se someten a la influencia provocada por
aquellas palabras escritas debajo de la raya de la derecha, que poseen una fuerza concreta y
"atractiva" mayor. Si el experimentador dice al enfermo que "piense", entonces el enfermo puede
dar una respuesta correcta, pero en el problema que sigue "se despista" de nuevo. Aquí el enfermo
no se aflige, a veces se ríe, considera sus errores como no esenciales. Este tipo de despreocupación,
la falta de espíritu crítico y, fundamentalmente, la falta de libertad de pensamiento se observan en
los síndromes paralíticos.

La metódica puede utilizarse para pruebas repetidas, si se divide en dos o tres partes.
COMPARACION DE CONCEPTOS

1. Caracterización general. Esta metódica se utiliza para la investigación del pensamiento de los
enfermos y los procesos de análisis y síntesis.

2. Material. Del conjunto de pares de palabras que el experimentador tiene, prepara 8-10 pares
para someterlos a comparación.

Hay conceptos de diferentes grados de similitud y también de conceptos que en general no son
compatibles. Precisamente los conceptos no compatibles resultan a veces muy demostrativos
para el descubrimiento de la alteración del pensamiento.

1- Mañana - tarde 16- Corneja - Gorrión


2- Vaca - Caballo 17- Lobo - Luna
3- Piloto - Taxista 18- Leche - Agua
4- Esquí - Patines 19- Viento - Sal
5- Tranvía - Autobús 20- Oro - Plata
6- Lago - Río 21- Espejuelo - Dinero
7- Río - Ave 22- Trineo - Telega
8- Lluvia - Nieve 23- Gorrión - Gallina
9- Tren – Avión 24- Gato - Manzana
10- Eje - Avispa 25- Tarde - Mañana
11- Engaño - Error 26- Roble - Abedul
12- Vaso - Gallo 27- Hambre - Sed
13- Niña pequeña – muñeca grande 28- Leyenda – Canción
14- Bota- Lápiz 29- Cesto – Lechuza
15- Manzana – Uva 30- Lámina - Retrato

Esta metódica ha sido aprobada y resulta conveniente para la investigación de niños y adultos de
diferente nivel de escolaridad. Se ha utilizado para la investigación de los enfermos en cama o
los enfermos poco asequibles y que se niegan a efectuar un trabajo experimental. Además, resulta
muy práctica cuando se necesitan investigaciones repetidas de los enfermos para la valoración de
su cambio de estado. Así, por ejemplo, algunos autores han utilizado esta metódica en la
valoración de la influencia de cualquier medicamento sobre el proceso del pensamiento de los
enfermos.

3. Procedimiento. Al enfermo se le pide que diga "en qué se parecen y en qué se diferencian" estos
conceptos. Todas sus respuestas se anotan completas. El experimentador debe insistir en que el
enfermo señale sin falta con anterioridad la semejanza entre los conceptos y sólo después la
diferencia. Si el enfermo no comprende inmediatamente el problema, se puede comparar junto con él
cualquier par de palabras que sea fácil.

Al proponer el primer par no comparable (en la enumeración dada: río - ave), el experimentador
observa atentamente la mímica y la conducta del enfermo. Si el enfermo expresa asombro,
perplejidad, o simplemente calla al tener dificultades, se le aclara entonces: "se encuentran pares de
objetos reales (o de conceptos) que no son comparables. En tal caso Ud. debe responder: "Es
imposible compararlos". Si el enfermo comienza enseguida a comparar este par se anota su
respuesta, pero luego se le da, de todas forma, una explicación relativa a los pares "no comparables".
Posteriormente, no se le dan más explicaciones de este tipo sino que se anotan simplemente las
respuestas del enfermo relacionadas con cada par.

4. Interpretación. En la valoración de las respuestas de los enfermos hay que tener en cuenta si ellos
logran distinguir entre los rasgos esenciales de semejanza y diferencia de los conceptos. La
inhabilidad para distinguir los rasgos de semejanzas y también los rasgos esenciales de diferencia
evidencia la debilidad de las generalizaciones del enfermo y su inclinación hacia el pensamiento
concreto.

En la investigación de T.K. Melieshko el objeto de análisis no era la estructura lógica del proceso de
comparación sino el conjunto de rasgos que se utilizaban en la comparación de los objetos. Según
los datos del T.K. Meliesko, los enfermos de esquizofrenia comparan los objetos utilizando rasgos
muy diversos y desacostumbrados, mientras que las personas sanas hacen las comparaciones
tomando los rasgos banales y "standard".

En segundo lugar, hay que tener en cuenta si el enfermo mantiene el plan dado de comparación o si
su idea "resbala" hacia alguna parte y sus criterios están privados de orden lógico.

Así, por ejemplo, un enfermo de esquizofrenia en estado agudo hace la siguiente comparación
incomprensible y agramática de la lluvia y la nieve: "La nieve: se denominan así todos los micrones
y puntos de ausencias que pueden estar bajo las heladas, mientras que la lluvia está compuesta de
agua y eso puede encontrarse es estrecha colaboración".

