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1.1.1. El fuego
Los bloques funcionales que forman parte de un sistema electrónico de protección contra
incendios son los siguientes
- Actuadores. Los actuadores, o salidas del sistema, son los dispositivos que reciben las
señales procedentes de la central de incendios y ejecutan las acciones para las que han
sido configurados. Los principales son los dispositivos de aviso y señalización acústica y
luminosa (sirenas, letreros, flashes luminosos y pilotos indicadores de acción), los
retenedores electromagnéticos y los sistemas de extinción.
- Centrares de proceso o control. Las centrales de incendios son el cerebro del sistema de
protección. Reciben las señales emitidas por los detectores de la instalación o los
pulsadores manuales, y dependiendo de su programación y características pueden activar
los actuadores correspondientes, enviar información a los servicios de emergencia, activar
los sistemas de extinción o determinar cuándo se trata de una falsa alarma.
- Dispositivos auxiliares. Los dispositivos auxiliares no son siempre necesarios para el
correcto funcionamiento del sistema de protección, pero suelen utilizarse para aumentar
las prestaciones de la instalación, facilitar las tareas de detección o mejorar las
comunicaciones del sistema.
- Sistemas algorítmicos. Son una evolución de los sistemas analógicos en la que se conserva
la topología y se aumenta la complejidad en la detección. Los detectores algorítmicos envían
continuamente información a la central, que recibe los datos y los interpreta
independientemente. Con este sistema se pueden controlar de manera individual todos los
dispositivos y configurar su sensibilidad o umbral de actuación a través del software
adecuado, en función de parámetros como el uso, la ubicación, la antigüedad del dispositivo,
la temperatura ambiente, etcétera.
Hay que tener en cuenta que los detectores son específicos para cada tipo de
arquitectura, por lo que un detector podrá ser convencional, analógico o algorítmico.
La instalación de los detectores de humos, tanto ópticos como iónicos, no debe realizarse en
recintos donde se produzcan vibraciones, en los que se utilicen aerosoles o donde sean
frecuentes las concentraciones de polvo y humo, como por ejemplo garajes, cocinas o talleres,
debido a que se pueden generar falsas alarmas.
En lo que respecta a sus parámetros de funcionamiento, están diseñados para trabajar
a temperaturas comprendidas entre -20 °C y 50 °C en lugares donde las corrientes de aire no
superen los 5 m/s. Las condiciones ambientales de temperatura, presión y humedad no les
afectan.
Debido a que son instalados en lugares con alto riesgo de explosiones, estos
detectores disponen de carcasas antideflagrantes.
Deben instalarse fuera de la exposición del sol directa para evitar avisos erróneos.
Las sirenas serán distribuidas de manera que se garanticen los niveles sonoros
mínimos. El nivel sonoro de la alarma mínimo será de 65 dB, o bien de 5 dB por
encima de cualquier sonido que previsiblemente pueda durar más de 30 segundos. Si
la alarma tiene por objeto despertar a personas que estén durmiendo, el nivel sonoro
mínimo deberá ser de 75 dB.
La correcta percepción del sonido debe garantizarse en todos los puntos del recinto. El
nivel sonoro no podrá superar los 120 dB en ningún punto situado a más de 1 metro
del dispositivo para evitar daños en el oído, puesto que este es el considerado como
umbral del dolor.
Los flashes luminosos son dispositivos de aviso visual que producen destellos de luz
muy Intensos, de manera intermitente o rotativa. Ambos actuadores son muy
apropiados para dar aviso en cualquier tipo de recinto.
Los pilotos indicadores son dispositivos de señalización que se utilizan con el objetivo
de facilitar la localización visual del lugar en el que se ha producido un estado de
alarma, simplificando la búsqueda del área donde se está originando el incendio. Están
formados por una lámpara roja, generalmente de tipo led, montada sobre una
envolvente.
Dependiendo de la zona que afecte se distinguen.
Señalización individual de un único detector Se enciende una luz en el
detector que se haya activado
Señalización de línea, zona o grupo de detectores. Se enciende un led en la
zona donde se encuentre el detector activado
Letreros luminosos indicadores
Convencionales
Según lo especificado en la Norma UNE EN 50200, el cableado de tipo AS+ debe ser
capaz de soportar una temperatura de 850 °C durante 90 minutos.
En los sistemas analógicos, se recomienda utilizar conductor que además esté
apantallado para evitar así Interferencias externas. En los cables apantallados, la
pantalla debe ser conectada a los bornes de tierra de la central.
Detectores
Los detectores deben estar libres de todo obstáculo en una zona de 0,50 m a su
alrededor.
Los detectores de humo no deben ubicarse cercanos a equipos de ventilación que
pueden hacer que el humo se aleje del sensor sin que este llegue a detectarlo.
Si un detector de humos se encuentra en el paso de una corriente de aire hacia el
exterior, el humo será fácilmente detectado.
No deberán instalarse detectores de humos en lugares con temperatura
ambiente superior a 50 °C, sea por causas naturales o industriales.
Los sistemas de Inyección de aire no afectan a los detectores térmicos, puesto
que avivarán la llama produciendo más calor en el entorno del detector.
Los detectores térmicos deberán Instalarse preferentemente en cocinas. Los
detectores de humos de tipo Iónico u óptico no deberán ser instalados en esta
ubicación.
Pulsadores manuales
Se dispondrán a una altura del suelo comprendida entre 1,2 y 1,5 m.
Deberán ser claramente visibles, fácilmente identificables y accesibles.
