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1.

Sistemas electrónicos de detección contra incendios


1.1. Introducción

La función principal de un sistema de detección automática de incendio es la de


identificar un conato en el plazo de tiempo más breve posible para que se puedan
tomar las medidas de seguridad y acciones necesarias en cada caso (la evacuación de
personas, la activación de la extinción automática, la llamada a un servicio de socorro,
etcétera).
Esta instalación hace posible la transmisión de una señal de alarma (automáticamente
mediante detectores o manualmente mediante pulsadores) desde el lugar en que se
produce el incendio hasta una central, así como la posterior transmisión de la alarma
desde dicha central hasta los ocupantes.
Es importante distinguir entre un sistema de detección electrónica de incendios y un
sistema de extinción automática de incendios. El primero cumple las funciones de
prevención, detección y comunicación automáticas, y es el encargado de poner en
marcha al segundo, cuya misión será la de eliminar la situación de peligro. En
determinadas instalaciones de pequeña envergadura es posible encontrar sistemas de
detección electrónica de incendios sin los correspondientes sistemas de extinción
automáticos, puesto que se prevé una extinción manual utilizando extintores o
mediante la intervención de los bomberos.

1.1.1. El fuego

Se llama fuego a la reacción química de oxidación violenta de una materia


combustible, con desprendimiento de llamas, calor y gases (o humos). Es un proceso
exotérmico. Las llamas son las partes del fuego que emiten luz visible.
Se señala también como una reacción química de oxidación rápida que es producida
por la evolución de la energía en forma de luz y calor.
Para que un fuego evolucione requiere de 3 elementos que forman el triángulo del
fuego.
A la hora de luchar contra el fuego se centrara en la eliminación de uno o varios de
estos componentes. La ausencia de uno de los tres componentes hace imposible
la existencia de fuego (en fuegos convencionales).
Fases del fuego

Durante el desarrollo completo de un incendio pueden establecerse cuatro fases o


etapas distintas, cuyas características se resumen a continuación:
• Primera fase: Se produce una elevación muy lenta de la temperatura, que provoca la
aparición de humos o gases invisibles. Esta fase, también conocida como estado latente,
puede durar varias horas. La extinción de un fuego en su primera fase no resulta
muy complicada.
• Segunda fase: Se produce un aumento de la temperatura hasta acercarse al punto de
ignición, así como una acumulación de partículas en forma de humo y gases visibles. Esta
fase, también conocida como estado visible, es más rápida que la primera y suele durar
minutos o algunas horas.
Los fuegos que se encuentran en las fases primera o segunda se denominan incubados, y se
caracterizan porque producen fundamentalmente humos y gases propios de la combustión.
• Tercera fase: Se alcanza el punto de ignición y aparecen las llamas, aumentando
considerablemente la temperatura y la presencia de humos. Esta fase, también conocida
como estado de llamas, se produce en escasos minutos (o incluso en segundos) y resulta
muy peligrosa.

• Cuarta fase: Se produce un Incremento de las llamas, de los humos y de la temperatura


hasta alcanzar un nivel de calor radiante que favorece una rápida propagación. Esta fase,
también conocida como incendio declarado, se alcanza en muy pocos segundos y resulta
extremadamente peligrosa.

1.1.2. Elementos de una instalación contra incendios

Los bloques funcionales que forman parte de un sistema electrónico de protección contra
incendios son los siguientes

- Detectores de incendio y pulsadores manuales. Los detectores y pulsadores manuales se


encargan de captar las variables externas relacionadas con un incendio y enviar la
información correspondiente al resto de la instalación. Estas entradas pueden ser
automáticas (sensores que detectan humos, incrementos de temperatura o llamas) y
manuales (pulsadores que se activan al ejercer la presión necesaria sobre su superficie).

- Actuadores. Los actuadores, o salidas del sistema, son los dispositivos que reciben las
señales procedentes de la central de incendios y ejecutan las acciones para las que han
sido configurados. Los principales son los dispositivos de aviso y señalización acústica y
luminosa (sirenas, letreros, flashes luminosos y pilotos indicadores de acción), los
retenedores electromagnéticos y los sistemas de extinción.