Otra enferma compara la lluvia y la nieve así: "La llovizna: son gotas acuosas y la nieve es una
helada, la nieve es nieve y el agua es agua. ¿Cuál puede ser la diferencia?, porque son cosas
completamente diferentes... La nieve corre y el agua corre, la nieve cae y la lluvia también cae..."
EXCLUSION DE OBJETOS

1. Caracterización general. Tiene como objetivos:1) Investigación de la actividad analítica –


sintética; 2) Habilidad para hacer generalizaciones.
Se diferencia de la Clasificación de Objetos, en que ésta revela en menor grado la capacidad de
trabajo y la estabilidad de la atención y presenta en mayor grado exigencia a la fundamentación
lógica, la corrección de las generalizaciones, la rigurosidad y la precisión de las formulaciones.

2. Material. Conjunto de tarjetas en cada una de las cuales hay dibujados 4 objetos. Pueden ser
graduados en dificultad.

3. Procedimiento: Se le explica al sujeto que se le van a presentar varias tarjetas. En cada una de
ellas hay 4 objetos, donde hay tres que forman una familia o grupo y uno que hay que separar o
excluir. Su tarea es separar ese objeto y explicar en base a que lo hace.

Pueden utilizarse para pruebas repetidas (para ver por ejemplo la efectividad de la terapia),
escogiendo juegos de cartas aproximadamente iguales en dificultad.

4.- Interpretación. Significado clínico:

Grado muy profundo de --- Imposibilidad de solucionar tareas


debilidad mental o sencillas, el enfermo no comprende
desorden de la conciencia. las instrucciones.

Niños oligofrénicos --- Logran a veces la solución


correcta de problemas de dificultad
media, pero no pueden explicar
ni motivar sus soluciones, no
pueden formular el concepto gene-
ral para la designación e los 3
objetos agrupados.

Carácter concreto del --- Los enfermos tratan de ir por la


pensamiento e incompren- vía de la utilización práctica y
sión de la abstracción. la vinculación situacional de los
objetos, en lugar de la generali-
zación y la separación.

Algunos esquizofrénicos ---- Ejecutan correctamente las ins-


trucciones y generalizan los
objetos atendiendo a los llamados
"rasgos débiles".
2.4 TECNICAS PARA EVALUAR LA PERSONALIDAD

- Elección de valores
- Nivel de pretensiomnes
- Investigación de la autovaloración (Dembo-Rubinstein)
- Análisis psicológico de los datos de la historia vital y de la enfermedad

ELECCION DE VALORES

1. Caracterización general. Esta metódica creada por el E.A. Lavada se utiliza para revelar el grado
de comunicación, de contacto del enfermo, es decir, de su disposición a descubrir la esfera de sus
aspiraciones, intereses y gustos o, por el contrario, de aislamiento, retiro.

2. Material. Para la realización del experimento es necesaria una cartulina o file en la que se colocan
45 tarjetas con palabras escritas en ellas (ver al final).

3. Procedimiento. Después de abrir el file ante el enfermo, el experimentador le dice: "Examina


todas estas palabras. Vea, aquí se han reunido las denominaciones de lo que puede ser atractivo para
la persona. Lea esto". El experimentador espera un minuto o dos mientras el enfermo examina
todas las palabras. En el caso de que el enfermo pregunte si es necesario recordar estas palabras, el
experimentador dice un tanto negligentemente: "Déme cinco tarjetas" (si el enfermo pregunta "¿cuá-
les?", el experimentador responde "cualesquiera", y en ningún caso le dará indicaciones o consejo
alguno).

Después que el enfermo le da al experimentador cinco tarjetas, éste las anota y les pide otras cinco y
luego hace exactamente lo mismo por tercera vez. Durante la elección de las tarjetas el
experimentador anota cada vez todas las expresiones del enfermo y cómo actúa él: si las toma
rápidamente, si lo hace negligentemente o reflexiona, si las compara, si cambia de intención, etc.

4. Interpretación. Las personas psíquicamente sanas en la realización de esta tarea se comportan de


diferentes formas y su conducta descubre la dependencia de la actitud frente a la personalidad del
experimentador. En la mayor parte de los casos los sujetos sometidos a prueba intervienen
gustosamente en la conversación, discutiendo con el experimentador las ventajas de unos u otros
bienes materiales mencionados en las tarjetas, expresando sus consideraciones acerca de lo que les
hace falta personalmente.

En algunos casos los sujetos sanos sometidos a prueba eligen tarjetas en las que aparecen suscritas
denominaciones de valores que superan las verdaderas exigencias culturales. Así, por ejemplo, es
sabido que en la práctica una determinada persona no ama los libros ni la música y prefiere ante todo
comer, beber, jugar a las cartas, sin embargo, en este experimento elige las palabras "museo",
"música", "libros", etc., ya que quiere producir buena impresión en el experimentador.

