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UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA

DIRECCIÓN DE INVESTIGACIONESY POSTGRADO


ESPECIALIZACIÓN EN DERECHOS HUMANOS

UNIDAD III

LECTURA 2

BULLYING: CONCEPTUALIZACIÓN,
CARACTERÍSTICAS Y CONSECUENCIAS

Compilación con fines didácticos


Garaigordobil, M. y Oñederra, J. (2010). La violencia entre iguales. Madrid.
Pirámide.
Revisión teórica y estrategias
de intervenciónti=
Maite Garaigordobil
José Antonio Oñederra
CAPÍTULO1

Bullying: conceptualización,
características
y consecuencias
En este capítulo, en primer lugar, se definen los conceptos
estructurales asociados al tema objeto de estudio, es decir, vio-
lencia, iguales y escuela; posteriormente, se clarifica concep-
tualmente qué es el bullying o acoso escolar y sus característi-
cas, describiendo perfiles de riesgo para convertirse en víctima
o agresor. En la segunda parte del capítulo, se realiza tma revi-
sión de los estudios que han explorado las causas y las conse-
cuencias negativas que la situación de acoso escolar tiene tanto
para las víctimas como para los agresores y los espectadores.

1.1. Conceptualización y características


del bullying

11.1, DEFINICIÓN DE CONCEPTOS: VIOLENCIA, IGUALES


Y ESCUELA

El primer concepto asociado a este libro es el de «violencia»


y, en primer lugar, analizaremos las diferencias entre violen-
cia y agresividad. La Real Academia Española, en la 22.a edición
de su diccionario, define violencia como «acción contra el natu-
ral modo de proceder», y agresión, como «acto de acometer a
28 LA VIOLENCIA ENTRE IGUALES

alguien para matarlo, herirlo o hacerle daño». Y la Organiza-


ción Mundial de la Salud (OMS, 2002) define la violencia como
«el uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en gra-
do de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o
un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabili-
dades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastor-
nos del desarrollo o privaciones».
La violencia se expresa mediante el comportamiento agresivo
hacia otro injustificadamente, ya que es un modo de proceder
«contra natura», no esperado, por lo que se convierte en acto
ilegítimo. La puede ejercer una persona, un grupo o una insti-
tución que, manteniendo una posición dominante, somete a su
víctima mediante el uso directo o indirecto (permitiéndolo) de
la fuerza o coacción causándole un daño físico (a su propio cuer-
po o a su propiedad), psíquico o de marginalidad social. Sin
embargo, la agresión es una acometida o ataque para dañar a
otro, pero, al contrario que la violencia, que siempre es «no na-
tural», a veces sí puede ser «natural» cuando se usa para defen-
derse o superar dificultades de supervivencia, convirtiéndose la
agresividad en una capacidad positiva o adaptativa. La agresi-
vidad es una capacidad de naturaleza biológica de los seres
vivos que predispone a la respuesta agresiva (activando las re-
acciones bioquímicas del organismo) como instinto de supervi-
vencia o de posición jerárquica en el grupo, convirtiéndose en
un acto positivo, necesario. Sin embargo, si despojamos esa ca-
pacidad de su contexto natural (modo natural de proceder) la
convertimos en un acto gratuito de maldad, injustificado, nega-
tivo y destructivo, es decir, en un comportamiento violento.
A partir de la revisión de las definiciones dadas por diversos
autores se ha elaborado el cuadro 1.1, en el que se definen di-
versos matices relacionados con la agresividad y la violencia
humanas (Garaigordobil, 2008).
El segundo concepto asociado a este trabajo es el de «igica-
les»; no hay que entenderlo en su sentido estricto, ya que es
obvio que cada individuo es único e irrepetible, sino como un
término consensuado por los científicos para delimitar el obje-
to de estudio. Definimos como iguales a aquellos sujetos que
están en una posición social y en una etapa de la vida semejan-

OJOS SOLARES
CUADRO 1,1
Agresividad y violencia: conceptualización

Agresividad: La conducta agresiva es una manifestación básica en la actividad de los seres vivos. Su
presencia en la totalidad del reino animal y los resultados de las investigaciones sobre ella le dan el
carácter de fenómeno «multidimensional». En la persona concreta puede manifestarse en cada uno
de los niveles que integran al individuo: físico, emocional, cognitivo y social, siendo su carácter po-
limorfo. Se puede presentar en el nivel físico, como lucha con manifestaciones corporales explícitas.
En el nivel emocional puede presentarse como rabia o cólera, manifestándose a través de la expresión
facial y los gestos o el cambio del tono y volumen en el lenguaje. Desde un nivel cognitivo puede
estar presente como fantasías destructivas, elaboración de planes agresivos o ideas de persecución
propia o ajena. El nivel social es el marco en el cual, de una manera u otra, toma forma concreta la
agresividad. En su sentido más estricto, puede entenderse como «conducta dirigida a causar lesión
física a otra persona». La agresividad presenta elementos de ataque y retirada, y puede estar impli-
cada con otras conductas de autoprótección y, por consiguiente, tener un carácter adaptativo.

Violencia: La conducta violenta se refiere a un tipo de agresividad que está fuera o más allá de «lo
Violenc natural» en el sentido adaptativo. La violencia es la agresión que tiene como objetivo causar un
daño físico extremo, como la muerte o graves heridas.

Agresión La agresión: Es una conducta interpersonal cuya intención es herir o causar daño simbólico, verbal
o físico a una persona que no desea sufrir esa suerte y que de hecho provoca daño real.

Agresión La agresión emocional o colérica: Está motivada por el displacer. Tiene como finalidad fundamental
emocional_ causar daño y se acompaña de un estado afectivo de enojo. Por ejemplo, el parricidio o .el asesina-
ocléria to de la pareja por celos.

CUADRO 1.1 (continuación)

,^ a*^ = - .^X'c-,^
iexfl^^i .n_.^u ^. ^:-^. ... FM ,•..sii^ - _ ^ ^s.,. _ y: ,_^ = £ "^_ __ -Cvi. ' F^L.'•

Agresión La agresión fría, instrumental: Está motivada por el interés, y el propósito es obtener recursos o un
fría, objetivo específico. Se acompaña de cierto cálculo estratégico que no tiene un fuerte componente
instrumental emocional. Por ejemplo, la violencia criminal o mafiosa.
La agresión reactiva: Consiste en una conducta de venganza o respuesta ante una amenaza provoca-
Agresión ción. Su fin sería restaurar la autoestima amenazada y reafirmar las normas sociales quebrantadas.
Agresión reactiva
La respuesta a un insulto entre personas de fuerza similar podría ser un ejemplo de agresión reactiva ..
La agresión proactiva: Es una conducta instrumental asociada a comportamientos de coerción e intimi-
Agresión dación, de 'imposición del poder, y buscaría satisfacer fines de xnaximización del .control de la víctima
pro-activa y la obtención de recursos. l as .conductas de acoso de un grupo de adolescentes a otro más débil para
conseguir dinero o abusar sexualmente .de él serían ejemplos de conductas de agresión proactiva.
Violencia «en caliente»: Está asociada a un episodio de enfado o ira, pero no tiene ninguna planifi-
cación o preparación previa. El individuo siente hostilidad hacia la víctima y esto hace más pro-
bable la reacción violenta. En muchas situaciones de violencia «en caliente» tanto el verdugo como
las víctimas suelen considerar que la violencia está justificada. Cuando un individuo o grupo sien-
te que ha sido vilipendiado, dañado, que ha sufrido una coerción, engaño o corrupción-por parte '
de otro, la respuesta es un impulso a la violencia, la revancha, o destrucción de la fuente de co-
Violencia
Violencia
en caliente» rrupción. Además hay creencias que incrementan y justifican todavía más este tipo de reacciones.
Cuando el individuo es ,demonizado (diferente, infiel, extranjero, subhumano, traidor...) intensifica
la sensación violenta y reduce las inhibiciones sobre la violencia y el Asesinato. Cuando uno está
«en caliente», es decir, enfadado o colérico, el pensamiento llega a »estar más polarizado, las
bidones disminuyen y los impulsos a Actuar violentamente se incrementan. A menudo, el resulta-
do de este estado es desastroso. «En el calor del momento», los individuos o grupos pueden co-
meter actos violentos que después lamentan profundamente..
,.

Violencia «en frío»: Muchos de los factores que intervienen en la violencia «en caliente» también
intervienen en la denominada violencia «en frío», resultado de una prep aración y planificación.
Aquí la percepción (realista o no) que tiene el individuo es que está permanentemente presionado,
dañado... por alguien, con lo que el deseo de venganza es constante. El pensamiento del terrorista,
del genocida, o de aquellos que cometen actos de violencia contra personas que no conocen, mues-
tra un buen número de distorsiones cognitivas, tales como pensamiento dicotómico (ellos son los
malos, nosotros los buenos), pensamiento en visión de túnel (se focaliza la atención en un aspecto
del problema, ignorando la información y las experiencias que contradicen su punto de vista po-
larizado)... El pensamiento dicotómico en combinación con la demonización del otro potencia una
imagen de él realmente explosiva que actúa como retroalimentación y que hace más fuerte la per-
cepción del otro como demonio. En ocasiones el contexto cultural, escolar o familiar alimenta estas
tendencias a deshumanizar a los enemigos, lo que hace más fácil la persistencia del odio y el re-
curso a la violencia. La pertenencia a un subgrupo que promulga el odio y la violencia contra el
enemigo refuerza más estas distorsiones. Las experiencias individuales, las distorsiones cognitivas
y la ideología pueden conducir al odio y a la violencia cuando las condiciones son propicias. Así,
es importante tener en cuenta que en determinadas circunstancias cualq uier ser humano puede
ejercer la violencia hacia otros.

