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thy A wd con re DEMS | La 2 Crimindlegia Estudio sobre la naturaleza ea crime y iota de la praia FOR Agrogado de la Universidad de Hipoles * VERStOY ESHASOLA DE PEDRO BORRAJO a n ° ue 43.4 7 ° 4-4 “ i, PROVINGA DE BYEHOS AIRES AR messin Bo EY cargnes C OEL ‘esT4D9) ; how je arlva "Beaenar ise | PARTE PRIMERA DELITO ~ CAPIPULO PRIMERO EL DELITO NATURAL El delincuente ha sido estudiacdo recientemente por jos naturalistas; se le presenta como un tipo, como una vaviedad del genus homo, se le describe antropolégica y psicolégicamente. Despine en Francia, Mauulsloy en In- elaterra, Lombroso en Italia, tienen !a gloria de haber : desevito mas; completa y profundamente esa anomalia humana; pero cuando ha Hegade,el casd de aplicdr-sus teorias 4 la levislacidn, so han’ presentado grandes difi- _ cultades; no todos los que, segtin la ley, eran delincuen- tes olrecian semejanza'con el dombre criminad de los na- ‘ turalistas y esto hizo dudar de la importancia practicn Ide aquelios estudios.*Y no podia suceder de otro mdda, -toda vez qe los habiralists al hablar del fle idaban’¢ erida' qué “este rate er onsultos; pero ocurre ‘de el punto dle vista juridico, tiene limites mas’6 menos" estrechos que la criminalidad estudiada desde ef punto , de vista sociolégico. : Por faltar esta determinacién ho, quedado, hasta hoy. aiclado el estudio naturalista del criminai, y se ha creis do que no habia en él sino investigaciones tedricas que: eran inaplicables 4 la legislacién. rlida de que-e fee nocion ha sido ya determinada por ius dlugas! Clos; no sc trata aqui. de una_voz -bécnica, sino de una; ca s_ de 8 de Ja Jey. El legislador po ha ereads la palabra, Ja ha tomado del lenguaje po- pular; ni siquiera Ia ha definido, no ha hecho mas que: agrupar cierto mimeo de acciones que segtin al eran delitos, y asi se explica que en-la misma épeca y no raras veces cu la misma nacién hayan osietio diferen- fes_ciclivos en alguno de les. cuales se comprendian como delilos acciones que otros no concepiuaban punl- bles, De aqui que la clasifcaciéa juritti ic# no sea chs- taculg parva las investigaciones cel socidloge. Toda vez que Jos limites de la criminalidad son yagos y dudosos,’ idlogo no debe dirigirse al legistador 2 Pane pedicle | dei deli gira a un quimi- co-para obtener la nocién de una ra sal o'de un dcido, 6 4 un fisico para pedivle las de la electricidad, de la luz 6 del sonide: Ja_nocion del Liuiito debe. adquivitla 6] mis ; dolinid el del una. a Di a, necesicad de definir el “delta uatncal ;Pero ante todo exisle un delite nabural?. blo ae es lo nismo, snatemios agrupar cierto nuniero ci todos todbs. los pueblos : t ‘yPuede ob- ? tenerse el oviter io del delite por ined del metodo in- . ductivo, Unico de qi &¢: pu 1 po temos do dar solucion a éstas ‘dos’ ‘pregunta J Seria, gcloso averigu siempre, y en todas 1 ia es, el mismo’ bardcter sucedico lo contrario; este trabajo seria’ {Quién’ no recuerda haber Icido “ qite en ag bres de muchos pueblos, no Solo se tolera, al 1 nara venir el homicidio, s unk sage duclo se -ha ca a yooes con penas geavisimas, veoes se ha legalizado hasta ol punto de ser una de las Ie heats ta hechie procecimionto? ,Que la blastersia: : rejia, 1, ol saivilegio; considerados ¢h otras épocas delitos arivimos, so han borrado hoy ¢ de las cAdigos de los pucbios civilizados? éQue el -aqueo del Duque ratufraga se hala autorizado por las leyes “do | alzunos paises; quo ¢ Lvobo y la pivateria han gido por < expacio de siglos log medios de existencia de pueblo huy civilizados; que. si por tillimo prescindimos el raza curopea ontes de encontrar pueblus ‘salvajes, ‘halla remos sociedades Sciuicivilizadas, que perniiten ‘el i fanticidig y Ja venta de los nif 3 que onside an peostitucion accion honrosa y. para inslitucién el adulterio?, s Jeyes coi Sy hay al thos | enigins. yen i das los natses, han ‘sido. éonsi A puniod Tams do contest eat Glertos delitos alroce mer: 3% beut ria hecho: mtiguos y nid- ees ense- niasdgetas, a A los send, a los oslavs ya los e candinavos, A rmatara sus padres decrépitos 6.enter mos. Se dice: que los habitantes ‘de la Tierra del Fuego, los. de “Fidji, los‘de Batta, los kamtschadales y log de la : “Nueva Caledonia, siguen atin en nuestros dias esta hori: > ble costumbre. El homicidio per mera brutalidad es tre- ‘cuentisimo ‘en “muchés’ pueblos de Australia; de’ Nueva Lela ada,” de las islas Vidji, | aed Africa central, don Helos su destraza, para ojarcitarse, para ‘proba sus avmas,,* sin que esto alan me en lo mas tninimo la conciencia pu » Blea, « : “tr yputisia plu stacecs Por Wiltimo, el homicidio para vobar a la ‘victima 10 han practicada siempre @ los salyajes: de undMridu con los. de las inmediat as. : Parece, puis, que hal de inbuiciin ore. choe identicos, pan 0 ‘iy tes ‘soci dailes, i tna manera i éntica; porque implicit. una iielats en la forma, pero no en al | fond de la moral social: Bolo to puede es esclarecer luciont del sentido mordls: : cinig, “que habiendla hecho coinjprcnder & las primeras-agreraciones humanas la riecesidac de cier'las reglas de conducta, se ha convertide en cosbum- bre intelectual, y transmitida por herencia 4 la “posteri dad se ha transformado €n_instinto: Estas intuigiong : _ morales fundamentales &¢ ian degairellad lo y ge desu i llan avin en Ja raza: y dun’ cuar do son’ei resulbade Lo! wexperiencias de’ dad, acumiiladas y conve ertidag gta. ‘dualmente en Organicas y horeditarias, ¢ en, a aonialid ‘ gon por soinpltp ihdepe idientcs ciente... Todas tas experiencia: y consolidadas 4 través is dle todas | das de) la raza humana, han producide modifice nerviogas correspondientes, que por tvansmisién ¥ mulacién continuas, se han: transformad oy “acesite esla Lipdtesis, ya la de Darwi ii, 26 clerlo ce " que: todas las razas_pogeen. hoy. uaa summa de ingtintos maces annetdas, os decit, , que no s deben a ragone puree alana’ do-esing ins tintos desde la infancia, desde que comionza A percibir— “se el desarrollo intelectual, pero dese luego antes de: que el nit sea capaz dé hacer el dificil pasincinio que “demu la nlilidad indiccets: dal altea'gmo. Lo mismo puede decirse de Ja, existencia del sentido moral inuado- _ que.es ef tinico que puede ‘explicar el, sacrilicio solitario .€ ignorado cue 4 veces hacen log honibres de sus inte- ‘reses' mis caros por no violar fo que creen que es su deber. . Indudablemente ol principio de que Ja conveniencia _ social es sdlo posible con ciarta tompensacién de egots mo y de altruism, puede explicar el pyimiivo 6 ‘utilitario. ¢ ideas morales. (2).-No os menos ciet tO que en los ares el S par wiculares el alluisrno produce con . frecuencia el mal del individuy; y que le impide alcanzar do * “que mas “vivamente desea sin’ que tenga que tomer’. ninsura consecuencia desagradaly ple, proxima 6 future. Si ‘el hombre obra de esta manera no puede atribuir: , se & alra casa sino a la'existencia de un sentimicnto ‘que lo frapulsa A conducirse | sin _consideracién_& a8 conse- ist oe Senso ses de la vior al ens oni, cap. we + cuencias Ja ley ct EL DELILO NATURAL - ¢ acuerdo eon una ley que tiene dentro de EA “deber, que ve claramente gin aingua esfiicrzo de raciocinio.-Tai es et-sentico moral ingénito, heredla. ap, en su tolalidad 6 al menos en gran parte. Esto no obsta para que esos instintos heredados por nesetros hayan tenica un ori utilitario en nuestros lojanos ascendientes segtin Ia hipdtesis de que acabamos de hablar, Darwin, que ao la acopta como hemos dicho, llega, sin embargo, & la misma conscoucncia: «Aun cuan- du cl hombre, dice, tenga pocos instintos especiales, que sus primeros progenitores sons razdn para que haya de- Jado de conservar,,d desde una épaca mus reinata, grado de amor énstindivo y de simpotia hacia sus semejati-, tes. La impeviosa palabra deder parece que significa, senctilamente, la conciencia interior de un ‘stnso persis. ef ie Wii. yu adquiridy parcialmente, le sir- rede guia, pero al cual, sin embarzo, podria desobede- cers (1). - Por otra parte, si la moral no. fuese mas que el fru- to del raciocinio individual, Jos individuos que estuvie- sen dotados de mayor intoligencia, serian absolutamen fe los mas hontaclos, porque les seria Hcil elevarse’é ila idea del altruismo, 4 Ja concepcidn dela moral absoluta, . que, sogan los posit istas consiste en la: cotpenetra- : cién lel egoismo y.del altruigmo; no diremos que suce- : da lo contravio, pero es evidente que | no faltan’ ejem- plas de personas muy inteligentes que 4 la vez son pica- vas redomados, mignivas que, por el contrario, Se, ven" hombres de limi jima inteligencia, que ain siéndlolo, ° no so permiton 8 é oemnNorosta " les preceptos y se sentirian lo misma, aunque no “estu- : “. wiesen obligados & cumplirlos por su u religion 6 6 por Ie ‘= Jeyescrita. me es yf. Croemoe, nuas, imposible negar la existengia psico- - Jégica del sentido moral, cfeacto, Guru tus leis mientos, | por la evohicidn, y transmitido por herenoia, -pero puesto que este sentide moral es una actividad psiquica, puede estar sujeto 4 alteraciones y 4 enferme- dades, puede perderse por completo, puede faltar de na- cimiento por una monstruosidad _semejante 4 Jas demas (de Nuesiny urgauioud, y yas & flim de clea eauea nue- de atribuirse al atavismo. Lag gradaciones «entre la su- prema energia de una voluntad bien organizada y Jaau- ‘“sencia completa del sentido morals ‘{l), gon’ inhume- rables. . / No podetnos, pues, admirarnos si en medio de una sociedad civilizada hallamos un mimero mas 6 menos considerable cle individuos cuya moralidad no corres- ponde 4 la general de Ja poblacién, son anmalias natu- rales, como veremos mds adelante. ~ Lo que conviene mas bien averiguir, es en qué me- ‘dida varia ese sentido moral 4 través de] espacio y del bit tenecen 4 ‘otras razas; qué ha sido y qué llegar 4 ser. moral cuya presencia pueda descubrirse én las mas an- _ tiguas agrégaciones humanias, y cuales son los instintos morales que han.dominado en la época de una. civi . Gién inferior, cuales los que entonces apenas embriona- fa Averiguaremos atemds si hay una parte de ése sentido- Trios : se e desarrollaron poster jormente y han venido A ser : empo; qué es poy ese sentido moral en nuestra raza “etropea y qué en los demas pueblos civilizadds' que per- » “pre que se Y ontienda, que esa recta radio ny es an atribu- amoral cc "BD DELITO” i Jas tribue “sulvajes degeneradas, é no sagceptibles de ‘desarrollo, porque podemos considerarlas como anoma Nias de Ja ospeeia humana: Frataréimos de ge lar los sendinigndos morales que pueden decirse dest mente adyuiridos por 1a parte ciy ifzada de la humanidad,’ y_que forman fa yerdadera moral contemporanea, ‘que no es susceptible de sufvir menoscaha, sino de un des- arral acada vex mayor. » Se ha.dicho, que era una ilusién la ‘veobe ratio naduiae caigrUens diffuse in omnes, coustans que dijo Cicerén, y, sin embargu esas palabras encisrram una verdad siem- 14 to primitive y originario de la raza humana sind un pro- “ducto de la evolucién, 4 lo que es lo mismo, siempre que no s¢ extionda 4 las razas bavbaras, ni comprenda 19 un todo homogéneo sino qué abrace sélo alguna de ins vegqlas que le forman, V s quo nacen de’ niguaoy sentinieiéos, que se han convertido en organicos @ instintivos, entre los hombres que tiven en las socie- dads civilizadag contemporineas. Si logramos probar esta derivacisn, vendremos 4 obtener la conclusién de que una parte del scntido ‘mo- ral es idéntico en los misrnos limites,-y entonces. podre- nos definite! Dut TURAL coma fa ofensa & estos’ se. ti nieatas prof undos € instindivos dal hombre social. TT criatsouegha biente, asi también Ios hah abido superioves _ dos que ban ‘div igido sus estuerzos mismos Ja realizacién de la moral sega Spenéer, ase ideal de la donducks realizable ‘por’ una sociedad entera elvindo existe una completa compe- hotracién entee log sentimicntos de un egoisme razoua— ble, con las de un altraismo ilustrado, pero estos idéa- listas-son poco aumeroses y no pueden ni adelantarse en mucha 4 su tempd, ni impulsar fuettemente el pro- ceso evolutivo. Gl mising idealismo ético. religioso del cristianismo que concibe la humanidad como una ‘sola. familia en Dios, no pudo nacer y arraigarse sing cuando Roma lexd 4 reunir bajo ef cetro de un sol tmperio, | casi todos los pueblos Civilizados, y tuvo relaciénes cos~ * mopoiitas.