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Regímenes monetarios

La caja de convertibilidad,
la dolarización y la integración
monetaria en América latina*
Héctor Guillén Romo**

En este trabajo se analizan teóricamente los regímenes


monetarios “ultra fijos” que son la caja de convertibili-
dad, la dolarización y la integración monetaria. En nivel
empírico, se examinan la experiencia argentina con el
currency board, la dolarización ecuatoriana y el proyec-
to de integración monetaria en el cuadro del Tratado de
Libre Comercio de América del Norte. Se llega a la con-
clusión de que ningún régimen de cambio es óptimo
para todos los países ni en todo momento y que, en todo
caso, su adopción se hará en función de considera-
ciones políticas y de la correlación de fuerzas entre los
ganadores y los perdedores frente al cambio institu-
cional que representa un nuevo régimen de cambio.

* Congreso Internacional de Economía Mundial, Conferencia Magistral Manzanillo, Co-


lima, 22-25 /11/2004, Facultad de Economía, Universidad de Colima.
En este número de RE publicamos la primera parte de este artículo correspondiente
al análisis de los regímenes monetarios de la caja de convertibilidad y la dolarización.
En una próxima edición incluiremos los apartados referidos al régimen de integración
monetaria.
** Universidad de Paris 8, Departamento de Economía y de Gestión, h.guillen@wana-
doo.fr
88 realidad económica 212

Introducción en el mercado pero sin vincularse


con un valor o con un sendero
predeterminado. La elección del
Los regímenes de cambio se
régimen de cambio resulta de un
pueden clasificar en fijos, interme-
arbitraje entre las ventajas de la
dios y flotantes. En el caso de los
flotación pura y las de la rigidez to-
regímenes fijos una paridad irre-
tal. Los criterios de elección del
vocable es sostenida gracias a
régimen incluyen circunstancias
compromisos institucionales y
especificas de cada país como los
operacionales estrictos (caja de
criterios tradicionales de optimiza-
convertibilidad, dolarización ofi-
ción de las zonas monetarias, en
cial, unión monetaria). En el caso
gran medida endógenos, así co-
de los regímenes flotantes nos en-
mo criterios relativos a la credibili-
contramos frente a una flotación
dad y los político-económicos.1
independiente o controlada pero
no estrictamente. Cuando se trata La cuestión de saber qué régi-
de los regímenes intermedios se men de cambio escoger se plan-
habla de ancla flexible o de flota- teó a numerosos países latinoa-
ción estrictamente controlada. mericanos que constataban que
Con las anclas flexibles las autori- las soluciones hasta entonces
dades buscan defender un valor o preconizadas no funcionaban2. En
un sendero predeterminado del ti- los años 80 se privilegiaron los re-
po de cambio sin compromiso ins- gímenes intermedios: fijación fle-
titucional de orientar totalmente la xible, paridad o banda de fluctua-
política monetaria al objetivo único ción “movediza”. En todos estos
de mantener la paridad (regíme- regímenes el tipo de cambio nomi-
nes convencionales de paridad fi- nal jugaba un papel central como
ja respecto de una moneda única ancla para favorecer la estabiliza-
o una canasta de monedas, ban- ción de los precios. Los éxitos en
das horizontales, paridades móvi- la lucha contra la inflación y, sobre
les y bandas de fluctuación móvi- todo, la sobrevaluación de las mo-
les). Con la flotación estrictamen- nedas, factor fundamental en el
te controlada las autoridades bus- desencadenamiento de las crisis
can preservar la estabilidad del ti- financieras, contribuyeron a aban-
po de cambio siguiendo de cerca donar en la década de los ‘90 las
las fluctuaciones e interviniendo soluciones intermedias y a preco-
1
Andrea Bubula y Inci Otker-Robe « Une bipolarisation persistante » Finances et Déve-
loppement Mars 2004. Para una descripción completa de todos los regimenes de cam-
bio siguiendo tres criterios (grado de compromiso, ancla externa y cooperación regio-
nal) véase Agnès Bénassy-Quéré y Benoît Coeuré « L’avenir des “petites” monnaies,
solutions régionales contre solutions en coin » Revue d’économie politique 110 Mai-
Juin 2000.
2
Andrew Berg, Eduardo Borensztein y Paolo Mauro “Quel régime monétaire pour l’Amé-
rique Latine? Finances et Développement septiembre 2003.
Caja de convertibilidad, dolarización e integración 89

nizar los extremos (soluciones de mente por las famosas “solucio-


esquina). En dicha década el sis- nes de esquina”: tasas flotantes o,
tema monetario internacional co- por lo contrario, recurrieron a sis-
noció tres transformaciones im- temas rígidos como las cajas de
portantes. La primera fue un auge emisión (o de convertibilidad) o la
más rápido de los movimientos dolarización. En la práctica esto
del capital que del comercio inter- equivalía a abandonar completa-
nacional con la aparición de pode- mente el tipo de cambio a las fuer-
rosos actores privados cuyas ca- zas especulativas de los merca-
pacidades financieras exceden dos o a dolarizar la economía4. In-
las de los bancos centrales. Este cluso bajo la influencia de la crea-
movimiento tuvo como conse- ción del euro empezó a avanzar la
cuencia una autonomía de la par- idea de una posible integración
te “baja” de la balanza de pagos monetaria en la que participarían
(inversiones directas y de portafo- alguno o varios países latinoame-
lio) respecto de la parte alta de la ricanos. En este artículo, nuestro
balanza (bienes y servicios). La objetivo será analizar los arreglos
segunda transformación, en parte monetarios “ultra fijos” que son la
consecuencia de la primera, fue la caja de convertibilidad, la dolari-
crisis financiera de los países zación y la integración monetaria
emergentes (1994 en México, como posibles regímenes cambia-
1997 en Asia, 1998 en el Brasil y rios viables para los países de
Rusia) y el abandono de numero- América latina.
sos regímenes de cambio fijo res-
pecto del dólar. La tercera fue la La caja de convertibilidad
creación del euro que presenta de (“currency board”)
entrada varias de las característi-
cas necesarias para emerger co- La caja de convertibilidad o de
mo una de las monedas claves del emisión combina varios elemen-
sistema monetario internacional: tos:
mercado financiero desarrollado y
líquido, baja inflación, importantes - Una tasa de cambio fija por ley
redes de empresas que utilizan el respecto de una moneda ancla
euro en sus transacciones, repre- (o una canasta de monedas an-
sentación en los foros de decisión cla). La decisión de fijar por ley
internacionales, etc.3 En dicho la paridad cambiaria suele ex-
contexto, la mayoría de los países presar la decisión del gobierno
latinoamericanos optaron oficial- de sostener a cualquier costo la
3
Agnès Bénassy-Quéré y Benoît Coeuré op cit p 347-348.
4
Si se hace la distinción entre regímenes de cambio oficiales y regímenes de cambio
reales, el movimiento en dirección de la flotación libre no se confirma. Agnès Bénassy-
Quéré « Régimes de change: avec ou sans sucre? » La lettre du CEPII N° 191 junio
2000.
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convertibilidad monetaria En trapartidas en el activo del Ban-


este caso el gobierno busca “un co Central, el rubro de oro y di-
efecto de credibilidad”5. . visas, los créditos del Banco
- La convertibilidad automática, Central al Tesoro y los créditos
es decir, la obligación de inter- del Banco Central a la econo-
cambiar en cualquier momento mía, es decir, el refinanciamien-
la moneda nacional a la tasa fi- to de los bancos comerciales.
ja. El Banco Central se estre- El Banco Central propio de la
cha en sus funciones tradicio- caja de convertibilidad se prohí-
nales y se vuelve estatutaria- be la libertad de emitir moneda
mente una caja de convertibili- refinanciando a los bancos, es
dad, una especie de “gran casa decir haciendo apuestas sobre
de cambio”6 encargada de man- la economía. Se trata de intro-
tener el tipo de cambio fijo con ducir un “efecto de disciplina”
plena convertibilidad y de ven- que impida, por un lado, el fi-
der todas las divisas que le de- nanciamiento monetario del dé-
manden, lo que implica una ficit y, por otro lado, el refinan-
oferta infinitamente elástica de ciamiento laxo del sector ban-
divisas. Más precisamente, el cario por parte del Banco Cen-
Banco Central inscribe en su tral.
pasivo los billetes y piezas (mo- - La base monetaria crece en ra-
neda fiduciaria) y las reservas zón directa y unívoca (de uno a
que los bancos comerciales uno) con el aumento de reser-
conservan en él. El total consti- vas de divisas en poder del
tuye la base monetaria. En su Banco Central. Las reservas de
activo sólo dispone entonces divisas deben cubrir cuando
de divisas extranjeras por un menos el 100% de la base mo-
monto equivalente. netaria de tal suerte que en ca-
- El balance de la caja de conver- so de extrema desconfianza
tibilidad es contradictorio con que incite al público a cambiar
los balances de los bancos toda la moneda nacional en cir-
centrales tradicionales. Normal- culación por moneda ancla (dó-
mente, la moneda fiduciaria y lar, euro, yen, etc), la banca
las reservas de los bancos son central pueda hacer frente a to-
emitidas con tres tipos de con- das las operaciones de cam-
bio7.
5
Jean-Louis Combes y Romain Veyrune, “Effet de discipline et effet de crédibilité de
l’ancrage nominal” Revue d’économie financière N°75, 2004.
6
René Villarreal ¿Pesos o dólares? Análisis, enero de 1999. p17.
7
En algunas ocasiones se hace la distinción entre las cajas de convertibilidad ortodo-
xas y las cajas de convertibilidad modernas. Las cajas ortodoxas son aquellas en las
cuales la base monetaria está cubierta en 100% con tenencias externas y no más. El
gobierno no puede beneficiarse de financiamiento monetario y el sector bancario es-
Caja de convertibilidad, dolarización e integración 91