32 LA VIOLENCIA ENTRE IGUALES

te; escolares o estudiantes con sus mismos derechos y deberes,


que son conscientes de su estatus y de su diferencia social res-
pecto a otros segmentos de población y que mantienen relacio-
nes sociales de igual a igual con sus semejantes.
Y el tercer referente asociado a este trabajo es «la escuela».
Respecto a la violencia en el ámbito social de la escuela, la con-
ducta violenta como forma de relacionarse o como forma de
resolución de conflictos destruye la convivencia. Hay violencia
entre desiguales, esto es, entre profesores, alumnos, personal
no docente, padres..., y entre iguales (entre alumnos). También
hay violencia contra los objetos, pero la más grave, lógicamen-
te, es entre las personas. Los sujetos o alumnos que intervienen
en la violencia entre iguales en la escuela se encasillan en tres
roles: agresor, víctima y espectador o testigo (véase cuadro 1.2).
Esta relación trilateral se sostiene mediante «la ley del silencio»
y la condena pública del delator o chivato.

CUADRO 1.2
Definición de los roles implicados en el acoso escolar
F
9 d CM12 ^1^X (r R ^g }{11 {f din
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E' ill Síí ^,

Agresor El sujeto ejecutor de la conducta violenta se denomina


agresor.

El sujeto receptor de la conducta violenta se denomina vícti-


ma: Las víctimas se pueden clasificar en víctimas típicas o
pasivas y víctimas activas o provocativas. Las activas se iden-
tifican por su fuerte temperamento, irritable, inquieto y con-
víctüüa flictivo. Un caso típico de víctima provocativa suele ser el de
los alumnos hiperactivos, que por sus reacciones incontrola-
das, impulsivas y conductas mal controladas pueden parecer
agresores, pero realmente son víctimas que sufren las conse-
cuencias de las respuestas de sus compañeros.

Espectador El sujeto pasivo que únicamente observa se denomina espec-


o testigd¡ tador o testigo.

Z.Z.Z. DEFINICIÓN DEL CONCEPTO DE BULLYING


Y CARACTERÍSTICAS DE ESTE FENÓMENO

La primera referencia que se hizo respecto a la violencia


entre iguales en la escuela la realizó el psiquiatra sueco Heine-
BULLYING: CONCEPTUALIZACIÓN, CARACTERÍSTICAS Y CONSECUENCIAS 33

mann (1969) que lo denominó mobbing definiéndolo corno la


agresión de un grupo de alumnos contra uno de sus miembros
que interrumpe las actividades ordinarias del grupo. De mob-
bing se pasó al término anglosajón bullying para designar la
acción y bully para designar al autor. La palabra bullying deriva
de la inglesa bully, que literalmente significa «matón» o «bra-
vicón»; son términos aceptados y utilizados en la comunidad
científica internacional que hacen referencia a un fenómeno es-
pecífico, evitando con ello la confusión terminológica; además
se han popularizado tanto que ya son de uso cotidiano. En este
libro utilizaremos indistintamente bullying o acoso escolar.
La definición más aceptada y usada es la formulada por
Olweus (1999): «Decimos que un estudiante está siendo intimi-
dado cuando otro estudiante o grupo de estudiantes: dice cosas
mezquinas o desagradables, se ríe de él o ella o le llama por
nombres molestos o hirientes. Le ignora completamente, le ex-
cluye de su grupo de amigos o le retira de actividades a pro-
pósito. Golpea, patea y empuja, o le amenaza. Cuenta mentiras
o falsos rumores sobre él o ella, le envía notas hirientes y trata
de convencer a los demás para que no se relacionen con él o
ella, Acciones como ésas ocurren frecuentemente y es difícil
para el estudiante que está siendo intimidado defenderse por
sí mismo. También es bullying cuando un estudiante está sien-
do molestado repetidamente de forma negativa y dañina. Pero
no lo podernos llamar bullying cuando alguien se mete con
otro de forma amistosa o como en un juego. Tampoco es bu-
llying cuando dos estudiantes de la misma fuerza discuten o
pelead».
Ortega (1994), eminente investigadora y catedrática de psi-
cología evolutiva en la Universidad de Córdoba, realiza una
definición en la que acentúa el factor contextual del fenómeno
como: «Una situación social en la que uno o varios escolares
tonal como objeto de su actuación injustamente agresiva a otro
coiñOñero y lo someten, por tiempo prolongado, a agresiones
física , burlas, hostigamiento, amenaza, aislamiento social o ex-
s
clusidn social, aprovechándose de su inseguridad, miedo o di-
ficultades personales para pedir ayuda o defenderse». Para esta
iiwesiigadora, el bullying es un fenómeno de agresividad in-
34 LA VIOLENCIA ENTRE IGUALES

justificada que cursa con mayor o menor nivel de gravedad,


pero siempre es violento porque pervierte el orden esperable
de relaciones sociales; lo que hemos llamado la reciprocidad
moral esperable entre iguales. Es un juega perverso de domi-
nio-sumisión que cuando se mantiene de forma prolongada da
lugar a procesos de victimización, con lo que ello significa de
deterioro psicológico de la personalidad de la víctima y de de-
terioro moral del agresor.
Algunos autores han distinguido distintos niveles en la vic-
timización. Rigby (1996) diferencia entre maltrato maligno y
maltrato no deliberado. El primero, que puede considerarse el
ejemplo más extremo del fenómeno, consiste en una agresión
intimidatoria que busca conscientemente hacer daño a otro, es
decir, una explotación deliberada de una diferencia de poder.
El maltrato no deliberado, por indiferencia o negligencia, pue-
de darse con fines incluso pedagógicos, pero la víctima se sien-
te igualmente sometida y sin defensa. Los elementos del mal-
trato maligno (prototipo de maltrato) presentes ya en la
definición formulada por Olweus (1999) son los siguientes:
a) deseo inicial obsesivo. y no inhibido de infligir daño, dirigido
contra alguien indefenso; b) el deseo se materializa en tuna ac-
ción; c) alguien resulta dañado, y la intensidad y la gravedad
del daño dependen de la vulnerabilidad de las personas; d) el
maltrato se dirige contra alguien menos poderoso, bien sea por-
que existe desigualdad física o psicológica entre víctimas y ac-
tores, o bien porque estos últimos actúan en grupo; e) el mal-
trato carece de justificación; fl tiene lugar de modo reiterado,
siendo esta expectativa de repetición interminable por parte de
la víctima, lo que le da su naturaleza opresiva y temible, y g)
se produce con placer manifiesto, es decir, el agresor disfruta
con la sumisión del débil.
Díaz-Aguado (1996) señala que el bullying está relacionado
con una violencia en la que concurren 4 características: a) es
variada, pues puede implicar diversos tipos de conductas tales
como burlas, amenazas, intimidaciones, agresiones físicas, ais-
lamiento sistemático, insultos, etc.;) es prolongada en el tiem-
po (no esporádica) y se produce en contextos en los que agresor
y 'agredido se ven obligados a convivir, como, por ejemplo, en
1 Dúos SOLARES
BULLYING: CONCEPTUALIZACIÓN, CARACTERÍSTICAS Y CONSECUENCIAS 35

la escuela; c) es provocada por un individuo o grupo de indi-


viduos contra los que la víctima se siente indefensa, en inferio-
ridad de condiciones, y d) es un fenómeno que frecuentemente
se. mantiene debido a la ignorancia o pasividad de quienes ro-
dean a víctimas y agresores.
El término maltrato entre escolares, según Cerezo (1998), se
conoce internacionalmente con el nombre de fenómeno bu-
llying. Es una forma de conducta agresiva, intencionada y per-
judicial, cuyos protagonistas son jóvenes escolares. No se trata
de tul episodio esporádico, sino persistente, que puede durar
semanas, meses e incluso años. La mayoría de los agresores o
bullies actúan movidos por un abuso de poder y un deseo de
intimidar y dominar. Un rasgo específico de estas relaciones es
que el alumno o grupo de ellos que se las dan de bravucones
tratan de forma tiránica a un compañero, al que hostigan, opri-
raen y atemorizan repetidamente, y al que atormentan hasta
convertirlo en su víctima habitual. El fenómeno bullying puede
definirse como la violencia mantenida, mental o física, guiada
por, un individuo o por un grupo y dirigida contra otro indivi-
duo que no es capaz de defenderse a sí mismo en esa situación,
y que se desarrolla en el ámbito escolar.
Según Avilés (2003), cuando hablamos de bullying nos esta-
mos refiriendo a casos como el de un adolescente que rehúsa
ir al colegio sin motivo aparente. Finge todo tipo de dolencias
que justifiquen ante sus padres la no asistencia antes que de-
clarar que está siendo víctima de un bully o grupo de compa-
ñeros que le hace la vida imposible. El caso del adolescente que
sobrelleva el papel que le ha asignado el grupo de matones
dominante en la clase y que sistemáticamente es denigrado,
Insultado, humillado y puesto en ridículo delante de todos sus
compañeros, que comparten esa situación de forma tácita. Nos
estamos refiriendo a adolescentes que son objeto de chantajes
económicos por parte de un grupo de compañeros que les obli-
gan a actuar así, si no quieren sufrir males mayores. También
nos referimos cuando hablamos de bullying a las situaciones
decauvención-tácita pa-r-a haeer-el-vacío y aislara un. compa-
ñero de forma rotunda y severa. Igualmente consideramos con-
ductas reiteradas de insultos, agresiones físicas recurrentes, hu-
36 LA VIOLENCIA ENTRE IGUALES

