Antenas y propagación

de ondas

O Ondas electromagnéticas
O Propagación
O Principios de antenas
O Paramétros de una antena
O Antenas para radio y
televisión terrestre

G Antenas para televisión

vía satélite

O Apuntamiento de antenas
 11. Antenas y propagación de ondas
11.1 Ondas electromagnéticas
........
•• •

11.1 Ondas electromagnéticas

las señales de radiofrecuencia se propagan por el aire Longitud de
Frecuendll Designación de .. banda
en forma de ondas electromagnéticas. Esto quiere decir onda
que las moléculas de aire son capaces de reaccionar
ante las variaciones de campos eléctricos y magnéticos
3 a 30kHz
30 a 300kHz
100 a 10 k~
10 a 1 km LF
--vlflr
1
Muy Baja Frecuencia
Baja Frecuencia
provocados por el sistema radiante. Estos dos campos 300 kHz a 3 MHz 1 km a 100m MF Media Frecuencia
se producen en planos perpendiculares y, a su vez, la 3 a 30 MHz 100 a 10m Alta Frecuencia
HF 1
perpendicular común a los dos planos definirá la direc- 30 a 300 MHz 10 a 1m VHF Muy Alta Frecuencia
ción en la que se propagará la onda radiada. 300M Hz a 3 GHz 1m a 10 cm UHF Ultra Alta Frecuencia
3 a 30 GHz 10 a 1 cm SHF Súper Alta Frecuencia
30 a 300 GH~ __1_c_
m_a_l_m_m_....J ~F j_ Extra Alta Frecuencia

Tabla 11.1.

ASTRA 1A
Banda A 1L200 MHZ - 11.450 MHz

Figura 11.1. Campos eléctrico y magnético y propagación de

una onda.

las ondas electromagnéticas presentan una serie de

parámetros que las definen y que marcarán diferencias
importantes en el momento de propagarse por el Figura 11.2. Distribución de canales y polarización en el
medio. Estos parámetros caracteñsticos son: satélite Astra.

• Longitud de onda (>..) . Define el espacio que reco-
rre la onda en cada ciclo de la señal al propagarse.
Como se trata de una medida de longitud, se mide
en metros, y resulta fundamental para dimensionar
las antenas.
• Velocidad de propagación (e). Las ondas electro-
magnéticas se propagan a la velocidad de la luz, es
decir, a 300.000 kilómetros por segundo.
• Frecuencia (F). La cantidad de ciclos de la señal
que se completan en un segundo forma la frecuencia
de la onda. Este concepto está íntimamente relacio-
nado con los dos anteriores, según la expresión:
F(H ) = e (m{s)
z >. (m)
Observamos cómo los conceptos de frecuencia y longi-
tud de onda resultan inversamente proporcionales.
Estos parámetros tienen una especial importancia, pues
sirven para clasificar las ondas según el espectro elec-
tromagnético de frecuencias y longitudes de onda.
• Potencia (P). Cuanto mayores sean los campos en
un punto del medio de propagación, mayor será tam-
bién la potencia de la onda en ese punto. Este pará-
metro marcará, por lo tanto, la cantidad de energía
que transporta la señal. Al alejarse de la fuente que
la generó, la potencia disminuye de forma propor-
cional al cuadrado de la distancia. Se puede medir
en vatios (W) o, lo que es más frecuente, en unida-
des relativas, como el decibelio milivatio (dBm).
• Polarización. la disposición de los campos, a medida
que se propagan, establecerá la polarización de la
señal emitida. Para realizar una clasificación, se toma
como referencia el plano de propagación del campo
eléctrico. Podemos encontrar propagaciones en las
que los campos mantienen su posición durante todo
el trayecto, a las que llamaremos «polarizaciones
lineales». Por el contrario, existen también polariza-
ciones circulares, en las que los campos van girando a
 .. ..
.•:••• ~~4S
~,...- 11. AntenM' propllpCI6n ele ondas
11.2 Propagad6n

Tabla 11.2.
~
1
Lineal

Circular
lr.; Vertical
Horizontal
LevOgira (horaria)
~
Dextrógira (antihoraria)

medida que avanzan por el aire, por lo que, en función

del punto o del momento en que las midamos, obser-
varemos un ángulo diferente de polarización. Cada una
de estas clasificaciones se divide, a su vez, en dos,
surgiendo, por lo tanto, cuatro tipos de polarización.
En las transmisiones de televisión vía satélite. se utili-
zan habitualmente varias de estas polarizaciones, con
el fin de transmitir un elevado número de canales en un
estrecho margen de frecuencias. Así podemos encontrar
que las frecuencias de los diferentes canales están sola-
padas, y no se producen intermodulaciones entre ellos
al pertenecer a polarizaciones distintas.
En la Figura 11.2 aparece la distribución de canales del
satélite Astra, donde puede observarse este efecto.

Cuando se emiten las ondas electromagnéticas, interac-
cionan con las moléculas del aire, transfiriendo los
campos creados a través del espacio que le separa del
receptor. A medida que la onda se propaga, su energía
va decreciendo, debido al efecto de la absorción de la
señal propia del medio por el cual transcurre.
11.2 Propagación
sobre la superficie del mar, con una conductividad muy
alta, se podrán cubrir miles de kilómetros; mientras que
en ambientes urbanos, donde existen numerosos obs-
táculos verticales de diferente altura, las ondas sufri-
rán una rápida atenuación.

El modo en que se produce la propagación no es uni-

forme; depende fundamentalmente de la frecuencia.
Esto se debe a que la naturaleza y densidad del aire que
rodea la superficie terrestre no son constantes. Mientras
que las capas bajas suelen ser transparentes ante las
ondas, a partir de unos 50 kilómetros de altura, y hasta
unos 400 kilómetros, encontramos una capa atmosférica
con importantes efectos sobre la propagación: la ionos-
fera. Esta zona, cuya densidad crece con la altura. tiene
la particularidad de ion izarse ante las radiaciones sola-
res, por lo que, dependiendo de la frecuencia y el
momento del día, puede comportarse como un espejo,
reflejando las ondas, o permitir que éstas la atraviesen,
con un mayor o menor grado de refracción. A raíz de
este fenómeno, podemos encontrar diferentes modos
de propagación de las señales, cuyo conocimiento
resulta imprescindible para establecer una correcta
comunicación; a continuación veremos cuáles son.
Figura 11.3. Propagación por onda de superficie.
B. Propa~ación por reflexión
ionosferica
-------- ---------------
A medida que la frecuencia aumenta, la cobertura de la
onda de superficie va disminuyendo, por lo que si desea-
mos cubrir grandes distancias, deberemos elegir un sis-
tema diferente. Para las bandas MF y HF la ionosfera se
comporta como un espejo, reflejándose en capas más
altas cuanto mayor es la frecuencia. Por lo tanto, si se
dirige el frente de ondas hacia arriba, podremos calcu-
lar la zona en que la señal reflejada llegará a la Tierra
a partir del ángulo de emisión. Si utilizamos este sis-

