El desamparo Perla Zelmanovich

Todos nios jvenes y adultos nos encontramos igualmente vulnerables, por las
condiciones en que vivimos. Pero la posibilidad de dar sentido a nuestra tarea como
educadores, se hace si hay otro. Incluso en las condiciones mas penosas los adultos
tenemos el recurso de dar sentido de poner una pantalla para que los chicos se proyecten
como sujetos activos frente a las circunstancias. Como adultos tenemos la
responsabilidad de preservar a los chicos.

La diferencia entre nios y jvenes por un lado y adultos por el otro pretende evitar que
los adultos incrementen el desamparo al que la propia condicin de adolecentes los
expone.

Existe una frontera que marca diferencia y los distancia de los adultos esa diferencia en
su faz de amparo y proteccin no de autoritarismo evitando que los chicos queden
librados a su propia suerte. Las transformaciones sociales hacen que los chicos lo sean
en edad pero con apariencia gestos y actitudes adultas trabajan, desafan, acceden a la
misma informacin que los adultos. Esto hace que se altere la frontera entre nios y
adultos. Nuestra funcin es la de mediadores con la realidad y operamos como pantalla
protectora.

Nos cabe a los adultos sostenerles a los jvenes un lugar habilitarles la bsqueda de
proyectos. Esas categoras de bandas, de grupos, fanticos etc, sujetos que son aquello
que los nombra estn atravesando una construccin como procurarse un lugar donde
pararse para afrontar el mundo de los adultos.

La diferencia de edad implica no olvidar que all esta jugando un personaje que requiere
de la gradualidad de un proceso. La realidad muchas veces no lo permite entonces la
escuela debe sostenerla para que no se salten pasos como en el caso de la adolescente
embarazada porque eso no la convierte en adulta. Mantener la diferencia de adulto nio
es protegerlo. Ofrecer a los alumnos espacios donde se puedan agrupar para expresarse
e inventar con la msica, literatura o la ciencia. Organizando la escuela como lugar de
vida

Los adultos que tambin somos vulnerables necesitamos sostenernos entre adultos que
nos ampare frente al inestable presente, para evitar que se deje de ofrecer a los jvenes
su mediacin para significar la realidad.