— fin esta condision, la ética. cristiana no habia cncontrle tal yer un ferreno apropiada para el: * desarrollo y la ns vbilidad de 8us ideas» {1}, °° . «Ll conjinie de ideas morales de un puchlo— afiace el mismo autor, —no ha salido jamas formads do ningtin sistema filosdfico, como log Sstatutos dé-una sociedad * Mercantile. se capital de ideas morales eg ef producto. do una elaboracién tic todos los siglog que nos han pre- cediclo y que nog Jas han ‘transmitido por herencia con ayuda de Ja tradicién. Por eso ha habido en todas épo- Peas ua moral relative que ha consistido én Ja adapta~~ -cidn del individuo & Ia sociedad, y hay olva Jativa en cada region, en cada clase de la s es lo que so Haman Jag costunbres,—Cuands un: indivi- ‘duo se conduce Seguin los principiog de conducts gene- -ralmente admitidos en el pueblo, en la tribu, en ja’ cagta, A que pertenecs, no se puede decir que obra inmoval- ‘mente, aun cuando Ja moral .absoluta no jy crea asi, I a ensrelaciéa con-el ideal, resclavitud por ejomplo;7y ai Una instituetn inmoral, tque ‘una sociedad perfec Noes tes; éstos go a. conseguir por af aun mas ve: - ‘ociedad, que 9 a. 5 2 = (1) Schanfite, Bstrudliage y vida ‘dal cuerpo social, cap. "VI absolute, .es desire: L DELITO NATURAL | fa no puede permitic el dominio ‘del honabt et ' 3 pero ysc deduce de esto la inmoralidad de-lbs homibre; pera ¢ Ged oto: eblo: piv. al heheh de propietarigs .del.mundo antigué,.sdlo”p ho, a ian eselavas? Tn formant a ‘que poseian’ es le ee ee : cue! weimpo tendia al ideal, se revela: enlas ie hese pot medio de las que los propietarios iti aS concedian Ja libertacd-& los esclavos que se ra en n= guido entre los demas, por su celo -y fidelida 16, tos. te pov su inteligencia, su instruccién 6 sus espe ‘ : ‘les x i i g- aptitucles, podian abrirse un camino en el mundo, ¢ig vin iti - Es imitil demostrav por medio dle slomplos, las mes diferencias que hay en muchos puntos, entre’ eae ral de pueblos diversos 6 en, ]a de un mismo: Pe ree diferentes épocas. No es nevesavio’ siquicra citar -lag, tr I, bus salvajes vitiguas-y modernas, basta ‘recordar tan, solo algunas eashimbres del mundo clasico tan prox}nio" a nosotros, por él género y-el grado de su ae cen Aecnrdemos la publicidad con que se celebra nee aie : misteriog de la naturaleza; el.culte de Venus y de Priapo, los anulelos feleos, 1a prostilucian religiosa en cual huho ejemplos en Roma, el ad ulterio ad 4 costumibres de Bsparta, cuando al rma o oe para la procreacién; el amor hacia pane wos sexo, de que los escritores griegos hab an ne i cosa, no solamente tolerada, sino digna de't Teg el matrimonio entrée hermano y Germana on.Jeu ul de los Faraones, costumbre que continud atin & “(1 -Solén prohibia &-los hort 19 NG 4 jovenes dol misme SOXO, porquo considera una de jas ocupaciones mis bellas de Soldn. ran @ngaso dé -duda, cudn grandes translormacione ;s La moral do nuestros dias osté caleada en Ja dostri-. na_de Cristo, ‘perd préscinciendo ‘de algunds principios.- 2) Evangelio, que, aunque predicados por todas partes, ig han podido ‘echar raices y convertirse en sentimien- oy voice “Pos Oidtupla, Ch dw sutviv jas wyurias, cevol- “-cipicg que pueden decirse completamente dégconocidos 2+ en Ja épooa greco-romana, y tomando en cambio algu- has de las maximas cominmeénte admitidas en nuestra ‘ sociedad contemporanea, como por ejempla, el deber de - “pespetar Ja libertad personal de todos los hombres: este sinio ha sido negado por mucho tiempo en nhestra misma raza; en toda la Eurupa da los tiempos antiguas y ~en los Estados Unidos de Américs hasta hace véinte dfios existid Ia esclavitud que atin no ha cesaparecido por completo.en el Brasil, Rusia ha abolido hace porns lustros la servidurubce y en todosestos pueblos no. era _inmoral para ef amo constré¥ir la voluntad del esclavo, ‘s “servirse de él como de un instrumento, separarlo de su familia, azotarlo y aun someterlo al tormento.!’ Pero clejemos 4 un lado. la historia y la weografia y “yer bien por mal, desear el bien de los enemigos, prin- :. * “Muchas cosas permitidas en una clase 6 en'una aso- ‘yacion, cstin rigurosumente prohibicas er otvag, 4 veq Ges Ia manera de conducirse depends del tiempo, del lu- gar, de la hora, del objeto de la reunion. Asi, por. ejem- plo, uaa sefiora puede presenlarse descotada en, wna. 00- mida 6 en un baile, cuando al hacer visibas de dia debes rA ir cubierta por ‘completo; asi también un caballero que te haya sido presentado durante un baile, podra a 2 cerla por la cinfura para bailar, lo que no podria, hacer. en ninguna otra occasion, 4 no ser en las intimas expan siones del amor. ‘todos nuestros movimientos estan ree gulados por lo que ta costumbre estahlece; cagi no bay una accién’ que no esté sometida & una regla; la tradi: cién, Ja educacién, los ejemplos sontinugs, nos hacen, eeguir estos preceptos, sin discutirlos, sin examinar. i razon de cllas. ' ee Estas leyes, variables, guperficinies, cilantes, es- tin sometidas 4 dlrag mas general aales pene tran toda Ja sociedad de alto abajo, como el rayo cel sol se proyec a A través de diferentes capas Hquidas sobre- puestas una 4 otra. Pera como éste experimenta una re= fraccién diferante en razon & ja diversa densidad del. medio, también aquélias experimentan en cada clase 80- cia, algunas notables variaciones. Tales son ios pre ps tos que suclen Hamarse de moral y que mis {§cilmente - que log otros pueden agruparse sintéticamente en po principios generales para dirigie la conducta. o " Las primeras reglas 4 que me he referido, Jas awe propiamente constitiyen el ceremonial, Henea el carace... ter de una continua variabilidad; Jos preceptos dela . moval tienen mayor constancia, pero tampogo esta, es. absoluta, sus vaniaciones son: mas lentas y menes sensi :, - bles, en un espacio reducido y'on una épdca, para’ encontrar verdaderos ontrastes se “dir é ja historia de los ‘pucblos antiguos acién ¢3 inferior’ lavTu oni “misnio"periodo “histérico,.en una misma ‘nacion, ‘ existen principios morales cuyo dominio aloanza 4 todas las clases de-fa ‘sociedad, aun cuando no* . cag ellas la misma’ eypansién ALS inismio grado de pi : feéeidn, lo cual: hace ‘pensar, que ‘en las diferentes ‘cla~ es que componen una pobl ) presenta La moral-o "> pectos en algunos puntos diferentes. Si_hay algo, dice Bagehot, en que los hombres difieren nvtablemenic, es -on_ Jo finura_y intuici al walguicra ef Lorigen de_ estos schtimientes. Para convencornds de ¢ilo noes necesario viajar por paises salvajes, basta hablar con in: ; leses de Ja clase pobre, con nues ablondrema foviores de] tos propids criades y ja mas conipleta evidencia, Lag clases in- -: paises civilizados, asi como todas Jas cla-* seg birbaros, carecen evicentemente de la cada de los sentimientos 4 Jos que en cém- nombre de sentido mocai. : demasiado estenao, cl autoy hace nofar th sdlo laca~ . 4 rencia de 1a parte mas delicarla del Scatide moral en das” - clases inferioves, lo cual supone que en lodas Jas clases existe ui sentido imoral, atin’ cwindo poco desarrolladd ‘nada delicado; hasta Jag ttimas clases sociales, tienen leo de-comin’ con las superiores en, el orden moral? xiste una razdn para .que_asf sea: si es clerto que él | sentido incral eg cl producto de ‘una evolticién, es natu= ral que se encuentrée mends desarrollado en las ela: claics, que, hal iendo_progeesado’ mengs_que ofra “presenta ua ‘grado inferior en el clesarrollo psiquiso, Jo cual n rado menor de de ociale: : “dad tan evidente) que en todo ? EL DELITO raroRa “De aqui se sigtie (voy direstamente 4 las cdnsectie jag, porque crco inttil reforzar con ejemplo un ) ntimient6.,moral pudtlen’ distingtir diferentes pas’ superpucstas, g hacen cada vez mas delicado, el mismo sentiniiento, de modo que apartando este producto superficial Vv ms ree haere 2 miseuirird la parte mas sustancial de dicho sentimicnto, y se obseryaré que es idéntico cn todos Ins hombres ce nuestro tiempo y de, nuestra raza, y win co obras tazas, No muy distintas. @ la nuestra, que hayan Hegado & un grado nomuy distan; te de eivilizacién. : : . SERED Por este media, y atin renunciando 4 Ja idea do fa universalidad absoluta ce la naval, podremog deter nav Ia identidad de algunos instintos morales, en un yasta region del reine .dumano. | Pero gcudles son, ante todo, esos instintos mo; que debemos ocuparnos? {Trataremos del honor dor, dela religién, del pattiiotising? Parece A Fic ‘pero no es menos cierto que debémos preséindir de eatds sentim ientos para nuestras investigaciones. En lo, Rela! vo al palriotismo, conste, que en nuestros tiempos, N0 63,” ya absolutamente indispensable para la moralidad del in-,, dividao; hoy no 6s iumoral quien’ prefiere al propio, un. * pais extranjero, 6 quien no derrama dulces lagrimas’é I vista de los colores acionales. El desobedecer al gobier no conatituido, el.aceptar un destino d jero, pueden merécat el calificative ide” no cl de hombré“malvado,’ la “misma ‘po cet semejante distincién {posibilidad TACINOLOGTA oe Espa tani en Roma), prueba la separacioa que hoy e te entre la moral individual yal sentimiento dle naciona- + lidad Esta obser vacin; es también aplicable vals atimie en- tg roligi en toda la Europa contemporanea, mejor di- cho, en toda la raza europea, las personas Shistradas consideran ja mordlidad publica independieate de la re- ligidn. LL sentimiento religioso de los antiguos estaba _ continuamiente unico al patriotismo, porgue. sé or ela, GuG la folivicad de le patria dependia del cutto a la divinidad. (oy existe li niigma preocupacida en algrmas tribus bar- “barag, ln la Edad Media, la idea de que los cristianos avan la familia de Dios, los: hacia no tener piedad con Jos infieles. La blasfemia, 1a hevejia, ci sade! _ ceria y hasta Ja ciencia, en contradiceién con ig dogmas erin log mas graves crimenes. Derd hoy, los preceptes de la veligién, no forman parle de lis reglas de conduc- ta en la sociedail, Jo cual no impide, que nuestra moral conlempordnea esté, en parle, darivyada wall, _qne ha favorecilo el cesayrollo dei alhmismo. Pero se puede profesar la moval cristiana y no creer en lus dog- mas, es