A. Propagación por onda

____desueerli~c_ie~-------------
Cuando la frecuencia de la señal se encuentra en las
bandas más bajas, se puede utilizar la caracteñstica de
la superficie terrestre de difractar las ondas a medida
que se propagan, por lo que la señal será capaz de
seguir la curvatura de la Tierra. En este caso, se deberá
tener en cuenta la conductividad del suelo por el que
transcurrirá nuestra señal: si la transmisión se realiza Figura 11.4. Propagación por reflexión ionosférica.
 11. Antena' PfOINII8CI6n. oncllll
11.3
tema, deberemos tener en cuenta que durante la noche
la ionosfera disminuye notablemente su espesor. Así,
si transmitimos una señal de 5 MHz durante el día, la
señal electromagnética se reflejará a unos 50 kilóme-
tros de altura; mientras que durante la noche la misma
onda podña elevarse unos 200 kilómetros antes de ser
dirigida hacia la Tierra, por lo que la zona a cubrir será
ahora mucho más lejana. Si se desea cubrir tanto la
zona próxima al emisor como otra más lejana, se pue-
den utilizar conjuntamente las propagaciones por onda
de superficie (en la zona cercana) y por reflexión
ionosférica en la zona más distante.
C. Propagación por onda directa
Por encima de los 30 MHz la longitud de onda de las
señales es tan pequeña que puede atravesar incluso
las capas superiores de la ionosfera. Esto supone que
:>
~ l~!""ADIRECTA
EMISOR RECEPTOR
Figura 11.5. Propagación por onda directa.
11.3 Principios de antenas
Una vez que se ha proporcionado a la señal la estruc-
tura adecuada para poder recorrer la distancia que la
separa del receptor, se necesita un elemento que rea-
lice las funciones de interfaz entre el sistema emisor (o
el receptor) y el propio medio por el que se propagarán
las ondas: la antena, que puede considerarse como un
transductor de energía eléctrica en electromagnética,
o viceversa.
El principio fundamental de una antena se basa en la
asociación en paralelo de un condensador y una
bobina, conocido como circuito resonante paralelo o
circuito tanque. En esta asociación, la energía apli-
cada se almacena instantáneamente en el condensa-
dor, que crea un campo eléctrico entre sus armaduras.
Un momento después, el condensador se descargará a
través de la bobina, creándose en esta operación un
campo magnético en la autoinducción. Dichos campos,
Prl~ de antenas
........
•• •
para propagar señales de VHF y superiores deberemos
utilizar un enlace directo sin obstáculos, garantizando
el contacto visual entre el emisor y el receptor. Como las
señales de televisión se encuentran siempre dentro de
este grupo, la onda directa será el único método efec-
tivo en la propagación de dichas ondas. Si queremos
emitir alguna señal de forma que atraviese la ionosfera
(como en el caso de las comunicaciones via satélite)
habrá que elegir frecuencias de transmisión elevadas,
puesto que éstas presentarán una menor atenuación en
la ionosfera, así como una menor refracción (desviación
sobre la dirección inicial) al atravesarla. Para esta apli-
cación se suelen utilizar frecuencias de SHF y EHF, deno-
minadas habitualmente «frecuencias de microondas».
Ejemplo 1 •
Cuando se quieren cubrir tanto las zonas próximas al emisor como
otras más distantes, se recurre a varios de los sistemas de propaga-
ción de forma combinada. Así, para una señal de onda media se suele
utilizar la propagación por onda de superficie, que abarcará un radio
de algunos kilómetros en torno al punto de emisión.
Para las zonas más alejadas se hará uso de la reflexión ionosférica,
enviada en un amplio ángulo de emisión, para cubrir un área de
recepción extensa.
eléctrico y magnético, serán los elementos portadores
de la señal en el medio de propagación, por lo que
deberemos garantizar su máxima transferencia hacia el
exterior. Esta característica será la principal diferencia
entre un circuito tanque y una antena, pues mientras
que en un circuito tanque el campo eléctrico está ence-
rrado entre las armaduras del condensador, para poder
radiarlo tendremos que modificar su forma ñsica; algo
similar sucede con el campo magnético, que original-
mente se encuentra concentrado, en su mayoría, en las
proximidades del eje de la bobina.
En realidad, podríamos considerar que una antena es
como un circuito tanque al que se le han separado las
armaduras del condensador y se ha estirado el hilo de
la bobina. El resultado seña un hilo recto en cuyos
extremos se sitúan las placas del condensador. El
campo magnético será ahora coaxial respecto a este
.... .
···~··· ~.:.~-
.
~ ~

-
"l .
~~
~·~-
11. Antenas y propagacl6n ele ondas
11.4 Parámetros de una antena

Campo magnético en un punto concreto recibimos campo eléctrico verti-

H .. ---·-- -- ........ cal, el magnético ocupará el plano horizontal. Las
.·· -- .... ......... .....
direcciones de propagación serán aquellas en las que
~
. ..· .- ------------ ........
-... :/': \
existen los campos; es decir, la máxima propagación se
'-:~~~~- /">ot""'>r'X"'l. .,.-,. ,~,.~~~ producirá en la dirección perpendicular a la antena,
--~~...... decreciendo a medida que nos alejamos de ella, hasta
_.. :·.
..-..·· ..-. llegar así a un nulo en la dirección del eje de la antena.
... Circuito tanque
Aunque se ha modificado su forma, el sistema continúa
- E-
comportándose como un circuito resonante, por lo que
la cantidad de energía transferida dependerá de la fre-
Campo eléctrico cuencia, apareciendo una curva de respuesta tipica de
campana de Gauss y, en ella, una frecuencia de reso-
................. - ....................
E . nancia, sobre la cual se producirá la máxima radiación.
...
-
....................... ............. . .. ....... Esta frecuencia de resonancia depende directamente
,...... \ .-·.. ,:·'""·:·.... . de la longitud de la antena.
: •• •. Antena ' · • · H : •• ·, ••. :

~ ~J ) uu~. ~.) _) ;ji (~::. De entrada, no existen diferencias importantes entre

\.................
. __/· ___ ...........................
-.. . . . '-J.-··_.·.:
·-.
................ _ __ ...............
Figura 11.6. Campos eléctrico y magnético en un circuito
tanque y una antena.
hilo, mientras que las líneas de campo eléctrico unirán
los extremos de éste, lo que facilitará enormemente la
radiación hacia el exterior. Estos dos campos se propa-
garán de forma perpendicular entre sí, de modo que si
una antena emisora y una receptora, ya que el princi-
pio de transformación es reversible. Si a una varilla
....... ... metálica se le aplica un campo electromagnético, éste
inducirá creando una corriente eléctrica proporcional
a la intensidad de dicho campo. Las diferencias reales
se deben a que, para emitir señales, la antena debe
estar construida con materiales de suficiente grosor
para poder disipar la potencia que se le aplique. Asi-
mismo, en las antenas emisoras encontraremos habi-
tualmente materiales y procesos de fabricación más
cuidados, y también controles de calidad más estrictos.