- El señoreaje (la ganancia de tario doméstico, incluso si las


las autoridades monetarias condiciones rígidas de su emi-
asociada con el derecho de sión restringen considerable-
emitir moneda de curso legal) mente la soberanía monetaria.
proviene del hecho de que la Un régimen de caja de converti-
caja de convertibilidad puede bilidad sólo es creíble si el Banco
colocar sus reservas en présta- Central dispone de suficientes di-
mos en dólares que reportan in- visas para cubrir al menos la tota-
tereses. Dichos rendimientos lidad de la masa monetaria en su
de la inversión de las reservas sentido más estrecho. La opinión
deducidos los gastos operati- pública y los mercados, sobre to-
vos permiten incrementar los do el de capitales, tienen la segu-
activos de la caja de convertibi- ridad de que cada billete en mone-
lidad o se entregan al ministerio da nacional está garantizado con
de Finanzas o de Economía. un monto equivalente de divisas
- El Banco Central propio de la del Banco Central. La “moneda de
caja de convertibilidad no pue- la caja de convertibilidad” será
de tener una política monetaria más demandada que las mone-
autónoma ni desempeñar un das sin garantía, ya que sus
papel de prestamista de última poseedores saben que pase lo
instancia en caso de crisis.8 que pase podrán convertir sus bi-
- La unidad de cuenta doméstica lletes en una de las grandes mo-
es preservada tanto en las tran- nedas.
sacciones internas de la esfera El sistema funciona de manera
privada como en las operadas similar al mecanismo del patrón
en la esfera pública. El Estado oro pero con una moneda ancla
salvaguarda el símbolo mone- como garantía9. El funcionamiento
ta sometido a una restricción presupuestaria fuerte debido a la ausencia de prestamis-
ta de última instancia. En el caso de las cajas de convertibilidad modernas se dispo-
ne de un departamento bancario que ejerce las prerrogativas de un Banco Central, es
decir, proveer crédito al Estado y al sector privado. Los recursos de este departamen-
to son provistos por el departamento de emisión gracias a los excedentes de divisas,
las reservas excedentes o los préstamos de organismos financieros internacionales.
La utilización de estos recursos se hace a discreción del departamento bancario. Es-
tas innovaciones le proporcionan al Estado un mayor margen de intervención. Romain
Veyrune, “Les caisses d’émission modernes sont-elles orthodoxes?” Revue d’écono-
mie financière N°75, 2004.
8
Christian Aubin y Philippe Norel Economie internationale, Faits, théories et politiques
Paris, Seuil, 2000. p 265-267.
9
La Autoridad Monetaria de Hong Kong “al establecer un “tablero de cambio” que vin-
cula con rigidez el dólar de Hong Kong al estadounidense, con la moneda local res-
paldada al cien por ciento por reservas en dólares USA, se ha aproximado tanto co-
mo cualquier Banco Central moderno a recrear el patrón oro”. Paul Krugman, El gran
engaño, Barcelona, Crítica, 2004. p308.
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del sistema es muy simple. En to es prácticamente el mismo que


una economía macroeconómica- en régimen de cambio fijo, pero la
mente estable sin choques exter- garantía inherente a la caja de
nos y con flexibilidad en la asigna- convertibilidad asegura que las
ción de los recursos en los merca- variaciones de la tasa de interés y
dos internos, un superávit en la los costos económicos correspon-
cuenta corriente provocará un au- dientes serán más bajos10.
mento en el circulante y, enton- La credibilidad económica, una
ces, un aumento en los precios inflación moderada y tasas de in-
perjudicando la competitividad de terés más bajas son las supuestas
la economía. Como resultado de ventajas más manifiestas de una
ello se frenarán las exportaciones caja de convertibilidad. Este régi-
y aumentarán las importaciones, men puede ser muy restrictivo si
lo que llevará a eliminar el superá- el sistema bancario es frágil o si el
vit y a recobrar el equilibrio exter- país está expuesto a choques
no. En caso de déficit externo, la económicos externos como la mo-
salida de moneda ancla reducirá dificación en los precios del petró-
el circulante provocando una re- leo, el aumento en las tasas de in-
ducción de los precios que alenta- terés y /o el freno a los flujos de
rá las exportaciones y frenará las capital. En el régimen de caja de
importaciones lo que facilitará el convertibilidad hay un abandono
regreso al equilibrio externo. casi completo de la soberanía mo-
Si el sistema es puesto a prueba, netaria: el Banco Central no tiene
los defensores de la caja de con- ningún medio de regular la oferta
vertibilidad afirman que los estabi- de liquidez. No puede ni financiar
lizadores automáticos prohibirán al Estado ni ejercer una función de
cualquier salida masiva de divi- prestamista en última instancia
sas. En caso de una fuga hacia la para salvar a los bancos que en-
moneda ancla, la masa monetaria frentan dificultades financieras11.
del país disminuirá, lo que provo- Al eliminar el tipo de cambio como
cará un aumento de la tasa de in- instrumento flexible para enfrentar
terés que empujará a los inversio- el desequilibrio externo el único
nistas extranjeros a transferir sus ajuste viable es el recesivo. En
fondos al país. El encadenamien- efecto, si se adopta la caja de
10
Charles Enoch y Anne-Marie Gulde « Les caisses d’émission sont-elles une panacée
monétaire? » Finances et Développement, Diciembre 1998.
11
La caja de convertibilidad no garantiza bajo ninguna circunstancia los depósitos del
sistema financiero privado que pasan a ser responsabilidad exclusiva de las propias
instituciones. Con ello los defensores de la caja de convertibilidad suponen que se re-
ducen o eliminan las prácticas de riesgo moral y selección adversa, situaciones típicas
en un contexto de seguro implícito asumido por el banco central. Diego Mancheno, Ju-
lio Oleas y Pablo Samaniego, “Aspectos teóricos y prácticos de la adopción de un sis-
tema de convertibilidad en Ecuador”, Monetaria, CEMLA, oct-dic 2001. p 400.
Caja de convertibilidad, dolarización e integración 93

convertibilidad, el crecimiento de aumentar las reservas internacio-


la economía dependerá más de la nales y expandir la base moneta-
evolución de los mercados finan- ria. El tipo de cambio deja de ser
cieros internacionales que de la un instrumento de política eco-
capacidad para utilizar plenamen- nómica y se convierte en un obje-
te los recursos internos. Si en el tivo. Una economía con caja de
mercado internacional se constata convertibilidad debe ser capaz de
una baja liquidez y una alta tasa generar en un largo período un
de interés, la economía estará excedente estructural de su ba-
obligada a vivir en recesión per- lanza de pagos para asegurar la
manente a pesar del desempleo y regularidad de su crecimiento12.
la capacidad productiva ociosa, ya La caja de convertibilidad “es
que ni el gobierno ni la banca co- una forma radical, extrema, de
mercial podrán recibir crédito del volver al patrón oro, esto es de
Banco Central, lo que imposibilita congelar el tipo de cambio nomi-
la reactivación del ciclo económi- nal cancelando su uso como ins-
co. Frente a una situación de ca- trumento de ajuste de los desequi-
pacidad ociosa y desempleo, el librios externos”13. Todo queda su-
gobierno no puede fomentar la in- bordinado al sostenimiento de la
versión en infraestructura, tecno- paridad cambiaria. Esto fue posi-
logía, educación, ya que la restric- ble en los primeros años del pa-
ción de un presupuesto equilibra- trón oro debido “a la marginación
do lo obliga a renunciar al arma política de buena parte de la po-
fiscal como instrumento para blación de la época y a la falta de
reactivar el ciclo económico. La esclarecimiento de las relaciones
única posibilidad que le queda es entre las reglas monetarias de un
la de endeudarse con la banca in- lado, y el empleo y la actividad
ternacional en moneda ancla para económica del otro”.14 Las contro-
convertirla en moneda nacional versias teóricas en materia mone-
gracias a la caja de convertibilidad taria bajo el régimen del patrón
lo que llevará a un aumento de la oro durante el siglo XIX segura-
deuda externa. La tasa de interés mente influenciaron a los respon-
se utiliza como un mecanismo de sables de la organización moneta-
atracción de capital extranjero que ria colonial. A este respecto cabe
permita financiar el déficit externo, recordar que las cajas de conver-
12
Jean- François Ponsot, “Parité fixe et règle de convertibilité monétaire dans les éco-
nomies émergentes: l’impact d’un currency board sur la croissance » en Dielbolt C y
Escudier JL (dir) La croissance économique dans le long terme, Formes historiques et
perspectives. Paris, L’Harmattan, 2002. p278.
13
David Ibarra y Juan Carlos Moreno-Brid, “¿Alzheimer, milagrerías o soluciones? En
David Ibarra, Política y economía,semblanzas y ensayos, México, Miguel Angel Po-
rrua, 1999. p 246.
14
D. Ibarra y Moreno-Brid op cit p247.
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tibilidad fueron rechazadas duran- ciudad (caso de Hong Kong) o de


