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CAPÍTULO I

CONCEPTOS GENERALES SOBRE MIGRACIÓN


1. En demografía, se denomina migración al movimiento o desplazamiento de los seres humanos sobre
la superficie terrestre.
El término migración tiene dos acepciones: una amplia, que incluye a todos los tipos de
desplazamientos de los seres humanos y otra que sólo toma en cuenta aquellos desplazamientos que
involucran un cambio de residencia de quienes los realizan. Así, en su significado más amplio se
incluirían también a los movimientos pendulares de la población entre la vivienda y el lugar de trabajo.
La forma de migración más importante desde el siglo XIX hasta la época actual es la que se conoce
como éxodo rural, que es el desplazamiento masivo de habitantes desde el medio rural al urbano:
millones de personas se trasladan anualmente del campo a la ciudad en todos los países del mundo
(sobre todo, en los países subdesarrollados) en busca de mejores condiciones de vida y, sobre todo,
de mayores oportunidades de empleo.
2. MIGRACIÓN:
1. La emigración consiste en dejar el propio país o la propia región para establecerse en otro sitio.
Forma parte del concepto más amplio de las migraciones de población.
Los países que registran más emigración en la actualidad son los pertenecientes al denominado
Tercer Mundo o países en vías de desarrollo, pero en otras épocas fueron los europeos quienes
emigraron a otras naciones en busca de una mejor vida.
Las emigraciones han llegado a ser uno de los problemas más graves que enfrenta hoy la
humanidad, por la precariedad en que deben vivir millones de desplazados.
Los problemas de la emigración son diferentes: los que se van tienen un efecto similar al de la
disminución de la natalidad, lo que para los países de natalidad alta será un alivio. Los que
vienen tienen que integrarse en el nuevo país, primero laboralmente con una legalidad en
permisos, identificación, seguridad social y educación; al mismo tiempo culturalmente, por el
idioma nuevo, cuando es diferente del suyo, en cualquier caso deben asumir las nuevas
costumbres y formas de vida. Los valores serán de diferente intensidad, por ejemplo el concepto
de amistad, de servicio comunitario, de tiempo libre, de horarios, de comidas, de familia, de
folclore, de gustos artísticos; estos nuevos o modificados valores se deberán atemperar con los
suyos de origen para evitar problemas inútiles, pero la diversidad cultural y la diversidad de
idiomas, de religiones, puede ser enriquecedora a veces, y creadora de conflictos graves en otros
casos. De todas formas no serán estas cuestiones los principales problemas, salvo que haya una
fuerte discriminación por los nacionales o por otros grupos de emigrantes.
Los problemas más graves y de diferente intensidad según países
son documentos de identidad legales o permiso de trabajo legal. Para sobrevivir los adultos y sus
familias necesitan trabajar, salvo que sean jubilados y vengan por reagrupación familiar.
El Estado debe proveerles de identidad, moral y psicológicamente es preciso. Como los mismos
emigrantes reclaman: 'sólo venimos a trabajar en labores que los nacionales no quieren hacer'.
Los hechos demuestran que no es tan fácil la cuestión, pero si se superan discriminaciones y se
pone buena voluntad —diálogo— por ambas partes de seguro que se va por el buen camino.
Cuál es el balance final, la actitud de unos y otros, es buena, ciertamente la diversidad enriquece
y el nacimiento de prácticamente todos los países ha sido por movimientos migratorios. Piénsese
también en la actitud de los que llegan con un alto grado de ilusión, de descubrimiento, de
amistad cooperante, de amor a su nueva nación y de cómo perciben la nueva realidad: en
muchos casos con sorprendente admiración.
2. EMIGRACIÓN:

Inmigración es la entrada en un país de personas procedentes de otros lugares. Un inmigrante es


alguien que cambia de país de manera permanente. Puede incluir a las migraciones masivas
producidas antes de la consolidación de un Estado Nación, y también a los desplazamientos
dentro del mismo país: migración interna y éxodo rural. La emigración es un fenómeno inherente
a ésta, pues se refiere a la salida del país o lugar de origen, de manera que
cualquier inmigración tiene como contrapartida una emigración previa.
La inmigración es uno de los fenómenos mundiales más controvertidos. Todas las naciones
desarrolladas (y buena parte de las subdesarrolladas) restringen fuertemente el flujo migratorio,
justificándolo económicamente en la competencia desleal que representaría para los ciudadanos
una mano de obra a bajos costes y la carga que representarían los inmigrantes a
los servicios sociales de carácter público. La razón de fondo puede ser muchas veces el temor de
que la cultura nacional se vea ahogada por una oleada de inmigrantes, especialmente cuando los
inmigrantes son de otra raza, religión o idioma. El aumento de la inmigración en Europa se ha
combinado con la xenofobia tradicional. A pesar de las razones aducidas, la política de cierre de
fronteras plantea serios problemas de respeto a los derechos humanos. Especialmente, cuando
un país pide a otro que no permita la libre salida de sus ciudadanos. En este caso, se produce
una clara violación del artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que
reza así:
- Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un
Estado.
- Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.
Sin embargo, es justo reconocer que los Derechos Humanos a escala internacional no pueden ir
(en la práctica), en contra o por encima de los derechos humanos de la población de los países
de inmigración. Pensar lo contrario sería inconcebible, sobre todo porque los países receptores
de inmigrantes no podrían resolver el problema de la superpoblación del sureste asiático, para
citar un ejemplo. Más bien es al revés: la inmigración en los países desarrollados, suele tener
partidarios (sobre todo entre las clases más poderosas económicamente) para cubrir las
necesidades de dichos países especialmente en lo que se refiere a disponer de mano de obra
barata y mantener los salarios relativamente bajos, aún a costa del perjuicio social que se pueda
cometer con la población obrera autóctona. Y en el país de emigración tampoco suele ser una
solución por el hecho de que los que han emigrado son, precisamente, los que tienen mayor afán
de superación e incluso mayor nivel de preparación. Las remesas de los inmigrantes a sus
países de origen suele compensar los aspectos tan negativos de la emigración, aunque también
ello crea un problema en el país donde viven esos emigrantes.
3. INMIGRACIÓN:
4. SALDO MIGRATORIO:

Cabe recordar que el saldo migratorio no es un tipo de migración; lo consideramos en dentro del
mismo punto por la estrecha relación que tiene con la emigración como con la inmigración. Se
denomina balanza migratoria o saldo migratorio a la diferencia entre emigración e inmigración. Así, el
saldo migratorio podrá ser positivo cuando la inmigración es mayor que la emigración y negativo en
caso contrario. En algunos textos se denomina emigración neta al saldo migratorio negativo e
inmigración neta al saldo migratorio positivo. El empleo de estas últimas denominaciones se hace
para evitar la confusión entre el significado cuantitativo del término positivo (más habitantes) y el
significado cualitativo de dicha palabra (mejor). Podemos decir, en sentido inverso, la misma idea con
respecto al saldo migratorio negativo.
3. TIPOS DE MIGRACIÓN:

Las migraciones constituyen un fenómeno demográfico sumamente complejo que responde a causas
muy diversas y muy difíciles de determinar, en especial porque debido a las migraciones irregulares o
disfrazadas de actividades turísticas o de otra índole, los datos cuantitativos son difíciles de obtener,
especialmente en el caso de los países subdesarrollados. Las principales causas de las migraciones
son:
1. Se refieren a las causas derivadas de las crisis políticas que suelen presentarse en ciertos
países. Muchas personas que temen a la persecución y venganza políticas abandonan un país
para residenciarse en otro o, al menos, intentan abandonarlo, aunque a menudo pueden llegar
inclusive a perder la vida cuando se trata de regímenes totalitarios. Cuando las personas emigran
por persecuciones políticas en su propio país se habla de exiliados políticos, como sucedió en el
caso de los españoles que huían de la persecución del gobierno franquista después de
la Guerra Civil española.
Culturales:
La base cultural de una población determinada es un factor muy importante a la hora de decidir a
qué país o lugar se va a emigrar. La cultura (religión, idioma, tradiciones, costumbres, etc.) tiene
mucho peso en esta toma de decisiones. Las posibilidades educativas son muy importantes a la
hora de decidir las migraciones de un lugar a otro, hasta el punto de que, en el éxodo rural, este
factor es a menudo determinante, ya que los que emigran del medio rural al urbano suelen ser
adultos jóvenes, que son los que tienen mayores probabilidades de tener hijos pequeños.
2. Políticas:

Son las causas fundamentales en cualquier proceso migratorio. De hecho, existe una relación
directa entre desarrollo socioeconómico e inmigración y, por ende, entre subdesarrollo y
emigración. La mayor parte de los que emigran lo hacen por motivos económicos, buscando un
mejor nivel de vida. La situación de hambre y miseria en muchos países subdesarrollados obliga
a muchos emigrantes a arriesgar su vida (y hasta perderla en multitud de ocasiones), con tal de
salir de su situación.
3. SocioeconÓmicas:

Los vínculos familiares también resultan un factor importante en la decisión de emigrar, sobre
todo, en los tiempos más recientes, en los que cualquier emigrante de algún país
subdesarrollado, necesita de mucha ayuda para establecerse en otro país de mayor desarrollo
económico.
4. Familiares:
Constituyen una verdadera fuente de migraciones forzadas, que han dado origen a
desplazamientos masivos de la población, huyendo del exterminio o de la persecución del país o
ejército vencedor. La Segunda Guerra Mundial en Europa (y también en Asia), así
como guerras posteriores en África (Biafra, Uganda, Somalia, Sudán, etc.) y en otras partes del
mundo, han dado origen a enormes desplazamientos de la población o, como podemos decir
también, migraciones forzadas.
5. Guerras y otros conflictos internacionales:
6. Catástrofes generalizadas:

Los efectos de grandes terremotos, inundaciones, ciclones, maremotos, epidemias, y otras


catástrofes tanto naturales como sociales (o una combinación de ambas, que es mucho más
frecuente) han ocasionado grandes desplazamientos de seres humanos (también podríamos
considerarlos como migraciones forzosas) durante todas las épocas, pero que se han venido
agravando en los últimos tiempos por el crecimiento de la población y la ocupación de áreas de
mayor riesgo de ocurrencia de esas catástrofes.
4. CAUSAS DE LA MIGRACIÓN:

Las migraciones tienen consecuencias directas e indirectas tanto en los países o áreas de emigración
como en los de inmigración y en ambos casos, pueden tener efectos tanto positivos como negativos:
1. Constituyen consecuencias positivas: el alivio de algunos problemas de superpoblación; el logro
de una mayor homogeneidad cultural o política (los más descontentos son los que primero
emigran, quedando sólo los más conformes que suelen estar de acuerdo con su situación
socioeconómica o política); la disminución de la presión sobre los recursos; la inversión de las
remesas de dinero que envían los emigrantes; la disminución del desempleo; el aumento de
la productividad y el aumento de la venta de productos en otros países.
Y constituyen consecuencias negativas: la desvitalización; el envejecimiento de la población
(porque los que emigran suelen ser jóvenes); el que la población que queda se hace más
tradicionalista, conservadora, y más reacia al cambio; pérdidas en lo que se refiere a la inversión
que se ha hecho en la población emigrante (educación, salud, etc.); suelen irse las personas más
productivas y con mayor afán de superación; disminución del consumo.
Otra consecuencia negativa importante esta constituida por la secuencia de desestabilización de
la familia, y la formación de grupos familiares con alta vulnerabilidad, así se tienen casos de:
- Familias con jefía de hogar masculina, y la ausencia prolongada de la madre;
- Familias con jefía femenina y ausencia prolongada del padre;
- Familias donde faltan los dos adultos, padre y madre a la vez. Los hijos son criados por:
- Los abuelos o uno de ellos;
- Los tíos o uno de los ;
- Una familia vecina.
Estas situaciones provocan múltiples problemas en las familias, que van desde un decaimiento
del rendimiento escolar, incremento del fenómeno de las pandillas juveniles, hasta el incremento
del consumo de drogas, sin pretender que la migración sea la única causa de estos fenómenos.
2. PARA EL LUGAR DE LA EMIGRACIÓN:
3. PARA EL LUGAR DE LA INMIGRACIÓN:

Constituyen consecuencias positivas: el rejuvenecimiento de la población; la población se hace más


dispuesta a los cambios (sociales, culturales, técnicos); aportes de capital y de mano de obra; aportes
de nuevas técnicas (innovación tecnológica); llegan personas ya preparadas sin que haya tenido que
invertirse en su preparación; aumenta el consumo.
Y constituyen consecuencias negativas: pueden aparecer desequilibrios en cuanto a la estructura por
edad y sexo; introducen una mayor diversidad cultural, política, lingüística, religiosa, llegando a
formarse grupos completamente segregados y marginales; perjudica a la conciencia gremial de
la clase trabajadora, ya que los inmigrantes suelen aceptar salarios inferiores a los de la población
local; aumentan las necesidades de servicios, sobre todo, asistenciales y educativos; aumentan
las importaciones de productos de los lugares de procedencia de los inmigrantes; remesas de dinero
hacia los lugares de procedencia de los inmigrantes; disminución de los salarios en algunas ramas o
sectores por la explotación laboral de los inmigrantes, etc.
5. CONSECUENCIAS DE LA MIGRACIÓN:

Las migraciones han sido una necesidad para la humanidad desde la más remota antigüedad,
cuando el hombre se desplazaba de un lugar a otro en busca de medios de subsistencia o para eludir
a enemigos humanos o naturales, recorriendo de esta forma el planeta. Históricamente, las
migraciones han cambiado totalmente el aspecto de los países, influyendo en su composición racial,
lingüística y cultural, así como otros cambios importantes de gran repercusión.
Hace mil quinientos años, en lo que actualmente conocemos como Moscú, no había un sólo ruso, en
Hungría no había un sólo húngaro, en Turquía no había turcos, España empezaba a ser visigoda,
en América sólo vivían indígenas, en Australia sólo polinesios y melanesios, en la región de Kosovo
vivía en forma minoritaria los albaneses, lo que hace todavía más complejo el término.
Luego de que los europeos llegaran a América, una parte de los indígenas originarios fueron
desplazados o exterminados por los europeos y otra gran parte terminó también mezclándose con
ellos, dando origen al mestizaje, que forma en Hispanoamérica principalmente, la mayor parte de la
población actual, en especial en países o regiones como México y América
Central, Colombia, Ecuador, Argentina, Perú, Bolivia, Chile y otros. Entre los pueblos europeos que
participaron activamente en estas emigraciones masivas hacia América, además de los españoles,
podemos citar a los ingleses, portugueses, franceses y holandeses. Debido a la escasez de mano de
obra, sobre todo en el trabajo de las llamadas plantaciones, se importaron esclavos africanos de raza
negra, en especial de los países del Golfo de Guinea, lo que cambió nuevamente la composición de
la población y creó nuevas mezclas raciales: mulatos, zambos, y otras denominaciones que ya no
suelen emplearse. Los descendientes de los antiguos esclavos, cada vez más mezclados con los
otros grupos raciales, predominaron en las regiones de clima cálido próximas a la costa, donde
constituían la mano de obra de las principales haciendas o plantaciones de caña de azúcar, cacao
y algodón, entre otros cultivos. En las islas del Caribe, donde el impacto de la Conquista diezmó a la
población indígena muy pronto, los europeos sustituyeron el trabajo de los indígenas con el de los
esclavos, por lo cual, el impacto africano en el poblamiento fue más importante que el indígena:
podríamos decir que, mientras que los Andes siempre han sido indo americanos, las Antillas se
convirtieron en afro americanas. También el sureste de los Estados Unidos recibió una gran cantidad
de esclavos como mano de obra para trabajar en las plantaciones de algodón. La costa del Golfo de
México (en México y Nicaragua) también recibió cierta cantidad de inmigrantes africanos como
esclavos. Lo mismo sucedió en las costas de Colombia y Venezuela y, sobre todo, en el Brasil.
Durante la época posterior a la independencia de los países americanos hubo una fuerte afluencia de
inmigrantes desde Europa, fomentada por los gobiernos americanos. Notorios son los casos de los
italianos en Argentina y de los alemanes en el sur de Chile.
6. LAS MIGRACIONES DESDE LA ANTIGÜEDAD:
7. MIGRACIÓN INTERNACIONAL EN LA ACTUALIDAD:

La migración internacional es una realidad creciente en las últimas décadas y el proceso