millaciones públicas, tareas forzadas, rechazos explícitos a que


son sometidos algunos de nuestros escolares por parte de algu-
no o algunos de sus compañeros y de los que no pueden de-
fenderse por sus propios medios.
Sanmartín (2005a) distingue entre violencia y acoso escolar.
Señala que la violencia escolar es cualquier comportamiento
dañino que ocurre en el aula, en los alrededores de los centros
escolares o en las actividades extraescolares, pero que este com-
portamiento suele ser ocasional y en cierta manera «normal».
Para este autor, el acoso escolar es otra cosa, es una forma de
violencia escolar extrema, persistente, sistemática, opresiva, in-
timidatoria y en quien la padece suele causar exclusión social
y un gran número de consecuencias negativas. Ésta es la vio-
lencia escolar verdaderamente peligrosa.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2002),
bullying es violencia, con todas sus formas y características; por
tanto, a la hora de titular esta obra, hemos seguido este criterio,
utilizando el término violencia entre iguales en la escuela. En
síntesis, en este trabajo consideramos que el bullying es «una
forma específica de violencia escolar entre iguales continuada,
en el que uno o varios agresores con mayor poder e intencio-
nalidad de causar dolor tienen sometido con violencia a un
compañero de colegio (víctima) que es más débil; engloba todo
tipo de actos violentos (verbales o usando las nuevas tecnolo-
gías, físicos corporales, contra los objetos, sociales y psicológi-
cos) e incluye conceptos corno acoso, intimidación, maltrato y
agresión».
En la misma dirección, Piñuel y Oñate (2005) definen el aco-
so escolar como «im continuado y deliberado maltrato verbal
y modal que recibe un niño por parte de otro u otros, que se
comportan con él cruelmente con el objeto de someterlo, apo-
i` asustarlo, amenazarlo y que atentan contra la dignidad
del niño». Se caracteriza por la existencia de una o más conduc-
tas de hostigamiento, de maltrato repetido o frecuente que el
niño espera sistemáticamente y de un proceso continuado en el
tiempo.En_e1 Fstudio_Cisi ergios X: M olen-cia_y coso_escola en_Fs-
paña (Piñuel y Oñate, 2006a) diferencian dos partes: 1) El acoso
(matonismo), que engloba a la violencia física (agresiones) y a
BULLYING: CONCEPTUALIZACIÓN, CARACTERÍSTICAS Y CONSECUENCIAS 37

laintimidación física (amenazas e intimidación), representando


el,10: por 100 de los casos, y 2) La violencia psicológica, que
engloba a la violencia verbal (hostigamiento verbal y coaccio-
nes) y a la violencia social (exclusión social, bloqueo social y
manipulación social), representando el 90 por 100 de los casos.
Piñuel y Oñate (2006a) señalan varios fenómenos extraños
típicos en el acoso escolar: 1) síndrome de negación de la insti-
tución (banalización y trivialización de la violencia); 2) error
básico de atribución (la víctima es responsable de lo que ocurre);
3) proceso de victimización secundaria del acosado, introyec-
ción de la culpa (indefensión aprendida); 4) pacto de silencio y
pacto: de mutua indiferencia, y 5) mecanismos grupales de chi-
va expiatorio para restablecer el grupo y rehacer la unanimidad.
Desde su punto de vista, el objetivo del acoso es intimidar,
apocar,; reducir, aplanar, amedrentar y consumir emocional e
intelectualmente a la víctima, con vistas a obtener algún. resul-
tado favorable para quienes acosan y a satisfacer la necesidad
de agredir y destruir que suelen presentar los acosadores. En
ocasiones el niño que acosa se rodea pronto de un gang o gru-
po de acosadores que se suman de manera masiva al compor-
tamiento de hostigamiento. A pesar de que se utiliza el término
bullying (matonismo) con profusión, lo cierto es que el maltra-
tó físico y las agresiones físicas no dejan de ser sino una parte
pequeña del total de las conductas de hostigamiento y acoso,
y además la que menos daños psicológicos produce en los aco-
sados:
Lostles criterios diagnósticos más comúrunente aceptados
por los investigadores europeos, que sirven para dilucidar si
estamos,o no ante casos de acoso escolar son: 1) La existencia
ele tiria 'o más de las conductas de hostigamiento internacional-
mente reconocidas como tales; 2) La repetición de la conducta
que ha de ser evaluada por quien la padece como no meramen-
le incidental, sino como parte de algo que le espera sistemáti-
cainelie en. el entorno escolar en la relación con aquellos que
le acosen, y 3) La duración en el tiempo, con el establecimiento

de un ¡proceso que va a ir mina fto la_tesistencia_deLniño_y


afectando significativamente a todos los órdenes de su vida
académico, afectivo, emocional, familiar). La concurrencia de
38 LA VIOLENCIA ENTRE IGUALES

estas tres características acredita la existencia de un niño some-


tido a un cuadro de acoso psicológico en la escuela o acoso
escolar.
El acoso escolar se manifiesta por un comportamiento de
persecución y hostigamiento continuado y persistente que se
materializa en ocho tipos de conductas: comportamientos de
desprecio y ridiculización; coacciones; restricción de la comu-
nicación y ninguneo; agresiones físicas; comportamientos de
intimidación y amenaza; comportamientos de exclusión y de
bloqueo social; comportamientos de maltrato y hostigamiento
verbal, y robos, extorsiones, chantajes y deterioro de pertenen-
cias. El diagnóstico de acoso escolar no queda establecido por
la adscripción subjetiva del niño a sí mismo al grupo de perso-
nas que se consideran a sí mismas acosadas, sino por la refe-
rencia del niño a conductas de maltrato que se producen contra
él de manera frecuente o muy frecuente. El acoso escolar sigue
habitualmente una secuencia típica de cinco fases: 1) incidentes
críticos; 2) acoso y estigmatización del niño; 3) latencia y gene-
ración del daño psicológico; 4) manifestaciones somáticas y psi-
cológicas graves, y 5) expulsión o autoexclusión de la víctima
(Piñuel y Oñate, 2006a).
ir n
Profundizando en el constructo de maltrato, en un reciente
trabajo, Ortega y Mora-Merchán (2008) subrayan que el abuso
de poder, el hostigamiento, la intimidación y los injustos malos
tratos verbales, físicos o relacionales, así como la exclusión so-
cial y los rumores dañinos, no son un comportamiento puntual
ni una respuesta esporádica, sino una secuencia de acciones
repetidas entre unos protagonistas, agresor/es y víctima, cuya
relación persiste en el tiempo y desarrolla una determinada y
conocida dinámica. No se trata de un ataque simple, ni de una
pelea, sino de un proceso de desigualdad en el igualitario y
recíproco equilibrio de relaciones interpersonales esperables en-
tre los que tienen, formalmente, un estatus social homólogo.
Tampoco es el maltrato un conflicto, en el sentido de confron-
tación de intereses que define a éste. El conflicto, corno cierto
grado-de-expresión de la-agresividad, es-un--fenómeno na-toral
que emerge en la confluencia social de motivos e intereses hu-
manos. No es esto, sin embargo, lo que ocurre en la intimida-
BULLYING: CONCEPTUALIZACIÓN, CARACTERÍSTICAS Y CONSECUENCIAS 39

ción, el acoso y el maltrato, así como en la activa exclusión o


marginación social del otro, actitudes y comportamientos en los
cuales la víctima es dominada física, psicológica o socialmente
por su agresor, desarrollando una vulnerabilidad que la debi-
lita a medida que el ataque se prolonga en el tiempo. Estos
autores definen la dinámica de relación que florece en el mal-
trato injustificado de unos escolares hacia otros como un esque-
ña dominio-sumisión en la medida en que de una u otra forma
entre los protagonistas del maltrato (agresor-víctima) se des-
pliega una suerte de hábito de prepotencia por parte del agre-
sor y de impotencia en la respuesta de la víctima.
En la comunidad escolar suele surgir un debate respecto al
lugar en que deben producirse las conductas de acoso entre
iguales para ser consideradas como acoso escolar entre iguales
o bullying. Con esta cuestión se pretende aclarar y delimitar las
responsabilidades que incumben al profesorado, a los padres o
a otros. Respecto a la ubicación, las definiciones no delimitan
el espacio donde se producen las agresiones; ni el lugar ni los
medios utilizados son determinantes a la hora de diagnosticar
un caso de acoso escolar entre iguales. Ni siquiera es necesario
el contacto directo entre víctima y agresor en un determinado
espacio, como sucede con el ciberbullying (acoso indirecto y
anónimo). Se puede producir tanto dentro como fuera del cen-
tro escolar, pero siempre las partes implicadas deben pertenecer
al mismo centro.
En síntesis, entre las características básicas del acoso escolar
entre iguales o bullying que han venido señalándose a lo largo
de las investigaciones, se pueden mencionar las siguientes:

1-Iay una víctima indefensa acosada por uno o varios


agresores con intencionalidad mantenida de hacer daño;
existe crueldad por hacer sufrir conscientemente.
Hay una desigualdad de poder entre una víctima débil
y uno o varios agresores más fuertes física, psicológica
o socialmente. Debe existir una desigualdad de poder,
desequilibrio-defuerzas,—entre-el más fuerte-y-eHnás
débil. No hay equilibrio en cuanto a posibilidades de
:I
1 defensa, ni equilibrio físico, social o psicológico. Es una

40 LA VIOLENCIA ENTRE IGUALES

situación desigual y de indefensión por parte de la víc-


tima.
La conducta violenta del agresor contra su víctima se
produce con periodicidad, y la relación dominio-su-
misión ha de ser persistente a lo largo del tiempo. La agre-
sión supone un dolor no sólo en el momento del ataque,
sino de forma sostenida, ya que crea la expectativa en la
víctima de poder ser el blanco de futuros ataques.
El objetivo de la intimidación suele ser un solo alumno,
aunque también pueden ser varios, pero este caso se da
con mucha menos frecuencia. La intimidación se puede
ejercer en solitario o en grupo, pero se intimida a sujetos
concretos. Nunca se intimida a un grupo.

La revisión de los estudios que han analizado este fenóme-


no permite distinguir cuatro formas de bullying:

Físico:conductas agresivas directas dirigidas contra el


cuerpo, como pegar, empujar..., o conductas agresivas
indirectas dirigidas contra la propiedad, como robar,
romper, ensuciar y esconder cosas.
Verbal: conductas como insultos, motes, hablar mal de
otros, calumnias, burlas...
Social: conductas mediante las cuales se aísla al individuo
del grupo, por ejemplo, no se le deja participar en juegos,
se le margina, ignora...
Psicológico: son las formas de acoso que corroen la auto-
estima, crean inseguridad y miedo. No obstante, hay que
tener en cuenta que todos los tipos o formas de bullying
tienen un componente psicológico.

En los últimos años estamos observando un rápido desarro-


llo y utilización de nuevas modalidades de bullying, como son
él ciberbullying y el dating violence:

— Ciberbullying: consiste en el uso de las nuevas tecnolo-


i gías de la información y la comunicación (TIC), como
BULLYING: CONCEPTUALIZACIÓN, CARACTERÍSTICAS Y CONSECUENCIAS 41

internet (correo electrónico, mensajería instantánea o


«chat», páginas web o blogs) y el teléfono móvil. Es una
forma de acoso indirecto en la que ni siquiera es nece-
saria la identidad del agresor (anonimato); . también se
usan imágenes grabadas a la víctima de forma vejatoria.
Una de estas formas se denomina happy slapping: se rea-
lizan grabaciones de agresiones físicas brutales o veja-
ciones que son difundidas a través del teléfono móvil o
internet.
es el acoso entre parejas de adolescentes,
Dating violence:
donde prevalece el chantaje emocional. Es considerado
como la antesala de la violencia de género.

1.1.3. PERFILES DE RIESGO PARA CONVERTIRSE EN VÍCTIMA


0 AGRESOR

Cada una de las partes implicadas en una conducta agresi-


va, tanto el agresor como la víctima, parecen reunir un perfil o
una serie de características personales que están asociadas con
el mantenimiento de esas conductas. Muchas investigaciones
sé han centrado en identificar y analizar los perfiles y caracte-
rísticas que muestran las víctimas y los agresores, con el obje-
tivo de poder intervenir preventivamente con los alumnos que
presenten ciertos perfiles de riesgo antes de que se impliquen
en m1 problema de bullying. Los resultados de estos estudios
permiten señalar algunas características que configuran los per-
files de riesgo de que un alumno o alumna se pueda convertir
en víctima o en acosador.

Perfil de riesgo de convertirse en víctima


— !Baja popularidad entre sus compañeros, con los que no
logra tener buenas relaciones y es rechazado lo suficien-
te como para no recibir ayuda de ellos.
— Sentimiento de culpabilidad, lo que le inhibe para poder
comunicar su situación a los demás.
Sentimiento de soledad, marginación y rechazo.
42 LA VIOLENCIA ENTRE IGUALES

Muchos miedos, el miedo como rasgo de la personali-


dad, lo que le hace tener una infancia y una adolescencia
infelices. Padecer angustia y ansiedad.
Temperamento débil y tímido. Falta de asertividad y se-
guridad.
— Baja autoestima.
— Tendencia a la depresión.
— El estrés, la ansiedad, la angustia y el miedo pueden lle-
gar a causarle ataques de pánico.
— Tendencia a somatizar; puede fingir enfermedades e in-
cluso provocarlas por su estado de estrés.
— Aceptación pasiva de la frustración y el sufrimiento, ca-
rencia del deseo de confrontación, competitividad, ven-
ganza o agresión.
— Sobreprotección de la familia con carencia de habilidades
para enfrentarse al mundo. Dependencia emocional.
— Gestos, postura corporal, falta de simpatía y dificultades
para la interpretación del discurso entre iguales son ca-
racterísticas que les posicionan en el punto de mira de
los agresores.
— Creencias irracionales como confiar en los «milagros», el
horóscopo o la «varita mágica» para la solución de los
problemas.

Pese a las características enunciadas previamente que pue-


den favorecer el convertirse en víctima, sin embargo, hay que
destacar que «cualquiera puede llegar a ser víctima: un buen estu -
diante, con buen comportamiento, sociable, con buenas relaciones fa-
miliares...».

Perfil de riesgo de convertirse en acosador


— Goza de mayor popularidad y apoyo, pero con senti-
mientos ambivalentes de respeto o miedo.
— Temperamento impulsivo y agresivo, ira incontrolada.
BULLYING: CONCEPTUALIZACIÓN, CARACTERÍSTICAS Y CONSECUENCIAS 43

Muchos proceden de hogares que se caracterizan por su


alta agresividad, violencia y falta de cariño entre la familia.
Tiene complejos con necesidad de aufoafirmación.
Falta de normas y conductas claras y constantes en la
familia que no le pone límites ni controla.
Tiene comportamientos agresivos con los miembros de
la familia.
Carece del sentimiento de culpabilidad.
Falta de responsabilidad y tendencia a culpar a los demás.
No suele reconocer a la autoridad y transgrede las
normas.
Mal estudiante y sin interés por los estudios, baja autoes-
tima académica.
Necesidad de estar con compañeros y miedo a la sole-
dad, pero las relaciones sociales las interpreta en térmi-
nos de poder-sumisión.
Consume alcohol y otras drogas.

Pese a las características enunciadas previamente, que pue-


den favorecer el convertirse en agresor, sin embargo, se puede
destacar que «cualquiera se puede sumar al grupo del acosador para
evitar ser víctima o marginado del grupo».

1.2. Causas y consecuencias del bullying


para las víctimas, los agresores
y los espectadores

La violencia entre iguales tiene consecuencias perniciosas


para todos los implicados, pero con distintos síntomas y niveles
de sufrimiento. Aunque los efectos más acusados se muestran
en la víctima, los agresores y los espectadores también son re-
ceptores de aprendizajes y hábitos negativos que influirán en
su-coínportam-iento-actual-y futuro. Tódos los alumnos impli-
cados¡ en situaciones de maltrato, en cualquiera de los roles,
están yen mayor situación de riesgo de sufrir desajustes psico-
44 LA VIOLENCIA ENTRE IGUALES

sociales y trastornos psicopatológicos en la adolescencia y en


la vida adulta que los chicos y chicas no implicados.
No hay duda de que la consecuencia rhás extrema del bu-
llying es el suicidio o la muerte de la víctima, y precisamente
fue esto lo que impulsó la primera investigación, realizada en
Noruega por Olweus a principios de la década de los setenta
del pasado siglo. Este tipo de evento dramático ha servido para
impulsar la investigación y la intervención institucional en mu-
chas comunidades. Las consecuencias, aunque no sean tan ex-
tremas, sí afectan a la salud, a la calidad de vida, al bienestar
y al correcto desarrollo de la persona. Con la finalidad de ana-
lizar los datos disponibles a este respecto, a continuación se
exponen los resultados de diversos estudios que han investiga-
do tanto las características como las consecuencias que produ-
ce el acoso en cada uno de los tres roles implicados.