11.4 Parámetros de una antena

Como cualquier otro componente electrónico, la antena
G (dB)
presenta una serie de parámetros característicos, que
definen su modo de trabajar. A partir de estos elemen- o
tos, podremos entender mejor su funcionamiento, así
como realizar una elección correcta según la aplicación ·3
V '\
requerida. A continuación expondremos los más impor-
tantes. ·6
1 ~
-9
1 \
A. Frecuencia de resonancia

Es aquella para la cual se anulan las componentes reac-

-12
1/ ba da
\
tivas de la antena, presentando únicamente una com- -15
/ ~
ponente resistiva. En estas condiciones, la transforma- Fe. F Fe, F(Hz)
ción de energía eléctrica en ondas electromagnéticas (o
viceversa) será máxima. Una misma antena puede pre- Figura 11.7. Frecuencia de resonancia y ancho de banda de
sentar varias resonancias, en diferentes frecuencias una antena.
 11. Antenas y propagación de ondas •• •
••••••••
11.4 Parárnetros de una antena

múltiplos de su longitud. Sin embargo, no en todas se

consiguen los mismos resultados, por lo que se utiliza-
rán aquellos múltiplos de la longitud de onda que nos
permitan una mejor radiación. De este modo, no se ~
10

6
...
emplean las antenas de longitud igual a la longitud de ~
la onda a radiar, mientras que es muy frecuente encon- a: 4

trar antenas que resuenan a la mitad de esta longitud

2
de onda. La frecuencia de resonancia de una antena
depende directamente del tamaño del elemento activo. o

*
A/2 A 3/2'1.. 2'1..
Longitud de antena

Ejemplo2

Muchas antenas incorporan extensores móviles ..

en los extremos de sus varillas. Estos elementos
permiten modificar la longitud efectiva de la
antena, posibilitando el ajuste de su frecuencia
de resonancia exactamente sobre el canal que se
desea emitir. Ah A 3/2A 2A
Longitud de antena

Figura 11.8. Variación de la resistencia y la reactancia con

la frecuencia.

potencia que se pierde por el calentamiento de los dis-

Se define así la oposición que realiza la antena a la
señal aplicada. La impedancia presenta valores mínimos
en las frecuencias de resonancia, correspondientes a los
múltiplos impares de la mitad de la longitud de onda de
la señal (A/2, 3A/2. etc.). Aestas frecuencias es un
valor puramente resistivo, apareciendo componentes
reactivas para otras frecuencias (Figura 11.8). Para los
múltiplos enteros de la longitud de onda también se
producen nulos de las reactancias inductiva y capaci-
tiva, pero la resistencia mantiene un valor muy elevado,
por lo que la radiación efectiva es menor. Como cual-
quier otra impedancia, se mide en ohmios.
Resistencias de radiación
de pérdidas _ _ _ _ _ __
Una antena resonante absorbe la potencia que le
entrega el emisor, convirtiendo una gran parte de ella
en ondas electromagnéticas. De esta capacidad de con-
vertir potencia eléctrica depende la resistencia de
radiación. Podemos considerar que, en la frecuencia
de resonancia, una antena estará formada eléctrica-
mente por dos resistencias: la de radiación, que apro-
vecha la mayor parte de la corriente aplicada, emitién-
dola; y la de pérdidas, que representa la cantidad de
tintos elementos de la antena.
[.,. Relación de Onda Estacionaria
(ROE)
La señal aplicada a una antena no es transferida en su
totalidad, sino que una parte será devuelta como señal
reflejada hacia el emisor. Esto se debe a que la antena
no presenta una impedancia exactamente igual a la del
equipo que entrega la señal, y provoca una inadapta-
ción que disminuye el rendimiento del sistema. El valor
de esta inadaptación debe ser muy bajo para poder
aprovechar al máximo la señal entregada. Se expresa
a través de un factor que puede variar entre la unidad
(cuando la totalidad de la señal fuese transferida, sin
pérdida alguna) y el infinito (cuando la señal radiada
fuese nula), reflejándose toda la potencia en el interior
del cable. Los valores típicos para este factor se encuen-
tran entre 1,05 y 1,3 unidades.
f Ancho de banda
Como en cualquier otro filtro, la antena no reacciona
únicamente a la frecuencia de resonancia. Las frecuen-
....·..
.~.~ ~~ ~~:..
~.,. 11 . Antenas y propagación de ondas
11.4 Parámetros de una antena

cías cercanas a ésta también serán transferidas, aunque
no con tanto aprovechamiento. Por esta razón se defi-
nirá el margen de frecuencias que se considera válido
en el funcionamiento de la antena, colocando el límite en
aquellas que se radian, al menos, con un 70 por 100
respecto del máximo. Expresado en modo logarítmico,
las frecuencias válidas serán aquellas cuyo nivel des-
cienda sobre el máximo menos de tres decibelios. Aun-
que las antenas simples presentan un ancho de banda
de tipo gaussiano, en forma de campana, a menudo nos
interesa obtener una curva de respuesta en frecuencia
con mayor planicidad, que transmita de un modo más
lineal las diferentes componentes de frecuencia de la
señal. Para conseguir este efecto se recurre a estructu-
ras complejas de antena con elementos adicionales, que
permiten aumentar considerablemente el ancho de
banda y la planicidad de su respuesta en frecuencia.
F. Directividad
-----------------
A menudo nos interesa que una antena no reaccione
por igual en todas las direcciones, por ejemplo, para
evitar interferencias de señales recibidas desde distin-
tas direcciones. Para ello recurrimos a la utilización de
antenas que, por su diseño, presentan una radiación no
uniforme. En este caso aparecen, normalmente, direc-
ciones en las que se favorece la radiación, a costa de
reducirla en el resto. Para representarlo se mide la can-
tidad de señal emitida (o recibida)
en diferentes ángulos verticales y
horizontales, trazando un diagrama
polar con los resultados en cada
plano, que denominamos «diagrama
de radiación».
nidireccional. Éste es el concepto de ganancia direc-
tiva. Se expresa por comparación respecto de una
antena isotrópica, e indica la cantidad de señal radiada
o recibida desde la dirección en la que se produce el
máximo rendimiento. La ganancia de una antena dis-
minuye a medida que nos alejamos de la frecuencia de
resonancia, así como si la medimos en ángulos diferen-
tes al de máxima radiación.
H. A ertura de haz
----------------
De modo similar al ancho de banda en frecuencia,
podemos establecer una anchura aceptable en el haz
radiado por una antena directiva. Para ello tomaremos
el lóbulo principal y, sobre su nivel máximo, restare-
mos tres decibelios. Así se obtendrá un margen de
ángulos en los que la ganancia de la antena será acep-
tada como válida, definiendo la apertura de haz de la
antena. Cuanto mayor es la directividad de la antena,
más pequeña es su apertura de haz.
l. Polarización
El plano que ocupa el elemento activo de la antena
definirá la disposición de los campos eléctrico y mag-
nético durante la propagación de las señales emitidas,
así como las señales que captará con mayor nivel en el
270°

