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Lo interesante aquí es que no importa de dónde vengan las emisiones, los impactos serán
distribuidos desigualmente en el planeta. Aunque la evidencia es limitada, se cree que estos
impactos serán más serios en los países tropicales (Sur) que en los temperados (Norte). Sobre
todo en la agricultura (crisis alimenticia), la salud (mayor incidencia de enfermedades como
malaria, dengue, fiebre amarilla) y en las zonas costeras, debido a los efectos del aumento del
nivel del mar.
¿Deberían o no los países del Sur asumir compromisos de reducción de emisiones, tal como
lo propone Estados Unidos?
-Debo decir que lo que los países desarrollados hicieron en Kyoto no es muy impresionante.
Fueron a Kyoto y después de mucho protestar, accedieron a firmar lo inevitable, es decir, se
comprometieron a hacer algo que ya estaba pasando, que ya pasó, que es la reducción de las
emisiones en el Norte. Ellos ya sabían esto, fueron, firmaron y dijeron que hicieron la gran
cosa. Y ahora esperan que los países en desarrollo firmen lo imposible. Ellos firman lo
inevitable y quieren que el Sur firme lo imposible.
¿La comunidad internacional está entonces perdiendo el tiempo tratando de dilucidar como
llegar a la "participación significativa" del Sur en el Protocolo?
-Pienso que en las condiciones actuales, los países en desarrollo no deberían hacer nada.
Pienso que Kyoto no ayudará a controlar el cambio climático, pero tampoco se logrará hacerlo
sin la participación de los países en desarrollo.
¿Es un problema de tiempo, de decidir cuándo los países en desarrollo pueden empezar a
asumir compromisos?
-No, es un problema de equidad. Nosotros proponemos que los países desarrollados paguen a
los países del Sur por los daños que les han causado, durante el siglo y medio en que
produjeron emisiones a la atmósfera. Debería hacerse una evaluación de cuánto daño ha
producido esta concentración de gases desde la Revolución Industrial, en América Latina, en el
sudeste asiático, en el Africa subsahariana, etc... y proponer una compensación. En este
sistema, se evalúa, país por país, cuál ha sido su contribución al cambio climático global, y al
mismo tiempo, en qué medida ha sido víctima de los daños. Si la contribución es mayor al
daño sufrido, entonces paga. Si es al contrario, recibe un pago.
-¿Utopía? Si uno tiene una casa y su vecino viene y la daña, él debe compensar por eso. Si él
causa un daño, yo llamo a la policía y arreglo el tema. Si hay un derrame de petróleo de un
buque japonés en aguas estadounidenses, Japón debe compensar por los daños. Es lo mismo.
¿Qué puedo hacer para reducir la emisión de los gases de efecto invernadero?
Contribuir para reducir la emisión de los gases de efecto invernadero es un trabajo de todos.
Cambios pequeños en su rutina diaria pueden ser cambios importantes para ayudar a detener
el calentamiento global. Reduzca sus emisiones en casa y en el trabajo, así como mientras se
desplaza. Haga lo posible para que se reduzcan las emisiones a nivel local, nacional e
internacional.
Además, intente convencer a sus amigos y familiares para que sigan su ejemplo. Cuantas
más personas, más se reducirá.
Revise el área "Lo que se puede hacer", donde AlertaTierra.com facilita algunas pautas
que se pueden seguir.
El Informe del IPCC de 1995 afirmaba que los compromisos contraídos en virtud del Convenio,
incluso si se cumplían, no resultarían suficientes para evitar la interferencia negativa en el
clima. En vista de ello, las partes del Convenio decidieron negociar un protocolo para fortalecer
el tratado en el período posterior al año 2000. Este protocolo, acordado en Kyoto (Japón) en
diciembre de 1997, contiene unas metas políticamente obligatorias por las que los países
desarrollados deben reducir las emisiones combinadas de seis grados de efecto invernadero
claves un 5% como mínimo a lo largo del período del 2008 al 2012. Las reducciones en los tres
gases más importantes – dióxido de carbono, metano y óxido nitroso – se medirán tomando
1990 como años base. Las reducciones de tres gases industriales de larga duración – los
hidrofluorocarbonos, los perfluorocarbonos y los hexafluoruros de azufre – se medirán o bien
respecto a 1990 o bien respecto a 1995. Al reducir las emisiones de gas de efecto invernadero
un 5% por debajo de los niveles de 1990, el Protocolo conseguirá que el nivel de emisiones en
el 2010 será un 20% más bajo de lo que hubiera sido sin él.