Por último, los sujetos sometidos a prueba que no quieren revelar ante el experimentador sus
deseos, gustos e intereses. Ellos quieren evitar una situación que los obligarían a elegir las tarjetas
y por tanto,ser demasiado francos. Al volver a preguntar al experimentador qué tarjetas hay que
elegir y recibir la respuesta "cualquiera", los sujetos sometidos a prueba elegían con gusto un
procedimiento formal de ejecución de la tarea: toman cinco tarjetas seguidas, sin reflexionar, de
arriba a abajo, de izquierda a derecha, etc. Estas personas ponen de manifiesto una determinada
reserva, inaccesibilidad.

Según los datos obtenidos por E.A.Lavada, el extraordinario egocentrismo y extroversión durante la
investigación por medio de la presente metódica (el deseo de discutir detalladamente la relativa
atracción que tiene personalmente para ellos cada uno de los valores mencionados) se descubrieron
en los enfermos de epilepsia.

Atendiendo a estos mismos datos, el porcentaje de ejecuciones introvertidas y formales de esta tarea
(la elección de las tarjetas según las filas, sin tener en cuenta lo que está escrito en las mismas) era
muy elevado entre los esquizofrénicos con defectos. En el estricto sentido de la palabra esta
metódica no tiene valor diagnóstico, ya que la misma ha sido escasamente probada. Sin embargo,
aproximándose por su forma a los métodos proyectivos, libres de la investigación de la esfera
personal, ésta puede resultar (en manos de un experimentador osado) un conveniente apoyo para
revelar el estado psíquico y la constitución personal del enfermo.

VALORES

1- cine 16- joyas 31- bañarse


2- calificación 17- deportes 32- belleza
3- fama 18- flores 33- dinero
4- niños 19- riachuelo 34- museos
5- canto 20- comida 35- ropas
6- placer 21- agilidad 36- amigos
7- naturaleza 22- mar 37- primavera
8- salario 23- automóvil 38- bosque
9- pena 24- amor 39- música
10- tranquilidad 25- trabajo 40- juventud
11- viaje 26- fiestecita 41- teatro
12- libros 27- vida 42- riqueza
13- salud 28- vino 43- familia
14- bailes 29- suerte 44- silencio
15- trajes 30- fuerza 45- apartamento

NIVEL DE PRETENSIONES

1. Caracterización general Esta metódica, dirigida a la investigación de las reacciones personales,


fue elaborada por el psicólogo alemán F.Hoppe. Se ha utilizado ampliamente en la investigación de
escolares y en la investigación de la esfera personal de los enfermos.

2. Material. Para la realización del experimento hay que preparar 16 tarjetas con los números del 1
al 16 escritos en ellas. Es muy práctico hacerlas de tarjetas de bibliotecas, pegando en cada uno los
números de un almanaque viejo. Además es necesario preparar un cronómetro o un reloj, una hoja
de papel y un lápiz para el informe. Ante el experimentador debe haber una hoja de papel con los
grupos de diferentes tareas. A pesar de la sencillez exterior de la preparación de los materiales para
el experimento, esta metódica pertenece al número de las más difíciles y requiere más tiempo de
preparación que las demás metódicas.

La esencia del experimento consiste: Se le proponen al enfermo una serie de tarjetas enumeradas
según el grado de dificultad desde las más fáciles hasta las más difíciles, y se le da cada vez la
posibilidad de elegir por sí mismo una tarea para solucionarla. El psicólogo debe tener la posibili-
dad según su propio criterio de crear una situación de éxito (y no tiene que ser obligatoriamente
merecida en lo absoluto). Es decir, elogiar al enfermo; una situación de fracaso, denigrar
acentuadamente los resultados de la solución de la tarea, hacer ver que el sujeto sometido a prueba
no la ha resuelto. Los logros reales del enfermo en el experimento dado no tienen valor, pero el
enfermo desconoce esto, por el contrario, él debe estar convencido de lo opuesto. Sólo es importante
cómo el enfermo reacciona ante sus éxitos o fracasos, qué tareas él elige después que ha experi-
mentado el éxito o el fracaso.

Para que el experimento tenga pleno valor es necesario hacerlo de forma que el enfermo sienta el
éxito o el fracaso lo más profundo y actual posible. Para esto es necesario que el contenido de las
tareas correspondan al círculo de intereses, los conocimientos del enfermo y las exigencias que él
mismo se plantee, así por ejemplo, si el escolar de décimo grado se le propone algún problema
matemático o pregunta del programa escolar la respuesta correcta será para él un éxito actual y el
fracaso una experiencia ofensiva. Si se le propone un problema matemático a un enfermo de edad
madura con un séptimo grado de escolaridad, el fracaso al solucionarlo puede dejarlo indiferente, no
porque al enfermo se le haya embotado la esfera de las emociones y no tenga una adecuada reacción
personal antes sus éxitos y fracasos, sino porque él interiormente, para sí mismo, no pretenda tener
conocimientos de matemática. El no ha sabido solucionar el problema, pero tampoco considera para
sí una habilidad esencial solucionar tales problemas. En el caso dado la elección desafortunada del
problema estropea el experimento y puede provocar errores en el enfermo de sus resultados. Para
el enfermo con un elevado nivel de escolaridad, del que con anterioridad se conoce que sabe de
literatura y arte, en el número de tareas regulares y difíciles se le pueden incluir preguntas sobre
escritores, compositores, artistas y escultores; todas estas tareas y preguntas pueden "incitar el amor
propio" del enfermo, los éxitos y fracasos serán actuales para él. Si, por el contrario, hay que
investigar las reacciones personales de un enfermo con bajo nivel cultural, no conviene ese grupo de
tareas, éstas deben ser sustituidas por otras; pueden ser cuestiones sobre acontecimientos sociales (si
el enfermo lee los periódicos) y cuestiones de carácter profesional (si el paciente es un enfermero,
contador, técnico, etc.).

