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g tas cadenas: musculares las cadefen sss cca Re musculares tronco, columna cervical y rrilembros superiores ns cectonas rmaacularee ropresontan ckeilios on Cconthuded de draccién y de plano a innais deo culos 9e propagan las fuerzss organizadoras te cuerpo, Bemandoge on lanaturaieza doles misao yeu ccapacidad de hagracin funcional, L Busquet forse, ese numa reepecto le concepstin dit crgirtzacén do tas caconas muccueroe yo eal esirdepensacie pars of rater rierty ei ose ee artiounién y de aus Ibertades dle movimiento. Eh onte prmertor de ure sere oe cuatro cbr aU enghiban el aspecio erence y funcional, ln recercusiones sels la patologia yt practice det trolueriorto pera encores ruscuares. ator 108 Gescrbe pertectamentela orginizasin doles coder ruecuarés dol tronco y ae ls caderer cera ‘reintendo en la esractu nieroapendencia que eta centre lon rsiaouloe y sus orvaitorioe. Extanecion Ge codena motel se merthasta como capital sn et ‘ecercarriento terapsutico propUBEO por el wor. Saunas, Leopold Busquet 65 Dreier oo a Formacion "Las cadornt usscusre’, Drociar det Colegie Stuzertanc AVES y ripe de 8 corte imecieaide Site Tatousian ‘uetanrigurosamente prohibits sin in aviorzacién excrita dc las utalares el copyrig, bajo is canciones establocidas en la lees i eproduccién parcial o {otal de esta obra por cualquier medio o provedimiento, comprendis ls reprografia y ol tatamienio informatco y la distribucitn de ejemplares de ell meaiante algae 0 préstamo piicos “Tilo origina; Les chatnes musculares Tome |, Trone et colons cerviesle © Editions Frison - Roche ‘Traduccign: Cation Urrits! Niria Casals Girons ‘© /Coasejo de Cienta, 245 his, 1.” L* {68017 Barcelona “Tel, 93 303.33 £1 Fax. 63.455 9033 Intp.iwwe posidlsibes com ‘-muil: paidotibovtpaidetribacom. ‘Senta edie: ISBN: $1-8019:109.0 Fotocomposicia: Editor Service Diaganal 200-1814 Harcelona napneso en Espana por Carviatat ‘Compeniciia de la cadens estitica Vas conten recta. ~ Las cacemas cruzailas posteriones CCP. ~ Centro de los movimiento le (Orsi = EE HWESO BIO ~ Morimienio de torsion Sistema crozid6 superficial créneo-ailas-axs. Sistema eruzido profundo ... 7 ‘Composiciéa de la cadcna de extension ‘La cadena do aportara (Stpinaci6n) nnn ‘Composicida de la cadena de apertura. Lacadona de cisers (pronscisa) ran Composici6a de la exdena de cierre. ste libro aporta una contribucién apreciable a nuestra comprensién de las cadenas musculares. El autor de este tratado ha formulado ideas mucvas respecto a la con- cepcién de Ia organizacién del cuerpo del modo en que éste asumiré sus retos eficazmente. ‘Basindose en la naturaleza de los misculos y sus capacidades de inte- gracicn funcionales, nos permite percibir la unidad del cuerpo y nos in- forma sobre la etiologia y el diagndstico de Is patologia somstica, SSin querer pretender ser la respuesta Ginica, este concepto nos da, de ‘ods modes, una base sobre la cual se puede constrvir una compreasion del cuerpo humano ea su estado de buena salud o enfermedad, Doctor Gary L. Ostrow D.O. The New York College of Osteopathic Medecine {La realizaci6n de este libro se ha producido gracias ala paciencia y at ‘amor de todos los que me rodean: ~ de mis hijos, que han tenideo un padre cuya presencia eva a menudo ‘sinénimo de ausencia, ~ de mi familia presente en este mondo o en mi corazén, ~ de todos los que he encontrado en mi vida y sin los cuales no hubie- ‘ta poxlido realizar este trabajo, ‘Quiero precisar que este trabajo ha surgido de la reflexién y de una retica de varios aios: partir de la ensefianyn en el College Sutherland partir dela enselianza de Mademoiselle Mévieres Que todo el mundo encuentre aqut la expresién de mi profundo reco naocimiento. No puedo termina estos agradecimientox xin ucardarme de este Sahio ‘quien he tenido la suerte de acceder, que vive en este mundo sin ser det mundo, que vive por valores con la razsin de los “simples de espiritu” mas all de lo material. ‘Me ha proporcionado las ganas de comprender y de buscar la verdad... ‘en este mundo de ifusiones, | ietet: 4 aimearetb avatar dome yoel-ap apa depende de la buena relaci6n articular y del equilibrio de las teasio- aes masculares que s¢ uplican a ella. Hagamos variar uno 4e los vectores de estas (uervas y modificaremos i estética de {a articulacvin y sus iber- lades de movimientos Las cadenas muscutates explican la posibilidad de lesiones repetidas, “fusibles” que “deseonectan™ regularmente cuando el circuito muscular presenta “Sobretensiones”. [Las cadenas muscalares explican {9s zonas especialmente provocadas en ef