1.2.1. CAUSAS Y CONSECUENCIAS CON RELACIÓN


A LAS VÍCTIMAS

Han sido muchos los estudios que desde la década de los


ochenta del siglo pasado han identificado las graves consecuen-
cias que tiene el bullying para las víctimas. Aunque existe un
debate importante sobre si los rasgos que se identifican son con-
secuencias o rasgos previos a la situación de victimización (cau-
sas), los resultados de la revisión que hemos llevado a cabo se
presentan en el cuadro 1.3. En este cuadro se puede observar los
rasgos y síntomas, encontrados en los niños, niñas y adolescen-
tes que habían sido o estaban siendo víctimas de acoso escolar.
Los síntomas de que un niño, posiblemente, está siendo in-
timidado o victimizado son: depresión (hasta puede llegar a
tener pensamientos suicidas), inseguridad, ansiedad (pueden
tener forma de pánico, palpitaciones, jadeos, arritmia, taquicar-
dia...), dificultad para dormir, mala autoimagen, enuresis, re-
r tracia a ir a la escuela, problemas de conducta, cambios en el
estado-de-ánimo—pocós-amigos; soledad-e-infelicidad—aisla-
mitiento social, trastornos de la alimentación (anorexia, bulimia),
dificultades escolares y síntomas físicos tales como histeria, do-
BULLYING: CONCEPTUALIZACIÓN, CARACTERÍSTICAS Y CONSECUENCIAS 45

CUADRO 1.3
Conclusiones de los estudios sobre las víctimas

Las víctimas se sentían infelices, inseguras y fre- Slee (1995a)


cuentemente jugaban solas en el recreo del co-
legio

Las víctimas son infelices en la escuela Boulton y Underwood


(1992)
Boulton y Smith (1994)
Las víctimas desarrollan actitudes poco favora- Kochenderfer y Ladd
bles hacia la escuela, desean evitar el contexto (1996)
escolar, sienten soledad en este contexto y todo
ello contribuye al fracaso escolar
Las víctimas tienen sentimientos de soledad Newman, Holden y
Delville (2005)
Las víctimas no tienen amigos, y muestran falta Smith (1989)
de confianza y autoestima, incluso mucho des-
pués de que se produzcan los hechos
Timidez; introversión, aislamiento, soledad

Las víctimas se caracterizan por su timidez Olweus (1980, 1991,


1993ab), Lecannelier
(2002), Whitney, Na-
buzoka y Smith (1992)
La tendencia a ser víctima estaba asociada de Mynard y Joseph
forma significativa a la introversión (1997), Slee y Rigby
(1993)
Las víctimas se consideraban tímidas e introver- Cerezo y Esteban
tidas. (1992), Cerezo (2001)
Las víctimas muestran tul alto grado de timidez
yretráimiento, altos niveles de introversión que
les pueden llevar al aislamiento social
El 25% de las víctimas de acoso escolar desarro- Piñuel y Oñate (2005)
llan i aa introversión social que les aísla del en-
torno

r1' 45% de las víctimas confiesan que uno_delos _Sa.nmartín (20_Q5a)


efectos negativos del acoso que sufren es la so-
ledadl

46 LA VIOLENCIA ENTRE IGUALES

CUADRO 1.3 (continuación)

IVluestran baja autoestima Alsal<er (1993), My-


nard y Joseph (1997),
Nansel et al. (2001),
Olweus (1993a), Slee y
Rigby (1993)

El 14,15% de los chicos y el 14,43% de las chicas Hoover, Oliver y Haz-


autoevaluaban los efectos de la intimidación que ler (1992)
sufrían como severos en las dimensiones social,
emocional, académica, somática y familiar

Tienen rasgos depresivos, puntuaciones muy ba- Callaghan y Joseph


jas en autoconcepto global, autopercepción de la (1995)
competencia académica, conducta y apariencia

Las víctimas se perciben como menos competen- Boulton y Smith (1994),


tes que sus compañeros y menos aceptadas so- Egan y Perry (1998)
cialmente

Las víctimas tienen un autoconcepto pobre Austin y Joseph (1996)

La opinión que llegan a tener las víctimas de sí Lindstróm (1997)


mismas y de su situación es muy negativa

Las víctimas de la intimidación se perciben a sí O'Moore (1997)


mismas como preocupadas, no físicamente
atractivas e impopulares

ajá aásertividad

Las víctimas mostraban bajos niveles de aserti- Smith (1989)


vi.dad

Problemas lima 'íiiantet er relaciones sexuales

El 80% de los adultos heterosexuales que tenían Gilmartin (1987)


problemas para mantener relaciones con los del
sexo opuesto habían sufrido malos tratos por par-
te de sus compañeros durante su etapa escolar

iutvriias psicopatolo ansiedad, de íesicón...

Tienen n iil, Cesta dones_de1Reu tos s,_rechazo_ala- Sato, Ito., 1vlorita


es.cuela, síntomas transitorios de hi:steriay rela- Akaboshi (1987)
ciones interpersonales problemáticas

BULLYING: CONCEPTUALIZACIÓN, CARACTERÍSTICAS Y CONSECUENCIAS 47

CUADRO 1.3 (continuación)

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Síiitoivas psicopatoló ic H: an§iedád, depresión...

El rechazo que padecen las víctimas por otros Parker y Ashler (1987)
'compañeros se convierte en un fuerte predictor
de futuros trastornos en su vida adulta
Las víctimas de 8 y 12 años tienen más probabi- Kumpulainen y Rasa-
lidades de desarrollar síntomas psiquiátricos a nen (2000)
los 15 años

Las víctimas tienen problemas como la ansiedad C ammack - B a r r y f


'y la inseguridad (2005), Olweus (1993a)
Las víctimas tienen síntomas de depresión Austin y Joseph (1996),
Boivin, Poulin y Vitaro
(1994), Olweus (1992),
Roland (2002), Slee
(1995b)
Las víctimas obtienen una alta puntuación de C ammack - B a r r y
ansiedad (2005), Cerezo (2001),
Díaz-Aguado, Martí-
nez y Martín (2004),
Lecannelier (2002), Pi- t
ñuel y Oñate (2005)
Las víctimas tenían problemas de tipo internali- Kumpulainen, Rasa-
Ir
zado (tristeza, ansiedad, quejas somáticas...) nen y Henttonen (1999)
Encuentran evidencias de trastornos psicoso- Kaltiala-Heino, Rim-
i"iáticos e ideación suicida o autolisis en las víc- pela, Marttunen, Rim-
tinnas pela y Rantanen (1999),
Mills, Guerin, Lynch,
Daly y Fitzpatrick
(2004)

lores, de cabeza, de pecho, de estómago, de brazos y piernas,


arranques de cólera, vómitos, problemas visuales, hiperventi-
lación, estados de amnesia temporal, fatiga crónica y úlceras
(Gribbon y Vilaplana, 2001).
L-a— evisión--de los-esto-dios que lleva a cabo Díaz-Aguado
(2004) le conduce a concluir que las víctimas suelen diferenciar- 1 11'
se<depéndiendo de si son pasivas o activas: II,

48 LA VIOLENCIA ENTRE IGUALES

1. La víctima típica o pasiva que se caracteriza por: a) Una


situación social de aislamiento, con relación a lo cual
cabe considerar su escasa asertividad y dificultad de co-
municación, así como su baja popularidad, que, según
algunos estudios, llega a ser inferior a la de los agreso-
res. La falta de amigos puede iniciar la victimización,
pero ésta puede hacer que disminuya aún más la popu-
laridad de la víctima y aumente su aislamiento, y b) Una
conducta muy pasiva, miedo ante la violencia y mani-
festación de vulnerabilidad (de no poder defenderse
ante la intimidación), alta ansiedad (a veces incluso
miedo al contacto físico y a la actividad deportiva), in-
seguridad y baja autoestima; características que cabe re-
lacionar con la tendencia observada en algunas investi-
gaciones en las víctimas pasivas a culpabilizarse de su
situación y a negarla, debido probablemente a que la
consideran más vergonzosa de lo que consideran su si-
tuación los agresores, quienes a veces parecen estar or-
gullosos de serlo.
2. La víctima activa que se caracteriza por: a) Una situación
social de aislamiento y fuerte impopularidad, llegando
a encontrarse entre los alumnos más rechazados por sus
compañeros (más que los agresores y las víctimas pasi-
vas); situación que podría estar en el origen de su selec-
ción como víctima, aunque también podría agravarse
con la victimización, y b) Un rendimiento y un pronós-
tico a largo plazo peores, en ambos casos, que los de las
víctimas pasivas.
En esta dirección, en un estudio correlacional (Garaigordobil
y Oñederra, 2004) se constató que los adolescentes que dijeron
haber recibido varias conductas de intimidación de sus iguales
«más de luna vez» durante una semana, tales como «intentó
darme patadas», «me dijeron que me darían una paliza», «in-
tentó que le diera dinero», «intentó hacerme daño», «trataron
de romperme algo mío» e «intentaron pegarme», tenían: muchas
conductasantisociales-(téngase-encuenta-que-muehos- agresores
son a su vez víctimas), baja inteligencia emocional, bajo auto-
concepto, así como bajo nivel de apertura y de amabilidad.
BULLYING: CONCEPTUALIZACIÓN, CARACTERÍSTICAS Y CONSECUENCIAS 49