Hay que subrayar que las tareas deben diferenciarse objetivamente para cada enfermo atendiendo al
grado de dificultad: desde las extremadamente fáciles hasta las extraordinariamente difíciles. La
variación de los intervalos de tiempo (es decir, la posibilidad de dar al enfermo mucho tiempo para
que reflexione y por tanto asegurar el éxito o la posibilidad de echar a andar muy rápida y
demostrativamente el cronómetro, diciendo que el tiempo terminó por tanto crear artificialmente el
fracaso), puede utilizarse sólo como un medio auxiliar. Esto ayuda al experimentador a maniobrar
en el proceso del propio experimento, pero no puede ser el único medio de crear los éxitos y
fracasos. Por consiguiente, una de las dificultades de la realización de este experimento consiste en
que el mismo no puede ser standard, sino que requiere una preparación especial y organización
individual para cada enfermo en particular.

3. Procedimiento. Ante el enfermo se coloca en fila 16 tarjetas numeradas de forma tal que en la
izquierda estén las No. 1, No.2, etc., y a la derecha la No. 18. Luego se dan las siguientes
instrucciones: "Ante nosotros están las números de las tareas de diferente grado de dificultad. Los
números 1, 2 y 3 (el experimentador los señala) son las más fáciles, luego siguen tareas un poco
menos difíciles y, finalmente, las últimas números 15 al 18 las más difíciles. En las tarjetas no está
nada escrito, sólo el número (el experimentador muestra el lado inverso de la tarjeta, donde no hay
nada). Yo le daré la tarea después que usted tome el número. Hay que colocar la tarjeta en el lugar
anterior; con este mismo número yo tengo otras varias tareas. Para la solución de cada tarea se da
determinado tiempo y si usted no llega a escribir en ese tiempo la solución, la tarea se considerará
como no resuelta. Elija, por favor, usted mismo que número de tarea quiere resolver; usted puede
elegir cualquier tarea".
Cuando el enfermo elige una tarea, el experimentador anota en el protocolo el número que eligió,
pone la tarjeta en su lugar, después lee una tarea de la lista que tiene preparada, le da papel y lápiz
para anotar la respuesta y echa a andar el cronómetro. La táctica del experimentador depende del
curso del experimento. Así por ejemplo, si el enfermo se intimida y elige las tareas fáciles o incluso
las regulares en dificultad, el experimentador puede en los mismos momentos garantizarle el
"éxito". Si el enfermo elige inmediatamente una de las últimas, es decir, los números difíciles,
entonces hay que crear obligatoriamente la situación de fracaso. Si incluso resulta casualmente que
la tarea fue elegida desacertadamente, sin tener en cuenta las posibilidades del enfermo y éste
comienza a solucionar exitosamente la tarea díficil, el experimentador puede crear un fracaso,
reduciendo el tiempo.

Habitualmente se hace énfasis en la información acerca de que el enfermo recibe más o menos por
la solución dada: el experimentador "juega" un poco con este experimento. Al informar al enfermo
sobre el fracaso, sobre el menos, el experimentador hará ver que se aflige por el enfermo, que él no
esperaba que la tarea le resultara inaccesible en esa medida. Después se le propone al enfermo que
elija cualquier número de tarea para su posterior solución. De nuevo se repite la situación de éxito o
fracaso y de nuevo se propone elegir el siguiente número. Después que en el experimento se revela
exactamente la tendencia de la elección y solución de 10-14 tareas, se le dice al enfermo: ahora
queda por elegir la última tarea. Para el experimentador aquí es importante únicamente el número
que elige el enfermo. Sería posible no resolver la propia tarea. Para conservar el contacto con el
enfermo y para dejarlo de buen humor, hay que darle esta última tarea de forma que se garantice el
éxito.

