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Leonardo Benevolo Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizacién escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la Teproduccién total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la Teprografia y el tratamiento informatico, y la distribucién de ejemplares de ella mediante alquiller © préstamo publicos. Disefio de la cubierta a partir de una creacién de UWE GOBEL Traduccién del italiano de MARIA PONS La coleccién «La construccién de Europa» se publica simultaneamente en cinco editoriales europeas: © 1993: CRITICA (Grijalbo Comercial, S.A.), Aragé, 385, 08013 Barcelona © 1993: C.H. Beck, Wilhelmstrasse 9, Munich © 1993: Basil Blackwell, 108 Cowley Road, Oxford © 1993: Laterza, via di Villa Sacchetti, 17, Roma, y via Sparano, 162, Bari © 1993: Editions du Seuil, 27 rue Jacob, Paris ISBN: 84-7423-570-7 Depésito legal: B. 39.146-1992 Impreso en Espafia 1993. - HUROPE, S.A., Recaredo, 2, 08005 Barcelona 158 La ciudad europea nean la ultima parte del vial, el palacio real y el jardin, y el punto de fuga esta constituido por la cascada que desciende del monte; se- guin esta misma orientacidn se realiza posteriormente el nucleo urba- no adyacente. Con estas extraordinarias realizaciones se concluye, a las puertas ya de la Ilustracién, la gran aventura del disefio en perspectiva, que se apoya en las aspiraciones y las ilusiones de la época barroca sin perder el contacto con la experiencia visual directa y sin caer en la utopia. Su exigencia de regularidad geométrica choca con una trama de asentamientos urbanos ya formados en la Baja Edad Media, mo- dificables slo en parte, y se afirma vigorosamente en los grandes pai- sajes atin no urbanizados; de estas dificultades, nacen la tensién y el esplendor de los resultados cimeros: el mundo cerrado en el horizon- te artificial de Versalles, la telarafia tejida entre Rivoli y Superga, el paisaje de aguas, jardines y monumentos espaciados bajo el cielo ar- tico en San Petersburgo. : Cuando, llegado el nuevo clima cultural de la Ilustracién, la re- presentacion geométrica del universo se desplaza hacia el campo abs- tracto y pierde contacto con la percepcion fisica, acaba esta cultura del paisaje y se olvidan sus arriesgadas soluciones. A las generacio- nes posteriores s6lo les llegara un repertorio simplificado de esta re- presentacion, sin el elemento caracteristico de lo hiperbdlico y lo pa- raddjico, que sera utilizado en Washington, en el Paris del siglo xix, en Berlin, Chicago y Nueva Dehli, para conferir dignidad a los cen- tros del poder politico y econdémico. 4. El abandono de la perspectiva. La experiencia inglesa Tras la restauracion de la monarquia britanica en 1660, Carlos II alienta la reanudaci6n de los contactos con las experiencias continentales: el clasicismo holandés de Van Campen y de Post —por medio del teso- rero de la Superintendencia, Hugh May, que ha estado exiliado en Ams- terdam junto con el duque de Buckingham— y el grand goiit de los parques franceses, y para ello utiliza, a partir de 1661, los servicios de André y Gabriel Mollet, hijos de Claude, el que fue maestro de Le Notre. Segtin estos modelos se llevan a cabo las construcciones reales de Whitehall, Hampton Court y Greenwich. Las reglas de la perspectiva 159 eal LLU aS 59. Londres. Proyecto de C. Wren para la reconstruccién de la city tras el incendio de 1666. El incendio de Londres de 1666 ofrece la ocasién, unica en Euro- pa, de reconstruir a gran escala una gran ciudad segiin un disefio «moderno». Los ocho proyectos innovadores presentados por Wren, Hooke, Evelyn, Knight y Newcourt, resultan irrealizables, porque la destruccién sufrida no ha eliminado los obstaculos administrativos y econémicos ya experimentados en las restantes capitales europeas: la falta de coordinacion entre intereses puiblicos y privados, la incerti- dumbre de los