Los recientes estudios realizados en España por Piñuel y


Oñate (2005) les llevan a concluir que los niños acosados ter-
minan padeciendo un problema que se realimenta a sí mismo,
que explica que, frecuentemente, ni los educadores ni los pa-
dres sepan atajarlo a tiempo. Poco a poco, los niños acosados
entran en una espiral de daño y reacciones secundarias al hos-
tigamiento que reciben que hace que sean percibidos por el
entorno como verdaderos causantes de lo que se les hace. Pa-
dres, educadores y hasta psicólogos suelen incurrir en un efec-
to atributivo denominado «error básico de atribución», por el
que van a tender a encontrar en las características y rasgos de
la víctima la evidencia de que las conductas de hostigamiento
tienen alguna base objetiva. El rendimiento académico y la sa-
lud de la propia víctima van a estar alterados a la baja por el
acoso, y ello le devuelve a la víctima un tipo de feedback nega-
tivo que efectivamente le muestra, le demuestra, que tienen
razón aquellos que le acusan de ser tonto, débil, de no valer
para nada, etc.

El niño que es víctima de acoso escolar suele terminar acep-


tando que efectivamente es un mal estudiante, tul mal compa-
ñero, una persona repulsiva, desarrollando fácilmente senti-
mientos de culpa y baja autoestima, así corno una introversión
social que le aísla aún más de un entorno ya reducido signifi-
cativamente por la acción del propio gang de acosadores. El
acoso escolar no se termina en el mero rendimiento escolar a la
baja. Los ataques que reciben los niños minan sobre todo el
autoconcepto que la persona va formando de sí misma en una
etapa crucial de su evolución y maduración psicológica. Así es
corno un niño normal, o incluso brillante, pasa a ser una sombra
de lo que fue. Se transforma en un niño que piensa que todo lo
hace mal, que piensa que verdaderamente es un desastre, y que
tienen razón aquellos que lo acusan de que no vale. El concep-
to negativo de sí mismo y la baja autoestima acompañarán has-
ta la vida adulta al niño acosado, haciendo de él una presa
fácil para abusos ulteriores en el ámbito laboral, doméstico, so-
ciá1, etc. Ante aquellos abusos o malos tratos futuros quedará
inerme, indefenso y paralizado generándose en él un daño psi-
cológico a medio o largo plazo (Piñuel y Oñate, 2005).
50 LA VIOLENCIA ENTRE IGUALES

En la misma dirección que estos investigadores, considera-


mos que las secuelas de las víctimas son «daños» y no proble-
mas que radiquen en una estructura de su personalidad o en
factores psicológicos constitucionales previos. ' Para cuando se
identifica el problema, el daño suele estar ya instalado y el su-
jeto suele presentar algtmas secuelas psicológicas importantes.
Según Piñuel y Oñate (2005), los diagnósticos en los casos de
acoso escolar suelen ser desgraciadamente erróneos o sólo par-
cialmente correctos y terminan por rematar a las víctimas in-
crementando significativamente su estigmatización, confusión
y sufrimiento. Al hacerle sentirse responsable de sus problemas
se le victimiza secundariamente. A ello es necesario añadir el
estigma que desgraciadamente arrastran aim los niños y ado-
lescentes que visitan a un psicólogo, como personas que tienen
un transtorno mental, una personalidad patológica. En muchas
ocasiones, la imagen social de la víctima ante sus compañe-
ros suele quedar muy deteriorada tras una intervención tera-
péutica.

Los diagnósticos incorrectos más habituales realizados sobre


las víctimas de acoso escolar suelen ser los siguientes: fobia
escolar (se conftmde debido al terror intenso que el niño pre-
senta a ir al colegio y que es uno de los síntomas nucleares del
síndrome de estrés postraumático), estrés escolar (se confunde
con el tipo de estrés postraumático que suelen presentar), sín-
drome de retorno al colegio, depresión (debido a la indefensión
generada por el acoso' continuado y la consiguiente distimia),
problemas de adaptación al centro, trastorno maníaco-depresi-
vo o ciclotimia (debido a los altibajos en el estado de ánimo),
trastornos de personalidad (debido a las alteraciones y cambios
en la personalidad qué suele provocar el acoso), neurosis (de-
bido a la labilidad emocional y a la falta de ajuste general),
trastornos de ansiedad generalizada, ataques de pánico, baja
autoestima y déficits en habilidades sociales. En el Estudio Cis-
rieros X, Piñuel y Oñate (2006a) señalan que los daños físicos
visibles representan sólo el 10 por 100 y los daños psicológicos
invisibles el 90 por 100.-Estos autores-subrayan-que-«el--daño-
psicológico no es criterio diagnóstico, sino un complemento
esencial del diagnóstico».
BULLYING: CONCEPTUALIZACIÓN, CARACTERÍSTICAS Y CONSECUENCIAS 51

El informe Cisneros VII de Piñuel y Oñate (2005) es contun-


dente a la hora de establecer la inequívoca relación de causa-
efecto entre la aparición en los niños de determinados cuadros
clínicos y la intensidad del acoso recibido. En el inforine de esta
investigación se señalan los siguientes porcentajes de víctimas
con secuelas psicológicas del acoso escolar: flashbacks/terror
en el 40 por 100, autoimagen negativa en el 37 por 100, baja
autoestima en el 36 por 100, ansiedad en el 36 por 100, depre-
sión en el 36 por 100, síndrome de estrés postraumático en el
35 por 100, distimia en el 30 por 100, introversión social en el 25
por 100, autolisis o ideación del suicidio en el 15 por 100 y so-
matizaciones en el 14 por 100.
En otro trabajo posterior de Piñuel y Oñate (2006a), el Estu-
dio Cisneros X titulado Violencia y acoso escolar en España, apli-
cando el test AVE (Acoso y Violencia Escolar) (Piñuel y Oñate,
2006b) en 5.860 víctimas de acoso y violencia escolar, constata-
ron las siguientes secuelas: sintomatología de estrés postraumá-
tico en el 53,7 por 100, depresión en el 54,8 por 100, flashbacks
imágenes intrusivas del trauma que vienen a la mente cons-
tantemente) en el 29,9 por 100, autodesprecio en el 38 por 100,
disminución de la autoestima en el 57,2 por 100, ansiedad en
ele 43 por 100, somatizaciones en el 55 por 100 y autoimagen
negativa en el 53 por 100.
Son muchos los estudios retrospectivos que constatan los
efectos de la victimización a largo plazo, y en la misma direc-
ción, el reciente estudio retrospectivo de Mora-Merchán (2006)
constató la influencia de los episodios de bullying sufridos du-
rante la escolaridad en el estrés en la vida adulta.

1.2.2. CAUSAS Y CONSECUENCIAS CON RELACIÓN


A LOS AGRESORES

Los alumnos que toman parte en los actos de intimidación


aparentan deleitarse al infligir dolor y sufrimiento a los demás,
tener poca empatía con sus víctimas y, a menudo, defienden sus
acciones al decir que sus víctimas les provocan de alguna inane-
;a. Los resultados de la revisión que hemos realizado de los es-

52 LA VIOLENCIA ENTRE IGUALES

tudios que han analizado las características de los agresores, así


como los efectos y las consecuencias negativas que tiene la situa-
ción de acoso sobre ellos mismos, se presentan en el cuadro 1.4.

CUADRO 1.4
Conclusiones de los estudios sobre los agresores

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t •G,.^., :i•^,.sl'v A^re.^C^. ,tl - •. eXa
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Baja capacidad de empatía, insensibilidad hacia el


dolor del otro, ausencia dé sentimientos `der e' sponsabi -
lidád ó culpa

Los adolescentes agresores tenían baja sensibilidad Lowénstein (1994)


hacia los demás, bajo nivel de empatía, crueldad e
insensibilidad ante los problemas de los demás
(despreocupación por los demás, gusto por burlar-
se de otros y ponerles en ridículo,..)