Hay que detenerse aún en algunas circunstancias que surgen durante el tiempo del experimento
dado, que obligan a variar la táctica en el proceso del propio experimento. Sucede a veces que a
pesar de que la elección de las tareas está bien pensada y adecuada al enfermo, hay que improvisar y
cambiar las tareas en el momento del propio experimento. Así, por ejemplo, se encuentran sujetos
sometidos a prueba que eligen obstinadamente sólo las tareas más fáciles, sin arriesgarse a pasar a
las más difíciles a pesar del éxito. En estos casos hay que sustituir la elección pensada y proponer
improvisadamente tareas tales como "2 Ø 3" o "nombrar la ciudad en que vivimos", es decir darles
tareas extremadamente fáciles para eliminar la elección de los números de cualquier sentido. Puede
ocurrir por el contrario que el enfermo elija todo el tiempo tareas difíciles porque tenga un nivel cul-
tural elevado y sea más rápido de lo que previó el experimentador; en tales casos es necesario
proponer algunas tareas especialmente difíciles un tanto improvisadamente, para crear situaciones de
un fracaso fundamentado y serio. Es posible, por ejemplo, proponerle que nombre tres destacados
escultores. No es absolutamente necesario que el propio experimentador sepa contestar él mismo
correctamente estas preguntas difíciles.
FORMA DEL PROTOCOLO

-------------------------------------------------------------------------------------------------
Número del problema Exito o Breve contenido Expresiones
que elige el enfermo. Fracaso de la tarea del y conducta
enfermo
-------------------------------------------------------------------------------------------------

Observación: El contenido de la tarea no tiene, en rigor, importancia para la interpretación de los


datos experimentales. Sin embargo, considerando que las tareas pueden ser muy individuales y
elegidas para cada enfermo con un mayor o menor grado de educación, es mejor anotar en el
protocolo un breve contenido de la misma. En la interpretación de los resultados estos da la
posibilidad de observar las causas de algunas particularidades del experimento y explicar las
acciones incomprensibles de los enfermos.

4 Interpretación. La interpretación de los datos experimentales, obtenidos por medio de esta


metódica, presenta exigencias tan grandes en relación con la calificación del experimentador como
la técnica el experimento.

Algunas leyes sólidamente establecidas por el propio Hoppe y luego por V.B.Zeigarnik y sus
discípulos pueden ayudar en la interpretación de los datos experimentales. A su número pertenece el
hecho de que para las personas psíquicamente sanas y personalmente adecuadas, la elección de los
siguientes números de las tareas dependen de los éxitos o fracasos en las soluciones anteriores. Con
otras palabras, los logros, las soluciones exitosas , crean en las personas cierta seguridad en sus
propias posibilidades y conducen a la gradual elevación de las autovaloración y al nivel de preten-
siones, es decir, a la elección de las tareas más difíciles, mientras los fracasos y los intentos fallidos
de solucionar las tareas difíciles conducen a la disminución del nivel de pretensiones, a la elección
de tareas más fáciles.

Las oscilaciones en la elección (la transición a las tareas fáciles después de los fracasos y viceversa)
de las personas con una actitud estable tienen un carácter más o menos ligero, suave, mientras que
la inestabilidad emocional de los psicópatas provoca oscilaciones de un carácter muy brusco y los
enfermos al parecer se lanzan de un extremo a otro. Un éxito pequeño las empuja a la elección de la
tarea más difícil y un fracaso, a la elección de la más fácil.

Todo esto tiene lugar en los límites de las reacciones personales adecuadas. El embotamiento de la
esfera emocional - volitiva, el defecto de la personalidad, que se pone de manifiesto frecuentemente
en la esquizofrenia, se revela, en este experimento en la alteración de cualquier dependencia entre
el éxito y el fracaso, de una parte, y en la elección de los problemas atendiendo a la dificultad, de
otra. No se descubre tampoco dependencia alguna entre la valoración de la ejecución de las tareas y
la elección de los problemas (es decir, no forma en el experimento el nivel de pretensiones) en los
pacientes con otras enfermedades, pero con una profunda falta de desarrollo o desintegración de la
esfera personal.

Tales son las leyes esquemáticas más fundamentales que pueden ser utilizadas en la interpretación
de los datos experimentales. En realidad, cada experimento no se descifra sin embargo, tan
simplemente, ya que refleja multitud de tendencias complejas. La elección de las tareas depende a
veces de la actitud del enfermo frente al experimentador. Cuando la actitud es muy respetuosa y hay
un elevado interés por la evaluación, como suele ocurrir a veces cuando el enfermo pasa un peritaje
laboral y quiere ser reconocido como sano, éste elige las tareas con extraordinario cuidado. La
juventud del experimentador y su tono vacilante e inseguro en el momento de la realización del
experimento permiten revelar con más facilidad el elevado nivel de pretensiones del enfermo,
además, la elección inicial depende a veces de la exigencia del sujeto sometido a prueba en relación
consigo mismo o de su forma acostumbrada de reaccionar ante las circunstancias alarmantes y
emocionantes, así, una persona psíquicamente sana, muy sencilla y tímida por naturaleza, "perdiendo
la cabeza" de repente toma como su primera elección la tarea más difícil; ha decidido no tener
piedad de sí misma, mostrando enseguida un punto flaco. En otro caso un individuo sano, "que
conoce su propio valor", muy seguro de sí mismo comienza cuidadosamente los problemas fáciles y
sólo gradualmente, sin apurarse, pasa a los regulares; él prefiere aclarar lo que quiere de él, sin
arriesgarse a caer en una situación embarazosa. El psicópata inerte con un elevado nivel de
pretensiones, después de experimentar un "fallo", un fracaso, en la solución de la tarea No. 15, toma
la No. 11, y a pesar del éxito, continúa marchando en orden decreciente, eliminando
consecutivamente números cada vez más fáciles. En el protocolo se crea un cuadro de completa
independencia de la elección del éxito. Sin embargo, a la pregunta del experimentador de por qué él
hace ese tipo de elección el enfermo explica: "Temo caer de nuevo en los escultores españoles y
huyo un poco más lejos de ellos".