G. Ganancia
Como la antena es un elemento
pasivo, no es posible que se pro-
duzca una señal radiada mayor de
la que se le aplica. Esto supone
que, en realidad, una antena nunca
puede tener ganancia absoluta. Sin
embargo, lo que sí podemos hacer
es modificar la antena para concen-
trar la potencia radiada en una sola
dirección, por lo que la señal emi- go•
tida en este eje será superior a la
que se radiaría con una antena om- Figura 11.9. Diagrama de radiación y apertura de haz de una antena.
 11. AldiMiy ............. or.cl•
11.5 Antenas para radio'/...._ lll6n . . . . . .
caso de la antena receptora. Por ello se establece el
concepto de polarización, que se define como el plano
que ocupa el campo eléctrico de la señal que genera.
Podremos encontrar antenas de polarización lineal (ver-
tical u horizontal) o circular (levógira o dextrógira).
Rendimiento
Como ya hemos visto, existen elementos que provocan
una disminución de la señal que idealmente podria
emitir o recibir una antena. ALos analizados, de natu-
raleza eléctrica, se deben sumar otros de tipo mecá-
nico, provocados frecuentemente por la construcción
ñsica de la antena. Por ello se establece el concepto de
11 .5 Antenas para radio y televisión terrestre
Como hemos visto, existen numerosas caracteristicas
de identificación de las antenas, lo que supone que
debe haber muchos modelos distintos de ellas. Esta
afirmación es cierta. si bien el diseño de sistemas nue-
vos aplica los conocimientos ya asentados en modelos
más simples. En realidad. existen numerosos modelos de
antenas diferentes, por lo que un estudio exhaustivo
excede de las pretensiones de este libro. Sin embargo,
resulta interesante conocer las más frecuentes en ins-
talaciones de radio y televisión.
A. Dipolo simple o de Hertz
La antena básica por excelencia la constituye el dipolo
de Hertz, bien utilizada directamente, o bien como
base de antenas de mayor complejidad. Se trata de
una antena resonante a A/2, por lo que su longitud
coincidirá con este valor. Para facilitar la alimenta-
ción, se divide en dos secciones iguales, aplicando la
señal en los extremos interiores de las varillas. En el
diagrama de radiación de esta antena se observa cómo
genera campos electromagnéticos en todas las direc-
ciones, excepto en la del eje que contiene la propia
antena; su dirección de máxima radiación es la per-
pendicular a este eje. Se puede emplear tanto en pola-
rización vertical como horizontal. y su impedancia
caracteristica es de 75 ohmios. Su respuesta en fre-
cuencia es gaussiana, y el ancho de banda depende de
la relación entre la longitud del dipolo y el diámetro
de la varilla utilizada, por lo que a mayor sección
•• •
••••••••
rendimiento, que define la eficacia de trabajo de la
antena respecto de la ideal. Su cuantificación se suele
efectuar en porcentaje, aunque también podemos
encontrarlo como coeficiente menor que la unidad.
K Carga al viento
Se trata de un parámetro puramente ñsico, que evalúa
la resistencia que presentará la antena al viento, una
vez montada sobre el mástil. Deberemos tener en
cuenta este parámetro, que se expresa en kilogramos,
para elegir el mástil adecuado para soportar la antena,
así como para determinar el orden de ubicación si se
trata de mástiles con varias antenas.
Figura 11.10. Dipolo simple y diagrama de radiación.
obtendremos también una anchura de banda más ele-
vada.
B. Dipolo plegado o doblado
Es una variante de la antena de media onda en la que
se unen los extremos exteriores del dipolo con una sec-
ción de varilla paralela a éste, resultando un dipolo de
A/2 con una sola varilla doblada y abierta en su zona
inferior. Sus características fundamentales se mantie-
nen, excepto el ancho de banda, que es más elevado,
y la impedancia, que se ve incrementada hasta 300
ohmios. Su empleo se justifica también porque para
frecuencias bajas el tamaño de la antena se hace
demasiado grande, y en estas condiciones el dipolo
simple o de Hertz presenta una gran fragilidad mecá-
 11. Antenas y propagación de ondas
11.5 Antenas para radio y televisión terrestre
.•-..... -· ...... ·--. . . -· . .. --
'A./2
-------------.------------ .•
(______,
--j]L
.----J)
Figura 11.11. Dipolo plegado.
nica. El dipolo doblado es mucho más robusto y
soporta mejor la fuerza del viento.
C Antena Marconi
Cuando se precisa una antena de pequeño tamaño,
se puede recurrir a la antena Marconi. En realidad, se
trata de una de las dos varillas de la antena de Hertz,
habiéndose sustituido la otra por un plano conductor
colocado perpendicularmente a ella, por lo que la
antena resuena a un cuarto de la longitud de onda. El
efecto de este plano conductor (que puede ser conti-
Figura 11.12. Antena Marconi.
1 ~j
Las antenas mayoritariamente utilizadas para la emisión y recepción
de televisión están basadas en el dipolo simple o en el dipolo
doblado, mientras que las empleadas en receptores de radio portáti-
les, transceptores;teléfonos móviles y las que se montan en vehícu-
los suelen ser antenas Marconi.
240
nuo, formado por varillas metálicas radiales, o el pro-
pio suelo) es el de un espejo para las ondas electro-
magnéticas. Las señales radiadas desde la antena hacia
la zona inferior se reflejan en el plano de tierra, reo-
rientándose por reflexión en la misma dirección que si
hubieran sido generadas por La sección del dipolo que
ha sido eliminada. De este modo se dispone de un
dipolo cuya mitad inferior es «virtual», y que repre-
senta una buena alternativa para generar o recibir
señales de polarización vertical. Sus características son
básicamente las mismas que las del dipolo simple.
D. Antena helicoidal
Mientras que las antenas anteriores se usan en polari-
zación lineal, cuando queremos generar polarizaciones
circulares podemos recurrir a antenas helicoidales. Su
nombre se debe a la estructura de hélice del elemento
activo de la antena, lo que provoca el giro de los cam-
pos electromagnéticos al atravesarlo. El diámetro de la
helicoide y la separación entre espiras depende direc-
tamente de la longitud de onda de la señal, y se utiliza
conjuntamente con un plano de tierra que hace las
veces de reflector. El resultado es una antena unidi-
reccional. Se han empleado a menudo en radioenlaces
de UHF, por la privacidad que representa este tipo de
polarización y su mayor inmunidad al ruido.
Figura 11.13. Antena helicoidal.
E. Antena logarítmico-periódica
Ejemplo 3
Cuando se necesita una antena con un gran ancho
de banda, se puede recurrir a una configuración como
ta antena logoperiódica. En realidad no es una única
antena, sino una asociación de dipolos de media onda de
tamaño y separación progresivamente creciente. La ali-
mentación de esta antena es tal que, partiendo de una
línea única, se distribuye en contrafase entre dos dipo-
los adyacentes. El resultado es una antena selectiva en
 11. Antenas y propagación de ondas •• •
••••••••
11.5 Antenas para radio y televisión te rrestre

la dirección del dipolo de menor tamaño y resonante a Dipolo so•

un gran margen de frecuencias, produciéndose dife- - i -- ¡::::::::=::=::=::::::n::=:~;::;:;:==:¡
rentes mínimos de impedancia con separaciones perió- t
' 1 -
•
·---· -- -·--·-
2 '
. . . . . . . . . . . . - - . . . . . - ... t •,'Q
'
..-····· ..
·-.··~:
dicas. ~:
'
'
. ,

. _j Reflector
: )J2 G = 3,5 dB
: - -------··---··--····-·········- ~ !

de radiación
"'
Q)