- Centrares de proceso o control. Las centrales de incendios son el cerebro del sistema de
protección. Reciben las señales emitidas por los detectores de la instalación o los
pulsadores manuales, y dependiendo de su programación y características pueden activar
los actuadores correspondientes, enviar información a los servicios de emergencia, activar
los sistemas de extinción o determinar cuándo se trata de una falsa alarma.
- Dispositivos auxiliares. Los dispositivos auxiliares no son siempre necesarios para el
correcto funcionamiento del sistema de protección, pero suelen utilizarse para aumentar
las prestaciones de la instalación, facilitar las tareas de detección o mejorar las
comunicaciones del sistema.

1.1.3. Tipos de sistema de detección de incendios

Existen tres tipos de arquitecturas de sistemas contra incendios.

- Sistemas convencionales. La principal característica de este tipo de sistemas consiste en


que los dispositivos conectados a la central convencional se encuentran localizados en la
instalación agrupados en zonas. Presentan una topología en forma radial, de manera que las
conexiones se realizan a través de varias líneas independientes de cableado. Los detectores
convencionales se activan al alcanzar un valor predeterminado por el fabricante.

- Sistemas analógicos. También conocidos como sistemas inteligentes, su principal


característica radica en que los dispositivos conectados a la central analógica se encuentran
perfectamente localizados en la instalación de manera individualizada. Presentan una
topología en forma de anillo, en la que todas las conexiones se realizan a través de una única
línea de cableado. Los detectores analógicos se activan al alcanzar un valor seleccionado
previamente por el usuario.

- Sistemas algorítmicos. Son una evolución de los sistemas analógicos en la que se conserva
la topología y se aumenta la complejidad en la detección. Los detectores algorítmicos envían
continuamente información a la central, que recibe los datos y los interpreta
independientemente. Con este sistema se pueden controlar de manera individual todos los
dispositivos y configurar su sensibilidad o umbral de actuación a través del software
adecuado, en función de parámetros como el uso, la ubicación, la antigüedad del dispositivo,
la temperatura ambiente, etcétera.

1.2. Detectores de incendios

Existen dos tipos fundamentales automáticos y manuales. Dentro de los automáticos


tendremos una amplia gama dependiendo de la característica física del incendio que sea
capaz de detectar. Tendremos que tener en cuenta las condiciones en las que deberá
trabajar a la hora de escoger el más adecuado para cada zona.
Las características de un incendio son las siguientes.

Los detectores que actualmente se comercializan serían los que aparecen en la


siguiente tabla.

Hay que tener en cuenta que los detectores son específicos para cada tipo de
arquitectura, por lo que un detector podrá ser convencional, analógico o algorítmico.

1.2.1. Detectores de humo

Cumplen la función de detectar un incendio en su fase inicial, cuando se produce una


elevación muy lenta de la temperatura y aparecen humos o gases propios de la
combustión.
Estos detectores realizan mediciones del incremento de las partículas de humos y de
los gases generados y envían la información a la central para que active el estado de
alarma al alcanzar los parámetros programados en cada caso.

Detectores ópticos de humos

Su funcionamiento se basa en una cápsula interna que contiene un diodo


semiconductor que emite luz de forma intermitente hacia un fototransistor. Cuando
las partículas de humo penetran en el interior del sensor Interrumpen el haz de luz y
hacen que se active el detector.

Los detectores de humos ópticos se utilizan en lugares donde el material Inflamable


desprende humo y gases propios de la combustión antes que las llamas.
Detectores de humos por barrera infrarroja

Son detectores de humos de gran alcance, que basan su funcionamiento en la emisión


y recepción de un haz de energía infrarroja que al ser interrumpida por el humo visible
envían la señal de activación correspondiente a la central.

Detectores iónicos de humos

Son detectores cuyo principio de funcionamiento consiste en un elemento radiactivo


que ioniza el aire presente en dos cámaras internas y lo establece en una resistencia
constante.
Tanto los humos visibles como los gases no visibles producen una alteración de la
conductividad que es evaluada por un circuito electrónico, enviando la señal
correspondiente hacia la central de alarmas.
Al contener elementos radiactivos, estos detectores no pueden manipularse
interiormente y deben ser reciclados en puntos de residuos radiactivos.