ansiisis del esquema funcional. Las cadenas nos permiten seguir ia instalaciGn insidiosa de las desvia: ciones. Para ou tratamiento, podewos tener una intervencién preventiva efi- cay, podemos luchar contra ta cronicidad, contra el eavejecimiento de las structures. EL movimiento es la vida Sri Recordatorios anatomicos Pectoral menor (pectoralis minor): 3°, coides. Pectoral mayor (pectoralis major): Clavicula, esternén + 6 primeros cartilagos costales + vaina del recto abdominal a la corredera bicipital. & Serrato dorsal caudal (serratus posterior inferior): desde D11-L3 has- ta las 4 dltimas costillas: ‘© Serrato dorsal eraneal (serratus posterior superior): desde C7-D4 has- ta las 4 primeras costillas © Oblicuo menor (oblicus internus abdomini): 10°, 11", 12° costilla y apéndice xifoides + linea alba + pubis + arco crural + cresta ilfaca + ap6fisis transversa de LS. © Oblicuo mayor (oblicus externus abdomini): 7 ltimas costillas + nea alba + arco crural + eresta ilfaca, Recto abdominal (rectus abdominis): 5, 6°, 7" costillas a pubis. © Piramidal del abdomen (Pyramidais): musculo triangular contenido en la parte inferior de la vaina del recto abdominal. ‘= Triangular del esternén (transversus thoracis):3°,4°,5° y 6° cartilagos costales y cara profunda del esternén. © Romboides (romboideus): ap6tisis espinosas de C7 a D4 - oméplato. © Dorsal mayor (latissimu dorsi): ap6fisis espinosas de las 7 tiltimas vér- tebras tordcicas +5 lumbares + cresta sacra a 1/3 ext. de la cresta ilfa- ca de las 4 tiltimas costllas y terminando en el fondo de la corredera bicipital = Trapecio (trapezius): ~ superior: linea curva occipital + 6 primeras vértebras cervicales + lig, cervical = medio: de la 7* vértebra cervical y 4 primeras tordcicas, ~ inferior: de la 5* vert. tordcica a la 12* vértebra torécica. 5* costillas, ap6tisis cora- ‘Termina en 1/3 externo de la clavicula -acromion -espina del oméplato. = Genihioideo (geniohyoideus): parte media del maxilar inf. - hueso hi 1 Digistrico (digastricus): formado por 2 vientres carnosos, que se ex- tienden de la apéfisis mast s a la sinfisis del mentén. El tendén in- termedio pasa por un pasillo fibroso que cuelga del hueso hioides. = Estilohioideo (scyohyoideus): apstisis estloides del temporal - hueso hioides. = Milohioideo (myolohyoideusy: se origina en toda la extensién de la l- nea oblicua interna para fijarse en el rafe medio mandibulohioideo y en la cara anterior del hueso hioides. ‘© Complexo mayor (semispinalis capitis): = 6 primeras apof. transversas dorsales ~ 4 tiltimas apo. transversas linea cervicales y apéfisis espinosas occipital c7+Di J parte central. = Complexo menor (semispinalis cervicis): apofisis transversas de las 4 Ultimas cervicales + 1* dorsal - parte posterior apsfisis mastoidea - y ‘comienzo de la linea occipital. = Esplenio de la cabeza (splenius capiti): parte externa linea curva occi- pital y parte postero superior de la apéfisis mastoides - anéfisis espi- nosas de las 6 iltimas cervicales. = Esplenio del cuello (splenius coli): 4 primeras ap6tisis espinosas dor- sales - ap6fisis transversas de las 3 primeras cervicales. = Angular del oméplato (levatore scapulae): ngulo superointerno del ‘oméplato - 4 primeras apofisis transversas de las cervicales. = Transverso del cuello (longissimus cervicis): desde las ap6tisis trans- vversas de las 5 primeras dorsales hasta las ap6fisistransversas de las S tiltimas cervicales. © Escalenos (sealenus): — Anterior: Ap6fisis transversas 3°, 4", 5°, 6 vértebras cervicales hasta 1a 1 costilla = Medio: Ap6fisis transversas 2, 3%, 4%, 5', 6, 7* vértebras cervicales hasta la 1" costilla. — Posterior: Ap6fisis transversas 4", *, 6" vértebras cervicales hasta la 2 costilla Primera part EL TRONCO ‘Termina en 1/3 externo de la clavicula -acromion -espina del oméplato. = Genihioideo (geniohyoideus): parte media del maxilar inf. - hueso hioides. © Digistrico (digastricus): formado por 2 vientres carnosos, que se ex- tienden de la apofisis mastoides a la sinfisis del mentén. El tend6n in- termedio pasa por un pasillo fibroso que cuelga del hueso hioides. = Estilohioideo (styohyoideus): ap6tisis estloides de! temporal - hueso hioides. '™ Milohioideo (myolohyoideus): se origina en toda la extension de la It nea oblicua interna para fijarse en el rafe medio mandibulohioideo y cn la cara anterior del hueso hioides, = Complexo mayor (semispinalis capitis): ~ 6 primeras apot. transversas dorsales ~ 4 ltimas apot transversas linea cervicales y ap6fisis espinosas occipital c7+DI parte central © Complexo menor (semispinalis cerviets): apéfisistransversas de