Se identificarán las señales de los pulsadores de alarma de modo que pueda
determinarse rápidamente el lugar de origen de la alarma, evitando indicaciones
que induzcan a error.
Señales acústicas y avisadores
La superficie en planta de una sola zona no deberá exceder los 2.000 m2.
La distancia de búsqueda no deberá exceder de 30 m.
Cada zona deberá limitarse a una sola planta del edificio, salvo que: la zona
consista en una caja de escalera, patio de luz, caja de ascensor u otra estructura
similar que se extienda más allá de una planta, pero dentro de un compartimiento
de incendios, o la superficie en planta del edificio sea inferior a 300 m2.
El número de detectores por zona puede variar, pero no debe exceder de 32
detectores o pulsadores por zona, ya que es una zona de búsqueda demasiado
grande.
La cobertura que nos da cada detector depende de la altura del techo. En la siguiente
tabla podemos ver algunos datos de cobertura.
Se debe instalar un sistema de extracción del humo del incendio en los siguientes
casos:
Zonas de uso aparcamiento que no tengan la consideración de aparcamiento
abierto
Establecimientos de uso comercial o de pública concurrencia cuya ocupación
exceda de 1.000 personas
Atrios, cuando su ocupación en el conjunto de las zonas y plantas que constituyan
un mismo sector de incendio, exceda de 500 personas, o bien cuando esté
previsto para ser utilizado para la evacuación de más de 500 personas.
2.2.1. Detectores
Convencionales
En la figura de la izquierda tenemos una conexión de dos detectores y en la izquierda un
ejemplo de error en la conexión de detectores, un detector solo puede conectarse a un
detector, no a dos.
Analógicos
Por último, el siguiente esquema muestra el conexionado de una central analógica con
ramales de detectores analógicos y ramales de detectores convencionales.
2.3. Documentación, simbología normalizada y señalización de las instalaciones
A la hora de realizar un proyecto es preciso realizar unos planos y croquis que permitan
llevarlo a cabo en las formas previstas. Para ello se ha desarrollado una simbología
normalizada que permite que se puedan interpretar inequívocamente los planos
independientemente de su origen. La norma en España es la UNE 23032:1983.
Símbolos básicos
Medios avisadores
Sistemas de ventilación
Existen diferentes tipos de croquis y esquemas. Los utilizados en contra incendio son los
siguientes:
Los medios de protección contra incendios de utilización manual deben quedar identificados
mediante señales definidas en la Norma UNE 23033-1, cuyo tamaño será el que se indica a
continuación:
a) 210 x 210 mm cuando la distancia de observación de la señal no exceda de 10 m.
b) 420 x 420 mm cuando la distancia de observación esté comprendida entre 10 y 20 m.
c) 594 x 594 mm cuando la distancia de observación esté comprendida entre 20 y 30 m.
Las señales deben ser visibles incluso en caso de fallo en el suministro al alumbrado normal.
2.3.4. Señalización de las vías de evacuación
• Las salidas del recinto, planta o edificio tendrán una señal con el rótulo «SALIDA», excepto
en edificios de uso Residencial Vivienda y, en otros usos, cuando se trate de salidas cuya
superficie no exceda de 50 m2, sean fácilmente visibles desde todos los puntos y los
ocupantes estén familiarizados con el edificio.
• La señal con el rótulo «Salida de emergencia» debe utilizarse en toda salida prevista para
uso exclusivo en caso de emergencia.
• Deben disponerse señales indicativas de dirección de los recorridos, visibles desde todo
origen de evacuación desde el que no se perciban directamente las salidas o sus señales
indicativas y, en particular, frente a toda salida de un recinto con una ocupación superior a
100 personas que acceda lateralmente a un pasillo.
• En los puntos de los recorridos de evacuación en los que existan alternativas que puedan
inducir a error, también se dispondrán las señales antes citadas, de forma que quede
claramente indicada la alternativa correcta. Tal es el caso de determinados cruces o
bifurcaciones de pasillos, así como de aquellas escaleras que, en la planta de salida del
edificio, continúen su trazado hacia plantas más bajas, etcétera.
• En dichos recorridos, junto a las puertas que no sean de salida y que puedan inducir a error
en la evacuación, debe disponerse la señal con el rótulo «Sin salida» en lugar fácilmente
visible, pero en ningún caso sobre las hojas de las puertas.
• Las señales se dispondrán de forma coherente respecto a la previsión de evacuación de
ocupantes que tenga asignada cada salida.
Las señales deben ser visibles incluso en caso de fallo en el suministro al alumbrado normal
Verificar que los detectores no se encuentran limitados por obstáculos que restrinjan su
área de captación.
Proceder al desmontaje de cada uno de los detectores, comprobando que se produce la
correspondiente señal de avería en la central de control.
Limpiar el detector.
Comprobar que todos los mandos de las sirenas se encuentran en la posición prevista.
Comprobar la puesta en marcha de cada una de las sirenas de la alarma de fuego
correspondiente.
Comprobar que el nivel sonoro de las sirenas es correcto, asegurando su audición en
cualquier punto de cada planta.
Verificar que los retenedores no se encuentran limitados por obstáculos que impidan su
operatividad.
Comprobar el funcionamiento de los retenedores, mediante la provocación de una alarma.
Todas las tareas de mantenimiento de las Instalaciones contra incendios están recogidas
en el Reglamento de Instalaciones de Protección contra incendios, aprobado por el Real
Decreto 1942/1993. En esta disposición se especifica, además, el tiempo máximo que debe
transcurrir entre las tareas de mantenimiento citadas.