La instalación de los detectores de humos, tanto ópticos como iónicos, no debe realizarse en
recintos donde se produzcan vibraciones, en los que se utilicen aerosoles o donde sean
frecuentes las concentraciones de polvo y humo, como por ejemplo garajes, cocinas o talleres,
debido a que se pueden generar falsas alarmas.
En lo que respecta a sus parámetros de funcionamiento, están diseñados para trabajar
a temperaturas comprendidas entre -20 °C y 50 °C en lugares donde las corrientes de aire no
superen los 5 m/s. Las condiciones ambientales de temperatura, presión y humedad no les
afectan.

1.2.2. Detectores térmicos


Detectores termovelocimétricos

Se activan cuando la temperatura ambiente se incrementa a una velocidad muy


elevada. Este incremento se mide en grados por minuto y dependiendo del fabricante
oscila generalmente entre 2-5 °C/minuto y 20-22 °C/minuto.
Detectores termostáticos

Se activan cuando la temperatura ambiente alcanza un determinado valor de


referencia, que suele oscilar entre los 58 °C y los 85 °C dependiendo del modelo y del
fabricante.
Deteccion lineal por cable térmico

Otra posibilidad que ofrece el principio de funcionamiento termostático es la


detección lineal, que consiste en utilizar un cable térmico específico de alto
rendimiento capaz de actuar al alcanzar dos niveles de temperatura. En función de
estos valores emite una señal de prealarma y otra de alarma respectivamente.

1.2.3. Detectores de llamas


Cierto tipo de incendios, de productos inflamables o de alta combustión, generan
llama en los primeros momentos del incendio. Ante este tipo de riesgos es preciso
utilizar detectores de llama .Estos elementos son capaces de detectar la energía
que desprende la llama.
Dependiendo de la frecuencia lumínica para la que estén preparados, se clasifican en

 Detectores de llamas infrarrojos


 Detectores de llama ultravioletas

Debido a que son instalados en lugares con alto riesgo de explosiones, estos
detectores disponen de carcasas antideflagrantes.

Deben instalarse fuera de la exposición del sol directa para evitar avisos erróneos.

1.2.4. Detectores de tomas de muestra y aspiración

Estos detectores recogen periódicamente muestras de aire ambiental de una


determinada zona o recinto a través de una bomba de aspiración y una o varias
tuberías de plástico.
Dichas muestras pasan por uno o varios filtros y se dirigen hacia una cámara interna
de detección donde son debidamente acondicionadas y analizadas para comprobar si
en el entorno hay presencia de humo derivado de un incendio.
La cámara es de alta humedad, lo que provoca que el humo que penetra en su interior
se condense formando una sustancia parecida a una neblina. El sistema de detección
interno mide la viscosidad y densidad de esta sustancia por medio de un haz de luz
láser y emite una señal de alarma cuando alcanza un valor predeterminado.
El conjunto formado por las tuberías, la bomba de aspiración y la cámara interna de
detección es lo que se denomina sistema de detección precoz de humos por
aspiración.
Los detectores de aspiración son utilizados para extraer muestras de equipamientos
cerrados, armarios eléctricos, locales confinados o de acceso restringido, recintos
abiertos o de alta ventilación, huecos tras falsos suelos, falsos techos o paredes
panelables, etcétera.
1.2.5. Pulsadores manuales
Los pulsadores manuales se componen de una caja y una lámina de pulsación que
puede ser de cristal o plástico. Si dicha lámina es de cristal y se rompe al presionarla,
se trata de un pulsador de rotura. Por el contrario, si la lámina es de plástico y se
enclava, se trata de un pulsador rearmable.

Los pulsadores manuales pueden clasificarse en cuatro grupos:


Pulsadores de alarma.
El pulsador manual de alarma, también denominado sensor o detector
manual, se emplea como alternativa a los detectores de incendio automáticos
para enviar una señal al sistema que advierte de la existencia de un incendio.
Es un dispositivo de color rojo ubicado a lo largo de las vías de evacuación, en
los pasillos, en las salidas, junto a los ascensores, en el interior de cuartos
técnicos, en el Interior de cuartos de almacenaje, etcétera.
Su Instalación debe asegurar que sea visible y accesible permanentemente y
siempre debe ir acompañado de la señalización correspondiente.