de globalización ha acelerado esta tendencia. En la actualidad se cuentan alrededor de 125 millones de
migrantes en el mundo (es decir, gente desplazada de un país a otro), de los cuales 80 millones se
consideran como migrantes recientes. Este movimiento creciente de hombres, mujeres y niños tiene
impactos importantes tanto en los países "expulsores" como en los receptores. Sin embargo, los
gobiernos se han negado a incluir el tema en las negociaciones de liberalización comercial, a pesar de las
peticiones reiteradas de numerosas organizaciones no gubernamentales. Los acuerdos de liberalización
se limitan a la libre circulación de capital, mercancías y de los agentes del capital y excluyen la movilidad
de la mano de obra.
La problemática que lleva a migrar es multidimensional. El mayor motivo, fuera de la violencia política, es
el problema del desempleo. La migración afecta no sólo a los migrantes, sino que tiene importantes
consecuencias en las relaciones económicas y sociales de los países involucrados. Por ello deben
pactarse reglas internacionales para enfrentar el problema tanto en la defensa de los derechos humanos y
laborales de los migrantes, como para regular la circulación de mano de obra.
Los impactos de la migración son complejos. Los países en vías de desarrollo se han convertido en
exportadores de trabajadores, a menudo vulnerables a la explotación. Las empresas obtienen buen
provecho de esta situación, colaborando así a la contracción de los salarios en los países receptores. Por
otra parte, las remesas de divisas enviadas por estos trabajadores a sus familias son un factor importante
en la disminución de los problemas de la balanza de la cuenta corriente en las economías
subdesarrolladas a la vez que amortiguan los problemas sociales y de pobreza extrema.
La Organización Mundial para las Migraciones calcula que hay aproximadamente 30 millones de
migrantes trabajadores en el mundo que envían a sus países de origen alrededor de 67 mil millones de
dólares anuales. Muchos estudios sitúan estas remesas en el segundo lugar como fuente de divisas en el
ámbito mundial, sólo superada por el petróleo. En varios países, como El Salvador, la principal entrada de
divisas depende de los envíos de las trabajadoras y los trabajadores migrantes a sus familias. Incluso en
países como México, que tiene una economía altamente exportadora y con una
amplia industria maquiladora, las remesas enviadas por los trabajadores migrantes ocupan el cuarto lugar
en importancia como entrada de divisas. Es por ello que a muchos gobierno no le interesa reglamentar la
movilidad de la mano de obra.
Los Estados Unidos, el mayor país receptor de mano de obra migrante, ha endurecido y, en gran medida,
militarizado, su política migratoria. Ha subordinado la política migratoria de otros países, como México,
para que sirvan de muro de contención a los flujos migratorios de Centroamérica y el Caribe. El resto de
los países del continente no está exento de graves problemas fronterizos vinculados con el flujo de
trabajadores migrantes.
La migración internacional constituye uno de los fenómenos más característicos del mundo
contemporáneo. Como provocadoramente señalan M. Hardt y A. Negri, "un fantasma recorre el mundo y
es el fantasma de la migración" (Hardt y Negri, 2002). Sucede que una mayor conciencia de las
oportunidades de trabajo y de desarrollo personal en los países industrializados, impulsada por una
considerable integración económica y el efecto demostrativo de los medios masivos de comunicación, así
como por el incremento y modernización de las redes de transportes y comunicaciones, ha dado lugar a
una significativa expansión de los movimientos migratorios internacionales. Según la Organización
Internacional de Migraciones (OIM), en los últimos 35 años, la población migrante internacional, se ha
duplicado, para llegar a 175 millones de personas (2,9% de la población mundial), de los cuales el 48%
son mujeres (OIM, 2003). Además, las tendencias de los movimientos migratorios internacionales se han
modificado radicalmente. Las sociedades, como las de América Latina, que en los últimos 500 años han
sido receptoras de migrantes, en la segunda mitad del siglo XX, se han convertido en países de
emigración. Sin embargo, a pesar de que el fenómeno migratorio se ha intensificado y, a no dudarlo, esta
tendencia seguirá haciéndose cada vez más importante, existen restricciones institucionales a la
migración. De allí que en un mundo cada vez más globalizado en términos del mercado financiero y del
mercado de bienes y servicios, existen restricciones para la conformación de un mercado de trabajo
global. Manuel Castells señala con acierto que "mientras el capital circula libremente en
los circuitos electrónicos de las redes financieras locales, la fuerza de trabajo está aún muy constreñida y
lo estará en el futuro previsible por las instituciones, la cultura, la policía y la xenofobia".
La movilidad y el nomadismo masivo de los trabajadores están erosionando las estructuras económicas,
políticas y culturales del mundo tal como lo hemos conocido y otra estructura de poder, muy diferente,
está surgiendo delante de nosotros. La migración no solo afecta al mundo del trabajo, en el sentido de la
existencia de una creciente masa de asalariados que han perdido sus empleos tradicionales y tienen que
adaptarse a la inseguridad de trabajos inestables y mal pagado. También modifica las relaciones entre
mundos culturales diferentes. Se ha llegado a señalar que la migración puede poner en peligro
una sociedad como la de Estados Unidos por la creciente presencia de la comunidad hispana en ese
país. Es el caso de Samuel Huntington, quien, en su último libro, propone la tesis de que Estados Unidos
está en peligro de desintegrarse por la avalancha de inmigrantes de América Latina. "El desafío más
inmediato y serio a la tradicional identidad de Estados Unidos viene de la inmensa y continua inmigración
de América Latina, especialmente de México, y las tasas de natalidad de esos inmigrantes".
En el Perú, el éxodo de millones de personas ha puesto en evidencia los agudos trastornos sociales,
económicos, políticos y culturales que vive el país en los últimos veinticinco años. La migración
internacional nos revela el malestar de un orden social que ha sido profundamente reestructurado como
consecuencia de la crisis del capital a escala mundial. La mayor parte de esta población emigrante vive
en los países fronterizos (Chile, Bolivia y Ecuador) y en los Estados Unidos, Argentina, España,
Venezuela, Italia, Japón. La mayoría ha dejado el país definitivamente; otros esperarían volver si las
condiciones sociales y económicas del Perú mejoran. Pero todos ellos han partido porque consideraban
que sus expectativas no podían realizarse en las condiciones tan precarias como las de la sociedad
peruana de las últimas décadas.
Dentro de la población emigrante, los profesionales y técnicos constituyen un grupo significativo. Su
situación ha dado lugar a un amplio debate centrado en el brain drain. La "fuga de cerebros" ha sido
considerada como un poderoso obstáculo al desarrollo de los países pobres. Desde los años sesenta, en
América Latina, se ha debatido, particularmente desde la teoría de la dependencia, sobre cómo la
migración de mano de obra calificada constituía un mecanismo que mantenía a los países pobres en el
subdesarrollo. Se consideraba que los profesionales y los técnicos serían los que permitirían llevar
adelante el desarrollo de la ciencia y la tecnología, condición juzgada necesaria para salir del atraso. En la
actualidad, ese debate, aunque con otras características, se ha reabierto, pues en los últimos veinte años,
la migración internacional de trabajadores con educación superior reviste cada vez mayor importancia
debido a la revolución de las tecnologías de la información y de la globalización económica. Los países
desarrollados requieren de manera creciente trabajadores especializados para satisfacer la
progresiva demanda de una economía que cada vez más se basa en la ciencia y la tecnología y, también,
y este es un hecho fundamental, por el paulatino envejecimiento de la fuerza de trabajo.
CAPÍTULO II

MIGRACIÓN NACIONAL INTERNA


1. MIGRACIÓN INTERNA:

Las migraciones internas constituyen procesos sociales que tienen un carácter histórico estructural, las
mismas que adquieren características significativas por su intensidad a partir de la década del 50,
contribuyendo a acelerar el proceso de urbanización y litorización en el Perú, con el crecimiento inicial de
las ciudades de la costa, posteriormente algunas ciudades de la sierra y más recientemente, otras
menores que abren un proceso de selvatización, urbano-rural.
La contribución de las migraciones en la redistribución de la población en nuestro territorio, se evidencia
en la aparición de nuevos focos de atracción de población. En el periodo 1981-1993, puede observarse
cómo se acentúan y expanden estas tendencias en especial en ciertas reas de la selva alta (San Martín y
Ucayali) y en algunas ciudades que corresponden al Trapecio Andino. De otro lado, aunque se aprecia un
descenso relativo de las migraciones a Lima Metropolitana; en términos absolutos el incremento es
significativo. La capital sigue siendo la principal receptora de población a nivel nacional.
Las migraciones están articuladas y condicionadas por otros procesos socio-económicos que giran
en torno a la estructura productiva, especialmente la agropecuaria, la violencia, el narcotráfico, etc. a los
cuales hacemos referencia pero no con la rigurosidad del caso. Hablar de las migraciones internas en el
Perú conlleva riesgos como caer en generalidades o eludir aspectos sin duda importantes. Sin embargo,
haremos el esfuerzo de abordar las tendencias más relevantes de este proceso.
2. CONDICIONANTES ECONÓMICO-SOCIALES ASOCIADOS:
En el capítulo anterior estudiamos las causas por las cuales la gente tendía a migrar. Eso, de un punto de
vista general, que se puede aplicar a las diferentes realidades de distintos países. En el caso del Perú,
también se dio la migración condicionado por distintos factores singulares, entre ellas,
la producción cocalera y la violencia por el terrorismo.
1. En la década del 80, a la escasez de tierras de cultivo, la concentración de la propiedad, el
predominio de tierras de secano, la presión demográfica sobre la tierra, la falta de apoyo técnico y
crediticio, además de oportunidades de empleo, educación y recreación, como condicionantes de la
migración, se añade un nuevo elemento: la espiral de violencia, índole a la migración interna un
carácter compulsivo y masivo. La violencia terrorista se focalizó en la sierra central del país. Se
estima que aproximadamente 200 mil familias (alrededor de 1 millón de personas) han sido
desplazadas por la violencia entre 1980 y 1992. Los 5 primeros años de la década del 80, los
atentados violentistas estuvieron focalizados principalmente en el departamento de Ayacucho y en
menor medida Junín, Huancavelica, Cusco, Arequipa y Apurímac. Entre 1983-85 se habrían
producido el 23% del total de desplazados, esencialmente de procedencia ayacuchana. A partir de
1985 las acciones subversivas se incrementan de manera alarmante en Lima y Callao, pasando de
16.6% en 1984 a alrededor de 30% en los años 1985, 1986 y 1987. Declina ligeramente los años
siguientes y adquiere características dramáticas a partir de 1991, registrando casi la mitad de todos
los atentados del país. Entre 1986 y 1989 los desplazamientos se elevan al 45%.
La escalada de violencia originada en Ayacucho, se extiende a la Sierra Central (Junín,
Huancavelica), Sierra Norte (Ancash) y posteriormente hacia el resto y del país. Entre 1989 y 1993, el
promedio anual de atentados subversivos fue de 2,725, significativamente mayor al registrado entre
1981-88, con una media de 1749. El incremento de las últimas acciones subversivas, además de
Lima, se opera en Junín, Ayacucho, Ancash, Huancavelica y en menor medida Huánuco. Son
precisamente estos 4 últimos departamentos que en el quinquenio (1988-93) expulsan
mayor volumen de población. Entre 1990-92 se producen el 27% de desplazados por la violencia.
Según regiones naturales, se observa que desde el inicio de las acciones subversivas más del 50%
de las mismas tuvieron lugar en la sierra, llegando incluso al 72% en los años 1983 y 1984. A partir
de 1990 declinan, ubicándose alrededor de 40%, pasando la capital de la República a concentrar la
mayoría de los atentados. Las áreas de recepción más importantes de los desplazados después de
Lima son Junín, Cusco, Ica, y los mismos departamentos de Huancavelica, Apurímac y Ayacucho. La
inmigración se orienta principalmente hacia el área urbana especialmente a sus capitales
departamentales.
2. VIOLENCIA Y DESPLAZAMIENTO DE POBLACIÓN
3. PRODUCCIÓN DE COCA Y MIGRACIONES

