Vedado, La Ha _
Primera ‘ediaio, noviembre de_ 1968.
Diseto y Portada de Dario Mora
UNION ®
TRA TEBAS AN-
ton Arrufat Pre-
mio de teatro ‘“Jo-
sé Antonio Ramos”
UNEAC 1968DECLARACION DE LA UNEAC
El dia 28 de octubre de este aiio se reunieron en sesién
conjunta el comité director de la Unién de Escritores y
Artistas de Cuba (UNEAC) y los jurados extranjeros y
nacionales designados por ella en el concurso literario, que,
como en afios anteriores, tuvo lugar en éste. El fin’ de
dicha reunién era el de examinar juntos los premios ator,
gados a dos obras: en poesia, la titulada «Fuera del Juegon,
de Hieberto Padilla, y en teatro, «Los siete contra Tetess?
de Antén Arrufat. Ambas ofrecian puntos conflictives
en un orden politico, los cuales no habian sido tomados
en consideracién al dictarse el fallo, segiin el parecer del
comité director de la Unién. Luego de un amplisimo
debate, que duré varias horas, en el que cada asistente
se expresé con entera independencia, se tomaron los i
guientes acuerdos, por unanimidad:
1. Publicar las obras premiadas de Heberto Padilla
en poesia y Antén Arrufat en teatro,
2. El comité director insertaré una nota en ambos
libros expresanco su desacuerdo con los mismos
Por entender que son ideolégicamente contrarios
a nuestra Revolucién,
3+ Se incluirgn los votos de los jurados sobre las obras
discutidas, asi como la expresién de las disere-
Pancias mantenidas por algunos de dichos jurados
con el comité ejecutivo de la UNEAC.
En cumplimiento, pues, de lo anterior, el comité dix
rector de Is UNEAC hace constar por este medio su toval
7desacuerdo con los premios concedidos a las obras de poesia
¥ teatro que, con sits autores, han sido mencionados al
Zomienzo de este escrito. La direccién de la UNEAC no
fenuncia al derecho ni al deber de velar por el manteni-
miento de los principios que informan nuestra Revolucion,
duno de los cuales es sin duda la defensa de ésta, asi de los
enemigos declarados y abiertos, como —y son los mis
peligrosos— de aquellos otros que utilizan medios mas
arteros y sutiles para actuar.
El IV Concurso Literario de la Unién Nacional de
Escritores y Artistas de Cuba, tuvo lugar en momentos en
que alcanzaban en nuestro pais singular intensidad ciertos
fenémenos tipicos de la lucha ideoldgica, presentes en toda
revolucién social profunda. Corrientes de ideas, posiciones
y actitudes cuya raiz se nutre siempre de la sociedad abo-
lida por la Revolucién, se desarrollaron y crecieron, ple-
‘gindose sutilmente a los cambios y variaciones que imponia
tun proceso revolucionario sin acomodamientos ni transi-
gencias.
El respeto de Ja revolucién cubana por Ja libertad de
expresi6n, demostrable en los hechos, no puede ser puesto
en duda. ¥ la Unidn de Escritores y Artistas, considerando
que aquellos fenémenos desaparecerian progresivamente,
barridos por un desarrollo econdmico y social que se refle-
jaria en la superestructura, autoriz6 la publicacién en sus
ediciones de textos literarios cuya ideologia, en la super-
ficie o subyacente, andaba a veces muy lejos 0 se enfren-
taba a los fines de nuestra revolucién.
Esta tolerancia, que buscaba Ja unién de todos los
creadores literarios y artisticos, fue al parecer interpretada
como un signo de debilidad, favorable a la intensificacién
de una lucha cuyo objetivo iiltimo no podia ser otro que
él intento de socavar la indestructible firmeza ideolégica
de los revolucionarios.