Solamente en la última elección el enfermo, enrojeciendo un poco, coge la última y más difícil tarea.

De esta forma la interpretación de este experimento no puede realizarse sólo por la forma de las
curvas o el círculo de la dependencia. Cada protocolo exige un análisis concreto teniendo en cuenta
todas las expresiones directas y la conducta del enfermo.

A pesar de la dificultad que presenta su realización e interpretación, esta metódica se emplea con
mucha frecuencia, ya que da un material valioso y convincente para la discusión sobre la
personalidad del enfermo, sobre su amor propio y autovaloración, y sobre la animación o
embotamiento de sus reacciones emocionales.
INVESTIGACION DE LA AUTOVALORACION

1.Caracterización general. El proyecto de experimento es adoptado de la psicóloga norteamericana


T.V. Dembo. Ella adapta un simple pero gracioso procedimiento para la revelación de las ideas del
hombre, su felicidad.

Actualmente este procedimiento experimental se usa mucho más ampliamente para la revelación de
la autovaloración y la conciencia de enfermedad en adultos y niños.

2. Procedimiento. El experimento se conduce en forma de una conversación libre. El


experimentador traza en una hoja de papel blanco una larga línea vertical y le dice al enfermo:
"supongamos que en esta línea se colocan todas las personas del mundo, aquí arriba (lo muestra) los
más saludables y aquí abajo (lo muestra) los más enfermos. ¿Dónde piensa usted que está su lugar
entre todas estas personas, de acuerdo al estado de salud? Ponga con este lápiz una señal, una cruz,
en aquel lugar donde usted piensa que se encuentra". (Al enfermo se le da un lápiz de color para
hacer el trazo). Es posible esclarecer y repetir las instrucciones pero por el momento no se debe
discutir la decisión del enfermo.

Luego al lado de la primera línea se traza otra línea vertical más y se le propone una tarea análoga:
"Si en esta línea se colocan todas las personas según su inteligencia -arriba los más inteligentes
(talentos), abajo los brutos y en el centro los mediocres. ¿Dónde usted determinaría su lugar? (Se le
propone al enfermo señalar con un lápiz de color su lugar). En la tercera línea se colocan de la
misma forma las personas según el carácter. "Arriba estarán las personas de mejor carácter, abajo
las más malas según el carácter". (De nuevo se le propone al enfermo señalar su lugar). La última y
cuarta línea representa la distribución de todas las personas según la felicidad. "Arriba las más
felices, abajo las infelices". (Al enfermo se le propone señalar su lugar).

Después de esto comienza la etapa más interesante de la conversación provocada


experimentalmente. En dependencia del lugar donde el enfermo colocó la cruz, se le pregunta qué
personas él consideraría infelices o felices. Puede hacerse también la pregunta sobre lo que le falta
al enfermo para la felicidad plena, lo que él entiende por felicidad y de qué depende la misma.
Luego el experimentador conversa de esta misma manera con el enfermo en relación con los otros
tres indicadores. Así, si el enfermo se coloca a sí mismo entre las personas más saludables, se le
pregunta sobre cuáles personas él colocaría entre los más enfermos, mientras que si él pone la cruz
entre los saludables y los del centro, se le pregunta qué le falta a él para reconocerse a sí mismo
como saludable por completo. Algo más cuidadosamente por la forma, se discute la autovaloración
del enfermo de acuerdo a la inteligencia: se le pregunta al enfermo con cuáles cualidades de su
inteligencia él está insatisfecho, qué personas considera las más inteligentes y cúales considera las
más brutas. El interrogatorio sobre la cruz por el carácter se conduce así: se aclaran cuáles rasgos
del carácter considera el enfermo los peores y cuáles los mejores y en qué ve los defectos de su
propio carácter.

FORMA DE PROTOCOLO

Salud Inteligencia Carácter Felicidad


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Preguntas Respuestas

4. Interpretación. El análisis de los datos experimentales se efectúa no tanto atendiendo a la


colocación de las señales o cruces en las líneas, sino a la discusión de las mismas. Se pone en evi-
dencia que en los adultos psíquicamente sanos y en los adolescentes se descubre una tendencia
posicional hacia un punto "un poquitico por encima del centro", independientemente de su
autovaloración y de su situación vital objetiva. Interesantes datos de contenido que caracterizan la
actitud de las personas sanas frente a sus cualidades, lo pone de manifiesto únicamente el
interrogatorio posterior.