medios financieros y legales. Pero la respuesta de los proyectistas ingleses a estas dificultades no se ve influida. La compe- tencia arquitecténica que se les reconoce no esta basada en una edu- cacin artistica, sino en experiencias de otro tipo (Wren y Hooke son cientificos de la Royal Society for Improving Natural Knowledge by Experiments, Evelyn es un rico aficionado al arte, Knight un militar) y no incluye la identificacion con las reglas de la perspectiva renacen- tista, que hace que en Europa la confrontacion con las dificultades Ilegue a ser dramatica y da origen a la busqueda de un campo alter- nativo para el disefio en perspectiva, fuera de las ciudades. é La Act for Rebuilding the City of London, de 1667, confirma el disefio catrastal antiguo si bien con algunas mejoras: la prolongacion de las calles, la canalizacién de los rios, la regulacion de los tipos de construccion. Con este bastidor inamovible, la proyeccion moderna de aplicacion en una dimensi6n mas limi- tra su propio campo ann publicos, como la Bolsa de Jerman, las sedes de 160 La ciudad europea las corporaciones de Mills, las iglesias de Wren, Archer, Gibbs; la par- celacién de los terrenos suburbanos, en los que surgen los complejos residenciales simétricos de Bloomsbury Square (1661), Grosvenor Squa- re (1695), Cavendish Square (1717), Berkeley Square (1730), Bedford Square (1775), Russell Square (1800); los dos nuevos puentes sobre el Tamesis, el de Westminster (1751) y el de Blackfriars (1760); los jardi- nes reales: Hyde Park, abierto al puiblico hacia 1640 y adornado con el lago artificial en 1830, St James Park, con la avenida rectilinea de Carlos II, Pall Mall; los paseos de iniciativa privada: Wauxhall Gar- dens y Ranelagh Gardens, con la Rotonda cubierta en 1741. Estos episodios de mediana magnitud, libremente relacionados, conforman una continuidad abierta y narrativa. Cada uno de ellos tesponde a un disefio regular de facil lectura, pero el conjunto rehtiye toda representacion simple, justamente cuando la ciudad crece mas alla de toda medida habitual y alcanza el mill6n de habitantes al final del siglo xvm. La forma céncava del terreno que desciende hacia el Tamesis permite percibir confusamente este inmenso cuerpo como una superposicién de formas descollantes, captada en los panoramas pin- tados por Canaletto a mediados del siglo xvm y en la descripcién que Wordsworth hace a comienzos del x1x: Ships, towers, domes, theatres and temples lies Open unto the fields and to the sky All bright and glittering in the smokeless air. [Barcos, torres, catedrales, teatros y el templo / esta abierto a los campos y al cielo / brillante y reluciente en el aire sin humo.] Las grandes dimensiones de la metr6poli se manifiestan en el enor- me trafico de vehiculos y peatones, que inspira a John Gay un co- mentario épico: Who can recount the coach’s varius harms The legs disjointed and the broken arms?’ [gQuién puede contar los muchos males de los carruajes, / las pier- nas descoyuntadas y los brazos rotos?] ies ‘ ‘Ss reglas de la perspectiva 161 Dentro de los limites mas habi Bes ecto modo de = tae de las ciudades inglesas me- eee cximaordinaria calidad: 1a scene urbano produce resulta- Be yepds cn Bath, entre Aas ae y las crescents realizadas burgo tras el concurso de 1767 eS Pega atone aGECUa eee tele clonados entre a Capea de episodios simétricos gularidades del terreno Peas una sabia adaptacién a las irre- Mientras tanto, en lo: i ‘ glo xvmi se intenta me Ses mag Goes perspectiva. El cambio ya se anuncia en el eee : regularidad de la ques construidos entre finales del siglo xv ee pepe —Badminton, 1682; Chatsworth, 1685; Melbou aor ee ducidos en el libro de Knyff y Ki 5 is Syn eae Soy ip, Le nouveau theatre de la Grande Bretagne,* de 1714— siguen los modelos dulicos fi can con un ambiente literario orientado yz a ee Paice bury en 1709, Addison en 1712 y Pr ee pes eee ae