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En los tltimos meses hemos publicado varios libros, en
Jos que en dimensién mayor 0 menor y por caminos di-
vversos, xe perseguia idéntico fin. Era evidente que la de-
cisién de respetar la libertad de expresi6n hasta el mismo
Timite en que ésta comienza a ser libertad para la expresién
contrarrevolucionaria, estaba siendo considerada como el
surgimiento de un clima de liberalismo sin orillas, producto
siempre del abandono de los principios. Y esta interpre~
tacién es inadmisible, ya que nadie ignora, en Cuba o fuera
de ella, que la caracteristica mis profunda y mis hermosa
de la revolucién cukana, es precisamente su respeto y su
irrenunciable fidelidad a los principios que son la raiz
profunda de su vida
Come dijimos en dos de los seis géneros literarios con-
cursantes, Poesia y Teatro, la Direccién de la Unién en-
contré que los premios habian recaido en obras construidas
sobre elementos ideclégicos francamente opuestos al pen-
samiento de Ja Revolucién.
En el caso del libro de poesia, desde su titulo: «Fuera
del Juego», juzgado dentro del contexto general de la obra,
deja explicita la autoexclusién de su autor de la vida
cubana.
Padilla mantiene en sus piginas una ambigtiedad me-
diante la cual preterde situar, en ocasiones, su discurso en
otra latitud. A veces es una dedicatoria a un poeta griego,
a veces una alusién a otro pais. Gracias a este expediente
demasiado burdo cuslquier descripcién que siga no es apli-
cable x Cuba, y las comparaciones slo podrén establecerse
en la econciencia sucia> del que haga los paralelos. Es un
recurso utilizado en la lucha revolucionaria que el autor
quiere aplicar ahora precisamente, contra las fuerzas revor
lucionarias. Exonerado de sospechas, Padilla puede lan-
zarse a atacar Ja revolucién cubana amparado en una
referencia geografica.
9‘Aparte de la ambigiiedad ya mencionada, el autor
‘mantiene dos actitudes basicas: una criticista y otra anti-
historica, Su criticismo se ejerce desde un distanciamiento
que no es el compromiso activo que caracteriza a los revo-
lucionarios. Este criticismo se ejerce ademas prescindiendo
Jo de valor sobre los objetivos finales de a
in y efectuando transposiciones de problemas que
‘no encajan dentro de nuestra realidad. Su antihistoricismo
fe expresa por medio de la exaltacién del individualismo
frente a las demandas colectivas del pueblo en desarrollo
historico y manifestando su idea del tiempo como un
circulo que se repite y mo como una linea ascendente,
‘Ambas actitudes han sido siempre tipicas del pensamiento
de derecha, y hen servido tradicionalmente de instrumento
de Ia contrarrevolucién.
En estos textos se realiza una defensa del individua-
lismo frente a [as necesidades de una sociedad que cons-
rruye el futuro y significan una resistencia del hombre a
convertirse en combustible social. Cuando Padilla expresa
(que se le arrancan sus drganos vitales y se le demanda que
eche a andar, es Ia Revolucidn, exigente ‘en los deberes
colectives quien desmembra al individuo y le pide que
funcione socialmente. En la realidad cubana de hoy, el
despegue econdmico que nos extraert del subdesarrollo
exige sacrificics personales y una contribucién cotidiana
de tareas para la sociedad. Esta defensa del aislamiento
equivale a una resistencia a entregarse en los objetivos co-
munes, ademas de ser una defensa de superadas concep-
ciones de Ia ideologia liberal burguesa.
Sin embargo para el que permanece al margen de Ja
sociedad, fuer de juego, Padilla reserva sus homenajes.
Dentro de la concepcién general de este libro el que acepta
la sociedad revolucionaria es el conformisca, el obediente.
El desobediente, el que se_abstiene, es el visionario que
asume una actitud digna, En la conciencia de Padilla, el
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revolucionario baila camo le piden que sea el baile y asiente
jincesantemente a tode lo que le ordenan, es el acomodado,
el conformista que habla de los milagros que ocurren.
