Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Capítulo X
Después del ataque del dragón hacia la casa de Satachia, el pequeño niño salió
corriendo en busca de su familia, pero encontró algo mas, un acumulo de
cadáveres, cada uno de estos siendo el ser más querido de Satachia. El niño ante tal
amor hacia su familia, no le importo que su familia estuviera muerta, se arrojo a
ellos con sus brazos abiertos, y con la más grande fuerza de amor que alguien haya
visto, el pequeño no se aferraba a la idea de no poder estar más con su preciada
familia. En medio de esta trágica escena, el pequeño Satachia noto algo, que su
familia murió abrazando un extraño objeto, Satachia observo esto e intento sacarlo,
era su muñeco de trapo, su pequeña marioneta. Al momento de coger su muñeco
en sus brazos, se escucha nuevamente un terrible estruendo acercándose a la casa,
el dragón se percato de que aun permanecía alguien con vida. Volando
rápidamente hasta el niño se topó frente a él, pero había algo extraño, la mirada de
bondad, de ternura, de amor, había desaparecido de los ojos de Satachia, en esta
ocasión eran unos ojos, vidriosos y llenos completamente de ira. ¿Cómo un niño
tan bueno, podía tener toda esa ira?, pues es fácil, estaba ante el asesino de su
familia. En un abrir y cerrar de ojos el temible dragón intento tragarse al niño, sin
embargo, el niño tomando fuertemente con sus brazos a su pequeña marioneta,
lanza un gran grito de odio hacia el dragón, formándose a partir de este muñeco
una gran cantidad de magia de agua, y rápidamente convirtiéndose en un gran
ciclón de agua, atacando directamente al dragón e inundando todo a su paso.
El pequeño Satachia aun dolido por la gran perdida, se abrió camino por el gran
deslave de agua que provoco y seguido de esto una gran precipitación de lluvia
helada, mientras hacía esto, el niño perdido completamente en su mente solo
recitaba en voz baja, -Demonio alado, Marioneta, Ojos plateados- y repetía esto una
y otra vez hasta llegar a las cercanías del pueblo vecino, el pueblo de Sorenjen,
donde aquí cayo por el cansancio tanto físico como emocional, es en esos momento
donde ve una extraña figura humana de ojos plateados acercándose y diciendo:
………………………………………………………………………………
-Satachia, dime por favor como detener a esta cosa-, expresando fuertemente Alas
del Cielo, en esos momentos Kynior, empezó a brillar, del color del mismo sol, todo
su cuerpo brillaba, como si parte de su interior se estuviera fundiendo, Ein y
Zetphilon, al igual que los otros dos magos, se quedaron pensando en la solución
para detenerlo, pero lamentablemente ya no podían hacer mas, sus cuerpos
estaban totalmente inmóviles por la batalla con Kynior, Ein aun podía mantenerse
de pie pero no podría seguir así por más tiempo. -Ves eso Alas del Cielo?-
dirigiéndose Satachia hacia Sereb,-Si, lo veo, que es lo que sucede?-, -El ataque que
recibió Kynior por parte tuya lo dejo seriamente lastimado, ahora el piensa
destruirse junto con todo lo que está aquí, ese brillo que semeja al sol, es por una
razón, los poderes de los 9 dragones son el equivalente al mismo sol, así que ya no
hay nada que hacer Alas del Cielo, nadie puede destruir un sol, esta vez, nadie
gano-, Sereb tratando de que lo que decía Satachia no fuera cierto recordó en ese
instante algo que ya le había sucedido, el sacrificio de sus amigos, al recordar esto,
Sereb cambio bruscamente de actitud, ahora era una actitud sin miedo, más
decidida a hacer lo que fuera para impedir la explosión de Kynior, a pesar de todas
las heridas de Sereb, volvió a colocar su mano en la tierra , y empezó a recolectar la
poca maga que le restaba a lo poco que quedaba del bosque Fantasía, al hacer esto,
Sereb vio a Satachia y le dijo –Claro que no Satachia- y Satachia viéndola con duda,
a lo que refuto nuevamente Sereb –Hace no mucho vi alguien destruyendo a un
dragón, crearon el cosmos en este reino y lo derrotaron, ellos pudieron explotar
una estrella-, -Explosión de estrellas?- diciéndose a si mismo Satachia, -Y ellos
sacrificaron su vida para eso, así que si podemos detenerlo-, y Satachia respondió,
-pero que te hace pensar que tu podrás lograr esa explosión de estrellas, eres igual a
todos los magos, eres tan..-. –común?- diciendo Sereb, en ese momento al escuchar
eso de la boca de Sereb Satachia recordó la ultima platica que tuvo hace 10 años, el
día que todo sucedió.
-Nada es común, cada cosa se hizo para algo, pero digamos que a veces ya hicieron
lo que deberían de hacer, no sería bueno desecharlo, tal vez solo imagina que si tal
vez, tuviéramos la oportunidad de encontrar la forma de ser diferentes podríamos
serlo-
El dragón solo lo vio y le respondió, -así que lo sabías, sabias que yo mate a tu
familia, pero sabes porque permaneciste conmigo?, porque me temías, fue por eso
que creaste ese traje, para no ver la realidad, estúpida marioneta incrédula-, ante
tal furia Satachia descoció su parte que cubría su corazón y saco su pequeño
muñeco, el muñeco que conservaba desde que su madre se lo dio, al hacer esto lo
apretó sumamente fuerte con su mano izquierda, y en un instante este comenzó a
brillar, el poder de Satachia estaba aumentando, el cielo era nublado por grandes
nubes que traían consigo un gran diluvio, la magia de Satachia comenzó a volverse
agua, en ese instante, la precipitación comenzó.
-Es hora de morir marioneta, ambos iremos al mismo lugar, así que no veras a tu
tonta familia- riéndose al decir esto Kynior, y fuertemente respondiendo con sus
últimas palabras Satachia, -no me importa si voy al mismo lugar que tu, lo que me
hace sentir bien, es solo una cosa-, -cual marioneta?-, -que soy diferente a ti-, dicho
esto, Kynior perdió la vida, y su cuerpo comenzaba a desintegrarse, con esto la
explosión se llevaría a cabo, Satachia al ver que por fin había comprendido el
mensaje, junto toda su magia de aguay poniéndola en su corazón, al hacer esto
soltó el muñeco y se lanzo hacia la boca de Kynior, fue el acto más sorprendente,
viendo un humano hecho de agua, entrando a la boca del demonio.
Un aro azul comenzó a formarse alrededor del dragón, y con ello convirtiéndose
este en un cosmos azul, este hechizo, arraso con todo en el bosque, con todo ser
viviente, desintegrando así también al dragón, y a el mismo. Satachia hizo su
último sacrificio, creando su cosmos azul, un verdadero sueño azul.
-Creo que por que quiero que sea igual de bello que el mar-
-¿Hablas enserió?-
-Claro, solo voy a la mina, por mis cosas y regreso por ti-
-Sipi pa-
-¿Por qué lo dices hijo?, no está roto, solo ya es tiempo de que tome………………….
otra forma-.