te mucho tiempo ya que se las pequeñas islas (como las Caiman
consideraba un resabio de la épo- o las Feroe). En tanto que 38 paí-
ca colonial15 cuando las colonias ses o territorios disponían de una
sometían la homogenización de caja de convertibilidad en 1960,
sus trabajos concretos al mismo su numero cayó a 9 a finales de
instrumento monetario que las los ochenta y se recuperó un poco
metrópolis16 . Al acceder a la inde- pasando a 14 a finales de los no-
pendencia después de la segunda venta (varios países de Europa
guerra mundial, la mayoría de las del Este adoptaron dicho régi-
colonias decidieron abandonar las men). La sorpresa en América la-
cajas de convertibilidad e imple- tina vino del lado de la Argentina
mentar un Banco Central. En donde el ministro de finanzas de
efecto, se consideraba que un Carlos Menem, Domingo Cavallo,
mecanismo reglamentado de ma- resucitó esta reliquia monetaria
nera tan rígida, “a la Hume”, no se colonial que representa la caja de
adaptaba a las necesidades de convertibilidad17.
una economía diversificada capaz La Argentina, más que cualquier
de implementar técnicas comple- otro país subdesarrollado, adoptó
jas de política monetaria. Las ca- los principios neoliberales: apertu-
jas de convertibilidad sólo se con- ra externa, privatización de em-
sideraban oportunas y viables en presas estatales, acogida de las
contextos muy particulares como empresas multinacionales, refor-
el de economías abiertas de talla ma agresiva de la seguridad so-
reducida constituidas por una sola cial, privatización del régimen de
15
La primera caja de convertibilidad se implementó en la isla Mauricio en 1859. Poste-
riormente, dichas cajas se generalizaron y se volvieron usuales en las colonias euro-
peas. A las colonias se les permitía emitir su propia moneda, pero su valor permane-
cía rígidamente atado al del país colonizador al garantizar su solidez con una ley que
exigía que la emisión de moneda local estuviera completamente respaldada con re-
servas de moneda dura. El público tenía derecho de convertir la moneda local en mo-
neda dura a un tipo de cambio fijado por ley. Por su parte, el Banco Central tenía la
obligación legal de disponer de una cantidad suficiente de la moneda del país coloni-
zador para cambiarla por la moneda local. Paul R. Krugman, De vuelta a la economía
de la Gran Depresión, Argentina, Norma, 1999. p 87.
16
Maurice Byé y Gérard Destanne de Bernis, Relations économiques internationales,
Paris, Dalloz,1987. p 564.
17
Sebastián Galiani, Daniel Heymann y Mariano Tomassi, “Expectativas frustradas : el
ciclo de la convertibilidad”, Estudios y perspectivas, Cepal, Santiago de Chile, junio
2003; Jerôme Sgard, “Ce qu’on en dit après, le « currency board » argentin et sa fin
tragique”, Revue d’économie financière N°75, 2004 ; Michel Aglietta y Sandra Moatti
Le FMI De l’ordre monétaire aux désordres financiers, Paris, Economica, 2000 . p 110-
111; Michel Aglietta y André Orléan, La monnaie entre violence et confiance, Paris,
Odile Jacob, 2002. p 318-323.
Caja de convertibilidad, dolarización e integración 95

jubilación, etc18. Estos se acompa- vamente los precios al nivel de un


ñaron por un elemento central: la dígito en 1994. Posteriormente, el
adopción de la paridad del peso sistema abrió la vía a un regreso
con el dólar. Con respecto a este de los capitales y a una remoneti-
último punto, hay que señalar que zación de la economía. La expan-
la Argentina escogió en 1991 la sión de la base monetaria en con-
caja de convertibilidad19 después trapartida de la entrada de capita-
de varias tentativas infructuosas les favoreció la expansión del cré-
de desinflación. En efecto, ante el dito interno y del consumo. La
cansancio de los argentinos de li- economía real se reanimó asom-
diar con los inconvenientes y cos- brosamente. El crecimiento alcan-
tos de la inestabilidad de precios zó 8% por año a principios de los
se generó un amplio consenso noventa después de una catastró-
social para abatir la hiperinflación. fica década de crecimiento negati-
Además, el grado inicial de mone- vo.
tización anormalmente bajo impo- Los agentes actuaban como si
nía una exigencia reducida en ma- confiaran en la permanencia de
teria de reserva de divisas. En Ar- ingresos medios netamente más
gentina el currency board consti- altos que en el pasado. Con el pa-
tuyó una institucionalización de la so del tiempo cada vez más y más
dolarización. El tipo de cambio promesas fueron realizadas bajo
quedó rígidamente fijado de ma- la hipótesis de que la economía
nera legal gracias a un acto parla- podría sostener un crecimiento
mentario en un peso por dólar. Es- real en el nuevo marco de la con-
ta última moneda tenía curso legal vertibilidad. Los agentes privados,
en el territorio nacional donde se y en particular las familias, no inte-
la utilizaba como medio de pago. graron en su comportamiento la
La caja de convertibilidad argen- degradación de las finanzas públi-
tina recibió un importante apoyo cas y la posibilidad de que sus in-
de la comunidad financiera inter- gresos futuros se vieran afectados
nacional y particularmente del por importantes choques adver-
FMI. El régimen cambiario instau- sos. Esto último es confirmado
rado en la Argentina tuvo en un con la disminución del ahorro pri-
principio un cierto éxito. Antes que vado y el aumento del consumo
nada permitió controlar la inflación privado. Por otro lado, cada vez
acabando con la hiperinflación que las autoridades tuvieron que
que sacudió al país hasta 1990. hacer frente a choques o pertur-
La instauración de la caja de con- baciones macroeconómicas res-
vertibilidad inmediatamente revir- pondieron redoblando el compro-
tió la tendencia llevando progresi- miso de mantener fijo el tipo de

18
Héctor Guillén Romo, La contrarrevolución neoliberal, México, ERA, 1997.
19
En su versión heterodoxa con una cobertura de 139%. Veyrune Romain, op cit p83.
96 realidad económica 212

cambio con lo que alentaron la do- términos reales en el otoño de


larización de los contratos. El go- 2000 cuando la fuga de capitales
bierno prometió que reembolsaría comenzó. Esto ahogó el creci-
puntualmente sus bonos en dóla- miento y volvió deficitaria la balan-
res, las empresas de servicios pú- za corriente. Las exportaciones
blicos privatizadas fijaron sus pre- dejaron de crecer y se endureció
cios en dólares, los bancos pro- la oferta de crédito externo. Para
metieron devolver los depósitos frenar la hemorragia de divisas, el
en dólares y los prestatarios firma- Banco Central aumentó las tasas
ron cuantiosos volúmenes de pro- de interés. Las cargas financieras
mesas de pago denominadas en aumentaron sobre las deudas en
dólares. Como es obvio, el cumpli- pesos y en dólares. La economía
miento de todos estos compromi- entró en recesión y en deflación
sos implicaba que la economía desde 1998. Los bancos comer-
estaría en condiciones de generar ciales dejaron de prestar y la eco-
suficientes ingresos en dólares. nomía sólo se sostenía con el
Esto último podría lograrse a tra- gasto público. Pero el alza de las
vés de aumentos de productivi- tasas de interés y la baja de los in-
dad, condiciones internacionales gresos fiscales provocados por la
favorables a la exportación, políti- recesión se combinaron presio-
cas fiscales consistentes y volun- nando las finanzas públicas. Las
tad de los prestamistas extranje- cargas financieras de la deuda
ros de otorgar crédito suficiente. crecieron de manera exponencial
Sin embargo, en condiciones de aumentándola, lo que implica ta-
una completa alienación de la so- sas de interés cada vez más ele-
beranía monetaria, los choques vadas para que los acreedores in-
se transmitieron completamente a ternos y externos acepten conser-
la economía. La estabilidad mone- varla. Alcanzado este punto la
taria forzada de la caja de con- confianza se hizo pedazos. La co-
vertibilidad implica una flexibilidad munidad financiera internacional
integral de la economía real20. Las liderada por el FMI exigió un impo-
crisis sucesivas que sacudieron sible reequilibrio presupuestario.
México, Asia, Rusia y el Brasil pro- Como comenta Paul Krugman,
vocaron fuertes devaluaciones en “los funcionarios del FMI –a seme-
numerosas monedas de países janza de los médicos en la Edad
que son mercados o competido- Media, que insistían en sangrar a
res de las exportaciones argenti- los pacientes y además repetían
nas. El peso argentino se fue so- el procedimiento cuando la san-
brevaluando cada vez más hasta gría los había dejado aún más en-
llegar a cuando menos 30% en fermos- prescribieron austeridad y