deci, no tener fe. Mas adelante insistivemos en est p santo. Jil pudor parece sev_un yer lacero instinto humano, y . ya hemos hablado de su inmensa variabilidad, y anadire mos que ni deja de hallarse en algunas tribus la comple- “ta desnudez, ni fattan ejemplarcs de la publica unién de ~ “Ios sexos; recuérdese la narracién de Cook de una sin~ gular costumbre de fas islas Sanwich, ‘la consumasign # publica del matrimonio, de Jo cual dice el autor, apasio- - nado por los salyajes, que no debemos adm arnos, si re- /gordamos qué él Cédiga civil da al mabri imodnio ‘el cardio “ter de acto ‘piiblico. “Herodoto y Jenofoate, “yefleren ‘und : niniemente, que la copula’ no se Déultaba’ eri dlgunds pue “bios! de a india | y(del Asia ‘Menor. Se, “sabe,” queen / a heohi-* luchabant desnudas, enh las pales : Shae “aca Nubia’y ¥ aun. Jas’ civ ‘ Wal el bao. ‘Ba angsira mi al pst de be suai OS que, le madestia - ye gon solo sentimtentos ‘relativos? -,/ . Existe esa especie de pudor, par él cual le. mujer vhaza a Venus yaga, ela amor fees 6 & quer no tenga el ‘86: un sentimicnto, que nace el vest peta Alo “familia 6 de’ esposa, al sentimiento ‘del honor cella y varia, eon arreglo 4 las costumbres locales. Don “deel ofrecer’ por | una noche al forastero Ia mujer propia + : ex una cortesia y casi un deber de hospitalidad (Groen- * : landia, Ceilin, Thaiti, ‘en la épuca del, deéseubrimien 0); donde todes los hermanos deostumbran A tomar una ” mujer comdn (Thibet, Matabar); y donde la mujer se compromete & ser ficl por cinco 6 scis dias de Ja sema~) na reservandose uno 6 dds para los amores, libtes, (Ja” sani y otras: tribus aranas) ol “concept del 1 pucor muy distinto del. prueba verdadera es instintivo, es el hecho de que"en nuestra sociedk ste realmente la poliand alo mismo que enter é lag. bus mis salyajes del Al aparec amnente. enn disminuiv con el progreso | clina & extenderse: con palabra mas “no cuenta: entre | neada ciudad, “des. 6 que’ ‘al oenos “-gido por sb ¢ yna costum Jizadas,- “65 una ae esas, men iras convencit 1 . tose complace « en analizar Max Nordau. -En “cuanto 4 ‘las aglieras es cierto que Su aparente compostura ‘8, migy ren ‘nuestra, raza: latina: 2 en otras partes; coma en Aleniania, en. Sueeia, en 12 América del Novte, Ia mayor libertad de que gozan va -unida, & menor hipoeresia y, ‘sin embargo, & pesar do nuestra despiadada severidad gno os frecuentes ‘que en las ch inferiores, una joven de diecigcho-6 veinte | AfigS no conserve su castidad? -y atin eo las supovio- ves jno sucdde con frecuénela que na joven que no coslé cuidadosamente vigiiada, ceca ‘lag pretensiones “amorosas del hombre cue Je es simpatica, y que hasta, en las fainilias que haven gale dem iS ‘hayan visto jovenes ediicaday en los mds séveros princi-. pios, ecder de repente al ardor de fa pasion 6 ana se- duecidn habil y atrevida? Y Ta gente so escandalizé, porque como cice Noreleny Ja oivilizaciin ha hecho ur delito de lo que para la na- tnvaloza es una cosa ingcente. Pero jrstamonte porque e delito natural, d-pesat del as leyes, de las cos- liginga, de los peligros cle toda for libre, Ja gran mayoria. de Tas mujeres continta y continaata sicimpre.c jandose &e- ducir, 6 dejandose inducit al adullebio, Law: gauiens. mudier guerito, que. Tuvenal, b aba vanamerite en. sti tiempos, ha sido én todos’ cepcion, eel be ‘La castidad, pues, que xisté én pocos “indi ‘duos, por causa de ut un temperamento particuls ry gpuede Ha~ ng esis tumbres, de la moral vr “clase, & que expone el 2 miarse ac “dornina. el instinto opuesto, que impulse a las “satisfac: ibuacion ‘especial ¢ que: se’encuente i I cs casi siempre, el iit SE SO! instinta bumano, * cuando por el contrario ~ rey ne. encuentra por Io ge-/ “CEL DELITQ NATURAL to vcligioso, ed pocas almas clegidas. De todo lo dicho se deduce gue el sentimiento del. pudor es artificial 6 corivencional; acaso queriendaencontrar algo-universal on fa especie humana, nose llega mds lejos que al ins- tinto, por el cual se ocullan en ptiblico las partes se- xuales, y al hecho que no es exclusive de la especie hu- mana, sing comin con ‘muchos animales, de que el macho es el que provoca la cépula, mientras el otro, sexo, finge resignarse al abrazo, después de haber si-~ mulado una resistencia mas 6 menos viva. : Facil eee sera cl examen del sentimionto del_honor, i q ean a8o6 acion, cada cla- aul, cada familia, es amos por decir, cada indivi- duo, tiene un punto de honor especial en cuyo nombre se cometen.toda clase de acciones buenas y malas. El, honor mueyve el puial del conspirador, como mueve la espada del soldado. Ein los ‘iltimos peldajios de la socie- dad, en las asociacioues de mathechores, en las reunio~ nes mas tnmorales, en las colonias peuitenciartas, existe una idea del honor que-hace conieter las venganzas mas ; atvuces y los delitos mas execrables. Ademas, lo que en! determinada sociedad se considera honroso, Se mira como deshonreso en tal otra. Nada hay més variable qque este sentimiento, al cual Tama Spencer egoaltruis- | ticn, pero que no ‘se preosupa | cde los demas, siio'en” cuanto ellos nos hacen objeto de 8u estima, de su admi- racion 6 de su aplauso. Excluyends de nuestro examen todos los sentimnien- tos de que acabamos dé hablar, gqué nos queda de lo- | gue snele llamarse el sentido moral? Tan sdélolos instin- *: tos aliruistas, 6 sca aquéllos que tionden directamente “ ‘ al bicn de los deynas, atin euando éste pueda indirectainente provechaso. : Los senlimieulys “aileuisias, que" se encuent muy distinto gu radlo ¢ desarrolio,,en los difer vent Grusinorocta * blog -y las diversas clases del inismo, pueblo, pero que sin embargo, se encuentran en todas partes, en toda. agrupacién humana organizada (con la excepcidn acaso,”~ de’ un nttmero pequeio de tribus salvajes), p pueden redu- cirse 4 dos instintos tipos: el de la benenoleneu x cide la” Justicia. Si caeremos estudiarlos: desde e? pun to de vista de la. escuela evohicionisia, podomas elovarnos hasta su for ma rudimentaria, que ha sido un _apéndice de los seau miontos egoistag. El instinto de la propia conservacién, 80 exiendis primeramente Ala lamilia, después 4 Ja tri “bu; de’ a! se degprendid tentamente un sentimienta de simpatia hacia nuestros semejantes, y sc ‘consideraron, como semejantes al principio los que formal ban Ja ‘mis- ma tribi, luego los habitantes del mismo pais, mas tar- de los hombres de la misma vaza, del mismo color, por Ultime jos hombres de todas las razas, . En esta forma cl sentimicnto del amor 6 de Ia hene- valencia, hacia nucstrys semujanees, nade Como un sen- timiento egouléraista en efamor & Jos hijo: que son casi parte de nosotros mismos, y se extendid Inego 4 Los in- dividuos deja misma familia, pero no lied. Avser pro- “piamente aliruista sind cuando .nd estaba “determinade por log vinculos de la‘sangre; entonees lo éaractoriza la semejanza Iisica 6 mo! Lde los individuos, lo la misma 7 “Casta, de la misma raza, “gue hablan idéntica 6 parecida * lengua, porque ng podemos concchir simpatias por indic” “yiduos completamente diferentes de nosotros :y cuya. manera de sentir desconocemos. Esta es la’ ciusa, ' “To ha nolado perfectamente Darwin, de que la dif ‘ ‘de raza, y por consiguiente de aspecto y de” costumbres, , e@a und dle los mayor 28 obstaculos para la universalidad Sélo ‘con mi hp EL ORLITO NATURAL posterior, ¥y qué aun en nuestros tiempos solo poseen los : hombres mas delicados, ‘Poro nos cs, precisé Analizar con alguna 1 mas ig profur-. didad el instinto'de Ja benevolencia, para. deter minar sus iliferentes grados y descubrir la parte verdaderamente necegaria para la moralidad, y que es hasta cierto punto universal. : Encontramos, al hacer este andlisis, pr imeramente un niimero’ muy limitade dz personas que sdlo se ocu~ pan del bienestar de log demas, y que dedican tyda su vida da mejora moval y material de la humanidad po- bre y enterma, ds Ia infancia é de la ancianidad desvali- das, y Jo bacen sin. ningiw fin ulterior de recompensa 6 ambicidn, desednds por el contrario que sus nombres sean ignotados, y que se privan para esto no sdlo “de lo necesavio sino arin de aly cusa falta les hace sufrir: es~ tos son les fildntropos en la verdadera acepcién de Ja palabra; sigue & éstos un numero bastante mas grande de personas, que sin hacer de ello ef fin desu vida se complacen en prestar servicios siempre. que- tienen oca- sién de ella, y que si no bugean Jas ocasiones tampoco las esquivan, (ue tienen una gatisfaccién cuando pueden hacer algo por los demas: estos son los hombres ;bené~ ficos 6 generosos. La mayoria se compone de personag que, gia hacer ningtin esfuerzo ni.imponerse ningtin sa- crificio para aumentar el bienestar y disminuir las des- gracias de log demas, no quieren sin embargo ser ‘causa de un dolor y evitan todos'los*actos voluntartos qué pue- dan producirio & sus semejantes. Este eg el_sentimiento de piedad 6 de humanidad; es decir: la repugnancia ala crueldad ¥ Ja resistencia ¢ pulsos que serian causa de un. Sulrimiento para. n nies Os “ote | Su origen no, cutitmNoLo). \ 19 re) Or ajeno que yenimos 4 sentir como™ propio. En Su. ori- gon esto es egoismo, pera hay se ha convertico “en un ‘semejantes. Sélo en este sentido puede llamarse altruis- ta un sentimiento que nace de la simpatia ‘por el dolor y, por congiguiente, ‘el temor de sentir tna emocidn do- lorosa en presencia del dolor que hayamos producido. La simpatia hacia el dolor p ducta any diversas modificaciones: cu p rime los actos que son causa intencianal cel sufi imien- ponicnco que no nos inspire una antipatia, el movimien- timiento de disgusto espontineo en casi tades Jos -hom- res adullos, excepiuando lus que tengan sentimientos _ compistamente brutales: 1a vepresentacidn del dolor Fisi- lu en esa forma,.es tan viva on casi todas las civilizadas que cvitan con cuidado el producir- persona Vivo se nota una marcada repuenaueia & producir un do- or, aun cuando no sea fisico. El doloroso estado del es- pivitu que excilaria en otra persona una palabra dura, -€ un acto ofensiva, lo imaginamos con tal claridad, qu esto basta para que rechacemos parcial é totalmente Suna idea eeinejanle (Ll), - En casos de otro género, la picdad inddifica’ Ja con- dlucta, determinando estuerzos para consolar un dolor prosenté; el que resulta de una enfermedad, de un acdi- dente, clu! mal trato de’enemigos, y hasta de ja célera. de Io. persona, en el corazon de la oual nace la piedad..:- on es viva y si “ademas ye que el dolor Si su-imagin _que presencia puede ser mitigado con suey uda, 10 pue- “dle evitarse las: consuras’ de ‘su propia: Sonciongia ‘st AL} Spencer. Princtpes de Prychoioie at ay corollas, capi “Lo Vr. Paris, 1875. . ingtinto que no racijocina y cuyo fo directo son nuestros. mec lugav re-- to: este efecto so obgerva en muy diversas grados; sus. © por el cual-se maltrata & un hombre, produce un sen- o. Donrle existe un grado mas alio do,poder representa- e 7s Se puede hacer ‘un grat dard por 0 “nouidie de un penferino, en ‘sacarrs de uo pobre, lo. ol ina pob algja de él, porque ta ima rer sobre su Podemos, phes, ‘dedueie nevolencia, ‘alea 1 cue prodicen av dale 3 cle yaw pheden produce ua a doje moral: la piedad que nos impulsa 4 consolav Ins dolores (ute presenciainos: la caridad, la gencrosidad, Ja filantropia que hacen qué’ nos ocupemes con plicer de lo que puede, ne sdlo calmar. Ios. dolores actuales, ‘sind aun preeaver los ‘dolores faburogs y hacer menos ‘triste la existencia do los desgraciado : Las dos primeras manifestaciones son riegativas,. ‘es de cir, consisten en Ja abstencién de" ciertos hechos; ‘las otras no: Tevan’ consigo una omisién sino. una_accida.” Aliova ya pedemos ver con claridac! el flaco de la. teoria, sewtt : el cardcter de sociedad.” ~ moral, sino ie clara, ‘ AOE 1A VIOMACLON. Ce. los sentimi ntos altr nists en la medida oned: posiida nri nerd i ist le es “Pov - . e390 Nd se" “eneuenlea: en aba i.todos, * osindlividuos que per “tenecen a. lag razag guparidres de Ja humanidad, 6 6 alo . pueblos pl ximos 4 la civilizacion, ‘més chia la piedlad: eit sus formas negativas.De donde se deduce q que el hecho normal, al cual cunida, qa ‘id cel delito, ho puede ser mas (ue la violacién del ‘gentimiento, uc $¢ gpone va que geamos causa involuntaria dé un dolox. . : ‘pero ya hemos disho que tan sélo el primer gra- ilo de Ja. piedad sea hecho casi, universal, es decir, “1a repugnanciané 4 los hechos’ que “praducen { un doloe’ lisico; ‘en cuanto. 