Padilla, por otra parte, resucita el viejo temor orteguiano
de las a ser sobrepasadas por una masi-
vidad en creciente desarrollo. Esto. tiene, llevado a sus
naturales consecuencias, un nombre en la nomenclatura
politica: fascismo,
El autor realiza un trasplante mecénico de la actitud
tipica del intelectual liberal dentro del capitalismo, sea
ésta de escepticismo o de rechazo critico. Pero si al efec-
tuar la transposicién, aquel intelectual honesto y rebelde
que se opone a la inhumanidad de la Iamada cultura de
masas y a la cosificacion de la sociedad de consumo, man-
tiene su misma actitud dentro de un impetuoso desarrollo
revolucionario, se convierte objetivamente en un reaccio-
nario, Y esto es dificil de entender para el escritor con-
temporineo que se abraza desesperadamente a su papel
anticonformista y de conciencia colectiva, pues es ése el
que le otorga su funeién social y cree —erréneamente—,
que al desaparecer ese papel también seri barrido como
intelectual. No es el caso del autor que por haber vivido
en ambas sociedades conoce el valor de una y otra actitud
y selecciona deliberadamente,
La revolucién cubana no propone eliminar la critica
ni exige que se le hagan loas ni cantos apologéticos. No
pretende que los, intelectuales sean corifeos sin, criterio.
La obra de la Revolucién es su mejor defensora ante la
historia, pero el intelectual que se situa criticamente frente
a la sociedad, debe saber que, moralmente, esti obligado
a contribuir también a la edificacién revolucionaria,
Al enfocar analiticamente la sociedad contemporanea,
hay que tener en cuenta que los problemas de nuestra
época no son abstractos, tienen apellido y esti localizados
ilmuy concretamente. Debe definirse contra qué se lucha
+ yen nombre de qué se combate. No ¢s lo mismo el colo-
nialismo que las luchas de liberacién nacional; no es lo
mismo el imperialismo que los paises subyugados econd-
micamente; no es lo mismo Cuba que Estados Unidos; no
¢s lo mismo el ascismo que el comunismo, ni la dictadura
del proletariado es similar en lo absoluto ‘a las dictaduras
castrenses latiroamericanas.
Al hablar de la historia «como el golpe que debes
aprender a resistir>, al afirmar que «ya tengo el horror /
y hasta el remordimiento de pasado mafianas y en otro
texto: «sabemos que en el dia de hoy esta el eror / que
alguien habri de condenar mafiana> ve la historia como
un enemigo, como un juez que va a castigar. Un revolu-
cionario no teme a Ia historia, la ve, por el contrario, como
Ja confirmaciéa de su confianza en la transformacién
de la vida.
Pero Padilla apuesta sobre el error presente —sin con-
tribuir a su enmienda—, y su escepticismo se abre paso
ya sin limites, cerrando todos los caminos: el individuo
se disuelve en ‘un presente sin objetivos y no tiene abso-
lucién posible en Ia historia. Sélo queda para el que vive
en [a revolucién abjurar de su personalidad y de sus opi-
niones para convertirse en una cifra dentro de la muche-
dumbre para disolverse en la masa despersonalizada. Es
la vieja concepcién burguesa de la sociedad comunista.