1
i:5

Dipolo
Figura 11.14. Antena logarítmico-periódica.
Reflector
Reflector 25"
35"
Antena Yagui 70"

la antena más utilizada en la recepción de televisión

es, seguramente, la antena de canal de ondas o antena
Yagui. Está formada por un dipolo, simple o plegado,
al cual se le añaden paralelamente una serie de varillas
metálicas que modifican su diagrama de radiación ori-
ginal. Estas varillas son elementos pasivos, es decir, no
están alimentados por la señal, y reaccionan única-
mente a partir de las ondas inducidas desde el dipolo.
El tamaño de estos elementos añadidos y la distancia
de separación respecto del dipolo, o del elemento que
le precede, determinan su funcionamiento. Así, se
emplea una varilla (o un plano formado por varias vari-
llas metálicas) de longitud ligeramente mayor que la
del dipolo y separación típica de A/4 respecto de éste,
que funcionará como reflector de ondas, por lo que se
producirá una reducción del lóbulo de radiación en la
dirección en la que se coloque, incrementando, ade-
más, la ganancia del lóbulo contrario. Si utilizamos una
varilla ligeramente más corta y la ubicamos a una dis-
tancia de >./8 del dipolo, conseguiremos un elemento
director, que alargará el diagrama de radiación,
haciéndolo más directivo y con mayor ganancia. Al
haber eliminado el campo en esa dirección, no es útil
emplear más de un reflector, pero se pueden montar
múltiples elementos directores, reduciéndose La aper-
tura de haz e incrementando la ganancia en esa direc-
ción cada vez en mayor medida. Las dimensiones
expresadas son uno de los múltiples modelos existen-
tes, y se pueden encontrar antenas con diferentes
medidas, separaciones e incluso formas en los elemen-
tos que las integran. Mientras que el dipolo es el único
G =6,5 dB G = 9.5 dB G = 11 dB
Figura 11.15. Antenas Yagui y sus diagramas de radiación.
elemento alimentado por la línea de transmisión, el
conjunto de reflector y directores se conectará a tierra,
a través de la barra que sirve de soporte del sistema.
Antenas de dipolos enfasados
Si colocamos dos dipolos próximos, uno al otro, y los
alimentamos con la misma señal, observaremos que las
antenas interactúan entre sí, modificando el diagrama
de radiación y ganancia de la antena originaL La forma
en que se modifican sus caracteñsticas depende de la
distancia de separación; habitualmente se emplean
estructuras que incrementan la directividad y, conjun-
tamente con la utilización de un reflector pasivo, con-
siguen aumentar de forma considerable la ganancia en
el lóbulo resultante, sin utilizar directores. Además, al
emplear varios dipolos, la potencia aplicada se reparte
entre ellos, por lo que resulta especialmente aconseja-
ble para sistemas de emisión. las antenas más fre-
cuentes se forman enfasando cuatro dipolos a través de
una línea de transmisión simétrica; así se obtienen
ganancias de unos 13 dB.