4 Jos cue Son causa de un. dolor moral, hay “qe hacer ‘una “disfiqan hay, algunos ouyo" efecto” de- |" “pende, ante ‘todo, de la sen ilidad de la persova, que es Objeto de é; Ja misma injuria que alecta dolovosamente. ~ &un-hombre edlucado, le esd un rustico casi indilerente- ‘La potencia representativa general n6 es suliciente para vapreciar este dolor; por palabtés malsonantes y “otras clase $ ‘de groserias son fi frecuentes en el bajo_ : ri bots punto meh suitie: ‘con. éllas las alma delica ‘ ( Siente Ateajade. “fu pueden’ caigar eafer ‘imedades y! ai leclo es amy variate, 8 808 an, Jas naturales que pueda, pa gue se deshouad una doucellay y también cus gs complica en alg una. manera con el fisico, eoind cn. los obshiculos & de Hiberiad de los mbcimientos, en la violencia: con’ do el:dolor. moral se complica con tw dague d la posictin que’ el ili - wlio octipa an ta socwdad: este es cl caso ce Ja injuria, dé la calummia, de ia excitacion A la peosti tucién, dle la, se duecién de una doneella, antes. de q ue Hogue A a tn may or edad. 4. 2 Estos hechos puoden producit des sgracias ‘ifrepar bles, pueden arvojar ala victima 4 las clases abyectas: que son la hez de la sociedad. Sdlo cn prevision de. estos electos se sicnte herido el seatinienta. universal” da'pie- dad; por,éso son criminales sus autores, noe De todo Jo que hemos digho dn este parrafo, que sreemos haber encontrada hasta ahora-un ‘sen! miento altraista, que en la fase ruclinténtaria de su des- arrollo, es universal, 4 lo mengscn las razas superiores dle la humanidad ye en n todas los puchlos: ave chan salico forma. % negativa, : ~B te sontimiento gevii, pues, un ‘sentimienio fijo, mutkable j pava la humanicad’en, Hay uA ‘sentimiento ‘universal, si ‘se xoep tia tribus ladas y qee,. compacadas con Ja‘esp mana, sdlo. representan una insignificddte mayoria oy 8 se quiere, ‘anomalias, fendmenog exeopeldaale No esta, ni mucho menos; esfe razonimien io en con tradiecién con la‘ teorfa de la vevoinciin; cont tratlicd que el Sr. Aramburo me censura distendo:.«si 1a inoral >es evoluci onisk, épor qué varia solamente en ‘parte? teovia del crimeén: «Deducir, dice, que no pucden eng odrarsé scatimientos fijos por el ‘proceso evolativo, es, ssuponer que no ‘existen Gondiciones jas bare el Bienestar : na, exigidas pot “iad nevasidlades sctiales, prochucan deas : -alempovales de lo justo y de Is injusto, con excitacion de * alos gentimientos cirrespondientes, se puede inferir de _.xesto con claridad, que las formas permanentes de Gon oduicta, exigidas por las necesidaces sociales, producivin -videas permanentes dle lo justo y de Io injusto, con las ex- acitaciones del sentimiento correspondiente, y asi discu- stir el génesis de estos sentimientos eg poner’ en duda Ia “ »oxistencia de estas formas. Abora bien, nadie negara que shay formas permanentes de conducta, & poco que ‘com »pave los oidigos dé todas las razas, que han traspasado «cl peviodo de la vida puramente de rapiiia. La mutabili- odad de ‘sentimicntos, que '»:mos sehalado més arriba, ros tan sdlo el acampafiamisato inevitable de la transi- - vagidtt que nds licva desde el ipo original de la sociedad, »atloptaco por fa actividad destructora, al tipo civilizado ‘ede la socieitad, adoptado por la actividad pacifica», Es 1 fas ullimas palabras del mds grande filésofo contempo- ranco nos. serviran para contéstar a la objecton de Avamburo y pava contestar 4 la vez 4 esta otra: «j66mo a: “vO On la hume anidad,; olvidando lo qué habéis dicho poco’ scustiumbres de muchos puchlos daticuos, ‘del latrocinia,’ ate la pirateria, del saqueo de lds buques naulragos, cel cual se encuentran huellas en una época mas reciente, * . Aen nuestra misma raza curopea, cuando ¥a no era sal- “nyaje; de la venta ue los nifios toleracta en China, de Ja. iplicios de la Edad Media x dé las’ pafinles contra Jos, Indi igenas de. “sCowaadii'de Leén durante la cruzada?s (1). .-plicacion no se hava esperar. . tak se puede decir (ue el sentimiento de piedad es inStinti- . antes del parvicidid autorizado en clertos casos por Jas roscla avitud que apenas ha dosaparesido en América; en). es de'los cristinnos contra loa he- § ia TEIL Mh. América? { {Camo explicar gue Ta ley cnda refieva sin os tremecerse y sin manchar el cavacter caballeresco de su héroe la historia del festin dg antropdfagos de Ricardo No hay, sin embargo, contradiceion alguoa y Ta ex- Homing dicho & qué objets se extiende el gontimiento de picdact, que es & nuestros semejanies; heinos dicho también que s¢ comienza por considerar semojantes 4 4 los hombres de Ja misma tribu, luego 4 los del mismo pue-, blo, mas tarde 4 todos los que estaban unidos por una fe, una lengua, wn origen connin, y solamente en, nyes- . tros tiempos 4 todos log hombres, cualquiera ‘que ‘sea la raza 6 la religion & que pevtenezcan. La piedad existia, no era cosmapolita, eomo no lo es aun, digase lo que se quiera; prueba de ello eg, el trato cruel que Jas naciones de Europa, Jmponen ais hoy mismo 4 los be- reberes, & los indo-chinos, respesty a los cuales no rigen las leves humanitarias de la guerra moderaa (2). Esto explica qiie en una época menos civilizada, Jos indigenas de Amévica no fuesen consideracdos. como hombres por los espafibles; que algunos siglos antes los ° movos, los sarracenos, todos los que no eran cristianos, ° los herejes, los albigenses, no merecieran mas piedad | que perros rabiosos. } No eran sonejantes de los caldlicos; se diferenciaban tanto como el ejéercito de Satands, de al del Arcangel Miguel, eran enemigos de Cristo, y su raza. debia. ostirparse: no cavecian nuestros antepasacos del (J) Mataron un nifo sarracono, [resco y tierno, lo cocieron:y lo salaron. El rey Io comid r lo enconlrd muy bueno... Hizo, de- “muita coiyparade, pigs. 18 J 18 eo ‘enrautvoroats 7 sentimiento de piedad; pero no exietia, la aemejans za sin la * cual la simpatia, origen de la piedad, no era posible. LY Temontandonos en el curso de los sighs, mds alls - a leemos on” gus monuments esta inscripcién cuneiforme, en la que - “an gran vey, se enorgullece ante el mundo de una'barga- 2 “del mindo élasico,, penetvando.en la Asi “pie tan atrog y tan refinada gue nos hace estremecerdes- pués de tres inil afios, «maté un rebelde de cada dos, ‘construf un muro delante de las puertas de la ciudad, y haciendo desollar 4 los jeles dela rebelién, lo oubri con sus picle: empalé & otros, mandé desollar gran numero en mi pre- seneia y revesti la muralla con sus pieles, reuni sus ca- bezas en forma de corona, y sus cucrpos & manera de Suirnaldas (4). - jCudnto camino ha sido preciso reeorver, ‘para oir hoy, en vez de este prito de triunfo (aun cuands parez- ca aun exagerado al humanismo, 6 & la piedaa cosmo- polita) que él héroe no e3 mas que una variedad cel ase- sino, Porque los pueblos van comprentliende ya, que si ‘matar es un crimen, matar 4 muchos no puede ser una _ circunstancia atenuante: que strobar es un delito, inva-_ dir un pais no puede ser una glovia: qué los fedexm no “Jegitiman ‘estos hechos: que ¢l homicidio es homicidio:. - que Ja sangre derramacda es sangre derramada, que no : importa Hamar’ se César 6 Napolesn, y que a ‘los ojos cle .. porque en lugar dé la gorra del presidiario, obstente en _ Su-cabeza la corona de un emperador (2). ' : hice .emparedar vivos & unos, crucifiqué 6. ‘tiguos deo la raza suropea. ‘Dios inmortal, no desaparece ‘el caracter de. asesino, : Y este inismo sentimiento qe hoy est. tan oxtondi- | completamente salvajes: Oo waTuRAL sxistido siem- doy que se oxlenderds cada veux mas, le “pre en el corazdn humano desde que se formé la prime- ra sociedad de hombr es, desde que, vieron :en forno guyo 4 sus semejantes, La contradiccién de. que ‘seme acusa, os tan sélo aparente’¥ no me queda mds qua ex- : plicar el ovigen de algunas costumbres, que parecen es—, tar en abierta contradiccidn con los instintos de piedad, como son el parricidio religioso, ‘los sacrilicios humanos, ja yonta de los nifos, el infanticidio de log raquititas, ol abandono de los enlermos, 2leuno de los cuales se han abeervado en pueblos semicivilizadog on log Hompos an-. mn Sdlo que, para juzgar esto es menester colocarse en x nn punto de vista distinto. A diario yemos hombres i inge - truldos y civilizados, que ejercen la cirugia, someter a -- los enlermos & dolovosas operaciones, sin que los deten- gn sus gemidos, ni los enternezcan sus dolorogas cun- tracciones, y estos hombres que sgn solicitadas, alabacos yA quienes so agradece lo que hacen, no pueden ser ta- chads de ferocidad, zpodra decirse acaso por esto, que la piedad no es.un sentimiento fundamental de la natu- raleza humana? No por cierto, porque no ‘siendo el mal, sino la salud, el objeto de Ja dolorosa operacién serfa | absurda y pueril, Ja pledad que detuviese la, ‘cuchilla del” cirujano. La verdadera picdad, movida por Ja represen‘: tacién del.dolor futuro, 6 de la muerte del paciente, easo de no ejecutarse la operacién, excece 41s represen-? tacién demasiado viva, desu V actual y pasajero pulri- micnio. Hay que colocarse en este punto de vista’ para qua- far-clertas.costumbres fernees, de ‘algunos pueblos, no’ A veces se crefan: jecesitr ios para. ia salud 30 Ve osrunsoc ot maer te dada ptiblicamento, a losgineianos ingtiles y en: lermos, por sus prapios hijos, los cuales solian 1 orar el» corazon de aquéllos, para.dar ~ herederos de sus virbudes. La supersticién itnpedia todo género de resistencia, la repugnancia individual. cedia ante un deber social, filial 6 religioso. Por razanes ani- logas se justifican atin en Dahomey los sacrificios fine- ‘hres, y por ellas inmolaron a sus hijas Agamendn y Jefté. Preocupaciones palridticas 6 religiosas, costumbres radicionales, que se explican, ya con Ja necesidad de la seleccion, ya con la de impedir un aumento oxcesivo de _ »obiacién, han hecho. tolerar el infanticidio en ol Japon, on China, en Australia; enel Paraguay, en el Africa Austeal; el aborto voluatario en muchas teibus de la"Pa- inesia, y por lo mismo las Ieyes de Licurge imponian la muerte & los