liltimas cervicales + 1° dorsal - parte posterior apéfisis mastoidea - comienzo de la linea occipital. = Esplenio de la cabeza (splenius capiti): parte externa linea curva occi- pital y parte postero superior de la ap6tisis mastoides - apofisis espi- nosas de las 6 tiltimas cervicales. = Esplenio del cuello (splenius coli): 4 primeras apétisis espinosas dor- sales - ap6fisistransversas de las 3 primeras cervicales. © Angular del oméplato (levatore scapulae): angulo superointerno del oméplato - 4 primeras apéfisis transversas de las cei © Transverso del cuello (longissimus cervicis): desde la versas de las 5 primeras dorsales hasta las ap6fisis transversas de las $ Ultimas cervicales. = Escalenos (scalenus): ~ Anterior: Ap6tisis transversas 3, 4 la I" costilla ~ Medio: Ap6fisis transversas 2°, hasta la 1* costila ~ Posterior: Ap6fisis transversas 4", S*, 6" vértebras cervicales hasta la 2 costila 4 6" vértebras cervicales hasta 4", 5*, 6, 7 vértebras cervicales Primera parte ELT RONCO INTRODUCCION setae sneer poeta rete ect n iee cién y de planos a través de los cuales se propagan las fuerzas organi- zadoras del cuerpo. Para la comprensiGn intima del ser humano, es necesario tener en pri- ‘mer lugar una buena comprensién de la organizacién fisioligica del cuer- ‘Po, para seguir mejor Ia instalacién inteligente de los esquemas adaptati- vvos, de los esquemas de compensacién, de la patologia. El cuerpo obedece a tres leyes: 1) Equilibrio, 2) Economfa, 3) Confort (no dolor). ~ Enel esquema fisiol6gico, el equilibrio, con toda su dimensién pa- rietal, visceral, hemodinémica, hormonal, neurolégica (homeostasis) es prioritaria y las soluciones adoptadas son econdmicas. Como que el es- quema de funcionamiento es fisiolégico, es naturalmente confortable. — En el esquema adaptativo (curvado), la organizacién del cuerpo trataré de conservar el equilibrio, pero concediendo prioridad al no dolor. EL hombre esté dispuesto a todo para no sufrir. Hard trampas, se cur- ‘var4, disminuiré su movilidad en la medida en que sus adaptaciones de- fensivas, menos econdmicas, le harén recuperar el confort. Nuestro confort y nuestro equilibrio se pagan con un gasto superior de cenergfa, que se traduce en un estado de fatiga mas importante. Siel juego de compensacién muscular no es suficiente para disimular, el paciente no podré mantener su verticalidad e ingresaré en la cama. El hombre en bipedestacién tiene un compromiso entre la verticalidad y la necesidad de ocultar sus problemas de ‘odo tipo. La organizacién general del cuerpo responde a una necesidad de rela- cién en la vida. El cuerpo esta preparado para observar, percibir, reaccionar, dar. El hombre en bidepestacién se tendra que adaptar a la gravedad, ase- gurar su equilibrio, programar su gesto, para tomar, para dar, para crear. Las cadenas musculares asegurardn estas funciones. La buena coordinacién de la organizacién general pasaré por las fas- De origen mesodérmico, todas las estructuras conjuntivas (aponeuro- sis, vainas, tendones, ligamentos, cdpsulas, periostio, pleura, peritoneo...) forman parte, en el plano funcional, de una tinica fascia. Esta forma el envoltorio superficial del cuerpo y, por sus ramificacio- nes, penetra en la profundidad de las estructuras hasta el envoltorio de la célula. Esta tela fascial fijada por el cuadro 6seo no aceptard que la tensen. ‘Toda demanda de longitud en un sentido necesitaré un préstamo del conjunto de la tela fascial. Es preciso que la resultante de las tensiones que se aplica sobre ella esté en una constante fisioldgica. Si este crédito de Jongitud no se puede conceder, se produce una tensién dolorosa, desen- cadenando por vias reflejas tensiones musculares (no dolor). Las fascias ligan las visceras al cuadro musculo-esquelético. Se percibe Ja importancia de la buena relacién articular, de la buena estatica y de la buena movilidad de este cuadro. Las funciones estan catalizadas por el movimiento de las estructuras periféricas. Si la movilidad del cuadro musculo-esquelético se altera, ten- dremos una reduccién de la velocidad de una o varias funciones viscera- les. En contrapartida, la disfuncién de un 6rgano, con fenémenos de con- _gestiGn o esclerosis, modificar4, por su pesadez 0 su retraccién, su sistema de suspensidn fascial. La viscera puede ser una de las causas de la desviacién de las estructu- ras con pérdida de movilidad. ‘Cuanto més se avanza en la investigaci6n mas sorprende la importan- cia de las fascias. El tratamiento por las cadenas musculares es en realidad un trabajo de las fascias, a ‘Los musculos estén contenidos en vainas interdependientes. El