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Economía para no Iniciados

Un Modelo Sencillo
Alfonso Rosa García
Vamos a entender de una forma muy básica como
funcionan los modelos económicos.
Vamos a plantearnos un modelo extremadamente
simple. Vamos a plantearnos que harán las personas
ante la posibilidad de regalar parte de lo que tienen a
otro individuo.

Vamos a ir haciendo supuestos, simplificaciones de


la realidad, para intentar entender qué va a pasar.
Vamos a hacer un primer supuesto: a las personas
les gusta tener dinero, más dinero mejor que menos.

Además, vamos a suponer que las personas


piensan en sí mismas.

Y finalmente que son racionales, es decir, capaz de


tomar esas decisiones que más les convienen.
Ahora supongamos que le damos a un individuo la
posibilidad de llevarse 10 euros. Y que le decimos a
ese individuo que puede llevárselos o darle parte de
esos 10 euros a un desconocido.
En estas circunstancias, según nuestros supuestos, un
individuo que le guste tener su propio dinero y que
razone adecuadamente, se quedará con sus 10 euros.

Y finalmente que son racionales, es decir, capaz de


tomar esas decisiones que más les convienen.
Hemos hecho un modelo económico: nos hemos
planteado una situación real, y partiendo de unos
supuestos, hemos llegado a unas conclusiones.
Nuestro modelo explica qué esperamos que vaya a
ocurrir dadas las circunstancias que planteamos, y
por qué esto ocurre.
En nuestro caso, esperamos que los individuos se
queden con ese dinero. La razón es clara, un
individuo querrá tener, si tiene la oportunidad,
cuanto más mejor.
La situación que hemos planteado tiene una
larga tradición en economía. Se conoce como
“el juego del dictador”, ya que un individuo
está decidiendo sobre el reparto de una
cantidad de bienes (en este caso dinero)
sobre si mismo y otros.)
Esta situación y este modelo que hemos visto ha
sido “puesto a prueba”, es decir, “testado”, en
numerosas ocasiones, por ejemplo con
“experimentos”.

La economía experimental reproduce los modelos


económicos, proponiéndoles a los individuos
situaciones iguales a las de los modelos, para ver
si estos reaccionan conforme a lo que el modelo
predice.
¿Qué ocurre cuando a los individuos se les
plantean situaciones como la anteriormente
descrita? Pues que con muy poca frecuencia
los individuos se quedan con todo el dinero.
Por ejemplo, planteamos una situación similar a un
grupo de usuarios de internet. Participaban en un
sorteo, de tal forma que el ganador se llevaría un
premio. De dicho premio, podían regalar 10 euros a
otro participante, desconocido, de forma que si le
tocaba al desconocida su premio se vería
incrementado en el regalo, y el dinero que no se
regalara pues sería parte del premio del participante.
Lo que ocurrió fue que con 4 grupos de personas
distintas, la media de lo que entregaban para el
premio del desconocido era de unos 5 euros.

¿Qué ocurre entonces? Hemos planteado un


modelo. Hemos hecho un experimento para
“testarlo”. Y comprobamos que nuestra
predicción es errónea.
Lo que toca hacer entonces es replantear el modelo,
buscar otro que se ajuste más a la realidad, y volver
a “testarlo” para comprobar si es cierto.

¿Qué otras explicaciones hay? ¿Qué otros


modelos pueden entonces explicar lo que
observamos?
Hay múltiples modelos alternativos que explican
lo que ocurre en esas situaciones. En general, lo
que hacen es replantearse el supuesto de que al
individuo sólo le importa su propio bienestar.

Esos modelos alternativos plantean que a los


individuos les importa también el bienestar de los otros
(y quieren que los otros se lleven parte del premio),
que no les gustan las desigualdades (y no les parece
bien que ellos tengan parte del premio y otros no…)
Otras explicaciones en cambio pueden ir hacia
nuestro supuesto de “racionalidad”: puede ser que
los individuos no hayan comprendido la situación que
les planteamos, o que pusieran cualquier respuesta
sin pensar nada más…
En cualquier caso, todas esas explicaciones de cómo
se comportan las personas implican ciertas
consecuencias en otras circunstancias, que se pueden
reproducir de nuevo en un experimento para
comprobar cuál de esas teorías es la válida.
Así es cómo avanza la economía, la ciencia que
estudia la asignación de recursos escasos entre fines
alternativos.

Se plantean modelos que expliquen la realidad, se


comprueban si son ciertos o no ya sea mediante
experimentos o mediante el análisis del mundo
real, y las teorías se aceptan o se descartan.
Entonces, ¿debemos desechar los modelos en
los que los individuos son homo economicus, ya
que comprobamos que esto no es cierto?

No: con la evidencia conocemos que esos


supuestos no son ciertos en general. Esto nos
revela un hecho que debemos tener en cuenta, y
que nos deben hacer ser cautos ante nuestras
conclusiones respecto de nuestros modelos.
Pero plantear el “homo economicus” tiene una ventaja,
que es que nos permite analizar los modelos con
facilidad. Los modelos que parten de esa base,
entonces, nos explicarán qué esperaríamos de
individuos que se comporten según esas reglas.
De hecho, el modelo que más vamos a seguir para
analizar la economía va a seguir partiendo del homo
economicus. La sencillez de análisis que nos permite
hace muy fácil comprender lo que esperamos que
ocurra al final, y entender cómo funciona la economía.
Pero tendremos que tener muy presente que
nuestros modelos son eso, modelos. Y que sus
conclusiones estarán limitadas por la veracidad
de todos esos supuestos que sólo son
parcialmente ciertos.
¡Gracias!

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