nifios:débiles 6 mal conforma: Cuando prevalecia un alto interes socia? -legistado $e enconir raban obligado: os & ahos limientos de_piedad. e, pues, cruéldad instintiva en estos hechos, - uote Zolanda y. “Australia: rahguuas an sOn Xcopciones, que contin roepealo de una “raza 6 de una nacions : Ilomos dicho 4 este propdsite, y créemos poder afir- ‘nar ahora, que existe un sentimionlo rudimentario de j pie- ded, que se halla en toda la especie humana’ (con pocas - excepsioncs;, bajo una forma negative, es decir, -de abs- ; tencida de ciertas actos crueles, y que! la apinién “publi-’ ca ha considerado siempre como crimenes,: las ‘violucio—*: nes de este sentimicnto, danosas & la comunidad, l a hecho exéeptuar ‘siempre do éllas 4 Ia guerra, tos de crueldad, ordenados 6 provocacios por ciones religiosas 6 poles 6 y Wradicionales. Pasemos 4 a forma mas mareada del alttuigmo, “es decir, A ese sentimiento, que se aparta de ima rhanera mas mareada, de los instintes egoistag, hablo del eenti miento de la 2 Justicia. «No consiste Gate “evidentemente, : No exis sino insbituciones sociales, que el individuo hallaba es- tableciclas; y costumbres alas que no podfa oponerse, aun cuando las repugnuse. - EL altruisme rechaza tan sélo Ja cr ueldad perjicd ical, y lo que'se habria crefdo perjucicial en cgos paises, era precisamente el no gjeoutar estos actos de crueldad, con-, siderados camo necesarios. “Pero este razonainiento no ex plica ni: ia antwopotagta : ‘ por gula, nicl derecho de los jefes de tribu y de los gue- vrerds de matar 4 un hombre por puro capricho, por ol / _ deseo de mostrar su destreza 6 prodar sus armas; en fin, acciones crueles que, no siendo en manera alguna; im-*. 2 ‘puestas | por preosupaciones religios spatristicas, 6 “por instituciones que tengan un fin econdmico,y social, no pueden explicarse,’ sino por. tolal del sont misudo de pledad, : as »placeres 6 de. soncillas pens que otros * Ja vepresentacion ‘de “los demas sms aun, o'salame o tolerara estas restricciones, § 10 qué las reconocera y.afirmaré espontaneamente; senti- ~ ri iiha grande’ y simpatica solicitud por Io, integridad | we la eslera de accién de tos otros ciudacancs, como la tide por la “Integridad de la suya propia y Ja defendera contra todo atacue, al par que se abstenclrd’é] mismo - ide ‘atacarlas. Bl sentimiento de la. justiciaen este grado .~ ian superior, és lo'que hemos conyenico en Hamar delica- déza. Se comprende ficilmente, que un sentimiento tan complejo, sélo pueden poseerlo de unamanera perfecta, naturalezag privilegiadas. Aun cuando la idea de Ta jus- icia ésté muy desarrollada hasta en los nines’ yen las “personas del puoblo bajo, no es comin que estas perso— s abrén de acuerdo con esa, idea, cuarido’se’ trata de. ‘su interés personal. El nitto’y el salvaje distinguen per” “fectamente Jo que les pertenece de io que no Ices perto- : “nese, y sin embargo, tratan de apoderarse de cualg ier objeto que.esté 4 su alcance, lo cual prucha, que lo.que Jes falta es ol sentimicnto, no la idea de justicia. Ten cuan- _to é Ins personae adultas dg ena nacién civilizada, poseen “ geueralmente; por la lerencia y las tradiciones, cierto ins- . tinto, que les impide apoderarse por eng:ho, 6 por vio~, Jencia, de lo! que no les pertences. Este eg un séntimiento + altruista, que corresponde al sentimicnts cguista de la propiedad, qué ha definido un fildsofo ital vA! «Und for= ; ina secundaria del de la conservacion individual» (1), Nuestra lengua no nos ofrece “una. palabra que indi- que on precisidn ol sentimiento de respelo & la propic~.. dad ajena. La palabra, rabidud @3 ACXSO Ja que significa algo mas proxtto 4 esta idea, aun cuando.su significa, ay una, bastante mas extensa, pucsto “el Sontimiento de réspeto A Lodo lo sia den matcriul eomo'en al: BL DOBLITO NATURAL ut moral: bienes, derechos, fama, honores, Wanquilited privacla (1). _ La significacién compleja de la palabra nos inelion. que, en una sociedad civilizada, ef sentimiento cde respe. to 4 las propiedaces morales, se une muy pronto al de las propiedades materiales, adhiriéndose 4 él de un modo indisoluble. : to También este sentimiento presenta diversas grada- ciones que corresponden 4 los distintos grados de” la evolucién moral. En cl vértice se encuentra, la delicade- 2a con sus infinitos matices. En el fondo el vespeto. la posesién cle un objeto ajeno; esta es la manifestacién mas sencilla y primitiva del sentimiento altruista, .cu- vrespondiente al de la propiedad. an Es facil observar, que la parte que se ha hecho ins: tintiva y hereditaria del sentimiento da probidad, esta mucho menos arraigada y es mucho nds elistica en’ la generalidad ce'los pueblos, que el sentimiento de bene- volencia y cle piedad, y esto debe atribuirse en una parte mucho mayor, 4 Ja educacién de la infancia y al medio ambiente. Lo misino este sentimiento_que el de piedad salievon bastante tarde de los limites de ia tribu 6 dé la familia, y hasta en el seno de algtin grupo familiar tenia raices poco profundas: recordemos los engafios de las fa- (1} Vacearo en su génesis y funciones de las leyes. sociales, pag. 163; Roma, 1889, ma censura de usar esta palabra que segin él significa la costumbre de observar exacta y continuamente los deVores sociales, pero Fanfani (Diccionario do ta lengua ‘habla- da) defing la probidad: abondad do eostumbres por conciencia ¥ porsuasién de lo bueno, como e! que es naturalmente honradop; juzgue el lector si el sentido en que he usado la palabra se acerca : al indicado en el Diecfonario. De todas maneras, habia declarado ya quo acoptaba la palabra, a falta de otra 4 propdaito para indi- car gl sentimiento de que voy tratando. ue uk El Dicvionario’de la Academia define Ja‘palubra probidad on, modo nhug parecido 4 Panfani cbondad, rectitud dé animo, hom- bria do bien, integridad y honradez en et obrars. : ‘Bf : CRIMINOLOGSA EL DELITO NATURAL” milias patriarcales: Jacob, que simula la figura de, su hermano et connivencia con su propia mafre al pie del lecho de 6 padre moribundo: Rebeca, que al abandonar con su esposo Ja casa paterna, rola los idolos preciosos de Labam, etc. Por otra parte, las leyss dae los pueblos primitives se ocupaban poco de la propiedad del indivi- duo aislado, atendian tan sélo a Ja propiedad del grupo familiar. Bagehot dice: «lo que Ilamamos propiedad pri- vaca, acaso no exisifa entonces, y si existia, no tenia ninguna importancia; asemejaba 4 esos objetos que se dan los nittos, y de los que éstos no pueden verse pri- - vaclos sin dolor, pero que conservan sin tener ningtin derecho serio sobre élos. Tal es Ja ley de le propiedad en los Liempos nias antiguos... el individuo, como indi-~ viduo, 0 s@ hallaba protegica ni en gus bienes ni cn su nidad, es necesario qie el sentimiento que se lastima, sea casi universal, y nosotros. ng encontraremos-este carad— ter'sind ‘en aquella probidad elemental, que consiste, co- Desde este punto do vista, la insolvencia simulada seria. criminal. : : Esto hiere, en efecto, el sentido moral universal co-. mo una estafa 6 un fraude cualquiera. No es improbable que se llerue 4 ese puuto, y aun tal vez mas lejos: se consideraran como csriminales todos los engafios qué se descubren en los procesos civiles, y & los cuales se. da el nombre de simuleeiaues, cuando no son mas que me- dios cle obtener una ventaja injusta & expensas de ‘log demas. : : Lo Pero acago sea peligrosa seguir por este camino.. Ea primer lugar, ctanda se trata de procedimientos ci~ ‘ cies, eg muy dificil descubrir la mala fe oculta entre las - sutilezay legales: ademis, si se trata do derechos reales, — Ja misma presencia del inmueble en cuestion, fiene por objeto tranquilizav los espiritus en la mayor parte de los casos. Esto hace que’Ja sociedad no se alarme mucho por los frauces de este ecuero, y que no los cdlogue en- tre Jos hechos perjudiciales? [un fin, no_se debe olvidar que Ja_probidad_es un sentimiento mucho" menos ‘arr} existencia» (1). El hurto en Roma, eva un delito privaco; solo el ro-- badu peria Hevar al Jadron “ante Tos tribunales: tnica—_ mente el saltendor de caminos, el que era causa de un peligra cumun y de una. perturbacién publica, podia sev perseguide publicamente por le ley Cornetia, lo que sé deduce de aplicarse la gancién de esta ley. gue Surth fa- clendi. conse cum tela ambulaverit (D. libro 48, tt. VIII, ac El progreso de la ivilizacién_no_ba Uegado. sal punto de cla: entr's los delitos con el cual se perjudique & otro. née quo el sentido moval medio dev rv todos los matices del a. La delicadeza mas éxqui pediria ac plar un simple clogio, que no tuviéramos Ja: ganciencia de haber mevecido perfectamente. Pero estes gon log sentimientos ce una minoria de gentes escugidas. Para que aparezca violado ol sentido morad.ce la coms, leg. corn; en nuestros ds cualquier engaio tle nuestro organism variable en rela atiral, que en el de la piedad, ‘y, mus | cha mas la eclucacidn y los ejemplos del medio ambienté:? Este hace sumamente dificil el poder trazar una : vior; la delisad.-a, ose sentimiento noble é ideal de ta ticia,-del que hemos cade una idea. °- tat Si pensamos en Ia. gran; tolerancia que se tien las falsificaciones industriales, con Ja mala fe en } (L} Bagehot, Lois scientifiques ce deurl des uations. Liv. TI, Pa- ris, 1892. , - 1a otra sélo se pena con una multa. Por el: contrario, y ilegitimas que son el principal recurso de muchas clases ryoria de la poblacién. La falsia, la deslealdad, la lalta uno sé enriquezca es muy Cel into dero ere EE _ - eho que se condene él contrabando, no dejaran los hom ‘pres’ honrados de fumar cigarros de la Habana, que no . . hayan gatisfecho los derechos de éntrada ‘en las Adua- CRIMINOLOGEA . . , sy wig Par : ) . . ta de caballos, dbjetos artisticos, etc., con las ganancias muy numerosas, sentimos tentaciones de dudar.de la existencia misma del sentimiento de probidad en la ma- de delicacleza son tan comunes, que ha egaclo 4 ser in- dispensable una tolerancia reciproca, y que el cardcter de verdadera improbidad ha debido limitarse & los mas groseros y avidentes ataques 4 la propiedad; pero este cardcter existe igualmente que cuando se trata de abje- tos y de bienes, cuando se trata de propiedad literaria 6 industrial. Asf, aunque las leyes no castiguen con pe- nas graves més que una sola especie de falsificacién, la de la moneda, no por eso se sublevaria menos el sentido moral al saber que una falsificacida industrial cualquie- ra enriquece 4 oires, menos al autor del pracedimiento, de que se han apoderado 4, pesar suyo. Sin cluda, la existencia de un ‘peligro social infinilamente més gea- ve en el primer cago intluye en la opinign prblicd, que, sin emhergo, reconceerd al mismo cardeter de im- probidad en ambos géneros de falsificacién, aunque una de ellas ge castigue con trabajos forzados, mientras que & pesar de los demas bellos razonamientos, jamas senti i pugnancia hacia el contrabandista y el contrabando, que hacia el lad npra los objctos robados, porque en Delier e&s9, no se hace mas que . erse al pago de un impuesto, negarse A depositar, su diniéro ai las “éajas dé! Hstado, y viribuir.