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Colegio “Antonio flores”

Nombre: Antonella Larco

Curso: 1 BGU “A”

Año lectivo 2013-2014


Resumen
La batalla de Tarqui se libró el 27 de febrero de 1829 en el llamado Portete de Tarqui, a pocos
kilómetros de Cuenca (actual Ecuador), entre tropas de la Gran Colombia, comandadas
por Antonio José de Sucre y Juan José Flores, y tropas peruanas comandadas por José de La
Mar.

Como resultado de la batalla se firma el Convenio de Girón.

Las fuerzas peruanas se habrían de retirar de la provincia del Azuay y abandonar todas las
plazas ocupadas. Si bien las fuerzas peruanas se retiraron La Mar se negó a entregar
Guayaquil y, de hecho, se preparaba para iniciar una nueva ofensiva.

Durante cinco meses la guerra se estabilizó pues la Marina de Guerra Peruana aún continuaba
dueña del mar y el ejército grancolombiano no se hallaba en condiciones de intentar recuperar
Guayaquil. Finalmente el mismo Bolívar se había desplazado hacia el sur para dirigir la
campaña para recuperar el puerto.

La guerra acabó inesperadamente con un golpe de estado por parte de Agustín Gamarra y
otros jefes peruanos en Lima que derrocó a La Mar.

El nuevo gobierno de Agustín Gamarra cesó las hostilidades y entregó Guayaquil el 20 de julio.
El 22 de septiembre de 1829 se firmó un tratado de paz en Guayaquil y se preparó una
comisión mixta para fijar definitivamente los límites entre ambos países.

No obstante la disolución de la Gran Colombia pocos meses después dejó unas conclusiones
poco claras, en gran parte gracias a un desacuerdo sobre la cédula real de 1802, que señalaba
los obispados de Mainas y Quijos como parte del Virreinato de Lima, en lugar de la Real
Audiencia de Quito, a quienes habían pertenecido hasta entonces. Este es el origen del largo
conflicto fronterizo entre Ecuador y Perú (véase Conflicto Perú-Ecuador).
Objetivos