ree- quilibrio y las tensiones pasardn por el tratamiento de estos envoltorios. EI musculo no es més que un “pedn” al servicio de la organizacién gene- ral, es decir, al servicio de las fascias El tratamiento deberd siempre buscar las causas a través de la Logica, la comprensién y el respeto de las estructuras. El cuerpo debe aceptar el tratamiento que le propongamos. Por ejemplo, el tratamiento para las cadenas mio-fasciales deberd te- ner en cuenta la calidad de la trama fascial. Para pedirle que vuelva a dar el alargamiento, todavia debe estar en disposicién de hacerlo. Cuando se conocen las relaciones estrechas de las fascias con la nutricién, el drenaje, la defensa, nos damos cuenta de que la recuperacién de su fisiologia me- cnica s6lo sera posible si la ayudamos en otras funciones. De ahi la importancia del enfoque manual en el campo visceral y cra- neal Larelacién “continente-contenido” est en la base de la comprensién y del tratamiento. ‘Como que se ha obtenido la remodelacién de las fascias por el trata- mmiento de las cadenas, slo entonces podremos rearmonizar de forma el ccaz y duradera su movilidad. Las UNIDADES FUNCIONALES El cuerpo se compone de diversas unidades funcionales (fig 1): ~ una unidad funcional cefélica una unidad funcional del tronco: ~ una unidad funcional para cada miembr miembros superiores, mandibula. miembros inferiores, Lapalabra unidad funcional resume bien la independencia de estas di- ferentes unidades, que tienen un poder de autogestién para solucionar problemas regionales, pero que estén en relacidn y cooperacién, sies pre- iso, al nivel de una organizacién general ‘Volvemos a encontrar a nivel de cada unidad funcional el mismo siste~ ‘ma de organizaci6n basado en un sistema miotensivo recto y un sistema miotensivo cruzado (Piret-Béziers): siendo la demostracién de este pos- tulado el objetivo de este libro. Antes de declinar las diferentes cadenas ‘musculares, es importante destacar la analogfa de las estructuras éseas en cada una de las unidades funcionales citadas anteriormente. No obstante, es importante sefialar la analogia de las estructuras éseas. El cuerpo comprende tres esferas (fig. 2): = lacabeza, ~ eltérax, — lapelvis. Figura 1 Y Figura 2 Unidad funcional del tronco Las cifoss y las lordosis Estas tres cajas: craneana, tordcica, pelviana, presentan analogias y particularidades respecto a sus funciones: Las tres estén hechas para proteger: 1. el cerebro. 2. los pulmones, el coraz6n, el higado, los riflones, 3. los drganos genitales. Las tres tienen un diafragma: 1. diafragma craneano, 2. diafragma tordcico, 3. diafragma pelviano. Las tres estén influidas por el ritmo de su diafragma. Las tres presentan un detalle anatémico que es muy importante, pues per- mite la sincronizacin pero tam- bién la independencia relativa del ritmo de estas tres esferas con las contracciones musculares de! ‘cuerpo en la necesidad de mover- se y hacer esfuerzos. Este detalle anatémico se Ila- ma (fig. 3): —el apéndice xifoideo del es- ternén, —el coxis para el sacro, ~el hueso wormiano en ta punta del occipital en el punto lambda, N.B. El apéndice xifoideo y el hueso supernumerario occipital ynewes son inconstantes, pero entonces Los tres diafragmas son sustituidos por una zona fibro- sa més importante, la fontanela lambda que no presenta el engra- namiento de las suturas, ya que los bordes parieto-occipitales son lisos a este nivel. Para acabar podemos plantear una cuestién: ,no hay una cierta simili- tud entre: ~ sinfisis esfeno-basilar, el agujero occipital, que forma un orificio al nivel del crineo; ~ el manubrio del esternén, primeras costillas, D1 formando un orifi- cio toricieo; ~ la base del sacro, as lineas innominadas que forman un orificio pel- viano? Las esferas craneana, tordcica y pelviana forman las cifosis de la co- Tas Choon lumna vertebral. Estan unidas entre sf por la lordosis cervical y la lordosis lumbar. Como que las cifosis tienen una finalidad de proteccién, se adaptarén al movimiento pero éste se expresaré sobre todo a nivel de las lordosis cervieales y lumbares a través de las cadenas rectas y de las cadenas cru- zadas, LAs CADENAS RECTAS DEL TRONCO Composicién de las cadenas rectas La flexién y la extensién del tronco dependen de las cadenas rectas, Se efecttian en relacién con dos ejes miotensivos importantes, uno anterior y uno posterior. Las cadenas de flexi6n-extensién pue- den dividirse en izquierda y dere- cha. Por este motivo, en el texto aparece a 0 las cadenas de fle- xidn-extensién, Figura 4 Cadena de flexion COF Las cadenas de flexion CDF (fig. 4) El eje