20
Jean-François Ponsot, La croissance économique dans le long terme, Formes histori-
ques et perspectives, Op. cit. p. 272.
Caja de convertibilidad, dolarización e integración 97

más austeridad, hasta el final”21. mento designó un presidente hos-


En estas condiciones, los recortes til a la caja de convertibilidad. Se
brutales en los gastos públicos in- abolió la ley de convertibilidad, se
terrumpieron la provisión de servi- decretó una moratoria sobre la
cios públicos esenciales y cesa- deuda pública y el tipo de cambio
ron el pago de los empleados pú- se volvió flexible. El caso argenti-
blicos. Cuando el FMI rechazó no demostró que la salida de una
desbloquear un crédito a princi- caja de convertibilidad puede
pios de diciembre de 2001, la he- efectuarse sin trastornos impor-
morragia de capitales hizo que el tantes de los usos monetarios an-
peso escaseara para las transac- teriores y en el momento deseado
ciones corrientes. El gobierno uti- por las autoridades políticas y mo-
lizó medios de financiamiento no netarias.
ortodoxos como la emisión de Con la pesificación del sistema,
“monedas de emergencia” por el país volvió a tener una autori-
parte de las autoridades provin- dad monetaria, esto es, el Banco
ciales. Así, varias provincias crea- Central recuperó los instrumentos
ron monedas de apoyo, ratifican- fundamentales de la política mo-
do el fraccionamiento monetario22. netaria. El Banco Central puede
Con ello el Estado era cuestiona- ahora, por ejemplo, recurrir a las
do, ya que por un lado violaba la operaciones de mercado abierto
regla de emisión que se había im- para regular la liquidez o aplicar
puesto durante diez años y, por el instrumentos de regulación de los
otro, aceptaba el cuestionamiento capitales volátiles desestabiliza-
de su monopolio sobre la emisión dores En estas condiciones, la pe-
monetaria. Las redes de trueque sificación permitió la desinflación
permitieron a muchos argentinos y la estabilización rápida del cam-
sobrevivir en lo más fuerte de la bio, aunque fue objeto de criticas
crisis23. En un acto desesperado, en razón de las múltiples medidas
el gobierno decidió bloquear las de carácter redistributivo que
cuentas bancarias, con la excep- acompañaron el proceso. En par-
ción de una suma muy limitada. ticular se hace referencia a la pe-
Esta última medida desencadenó sificación asimétrica del pasivo y
una explosión social que hizo huir del activo bancario o a las modali-
al poder ejecutivo. Tras una sema- dades de indexación ulterior de
na de vacio de poder, el Parla- los contratos pesificados.24
21
Paul Krugman, El gran engaño ,op cit p.311.
22
Jorge Schvarzer y Hernán Finkelstein, “Bonos, casi monedas y política económica”,
Realidad Económica 193, enero 2003.
23
Jérôme Blanc, Les monnaies parallèles, Unité et diversité du fait monétaire, Paris,
L’Harmattan, 2000. p. 271-274.
24
Aldo Ferrer, “Recuperación y crecimiento: tiempos e instrumentos de la política econó-
mica argentina”, Comercio Exterior, mayo 2004. p. 413.
98 realidad económica 212

La experiencia argentina demos- La dolarización


tró que la primera condición para
crear y sostener una caja de con- La dolarización es una especie
vertibilidad es la de contar con su- de caja de convertibilidad “plus”26
ficientes reservas en divisas para en la medida en que no se limita
hacer frente a los compromisos de simplemente a anclar la paridad
convertibilidad y ganar la necesa- en la moneda extranjera y a deter-
ria credibilidad interna y externa, minar las variaciones de la base
lo que supone un prestamista in- monetaria en función de las varia-
ternacional de última instancia ciones de la reserva. Se puede in-
muy activo. Este papel lo desem- terpretar como una forma particu-
peñó de manera obligada y forza- lar de redoblar la apuesta a un ti-
da hasta diciembre de 2001 el po de cambio fijo, saliendo de la
FMI. El rechazo a continuar jugan- convertibilidad en una dirección
do este papel precipitó la crisis de contraria a la devaluación. El dólar
confianza y demostró que mien- (u otra moneda extranjera, xeno-
tras no se solucionen los desequi- moneda) sustituye pura y simple-
librios estructurales, resulta iluso- mente la moneda local y se can-
rio y costoso el anclaje radical de cela la posibilidad de devaluación.
la paridad cambiaria en una caja El país renuncia a la posibilidad
de convertibilidad. Su instauración de poner fin a una eventual sobre-
es una invitación a ataques espe- valuación y paga el precio en tér-
culativos similares a los que cono- minos de competitividad y de ba-
ció México en 1994 y 1995 y equi- lanza corriente. En este sentido, la
vale a ponerse una camisa de dolarización representa una medi-
fuerza: ”el costo de volver atrás o da más radical que la caja de con-
de alterar la paridad con posterio- vertibilidad.
ridad, sube exponencialmente al
En tanto que la caja de converti-
trastocar de raíz esperanzas fun-
bilidad busca fortalecer la mone-
dadas o infundadas de los agen-
da doméstica, la dolarización es el
tes económicos”25. Sin embargo, a
resultado de un proceso de pérdi-
pesar de los problemas que esta-
da total de confianza en las fun-
ba viviendo la Argentina con la
ciones tradicionales de la mone-
caja de convertibilidad otra “solu-
da, ocasionada por la ausencia de
ción de esquina” comenzó a ganar
credibilidad en su valor inter-tem-
terreno en América latina: la dola-
poral. En sentido estricto, la dola-
rización.
rización es el proceso de reempla-
zo con el dólar de los Estados
Unidos (o del euro y en ese caso

25
D. Ibarra y J.C. Moreno-Brid. p 252.
26
Fred Bergstein, “La dollarisation: principes et enjeux”, L’Economie Politique N°5, 1ère
Trimestre 2000.
Caja de convertibilidad, dolarización e integración 99

podemos hablar de eurización) ley de Gresham al revés28. Se tra-


de las monedas nacionales pree- ta de una reacción de los agentes
xistentes como unidad de fijación económicos racionales confronta-
del precio de los bienes, de instru- dos con una perdida de eficiencia
mento de pago y de detención del de la moneda nacional.29. Así, du-
ahorro (dolarización oficial). En rante las hiperinflaciones que se
sentido amplio, el término dolari- desarrollaron en Europa después
zación designa una situación en la de la primera guerra mundial, los
cual el dinero extranjero sustituye agentes económicos se pusieron
al dinero doméstico en cualquiera a acumular divisas, posteriormen-
de sus tres funciones (dolariza- te a contar e incluso a pagar en
ción no oficial, de facto o infor- monedas extranjeras sus transac-
mal). ciones internas30. Este tipo de do-
Con respecto a su significado larización observada también en
amplio, dolarización de facto, se numerosos países latinoamerica-
puede señalar que los agentes nos desde los años setenta con-
económicos en ciertos contextos dujo a una intensificación de la
(crisis inflacionista, escasez de transferencia de ingresos, de pa-
medios de pago, escasez de bie- trimonios y de activos reales. La
nes, desarrollo de redes comer- dolarización (o eurización) de fac-
ciales y financieras transfronteri- to u oficiosa puede ser parcial con
zas, proliferación de actividades pluralidad monetaria como en la
clandestinas ilegales)27 substitu- mayoría de las economías de
yen la moneda nacional con una América latina o total con exclusi-
moneda fuerte siguiendo lo que vidad monetaria como en Kosovo
algunos autores denominaron la donde el euro reemplazó al marco
alemán.31.
27
Jérôme Blanc. op cit 131-135.
28
Contrariamente a la ley de Gresham que se aplica a monedas con un valor intrínseco
como las metálicas, en el caso que nos ocupa es la buena moneda la que reemplaza
a la mala. Pablo E Guidotti y Carlos A Rodríguez “Dollarization in Latin America. Gres-
ham’ Law in Reverse?”, IMF Staff Papers, vol 39, n°3 septiembre 1992.
29
En este último caso se hace también la distinción entre substitución de monedas y
substitución de activos La primera se refiere a fenómenos de substitución de moneda
debido a motivos de transacción en tanto que la segunda resulta de consideraciones
de riesgo y rentabilidad de los activos domésticos y extranjeros. Marco Baquero Lato-
rre “Dolarización en América Latina: una cuantificación de las elasticidades de susti-
tución entre monedas”Monetaria, CEMLA, jul-sep 2000.
30
John Maynard Keynes, A Tract on Monetary Reform, The Collected Writings of John
Maynard Keynes, vol. IV, The Royal Economic Society, 1971, p41.
31
Hervé Boismery, “Substitution monétaire et dollarisation: aspects socio-économiques”,
Economies et Sociétés, n°33, 1/1996; Jean-François Ponsot, “La relation Banque cen-
trale-banques commerciales dans un régime de dollarisation: le cas de l’Equateur”,
Rapport d’études pour l’Institut pour la Recherche de la Caisse des Dépôts et Consig-
nations, julio 2004; Sylviane Guillaumont Jeanneney, ”La politique économique en
présence de substitutions de monnaies” Revue économique, N° mayo 1994.
100 realidad económica 212