de formas regulares al paisaje : ae ae re cee e ae eo sie on 1719 oe en ala vegetacion. Pope disefia perso- ar % he su quinta en Twickenham, todavia or- ganizado en torno a un eje longitudinal, aunque libremente modifi- cado en los margenes. En el tercer decenio del siglo, esta orientacién pasa de los aficionados a los profesionales: Batty Langley, que publi- ca en 1726 New Principles of Gardening; William Kent, que cons- truye para lord Burlington, en 1729, el parque de Chiswick; Lancelot Brown, que se inicia como ayudante de Kent en Stowe y que luego obtiene un enorme éxito personal, realiza mas de cien trabajos, inter- viene en Warwick Castle, en Chatsworth, en Blemheim, y de él se cuenta que declindé una oferta para realizar un trabajo en Irlanda diciendo que no habia acabado atin de sistematizar Inglaterra. Los dos primeros proceden del ambiente de las artes figurativas, mientras que Brown se ha formado como aprendiz técnico, y esto le permite contemplar desde fuera las diversas opciones estilisticas y dar el] paso decisivo: el abandono de toda referencia geométrica cartesia- nayla imitacion directa dela jrregularidad de la naturaleza. Esta ex- een el filo de la paradoja, igual que las grandes periencia se mantien \ i ordenaciones perspectivistas continentales: también Brown ha de «for- zar la naturaleza», como Le Notre, allanando colinas, excavando va- Iles y lechos de rios, plantando y abatiendo Arboles, para que el resul- tado parezca natural. Pero sé destruye con ello la jerarquia de Jos puntos 1. La city $. El puente 60. La periferia de Londres en el siglo xvi. En negro, las zonas verdes. 2. La Torre de Londres. 3. El puente de L ondres. 4, El puente de Blackfriars. de Westminster. 6. Westminster. 7. St. James Park. 8. Hyde Park. Las reglas de ) la perspectiva 163 yy y mua / ; anne en 164 La ciudad europea de vista, y el jardin se abre a toda una infinitud de posibles itinerarios de exploracién, sin comienzo y sin fin. La arquitectura ya no interviene para regular la composicién general, y cada edificio aparece como un objeto aislado en el paisaje, con un efecto de sorpresa totalmente nuevo. Apenas nacidos, se detienen los ejes y las medidas espaciales habi- tuales y ya alli empieza a prevalecer la complejidad inexplorable del universo natural. Estos escenarios son la cristalizacién de los ideales estéticos di- fundidos a mediados del siglo xvm: la linea ondulada «de la belle- za»," propuesta por Hogarth en 1745; las Philosophical Inquiries into the Origin of Our Ideas of the Sublime and the Beautiful de Bur- ke," de 1756; el relato histérico de Horace Walpole,” en la obra The History of Modern Taste in Gardening (1770). Con este acompajfia- miento tedrico, el «jardin inglés» se difunde por toda Europa hacia la segunda mitad del siglo; Luis XV encarga al inglés Richard que cons- truya con este estilo el parque del Petit Trianon de Versalles; Felipe de Orleans manda construir el parque Monceau en Paris; el duque de Anhalt el parque de Worlitz en Dessau; el principe Carlos Augus- to, con la contribucién de Goethe, el parque de Weimar. Precisamen- te Goethe, cuando describe el parque de Dessau en una carta a la se- fiora Von Stein, en 1778, capta con suma inteligencia las caracteristicas de este nuevo paisaje: «La vista de una colina no incita a dirigirse ha- cia una meta precisa; se prosigue el paseo sin preguntarse a donde ha legado uno ni a donde se ha dirigido».'’ La idea de esta fuga hacia la naturaleza se hace persistente en la literatura de la época, desde la Nueva Eloisa de Rousseau (1761), a Las afinidades electivas de Goe- the (1809), y halla su respuesta en la atencién y la exploracién de la naturaleza salvaje, no mancillada por el hombre. En las montafias se busca la emocién de un paisaje tridimensional irreductible a las re- glas geométricas. La primera ascensién al Mont Blanc —dictada sim- plemente por un interés gratuito— ocurre en 1786 y marca el comien- zo del alpinismo moderno. La estructuracion de jardines a la inglesa pretende el equilibrio entre la tradicion de «lo pintoresco» y la nueva sensibilidad naturalis- ta; sus disefios curvilineos son el producto mas sofisticado del gusto dieciochesco por el ornamento asimétrico, en rocaille, y al mismo tiem- po permiten que aflore, con emocion, el recuerdo de la libertad neoli- tica de movimiento en el paisaje infinito. La aparicién de unidades Las reglas de la perspectiva 165 ar ectoni 3 sp ebestonioay €n este contexto ‘el macrocosn ine ye 1 P tico infinitamente variable— adquiere una Tae Concertante, totalmente nueva. aa MIsMOs protagonistas de este c: bs a cabo la desvalorizacién del cl ‘a arquitectura y la reutilizacion microcosmos codificados dentro ambio en el ajardinamiento Ile- ane como lenguaje obligado va. lel gdtico como opcién alternati- eee eee y Hawksmoor han afadido unos elementos slados a los edificios de Oxford, William Kent construye, en 1738, en Hampton Court, una fachada gotica en el pati “a a la sala Tudor, por consejo de Robert We i. ; Ser tn cauccinaenee es i) ‘obert alpole; Batty Langley publi- a een Hl eye del estilo gOtico; en el periodo siguiente, aise igunas viviendas goticas para escritores y eruditos, entre la le Horace Walpole, en Twickenham, Stawberry Hill (1749-1777), yla de William Beckford, Fonthill Abbey (1796). El revival gético se couvierte en un movimiento ecuropeo durante los primeros decenios del siglo xix: en 1807, Chateaubriand restaura en estilo gético su resi- dencia de Vallée-aux-Loups. Las tres innovaciones descritas hasta aqui —la separacién de la composicién arquitectonica de la composicién a escala urbana, la es- tructuracion del espacio exterior sin la ayuda de la perspectiva, la con- traposicién del estilo gético al clasico— van contra las tesis mas im- portantes de la cultura renacentista. La reanudacién del repertorio g6tico niega el valor universal de los elementos normalizados, toma- dos de la Antigiiedad clasica; el jardin naturalista abandona la repre- sentacién del espacio mediante los ejes cartesianos y amplia a gran escala el abandono de la simetria experimentado hasta este momento solo en Ia escala menor del ornato; Ja separacion entre planificacion urbanistica y planificacién arquitectonica niega la continuidad de las opciones arquitectonicas en diversas escalas y da origen a un conti- nuo urbano de nuevo tipo, inaccesible a las formas tradicionales de percepcion y de control. al esforzarse en acabar todo el sistema de los 5 instrumentos tradicionales y prepara un cam- 6 que, junto con los desa- transformara durante el siguiente pe- La cultura europea, asentamientos, agota su ui bio radical en la estructura de las opciones rrollos técnicos ¥ economicos, riodo el escenario fisico acumulad en el umbral de este cambio, 1 en los siglos anteriores. Entretanto, se detiene en el paisaje urbano y rural 166 La ciudad europea existente, donde las aportaciones de un largo pasado se integran y ar- monizan entre si por Ultima vez: reproduce, divulga, discute sus ca- racteristicas y, en cierto modo, se despide de elas, Desde finales del siglo xvii en adelante, la pintura paisajistica ve- neciana, inglesa y holandesa, los grabados, las guias y las descripcio- nes de viajes dan testimonio de un interés difundidisimo por el esce- nario fisico europeo y mundial. En el periodo de los grandes cambios, a finales del siglo xvi y comienzos del x1x, la costumbre de mirar ¢n torno y de ampliar el cuadro visual de lo que acontece en el paisa- Je sirve de marco, tranquilizador 0 evasivo, como el cielo sobre la ba- talla de Austerlitz en el relato de Tolstoi., A nosotros, en cambio, esta cantidad enorme de imagenes y observaciones nos ilustra un cuadro eer eeenmaraarn he sdc destruido y, por lo tanto, oe — ra

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