En otros textos Padilla trata de justificar, en un ejer-
cicio de ficcién y de enmascaramiento, su notorio ausen-
vismo de su patria en los momentos dificiles en que ésta
se ha enfrentadc al imperialismos y sit inexistente militancia
personal; convierte la dialéctica de la lucha de clases en
la lucha de sexos; sugiere persecuciones y climas represivos
en una revolucién como la nuestra que se ha caracterizado
por su generosidad y su apertura, identifica lo revolucio-
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nario con la ineficiencia y la torpezas se conmueve con los
contrarrevolucionarios que se marchan del pais y con los
que son fusilados por sus crimenes contra el pueblo y su-
giere complejas emboscadas contra si que no pueden ser
indice més que de un arrogante delirio de grandeza o de
un profundo resentimiento. Resulta igualmente hiriente
para nuestra sensibilidad que la Revolucién de Octubre sea
encasillada en acusaciones como —, son mis
‘numerosos, y que resulta francamente chocante que a los
revolucionarios bolcheviques, hombres de pureza_inta-
chable, verdaderos poetas de la transformacién social, se
Jes site con falta de objetividad historica, irrespetuo-
sidad hacia sus actos y desconsideracién de sus sacrificios.
Sobre los dems poemas y sobre estos mencionados, de-
jemos el juicio definitive a la conciencia revolucionaria
del lector que sabra captar qué mensaje se oculta entre
vantas sugerencias, alusiones, rodeos, ambigiiedades ¢ in-
sinuaciones.
Tgualmente entendemos nuestro deber sefialar que ¢s-
timamos una falta ética matizada de oportunismo que
el autor en un texto publicado hace algunos meses, acusara
a la UNEAC con calificativos denigrantes, y que en un
breve lapso y sin que mediara una rectificacién se some-
tiera al fallo de un concurso que esta institucién convoca.
13También entendemos como una adhesiéa al enemigo,
Ix defensa ‘piblica que el autor hizo del trénsfuga Gui.
lermo Cabrera Infante, quien se declard piblicamente
traidor a la Revolu :
En iiltima instancia concurren en el autor de este libro
todo un conjunto de actitudes, opiniones, comentarios y
provocaciones que lo caracterizan y sitian politicamente
‘en términos acordes a los criterios aqui expresados por la
UNEAC, hechos que no eran del conocimiento ‘de todos
los jurados y que alargarian innecesariamente este prélogo
de ser expuestos aqui.
En cuanto; s Is obra de Antén Arrufat, «Los siete
contra Tebasa, no es preciso ser un lector extremadamente
suspicaz, para establecer aproximaciones més o menos su-
tiles entre la realidad fingida que plantea la obra, y la
realidad no menos fingida que la propaganda imperialista
difunde por el mnundo, proclamando que se trata de la
realidad de Cuba revolucionaria, Es por esos caminos
como se identifica a la de esta version
de Esquilo con la cisla cautivay de que hablara John F.
Kennedy. Todos los elementos que el inaperialismo yanqui
quisiera que fuesen realidades cubanas, estén en esta obra,
desde el pueblo aterrado ante el invasor que se acerca,
(los mercenarios ‘de Playa Girén estaban convencidos de
que iban-a encontrar‘ese terror popular abriéndoles todos
los caminos), hasta Ja’angustia por la guerra que los habi-
tantes de la ciudad, (el Coro), deseriben como la suma
del horror posible, dindonos implicito el pensamiento de
que lo mejor seria evitar ese horror de.una lucha fratricida,
de.una guerra entre hermanos. Aqui también hay una
realidad. fingida: los. que abandonat. su patria.y van a
guarecerse en la casa de los enemigos, ai conspirar contra
ella y prepararse para atacarla, dejan de ser hermanos para
convertirse en traidores, Sobre el.curbio-fondo-de un pue-
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blo aterrado, Etéocles y Polinice dialogan a un mismo
nivel de fraterna dignidad.
Ahora bien, a quién o a quiénes Sirven estos libros?
{Sirven a nuestra revolucién, calumniada en esa forma,
herida a traicién por tales medios?
Evidentemente, no. Nuestra conviccién revolucio-
naria nos permite sefialar que esa poesia y ese teatro sirven
4a nuestros enemigos, y sus autores son los artistas que ellos
necesitan para alimentar su caballo de Troya a la hora
mue el imperialismo se decida a poner en prictica su
politica de agresion belica frontal contra Cuba. Prueba
de ello son los comentarios que esta situacién esté mere-
ciendo de cierta prensa yangui y europea occidental, y
la defensa, abierta unas veces y otras, que
en esa prensa ha comenzado a suscitar, Esta ,
no fuera de él, ya lo sabemos, pero es itil repetirlo, es
necesario no olvidarlo.