En este apartado nos ocupare- titución e interpreta la dolariza-


mos de la dolarización en un sen- ción como una manifestación de
tido estricto, es decir, de la dolari- la crisis de la moneda –institución
zación oficial o de jure integral de- que lesiona la soberanía moneta-
cidida de manera unilateral sin ne- ria.33 Como institución la moneda
gociación entre el país dolarizado recubre una dimensión simbólica
y el “país tutor”. En este caso se de identificación. Constituye un
trata de reemplazar la moneda na- vector de identificación de una co-
cional por una moneda extranjera munidad al igual que la bandera,
otorgándole unilateralmente poder el himno y otros símbolos patrios.
liberatorio ilimitado en el territorio Así, hay que tener presente que la
del país considerado, desapare- moneda constituye un símbolo
ciendo la moneda doméstica o re- político de identidad nacional34,
duciéndola a un papel subsidiario. que la esencia de la moneda es
La moneda no es sólo un simple política y que las relaciones mo-
instrumento económico. Posee di- netarias reflejan la jerarquía de
mensiones políticas y sociales poderes entre estados soberanos.
irreductibles. La moneda es un En pocas palabras, la dimensión
símbolo fuerte de pertenencia a política es crucial para compren-
una misma entidad política, eco- der la dinámica de la integración
nómica y social” 32. Sin embargo, monetaria.
el discurso económico hegemóni- La dimensión simbólica y de
co sobre la moneda en las socie- identificación de la moneda preva-
dades contemporáneas sólo pone lece porque la moneda es, ante
el acento en su dimensión funcio- todo, una unidad de cuenta única
nal que remite a sus funciones de definida por una autoridad recono-
medida de los precios, de medio cida como legítima por la comuni-
de pago y de reserva de valor. En dad. La autoridad representativa
tanto que el análisis de la dolariza- de la comunidad es la única habi-
ción de facto ha privilegiado una litada para designar la unidad de
concepción funcionalista, la do- cuenta única. Proclamando su va-
larización de jure insiste en el he- lidez, la moneda unidad de cuenta
cho de que la moneda es una ins- es institucionalizada. Cuando la

32
Bruno Théret, “Les dimensions sociopolitiques de l’euro”, Problèmes économiques,
n°2597 (30/12/1998). p 27.
33
Jean-François Ponsot, Rapport d’études pour l’Institut pour la Recherche de la Caisse
des Dépôts et Consignations op cit p 24.
34
“La moneda remite al príncipe y más generalmente a una organización política de la
sociedad... La moneda es inseparable de un orden o de un poder. A todo sistema mo-
netario se le asigna un limite, el de la aceptación de los medios de pago. El área de
extensión del sistema de pagos se confunde con el de la soberanía de la institución
que emite la moneda legal. Moneda y soberanía están entonces estrechamente vincu-
ladas”. Jean Cartelier, La monnaie, Paris, Flammarion, 1996. p 96.
Caja de convertibilidad, dolarización e integración 101

dolarización interviene, los agen- Los análisis institucionales de la


tes económicos abandonan la uni- moneda insisten sobre su dimen-
dad de cuenta doméstica, ya que sión espacial37. Según estos análi-
por diversas razones han perdido sis, la aparición de la moneda no
la confianza35 en ella, y se incli- responde a la necesidad de dispo-
nan por una unidad de cuenta ex- ner de un bien intermediario en los
terior a la comunidad. La estabili- intercambios, sino de contar los
dad de la unidad de cuenta cons- bienes producidos por una socie-
tituye un elemento esencial de la dad. La moneda provee una medi-
confianza. Cuando ésta no es da de la riqueza social producida.
asegurada, la confianza colectiva Permite contar el producto. Gra-
en la moneda es sacudida y su cias a la moneda, las riquezas he-
aceptación por los otros cuestio- terogéneas creadas son homoge-
nada, afectando toda la organiza- neizadas en el seno de un mismo
ción monetaria. El paroxismo de la espacio. En estas condiciones, el
pérdida de la estabilidad de la uni- espacio monetario coincide con el
dad de cuenta se alcanza durante espacio social de producción.
la hiperinflación, período durante Desde el surgimiento de los es-
el cual el gobierno se encuentra pacios políticos en torno de los
en la incapacidad de garantizar la Estados-nación, la coincidencia
calidad de la moneda. La pérdida del espacio monetario con el es-
de control atribuida a políticas pacio social de producción privile-
económicas inadecuadas (por gió la relación de una moneda con
ejemplo, cuando el Estado abusa una nación. Con fenómenos como
de la creación monetaria para fi- la constitución de la zona euro, la
nanciar el déficit presupuestario) aparición de monedas paralelas y
conduce al gobierno a “importar la la dolarización, la coincidencia del
calidad monetaria”36. La caja de espacio monetario con el espacio
convertibilidad es una tentativa en nacional deja de existir. En parti-
este sentido. Sin embargo, la re- cular la dolarización oficial integral
gla de convertibilidad de la base acaba con la coincidencia entre el
monetaria con activos extranjeros espacio monetario y el espacio
en muchas ocasiones no basta social de producción. Con la dola-
para restablecer la confianza en la rización, dos espacios sociales de
moneda local. En esas condicio- producción cohabitan con un es-
nes, la dolarización oficial aparece pacio monetario común. El espa-
como una solución más propicia y cio social de producción del país
más radical. dolarizado y el espacio social de
35
Michel Aglietta y André Orléan, “No hay moneda sin confianza”, op cit p 9.
36
Jean-François Ponsot, “Rapport d’études pour l’Institut pour la Recherche de la Cais-
se des Dépôts et Consignations” op cit p 25.
37
Jean-François Ponsot, “Rapport d’études pour l’Institut pour la Recherche de la Cais-
se des Dépôts et Consignation”s op cit p 30-31.
102 realidad económica 212

producción de los Estados Unidos dientes de talla significativa38. En


comparten el espacio monetario efecto, a principios de 2001 Ecua-
del dólar. dor y El Salvador decidieron unila-
La dolarización oficial integral teralmente dolarizar sus econo-
decidida de manera unilateral mías sometidas a la presión de la
constituye la organización mone- hiperinflación y/o en un contexto
taria que prevalece en los territo- de crisis social39. Estos países se
rios anexados por EUA (Puerto Ri- decidieron por esta solución cons-
co, Guam...) o en una pluralidad tatando el fracaso de las políticas
de territorios insulares (Microne- anteriores y la súbita ausencia de
sia, Islas Marshall, etc).En Euro- credibilidad de las autoridades na-
pa, se verifica la misma situación cionales. Estas últimas se ven
en los casos de Mónaco y San obligadas a cambiar de moneda al
Marino que utilizan el euro como haber perdido completamente la
moneda y de Liechenstein que uti- confianza de los ciudadanos. La
liza el franco suizo. Se trata de dislocación de la economía y la in-
países pequeños con estatutos capacidad para resolver el proble-
particulares, muy abiertos al exte- ma gracias a una devaluación o la
rior, sin control de las transferen- instauración de un nuevo régimen
cias de capitales. Muchos de es- cambiario obliga a las autoridades
tos países dolarizados o euroiza- a “pedir prestada credibilidad” a
dos son a menudo denunciados un país en mejor situación y a re-
como paraísos fiscales deshones- nunciar a la soberanía monetaria.
tos. En lugar de sufrir periódicamente
problemas con monedas “meno-
En América latina es bien conoci- res” afectadas por las hiperinfla-
do el caso de Panamá. Este país ciones, los disturbios políticos o
dolarizado desde 1903 constituyó por políticas económicas erróneas
hasta muy recientemente la ex- se trata pura y simplemente de
cepción entre los países indepen- reemplazarlas con alguna mone-
38
Zenón Quispe M y Carlos Pereyra P “¿Es conveniente una dolarización total en una
economía con dolarización parcial?”, Monetaria, CEMLA, ene-mar2001.p65.
39
El de Guatemala es un caso especial. Este país adoptó en 2001un régimen bimone-
tario con el quetzál y el dólar como monedas. En ese año entró en vigor una ley de Li-
bre Negociación de Divisas que otorga curso legal al dólar en transacciones comer-
ciales y financieras. Igualmente se autoriza la contratación de obligaciones en mone-
da extranjera a cualquier empresa o individuo y la expresión de los precios internos
en dólares. A diferencia de Ecuador y del Salvador, el país continuará con una políti-
ca de tipo de cambio flexible y el Banco Central conservará su prerrogativa de modi-
ficar la base monetaria emitiendo circulante. Es decir que en Guatemala se legaliza la
presencia del dólar en la economía pero no se renuncia al uso de la política moneta-
ria y cambiaria. David Ibarra, Juan Carlos Moreno-Brid, Jesús García y René Hernán-
dez, “La dolarización en El Salvador: implicaciones, ventajas y riesgos”, Investigación
Económica, abril-junio 2004, N° 248. p 76-77.
Caja de convertibilidad, dolarización e integración 103

da “mayor” mucho más estable y naria (por ejemplo, Chile).