La normativa actual establece que deben instalarse pulsadores de alarma


en edificios sanitarios, hospitales, locales de uso común, locales de servicio
de situación estratégica, superficies comerciales, garajes, aparcamientos
robotizados, determinados locales de almacenamiento, establecimientos
industriales y, en general, en cualquier área o edificación en la que el nivel de
riesgo de incendio sea medio o elevado. Se situarán de modo que la distancia
máxima a recorrer, desde cualquier punto hasta alcanzar un pulsador, no
supere los 25 metros.

Pulsadores de disparo de extinción.


Generalmente de color amarillo o blanco, se emplea para provocar
manualmente la entrada en funcionamiento de un sistema de extinción
de incendio.
Pulsadores de bloqueo de extinción.
Generalmente de color azul, se emplea para anular manualmente el
funcionamiento de un sistema de extinción de incendio.
Pulsadores de emergencia.
Son dispositivos de evacuación diseñados para ser instalados en las salidas de
emergencia de una edificación. Se caracterizan por ser de color verde.
1.3. Dispositivos de aviso y señalización
Los primeros que deben enterarse de la existencia de un incendio son las personas que
se encentran en el interior de la instalación, por lo que es imprescindible que el
sistema esté dotado de una alarma interna lo suficientemente sonora y luminosa.

Sirenas y flashes luminosos

Las sirenas serán distribuidas de manera que se garanticen los niveles sonoros
mínimos. El nivel sonoro de la alarma mínimo será de 65 dB, o bien de 5 dB por
encima de cualquier sonido que previsiblemente pueda durar más de 30 segundos. Si
la alarma tiene por objeto despertar a personas que estén durmiendo, el nivel sonoro
mínimo deberá ser de 75 dB.
La correcta percepción del sonido debe garantizarse en todos los puntos del recinto. El
nivel sonoro no podrá superar los 120 dB en ningún punto situado a más de 1 metro
del dispositivo para evitar daños en el oído, puesto que este es el considerado como
umbral del dolor.

Los flashes luminosos son dispositivos de aviso visual que producen destellos de luz
muy Intensos, de manera intermitente o rotativa. Ambos actuadores son muy
apropiados para dar aviso en cualquier tipo de recinto.

Pilotos indicadores de acción

Los pilotos indicadores son dispositivos de señalización que se utilizan con el objetivo
de facilitar la localización visual del lugar en el que se ha producido un estado de
alarma, simplificando la búsqueda del área donde se está originando el incendio. Están
formados por una lámpara roja, generalmente de tipo led, montada sobre una
envolvente.
Dependiendo de la zona que afecte se distinguen.
 Señalización individual de un único detector Se enciende una luz en el
detector que se haya activado
 Señalización de línea, zona o grupo de detectores. Se enciende un led en la
zona donde se encuentre el detector activado
Letreros luminosos indicadores

Su uso es imprescindible en las instalaciones que presentan gran afluencia de público.


Los letreros indicadores más comunes son los siguientes:
 Letrero indicador de fuego o incendio.

 d  Letrero indicador de extinción disparada


i  Letrero indicador de vía de evacuación.
-
 Letrero indicador de salida.
 í
t  Letrero de prohibición de entrada
e
 d
o

Equipos autónomos de alumbrado de emergencia

Son dispositivos que aseguran el alumbrado en caso de que la fuente de energía


principal falle, evitando que se puedan dar casos de alarma o deslocalización por falta
de iluminación. Suelen ser pequeñas lámparas fluorescentes con un sistema de batería
autónomo.
1.4. Retenedores electromagnéticos
En grandes edificios o edificios con necesidades especiales contra incendios se hace
precisa la instalación de puertas cortafuegos, estas puertas deben permanecer
cerradas en caso de incendio, pero pueden ser muy incomodas en ubicaciones con alta
movilidad.
Para evitar problemas de movilidad se instalan en las puertas cortafuegos los
retenedores electromagnéticos. Estos dispositivos mantienen las puertas abiertas
gracias a un electroimán que se desactiva en caso de que salte la alarma, lo que hace
que las puertas se cierren.

El conjunto formado por la puerta cortafuegos y el retenedorelectromagnético cumple


una triple función:

 Aíslan diferentes sectores de un edificio, evitando que el fuego se propague de una


zona a otra por toda la instalación.
 Reducen la entrada de aire y dificultan su circulación, evitando que el fuego se avive.
 Aportan cierto grado de estanqueidad para la contención de gases inflamables.