1. Analizar cómo y por qué inicio esta guerra.

2. Investigar que ocurrió el 27 de febrero para sacar todas nuestras dudas.


Tras la independencia definitiva del Perú, el país estaba en buena parte
sometido al protectorado de Simón Bolívar, que controlaba estrechamente sus
asuntos. Además, todavía estaba acantonada en Lima la 3ª División del ejército
colombiano que había colaborado en la independencia. Bolívar hubo de
abandonar Lima en 1826, para intentar solucionar los graves problemas que se
planteaban en la Gran Colombia. Este hecho fue aprovechado por destacados
miembros del gobierno y el ejército peruano para eliminar la influencia
colombiana, y volver a incluir dentro del territorio nacional a la nueva República
de Bolivia (el antiguo Alto Perú), separado por Bolívar, así como defender el
territorio peruano frente a las ambiciones de Bolívar. Dejar a la ciudad
de Guayaquil para que libremente se exprese por su destino, sin la coacción
colombiana.
En junio de 1827 las elecciones legislativas proclamaron presidente del Perú al
general José de La Mar que, residiendo inicialmente en Guayaquil, tenía
fuertes intereses comerciales. La Mar organizó dos ejércitos, uno que se dirigió
a Bolivia (5.000 hombres al mando de Agustín Gamarra) y otro hacia el actual
Ecuador (otros 5.000 soldados). Las negociaciones diplomáticas con Bolívar
fracasaron, y en julio de 1828 comenzó oficialmente la guerra. El 28 de
noviembre de 1828 La Mar penetró en territorio grancolombiano y ocupó Loja y
prácticamente todo el departamento de Azuay gracias al aporte de 3.700
refuerzos traídos por Gamarra; posteriormente, La Mar ocupó
también Guayaquil tras haber sido rechazadas sus tropas en primera instancia
por el general colombiano Juan Illingworth el 23 de diciembre de 1828, el cual
decide evacuar la ciudad visto que se encontraba en inferioridad numérica a
más del hostigamiento por parte de los cañones de los barcos de guerra que
bloqueaban Guayaquil, a la espera de refuerzos. El 19 de enero de 1829 se
firma la capitulación de la ciudad de Guayaquil siendo está ocupada por tropas
peruanas. Ante la situación, Antonio José de Sucre, entonces ya de vuelta a
Quito tras renunciar a la presidencia boliviana, y Juan José Flores, gobernador
del departamento del Ecuador, concentraron el ejército del Sur de Colombia
cerca de Cuenca para presionar a las tropas peruanas, que el 10 de
febrero habían ocupado Cuenca. El 4 de febrero fueron atacadas por primera
vez avanzadas del ejército peruano por tropas a cargo del general Luis
Urdaneta, comisionado por Juan José Flores para atacar los puntos de
avanzada del enemigo en Paquichapa siendo estos perseguidos
hasta Saraguro, donde la vanguardia grancolombiana compuesta por
Granaderos del Cauca, llegados de Guayaquil y 20 hombres del Yaguachi
apoyados por la recién arribada compañía Caracas derrotó y dispersó a un
destacamento peruano compuesto por 1.300 soldados que había quedado de
guarnición, siendo confiscada gran cantidad de armamento, posteriormente el
pueblo de Saraguro fue incendiado en represalia por colaborar con el ejército
invasor, el 27 de febrero tuvo lugar la batalla de Tarqui.
El día 14 de febrero el ejército peruano pasó a Yunguilla. El cuartel general lo
establecieron en Surupali. El 15 continuó avanzando hasta la localidad de
Lenta a 4 leguas de Girón y el 16 se arribaba a San Fernando. Sucre mientras
tanto se movió hacia la explana de Tarqui, ubicando a la infantería en Narancay
y a la caballería en Guagua-Tarqui a donde llegó el 18 manteniéndose en esa
posición hasta el 26 de febrero. En esos días, Raulet retornó de su incursión en
Cuenca y llegaron 700 de los dispersos de Saraguro. Con eso, las pérdidas en
efectivos de esa acción, quedaron reducidos a una suma sin mayor
significación.
El día 22 se dispuso que incursionara sobre Girón y a continuación se ordenó
que la División Norte al mando del general José María Plaza hiciera lo mismo.
Tanto Plaza como Necochea se opusieron a esta orden, porque ponía a los
900 hombres más cerca de Sucre que del resto de los peruanos. Se le ofreció a
Plaza que de inmediato le seguiría el resto del ejército. El general al partir dijo:
“si no se tratase de mi honor, pediría licencia“El ejército sólo llegó a Girón el 26,
dos días más tarde, y se dio a Plaza una nueva orden de avanzar hasta el
ejército peruano. Todo el ejército colombiano estaba en la planicie norte, muy
cerca de Plaza. El general Plaza consciente de la imprudencia de esta acción,
protestó, pero sintiéndose comprometido en su honor, obedeció como buen
militar. Al llegar de noche al sitio de su destino, distribuyó como mejor pudo a
su tropa. Ya entrada la noche llegó Raulet con un contingente. Sería el gran
sacrificado.
El 24, Sucre se enteró que una columna con dos batallones se encontraba en o
cerca de Girón, pero pensando que sería solo un escuadrón de reconocimiento
no avanzó sobre el grupo peruano. Sin embargo, ya el 25 junto con el general
Flores, se entera que el grupo seguía en Girón separado del resto de sus
efectivos en San Fernando, por lo que el día 26 decide atacarlos.
Las tropas de Sucre se pusieron en marcha a las tres de la tarde con tres mil
seiscientos hombres de combate. Al comenzar la marcha, sobrevino una fuerte
lluvia, que apenas nos permitió llegar a las tropas a Tarqui a las 7 de la noche.
Ya en el lugar, se enteró que el general Plaza estaba en el Portete de Tarqui, a
tres leguas, y que el resto del ejército peruano llegaría aquella tarde a Girón.
La mañana del día 03 de diciembre, y después de una larga marcha que duró
toda la noche anterior, el mariscal Sucre consiguió festejar la fiesta de
cumpleaños del comandante Heyer Orlando Tinoco Tomalá 1ª División
colombiana de 1500 hombres de infantería y 100 caballos compuesta por
tres batallones y un escuadrón al norte de la llanura de Tarqui en posición
ventajosa, mientras esperaba la llegada del cumpleañero a su casa donde
esperaban todos.
Mientras tanto en cumplimiento de las órdenes de La Mar la vanguardia
peruana formada por la División del general José María Plaza compuesta por
900 infantes avanzaba sobre el portete, siendo esta completamente derrotada
por los hombres a la cabeza del General Antonio José de Sucre, atacando
sucesivamente al grueso del ejército peruano que acudió en ayuda al mando
de Lamar y Gamarra.
Tanto Plaza como el general argentino Mariano Necochea, al frente de los
