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Presentado por:
ANDRES ARRIATA MEDINA
Grado 11
Ibagué Tolima
Área español
2017
EL SECUESTRO DE MISS BLANDISH
Es una obra magna no solo por su contenido, sino por los sentimientos
de repulsa y admiración que ha suscitado a lo largo del tiempo.
Reseña
Por otro lado, las femmes fatales más admiradas, son damiselas al lado
Ma: la madre de Slim. Una mujer despiadada capaz de torturar, física y
mentalmente, a Miss Blandish para que Slim se explaye con ella. Y lo
hace durante cuatro largos meses; demasiado tiempo como para
olvidarlo una vez liberada. Ma no es la única malvada, también las hay
guapas. Si bien, su calaña, no es tan monstruosa.
El secuestro de Miss Blandish posee unos diálogos trepidantes con una
jerga propia del hampa, que invitan a seguir leyendo. Un cóctel molotov
de atracadores, secuestros, sádicos, actividades clandestinas,
criminales atroces, jóvenes bonitas, policías, detectives y mujeres
fatales armadas con algo más que tacones de aguja.
Hasta el último tercio del libro no aparece el detective privado que dará
con el quid de la cuestión: Dave Fenner; un antiguo periodista
reconvertido en investigador. Quizá el inicio de un periodismo de telón
moviendo los hilos. En El secuestro de Miss Blandish, solo existe el
recuerdo del amanuense. Por de contra, las maneras rudas y un tanto
extensas de escrúpulos cuando trata con la chusma, y, la
caballerosidad, valentía y persistencia de Fenner en las relaciones con
personas decentes, encaja con los tipos duros de los noir de antaño.
…“—¡Sal de ahí! Sabemos que estás dentro. Sal con los brazos en alto.
Fenner hizo una mueca. "Y recibiré un puñado de balas por la molestia",
se dijo. Esperó inmóvil. Comprendió que Grisson y sus socios no se
atrevían a entrar y terminar su tarea. Comenzó a sentirse mejor con esta
idea. Al fin y al cabo, aquellos tipos eran unos cobardes, y si él se
mantenía sereno, había todavía posibilidades. Palpó detrás suyo y su
mano tocó el mango de un hacha. Se quitó el sombrero, lo puso en el
extremo del mango y lo movió convulsivamente antes de desprenderse
destrozado por una granizada de balas. "Menos mal que no estaba mi
cabeza dentro", se dijo Fenner.
—¡Eh, canalla, sal de ahí, si no quieres que te acribillemos! —gritó
alguien. Fenner continuó tan mudo como un cadáver. De pronto oyó que
alguien se reía fuera. Se puso tenso.
Algo se hallaba en puertas. Agarró el borde del tanque y arrimó éste a
la pared, de modo que quedara bien protegido. Oyó que algo golpeaba
el suelo y pudo ver que un objeto menudo y redondo tocaba el suelo
cerca de Johnny. Se dijo que parecía una piña y, al mismo tiempo, la
granada estalló.
Fenner creyó que su cabeza se desgarraba con aquel espantoso
estrépito; la presión del aire le empujó contra la pared como a un
muñeco. Durante una fracción de segundo, su cerebro se despejó. Vio
las cosas con claridad. Vio el tejado de la cabaña y las sucias paredes
de la habitación. Después, todo comenzó a desintegrarse. El tejado
comenzó a hundirse y toda la estructura se vino abajo sobre él. ”…