anterior une D1 al sacro relevando a: ~ el esternén (primera costilla D1), ~ el pubis, ~ elcoxis. Intercalados entre estas estructuras Gseas, Jos misculos: ~ intercostales medios, ~ rectos abdominales, ~ perineales. Esta cadena anterior forma un potente pi- lar vertical respecto al eje raquideo que forma el je posterior. Las cadenas de extensién CDE (fig. 5) Eleje posterior estéformado por la columna vertebral, los discos y los misculos paraverte- brales.Tiene sobre todo una funcién de apoyo, Y Figura 5 Cadena de extensién COE El eje posterior, con sus masculos cortos, es un resorte de retroceso, ‘equilibra, templa la acci6n del eje anterior. Funciones de las cadenas rectas El enrollamiento Los rectos abdominales levantan el pubis, pero igualmente hacen bajar el estemnén en direccién al ombligo (fig. 4), Esta zona del ombligo parece que es ‘una zona privilegiada de convergencia de fuerzas (estructuras fibrosas). El perineo, por medio de sus fibras longitudinales, actéa como una prolon- gacidn de los rectos abdominales verti calizando al sacro. En realidad, e! movimiento de enro- amiento es mucho més fino de lo que parece en un primer momento. Y Figura 6 Abertura iliaca (segin Kapandji) Es importante sefalar que el suelo pélvico presenta fibras pluridirec- cionales. En un trabajo pasivo, el estiramiento puede que solo reclame determinadas fibras, pero durante un trabajo activo, el perineo tiene to- das sus fibras trabajanido de manera sinérgica. La accién de enrollamiento se realiza (fig. 6): ~ por las fibras antero-posteriores, el perineo acerca el coxis al pubis, ~ por las fibras transversales, que acercan los isquiones y provocan si- ‘multéneamente, la apertura de las crestasilfacas. Ja, observacién: La abertura de las crestas fliacas de conjuga con la verticalizacién del sacro en la accién de enrollamiento (el sacro no fuerza el paso entre los huesos ilfacos = ley antidlgica (ley de no dolor)). 2a. observacién: La abertura de las crestas fliacas favorece el acomo- damiento de la masa visceral alargando el didmetro lateral de la pelvis. 3a. observacién: Durante la accién de enrollamiento, el aumento de la presién intra-abdominal provoca un ensanche lateral de la parte baja del {6rax paralelamente al de la pelvis. 4a. observacién: El agujero obturador podra timpanizar las variacio- nes de presién que podrfan bajar en la pelvis menor — se verd més ade- ante que la construccién anatémica de la pelvis menor esté hecha para protegerla de estas presiones incontroladas. anatémico: 1)un segundo punto de convergencia de fuerzas a nivel del perineo = el nticleo fibroso (siendo primero el ombligo); 2) la masa visceral estd rodeada por delante por una pared abdominal, abajo, por una pared perineal, arriba, por una pared diafragmatica, presentando cada pared un centro fibroso = umbilical - perineal - frénico. Mas adelante explicaremos la importancia de estas particu- laridades anatémicas; 3) el movimiento de apertura y de cierre ilfaco se hace segtin un eje «que va del pubis ala articulacién sacro-ilfaca. Este eje esta materia- lizado por las Ifneas innominadas. {Este movimiento de apertura y cierre no explicaria determinadas particularidades anatémicas de la sacro-ilfaca aun mal comprendidas? Entre los dos brazos de la arti culacién hay un relieve 6seo. No ayudarfa la basculacién de la eresta ilfaca a funcionar preferen- cialmente sobre uno de los brazos articulares segtin a posicién en apertu- ra oen cierre? La c4psula articular compuesta por dos partes, una para cada brazo, unidas por una pequefia comunicacién, parece confirmar la independen- cia relativa anatémica y funcional de las dos partes de la articulacién sa- crovilfaca. En Ia introduccién hemos hecho comparaciones entre la cavidad era- neal y la cavidad pelviana. El ala iliaca puede compararse al temporal con su escama (e! ala), con su mastoides (el isquion) con un orificio timpanizado e igualmente una cavidad articular. Esta similitud anatémica vuelve a encontrarse en el pla- no funcional. Con mano profesional es fécil notar la plasticidad del eré- neo. Las suturas craneanas, verdaderas juntas de dilatacién, y la platici- dad de los huesos proporcionan la capacidad de deformacién de la caja craneal. Por estas razones, los temporales se adaptan a las tensiones en rota- cin externa (apertura) ¢ interna (cierre), cuyas influencias son similares a las de las adaptaciones ilfacas en apertura (RE) y en cierre (RI). Esta ‘movilidad iliaca, determinada por la tensién de las cadenas musculares, se da sobre todo en relacién con el plan visceral (cf. tomo IV). Las cadenas musculares pueden estar