1.5. Centrales contra incendio


Son el cerebro de la instalación. Reciben las señales de entrada de los detectores y
activan las señales de salida a los diferentes actuadores.
Suelen tener ciertas características comunes. Suelen tener una alimentación principal
de 230 v alterna y una secundaria de 24 v continua, suministrada por una batería.
Disponen de una carcasa metálica y de un panel de control con códigos de acceso para
evitar la manipulación por personal no autorizado. También disponen de diferentes
dispositivos indicadores para avisar de las zonas de alarma, estados de avería o datos
de funcionamiento.

Algunos modelos de centrales permiten distinguir entre dos tipos de alarmas:


• Estado de prealarma. Cuando una realiza una detección puede ser programada para que
haya un retardo entre la alarma un estado de alerta, que permite a los usuarios realizar un
reconocimiento de la situación para confirmar la veracidad de la alerta de fuego y cancelar la
activación de la alarma
• Estado de alarma. Se activan las salidas de forma inmediata y continua. No obstante, si una
central posee salidas programadas en prealarma, el estado de alarma en dicha salida no
entrará hasta que transcurra el tiempo programado para el anterior estado.
Existen dos tipos fundamentales dependiendo de su arquitectura de funcionamiento.

Convencionales

En las centrales convencionales se instalan los detectores en zonas


independientes con bornas independientes para cada una. En cada una de las zonas
los detectores se conectan en paralelo con una carga en serie o paralelo para generar
una resistencia de referencia que cuando varíe indicara a la central que un detector se
ha activado.

Por motivos de seguridad, la normativa actual no permite que se


conecten pulsadores manuales y detectores automáticos en una misma zona de
un sistema convencional, puesto que en caso de fallo en los conductores de dicha
zona no se podría activar el estado de alarma de la central de manera automática
ni de manera manual.
Analógicas

Se caracterizan porque todos los dispositivos que controlan se encuentran


conectados entre sí por una única línea de cableado con topología en forma de
anillo, denominada lazo.
En los sistemas analógicos la instalación es más compleja que en los sistemas
convencionales, puesto que se reconoce individualmente a cada uno de los
detectores, pulsadores, sirenas o módulos que conforman el sistema, por lo
que a la hora de reflejar una alarma, nos Indica el punto exacto donde esta se
produce, ya que previamente y mediante programación adecuada, se
identifican todos los elementos.
La tecnología analógica es más precisa, por lo que está recomendada para grandes
edificios administrativos, hoteles, hospitales y, en general, cualquier edificación en la
que fuese muy difícil la localización de un incendio utilizando un sistema
convencional basado en zonas.
2. Montaje y configuración de instalaciones contra incendio
2.1. Selección de elementos y montaje
Al proyectar un sistema de este tipo es imprescindible escoger el detector y el
actuador más adecuados en cada caso, analizando adecuadamente todas las zonas de
la edificación, los materiales, las sustancias próximas y el ambiente, siempre teniendo
en cuenta que el tiempo de detección sea lo más pequeño posible para minimizar los
daños en caso de incendio.
2.1.1. Medios de transmisión

La alimentación de los servicios de protección contra incendios, deben presentar


resistencia al fuego para garantizar el funcionamiento de estos sistemas en caso de
incendio, de manera que se evite que las llamas puedan cortocircuitar o romper algún
conductor.

Según lo especificado en la Norma UNE EN 50200, el cableado de tipo AS+ debe ser
capaz de soportar una temperatura de 850 °C durante 90 minutos.
En los sistemas analógicos, se recomienda utilizar conductor que además esté
apantallado para evitar así Interferencias externas. En los cables apantallados, la
pantalla debe ser conectada a los bornes de tierra de la central.