241
 11. Antenas y propegad6n ele ondas
11.6 Antenas para televisión vfa satélite
11.6 Antenas para televisión vía satélite
las transmisiones por satélite presentan característi-
cas diferentes de las convencionales, ya que la fre-
cuencia empleada es muy superior, lo que dificulta la
construcción de antenas clásicas por sus reducidas
dimensiones. Este hecho, unido a que la potencia que
llega a la superficie terrestre es de un nivel mucho más
bajo, hace necesaria la utilización de sistemas especí-
ficos que proporcionen una elevada ganancia y una
adecuada relación señaljruido a la salida, como los que
veremos a continuación.
A. Antena de bocina
Este tipo de antena se utiliza en frecuencias de la
banda SH F, donde la señal se aplica a través de una
guía de ondas. En realidad, se trata de un ensancha-
miento de esta gula, formando una especie de embudo,
que puede ser circular, cuadrado o rectangular. Sus
dimensiones ñsicas determinarán, en relación con la
longitud de onda de la señal procesada, los parámetros
de ganancia, directividad vertical y horizontal y aper-
tura de haz. Se puede encontrar sota o como elemento
alimentador de un sistema con reflector parabólico.
Figura 11.16. Antena de bocina.
B. Antena de foco rimario
Se basa en la propiedad óptica de la parábola de refle-
jar las señales procedentes de la dirección de su eje
hacia un punto fijo, que llamamos «foco de la pará-
bola». En este punto se ubicará el elemento alimenta-
dor de la antena, que por la banda de frecuencias en
las que se emplea será una guía de ondas, que se colo-
cará de forma enfrentada al reflector parabólico. En
realidad, el elemento activo de la antena, que generará
la señal a radiar, está dentro de la guía de ondas, e mi-
tiéndase a través de una antena de bocina u otro dis-
positivo iluminador. la misión de la parábola es refle-
jar y concentrar la señal emitida, que se radiará con un
ángulo de apertura de únicamente 1o o 2°. Natural-
mente, el principio de funcionamiento es reversible, y
se utiliza también en antenas receptoras. la antena
tendrá, por lo tanto, una respuesta unidireccional con
un único lóbulo, más estrecho cuanto mayor sea el diá-
metro de la antena. la ganancia de la antena se define
por la ecuación:
G. log _4 _·n_·_A_·11
h2
donde:
G: ganancia de la antena.
A: superficie del reflector parabólico.
11: rendimiento de la antena.
h: longitud de onda de la señal.
De la expresión anterior se desprende que la ganancia
aumenta con el diámetro del reflector (superficie) y
con la frecuencia de la señal (inversa a la longitud de
onda}. El rendimiento también es un parámetro impor-
tante, ya que para este tipo de antenas suele estar
Figura 11.17. Antena de foco primario.
 11. Antenas y propagación de ondas
11.6 Ante nas para te levisión vía satélite
entre 0,5 y 0,65; es decir, que las pérdidas del sistema
pueden Llegar a la mitad de la señal aplicada. Esto es
debido a que el sistema de alimentación presenta
zonas de sombra sobre el reflector, lo que disminuye el
área efectiva.
~ Antena Casseg,_r_a_in______
También llamada «de doble reflexión», supone una
variante sobre la antena de foco primario. Si supone-
mos una antena receptora, estará orientada en la
dirección de la emisión. Al incidir sobre un reflector
parabólico, las señales procedentes de la dirección del
eje de orientación son reflejadas hacia el foco de la
parábola. En este punto se ubicará ahora un segundo
reflector, de tamaño mucho menor que el primero y
que tendrá forma hiperbólica. Adiferencia de la pará-
bola, este segundo reflector direcciona las señales que
le llegan desde cualquier dirección hacia el foco de
esta hipérbola. El nuevo foco se hace coincidir con el
vértice de la parábola, y será allí donde se concentra-
rán las señales, recogiéndolas en una guía de ondas.
Este tipo se aplica en lugares en los que es necesaria
una antena de grandes dimensiones, donde la zona de
sombra del segundo reflector no suponga una pérdida
notable del rendimiento. En este caso, se pueden
obtener factores de eficacia en torno al 70 por 100,
debido básicamente a dos razones: los errores del
reflector parabólico tos corrige el segundo reflector, y
el sistema de alimentación se acorta y se ubica detrás
del reflector.
Figura 11.18. Antena Cossegroin.
•• •
••••••••
--
O. Antena offset
El principal problema de las antenas parabólicas ante-
riores es la zona de sombra de los elementos coloca-
dos en el campo de visión, lo que merma la cantidad
de señal útil de la antena. Esto queda resuelto si colo-
camos el sistema de alimentación fuera de la zona útil
del reflector, lo que se consigue con la antena de foco
desplazado o antena offset. Para entender su funcio-
namiento, tomemos una antena de foco primario de
gran tamaño y seleccionemos únicamente una zona
de la mitad superior del reflector. Para este trozo de
reflector, el alimentador no presenta sombras, al que-
dar por debajo de la zona de visión el punto focal de
la antena original. Esto supone que, al eliminar las
zonas de sombra, el rendimiento se sitúa en torno al
80 por 100, incluso para antenas de pequeño tamaño.
Por ello, la ganancia de la antena aumenta casi la
mitad si la comparamos con una antena de foco pri-
mario, lo que justifica su alto grado de implantación .
El único <<inconveniente» es que, a diferencia de las
Ejemplo4 •
la utilización de antenas Cassegrain está limitada, en la práctica, a
las grandes antenas de los radiotelescopios y a los sistemas de emi-
sión de las señales hacia el satélite. Para las instalaciones recepto-
ras son más adecuadas las configuraciones de foco primario y, sobre
todo, las de tipo offset, por presentar una elevada ganancia con un
tamaño reducido.
Figura 11.19. Antena offset.
 ..·
.·.~
•• •• ~~ ·..~~
-.Y""' ~~ 11 . Antenas y propagación de ondas
11.6 Antenas para televisión vía satélite
1-
antenas anteriores, la dirección en la que apunta ésta
no es tan evidente, pues se ha desplazado hacia arriba
respecto de su eje aparente. Esto supone que en las
operaciones de ajuste se deberá introducir una correc-
ción en la elevación de la antena (que proporciona el
fabricante) como consecuencia de tener el foco des-
plazado de su posición original.
E. Antena plana
En la recepción de satélites de alta potencia se pueden
utilizar antenas planas, que aplican el principio de
enfasamiento de dipolos que hemos visto en otros
modelos. Si trabajamos en frecuencias de unos 12 giga-
hercios, la longitud del dipolo necesario para recibir la
señal es de sólo 1,2 centimetros, por lo que podemos
colocar, en un espacio reducido, un gran número de
pequeños dipolos unidos por una red de alimentación.
Esta red se encargará de sumar las señales procedentes
de todas las pequeñas antenas con la misma fase, pre-
sentando una estructura de árbol. Sin embargo, dicha
estructura no puede crecer indefinidamente, pues llega
un momento en que la señal aportada por un dipolo
lejano del tronco principal de alimentación se pierde
en las propias líneas. Esta antena también puede
usarse para recibir señales de polarización circular: sólo
hay que usar parejas de pequeños dipolos, colocados
en ángulo recto, para captar la polarización vertical y
horizontal. En este caso, las líneas de alimentación
serán de longitud diferente para cada uno de los dipo-
los del par, compensándose así las diferencias de fase
de llegada de las diferentes polarizaciones y obte-
niendo una única señal en la salida.
Figura 11.20. Antena plana y detalle de su estructura.
F. Antena multisatélite
-------------------
Como norma general, excepto las antenas planas que
pueden tener un ángulo de apertura de hasta 20°, las
----------------------~
antenas para televisión vía satélite presentan un haz
muy estrecho. Esto supone que si queremos recibir las
señales procedentes de varios satélites, deberemos
utilizar una antena para cada uno de los satélites que
deseemos recibir, lo que supone un notable encareci-
miento de la instalación. Sin embargo, existe la posi-
bilidad de recoger, con una sola antena, las señales
procedentes de varios satélites, siempre que se encuen-
tren próximos entre sí. Esto se consigue utilizando un
soporte especial que, ubicado en el punto focal de la
parábola, permita montar varios dispositivos conver-
sores adyacentes. Así, según el fabricante del dispo-
sitivo multisatélite, se podrán montar hasta cuatro
conversores, y se recibirá la señal de otros tantos saté-
lites, siempre que se encuentren en un arco de unos
12°. En este caso se realiza el apuntamiento del
reflector parabólico hacia el satélite ubicado en el
centro del arco que se desea cubrir, hasta que se
recibe la señal a través del conversor central. Una vez
ajustada la parábola, se ajustará también el resto de
los conversores modificando su ángulo de incidencia
sobre la antena, hasta que se consiga recibir la señal
de todos ellos.
En realidad, el sistema se comporta como una antena
de foco primario para el conversor central, mientras
que para el resto de los conversores tendremos antenas
de foco desplazado. Por ello, el conversor situado en el
lado izquierdo del foco de la parábola recibirá la señal
procedente del satélite colocado a la derecha del arco
que deseamos cubrir. Al haber aumentado el número de
elementos en la zona frontal de la antena, la zona
de sombra que ofrecen también será mayor, por lo que
habrá que considerar un rendimiento menor de la
antena; en este caso es aconsejable emplear un reflec-
tor de mayor superficie que si se tratase de una antena
de conversor simple.
Figura 11.21. Sistema multisaté/ite. (Foto Televés.)
 11 . Antenas y propqad6n ele ondas
11.7 Apuntamiento de antenas
11.7 Apuntamiento de antenas
En los sistemas de antenas terrestres, para orientar las
antenas receptoras bastará con orientar la antena hacia
el lugar en el que se ubica el emisor, ajustando la posi-
ción hasta conseguir la mejor señal con el medidor de
campo. Esto es sencillo, porque estas antenas tienen
un haz cuya apertura suele estar entre 25° y 60°, y
reciben la señal, por lo tanto, en un amplio margen.
Sin embargo, en antenas con reflector parabólico,
donde La ganancia está mucho más concentrada, loca-
lizar el transpondedor de un satélite no resulta tan
sencillo, sobre todo en antenas de gran diámetro. Por
ello, se debe aplicar un método sistemático para el
apuntamiento correcto de las antenas parabólicas.
Figura 11.22. Acimut y elevación en una antena.
Una vez montada la antena sobre su base y anclada
ésta al suelo, deberemos estructurar el proceso de
ajuste, siguiendo las diferentes etapas que nos ayuden
a un rápido y eficaz método de puesta en marcha del
sistema. El proceso de ajuste de la antena empieza por
la polarización. Como hemos estudiado, las señales del
satélite pueden venir en diferentes tipos de polariza-
ción. En el caso de polarizaciones lineales, deberemos
instalar los conversores de acuerdo a las polaridades
que deseemos recibir. Además, si usamos un alimenta-
dor simple, observaremos la posición del elemento
activo, que deberá coincidir con la polarización que se
desea recibir. En este caso, para variar la polarización,
bastará con girar 90° el conjunto conversor-alimenta-
dor simple.
Acontinuación hay que ajustar la distancia focal de la
parábola. Esta distancia se define como la que separa
........
•• •
el vértice de la parábola y la entrada del alimentador,
y depende de la excentricidad y del diámetro de la
antena. Naturalmente, el fabricante informa de la dis-
tancia focal óptima para cada antena, que, en muchos
casos, está determinada por la longitud de los sopor-
tes de la unidad exterior.
El siguiente ajuste será el que localizará la señal pro-
cedente del satélite. Este método proporcionará un
ajuste sobre dos ejes: el horizontal, que llamamos aci-
mut, y el vertical, denominado elevación. Para conse-
guir estos datos nos basaremos en las coordenadas del
punto donde queremos emplazar la antena (longitud y
latitud, véase Anexo 1) y en el emplazamiento del saté-
lite dentro de la órbita geoestacionaria, es decir, su
posición orbitaL A partir de estos datos se establecerá
la diferencia entre la longitud de la antena receptora y
la posición orbital del satélite, según la fórmula:
O • Longitud receptor - Posicf6n orbital
satélite
Para establecer esta diferencia, se tomarán como valo-
res positivos aquellos que se encuentran hacia el este,
respecto del meridiano de Greenwich, mientras que los
situados en la dirección oeste se considerarán con
signo negativo. Si la diferencia obtenida es positiva,
supondrá que el satélite se encuentra más hacia el
oeste que la posición del receptor, por lo que el acimut
de la antena, que mediremos con una brújula, será
mayor de 180°. Si, por el contrario, la diferencia es
negativa, la coordenada horizontal será menor de
180°. La diferencia obtenida se llevará sobre el ábaco
que aparece en el Anexo II, donde también buscaremos
la columna correspondiente a la latitud, obteniendo asi
el valor de la elevación y el acimut en que deberá
apuntar la antena. Como ya se ha comentado, tomare-
mos el acimut positivo o negativo según el signo obte-
nido en la diferencia entre la longitud y la posición
orbital.
Una vez realizado el cálculo preliminar, situaremos la
antena de acuerdo con las coordenadas conseguidas en
las tablas, con ayuda de la brújula para el acimut y
del inclinómetro para la elevación. Para realizar esta
operación deberemos situar la brújula lejos de cual-
 .·.~.~ ~.:. ·~ :.
~ ...;,¡
•• •• 'ffo.,.. ~·
?~
11 . Antenas y propagación de ondas
11.7 Apuntamiento de antenas
j ___
j __