al servicio de las visceras. No obstante, esta movilidad ilfaca, como acabamos de ver, puede uti- lizarse en los movimientos de la pelvis como la accién de enrollamiento y de enderezamiento. En resumen: durante la accién de enrollamiento la cadena de flexién eenrolla el tronco, lo repliega sobre sf mismo, concentra su volumen. Con la cadena de extensién, el tronco recupera su equilibrio, actuando éste como un resorte que almacena la energia y que se liberaré en el en- derezamiento. El enderezamiento EI movimiento de enderezamiento, de extensi6n, es mas global que el de aproximacién, su accién es mas estable. No obstante, cada uno de los aspectos de la flexién encuentra en ello su antagonismo, TAS ‘Caoenas wuscutanes Enderezamiento de la columna lumbar (fie. 7 v 8) 1a, posibilidad: el sujeto esté en dectbito dorsal, el enderezamiento se hace Gnicamente por la relajacién de la aproximacién. 2a, posibilidad: sel sujeto esté de pie, el enderezamiento de la colum- nna lumbar s6lo se puede hacer con respecto a un punto fijo que es el apo- yo en el suelo. Se habrén puesto en juego cadenas musculares del miem- bro inferior a fin de estabilizar la pelvis. YY Figura 7 Enderezamiento de la columna lumbar Las mallas de estas cadenas en la parte trasera los isquiotibiales de- lante los aductores estardn especialmente implicadas, Estando el sujeto de pie, con la pelvis fija, se provocaré la actuacién de los espinales. Estos estén colocados durante la aproximacién estirados, van a contraerse y actuar sobre los lumbares condicionando una lordosis, fisiolégica como si fuera la cuerda de un arco. Como que el arco es la columna lumbar y los espinales, la cuerda del arco, se pueden deducir las molestas consecuencias de una musculacién intensa a nivel lumbar: ~ aumento de la lordosis fisiolégica, ~ pinzamiento discal posterior, ~ presiones interapofisiarias posteriores, = hundimiento de la columna, = nériida de la movilidad, Es decir, las condiciones necesarias para que se produzca la artrosis. Qué diriamos de un espondilolistesis al que se le ordena una muscu- lacién lumbar? La musculatura lumbar a menudo es contraida y atrofiada. Pero airo- fiada por exceso de trabajo constante. El miisculo esta hecho para un tra- bajo ritmico y no constante. Todo trabajo continuo desarrolla las estruc- turas fibrosas (econémicas) en detrimento de las fibras musculares (fun- da del misculo). El enderezamiento de la columna dorsal El diafragma, como veremos més adelante, es el mésculo clave de la estitica del cuerpo. Trabajando en sinergia con el diafragma, hay un mésculo al que in- ‘cumbe preferentemente esta carga del enderezamiento dorsal: es el epiespinoso (spinales) (fig. 9). Hay diversas razones para ello: 1a, razén: su posicién media le da preferencia con respecto al plano sa- ital del enderezamient: 2a, razén: sus inserciones bajas estén en relacién de continuidad con el diafragma. El diafragma tiene tendencia a lordosar y a colocar en una ex- tensién posterior a las tres primeras vértebras lumbares. El epiespinoso tiene tendencia a cifosar a nivel de las tres primeras vértebras lumbares y ‘acolocarlas en una flexién anterior. La resultante de las dos es la estabili- zacién, Esta relacién anatémica demuestra que el diafragma tendré una ac- ‘cién complementaria con el epiespinoso cuando lo necesite para el ende- rezamiento (fig. 10). 3a. razén: el epiespinoso tiene una constituci6n en liminas superpues- tas que salen en haces desde D10 hacia D11, D12, L1, L2 y sobre las nue- ve primeras dorsales. Este misculo hace pensar en las léminas de un re~ sorte de suspensién, La resultante del trabajo de este musculo es una fuerza de enderezamiento que se aplica en D10 (fig. 9). El epiespinoso es Y Figura 9 Enderezamiento dorsal Diafragma ali YY Figura 10 + fplespinoso Gonale) + Dorsal argo ongissimus ors) + Sacro lumbar ‘to cosas thoracis) \.recin oat | rector spina) Y Figura 11 Enderezamiento dorsal v costal ayudado por el dorsal largo y el sacro- lumbar, que tienen una acci6n més lateral sobre la parrilla costal (fig. 11). ‘Como que el sacro-lumbar procede de Ja masa comiin o ligamento lumbo-dorsal, se inserta en el borde superior de las cos- tillas al nivel del sngulo posterior; tendré tuna accién de rotacién sobre esta parrilla costal colocéndola en inspiracién. Puede ‘compararsele a “Ia cuerda de una persia- na de ldminas” (1a movilidad de la costilla se efectia segtin un eje que va de la arti culacién costo-vertebral a la articulacién ‘th costae Y Figura 12 Enderezamiento dorsal y costilas costo-transversa), Con respecto a este eje, el sacro - lumbar o iliocostal