más líquida como el dólar de EUA. -Profundización financiera.
La adopción de la dolarización La ventaja atribuida a la dolariza-
conlleva ventajas y costos para ción es la de facilitar la integración
los países dolarizados. La literatu- del mercado financiero doméstico
ra sobre el tema enumera cuatro en la medida en que el ahorro se
ventajas40: hace en la nueva unidad y las
-Reducción de la inflación. operaciones a través de las fron-
Los autores favorables a la dola- teras se realizan sobre esta mis-
rización destacan que el hecho de ma base. La necesidad para los
reemplazar una moneda nacional residentes de diversificar artificial-
cuyo poder de compra se erosio- mente y, en algunos casos, costo-
na con el transcurso del tiempo samente su portafolio desapare-
por una moneda más estable y re- ce. Los prestatarios con planes de
conocida por el mercado constitu- largo plazo ya no se enfrentarán
ye una ventaja. Consideran que la con la disyuntiva de endeudarse
irrevocabilidad de la decisión de en dólares y aceptar el riesgo
adherir a la política monetaria de cambiario o tomar créditos de cor-
EUA permitirá la reducción de la to plazo en moneda nacional y
inflación a las tasas de dicho país. afrontar el “descalce” (maturity
De hecho, la reducción de la infla- mis-match) entre sus activos y sus
ción resultaría sobre todo del pasivos. Con la dolarización los
efecto disciplinador debido a la residentes pueden acceder a cré-
implementación de condiciones ditos en los plazos deseados y en
monetarias restrictivas, más parti- la moneda de uso diario. A este
cularmente a la imposibilidad de respecto, se pone frecuentemente
financiar el déficit público con como ejemplo Panamá, país que
creación monetaria. En contrapo- se dolarizó a principios del siglo
sición con lo anterior, los críticos XX y que constituye el único país
de la dolarización sostienen que el latinoamericano líquido y bien or-
régimen de flotación pura no signi- ganizado, con créditos hipoteca-
fica la discrecionalidad total o la rios de hasta 30 años. Sin embar-
ausencia de reglas. Muy por lo go, los críticos de la dolarización
contrario, sostienen que varios responden diciendo que si bien es
países con régimen de flotación cierto que el sistema financiero
han adoptado una política mone- panameño se caracteriza por su
taria que limita la discrecionalidad sofistificación y su solidez, esto no
imponiendo, con buenos resulta- resulta necesariamente de la do-
dos, objetivos en materia inflacio- larización. El surgimiento del sis-
40
Henri Bourguinat, L’euro au défi du Dollar, Essai sur la monnaie universelle, Paris, Eco-
nomica. 2001. capítulos 3 y 4; Henri Bourguinat y Larbi Donhni, “La dollarisation com-
me solution en dernier ressort”, Revue française d’économie, n°1, vol XVII. 2003. “
Véase también Zenón Quispe y Carlos Pereyra P. op cit
104 realidad económica 212

tema financiero panameño debutó trabajo. Si bien es cierto que en


en 1970 con una ley que liberali- ausencia de dolarización las tasas
zaba los requerimientos de colo- de interés se incrementan por el
cación de los bancos extranjeros, monto de la prima de riesgo, en el
fortalecía el secreto bancario y caso de Chile este costo es relati-
permitía una movilidad total del vamente bajo ya que la prima de
capital. Como resultado, los pres- riesgo en este país es relativa-
tatarios panameños pueden acce- mente baja en relación con la de
der a los mercados financieros y otros países. Esto se ha logrado
tomar créditos a tasas frecuente- en un sistema de flotación cam-
mente más bajas que el gobierno. biaria con metas inflacionarias. Fi-
En estas condiciones, el reducido nalmente, los críticos de la dolari-
spread entre las tasas internas e zación opinan que esta última no
internacionales se explica más implica necesariamente una con-
por la apertura del sistema banca- vergencia hacia las tasas de inte-
rio panameño que por la dolariza- rés de EUA, en función del riesgo
ción. país, originado por un “riesgo con-
-Baja regular de las tasas fiscatorio”. Dicho riesgo existe
de interés por reducción cuando se tiene el temor de que
de las primas de riesgo. una súbita pérdida de confianza
La eliminación del riesgo cam- en el país dolarizado conduzca a
biario o riesgo de devaluación de un retiro masivo de depósitos, a
la moneda interna es el beneficio una fuerte restricción de la liqui-
más obvio que suele asignársele dez bancaria y a un descenso en
a la dolarización. La eliminación el nivel de actividad económica.
del riesgo de devaluación a su vez -Disciplina financiera cre-
reduce el riesgo soberano (o ries- ciente.
go país) que durante los periodos Los defensores de la dolariza-
de tensión como durante la crisis ción consideran que ésta alienta
de los mercados emergentes en la disciplina fiscal en relación con
los noventa determinó la actitud los sistemas de flotación o de fija-
de los inversionistas hacia los paí- ción, ya que elimina la posibilidad
ses como sujetos de crédito. Pero, de monetizar el déficit fiscal, es
en la medida en que el riesgo país decir que suprime la posibilidad
subsiste, los inversionistas extran- de emitir moneda para financiar
jeros continuarán reclamando un los déficit públicos. La dolariza-
suplemento de rendimiento. Las ción permitiría a los países que la
primas de riesgo sobre las tasas adoptan eludir totalmente las pre-
de interés seguirán existiendo en siones políticas locales de tipo po-
función del desempeño de las au- pulista que impiden frecuente-
toridades fiscales, la calidad del mente a los Bancos Centrales re-
sistema financiero y la flexibilidad sistir las demandas de monetiza-
de los mercados de bienes y de ción de los déficit presupuestarios
Caja de convertibilidad, dolarización e integración 105

y el otorgamiento de subsidios in- rencia al impuesto que los seño-


debidos. Esto significa que el dé- res feudales obtenían cuando
ficit debe financiarse a través del convertían el oro no monetario en
endeudamiento y no imprimiendo piezas. El “señoreaje” sigue sien-
dinero. A este respecto, los críti- do importante en el mundo actual
cos de la dolarización sostienen de papel moneda. El derecho de
que Panamá mostró varios de los emitir moneda constituye una pre-
problemas que durante varias dé- ciosa fuente de ingresos para
cadas agobiaron a América latina. que los gobiernos puedan ha-
Particularmente, hasta fines de cer frente a su gasto público41.
los ochenta Panamá tuvo un sec- Imprimir moneda no tiene casi
tor público grande e ineficiente, costo y los billetes y monedas
cuyo gasto corriente representaba pueden cambiarse por bienes y
más del 25% del PIB. servicios. Así, en su forma más
Frente a todas estas ventajas su- estrecha el “señoreaje” corres-
brayadas por los defensores de la ponde a la diferencia entre el cos-
dolarización sus críticos llaman la to de producción de los billetes y
atención sobre diversos costos y las monedas y su poder de com-
desventajas. pra que es evidentemente muy
superior. Más ampliamente defini-
-Costos administrativos.
do, el “señoreaje” depende de la
La transición de la moneda do- base monetaria que corresponde
méstica al dólar o a cualquier xe- no sólo a los billetes y monedas
nomoneda implica la conversión en circulación sino también a las
de los precios y la mutación del reservas de los bancos (billetes y
sistema de pagos lo que supone monedas guardadas en los cofres
gastos importantes entre los que más los depósitos en el banco
destacan cambios en los distribui- central). En algunas ocasiones
dores de billetes, programas de conviene distinguir el “señoreaje”
computación de los bancos, bruto del “señoreaje” neto. El “se-
etcétera. ñoreaje” bruto corresponde a las
-Pérdida del señoreaje. ganancias de emisión sin tomar
El derecho de emitir moneda es en cuenta sus costos. El “seño-
un “derecho del señor”. En efecto, reaje” neto resulta de deducir de
la palabra “señoreaje” hace refe- las ganancias de emisión los gas-