En la década del 80 y los primeros años del 90 varias actividades económicas de la Selva, especialmente
de la parte alta, se encuentran influenciadas por el narcotráfico, el mismo que ha contribuido
significativamente a un mayor crecimiento demográfico especialmente de sus ciudades. En esta década
de 20 importantes productos tropicales, la coca ocupaba formalmente el sexto lugar con 26,000 hectáreas
de cultivo. Los primeros lugares se reservaban para el café, maíz y arroz con 249 mil, 163 mil y 127 mil
hectáreas de cultivo respectivamente. Sin embargo, por estos años la superficie cocalera era realmente
mayor. Según la ENACO los cultivos de coca en 1980 se estimaron en 35,000 hectáreas, aumentando en
1986 a 135,000. Según fuentes de la DINANDRO la superficie cultivada de coca se estima que decrece
de 129 mil a 108 mil hectáreas entre 1992 y 1994 respectivamente. En el primer año más del 55% de la
superficie cultivada se concentraba en el valle del Huallaga, ubicado mayormente en el departamento de
San Martín, descendiendo al 47 y 41 por ciento en los años 1993 y 1994 debido a la erradicación y
represión de estos cultivos especialmente en el Alto Huallaga.
Entre 1993 y 1994 la producción de coca evoluciona favorablemente de 55,500 a más de 163,000
toneladas métricas. En el primer año el 58% de esta producción corresponde al valle del Huallaga,
descendiendo después al 51%. La misma fuente afirma que 200 mil familias se dedican al cultivo de la
coca o a la producción de droga, quiere decir que un millón de personas vivirían de este negocio ilícito.
Muchas de las cuales anteriormente se dedicaban a cultivos legales pero no encontraron canales
adecuados de comercialización y precios razonables para sus productos. Además conspiraba contra esta
población su aislamiento por la ausencia de vías secundarias de comunicación. A esto habría que agregar
la degradación de la capacidad productiva del suelo, la baja productividad, la baja capitalización y
baja rentabilidad. Para estos agricultores, muchos de ellos inmigrantes serranos, la coca resuelve los
problemas de rentabilidad, estabilidad y adaptabilidad que no tienen otros productos tropicales.
En 1993, San Martín es el quinto departamento del país con mayor volumen de inmigrantes. Entre 1981 y
1993‚estos se incrementaron rápidamente en 100,000 personas, el más numeroso después de Lima-
Callao. Sólo entre 1988 y 1993 llegaron 70,000. Ucayali es otro departamento cuya población inmigrante
aumenta significativamente (55,000) entre 1981 y 1993. En estos departamentos se opera un proceso de
selvatización que implica un crecimiento demográfico urbano-rural.
2. Los movimientos migratorios se explican por el desarrollo desigual de las áreas. Sin la comprensión
de la estructura desigual del desarrollo en el orden espacial no pueden ser comprendidas, las causas
de los cambios de población en la ocupación del territorio. Las áreas de mayor atraso expulsan
población hacia otras que presentan mejores condiciones. Por tanto los desequilibrios regionales
asociados a la existencia de una sobrepoblación relativa regional, constituyen el punto de partida en
la explicación de los flujos poblacionales desde las reas rurales a las urbanas y de la Sierra a la Costa
y la Selva.
1. Durante las últimas seis décadas la sociedad peruana ha estado marcada por una clara
tendencia a la urbanización, expresada en la redistribución poblacional en el territorio. Los flujos
migratorios se evidencian, primero, a través de un acelerado crecimiento de la población de las
reas urbanas, así como de un lento crecimiento y una pérdida relativa de población de las áreas
rurales.
Los cambios en la composición de la población peruana entre 1940 y 1993, son significativos. De
una población mayoritariamente rural en 1940 (65%) pasa a una población predominantemente
urbana en 1972 (60%), aumentando su participación en 1993 a 70%. La población urbana ha
crecido mucho más rápidamente que la rural. As¡, las tasas de crecimiento de la primera en los
períodos 1940-61 y 1981-93 fueron de 3.7 y 2.8 por ciento respectivamente. Mientras que la
segunda en los mismos periodos creció a un promedio de 1.3 y 0.9 por ciento respectivamente.
Se aprecia en el último periodo un descenso relativo de la velocidad de la urbanización.
De 1940 a 1993, la población urbana ha crecido 6 veces, mientras la población nacional casi 3
veces, la rural apenas en 0.6. Dada la intensidad del crecimiento demográfico urbano en 4
departamentos (Ucayali, Ica, Loreto y Piura), casi duplican su participación relativa entre 1940 y
1993. En otros 4 departamentos (Tumbes, Ancash, La Libertad y Madre de Dios) se incrementan
en más del doble y un departamento (Moquegua) más que triplica su aporte porcentual urbano.
Por el volumen de población urbana destacan los departamentos de Lima, Piura, La Libertad,
Arequipa, Lambayeque, Junín y Ancash. Todos los departamentos de la Costa, así como los de
la Selva, tienen poblaciones predominantemente urbanas. Hacia estos confluyen los principales
desplazamientos poblacionales, teniendo como punto de origen la región andina.
El predominio de la población urbana, expresión del proceso de urbanización de la sociedad
peruana, cobra especial interés en la década de 1980. El crecimiento desigual entre las áreas
urbana y rural, debido al flujo de migrantes orientado a las ciudades de mayor tamaño, se ha
ampliado a otras intermedias y menores, configurando un proceso de urbanización secundaria.
2. CAMBIOS EN LA COMPOSICIÓN URBANO-RURAL:

La población de las ciudades evidencia un rápido crecimiento. Se advierte la presencia de 32


ciudades que en 1940 representaban más del 18% de la población nacional y en 1993, superan
el 50%. Es decir, más de la mitad de la población del país se distribuye en apenas 32 localidades
urbanas.
Para 1940, sólo una ciudad con más de 100 mil hab., albergaba al 10% de la población del país.
Para 1993, existen 17 ciudades con más de 100,000 hab. que concentran más del 45 por ciento
de la población del país. En este contexto, la participación de Lima Metropolitana evoluciona del
10 por ciento en 1940 a cerca del 29 por ciento en 1993, es decir, casi, uno de cada tres
peruanos vive en la capital de la República. Esta concentración de población tiene que ver con la
débil existencia de ciudades secundarias.
La población de las 32 localidades urbanas, incluidas las capitales de departamento, poseen
altas tasas de crecimiento demográfico, entre 1981-93. Pero varias son decrecientes respecto a
períodos anteriores (1961-72 y 1972-81) especialmente aquellas superiores a 100,000 habitantes
como Lima Metropolitana, Arequipa, Trujillo, Chiclayo, Piura, Iquitos, Sullana, Ica y Cusco, entre
otros.
En el mismo periodo (81-93) se advierte el acelerado crecimiento demográfico de otro grupo de
ciudades, con tasas ascendentes, como Pucallpa (5.6%), Huánuco (5.6%), Tarapoto (6.9%),
Abancay (7.4)%), Huancavelica (3.3%), Moyobamba (4.6%), Chachapoyas (2.4%), Tocache
(15.4%), Moquegua (4.8%) y Huancayo (3.8%). La mayor parte de estas ciudades corresponden
a la Selva y algunas a la Sierra que secundariamente configuran nuevos focos de atracción y
concentración de población en el conjunto de conglomerados urbanos del país.Esta redistribución
de la población especialmente en los espacios urbanos andinos y selváticos, responde en la
última década a una dinámica influida por la violencia y por actividades vinculadas al narcotráfico.
De todas formas, las ciudades de la costa siguen constituyendo los principales focos de atracción
de población.
3. EL CRECIMIENTO DE LAS CIUDADES:
4. LITORIZACIÓN Y SELVATIZACIÓN:
3. LA REDISTRIBUCIÓN ESPACIAL DE LA POBLACIÓN EN EL PERÚ:

La distribución de la población según Regiones Naturales se ha transformado significativamente en los


últimos 50 años, como consecuencia de las migraciones internas, generándose un doble y simultáneo
proceso de litorización y urbanización acelerado, o lo que es lo mismo una alta concentración de la
población en la Costa y en las principales ciudades del país. Siendo los más importantes desplazamientos
de población los rural urbanos y Sierra-Costa, puede advertirse en estas dos últimas décadas una
moderada reorientación de los movimientos migratorios hacia la Región de la Selva, especialmente a su
parte alta. Por el interés que adquieren estos últimos desplazamientos podría hablarse de un proceso de
selvatización, que incluye no sólo el poblamiento de las principales ciudades, sino también de las áreas
rurales.
La Región de la Costa, principal receptor de los flujos migratorios andinos, concentra la mayor población.
Entre 1940 y 1993 eleva su participación del 28 al 52 por ciento de la población total del país. La Costa es
una estrecha franja de cerca de 130,000 km2 donde residen más de 15'500,000 habitantes generando
una densidad de 120 personas por km2. Esta región posee las ciudades m s importantes del país, las
tierras m s ricas, casi en su totalidad irrigadas, permitiendo desarrollar una agricultura de alta
productividad (algodón, azúcar, arroz). La tasa de crecimiento demográfica entre 1981 y 1993 es de 2.6
por ciento. Contiene además el conglomerado urbano más importante del país: El Área Metropolitana de
Lima y Callao con una población 10 veces mayor respecto al año 1940.
La Selva, a partir de 1,940 comienza a crecer significativamente. En ese año representaba cerca del 7%
de la población nacional; en 1,972 aumenta al 10%, llegando en 1993 al 12.1%. Su dinámica demográfica
se expresa también en tasas de crecimiento, muy superiores a las del país y en evidente detrimento de la
región serrana. La Selva tiene dos subregiones: Alta y Baja, que es la más extensa. Hasta 1961 la Selva
baja tenía una población superior. En 1972, la población de la Selva Alta es mayor, tendencia que se
acentúa entre 1981-1993, con una tasa de crecimiento que alcanza a 3.5 por ciento mientras que la selva
Baja llega a 3.1 por ciento.
Esta rápida expansión selvática en el curso de medio siglo, es resultado del desplazamiento de amplios
sectores de población serrana, generando mayormente las denominadas colonizaciones espontáneas y
en menor medida las colonizaciones dirigidas. Al igual que en otras regiones del país, la selva,
experimenta un rápido proceso de concentración urbana, pero que no hace perder la importancia de las
reas rurales. La presencia significativa de la población urbana sería mayor, si no estuviera la rural
nutriéndose continuamente con el arribo de cientos de nuevos colonizadores. El proceso de selvatización
involucra el crecimiento de la población urbana y rural. Esta última sigue creciendo en términos absolutos
contribuyendo a expandir la frontera agrícola. La población rural de los departamentos de San Martín y
Ucayali configuran altas tasas de crecimiento llegando a 3.8% y 5.1% respectivamente. La inserción de
los inmigrantes en las ciudades selváticas, en general, es precaria y desordenada, la barriada resulta
siendo el inevitable lugar de asentamiento poblacional.
CAPÍTULO III