Los agresores suelen tener baja empatía hacia el Olweus (1993b)


sentir de la víctima y falta de sentimiento de culpa-
bilidad

Los agresores destacan por sus bajos niveles de em- Díaz-Aguado et al,
patín (2004), Lecannelier
(2002), Sanmartín
(2005a)

Existe una relación inversa entre la empatía y la Manes (2000)


agresividad

La baja empatía es un predictor de la conducta agre- Zinunerman (2005)


siva

La falta o el escaso nivel de empatía actúa predis- Garrido (2000),


poniendo a la aparición de la conducta antisocial Ross, Fabiano, Ga-
rrido y Gómez
(1996)

Los agresores destacan por sus bajos niveles de res- Lecannelier (2002),
ponsabilidad Salmivalli (1999)

Alta autoestima Bajo autoconceplo (re u] (resultados


contradictorios en los estudios)

Los agresores o los que intimidan- tienen-un-nivel - —Batsche—y Knoff=


1 alto de autoestima (1994)
Olweus (1993a)

BULLYING: CONCEPTUALIZACIÓN, CARACTERÍSTICAS Y CONSECUENCIAS 53

CUADRO 1.4 (continuación)


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Los agresores poseían como mínimo niveles medios Parkhurst y Asher


de autoestima; lo normal era que tuvieran un nivel (1992)
medio o alto

Los agresores presentaban una considerable autoes- Cerezo y Esteban


tima (1992)

Los agresores tienen una percepción de sí mismos O'Moore (1997)


como de estar más insatisfechos y descontentos,
como de tener un estatus escolar e intelectual más
bajo y como de ser más problemáticos, es decir, tie-
nen un nivel de autoestima deficiente

Los niños de autoconcepto bajo siempre tienen unas Esteve, Merino y


puntuaciones más altas en sus conductas agresivas Cantos (2001)
que los niños de autoconcepto alto en los 5 grupos
culturales estudiados

El nivel de autoestima alto o bajo no tiene nada que Bushman y Bau-


ver con la actuación agresiva meister (1998), Bau-
meis ter (2001)

Los agresores tienen nula capacidad de autocrítica Díaz-Aguado (2004)


y nivel medio, incluso alto, de autoestima

Capi idad de lide azgo

Los agresores se veían a sí mismos como líderes, Cerezo y Esteban


mostraban cierto nivel de liderazgo (1992), Cerezo (2002,
2006)

Bajo ieüdiimentó acadéisiico

Los agresores acudían menos a clase y tenían más O'Moore y Hillery


posibilidades de abandonar precozmente los es-1u- (1989), Byrne (1994)
dios

Los agresores presentaban una actitud negativa ha- Cerezo y Esteban


cia la escuela y su rendimiento escolar era bajo (1992), Díaz-Agua-
do (2004)

Td os los agresores lábian repetido o estaban repi= IVlélero (1993)


lienco curso, debido a falla de motivación o a difi-
cultades específicas de aprendizaje

54 LA VIOLENCIA ENTRE IGUALES

CUADRO 1.4 (continuación)


ty nrtiA,f sñ ✓ ^.^r-a,á)F''T IF^^i^^^`}F'^!S¿t' jf^ r.
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,Impulsivi'd,ad, sentimientos de ha, hostilidad, depresión

El temperamento de los agresores se caracterizaba Smith (1989)


por la impulsividad y la reactividad
El agresor tiene temperamento agresivo e impulsi- Olweus (1993b)
vo, falta de control de la ira, un sesgo en la dirección
de interpretar sus relaciones con los otros como
fuente de conflicto y agresión hacia su propia per-
sona, gran belicosidad con los compañeros y los
adultos, una mayor tendencia hacia la violencia.
Los agresores suelen ser impulsivos y necesitan im-
periosamente dominar a los demás
Los agentes ejecutores de las agresiones presentan Kumpulainen et al.
trastornos de conducta externalizada (impulsivi- (1999)
dad, conductas culpabilizadoras y desafiantes) e
hiperactividad
Los niños y adolescentes que intimidan, se engran- Spielberger (1999)
decen y cobran fuerzas al controlar o dominar a
otros. Muchas veces han sido las víctimas de abuso
físico o de intimidación. Los agresores pueden estar
deprimidos, llenos de ira y afectados
Los agresores se caracterizan por la impulsividad Díaz-Aguado (2004)
con tendencia a la violencia y dominio de los de-
más, tienen baja tolerancia a la frustración y dificul-
tad para cumplir normas
Ideación y riesgo de suicidio Kaltiala-Heino, Riin-
pela, Rantanen y
Rimpela (2000)
Newoticismo (resultados discrepantes en los estudios)

Los adolescentes agresores tenían altos niveles de Lowenstein (1997)


neuroticismo
En la variable neuroticismo los grupos de sujetos Cerezo (2001)
agresores y los sujetos víctimas no mostraban dife-
rencias significativas
Psico ticismo

El agresor muestra alta tendencia al psicoticismo Mynard y Joseplz


(1997), Slee y Rigby
(1993)
BULLYING: CONCEPTUALIZACIÓN, CARACTER(STICAS Y CONSECUENCIAS 55

Los agresores tienen problemas de personalidad Sato et al. (1987),


como rasgos depresivos (especialmente víctimas Slee (1995b), Spiel-
agresivas) berger (1999)

El 25% de los agresores había o estaba recibiendo


asistencia psicológica o psiquiátrica

Los niños acosadores de 8 y 12 años tienen más


probabilidades de desarrollar síntomas psiquiátri-
cos a los 15 años

EL consumo excesivo de bebidas alcohólicas y de Kaltiala-I-Ieino, Rim-


drogas es más común entre los agresores pela, Rantanen y
Rimpela (2000)

Cóndnctis antisociales delinci e

Los agresores muestran una tendencia hacia activi- Kiyonaga, Mugis-


dades antisociales y delictivas. Se ha encontrado hima y Takahashi,
ua relación entre los tipos de maltrato que utilizan (1985, 1986), Mu-
los agresores y las formas de delincuencia que pos- gishima, Kiyonaga
tei iormente desarrollan y Takahashi (1985)

Los aliños que intimidan comúnmente son desafian- Batsche y Knoff


tes conflictivos en su relación con los adultos, an-
o (1994), Olweus
tisociales y más propensos a quebrantar las reglas (1993a)
establecidas en la escuela

En el caso de los agresores sistemáticos, al menos


un 25% terminan teniendo problemas con la justicia

El liullying es tul conflicto global, ya que al persis-


tir, esta conducta agresiva, será grande el número

de jóvenes que se convertirán en adultos matones


y dél ncitentes.

Un 60%1de los niños acosadores habrán cometido Piñuel y Oñate


[üás-.de-tu -delito-antes-de los-24 años-4 ed1d—Et- -(2005)"
riesgo de terminar convirtiéndose en delincuentes

serácua.ro veces mayor que para el resto


1
56 LA VIOLENCIA ENTRE IGUALES

CUADRO 1.4 (continuación)

Los niños que acosan son violentos, muy dominan- Piñuel y Oña te
tes, autosuficientes y sin ninguna tolerancia a la (2006a)
frustración; interpretan las relaciones sociales en
términos de provocación y presentan taz déficit de
habilidades sociales; carecen del sentido de la nor-
ma, falta de empatía y control emocional, son im-
pulsivos; han descubierto que pueden obtener éxito
y poder social humillando a otros; tienen una des-
confianza patológica, no confían en los demás por-
que no han aprendido a confiar en sí mismos

En síntesis, los estudios apuntan algunas características en


los agresores tales como baja empatía, ausencia de sentimientos
de culpa, impulsividad, conducta antisocial... que en muchos
casos perduran a lo largo de la vida. Algunos trabajos han ob-
servado relaciones inversas entre conducta agresiva y autoesti-
ma; sin embargo, la tendencia en los resultados de los estudios
indica que los acosadores no suelen tener baja autoestima, ya
que en la mayoría de los trabajos recientes muestran una auto-
estima media o incluso alta. Entre los efectos de mayor con-
sideración cabe destacar que los agresores suelen tener bajo
rendimiento académico, muchos necesitan apoyo psicológico o
psiquiátrico, y en un porcentaje importante desarrollan en la
vida adulta conductas antisociales, delictivas, psicopáticas...

1.2.3. CAUSAS Y CONSECUENCIAS CON RELACIÓN


A LOS ESPECTADORES

En cuanto a las repercusiones que tiene el bullying en los


espectadores, éstos, al temer verse implicados, desarrollan Irlos
mecanismos de defensa basados en el miedo y que les condu-
cen a despreocuparse de los demás, a callarse ante los abusos
ajenos, a disminuir la capacidad de empatía. La observación
pasiva y reiterada de conductas viólentas acarrea la desensibi-
lización ante el dolor del prójimo y la insolidaridad. Se ha de-
mostrado que es el miedo a ser incluido dentro del círculo de
BULLYING: CONCEPTUALIZACIÓN, CARACTERÍSTICAS Y CONSECUENCIAS 57