Queremos calcular las coordenadas de acimut y elevación que deberá

tener una antena situada en Madrid para recibir la señal del satélite
Astra. En primer Lugar, habrá que conocer la posición orbital del saté-
lite Astra (ubicado en 19,2° este) y las coordenadas de La estación
receptora. La ciudad de Madrid se encuentra a una latitud de 40,6°
norte, y a 3,5° de longitud oeste. Con estos datos estableceremos la
diferencia satélite-receptor, obteniendo el siguiente resultado:

D• Longitud receptor- Posición orbital satélite"' (-3,5) -

- (19,2) . -22,7°

Acontinuación, llevaremos los datos diferencia y latitud sobre el grá- Figma 11.23. Ajuste del acimut con una brújula.
fico del Anexo TI. A partir del punto de intersección de las coorde-
nadas, seguiremos el trazado hasta llegar al extremo derecho de la seguida con el inclinómetro es mucho mayor que
cuadrícula, obteniendo un valor de 33°. Como la diferencia era nega- la proporcionada por la brújula, por lo que el ángu-
tiva, debemos restar ese ángulo a 180°, para conseguir el valor del lo de elevación precisará menos retoques de ajuste
acimut (147°). Para conocer el dato de elevación seguiremos la grá- fino que el acimut. Si el conversor no tiene las ca-
fica desde el punto de unión de coordenadas hasta el extremo supe- ras paralelas al eje de la antena, se puede ajustar la
rior, correspondiéndole un valor de unos 38°. elevación con ayuda de una regla o un listón rígido,
que colocaremos verticalmente en el centro del re-
flector. Este listón será la base donde situaremos el
quier superficie metálica, y con ella localizar un punto inclinómetro, con la salvedad de que deberemos
de referencia lejano que nos permita establecer una añadirle 90° al valor original. ya que estamos mi-
línea recta entre la posición de la brújula y el obje- diendo el ángulo complementario a la situación an-
to de referencia (teniendo esta línea el ángulo ade- terior.
cuado); y colocaremos el eje de La
antena de forma que esté conte-
nido en dicha línea o paralelo a
ella. De cualquier modo, el apun-
tamiento del acimut se completa-
rá en el paso siguiente, debido a
que la precisión necesaria no puede
lograrse utilizando únicamente una
brújula.

Para el ajuste de la elevación, pro-

cederemos a colocar el inclinóme-
tro sobre la superficie del conver-
sor (de modo que quede paralelo
al eje de la antena), seleccionare-
mos el ángulo que deseamos obte-
ner y variaremos la elevación de La
antena hasta que la lectura del
aparato sea correcta. Esto se con-
sigue cuando las líneas fija y mó-
vil coinciden. En este momen-
to tendremos la antena apuntada
correctamente. la precisión con- Figura 11.24. Ubicación del inclinómetro.
 11 . Antenas y propagación de ondas
11.1 Apuntamiento de antenas
Aunque tos apuntamientos estén realizados correcta-
mente, lo normal es que aún no se pueda visualizar la
señal procedente del satélite, sobre todo si se trata de
antenas de gran diámetro.
Para completar el ajuste del sistema, deberemos utili-
zar elementos de medida más precisos, que nos permi-
tan obtener una reducida tolerancia en la posición de
la antena. Asi, se usará un medidor de campo de seña-
les de satélite, es decir, que sea capaz de trabajar con
frecuencias de hasta dos gigahercios aproximada-
mente, valor que corresponde a la primera frecuencia
intermedia que entregan los dispositivos conversores
ubicados en la antena. Todos los medidores de TV-SAT
tienen la posibilidad de alimentar este conversor, por
lo que bastará con conectar el medidor al conversor,
seleccionar la tensión de alimentación que enviaremos
por el cable, y el equipo estará listo para recibir señal.
Si el medidor no dispone de monitor, colocaremos uno
externo para comprobar la calidad de recepción obte-
nida.
En principio, procederemos a barrer la zona del espa-
cio próxima al apuntamiento indicado en las coorde-
nadas. Esta operación debe realizarse suavemente,
moviendo la antena horizontalmente de un lado a otro,
en torno al punto localizado de acimut y elevación, al
tiempo que observamos el monitor. En un momento
determinado, aparecerá en el monitor, de forma ins-
tantánea, la señal, volviendo a desaparecer si conti-
nuamos el movimiento. Entonces centraremos la antena
sobre la señal recibida y retocaremos secuencialmente
la elevación y el acimut en la dirección en la que se
consiga un mayor nivel de señal, hasta obtener el
máximo absoluto.
Cuando la parábola esté en la posición óptima, proce-
deremos al ajuste fino de todos los elementos móviles
de la antena (distancia focal, polarización, etc.), con-
siguiendo así la mejor calidad de recepción y el mayor
nivel de señal recibida.
la mayoría de los medidores de campo tienen la capa-
cidad de emitir un todo audible, cuya frecuencia es
proporcional a la cantidad de señal recibida. Este tono
será grave ante señales de bajo nivel, volviéndose más
agudo cuanto mayor sea la señal que llega al medidor,
por lo que se podrá ajustar sin necesidad de mirar con-
tinuamente a la pantalla. Es importante resaltar que en
el proceso de anclaje de la antena se debe observar
continuamente la medida de La señaL ya que la fijación
•• •
••••••••
puede causar desplazamientos de la antena que provo-
carían una disminución de la cantidad de señal reci-
bida.
Un caso especialmente interesante de apuntamiento de
antenas se produce cuando se desea recibir las señales
de todos los satélites visibles desde el emplazamiento de
la estación receptora. En el caso de una instalación
colectiva es necesaria, salvo las excepciones ya comen-
tadas, la utilización de una antena para cada uno de
los satélites a recibir, lo que encarece la instalación a
niveles diñcilmente asequibles. Sin embargo, en insta-
laciones individuales hay una solución de bajo coste,
al no existir la necesidad de tener la señal de todos los
satélites al mismo tiempo.
Figura 11.25. Antena con montaje polar. (Foto Televés.)
Para recibir los diferentes satélites ubicados en el arco
«visible» del cinturón de Clarke, la antena debe tener
un sistema de anclaje de tipo polar, es decir, sopor-
tado por una columna y con la posibilidad de incorpo-
rar el rotor. El movimiento que realiza la antena en su
recorrido es tal que se efectúa un correcto «barrido»
de tos satélites, modificando conjuntamente el aci-
mut, la elevación y la posición del alimentador para
una correcta recepción de la polarización correspon-
diente. Esto se consigue provocando el cabeceo de la
antena sobre un eje inclinado según un ángulo de
compensación. Aunque a este ángulo se le denomina
a veces declinación, no debe confundirse con la decli-
nación magnética terrestre, puesto que se trata de la
modificación del ángulo de elevación de la antena
 ....·.. ,.,
.~.~ ~..~ 11. Antenas y propagación de ondas
11.7 Apuntamiento de antenas