LAS MIGRACIONES EN EL SUR DEL PERÚ


1. Para una mejor comprensión de la migración interna, se abordarán los desplazamientos
poblacionales en el marco de la Región Sur, con su principal centro, la ciudad de Arequipa y otras
importantes como: Cusco, Puno y Juliaca en la Sierra; Tacna en la Costa, importantes ejes
comerciales y de servicios.
Desde el oncenio de Leguía hasta el gobierno de Bustamante, Arequipa se ve favorecida por
algunas inversiones en infraestructura vial y una política proteccionista, especialmente industrial.
Sobre esta base, se amplía el mercado interno y surge una incipiente industria de corte regional,
asentado en Arequipa, que estimula las migraciones internas campo-ciudad.
La crisis de la exportación lanar, en la década del 40, posibilita la expansión industrial y la conversión
de comerciantes y capitalistas agrarios en industriales. Nuevas fábricas emergen en este periodo,
como Clisa, Lanificio, Leche Gloria y otros, que van configurando el mercado de trabajo arequipeño,
sobre la base de la disponibilidad de mano de obra local y la fuerza de trabajo inmigrante que sale
expulsada del agro por la crisis de la lana. En esta década se da el primer gran flujo migratorio interno
campo-ciudad de importancia del siglo XX, teniendo como destino la ciudad de Arequipa y Lima
Metropolitana.
Posterior a la II Guerra Mundial, una nueva etapa se inaugura en la región Sur, como en el resto del
país. El patrón de acumulación ya no se concentran en la explotación de las actividades primarias
extractivas; sino, se diversifican hacia la agroindustria, la pesca industrial, la industria liviana, los
sectores financieros, comerciales y de servicios. Estas actividades se asientan principalmente en
Lima, Arequipa y en menor medida Trujillo.
Este cambio, en el sur, se expresó mediante:
- Sustitución del desarrollo industrial orientado hacia la región por una relativa industrialización
sustitutiva de carácter dependiente asentada en la ciudad de Arequipa.
- La emergencia de un dinámico sector exportador sobre la base del cobre de Moquegua y Tacna, de
harina y aceite de pescado de Mollendo, Matarani, Ilo, y
- El estancamiento del sector agrario andino.
Este proceso se da al tiempo que el Estado interviene en respuesta a la iniciativa de los sectores
industriales que proponen un programa de desarrollo regional, creando en 1964 en la ciudad de
Arequipa el Parque Industrial. A la par que continúa la ampliación de la infraestructura vial, se
expande la burocracia estatal creando oficinas públicas de varios sectores. Todo esto configura la
ampliación del mercado interno regional que abre las posibilidades de una segunda oleada migratoria
hacia la ciudad de Arequipa y a las principales ciudades de la región y Lima Metropolitana.
En la década del 70, la tendencia del desarrollo desigual de la región no varió antes bien se complicó
a partir de 1975, con la crisis económica del país, que impactó sobre la estructura productiva y por
consiguiente en el empleo, los niveles de ingresos agravando las condiciones de vida de amplios
sectores de la población. Esta crisis, se acentúa por la espiral de violencia que tiene su punto
culminante el año 1986, con 589 acciones subversivas, mayormente concentradas en el
departamento de Puno (47%), seguido por Apurímac (24%), Arequipa (17%) y Cusco (12%). En los
años posteriores hasta 1992, existen un promedio de 287 atentados anuales, con la misma tendencia
anterior, excepto 1987 y 1988, con acciones concentradas en el departamento de Apurímac. Este
fenómeno y la pobreza, asociada o generada por la crisis económica, desencadenó desplazamientos
poblacionales de carácter compulsivo y orientadas preferentemente hacia las capitales de provincia,
departamento o ejes de desarrollo regional, reales o potenciales: Arequipa, Cusco, Juliaca y Abancay
en la sierra; Moquegua y Tacna, en la Costa, y Puerto Maldonado en ceja de selva, como se ver más
adelante.
2. ANTECEDENTES Y MARCO CONTEXTUAL:

La participación de los 7 departamentos de la región sur en el PBI nacional, muestra variaciones


significativas en los años 1985 y 2005, 14.0% y 30.3% para cada año. Estas cifras constituyen casi la
tercera parte del aporte de Lima y Callao. Al interior de la Región, Arequipa contribuye m s al PBI
nacional, aún cuando este es significativamente menor, comparado con Lima ( 5.6% frente a 42.6%).
Sin embargo, respecto del PBI regional, Arequipa ocupa un lugar de privilegio, interviene con más de
un tercio, seguido de lejos por el departamento de Cusco, que recupera el segundo lugar,
desplazando al tercer lugar a Moquegua. Este departamento tuvo un importante cambio en su
estructura productiva después de 1975, debido al dinamismo alcanzado por la producción minero
metalúrgica; antes, su producción se sustentaba en las actividades agrícola y pesquera. Los
departamentos que menos contribuyen al PBI son: Apurímac en la sierra (0.5%) y Madre de Dios en
la selva (0.4%). El examen de las colocaciones de la banca comercial hace más evidente el rol de
Arequipa en la economía regional. En los últimos años más de tres cuartos de las colocaciones de la
banca comercial de la región se orientan a Arequipa, seguido de lejos por Cusco.
El ritmo de crecimiento del PBI de los Departamentos de la Región Sur, muestra tendencias similares
a la observada en el nivel nacional. Es decir, declinación del ritmo de crecimiento posterior al
quinquenio 1970-75, hasta llegar a niveles muy bajos entre 1985-90, sobretodo en Moquegua y
Tacna que registran -7.6 y -5.7 respectivamente. El caso de Tacna es particular, pues en los tres
quinquenios de 1970 a 1985, presenta un ritmo ascendente (1.4%, 2.0% y 3.2%), descendiendo
abruptamente de 3.2% a -5.7% entre 1985-90.
La recuperación comienza en el periodo 1990-92 alcanzando Moquegua el crecimiento más alto
(11.3%), seguido por Tacna (8.1%) y Madre de Dios (6.0%). En el mismo periodo los departamentos
de Arequipa y Cusco con mayores niveles de participación en la estructura del PBI. de la región,
crecen a tasas relativamente bajas, 0.1% y 1.5% respectivamente, en el mismo periodo.
Según actividades económicas es sorprendente que el departamento de Moquegua tenga una
Industria Manufacturera que aporta más de la mitad (51%) al PBI Industrial de la Región; Arequipa
por su parte, contribuye con 26%, y Cusco 10%. En minería, Arequipa y Moquegua comparten el
mismo nivel de participación (24.7% y 25.5%), seguido de Tacna que aporta el 24% del PBI del
sector. En agricultura y ganadería, destaca Arequipa con el 32.5% del PBI agropecuario regional,
seguido por Cusco (30%) y Puno (16%).
3. Indicadores ECONÓMICOS Departamentales de la REGIÓN Sur