2.1.2. Montaje de los componentes

Detectores

 Los detectores deben estar libres de todo obstáculo en una zona de 0,50 m a su
alrededor.
 Los detectores de humo no deben ubicarse cercanos a equipos de ventilación que
pueden hacer que el humo se aleje del sensor sin que este llegue a detectarlo.
 Si un detector de humos se encuentra en el paso de una corriente de aire hacia el
exterior, el humo será fácilmente detectado.
 No deberán instalarse detectores de humos en lugares con temperatura
ambiente superior a 50 °C, sea por causas naturales o industriales.
 Los sistemas de Inyección de aire no afectan a los detectores térmicos, puesto
que avivarán la llama produciendo más calor en el entorno del detector.
 Los detectores térmicos deberán Instalarse preferentemente en cocinas. Los
detectores de humos de tipo Iónico u óptico no deberán ser instalados en esta
ubicación.
Pulsadores manuales
 Se dispondrán a una altura del suelo comprendida entre 1,2 y 1,5 m.
 Deberán ser claramente visibles, fácilmente identificables y accesibles.
 Se identificarán las señales de los pulsadores de alarma de modo que pueda
determinarse rápidamente el lugar de origen de la alarma, evitando indicaciones
que induzcan a error.
Señales acústicas y avisadores

 El sonido de la alarma de incendios deberá ser continuo, aunque la frecuencia y


la amplitud pueden variar, y deberá ser el mismo en todas las dependencias y no
será utilizado para ningún otro fin.
 Los dispositivos visuales de alarma de incendios deberán usarse solamente como
complemento de los dispositivos acústicos de alarma.
 Todas las señales visuales de alarma de incendios deberán ser claramente visibles
y distinguibles de las demás señales visuales usadas en las instalaciones

División de las Zonas

 La superficie en planta de una sola zona no deberá exceder los 2.000 m2.
 La distancia de búsqueda no deberá exceder de 30 m.
 Cada zona deberá limitarse a una sola planta del edificio, salvo que: la zona
consista en una caja de escalera, patio de luz, caja de ascensor u otra estructura
similar que se extienda más allá de una planta, pero dentro de un compartimiento
de incendios, o la superficie en planta del edificio sea inferior a 300 m2.
El número de detectores por zona puede variar, pero no debe exceder de 32
detectores o pulsadores por zona, ya que es una zona de búsqueda demasiado
grande.
La cobertura que nos da cada detector depende de la altura del techo. En la siguiente
tabla podemos ver algunos datos de cobertura.

2.1.3. Dotación de instalaciones de protección contra incendios

En base a lo especificado en el Documento Básico DB SI, del Código Técnico de la


Edificación (CTE), los edificios deben disponer de los equipos e instalaciones de
protección contra incendios que se indican en la siguiente tabla.
2.1.4. Control de Humo

Se debe instalar un sistema de extracción del humo del incendio en los siguientes
casos:
 Zonas de uso aparcamiento que no tengan la consideración de aparcamiento
abierto
 Establecimientos de uso comercial o de pública concurrencia cuya ocupación
exceda de 1.000 personas
 Atrios, cuando su ocupación en el conjunto de las zonas y plantas que constituyan
un mismo sector de incendio, exceda de 500 personas, o bien cuando esté
previsto para ser utilizado para la evacuación de más de 500 personas.

2.2. Instalación y conexionado de los detectores y actuadores

Los siguientes esquemas son ejemplos de conexionado de diferentes elementos de un


sistema de detección contra incendio.

2.2.1. Detectores

Convencionales
En la figura de la izquierda tenemos una conexión de dos detectores y en la izquierda un
ejemplo de error en la conexión de detectores, un detector solo puede conectarse a un
detector, no a dos.

Analógicos

Como se ve en el esquema existen 2 tipos de detectores analógicos, los de extremo de línea y


los intermedios.

2.2.2. Pulsadores manuales de alarma


2.2.3. Actuadores

Como ejemplo de conexión de un actuador veremos el conexionado de una sirena.


2.2.4. Centrales

Por último, el siguiente esquema muestra el conexionado de una central analógica con
ramales de detectores analógicos y ramales de detectores convencionales.
2.3. Documentación, simbología normalizada y señalización de las instalaciones

2.3.1. Simbología normalizada

A la hora de realizar un proyecto es preciso realizar unos planos y croquis que permitan
llevarlo a cabo en las formas previstas. Para ello se ha desarrollado una simbología
normalizada que permite que se puedan interpretar inequívocamente los planos
independientemente de su origen. La norma en España es la UNE 23032:1983.

Podemos además encontrar simbología no normalizada. Esta simbología debe de ser


inequívoca y venir explicada en el plano o en el proyecto en el que se incluya.