& que. yenriquezca es muy acle. Por: mu- “EL BREITO NATURAL iW Podemos cleducir de todo lo que se ha dicho en el = parrafo anterior, que el elemento de inmoralidad nece- Fsario para que un acto nocivo sea considerado como criminal pov la opinién piiblica, es la lesién de aquella ‘ parte del sentido moral que consiste en los sentimien- ; tos alérusstas fundamentales, es decir, los de piedad ylos de prohidad. Es necesario. ademas-que la violacién no recaiga sobre la parte superior y mds delicade de estos xentimientos, sino sobre Ia medida media en que son “poset dos por una comunidad y que es indispensable para la ‘ { adaptacién dul ind‘viduo 4 la sociedad. A esto Hamare- “mos crimen 6 defits nadural. No es esto, convengo en allo, ‘una verdadera definicin del delito, pero nadie dejaré de ver on ella una determinacién que yo creo ivy impor- tante. He querido demostrar con ella, que no basta decir como hasta ahora se ha venido diciendo, que el delita es ‘la vez un acto nocivo 6 inmoral, ge necesita-algo mas, - una especie determitaca de inmoralidad: Podrianios ci- tar millares de hechas que son 4a vez nocivos éinmora-.. les gin que puedan Megar 4 considerarse como delitos, porque él elemento cle inmoralicad que contienen no‘es la crueldad ni la falta de probidad. Si, por ejemplo, se nos habla de inmoralidad en general, tendremos que recono- : cer que este elemento existe dé alguna. manera en. toda casobediencia voluntaria a la. ley, pero,jcudntas transgre- siones, cudntos delitos, hasta guantos crimenes hay se- gtn la ley, que no nos impiden estrechar la'‘mano de Sus autores! - no ae “ , Seenons : Somos los primeros en reconocer que es necesaria una sanci6n penal para toda desobedientia 4 la ley,/ya : lastime 6 no los sentimientos altruistas, .pero entonc : 38 . . crDUNOLOGE A ge nos dira: ,cudl es el fin practico de esta distincién? Lo explicaremos mas adelante; por ahora nos basta comple- tar nuestro andlisis, explicande por qué hemos excluidy cle nuestro cuadro de la criminalidad cierldg violadioni de, sentimientos morales de un orden diferente, “Lo que hemos dictio respecto del pudor, justifica sue ficientemente la exclugisn de los actos que hieren anica- mente este sentimiento. Lo que constituye la oriminalidad de log atentados contra cl pudor, no es la violacién del pudor mismo, sinu la de Ja libertad individual del sentimicnto de piedad, aun cuando no haya habido violencia sing engafio, por causa del dolor moval, cde la vergiienza y de las tristes consecuencias que este actu brutal hace padecer & la victima. Pero gquién se alarma por el acto imptidico en si mismo, cuando Ia joven ha dispuesto libtemente cle si y no puede quejarse de haber sido engafiaca? La misma razon impide ya clasiiicar entre los crimenes cualquiera “clase de actos impndicos, librements consentidos, aun cnandy los cédigos de algunos Estados ifhpongan toda- via la pena de presidid a ciertas cdepravaciohes del sen- tide genésico. En cuanto al pudor publica, existe sin du- da la obligacion de respetarie, pero la excesiva variabi- dad de las costumbres impide toca regia sobre este punto. Puede desirse tan sélo, que una sociedad oiviliza- da no consiente la completa desnudez ni la publica union de los sexos, pero la vista de espectactlos dé este género excitaria la hilaridad 6 el desagrado mas bien que la in- dignacién, como no fuera entve los padres "de familia, y aun estos (Wtimos no pecivfan la muerte deos pecado- res, no se escandalizarian del crimen, gino de Ja indecen- cia, ora en ultimo caso, sdlo con canblaruna moda- lidad, Ja de lugar, enter avia todo de nuevo.en el orden “normal; 16 ‘cual ha hecho que, ségtin los tienipos,” sé ha- yan propinado lis arotes, la prisién 6 la milta a las fal- - los: celitos ™ tas de aste ¢ género, | somo, si se bratase de la. embriagues, oo el DELITO NATURAL " pero del mismo modo que. respecto de la attbriaguez, nadie ha pensado en imponerle las potas reservadas 4 La conciencia pttblica” no “quiere yer un crimen en ‘To que no llega quizd a ser una inconveniencia, sino por, una, circunstancia exterior, la publicidad y aun, hay que afadir que esla incony eniencia sera mis 6 mengs grave 4 medida que el sitio sea mas 6 menos excusado y la en- ramada mas 6 menus espess. Por eso, In opinion publica no ve en estos hechos mas que faltas de policia, sea cualquiera el lugar que ocupen en el Codigo. Pagemos 4 otvo eéncro de sentimientos que-tuvieron en otros tiempos una. _importancia inmensa: los senti- inieutos cle familia. Ya sabemos que la familia fué el germen de la tribu y, por congiguiente, dala nacion, y que el sentido moval comenzd &nacer en ella, en forma de amet por los hijos, que no es todavia un verdadero senti- mionto altruista, sino eyo-altruista. Los progresos del altruismo han mer mado ¢ en Touche la importancia de la agrupacién familiar; la moral salvo primero sus limites para pasar en seguida & los de Ja. tri- bu, de la casta y del pueblo y uo veconocer otras, fronte- vas que las de Ja humanidad. . : A pesar de todo, Ja familia ha continuado oxistionclo con sus reglas natuvales: Ja obediencia, 14 fidelidad; el mutuo auxilio de sus miembros. Pero gla violacién de los sentimientos cle familia es siempre un delito natural? No, en tanto que no venga a ser al mismo tempo una violacién de los sentimientos altvuistas elementales |dlo que acabamos de hablar. : Que un hijo maltrata 4 sus padres, gue una ‘madre abandona & sus hijos, goudl cs el sentimiento “realmente herido por estos actos? ZEI de familia considerada gomo : una agrupacién, como un organismo, 6 el de piedad; que tle ordinario es mas vivo hacia Jas personas que nds to can por la sangre? ‘ 40 CRIMENOLOGIA . : * Justamente esta universalidad del sentimiento de piedad hacia nuestros padres 6 nuestros hijos, es !o que hace criminales acciones que no lo serianrsi-se tratase de otras personas. Por el contrario, Ja idea de Ia comu- nidad de la familia, idea tradicional que subsiste 4 des- pecho de las leyes, quita cardcter criminal 4 ciertos ata- ques 4 la propiedad, como el robo entre padres & hij marido y mujer, hermanos y hermanas, Nu es él senti- miento de familia que vence al de probidad, es que ns existe falta de probidad en donde todos se creen cuefios. ” La desobediencia 4 ta autoridad palerns no esta hace mucho tiempo clasificaca entre los delitos, pero e} adul- torio tiene todavia un articulo en el Cédiga. Que el adul- terto perjudica. al orden de la familia; que es inmoral desde este punto de vista, no admite dudas, Sin embar- go, salvo en algunos casos excepcionales, no lastima los sentimientos altruistas elementales. No:¢s mas que cl olvido de un deber, la inobservancia cle un pacto, vy, come en cualquier otro ,contrato, sdlardeberia dar a Ia parte perjudicacia el derecho de hacerlo diselver legal- mente. Todavia no hemos llegacto 4 tanto; peto vemos cons- tontemente en ta historia la disminuctén cada vez mayor de las penas impuestas al adulterio, que desde Ia lapi-, dacién de los isvaclitas, los azotes delos;alemanes, 1a picota y los demas suplicios de la edad Media, sélo se castiga en nuestros diag con algunos méses de prision correccional. En una palabra, lo que no es mas que’ Ja violacién do un derecho; lo que no lastima el sentimiento: de piedad ° ni de probidad, no puede ser considerado'!como un cri- men por la opinidn publica. Estos son los sentimientos _ que se hieren con la bigamia y Gon las falsiis condiciones. que $e.a tribaye un aventur ero para conséguir penetrar _ enuna familia honrada, y esto que debia’ ser un crimen, ~nd lo ‘es sin embargo. Un matrimonio celébrado por me- 2 EL DELITO NATURAL : 41°" dio de engafios excita la indignactén universal, mucho mas que el olvido de la mujer que no puéde resistir al amor vedado. Suele compararse el adulterio 4 un latro- cinio; el amor no es una propiedad; cuando se viola un contrato todo lo que se puede exigir es su rescisién. E] adulterio es, en cierto modo, el delito politico dela dela iia, y pueden aplicaséte muchas de las considera- clones que vamos 4 hacer acerca del _delito politic . Ante todo debemos observar un fendmeng, la simpa- tia que generalmente inspiran los condenados politicos, a contraposici6n 4 Ja repugnancia que.sentimos hacia a3 Condenados por delitos comunes. Cuando se pronuncia la palabra delito, no se. ofrece & nuestra imaginacién la idea cel delito politics, y sin embargo, éstos son los que mis cirecta y pclgrosamente turban la tranquilidad piiblica. Todo Estade que quiera perpetuar su existencia, debe sin duda reprimir los atentacos que se clasifican von aqnel nombre, pero cuandy se analiza la inmorali- uad que contienen, se ve que no eg Ja falta de patriotis- no, porque puede oeurrir, y ocurre casi siempre, que cl palriotismo, aunque entendido por esos, delincuentes de una manera distinta, no sea menos fuerte en ellos que en los demas; por otra parte, la falta de patriotismo ‘no basta, como. hemos. rlicho mas arriba, para dar 4 un hombre la calilicacién de inmoral. Queda un solo ele- mento, la desebediencia A la] ey, la rebeli6n contra ta autoridad, Existen, sin embargo, delilog que se Haman politic Os y que son delitos hasta para.nosotros mismos. Tales sou, por ejemplo, cl atentado contra la vida del jefe del -Esta- do 6 de um fyncionario del Gobierno; la expiosién de una: mina 6 de una bomba para infundir terror 4 una: pobla- clon, etc. En tal caso poco importa que el fin sea politi- co, toda vez que se ha violado el sentimiento de humani- dad. j8e ha matado 6 querido matar fuera del caso de A 42 CRIMINOLOGLA guerra 6 de defensa legitima? Pues por ese solo hecho se es criminal. Se podra sarlo mads'é menos, segiin la intencién-y: cirounstancias, de lo cual trataremos mas adelante, pera el orimen existe sdlo por el hecho de una violacién tan grave del sentimiento de piedad. No divemos que esta clase de delitos sea de una naturaleza distiila, ni que existe desde que se ha concebido el proyecto antes de haber hecho nada para ejecutarlo. La razéu de estado podraé dar el nombve de atentado punibleé lo que no lo seria en circunstancias ordinarias, y entonces volveremos a dar en ef delilo politico. Hablamos de los casos en que ha. habiedo hemicidid, éxplosién, incendio 6 tontativa. deo. estos delitos... entonces el delito oxiste con indepedencia lek Ja pasion que lo ha provecado, existe sdlo por el hecho sntos alt siempre al mismo punto; es mondtono, pero es indispen- sable al fin que nos pr opdnemos. Hemos determinacdo, piles, que el delita politico, aur no es un detilo natural, se) 2 da coral sera. desde el mo- mento en que la saciedad regrese 4 un estado de vida en el que se halle en peligro la existencia colectiva. La guerra, estado semejante al de la vida de rapifia, relega_” a segundo término los sentimientos dlesarvollados duran- te la actividad pacifica. . Descle el momento en que la inclopéndencia viene a ser el Unico pensamiento de un puebla, fa.mayor inmora- lidad para el ciudadano es tratar de entregar sit patria al’ extranjero. Entonces todo ciudadano se -considera.como soldadg, rige ta ley marcial, desaparecen las leyes de la devos crimenes, porque pueden contribuir & la destruc- cidn de una nacién por otva. Pero el estado de guerra no es cn nuegtros Henipos sino una crisis de corta duracién, ricion, la désercién, cl espionaje, son -yerda-... EL DELITO NATURAL fe al sucecler la actividad pacifica 4 la actividad de la rapi- fia, Ja moralidad de la paz substituye ala de Ja guerra, y-el-delito;tjuesdlo lo es en relacién’é la moralidad-de la guerra, s¢ convierte en delito politico 6 desaparece’ por completo, y siempre deja de figurar entre los delitos na- turales. En virtud de estas metamorfosis, la desercién se con- vierte en opetdn de diferente nacionalidad; la conspiracidn y la revolucion no atacan la vida nacional, sino tan sdélo la forma de gobierno, y el espionaje no es mas que la re- velacién de los secretos dei Estada, que puede ser punible como otra indiscrecién cualquiera que ocasione un dao por causa de la inmoralidad que el mismo hecho rovel. v Ss ot 4 oe Los actos ilicitos que un estado debe reprimir, no sor solamente los delitos naturales. Al lado de éstos hay siempre una serie de hechos mas 6 menos inmorales y nocives que consisten en reéeltones, desobedienciasy trans- gresiones de la ley, pero en wna sociedad civilizada con: temporanea, el caracter criminal, es decir, el queda alos : delincuentes el calificativo de mathechores, se reserva tan 3610 para ‘Tos hechos que contienen wn elemento de cruel-° ‘dado de improbidad, porque ésips son los que ofencen. : los sentimientos en. que sc funda esenedadmente la morall-" dad de un pueblo modern : “Esto me parece una verdad tan evidente gue 20 pue- do explicarme por qué-ha encontrado mi definicién tan tos opositores. Desde que aparecid en 1885, en Ja, prim va edicign de este libro; hasta hoy, no hari cesado ja: criticas. La objeci6n.mas comin es la consideracién’ d que mi concepto del delito natural excluye* mucha! 