En diferentes enfermedades psíquicas la actitud "posicional" ante el experimentador desaparece y las


señales de la autovaloración manifiestan una tendencia hacia los puntos extremos de la línea:"El más
enfermo de todos" o "el más saludable", "el más inteligente de todos", "el más infeliz", etc. Se
manifiesta una disminución de la crítica respecto a su propia enfermedad y su capacidades,
depresión o euforia. Así por ejemplo un enfermo de esquizofrenia en estado defectual, en los tres
primeros índices señala su lugar por encima del punto superior de la línea y únicamente en la cuarta
línea (felicidad) pone su señal en el punto más bajo de la línea, explicando que "las personas felices
son los creadores, los fundadores", mientras que a él se lo impidieron los médicos, él nada pudo
crear".

Una enferma que sufre de una afección reumática no aguda del sistema nervioso central con
psicopatización de la personalidad, elige las cuatro valoraciones extremas: ella se considera a sí
misma la más enferma del mundo, la más inteligente y más buena por el carácter y la más feliz. "Las
personas felices -explica ella - son aquellas que saben arreglárselas bien en la vida, mientras que yo
cuando incluso trato de comprar algo, no tengo suerte".

Una enferma esquizofrénica con depresión, con ideas de autocondena, se valora a sí misma como
situada más alto que el nivel medio por la salud, la más mala por el carácter, la más tonta y también
la más infeliz.

Desde luego, estas manifestaciones de autovaloración no tienen ningún significado absoluto; no se


han establecido tampoco los tipos diagnósticamente significativos para la autovaloración. Sin
embargo, en caso aislado, este breve experimento con la conversación contribuye al análisis de la
personalidad del enfermo.

La valoración de la felicidad exige una mayor diferenciación en el proceso de conversación. Es


importante establecer hacia que están dirigidas las pretensiones del enfermo o simplemente del
investigado: se considera a sí mismo menos feliz que lo que quisiera, debido a la insatisfacción con
su propia personalidad, o está inclinado a presentar pretensiones respecto a las circunstancias que le
favorecen insuficientemente, a pesar de que él mismo en todo es bueno y está lleno de méritos?

Este mismo experimento con niños se hace algo diferente. La primera línea vertical representa la
valoración del crecimiento en correlación con el grado que estudia el niño. Se introduce para aclarar
mejor a los niños las instrucciones; ningún significado de autovaloración tiene este criterio.

Luego siguen las líneas de valoración de la salud y la inteligencia (en las líneas ha sido colocada
toda la humanidad). En la valoración de la inteligencia se le propone al niño marcar con un trazo el
lugar de su vecino de pupitre y el lugar de su maestro(a). Las últimas dos marcas deberán estar
hecha por diferentes lápices de colores para que posteriormente no sean confundidas. Este
complemento es cierta modificación de la metódica de Greef, propuesta para hacer el trazo hasta tres
circulitos que designan al niño, su condiscípulo y su maestro; el más largo corresponde al más
inteligente.

La valoración del carácter y de la felicidad se da sólo en comparación con los alumnos de su grado.
Después que han sido hecho todos los trazos de colores en todas las líneas se comienza una
conversación con el niño, cuyo objetivo es aclarar las consideraciones del niño en una u otra valo-
ración, como ha sido descrito en la conversación con los adultos. Este sencillo procedimiento
experimental da la posibilidad de revelar la autovaloración de los niños, la cual puede considerarse
como uno de los indicadores de madurez de su personalidad.

La investigación de estudiantes de escuelas especiales descubrió un gran nivel de espontaneidad de


la autovaloración, ausencia de inclinación posicional hacia el centro. Ninguno de los niños
retrasados mentales se consideró a sí como enfermo (la señal de salud reflejaba únicamente las en-
fermedades somáticas del escolar). En los más pequeños y en los últimos grados de la escuela
(posiblemente a consecuencia de la hipercompensación) se descubría una autovaloración
extraordinariamente alta de la inteligencia y también del carácter y la felicidad (más alta que en los
escolares de los grados correspondientes de las escuelas masivas). El sistema de Greef se
encontraba únicamente en estudiantes de segundo grado de las escuelas especiales. El interrogatorio
mostró una extrema superficialidad de los criterio de estos niños sobre la inteligencia, el carácter y la
felicidad.

ANÁLISIS PSICOLÓGICO DE LOS DATOS DE LA HISTORIA VITAL Y DE LA


ENFERMEDAD.

Especialmente fructífero es el análisis de las alteraciones personales en una historia clínica. En ella,
además de los datos médicos, se recoge detalladamente las informaciones que caracterizan el camino
vital del enfermo, los modos de acción típicos para él,de comunicación, de solución de conflicto, el
círculo de sus intereses, sus alteraciones en el curso de la enfermedad y retrospectivamente, antes de
la enfermedad; sus interrelaciones en la familia, en el trabajo.

