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La Fuerza de Voluntad...

Algunos das,
con nuestro estmago de hierro
ya bien oxidado,
con la boca pastosa,
con el pelo electrificado,
el mero hecho de levantarnos por la maana
exige una fuerza de voluntad
que la gente no bebedora raramente podra imaginar.
Y una vez que logras levantar la cabeza,
la capacidad para seguir el resto del da
aguantndola en su sitio,
es una prueba patente de una tremenda
fuerza de voluntad.
Es cierto, los verdaderos bebedores
tienen una verdadera fuerza de voluntad.
Aprendimos a aprovechar esta fuerza de voluntad
en bien de nuestra salud,
para imponernos la disciplina de explorar
detalladamente y a fondo ideas referentes a la recuperacin
aun cuando nos pareca aburrido e ingrato hacerlo.

Viviendo Sobrio, pags. 84-85

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