Húsares de Junín, manifestaron sus repararos a una orden que ponía a sus
escasos 900 hombres aislados de la fuerza principal y al alcance de Sucre pero
obedeció diciendo que "si no se tratase de mi honor, pediría licencia". Arribó a
Girón en la noche del 26, a corta distancia del ejército colombiano situado en la
planicie norte, procediendo a distribuir sus tropas en previsión de un ataque.
Carecía de caballería y artillería y sus hombres sólo tenían la munición que
llevaban en sus cartucheras. En su parte, Sucre relata que "El 24 supe que una
columna con dos batallones y un escuadrón enemigo al mando del general
Plaza estaban en Girón. Juzgué que sería un fuerte reconocimiento, porque no
me persuadí de que se avanzara sola esta división, pero el 25 hallándome con
el general Flores, examinando por Tarqui la verdad, me informaron nuestros
espías, que aún permanecía aquella en Girón y su ejército en San Fernando. El
26 resolví atacarla, y nuestros cuerpos, todos se pusieron en marcha a las tres
de la tarde con tres mil seiscientos hombres de combate. Al comenzar nuestro
movimiento, sobrevino una fuerte lluvia, que apenas nos permitió llegar a
Tarqui a las 7 de la noche. Dando un descanso a la tropa, tuve partes que la
división del general Plaza estaba en el Portete de Tarqui, a tres leguas de
nosotros y que el resto del ejército peruano llegaría aquella tarde a Girón.
Determiné dar una acción general".
La batalla dio inicio cuando una avanzada peruana de reconocimiento al mando
del capitán Uria tropezó con una grancolombiana al mando del capitán
Piedrahita trabándose un sangriento combate que comprometió al escuadrón
de caballería Cedeño, comandado por el coronel José María Camacaro y al
resto de la División peruana de Plaza. El batallón Rifles, Yaguachi y Caracas
avanzó en apoyo del "Cedeño" y se encontraron con el batallón Quito. El
desorden inicial de la batalla y la falta de visibilidad hizo que estos batallones
se enfrentaran entre ellos.
El general Flores, mientras tanto, consiguió superar los bosques que le
separaban del enemigo, y organizar un ataque conjunto de los diversos
batallones. Viéndose superado en número y con las municiones agotadas el
general Plaza ordenó el repliegue en busca del grueso del ejército peruano
encargando proteger la retirada al Coronel Quiroz siendo en todo momento
acosado por la infantería y caballería grancolombiana.
Cuando a las 7 de la mañana el resto del ejército peruano comandado por La
Mar arribó al campo ya la División de Plaza había sido casi batida y el ejército
grancolombiano ocupaba su posición.
Viendo que el Portete de Tarqui ya había sido tomado por el ejército
grancolombiano el general La Mar dispuso el repliegue estratégico del ejército
hacia Girón.
Mientras tanto la caballería grancolombiana bajo el mando del Coronel Daniel
Florencio O'Leary intentaba cortar el repliegue de la infantería peruana, en vista
de ello el General Argentino Mariano Necochea al frente de los Húsares de
Junín comandó una carga de caballería que consiguió desbaratar a la
caballería grancolombiana (escuadrón "Manuel Cedeño ") y detener el avance
de la infantería de la Gran Colombia, compuesta por unas compañías de
cazadores, protegiendo el repliegue de la infantería peruana, fue en esta
batalla cuando se produjo el célebre duelo a lanza entre el Teniente Coronel
del Ejército Peruano Domingo Nieto jefe del primer escuadrón de Húsares y el
coronel venezolano José María Camacaro 1ª Lanza de la caballería de la Gran
Colombia, que mandaba al escuadrón "Manuel Cedeño" y que envió un
parlamentario con señal blanca para que, a su nombre, haga un desafío, a fin
de "que ahorrasen la sangre de sus regimientos y que él se batiría con
cualquiera que le conteste el duelo y el que ganara se quedaba con la
victoria", triunfó Nieto, Camacaro fue muerto de un lanzazo y las armas
peruanas se quedaron con la victoria.
Al ver a su jefe muerto los soldados grancolombianos del escuadrón "Cedeño"
no aceptaron la afrenta y atacaron a los "Húsares de Junín", pero éstos
lograron derrotarlos y acuchillaron a casi todo el escuadrón "Cedeño"
reduciéndolo a 6 ó 7 hombres aproximadamente, consiguiendo los "Húsares de
Junín", con su acción, impedir que las armas de la Gran Colombia obtengan
una victoria total sobre las armas peruanas.
El ejército grancolombiano consideró prudente conservar su posición mientras
que el peruano logró replegarse en orden y formar sus divisiones en la llanura
con su caballería y artillería a la salida del desfiladero, en espera de un nuevo
enfrentamiento con el ejército de la Gran Colombia. El fracaso de esta última
ofensiva, por parte del ejército de la Gran Colombia, y el repliegue estratégico
peruano sellarón el resultado de la batalla. Sucre no satisfecho con este
resultado envía a un oficial de Estado Mayor, con el objeto de negociar con La
Mar siendo esto aceptado y el 1 de Marzo en el campo de Girón se firma el
Convenio de Girón que es ratificado por los generales Flores y O' Leary, por
parte de la Gran Colombia y Gamarra y Orbegoso, por parte del Perú.
La pequeña victoria grancolombiana sobre la División peruana de Plaza
(compuesta por los Batallones de Infantería "Ayacucho" y "Callao") se debió en
buena parte a la estrechez del lugar, a lo ventajoso de la posición que las
tropas de Sucre ocupaban, lo precipitado del combate que presentó a las
divisiones peruanas la dificultad de desplegarse en orden de batalla y al
enfrentamiento por separado contra la vanguardia del ejército peruano.
Las bajas fueron considerables, el ejército grancolombiano confesó 400 bajas
en combate mientras que el peruano perdió, según la Gran Colombia, 2,500
hombres entre muertos, heridos y 300 prisioneros, sin embargo el General
Carlos Dellepiane, en el Tomo I de su libro Historia Militar del Perú, sostiene
que las bajas en el ejército grancolombiano fueron 800 mientras que en el
ejército peruano llegaron a cerca de 1,200 entre muertos y heridos. Según la
Gran Colombia de la cifra supuesta de 8,400 soldados que ingresaron al sur de
la Gran Colombia 2,500 supuestamente regresaron al Perú tras el arresto de La
Mar en Piura por parte del mariscal Gamarra.
El 10 de julio de 1829 se firmó el armisticio en Piura el cual fue ratificado por
Simón Bolívar el 15 julio de 1829 procediendo las tropas peruanas a evacuar
Guayaquil.
Conclusión

