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El Río le cuenta al Monte y al Valle que la amada del hablante se encuentra dormida sobre sus arenas, luego de que él la abandonara. El Río la protege con sus aguas y le canta sobre su desventura amorosa. Aunque el Río ahora reclama a la mujer como suya, cada noche el hablante va a llorar a la orilla, pidiéndole al Río que le devuelva a su amor.
El Río le cuenta al Monte y al Valle que la amada del hablante se encuentra dormida sobre sus arenas, luego de que él la abandonara. El Río la protege con sus aguas y le canta sobre su desventura amorosa. Aunque el Río ahora reclama a la mujer como suya, cada noche el hablante va a llorar a la orilla, pidiéndole al Río que le devuelva a su amor.
El Río le cuenta al Monte y al Valle que la amada del hablante se encuentra dormida sobre sus arenas, luego de que él la abandonara. El Río la protege con sus aguas y le canta sobre su desventura amorosa. Aunque el Río ahora reclama a la mujer como suya, cada noche el hablante va a llorar a la orilla, pidiéndole al Río que le devuelva a su amor.
A los rayos de la luna parece Dnde est el amor mo? una ondina que esparce luz. En dnde est? Pregunt. Con mis piedras le he formado un cementerio, una loza y una cruz. Monte y Valle enmudecieron, y como no respondieron, De mi amor en exceso, murmur el Ro --Yo s. noche y da yo la beso, La que te amo tanto inerme, y la cubro sin cesar sobre mis arenas duerme. con mis espumas relucientes y mis olas transparentes En su despecho ms puras que las del mar. vino a acostarse a mi lecho cuando la abandonaste t. Cuando primavera brilla en esa clida orilla En ese bamb parlero comienza a florecer. le cantan los clarineros Cae una y otra flor bella su desventura de amor. y como todas son de ella En la noche le hacan duos quiz las siente caer. melanclicos los bhos de la luna al resplandor. Ven si acaso quieres verla, pensars que es una perla Por el viento desgreada, que se cuaj en mi cristal. Pobrecita! Una calada Como el sol tanto fulgura noche a mi orilla lleg; sobre su blanca hermosura me habl de ti prfido hombre de espumas le he puesto un chal. y sollozando tu nombre a mis olas se arroj. Desconsolado a la orilla llegu y doble la rodilla, Por un milagro divino, y en su claro fondo v, ya su cuerpo alavastrino su cuerpo al pie de una roca: nunca se descrejar. me sonrea su boca Al arruyo de mis ondas como un doliente rub. y al ampro de mis frondas para siempre dormir. Mas hay que en un arrebato de celos al Ro ingrato me dijo -- Vete de aqu! Ya es ma, duerme en mi lecho, en ella no tienes derecho, la abandonaste d --
Y para aumentar ms mi pena
la fue cubriendo de arena aquel celoso hablador.
En tanto que murmuraba
--Te amaba, te amaba mucho, pero ya es mo su amor--
Y desde entonces alma ma
cuando va a morir el da y con hondo sentimiento lleno de remordimiento ah me siento a llorar.
Y cuando la noche llega
y con sus sombras la vega, inundo comienzo a gritar como un loco: Ro, Ro! Devulveme el amor mo, que me canso de esperar.