41
A titulo de ejemplo señalemos que entre 1975 y 1985 el “señoreaje” representó en Mé-
xico 18% de los ingresos del gobierno y 2.71 del PIB. En el caso de Bolivia dichas ci-
fras fueron de 139.50% y 5% respectivamente. En el caso de este último país el “se-
ñoreaje” aportó recursos significativamente mayores que todas las otras fuentes de in-
greso del sector público. En estas condiciones, no debe sorprender que Bolivia haya
experimentado una de las peores hiperinflaciones de la historia mundial al final del pe-
riodo considerado. Jeffrey D. Sachs y Felipe Larraín, B. Macroeconomía en la econo-
mía global, México, Prentice Hall. 1994. p 334.
106 realidad económica 212

tos de impresión de los billetes, de cambio y el “señoreaje” lo com-


fabricación de las monedas y de parten el gobierno nacional y el
funcionamiento del Banco Cen- gobierno extranjero.
tral. El tercer caso es de la dolariza-
El “señoreaje” no siempre es ción oficial, es decir, cuando un
percibido por el gobierno del país país decide unilateralmente em-
local. Existen tres situaciones en plear la moneda de otro país. En
las cuales estos ingresos son este caso es el gobierno del país
apropiados por alguna entidad di- emisor el que gana el “señoreaje”.
ferente del gobierno local. Por ejemplo, Ecuador y el Salva-
La historia monetaria nos infor- dor utilizan el dólar americano co-
ma que durante mucho tiempo el mo moneda oficial. La falta de mo-
sector privado tuvo derecho de neda local significa que los gobier-
imprimir papel moneda y gracias a nos de Ecuador y del Salvador re-
ello el derecho de percibir total o nuncian a la posibilidad de percibir
parcialmente el “señoreaje”. Antes “señoreaje” en favor del gobierno
de la unificación del sistema ban- de Estados Unidos. Si los residen-
cario por medio de un banco cen- tes de Ecuador y El Salvador quie-
tral los bancos privados emitían ren aumentar su tenencia de dine-
moneda. Hay quienes han soste- ro, el país en su totalidad tiene
nido en una posición extrema neo- que lograr un excedente de la ba-
liberal de libre mercado que debe- lanza de pagos, ya sea obtenien-
ría reintroducirse este sistema de do los dólares en préstamo o acu-
creación privada de dinero42. mulándolos mediante un exce-
dente comercial. En caso de que
El segundo caso en el cual los se elija el camino del préstamo, la
ingresos del “señoreaje” van a dar deuda tiene que servirse de todos
a alguna entidad diferente del go- modos, de tal suerte que en cual-
bierno local es el de la sustitución quier caso el país tiene que entre-
de monedas (dolarización no ofi- gar bienes o servicios reales a
cial). Como señalamos anterior- cambio de su acumulación de mo-
mente, ésta se presenta cuando el neda extranjera. Por otra parte,
Banco Central local goza del mo- EUA obtiene recursos reales por
nopolio de creación de moneda el privilegio de imprimir los billetes
nacional pero en virtud de una his- que usan ambos países. De lo an-
toria de inestabilidad monetaria terior podemos concluir que toda
los residentes del país utilizan economía dolarizada unilateral-
también una moneda extranjera mente soporta una transferencia
para las transacciones internas. neta de recursos en favor del país
De este modo hay dos monedas “tutor”.
que funcionan como medio de
42
Friedrich Von Hayek, Denationalization of Money, Londres, Institute of Economic Af-
fairs, 1976.
Caja de convertibilidad, dolarización e integración 107

Algunos autores como Guillermo A esto los defensores de la dola-


Calvo43 sostienen que el país dola- rización responden con dos argu-
rizado puede firmar un acuerdo mentos. Primero, consideran que
con EUA para compartir el “seño- debido al azar moral que a menu-
reaje”. Cualquiera sea la ingenio- do empuja a la toma de riesgos
sidad de la formula para compartir excesivos por parte de los bancos
el “señoreaje” el problema central, comerciales que confían demasia-
como señala Henri Bourguinat44, do en una eventual ayuda del
permanece: el interés que puedan Banco Central, la supresión del
tener EUA en compartir dicho “se- prestamista de última instancia
ñoreaje”. No queda claro lo que podría conducir a una mayor disci-
podrían ganar con esta solución y plina y contribuir así a evitar las
es probable que sea mal aceptada crisis financieras. En segundo lu-
por el Congreso de los Estados gar, consideran que es un error
Unidos de América siempre reti- pensar que ese papel está nece-
cente a otorgar subsidios a los sariamente vinculado con la capa-
países extranjeros si no hay una cidad de emitir dinero. Más espe-
contrapartida política o económica cíficamente, Guillermo Calvo sos-
atractiva. tiene que existen métodos alter-
-Pérdida del prestamista de nativos como la creación de un
última instancia. fondo de estabilización o el esta-
Una de las desventajas y costos blecimiento de líneas de créditos
asociados con la dolarización es contingentes con los bancos pri-
la pérdida del Banco Central do- vados. En este caso se trataría de
méstico como prestamista de últi- que los países acuerden arreglos
ma instancia. En caso de desór- especiales con terceros para ob-
denes financieros profundos co- tener fondos de emergencia En la
mo corridas bancarias o incumpli- práctica esto se presenta como un
mientos en el pago de la deuda, la problema o un costo adicional de
contrapartida de la dolarización la dolarización. Aquí se vuelve evi-
radicaría en la incapacidad de los dente que el sistema bancario de
Bancos Centrales nacionales para una economía oficialmente dolari-
parar el proceso de contagio pro- zada sólo es viable con relaciones
veyendo la liquidez exigida frente privilegiadas con el sistema ban-
a la amenaza de insolvencia ge- cario del país emisor o con un ac-
neral. Ellos habrían perdido la fun- ceso fácil a los euromercados. De
ción de proveedores últimos de li- cualquier manera con la desapari-
quidez. Ya no habría prestamista ción del prestamista de última ins-
de última instancia. tancia nacional se ataca un sím-

43
Guillermo A Calvo, On Dollarization, texto mimeografiado, Universidad de Maryland,
1999.
44
Henri Bourguinat, op cit p 67.
108 realidad económica 212

bolo fuerte de la soberanía mone- una contracción más severa y


taria del país dolarizado. más larga de los niveles de activi-
-Pérdida de independencia dad y de empleo.
respecto de la política mo- A esto se responde diciendo que
netaria americana. la renuncia a la política monetaria
La dolarización unilateral tiene el es justamente una de las ventajas
inconveniente de anular la política de la dolarización, ya que la expe-
monetaria interna. Resulta claro riencia latinoamericana ha demos-
que al adoptar el estándar mone- trado que en este continente las
tario extranjero, el país dolarizado políticas son frecuentemente pro y
acepta necesariamente la política no contracíclicas. Dichas políticas
monetaria del país emisor de la han sido incapaces de regularizar
moneda “importada”. Un país sin la coyuntura elevando las tasas de
política monetaria pierde un ins- interés cuando la coyuntura es al-
trumento que puede ayudar a las ta y disminuyéndolas cuando es
autoridades a contrarrestar los baja. De cualquier manera, se
efectos de un choque sobre la constata la desaparición de un
economía interna. En efecto, en instrumento importante del ajuste
caso de choque no puede contar- y la sumisión a la política moneta-
se ya con el apoyo de un relaja- ria del “país tutor”. Si se trata de
miento de la política monetaria o EUA, es muy probable que esto
de una regulación contracíclica. imponga al país dolarizado un im-
La incapacidad de responder a pulso desfasado si el ciclo econó-
esos choques, cuando simultá- mico americano no está sincroni-
neamente se ha renunciado a zado con el ciclo económico del
cualquier posibilidad de ajuste país dolarizado. Además, es difícil
cambiario, puede producir gran- imaginar que la Reserva Federal
des y prolongadas fluctuaciones se preocupe por integrar los inte-
en la inversión, el producto y el reses del país dolarizado en sus
empleo. Las políticas económicas propios objetivos de política mo-
para enfrentar un choque adverso netaria en caso de existencia de
en condiciones de dolarización desfase de los ciclos. No hay que
unilateral tienen un componente olvidar que las autoridades ameri-
deflacionario más acentuado y canas tuvieron intercambios infor-
persistente en términos de em- males con la Argentina y Hong
pleo, de producción y de pobreza Kong sobre las condiciones de
que en ausencia de la dolariza- una dolarización total de estos
ción. Así, por ejemplo, un deterio- países y de una redistribución de
ro abrupto de los términos de in- los ingresos de señoreaje. Por lo
tercambio no provocará la típica contrario, claramente excluyeron
crisis de balanza de pagos e infla- que tal decisión pudiera llevar a
ción, sino que se manifestará en EUA a ajustar su política de tasas
Caja de convertibilidad, dolarización e integración 109