victimización y convertirse también en blanco de agresiones lo


qúe impide que alumnos que sienten que deberían hacer algo
io-lo hagan. Esta situación les puede llevar a desarrollar senti-
mientos de culpabilidad por la situación de sus compañeros; a
su vez, también pueden reforzar posturas individualistas y
egoístas. En situaciones en que el agresor sale impune y victo-
rioso de una acción intimidatoria, algunos espectadores interio-
rizan que han de usar la violencia corno vía para conseguir un
deseo o el éxito, incluso pueden llegar a creer en la inevitabili-
dad de la violencia.
La falta de apoyo de los compañeros ha sido interpretada
por Olweus (1993b) como el modelado que los agresores de-
muestran ante los demás, pues diferentes estudios han eviden-
ciado que tanto los adultos como los jóvenes con rasgos de
personalidad proclives a ello se comportan de forma agresiva
después de observar un acto de agresión. En el caso del mal-
trato entre iguales se produce un contagio social que inhibe la
ayuda e incluso fomenta la. participación en los actos intimida-
torios por parte del resto. Este factor es esencial para entender
la regularidad con que actos de esta índole pueden producirse
bajo el conocimiento de un número importante de observado- i
res. Recientemente, López (2006) señala que las críticas que más
les afectan a los adolescentes son las que provienen de sus ami- i
gos. Por otra parte, el ser considerado «chivato» es un gran
estigma que acarrea consecuencias nefastas por parte de los
compañeros y difícil de soportar.
Por consiguiente, la violencia entre iguales tiene consecuen-
cias perniciosas para todos los implicados, pero con distintos
síntomas y niveles de sufrimiento. Aunque los efectos más acu-
sados en principio se muestran en la víctima, los agresores tam-
bién padecen consecuencias graves que les perdurarán e influi-
rán a lo largo de su vida adulta, y los espectadores también son
receptores de aprendizajes y hábitos negativos que influirán en
su comportamiento actual y futuro.
Cabe señalar que hay tul debate en la comunidad científica
--sobre-silos-rasgos-de personalidad-de-los-s-ujetos-son a-tribuibles
a las causas o a las consecuencias, puesto que la personalidad
se va formando también con la experiencia adquirida. En ge-
58 LA VIOLENCIA ENTRE IGUALES

neral, las investigaciones no indican si estos rasgos o trastornos


que sufren los implicados son causa o efecto de las experiencias
de acoso, pero algunos estudios longitudinales evidencian la
influencia de estas experiencias en la aparición. de dichos rasgos
de personalidad y trastornos de conducta (Kochenderfer y
Ladd, 1996; Kochenderfer-Ladd y Wardrop, 2001; Salmivalli,
Lagerspetz, Bjórkqvist, Osterman y Kaulkiainen, 1996; Schafer
et al., 2004).

1.3. Resumen del capítulo

Decimos que un estudiante está siendo intimidado cuando


otro estudiante o grupo de estudiantes: dice cosas mezquinas
o desagradables, se ríe de él o ella o le llama por nombres mo-
lestos o hirientes; le ignora completamente, le excluye de su
grupo de amigos o le retira de actividades a propósito; le gol-
pea, patea y empuja, o le amenaza; cuenta mentiras o falsos
rumores sobre él o ella, le envía notas hirientes y trata de con-
vencer a los demás para que no se relacionen con él o ella, y.
cosas como ésas. Estas acciones ocurren frecuentemente y es
difícil para el estudiante que está siendo intimidado defender-
se por sí mismo. También es bullying cuando un estudiante está
siendo molestado repetidamente de forma negativa y dañina.
Pero no lo podemos llamar bullying cuando alguien se mete
con otro de forma amistosa o como en un juego. Tampoco es
bullying cuando dos estudiantes de la misma fuerza discuten
o pelean (Olweus, 1999).
El maltrato entre escolares se conoce internacionalmente con
el nombre de fenómeno bullying. Es una forma de conducta
agresiva, intencionada y perjudicial, cuyos protagonistas son
jóvenes escolares. No se trata de un episodio esporádico, sino
persistente, que puede durar semanas, meses e incluso años. La,
mayoría de los agresores o bullies actúan movidos por un abu
so de poder y un deseo de intimidar y dominar. Un rasgo es-
pecifico de estas relaciones es que el alumno o grupo de ellos
que-se ias-dan ,de-bravucones-tratan-de-for-m-a-tiránica a-un
compañero, al que hostigan, oprimen y atemorizan repetida,
mente, y al que atormentan hasta convertirlo en su víctima ha
BULLYING: CONCEPTUALIZACIÓN, CARACTERÍSTICAS Y CONSECUENCIAS 59

ritual. El fenómeno bullying puede definirse como la violencia


mantenida, mental o física, guiada por un individuo o por un
grupo y dirigida contra otro individuo que no es capaz de de-
fenderse a sí mismo en esa situación, y que se desarrolla en el
ámbito escolar (Cerezo, 1998).
Proftumdizando en el fenómeno del maltrato, Ortega y Mora-
Merchán (2008) subrayan que el abuso de poder, el hostigamien-
to la intimidación y los injustos malos tratos verbales, físicos o
elácionales, así como la exclusión social y los rumores dañinos,
no son un comportamiento puntual ni una respuesta esporádica,

sino tuna secuencia de acciones repetidas entre unos protagonis-


tas, agresor/es y víctima, cuya relación persiste en el tiempo y
desarrolla una determinada y conocida dinámica. No se trata de
un ataque simple, ni de una pelea, sino de un proceso de des-
igualdad en el igualitario y recíproco equilibrio de relaciones
interpersonales esperables entre los que tienen, formalmente, un
estatus social homólogo. Tampoco es el maltrato u n conflicto, en
el sentido de confrontación de intereses que define a éste. Estos
autores definen la dinámica de relación que florece en el maltra-
to injustificado de unos escolares hacia otros como un esquema

dominio-sumisión en la medida en que de. una u otra forma


entre los protagonistas del maltrato (agresor-víctima) se despl.ie-
auuna suerte de hábito de prepotencia por parte del agresor y
de impotencia en la respuesta de la víctima.
La revisión de los estudios que han analizado este fenóme-
nopermite distinguir cuatro formas de bullying: 1) Físico: con-
ductas agresivas directas dirigidas contra el cuerpo, como pe-
lar empujar..., o conductas agresivas indirectas dirigidas contra
la propiedad, como robar, romper, ensuciar y esconder cosas;
2) Verbal: conductas como insultos, motes, hablar mal de otros,

calumnias, burlas...; 3) Social: conductas mediante las cuales se


aísla al individuo del grupo y, por ejemplo, no se le deja parti-

cipar eh juegos, se le margina, ignora..., y 4) Psicológico: son las


formas de acoso que corroen la autoestima, crean inseguridad
v miedo. No obstante, hay que tener en cuenta que todos los

tipos o formas de bullying tienen un componente psicológico.

En los últimos años estamos observando un rápido desarro-


llo y utilización de nuevas modalidades de bullying, como son
60 LA VIOLENCIA ENTRE IGUALES

el ciberbullying y el dating violence: 1) Ciberbullying: consiste en


el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comu-
nicación (TIC), como internet (correo electrónico, mensajería
instantánea o «chat», páginas web o blogs) y el teléfono móvil.
Es una forma de acoso indirecto en la que ni siquiera es nece-
saria la identidad del agresor (anonimato); también se usan
imágenes grabadas a la víctima de forma vejatoria. Una de es-
tas formas se denomina happy slapping: se realizan grabaciones
de agresiones físicas brutales o vejaciones que son difundidas
a través del teléfono móvil o internet. 2) Dciting violence: es el
acoso entre parejas de adolescentes, donde prevalece el chan-
taje emocional. Es considerado como la antesala de la violencia
de género.
Tal y como se ha puesto de relieve en el amplio conjunto de
investigaciones citadas previamente, algunas de las secuelas
más importantes que pueden llegar a sufrir las tres partes im-
plicadas, víctimas, agresores y espectadores, se sintetizan en el
cuadro 1.5.

CUADRO 1.5
Consecuencias del bullying para las víctimas, los agresores
y los espectadores

— Bajo rendimiento Bajo rendimiento — Miedo


académico y fraca- académico y fraca- — Sumisión
so escolar so escolar — Pérdida de empatía
— Rechazo a la es- Rechazo a la es- — Desensibilización
cuela (suelen cam- cuela ante el dolor del
biar de colegio) Muchas conductas prójimo
— Sentimientos de antisociales — Insolidaridad
inseguridad, sole- Dificultades para — Interiorización de
dad, infelicidad el cumplimiento conductas antiso-
— Introversión, timi- de normas ciales y delictivas
dez, aislamiento Relaciones sociales para conseguir ob-
social negativas jetivos
— Baja popularidad y Nula capacidad de — Sentimientos de
a veces impopula- autocrítica culpabilidad
ridad Falta de empatía — Persistencia de sín-
— Baja_aiutnestima Falta &e se_nti- tomas a largó plazo
— Carencia de aserti- miento de culpabi- y en edad adulta
vidad lidad
BULLYING: CONCEPTUALIZACIÓN, CARACTERÍSTICAS Y CONSECUENCIAS 61

CUADRO 1.5 (continuación)

I
— Baja inteligencia Crueldad e insen-
emocional sibilidad
— Sentimientos de Ira e impulsividad
culpabilidad Baja responsabi-
Alteraciones de la lidad
conducta y con- Consumo de alco-
ductas de evitación hol y drogas
Diversas somatiza- En casos más ex-
ciones y dolores fí- tremos, el suicidio.
sicos Persistencia de sín-
Insomnio, enuresis tomas a largo plazo
Síndrome de es- y en edad adulta
trés postraumáti-
co: flashbacks
Ansiedad
Terror y pánico
Depresión: altera-
ciones del estado
de ánimo, como la
tristeza e ideación
de suicidio
— En casos más ex-
tremos, el suicidio.
Persistencia de sín-
tomas a largo plazo
y en edad adulta

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