En definitiva se trata de una batalla ideolégica, un
enfrentamiento politico en medio de una revolucién en
marcha, a la que nadie podra detener. En ella tomarn
parte no sélo los creadores ya conocidos por su oficio,
Sino también los jévenes talentos que surgen en nuestra
isla, y sin duda los que trabajan en otros campos de Ia
produccién y cuyo juicio es imprescindible, en una so-
ciedad integral.
En resumen: la direccién de la Unién de Escritores y
“Artistas de Cuba rechaza el contenido ideol6gico del libro
de poemas y de la obra teatral premiados.
Es posible que tal medida pueda sefialarse por nuestros
enemigos declarados 0 encubiertos y_ por nuestros amigos
confundidos, como un signo de endurecimiento. Por el
contrario, entendemos que ella sera altamente saludabie
15para Ja Revolucién, porque significa su profundizacién
y, sa fortalecimiento al plantear abiertamente la lucha
ideol6gies.
Comrré Dimecror pe La UN1éN
bE Escrrrores y ARTISTAS DE Cuba.
La Habana, 15 de noviembre de 1968
«Aiio del Guerrillero Heroico»
16
ACTA DEL JURADO TEATRO
El jurado de teatro del concurso de la Unién de Es-
critores y Artistas de Cuba, compuesto por Ricardo Salvat,
Espafia, Adolfo Gutkin, Argentina, Juan Larco, Peri,
Raquel Revuelta y José Triana, Cuba, reunido en el local
de la UNEAC en el dia de la fecha, ha decidido otorgar
el premio a la obra «Los siete contra Tebas> cuyo lema e
«Un golpe de dados» con la siguiente votacién: tres voto:
a favor y dos en contras los cuales serin fundamentados
por los miembros del jurado en hojas adjuntas y come
mencién por unanimidad de la obra | KRAK!
‘También se recomienda, por mayoria de votos, par
su puesta en escera por los grupos de teatro, las siguiente
obras.
—La cortinita
—Duérmete mi nifio, duérmete mi amor, duérmete pedazc
de mi corazén.
—Los delegados llegan al amanecer.
—La pajara pinta.
Estas obras son mencionadas sin orden jerarq
prioritario algunc.
De conformidad firman la presente acta,
Apotro GurKIN Ricavo SaLvar
Juan Larco José Triana Raquet. REvuELt/VOTO PARTICULAR DE LOS JURADOS
REVUELTA Y LARGO
Los miembros del jurado que firmamos esta declaracién,
hhemos creido necesario dejar constancia de que nuestras
discrepancias con la obra premiada son de caracter politico-
ideoldgico.
Estamos por un teatro critico, antidogmitico, libre de
prejuicios conservadores. Pero no podemos por eso dar
nuestro voto por una obra que mantiene, a nuestro juicio,
posiciones ambiguas frente a problemas fundamentales que
atafien a la Revolucién Cubana.
Raguet REVvUELTA Juan Lanco
192
4
E
8
8
a
fl
a
a
2
6
aPersonas
Eroctes, gobernante de Tebas.
EL Aprvino
Ex Coro de mujeres tebanas.
Espias Ty IT
Lisrenes.
PoLionTE.
Mezanwo hombres y soldados de Tebas.
‘Mrcarno.
Hurexeio.
Hicror.
Pornice, hermano de Etéocles.
PuEBLo.Gierto amigo, no ayuno de letras,
me dijo cuando leyé la Ifigenia:
‘Muy bien, pero es listima que el
tema sea ajeno.»
del Instituto del Libro. La Ha-
bana, Cuba.