rovocard una rotacién externa (fig. 12) elevindose la parte anterior de la costilla en inspiracién. Entre el epiespinoso y el sacro-lumbar se sitia el dorsal largo que ofre- ce un brazo al epiespinoso al insertarse en la apofisi transversa y otro al sacro-lumbar al insertarse en la costilla dentro del angulo posterior. Este misculo coordina y armoniza el trabajo de enderezamiento de! epiespinoso y el trabajo inspiratorio del sacro-lumbar. Supracostales (Cevator costae) ede roacion Sacrotumbar Costila ite costa horas) Supracostales Espracion actvos (evator costae) (io costa thoracis) YY Figura 13 Los supracostales (Levator costae) Es importante seitalar que la parte principal del sacro-lumbar se de- tiene a nivel de la primera costilla, respetando la nocién de unidad fun- cional del tronco, La porcién cervical del sacro-lumbar tiene una inervaciGn propia y se pondré en funcionamiento cuando la columna cervical acompaiiaré los ‘movimientos del tronco, Es importante sefialar que todos los mtisculos de enderezamiento del tronco respetan, si es preciso, la independencia de la columna cervical (lo que a menudo es prioritario).. La accién inspiratoria del sacro-lumbar est controlada por el estira- iento de los supracostales (en la inspiracién) (fig. 13). Almacenan energfa al inspirar, que restituyen al espirar por una ac- ci6n rotatoria inversa sobre la costilla, Sin embargo, estos mésculos, el sa- cro-lumbar y los supracostales, al estar demasiado cerca del eje de la cos- tilla, no tendrén una accién cuantitativa sino cualitativa, propioceptiva. Vigilan y armonizan ta buena movilidad costal y vertebral en las fases res- piratorias En resumen, este sistema de enderezamiento influye sobre todo en la columna dorsal baja (D10-epiespinoso), y por encina tenemos la denomi- nada “zona ingrata”. ;Por qué utiliza esta palabra ingrata? Seguramente porque todo trabajo muscular a este nivel nunca ha da- do resultados muy gratificantes. Pienso que la mecénica de esta columna dorsal es especialmente inte- ligente y que no se merece este califcativo. En efecto, la cifosis fisiolégica dorsal da una resultante a la gravitacién que va en el sentido del aumento de la curvatura. Se ha visto que el cuerpo debia conciliar las 3 leyes de equilibrio, de economia y de confort. La columna dorsal, por lo tanto, ha de equiparse con estructuras que gasten poca energfa para solucionar el problema de esta gravedad constante. {Qué encontramos a nivel dorsal? (fig. 14) Una lmina aponeurdtica muy gruesa, nacarada, que une el serrato craneal y el serrato caudal. La columna dorsal, por lo tanto, podré apoyarse de forma econémica sobre esta lémina aponeurstica. LaacciGn, muy poco estudiada, de los serratos craneales y caudales se hace armoniosa, considerando la aponeurosis dorsal y estos dos misculos como una unidad funcional que tiene una resultante de enderezamiento, En la inspiraci6n, ta caja tordcica aumenta todos sus didmetros (fig, 13): — hacia arriba por los escalenos, ~ hacia abajo por el diatragma, ~ lateralmente por los serratos mayores, ~ sagitalmente por la horizontalizacién de las siete primeras costillas uunidas al esternén. Las cinco witimas costllas realizan un movimiento en abanico que au- menta la cavidad tordcica hacia abajo y hacia atrés bajo la influencia del serrato caudal (importancia del cartilago condro-dorsal y de las costillas, flotantes). Y Figura 14 Serratos, craneal y caudal (Serratus posterior, superior ¢ inferior) El conjunto trabaja para el enderezamiento dorsal y para la inspira- cin. El serrato dorsal caudal, considerado como espirador, es en realidad inspirador, pues aumenta el volumen torécico descendiendo las iltimas costillas,y es todavia més inspirador por la tensién que transmite a la apo- neurosis dorsal. Se ve que esta zona “ingrata”, que corresponde a la aponeurosis dor- sal, esta justificada por su calidad econémica, pero hay otra razén impor- Escalenoe (Sealems) Honizontalzacon elas cosas Serato dorsal caudal (Serrats posteror inferior Inspiacion tante para la presencia de una estructura aponeurética a este nivel: es el deslizamiento de los oméplatos sobre el t6rax. Los oméplatos son “rétu- las” tordcicas que tendrian muchas dificultades para evolucionar en un plano muscular. Por el contrario, el cardcter liso de la aponeurosis dorsal le facilita el deslizamiento, la fluidez de sus desplazamientos sobre la pa- rrilla costal (fig. 14). Complemento de las cadenas rectas Hasta el momento hemos considerado las cadenas rectas que s6lo in- teresan al tronco. Sin embargo, la cintura escapular, la columna cervical y los brazos pueden