Símbolos básicos

Medios de detección y alarma

Medios avisadores
Sistemas de ventilación

Otros símbolos a emplear

2.3.2. Croquis y esquemas de la instalación

Existen diferentes tipos de croquis y esquemas. Los utilizados en contra incendio son los
siguientes:

• Plano de distribución en planta. Se indica la posición exacta de todos los componentes y


equipos del sistema sobre un plano en planta de la instalación real.

• Diagrama de bloques funcionales. Se muestra en detalle la conexión y las características de


todos los elementos que Intervienen en la instalación.
• Planos de detalle. Únicamente serán necesarios cuando hay partes constructivas de la
instalación que el proyectista considere que deben ser ampliadas, ya que con esto se
consigue mayor claridad, permitiendo un mejor análisis de las conexiones y facilitando su
montaje e instalación.
• Planos de las vías de evacuación. El plano de evacuación forma parte del plan de
emergencia. Es un plano que se sitúa en un lugar de tránsito, visible para todos los usuarios
del edificio. Debe representar fielmente la planta del edificio, y con los suficientes detalles
para que cualquier persona pueda interpretarlo y comprenderlo de manera rápida y sencilla.
En él se indican los datos necesarios para la evacuación:
 Posición en la que se encuentra el usuario con respecto al plano («usted está
aquí») y la posición del edificio con respecto a las calles que le rodean.
 Rutas de escape. Generalmente se marca con flechas la ruta más rápida a seguir
para abandonar el edificio.
 Vías de evacuación. Son las salidas de emergencia en las que desembocan las
rutas de escape.
 Dispositivos de ayuda en caso de emergencia. Se muestran todos los dispositivos
que es necesario ubicar en caso de una emergencia, como pueden ser: extintores,
luces de emergencia, boca de incendio, detectores de humo, llaves de corte de gas
y electricidad.

2.3.3. Señalización de elementos de una instalación contra incendios

Los medios de protección contra incendios de utilización manual deben quedar identificados
mediante señales definidas en la Norma UNE 23033-1, cuyo tamaño será el que se indica a
continuación:
a) 210 x 210 mm cuando la distancia de observación de la señal no exceda de 10 m.
b) 420 x 420 mm cuando la distancia de observación esté comprendida entre 10 y 20 m.
c) 594 x 594 mm cuando la distancia de observación esté comprendida entre 20 y 30 m.

Las señales deben ser visibles incluso en caso de fallo en el suministro al alumbrado normal.
2.3.4. Señalización de las vías de evacuación

• Las salidas del recinto, planta o edificio tendrán una señal con el rótulo «SALIDA», excepto
en edificios de uso Residencial Vivienda y, en otros usos, cuando se trate de salidas cuya
superficie no exceda de 50 m2, sean fácilmente visibles desde todos los puntos y los
ocupantes estén familiarizados con el edificio.
• La señal con el rótulo «Salida de emergencia» debe utilizarse en toda salida prevista para
uso exclusivo en caso de emergencia.
• Deben disponerse señales indicativas de dirección de los recorridos, visibles desde todo
origen de evacuación desde el que no se perciban directamente las salidas o sus señales
indicativas y, en particular, frente a toda salida de un recinto con una ocupación superior a
100 personas que acceda lateralmente a un pasillo.
• En los puntos de los recorridos de evacuación en los que existan alternativas que puedan
inducir a error, también se dispondrán las señales antes citadas, de forma que quede
claramente indicada la alternativa correcta. Tal es el caso de determinados cruces o
bifurcaciones de pasillos, así como de aquellas escaleras que, en la planta de salida del
edificio, continúen su trazado hacia plantas más bajas, etcétera.
• En dichos recorridos, junto a las puertas que no sean de salida y que puedan inducir a error
en la evacuación, debe disponerse la señal con el rótulo «Sin salida» en lugar fácilmente
visible, pero en ningún caso sobre las hojas de las puertas.
• Las señales se dispondrán de forma coherente respecto a la previsión de evacuación de
ocupantes que tenga asignada cada salida.
Las señales deben ser visibles incluso en caso de fallo en el suministro al alumbrado normal