de interés, de supervisión banca- de la dolarización, esta última au-


ria o de acceso al redescuento de mentará las opciones financieras
la Fed45. ofrecidas a los gobiernos de las
La enumeración anterior de las economías emergentes aumen-
ventajas y costos de la dolariza- tando con ello la estabilidad finan-
ción tiene una seria limitación: pa- ciera. Los perdedores en el pro-
sa por alto los ganadores y perde- ceso de dolarización se encontra-
dores en el proceso de dolariza- rán por el lado de los productores
ción. En efecto, se ignoran los del sector de bienes no comercia-
efectos redistributivos de las ga- bles como son los pequeños agri-
nancias y las pérdidas de reem- cultores, los artesanos y los traba-
plazar la moneda nacional. Ahora jadores del sector informal. De
bien, resulta claro que las ganan- una manera más general saldrán
cias y las pérdidas no se reparten perdiendo todas aquellos que se-
equitativamente entre todos los rán obligados a seguir una política
agentes económicos. Habrá ga- económica, sobre todo monetaria,
nadores y perdedores potenciales que responderá a los intereses del
con la dolarización. Los ganado- “país tutor”, EUA. Este aspecto ol-
res se encontrarán por el lado de vidado explica la violenta resisten-
los grupos más dinámicos de la cia presentada en Ecuador por
economía que aprovecharán la parte de la población indígena, los
estabilidad macroecónomica re- sindicatos y los pequeños campe-
sultante de la utilización del dólar, sinos que vieron en la dolarización
en particular del lado de las gran- un preludio a la “panamización” de
des empresas productoras de bie- su economía.
nes comerciables (bienes que Como lo ha demostrado Benja-
compiten con los bienes extranje- mín Cohen46 el caso de Panamá
ros en los mercados interiores o es muy elocuente. Este país tomó
extranjeros). Saldrán ganando conciencia a finales de los años
también los prestatarios que re- ochenta de todas las restricciones
sultarán beneficiados con la dis- externas a que los sometía la do-
minución de las primas de riesgo larización. En marzo de 1988, los
en las tasas de interés y podrán haberes panameños en los ban-
pedir prestado más barato en el cos de EUA fueron congelados y
mercado internacional de capita- todos los pagos y transferencias
les o acceder más fácilmente a los de dólares hacia Panamá fueron
servicios financieros correspon- prohibidos en el marco de una ac-
dientes. Así, para los apologistas ción de la administración Reagan

45
Jérôme Sgard, « La crise équatorienne et l’architecture financière internationale » La
lettre du CEPPI N°188. marzo 2000.
46
Benjamín J. Cohen, “Dollarisation: la dimension politique” L’Economie Politique N°5
1er Trimestre 2000.
110 realidad económica 212

tendiente a separar al general no de su moneda nacional, el país


Noriega del poder en virtud de las dolarizado pierde un símbolo de
acusaciones de corrupción y trafi- su identidad nacional, un ingreso
co de droga en su contra. El resul- en última instancia ( el señoreaje),
tado no se hizo esperar. La mayo- una parte de su autonomía y la
ría de bancos del país debieron posibilidad de desarrollar una es-
cerrar y la economía fue estrangu- trategia de desarrollo nacional.
lada por una severa falta de liqui- Como señala Benjamín Cohen, “la
dez. Washington logró desmoneti- dolarización es una relación jerár-
zar la economía panameña. Los quica que ofrece pocas posibilida-
efectos fueron devastadores, a des de compensación directa y no
pesar del intento de las autorida- permite necesariamente jugar un
des panameñas de crear rápida- papel en la toma de decisiones”47.
mente una moneda de sustitución, Es el “país tutor” quien se aprove-
principalmente emitiendo cheques cha de su posición ventajosa que
de valor fijo con la idea de utilizar- acompaña una utilización más
los como efectivo. El país resultó amplia de su moneda fuera de sus
realmente privado de moneda y la fronteras, ganando un instrumen-
producción nacional cayó un 20% to poderoso de influencia y de
en el año. Aunque las sanciones coacción sobre la economía del
resultaron insuficientes para de- país dolarizado. Esto explica, en-
salojar a Noriega y fue necesaria tre otras cosas, la actitud de neu-
una invasión y la ocupación tem- tralidad pasiva (benign neglect)
poral del país, no quedó ninguna adoptada por EUA frente a las do-
duda de que la restricción mone- larizaciones ecuatoriana y salva-
taria fue dolorosa y contribuyó doreña. Obtiene ventajas sin ver-
ampliamente a la caída de Norie- se obligado a otorgar nada a cam-
ga. La lección es clara: el “país tu- bio. Se trata de una solución que
tor” cuenta con un poderoso ins- origina una auténtica subordina-
trumento de influencia y de coac- ción no sólo política sino también
ción sobre el país dolarizado y es- económica que corre el riesgo de
te último no puede tener ningún suprimir toda libertad de maniobra
diferendo político serio con su tu- del país dolarizado. Dicho de otra
tor. En última instancia si un país manera, la dolarización total equi-
acepta “prestar” su moneda es ob- vale a “poner en manos extranje-
vio pensar que esto no se hace ras el monopolio legítimo de la
sin contrapartida. violencia de la moneda”48. Lo que
El ejemplo de Panamá demues- demuestra que la dolarización no
tra claramente que con el abando- es únicamente una noción econó-

47
Idem. p 101.
48
Bruno Théret, “La dollarisation: polysémie et enflure d’une notion” Critique internatio-
nale n° 19 abril 2003. p 70.
Caja de convertibilidad, dolarización e integración 111

mica o técnica que se podría dilu- que habrá que encontrar los ele-
cidar sin tomar en cuenta el con- mentos compensadores: restric-
texto político. Se trata de un con- ción de gasto público, control de
cepto de economía política49. salarios, estímulos directos a la
El principal problema de la dola- productividad interna, políticas in-
rización radica en transferir la car- ternas de racionalización. Aunque
ga del ajuste hacia instrumentos algunas de estas soluciones pue-
diferentes al tipo de cambio y la den ser virtuosas, otras no sólo no
política monetaria. En caso de lo son sino que, por lo contrario,
choques externos o internos pue- generan malestar social con los
de obligar a recurrir a instrumen- riegos inherentes de disturbios y
tos socialmente costosos para revueltas.
sostener la actividad. Las bajas de De cualquier manera, los resulta-
salarios pueden intervenir para dos de la experiencia de dolariza-
restaurar o mejorar la competitivi- ción oficial ecuatoriana son intere-
dad precio que ya no puede apo- santes pero aún ambiguos50. Los
yarse sobre el mecanismo deva- agentes económicos se habitua-
luatorio. Además, las crisis de li- ron de manera impresionante al
quidez no se excluyen, ya que el dólar y la inflación se redujo de
Banco Central no puede intervenir 91,0 % en 2000 a 22,4% en 2001
para emitir moneda. En el pasado y 9,4% en 2002. Además, el país
en el caso de la Argentina, la caja recuperó el crecimiento alcanzan-
de convertibilidad fue suficiente do 5.5% en 2001 y 3,8% en 2002.
para engendrar una crisis banca- El desempleo disminuyó de
ria severa. Con la dolarización se 14,1% de la población activa en
da un paso suplementario en el 2000 a 10,4% en 2001 y 8,6% en
sentido de la rigidez. Adicional- 2002. Sin embargo, se produjo lo
mente, se puede observar que en que a menudo acontece cuando
la medida en que la dolarización se utiliza una moneda extranjera
excluye toda posibilidad de finan- “internalizándola”: el dólar fuerte
ciar el gasto público por la vía mo- mina la competitividad de las ex-
netaria, se corre el riesgo de que portaciones ecuatorianas. La ba-
aumente el endeudamiento exter- lanza de pagos sufrió un deterioro
no. Finalmente, se comprende en 2002, ya que el déficit en cuen-
que si el dólar se aprecia esto in- ta corriente pasó de 2,6% a 4,8%
cidirá negativamente sobre la del PIB, principalmente como re-
competitividad de las exportacio- sultado del fuerte aumento de las
nes del país dolarizado. En este importaciones mucho mayor que
último caso, es en nivel interno el de las exportaciones. Por otro
49
Idem. p 78.
50
Cepal, Estudio Económico de América Latina y el Caribe,2002-2003. p 211-219; Jean-
François Ponsot, Op cit. Rapport d’études pour l’Institut pour la Recherche de la Cais-
se des Dépôts et Consignations.
112 realidad económica 212

lado, la falta de disponibilidades impopular, su legitimidad es cues-


monetarias entorpece las empre- tionada y emergen proyectos de
sas locales. Los fondos para con- desdolarización que resultarán
tinuar con el reembolso de la deu- más complicados que el abando-
da externa faltan y el presupuesto no de una caja de convertibili-
acusó en 2002 un déficit de 8,4% dad51.
del PNB. Se corre el riesgo de lle- De cualquier manera, los apolo-
gar a una especialización que limi- gistas del mundo sin fronteras no
te la economía ecuatoriana a una se contentan con una caja de con-
producción que requiera mucha vertibilidad o una dolarización ofi-
mano de obra poco calificada o a cial unilateral. Quieren ir mas lejos
un desarrollo masivo del desem- proponiendo un proceso coopera-
pleo en los sectores puestos en tivo como lo es una zona de inte-
competencia directa con las in- gración monetaria entre los miem-
dustrias intensivas en capital del bros del Tratado de Libre Comer-
país tutor. En estas condiciones, cio de América del Norte.
la dolarización se ha vuelto muy

51
El caso de la dolarización unilateral de El Salvador lo dejamos de lado. Aunque inte-
resante, se trata no sólo de una experiencia muy reciente ( fines de 2000) cuyo aná-
lisis se ve complicado por los efectos de los terremotos de 2001. Para una primera
aproximación al tema véase David Ibarra, Juan Carlos Moreno-Brid, Jesús García y
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* La bibliografía corresponde al artículo completo.


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