insertarse en este sistema recto del tronco para acom- pafiarlo 0 reforzarlo, La cintura escapular Presenta verdaderas potencias: las ap6fisis coracoides de donde salen los pectorales menores que unen la 3a, 4a y Sa costila. En la cara profun- da de estas costillas, se encuentra el triangular del esternén que asegura la continuacién de las fuerzas hasta el esternén y se une asia la cadena rec- ta anterior. El triangular del esternén refuerza, por la cara profunda, las articulacio- nes condrocostales interesadas que podrian ser subluxadas por la acci6n no controlada del pectoral menor. Es un relevo de fuerzas miotensivas (fig. 16). ‘Tenemos, pues, a partir de los rectos abdominales y del esternén, ver- daderas “correas” laterales que unen la cintura escapular con su parte ex- terna, facilitando e! enrollamient Pero para que estas “correas” transmitan fuerzas eficaces, es preciso que la apofisis coracoides esté relativamente fijada hacia atrés. Esta cadena muscular que comprende el triangular del esternén y el pectoral menor continuaré hacia atrés: ~ por la porcién inferior del trapecio para controlar la ascensién del oméplato, = por el romboides para controlar el movimiento de aleteo, la resul- tante de la accién de estos dos mtisculos esté inscrita a nivel del ‘oméplato por el relieve espinal. (La forma es una resultante de la funcién.) Asi, esta correa complementaria sale de la cadena de flexién para unirse a la cadena de extensién. Si el punto fijo esté a nivel de la cadena de flexién, esta correa muscu- lar trabajaré en el sentido del enrollamiento. Siel punto fijo esté a nivel de la cadena de extensién, esta correa mus- cular trabajar en el sentido del enderezamiento. t Ev tRonce ‘angular del esterndn GQ) 38-58 conta (ransversusthoracis) “rapeco inferior Recto abdominal (ropeaes inferion Stes 7 corte (ectus abdomins) Y Figura 16 Complementos dela cadena recta La columna cervical y a cabeza (fig. 17) Como que esta parte se desarrolla en otro lugar, sefialaremos simple- ‘mente la unién de este sistema cervical por encima del pectoral menor (Ba-4a-Sa costillas) por los escalenos (1a-2a costillas) y por el esternoclei- domastoideo en la costilla cero (clavicula). La fisiologia muscular nos permite comprender la localizaci6n de las inserciones. BD = SE Escalenos 12-2 costilas (Scalers) Pectoral menor Sea 5 cosas (Pectorals minor ‘angular del esternin Gye Seo ae 3H costlas (ransvesus thoracs) Recto abdominal SH ge 7 cotllas (ectus abdomins) Y Figura 17 El miembro superior Viene a insertarse de forma més superficial, mis libre, lo que es légico, para su finalidad de movimiento. Como que esta unidad funcional forma parte igualmente de una exposicién nos contentaremos con sefialar que, por el pectoral mayor, el redondo mayor, el romboides, esta correa puede completar el enrollamiento (punto fijo anterior) y el enderezamiento (punto fijo posterior) Hundimiento de las curvaturas Como que estas cadenas musculares actiian en los movimientos sim- ples de flexién-extensién, con el tiempo s6lo nos pueden hundir. En efecto, si la cadena anterior pierde su longitud, facilitaré una acti- tud en flexién. Sila cadena posterior se tensa demasiado, facilitard una actitud en ex- tensién. La suma de estas dos tendencias es el aumento de las curvaturas con hiperlordosis, hipercifosis y pérdida de talla para el sujeto (fig. 18) Las lordosis se fijardn, y esta actitud favorecerd la retraccién de los :isculos cervicales hacia atrés y de los escalenos hacia delante por la co- Jumna cervical. Por lo que respecta a la columna lumbar, tendremos una retracci6n de la masa comtin hacia atrés y de los psoas hacia delante. Los arcos lumbares y cervicales estén, asf bajo tensién, El conjunto de este es- quema se contintia por una restriceién de la movilidad diafragmai Se puede aceptar que el envejecimiento de las estructuras del cuerpo Provoca esta evolucién de hundimiento, pero muy a menudo, por medio de una intervencién ciega, ininteligente, se puede acelerar este fenémeno. ‘A menudo se oye, “sufro de la columna, debo muscular”. Al examinar ¢stos_paciente, encontramos misculos paravertebrales contraidos que no paran de trabajar. Cuando un misculo no para de trabajar, cuando esta en contraceién constante, se fibrosa y se funde, para evolucionar hacia estruc- turas que responden mejor a este trabajo constante, es decir, estructura fi- brosas. ara tratar esta musculatura, se tendrén que buscar las causas que en- gendran estas tensiones musculares. En una segunda etapa, se tendra que devolver la Jongitud a estas ca-

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