La base del proceso de redistribución espacial de la población y por consiguiente de la concentración


urbana, se halla en el intenso e importante desplazamiento poblacional, que sigue una tendencia
creciente y en las postrimerías de la década del 80 adquiere carácter compulsivo y masivo, en
muchas áreas del país; originado por los atentados terroristas. Las acciones subversivas desde su
origen (1980), han estado focalizadas en las áreas rurales de la sierra, para luego desplazarse hacia
la selva o ceja de selva y posteriormente, las reas urbanas, preferentemente, Lima. Los
departamentos más afectados en el Sur son: Puno, Apurímac, Arequipa y Cusco.
Según datos del último Censo Nacional, las ciudades de tradición inmigratoria, como Arequipa, Tacna
y Cusco no muestran variaciones significativas. El único departamento que crece significativamente
es Madre de Dios.
En términos absolutos, Arequipa recepción hasta 1993 a 246.5 mil personas, 27% de la población
departamental. Junto con Cusco y Tacna cubren el 75.7% (431 mil personas) de la migración
regional.
Arequipa, muestra la proporción más baja de migrantes (36%), respecto del resto de departamentos
de la región como Puno, 84% y Apurímac, 72%. Comparando con el quinquenio 1976-81, casi todos
los departamentos tienen un ligero incremento de migrantes recientes, respecto de la migración de
toda la vida; excepto Madre de Dios, que presenta un leve descenso. Puno y Apurímac, participan
con más emigrantes recientes. El primero, denota un intenso flujo migratorio en las últimas décadas,
la proporción de inmigrantes está encima del 75% debido a que Puno, en especial Juliaca, constituye
un área de tránsito hacia Arequipa, u otras ciudades de la costa. Apurímac, tiene una importancia
reciente, sobretodo a raíz del incremento de los atentados terroristas, que repercute negativamente
en el campo orientándose la población expulsada a ciudades como Abancay. Los migrantes
recientes, aumentan ligeramente en los distintos departamentos de la región, a excepción de Madre
de Dios. Este último, sin embargo junto con Tacna participan con migrantes recientes más numerosos
(18% y 19% respectivamente). En cambio departamentos serranos demográficamente grandes,
tienen proporciones menores, Arequipa, 10% y Cusco, 4%.
En términos absolutos, sin embargo, Arequipa es el departamento con mayor volumen de inmigrantes
recientes, constituyendo 35 % de los migrantes de la región; seguido por Cusco, y Tacna.
4. LA MIGRACIÓN INTERNA EN LA REGIÓN SUR:

La mayoría de provincias del sur fronterizo, especialmente andino, tienen saldos migratorios
negativos, destacando por su magnitud Chuchito (-11,277), Huancan‚ (-7,804), y en menor medida,
Yunguyo (-4,200). La pérdida de población nativa es significativa en provincias como Tarata (28%),
Tahuamané (19%), Huancan‚ (17%), Chucuito (16%) y Moho (14%).
La población mayormente afectada es campesina que emigra por las condiciones desfavorables que
tiene en sus lugares de origen. Esta salida de población deja preocupantes espacios vacíos,
precisamente en áreas que deben estar habitadas a fin de garantizar una viva presencia nacional.
5. LA MIGRACIÓN EN EL SUR FRONTERIZO :
6. TACNA:

Esta ciudad en 1961tenía una población de 28 mil personas, a partir de ese año mantiene el tercer lugar
en la escala de jerarquización urbana, registrando en el último censo una población de 200 mil personas.
El ritmo de crecimiento (4.9%) está por encima del regional y de las ciudades mayores (Arequipa y
Cusco). Tacna se halla articulada al eje costeño, con Moquegua y en menor medida con la Zona Aymara
de Puno (Chucuito). Las actividades de Tacna, Ilo y Moquegua, están condicionadas por el mercado
exterior y el capital presente en las explotaciones de Toquepala y Cuajone. La infraestructura económica,
productiva y de circulación, soporte de las actividades indicadas, se hallan concentradas en las ciudades
de Ilo y Tacna.
El rápido crecimiento poblacional de la ciudad de Tacna, es resultado primero de la implementación
de proyectos mineros en Toquepala que dinamizó la actividad económica del sur, y de otro lado, del
intenso comercio. Tacna por su situación fronteriza presenta una alta incidencia de comercio ilegal, que
tiende a expandirse hacia Moquegua, Ilo y Arequipa. Este tipo de actividad muy extendida en la ciudad de
Tacna, expende productos procedentes de Taiwán, Hong-Kong, Singapur y últimamente de China.
El contrabando está prácticamente legitimado, no sólo en Tacna, también en Juliaca y Puno, lo cual
permite la incorporación de un contingente importante de fuerza de trabajo en la actividad del comercio al
por menor, 23.4%, de la PEA de Tacna, sólo superado por Juliaca.
El Comercio es la actividad económica más destacada de la ciudad de Tacna. Ésta provincia de Tacna
recibió, hasta 1993, de Lima y Callao una inmigración equivalente a 6,200 personas y de Arequipa 3,500.
Pero más intensas, son los aportes de 3 provincias altiplánicas: Puno (4,800), Chucuito (4,700) y el Collao
(3,800), hacen un total 13,300 inmigrantes procedentes de Puno; que sumados con todos los demás
inmigrantes hicieron un total 39,000. Esta cantidad de inmigrantes frente a los 15,500 emigrantes, hace
que Tacna tenga un saldo migratorio positivo o bueno.

CONCLUSIÓN
Desde hace 60 años la sociedad peruana muestra un acelerado proceso de urbanización. Esto se
profundiza en las décadas de los 70 y 80 cuando el PBI de la actividad agrícola y manufacturera
disminuyen considerablemente. Grandes cantidades de pobladores, mayormente de la región andina y las
zonas rurales de las costas, emigran a las ciudades más atractivas económicamente, como Lima
metropolitana, Arequipa, San Martín, Cusco, entre otros; creyendo así encontrar más posibilidades de
desarrollo y una mejor calidad de vida. No obstante, esto no siempre sucede como lo esperan. Las altas
tasas de inmigración llevan consigo, en el Perú, altas tasas de desempleo en las ciudades o regiones a
donde se emigra. La mejor calidad de vida esperada en algunos casos empeora; esto se evidencia
respecto a las tasas de desempleo, si hay más desempleo, el valor de la mano de obra (que es a lo que
más se dedican) disminuye. Nuestros antiguos antecesores se aferraron en la ganadería y en la
agricultura para satisfacer sus necesidades. El Estado debe intervenir con una política de desarrollo
económico que vaya de acuerdo a las regiones del País. Una política que aproveche las riquezas de cada
piso altitudinal, de cada provincia, si se quiere de cada distrito. Sólo así, quizás, podamos detener la
emigración y los huecos que ésta deja en las zonas abandonadas (valga decir las zonas rurales); y así
también reducir las tasas de desempleo en las ciudades o al menos mantenerla mas nunca aumentarla,
porque esto, sin duda, no favorecerá al progreso de nosotros y de nuestro país que deseamos desde
tiempos inmemorables.

Leer más: http://www.monografias.com/trabajos55/migraciones-en-peru/migraciones-en-


peru2.shtml#ixzz4zxCQWRV0

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