Nunca deberá conformarse una idea acerca de las particularidades de la personalidad, dejando a un
lado la comunicación directa con el hombre, sin observar como se desenvuelven sus cualidades en
experimentos especiales. Por esto, el conocimiento de las historias clínicas debe completarse con la
experiencia de la comunicación y los experimentos con enfermos de una nosología elegida.

La primera etapa del análisis psicológico de la historia clínica consiste en la formación de una
historia detallada y suficientemente típica para este grupo de enfermos, sobre el transcurso de las
alteraciones psicológicas, por lo que se requiere de una exhaustiva comunicación con los enfermos.

Para el psiquiatra es importante mostrar en la historia clínica el transcurso de un determinado


síntoma en el fondo de alteraciones peculiares de la personalidad, mientras que para el psicólogo
actúa como fundamental todo lo que se refiere al desarrollo y establecimiento de la personalidad.

En la segunda etapa, después que las historias típicas de las alteraciones personales que interesan
están confeccionadas, es necesario compararlas minuciosamente, "sintetizar" todos estos momentos
"axiales" fundamentales por los cuales pasan la mayoría de los casos estudiados (durante el
alcoholismo, por ejemplo, son las etapas determinadas del cambio del círculo de comunicación, de
intereses; en la anorexia, la sucesión de cambios de los modos de lucha "por el adelgazamiento",
etc.). Se trata de aquellos momentos que son comunes para todo el grupo estudiado de fenómenos
clínicos, que pueden ser expresados en cada historia clínica, de una forma más o menos clara.
El establecimiento, la sintetización de una sola y más típica lógica externa del desarrollo del
fenómeno que nos interesa debe ser la salida final, el producto de esta etapa del análisis.
Sólo después de esto se puede pasar a la tercera etapa: la calificación de los datos obtenidos en
conceptos de la ciencia psicológica. Esto dependerá del marco teórico del psicólogo. En los marcos
de nuestra concepción de personalidad, podemos hablar de necesidad, motivo, sentido, personal,
autovaloración, conflicto, etc. Pero incluso el minucioso estudio de aspectos aislados es insuficiente
para la caracterización de la personalidad. Es necesario descubrir las relaciones existentes entre
ellas.
Sin embargo, con toda su significación, la etapa de calificación psicológica de los datos clínicos
no representa el final del análisis de las alteraciones de la personalidad. Una vez hecha la
"traducción" de la descripción del fenómeno desde el lenguaje clínico al lenguaje de la
psicología, en esencia aún estamos detenidos en los límites del enfoque fenómenológico. No es
suficiente la descripción psicológica de la dinámica, de la consecutividad de los sucesos y hechos
externos observados, ya que esto no señala directamente hacia las regularidades psicológicas que
determinan la conducta del hombre.

Se hace necesario pasar a una cuarta etapa. La esencia propiamente psicológica puede ser
descubierta si nosotros sabemos gracias a qué regularidades psicológicas surge un fenómeno
dado, que mueve a este proceso, cuáles componentes psicológicos lo forman. Por eso se lleva
adelante una nueva tarea:la creación de un "modelo", propiamente psicológico de la formación
de un fenómeno clínico dado. Desde luego, la hipótesis original siempre antecede a la
investigación, pero sólo después del estudio de todas las fases descritas se puede exponer una
idea suficientemente argumentada.

Así, tras la recogida y primera elaboración del material clínico y experimental está la etapa de
"sintetización" de la historia típica de desarrollo del fenómeno que nos interesa; tras la
calificación psicológica de los estados observados, sus cambios sucesivos, está la consideración
del mecanismo interno del proceso, sus regularidades propiamente psicológicas.

Acerca de la necesidad de semejante orientación del curso del análisis de los datos clínicos llegó
a escribir L.S.Vigotski en 1936: "El peso central debe ser trasladado de los hechos externos al
estudio y establecimiento de las conexiones psicológicas internas". Es necesario ir de los externo
a lo interno; de lo que está dado, hacia aquello que no está planteado, del análisis
fenomenológico de los hechos hacia las causas internas que los determinan.

Lo dicho no disminuye la importancia del método experimental, lo que la más fina


experimentación no puede reemplazar la necesidad del trabajo teórico llamado a analizar el
proceso de formación de un fenómeno dado y elaborar una hipótesis acerca de su naturaleza
psicológica. Los experimentos, a su vez, son totalmente necesarios por cuanto pueden afirmar o
refutar nuestra elaboración, pueden servir de "cortes" de control, de resultados intermedios de
diagnóstico del proceso en curso de la vida psíquica. Con conocido fundamento se puede
afirmar que el análisis psicológico del proceso de formación y desarrollo no es un método más
del conocimiento psíquico, sino el método, por cuanto él está directamente orientado al
descubrimiento de la esencia del objeto: el método sin el cual todos los otros son sólo "partes
extraídas" sin el intento de comprender la totalidad.
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