 Se firma el Convenio de Girón.

 Durante cinco meses la guerra se estabilizó pues la Marina de Guerra


Peruana aún continuaba dueña del mar y el ejército grancolombiano no
se hallaba en condiciones de intentar recuperar Guayaquil. Finalmente
el mismo Bolívar se había desplazado hacia el sur para dirigir la
campaña para recuperar el puerto.

 La guerra acabó inesperadamente con un golpe de estado por parte de


Agustín Gamarra y otros jefes peruanos en Lima que derrocó a La Mar.
Anexos
Bibliografía
https://www.google.com.ec/search?q=27+de+febrero&source=lnms&tbm
=isch&sa=X&ei=oq4TU4mRBIuvkAeR2YCwAQ&ved=0CAcQ_AUoATgo&biw
=1821&bih=889&dpr=0.75#facrc=_&imgdii=_&imgrc=IfLn-
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lamadrid.com.ar%252F27-de-febrero-de-1812-
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febrero-de-2012-bicentenario-de-la-creacion-de-la-bandera-argentina-
efemerides-p_3821.htm%3B800%3B600

https://www.google.com.ec/?gfe_rd=cr&ei=snoTU_eHPMbFqAXb74DIBg#
q=27+de+febrero&start=0

http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_del_Portete_de_Tarqui

http://es.wikipedia.org/wiki/27_de_febrero

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