según cambia su acimut. Por esta razón también se lo
conoce como compensación del eje polar. Este
ajuste, presente únicamente en las antenas con rotor,
depende de la latitud en la que se emplaza la antena
receptora, situándose en unos 5,6° en las islas Cana-
rias, y entre 5,9° y 6,7° para las diferentes zonas de
la península Ibérica, como puede observarse en el
Anexo l.
Para efectuar el apuntamiento de este tipo de ante-
nas, se realiza primero el ajuste de la declinación .
Dicho ajuste supone una corrección del arco que des-
cribirá la antena en su recorrido, y su valor se obtiene
a partir del Anexo l. Tras este ajuste, se calcula el
apuntamiento para un satélite hipotético que requiera
un acimut de 180°, es decir, que la antena apunte
hacia el sur. En estas condiciones se producirá la
máxima elevación de todo el arco polar. A partir de
esta posición, moveremos el rotor de la antena en uno
de los dos sentidos (por ejemplo, hacia el este) hasta
localizar el satélite más cercano al punto de origen,
retocando el acimut yjo la elevación para optimizar la
recepción. La siguiente operación será mover el actua-
dor de La antena hacia el lado opuesto (el oeste en
este caso) para localizar el satélite más cercano en esa
dirección, y realizar una nueva optimización. Proce-
deremos, a continuación, a desplazar la antena de
nuevo hacia el este, primero, y al oeste después,
abriendo en cada operación la zona de barrido, y efec-
tuando ajustes cada vez más finos de acimut y eleva-
ción hasta conseguir la correcta recepción de todos
ellos.
Si al retocar la posición perdiéramos un satélite ajus-
tado previamente, será debido a que la antena, en su
recorrido, no sigue exactamente la curva correspon-
diente al arco polar, por lo que será necesario retocar
la declinación y empezar el proceso de nuevo.

r/ Ejercicios de aplicación

Nivel básico

1 Realiza el planteamiento razonado de todos los modos de
propagación posibles a corta, media y larga distancia para
una emisión de radio en la banda comercial de AM (535-
1.605 kHz).
:z Para una instalación de distribución de televisión, se
requiere recibir la señal procedente de dos centros emi-
sores A y 8, que distan entre sí 60° respecto de la posi-
ción del receptor. Hasta este punto, medido con un
dipolo simple, llegan señales de 600 MHz y 58 dBj.JV (emi-
sor A) y 500 MHz y 64 dBj.JV para el B. Describe al menos
dos soluciones para implementar el sistema requerido,
comentando las ventajas e inconvenientes de cada uno
de ellos.
Nivel avanzado
tes Astra (situado en 19° E), HotBird (13° E) y Eutelsat
(10° E). Ante esta situación se plantea:
a) ¿Cuál es el mínimo número de antenas que se puede
utilizar para recibir la señal de los tres satélites?
¿Por qué?
b) ¿Se puede utilizar un rotor de antena para seleccionar
el que se recibe en cada momento?
¿Por qué?
4 Calcula las coordenadas de acimut y elevación necesa-
rias para apuntar una antena situada en Barcelona hacia
el satélite Hispasat, cuya posición orbital es de 30°
oeste.

3 Se desea que un sistema receptor de televisión vía saté-

lite colectivo reciba los canales procedentes de los satéli-
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11. AnleMs r propapd6ncle ondas
Anexo IL Abato para el cálculo de acimut y elevación

Anexo 11. Ábaco para el cálculo de acimut y elevación

Elevación de la antena 38
75° 70° 65° 60° 55° 50° 45° 4QO35° 30° 25° 20° 15°
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Latitud del receptor 40.6°
 11. Antenas y propapd6n de ondas
Actividades pr4ctk:as
Actividades prácticas
1 IDENTIFICACIÓN YAPUNTAMIENTO DE ANTENAS
PARABÓLICAS
Objetivos
• Familiarizarse con los materiales, equipo y técnicas de
medida, ajuste y puesta en marcha de sistemas receptores
de señales de televisión vía satélite.
Material necesario
• Antena parabólica con soporte y sus accesorios.
• Conversor LNB.
• Brújula.
• Inclinómetro.
• Medidor de campo de TV-SAT.
• Cables, conectores y herramientas de montaje.
Proceso operativo
a) Ala vista de la antena, define su tipología, rendimiento
y ganancia aproximada según su tamaño, así como las
aplicaciones más comunes a que puede ser destinada.
b) Calcula las coordenadas de acimut y elevación para apun-
tar la antena desde la localidad en la que nos encontramos
hasta el satélite que deseamos recibir (por ejemplo, Astra).
e) Siguiendo el proceso descrito en el Apartado 11.7. de
esta Unidad, procede al apuntamiento de la antena. Sin-
toniza un canal del satélite localizado.
d) Con el medidor de campo conectado, observa la variación
que se produce en el nivel de señal recibido al realizar las
siguientes operaciones:
• Acercar y alejar el conversor (modificación de la dis-
tancia focal).
• Girar el conversor (modificación del plano de polari-
zación).
e} Selecciona el modo de visualización espectral en el medi-
dor de campo, con la expansión máxima para visualizar
•• •
••••••••
toda la banda. Relaciona la imagen de la pantalla con los
diferentes canales que envía el satélite, observando sus
frecuencias y niveles de amplitud.
f) En este modo de visualización espectral, gira el conver-
sor. Observa cómo disminuyen las señales iniciales al ale-
jarse de la polarización óptima, y cómo aparecen progre-
sivamente los canales de la polarización cruzada.
g} Selecciona un canal cuya frecuencia original sea cono-
cida. Sintonízalo con el medidor de campo y anota la fre-
cuencia en la que se recibe. Apartir de la frecuencia de
emisión y la de sintonización, razona el valor del oscila-
dor local de conversión dellNB.
2 DOCUMENTACIÓN TÉCNICA DE INSTALACIONES
Suponiendo que la antena apuntada en la actividad práctica
anterior forme parte de un proyecto dé sistema de televisión
vía satélite, elabora la documentación técnica que describa
el proceso de instalación, el ajuste y la puesta en servicio del
sistema captador. Esta documentación deberá incluir los
siguientes apartados:
• Planos de instalación (ubicación física, canalizaciones,
fases del montaje, etc.}.
• Esquema eléctrico del sistema.
• Relación de pruebas y ajustes de puesta en marcha y man-
tenimiento periódico.
• lista de materiales y presupuesto.
1 DOCUMENTACIÓN PARA EL CUENTE
Elabora la documentación para un hipotético cliente, que se
incorporaría a la del resto de la instalación, manteniendo un
formato uniforme. Esta documentación incluirá los siguien-
tes apartados:
• Presupuesto para el cliente.
• Instrucciones de funcionamiento.
• Instrucciones de conservación.