Miriam, esclava liberada, profetisa y cantora: Ex 15,20-21
“Cantaré al Señor, que se ha cubierto de gloria; él hundió en el mar los caballos y los carros. El Señor es mi fuerza y mi protección, él me salvó. El es mi Dios y lo glorifico es el Dios de mi padre y yo proclamo su grandeza.”
Deborah, profetisa y jueza: Jue 4 – 5
“¡Escuchen reyes! ¡Presten oídos príncipes! Yo voy a cantar, voy a cantar al Señor, celebraré al Señor, el Dios de Israel.”
Judith, una viuda arriesgada: Jdt 15,11 – 16,17
“¡Entonen un canto a mi Dios con tamboriles, canten al Señor con címbalos; Compongan en su honor un salmo de alabanza, glorifiquen e invoquen su Nombre! Porque el Señor es un Dios que pone fin a las guerras él estableció su campamento en medio de su pueblo y me guardó de mis perseguidores”.