44 crminonccts | formas de delincuencia, y de esto mé acusan entre otros Aramburo (1), Lucchini (2) y Colafanni (3). Pero no tengo que defenderme de tales censurag; son ciertas: - en mi estuclio sdlo he querido ccuparme de una parte de - jas formas de delincuencia, 4 la que he dado el nombre de delito natural por las razones arriba expuestas, y me he querido ocupar sdlo de esa parte, porque es la (mica susceptible de estudio desce el punto de. vista que he adoptado, Otro de.mis criticos me reconoce este cere- cho (4), pero declara qua las investigaciones hechas por mi con tal objeto, tiencn sdlo un valor acaclémico, porque dice que si Jas acciones agrupadas por mi con el nombre de delito natural se consideran como delitos por las led yes positivas, mi descubrimiento es pdstumio; sino lo son es invitil, porque el poder constituido no las reconocerd como delitos sino cuando tenga en ello un interés deci- sivo.y esté en condiciones de disponer de la fuerza nece- saria para asegurarlo de una manera estable. Entiendo’ que Vaccaro confunde yna distincién~hecha con un fin cientifico, con una norma dada al legislador para decla- rar penables 6 no penables algunos heel hos, lo cual no he tratado de hacer en modo alguno; la nosién del deli- to por mi expuasta, tiene por objeto separar de los de - mas cierto numero de liechos punibles, de los.cuales pue-_ den encontrarse las leyes naturales porque vevelan ey sus autores una grave anomalia, la falta defesa parte det sentido moral que la evolucién ha hecho casi universal, que consiste en los sentimientos, que son la base de la moral moderna y que el progreso tiende 4’ perfeccionar veada vez mas, B] haber hallado este caracter.en cierto” (1) Aramburo, La neva ciencia panal; pag. 98. Madrid, 1887. 2°) Luechini, T semplicisti pag. 35, Torino, 18g6: > ° (8) Colaianni, La Sociologia criminale. Vol. i pags. 58 ¥. 5a. Ca- ytanis, 1889... whos a ma 1689. EL DELITO NATURAL: . so AB mimero de formas de delincuencia, supuesto que mi '. observacidn sea exacta znd tiene acasa una importancia ‘eientifica mds bien que un valor puramente académico? “¥ si por académico ge entiende to que no.es practico, Ja continuacidn de este libro demostrard cudn grande eg el valor practico de mi distincidn, en el estudio de las tor- mas de prevenir y réprimir la eriminalidad, , Colaianni y Vaecars no han criticado sdlo mi concep- o del delito natural, sino qiie han contrapuesto & la mia sug definiciones desde el punto de vista sociolégico. El primero cde estos escritores avcptx algunos con- ceptos esenciales de mi definiaién, con lo cual reconoce que se ha dado un gran paso (1), y afiade, vepitiendo una frase cle Fvioretti, que no hay en ella un solo elernento que no sea cierto 6 que esté falsificado (2). Sin embargo, cree completaria para comprender todas las formas de la delincuencia diciendo que son acciones punibles (delitos}, as determinadas por moviles indivicuales y antisociales, que turban las condiciones de la vida 6 infringen la mo- validacl media. de un determinado pueblo en un momen- to dado; pero jno excluye él también con esta definicién os delitos politicos como he hecho yo y no deja ‘subsis- tense lo que Hama dualismo irracional, entre los verdade- ros delitos ydas acciones penadas, aun cuando nd-sean realmente criminales? Por ofra parte, si es cierto que odo delito per ‘turba las condiciones de la vida social, él colocar en esta perturbacidn el cavacter principal del deli- c és inexacto, porque entonces éste seria tanto mada gra- ve cuanto mas profundamente. perturbasa la sociedad. Una secta anarquista 6 nihilista militante perturba las condiciones de vica de determinado pueblo en un momen- © dado, muclio mas que un malhechor aislado, que un parricida, queun falsificddor, y, sin embargo, si elnihi- - (1) Colaianni, obra eltada, pag. 52. : (2) El mismo, pag. 53. a 46 CRIMINOLOGIA Hsta é el anarquista, no Hegan ai asesinato, su delito (que noes undelito natural), se castigaré en una nacign civi- lizada y pov un gobierno liberal, menos ‘graveinenite que Jos delitos que hemos puesto como ejemplo. Lo migmu puede decirse de una huelga, que puede cegar las’ fuentes.de la viqueza de un pais; de un convenio de acaparadores 6 especuladores que puede arruinar al co- mereig al pov menar y reducir 4 Ia, misevia 4 los consu- micloves; do Jos juegos de bolsa, preparados con noti- cias falsas y ce otros muchos, pero el-hecho aislado del parricicio, del asesinato, de la falgedad, tendra siempre carackeres mas graves, aun’ cuando perturbe menos jas condiciones de existencia de un pueblo. Colaianni pocira replicar que ha agregado otro ‘elc- mento, Ia transgresién de la mor alidad media de un pue- blo en un momente dado, pero yo le argtiire entonces que esta es ja parte substancial; que la primera parte cx super fea, se halla 4 veces en contraciccién con Ia segun- da, y que si hemos de excluir todo lo que se reficra & las condiciones materiales, volvemos de nuevo @ la pertur- bacion de Jos sentimientos en que se funda la moralidad media, y eutonces sera necesario examinar cuales son eslos sentimientos, y rehacer por este camino el andlisis cue haivia hecho antes para descubrir lo que se entiende__ hoy on nuestra sociedad por un hecho criminal. sn cuanto 4 Vaccaro, su dialéctica sutil, y las argue cias con que trata Ia cuestion, parecen darle a . primera vista razon. : Sesiin él, el criminalista positive no puede concebir el delito més que como una acoién prohibida con ta san- clin de una pena (1j. En efecto, para el socidlogo quo na wet (1) Vaccaro, obra citada, pag. 175, EI misma, sin embargo, po- - ‘cas paginas antes (in 149), defino el heché erighinak una manifes- idn especial de falta do adaptacién quo cl poder constituido ‘considora peligrosa para los intereses de'sus representados,‘am- EL DELITO NATURAL puede adinitiv ninguna libertad de eleccion en el cueryo social, Ja investigacién cel delito natural, es decir, algo qad'se independiente de de las leyes ‘posilivas, tienc mucho cle absurdo, porque.de la misma manera que Ja explosién de un caiién obedece a leyes de fisica, de qui-’ mica y de mecknica, el poder constibuida, ‘al prohibir 6 10’ tal 6 cual hecho, obedece & leyes naturales de 1a socte- dad; por consiguiente, toda accién prohibida por el poder coastituide con la sancidn de una pena, es un delito na- tural; mejor dicho, el tnico delito natural que existe es precisamente el que las leyes consideran como tal. En esta parte, me parece evidente que mi censor cambia la significacién de las palabras. Sin duda’ cue paca el positivista toda violacién de la ley es un hecho pliando de este modo y¥ casi paralrasonndo Jo que yo habia dicho casi con.Jas mismas palabras en Ins paginas Ly 68 de la 1.* edis clin italiana de este libra, 1885. A propdsito de esta cuestion ob- serva Scipio Sighele en una espléndida defenga de mis ideas ‘Arch, de Lombroso, tomo X, inas 410 y 411, 1980), «A Vaccaro debe haberle parecido muy nueva su definicién, no sélo porque no menciona Ia da Gardfalo, sino porque critica extensa y viva- mente ia teorfa del delito natural que éste desarrolla en su cri- minologias. Y en efecto, tomando como punto de partida, que el hecho criminal revela como yo habia dicho, una. falia total’d par- cial de adaptacién 4 las condiciones de la vida social, 6 como dice Vaccaro en su pardfrasis, una manifestacién especial do inadapta- cid, conviene considerar las cosas més de cerca para averiguar en qué consiste esa manifestacién especial; dono bacerlo asi, se: ‘licen palabras de un sentido general, pero no se obtieno la ver- dadera nociéa que so degeaba. : En cuanto 4 1a critica que el mismo autor hace den mi téorfa altiuista, el insigne Sighele da esta respuesta, «Vaccaro afirma que no oxisten sobre Ja tierra hombres tan justos y: tan piadosos . como desea GarGfalg, y afiado que para seguirsus doctrinas strfa | necesario admilir que el snundo era una academia de hombres. piadosos 7 probos, pero Garéfalo osti muy lejos do eats ideas, por el contrario, reconoce quo lca sentimientos de piedad y a probidad sélo son comunes & la genoralidad en un grado muy, ue mitado de elevacién, . * > ormcyozocta ‘48 natural, como es un heehg natural la misma ley y Ta san- cidn que Leva consigo. Puede, pues, por consiguiente aovie, ¢ que todo délito es un hecho natural, pero cuando yo he hablado del de--? lito natural, he quer ‘do expresar una cosa muy diferen= ‘te, y un juego de palabras no puede cierlamente desteuir la significacién de aquella frase. Vaccaro eg acaso el tinico de mis criticos que se bur- la del aliruismo, que para él es una palabra sin signifi- cacién, 6 que al menos no tiene ninguna importancia so- cial, A lo cual respondo con estas profundas palabras de “Pouillée: «Za philosephie contemporaine loin de ridiculiser .) * Pinsdined moral, dend de plus en plus le justifier car eile y ddcounre une intuttion presque infuillible des lois les plus pro- fendes delavie, du lieu de voir dans ta pitié une cillusioun 3 eile y vodt au condraire le premier et le plus sur, moyen de de- pouiller tildusion du not isold et se suffisant & lut-memes (1). Actemis (y este eg e] argumento mas seriv), me objeta Vaecaro, que no se puede acudir al sentido moral parva formarse un criterio directive en materia penal, porque el sentido moral se debe on gran parté al tomor y 4 la aocidn de las penas, y habiendo nacido después dle éstas, interrogarlo para descubrir cudles son los hechos puni~ ‘bles, es un anacronismo y un circulo vicioso (2). La objecién seria justa sino pensdramos que la reac- cidn, primeramente individual y después social, con él nombre de pena, ha existido siempre contra ciertas ac-. ciones, precisamente porgue herian de una manerte “mas vive los intereses 6 le morelidad de la sociedad. Que estas penas hayan 4 su vez cooperado 4 reforzar el'sentido moral, y - que la memoria de las sanciones transmitida heredita- -riamente dé generacién en generacién, haya convertido -(1) A. Pouilléo, Les é ansformations de Videe morale, Revue de” , Deux Afontes. 