2.4. Mantenimiento y resolución de averías


2.4.1. Mantenimiento sobre central de control
 Verificar la correcta accesibilidad a la central de control.
 Comprobar que la alimentación a la central es directa desde el cuadro general y
exclusiva. Comprobar la correcta tensión de entrada a la central.
 Comprobar la alimentación eléctrica desde la batería.
 Comprobar que, produciendo un corte en la entrada de la red a la central, esta
responde óptica y acústicamente y automáticamente entra en funcionamiento la
batería.
 Comprobar la correcta tensión de entrada producida por la batería.
 Desconectar la batería (una vez repuesta la alimentación de red) y verificar que se
señaliza óptica y acústicamente.
 Comprobar las tensiones de salida de cada una de las líneas de la instalación.
 Realizar un test de los pilotos presionando la correspondiente tecla, verificando que
todos los pilotos se iluminan correctamente.
 Provocar una alarma de fuego en cada una de las líneas y comprobar:
o Que la señal acústica se refleja en el módulo correspondiente.
o Que esta señal se produce en la central y en las alarmas locales y/o generales
existentes.
o Que la tensión de salida en cada uno de los módulos es correcta.
 Comprobar que las armaduras y los contactos de los relés están en buen estado.
 Comprobar que las intensidades de la línea en reposo y en funcionamiento se ajustan
a las dadas por el fabricante.
 Comprobar que las intensidades de salida de las líneas de alarma se ajustan a los
equipos que actúan.
 Comprobar que las conexiones, especialmente las que sufren variaciones de
temperatura, están en buen estado.
 Comprobar que el reflejo de las alarmas en la central es identificado en la misma sin
lugar a error posible, identificando la planta, el local o la zona que se vigile.
 Verificar el calibrado de los fusibles en toda la central.

2.4.2. Mantenimiento sobre detectores y pulsadores manuales

 Verificar que los detectores no se encuentran limitados por obstáculos que restrinjan su
área de captación.
 Proceder al desmontaje de cada uno de los detectores, comprobando que se produce la
correspondiente señal de avería en la central de control.
 Limpiar el detector.

 Realizar el ajuste de sensibilidad si es necesario.


 Comprobar que se enciende el led (diodo emisor de luz) de cada detector provocado
mediante humo, que indica la alarma de fuego.
 Comprobar que la ubicación de los detectores es correcta (alejados de corrientes de aire
originadas por instalaciones de climatización o ventilación).
 Comprobar que los detectores no están sometidos a temperaturas excesivas (50 °C).
 Comprobar que la distribución y la situación de los detectores coincide con las indicadas
en el proyecto.
 Sustituir las baterías de alimentación de los detectores inalámbricos.
 Comprobar uno a uno todos los pulsadores manuales de alarma, asegurando su correcta
fijación y rótulo.
 Verificar la eficacia de cada pulsador, provocando una alarma de fuego mediante llave de
comprobación, y su señalización en la central.

2.4.3. Mantenimiento sobre los actuadores

 Comprobar que todos los mandos de las sirenas se encuentran en la posición prevista.
 Comprobar la puesta en marcha de cada una de las sirenas de la alarma de fuego
correspondiente.
 Comprobar que el nivel sonoro de las sirenas es correcto, asegurando su audición en
cualquier punto de cada planta.
 Verificar que los retenedores no se encuentran limitados por obstáculos que impidan su
operatividad.
 Comprobar el funcionamiento de los retenedores, mediante la provocación de una alarma.

2.4.4. Mantenimiento sobre las líneas de conexión

 Comprobar la tensión final de cada línea.


 Comprobar el valor final de la resistencia de línea.
 Comprobar las conexiones de los puntos de unión.
 Comprobar y asegurar que las líneas son de uso exclusivo para esta instalación y que no
están sometidas a posibles Inducciones originadas por otras líneas de tensiones diferentes.
 Comprobar que la distribución de las líneas se ajusta a las proyectadas en el diseño
original.
2.4.5. Tareas de mantenimiento según el reglamento de protección contra incendios

Todas las tareas de mantenimiento de las Instalaciones contra incendios están recogidas
en el Reglamento de Instalaciones de Protección contra incendios, aprobado por el Real
Decreto 1942/1993. En esta disposición se especifica, además, el tiempo máximo que debe
transcurrir entre las tareas de mantenimiento citadas.

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