15 Septiembre 1889. - Wh 2) Vaccaro, obra citnda, paginas 18 a ig cad EL DELLTO ) MATORAL en un instinto el evitar el delito que antes era sdlo efec- * to del raciocinic, de esto no cabe duda, pero no es menos, cierto, que las penag por si_solas no han tenido nunca ef yalor para evitar que los hombres, aun siendo honrados, ‘comelan ciertas acciones que la opinién, publica concep ‘faba deshonrosas, como el'duelo y el adulterio, ni consezuido dar cardeter de infamante al delito politi 0 al del libre pensador, ;Cémo se expli¢a que respecto de es- tos hechos, castigados A veces con mas severidad que los primers, no se haya formado 4 la par el sentido moral? Pero haya nacido de una manera é de otra, el sentido moral es hoy !o que es y existe con independencia de las penas; ahora-bien, tratando de determinar el delito natu- ral de una sociedad civilizada contemporanea, he obser- vado que la conciencia ptiblica distingue eatre las hecho dafiosos que deben reprimirse los que ejecute un hombre de moralidad inferior 4 la comin: he observado que calor ultimos hechog, aun cuando turben menos quo otras In paz de la sociedad, se consideran como mas graves por la conciencia publica: he observado que oxislen, pues, dos clases de héchos, unos que calocan & sus autores en un estado de inferioridad social, y que designan en la lengua usual (preseindiendo del tecnicismo juridico), con el nombre de hechog criminales, mientras que en los au tores de Ja otra clase de hechos se ve sdlo Ja culpa de Tit rebelién contra el Estado, 6 de la desobediencia 4 Jas le yes del mismo, sin que esto haga pensar que-el rebelde 6 el desobediente carece de los elementos esenciales de moralidad de un puebio civilizada moderno. Veamos ahcra cudles son las formas de delincucncia que caben dentro de mi definicién, Mi cuadro'de Ja cri- minalidad comprence dos extensas categoriag en consi-~ deracign & que se viole cualquiera de. tos dos gentimien- , tos-altrufstas elementales, y sin tener en cuenta que los hechos ataquen derechos de diferentes clases que ocv- pan distinto lugar en Jos eddigos. : : 50 . . GRININOLOGIA Por e30, la primera categoria, la ofense é ios sontimien-_ ios de piedad 6 de Iaemanided abraza en primer término: los utugues contra la vida de las personas ¥ toda génaro Ge acciones (UC tiendaz producivles wn mal fisico, como Zas ° laridas, las mulileciones, los matos iralamicntos entre padre é hijos, marido y mhujer, las enfermedades voluntariwmente provocadas, ol excesa de trabajo impussto dé los nidos 6 un tra- “bajo especial que ponga en peligro su salud 6 impida su - degarvolla corporal (estos wtimos hechos no figuran en los codigos 6, 4 lo mas, estan clasificados como faltas); _ después, Ios actos Hsicos que preducen un dolor al par figico y moral, como Ja violacion de la libertad individual con un fin egoista,,.ya soa la lujuria 6 e! deseo de rique- gag, como él estupro, el rapto, el secuestro, y, por ultimo, log hechos qite por un medio directo producer un dolor moral, como la calumuia, Ja injuria, la seduccion de una doncella. . Ln la segunda categoria, ba gfense al sentimiento elemen- tal dé la nrobidad, Nemos agrupaco ensprimer término, los ataques violentos 4 la propiedad individual, como el ro- bo, el hurto, la devastacisn, el incenclio; después, los ataques cometidos sin violencia, pero con abuso de con- fanaa, como la estala, Ia insolvencia voluataria, la quie- pra fraudulenta, la violacion de secret el plagio y todo género de adulieraciones perjudiciales’é los derechos de™ autores y fabricantes y, por ultimo, las lesiones indirec— tas 4 la propiedad 6 4 los derechos de. las persanas por medio de acndiras solemnes, como los falgos testimonios, las falsedacies de documentos, la simulacion de parto, la usuepacién del estaclo civil, etc. Lemos dejadé fuera de aste cuadro: J.” Las qectones que amengnn ad Jistada, como las que pueden ser motivo de hostilidac entre Ins potencias, los aligtamientos militares no-autorizados, la rcbelion contra, la ley, Jas reuniones sedicivsas, los gritos subversivos log dalitos de imprenta, ya prolegiendo @ una secta 6 a ‘BL DELITO NATURAL aun partido politico, Ya excitando 4 la guerra, ci il, eb etcétera. . : to 2° Las acciones que atacan el poder social sin ningin Jin "politico, como toda clase de resistencia 4 los agentes de Ja Jey (exceptuando los casos de homicidio 6 lesiones) la usurpacién de titulos, de funciones 6 de dignidad ain Animo de obtener lucros ilicitos, la negativa de’ prestar servicio al Estado, el contrabando. “ 1 30 Los hechas que alacun la tranguilidad giblica, los de- rechos politicos de los ciudadanos, el respeto & dos culos yal poder pridlics, como los allanamientos de morada, las rifias y duelos en publico, el ejercicio arbitrario del derectio por la fuerza, las noticias falsas alarmantes, Id evasién de presos, el uso de nombre falso, las intrigas eloctora- les, las olensas 4 la religion 6 al culto, las detenciones arbitravias, los actos obscenos en ptiblico y la evasion del sitio cel desticrro. . ose a _ Las transgresiones 4 la legislacién particular de un pais, como el uso de armas sin licencia, la prostitu-/ cin clandestina, las infracciones de Jas leyes de ferroca- rriies, telégrafus, higienc piblica, registro civil, aduanas, caza, pesca, montes, aguas, y . La infraccidn de ordenanzas municipales, de‘poli- cia, ete. a tae ‘ia En lo relative 4 mi clasificacién de los delitos natiira: les, Arambuvo ({) y Lozano (2} dicen que seria facil de-: mostrar que los delitos de una’ categoria pueden, tener puesto cémudamente en otra, porque es injusto lo que os | cruel y viceyersa. Yo creo en cambio, ‘que los dos senti- mientos pueden distinguirse’ perfectamente, y qué ‘se pueda violar uno sin ofender otro, aunque & veces odurra 4 que un solo hecho vulnera los dos, pero en tal cago sienii~. () Arambaro! obra etiada, z ig. 102.” . : Q Tozano, Tin Escuela. ant apaldgica y soctoldgt fina 8. La Platu, 1859. ” oo : 2 **- crinuNOLoGia au pre habré uno que lo sea mayorments, Fn determinados * ataqjues A Ja propiedad, en los hurtos 4 personas ricis, ” cn la malversacién de caudalés del Eslado, gdinde pucde encontrar la orueldad? y nu puede neg: existe la improbidad; por cl contrario, ,c6mg puede verse la improbidad cn algunas venganzas qn sucle excitar cl sentimiento oxagerado de la justicia violada respecte del que sc vena do otro? Ciertanisnte que es malo ofender 4 cualquicra on cualquier modo que se haga, pero puede ser maid lo que no es injusto, y de todos modos no puede nunca tratarse en estos casos de esa gradacién del sen= “timianto cle justicia, para designar el cual he creido con- yeniente servirme de Ja palabra probidad. Por Wiiimo, se me objeta la poca uniformidad y el distinto desarrollo de Jog sentimicntos-altruistas, y el continuo ensanche del cireulo de los hechos que s¢ con- sidevan como eriminales {1}, Pero el que log sentimien- tos altiuistas hayan sido ef otras Gpocas y en otras civili- zaciones mucho mais ‘a ca 4 mi teovia, porque este ha sido mr punto de partida puesto que he demostrado que estos sentimientos se han ido extendiendo siempre con el progreso moral de Ja hu- manidad y hoy trato d se funda en los sentimientos altruistas, mientras que los * de otros pucblos y de otros tiempos se fundaban cn sen- .timientos diferentes, como, por ejemplo, el palriotismo, ° la religidn, la fidelidad al rey, el respeto de 14’ casta 4 . gue se pertenccia, el punte de honor, elc. Hably de lo que hoy se considera per nosotros como hecho criminal; en cuanto al desarrollo cada’ vez mayor del altruismo sera tal, que probablemente acciones que hoy no se eon- Aramboro, obra (0) Colatanui; obra cilada; p - citnda, pSginas 102 y 10d. . imitadas que al presente, no ata-. ¢ investigar lo que es un hecho eri- | minal en nuestra sociedad contemporénea, cuya moral. EL DELITO 7 gidevan atin como deliig, Wndvan ese cavdcter, La evolu- 6n enviquecuré Sin duca ol sentido moval. , 246i la sensibilidad moral va en aumento, las cosas que hoy son solamente desugradaltes seran en el porve- nit Jas cosas Odiosas..., nuestra sirnpatia abraza un nt- mero cada vez mayor de seres, se extiende, no solo Ala - humanidad, sino 4 tocla la naturaleza, justamente por eso puede sentives ofendida con mayor facilidad, cspecial- mente en su forma moral (1). : Por consiguiente, muchas cosas que hoy se considcran como tndiferentes, seran congideradas como inm les, y olvas que hoy son tan s6lo censurables se convertitan en criminales, come el abandono de tos hijos naturales, e! descuidar Ja higiene de los ninos, 6) no darles Ja suficien- te educacién intelectual, y hasta Ja crueldad con los ani- males, la invencién de engordarlos artilicialmente, etc., dechos contra los cuales las sociedades de zodfilos han hecho oir sus avitas dle indignacidn. ¥ en lo respectivd dla prohidad, los traucles y las simulaciones que antés hemos indicado, so colocaran al lado de lag que hoy se castican hasta el punto que clesaparezea Ia distincién cnive una y otras, y Acaso no sea toleraco el aprovechay, sin Ia snG- cicnte recompensa, el trabajo del labracior y del obrero. Pero es evidente que los sentimiontos cuya, violacidn representaran estos nuevos delitos, seran siempre los tnismos sentimicnios altruistas en un grado ‘superior y mis delicaclo, que entonces scré mds comin. No pode- mos imaginar Agy otves nusyos delitos, no aleanzamos a Seuwarnes que las violaciones de otros sentimientos pueden constitudr un Kecho criminal. of , Q Pero gosta mirada al porvenir no os una confirmacisn de nuestra tooria del delito natural? (2), ” . 4 (1) “Alfred Foutliée, Heune de Dene Mondes; 15 Marzs’ 1899, 12) Moretti wbserva con mieha On, que mi definicisa pue dicra Uamarse mas bien vag dlescripgion de los clunletog prin- sipales y mds frecuentes de to, aladicndo quo tiene, entro a asto, sblo Toe re naloroe tel verdadera cienela, la cual ins sus “cianswalee rales y sus remicdios, cuando vulnoven la movalicasdt cls, ma- 7 a mental de un puchlo civilizado, y sean indicia de ¢ fia en sus autores. Los demés, hechos punibles vuine solo las Ieyes de una socied ad determinada, son varia~ ss Yen relacién 4 condiciones pavti- culares y necesidades de gobierno, y en este caso no hay necesidad de desentrahar sus causas bioldgicas, y sus re- medios no pueden ser mas que cestigos también varia- bles con arrogia 4a mayor 6 menor necesidad de- re- pre On, ‘ olvas Mdrilos, el deterininar fieilmente 3 con gean elaridad la try log delitus polflu-s y los comuues, Una rigure- sa separacisn de cstas dos clases de delilos sera un elemento de facrza y de perfegvién del Cutaro deracha p que, desnmbara- zation de dada vonvintica preocu 1. podré proceder de un modo ints seyure y axpedib Gu de los vordauderos delincuentes, Front Le ulline pubbliccectoni dei capt scnoia dela ifiviste: nella Rasegne critica di Augindli, ano V. srt mero 2d. “

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