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Ledeen Mil ol7aeor} oe el uae ure eer ee ee ree eect CoP reper de cultura, Las multiples acepciones del concepto de clu) eu rei meee aoe ean lo expectico del ser humane en sociedad. Esta oposicion, ieee ene ana Oe ae oe ea aie ame Cer career rei de Lévi-Strauss y el exstencialismo de jean-Paul arte, ede ce rea een am ee ent eee Saeco ne ec tee ae ie Oe ee or ees reconstrucién de la antropologia implica en la ontlogie ieee RL ere tra Sec ee nec ea Se ey ae ee oe we Lee et te oie hoc rere eres ie tate cua er eT SNe eee ose arp ner at Neal bebetre tic ce eee are ni oi lbp ateecl an cee ero ry veo Pr a aa LPR Coe aE nara neenise HI Seat 20 Para Cass, Aunexro ANDRES Reber Baas Dain duct Bala chr. — Po. — Men: 8. lata oe 3510 242 517% 1 cm — (Cole. Beas 568) ISHN 978.607-16- 9181-0 3. Cultura Fil. Se Le F621 Dewey 2.1 BG Disicin mandi isco de poate Paola Aare Bald DR. 20, Boia twee DD. © 2001 de ts edi, Frelad de sofa y Lene dele Universidad Nacional Ausnon de Mest, 4510, Mexico DE DR. 2015 dee ei Fidei ca Pina 16, Colonie Mar, Delepiin Thue, €.2.13270, México, D. Free 38.40 94592 ae200@hotnalcom David Moc So DR. © 2013, Fondo de Calta Econdmica (Canter Meacho-Ajsen, 227, 14734 Meco, D. E “Enypres ceca 80 9901 2008 Comentario fondodecuewsconomicy com ‘orfondodcculkureconomieacont Ta (85) 5224-4672 (x) 5237-4634 Spo eeprodesn xl pai deca cha sex cal ie sted, sia lnanuencia po ec del dlr dels deceha (SBN 978-607-16-0181-0 Imps en Misia + Prine Meo Leicién I LA DIMENSION CULTURAL DE LA VIDA SOCIAL Y cuando ya todo estuvo junto, vino cl eplritu y lo puso en orden. Anaxiconas BIE 2 ls, mea que: Lxcencarnon cae becogrgente. ca és primera econ, Primero, el de la“dimensiin cultural” el conjunc dela va humana; segundo, el dela hiscoia de las ditintas definiciones de la cultura, y, creer, el de la problemética actual en rorno al estudio de la eulturay su Historia, Se trata de reconocer la preséncia de ext dimen. Sin, describ a parcir de sus efectos en la realidad socal Yenelacontecerhiseérico; ener en cuenta el senvido de as Jatiacones que se obscrvan en la aproximacton del discurso atoreflesvo europea alos problemas de a cultura, plan. fear; portlkmo, la perspectivaespecfca de nueta epoca fla ematzacién del dimension cultural La Dimensi6n curTURAL Para conscruir una canoa, y ances de iniciar la rarea de echar abajo a drbol escogido para el efecto, los nativos de las is- Ins Trobriand, segiin lo describe Malinowski, realizan toda luna serie de otras operaciones destinadas a “limpiarlo” de su onexién con el resto del bosque. Piensan que cada uno de los drboles pertenece al bosque como si fuera un miembro Identifado del mismo, que el bosque en cuanto tal tiene luna presencia y un poder unitarios; que es necesatio tratar son él mediante determinados ris y conjuros para que del fsbol que se le arranca salga una canoa buena para navegar, ‘escar, transportar, jugar, etcétera, La desctipcidn eenogrifica de corce empirista supone un Imodelo ideal del proceso de trabajo, de la escructutatécnico- v ( —————s—ssSsssits CE ESS:“*CS: OO 18 LADIMENSION CUTTURAL BELA VIDA SOCrAL funcional minima que deben tener tanto el disefio como los utensils y las operaciones manuales necesarias para cons- ‘uit una pequeiia embarcacién de madera. Lo reconoce Plenamente en el trabajo de los trobriandeses, pero obierva ue, en su caso, dicho modelo se encuentra enriquecido o bien deformade pot la presencia, dentro de él, de un con- juunto de operaciones “sobrefuncionales, instrumentalmente superfluas, de orden puramente ceremonial, “irracional” des- deel punto de vista econdmico. 1a peculiaridad de la técnica empleada —que se extien- de, por lo demas, a todos los dmbitos de la vida de los nati- vos de las islas Trobriand— pone de manifesto de manera especialmente clara la vigencia de un nivel del comporta- ‘miento social que parece “innecesario” desde la perspectiva de la eficiencia funcional en la produccién el consumo de lat condiciones de supervivencia del animal humano, pero que, sin embargo, acompafa a ésas inseparablemente, afirmin. dose como pre-condicién indispensable de su realizacién, Un momento, elemento o componente de orden “magico” demuestra ser constitativo de la “civilizacién material” de los trobriandetes. “Disfuncional” es tambitn el comportamiento de aque- los grupos étnicas de Ia Amazonia recordados por Lévi- ‘Strauss en Tritestipics que viven (si viven todavia) dentro de un medio natural rico en determinadas substancias al- mmenticias, mismas que, sin embargo, no entran en la dicta decsta sociedad. Se trata de substancias que no son gustadas Y consumidas como alimento pese a que el grupo sabe que ho son venenosas ni datiinas y que incluso podrian ayudar al mantenimiento y al crecimiento del cuerpo. Simplemente no concuerdan con el principio magico e “iracional” quede- limita y define aquello que es comestible en coneraposicién, LA DIMENSION CULTURAL DE LAVIDASOCIAL 19 Ho que no lo es. En este ejemplo, a diferencia del anterion e-condicién del cumplimiento de una Fancidn social no iia a un hacer sino 2 un no haces, es una prohibicién en ella se distingue también, con igual claridad, que fel énfrentamiento ala naturaleza, en la realizacién de los de produccién y consumo, las sociedades “primitivas” cen un escenario de reciprocidad con ella y un orden ior para su propio comportamiento que tratiende o ‘iti mas alld del plano puramente racional-eficientsta de la Adenica, que rebasa el plano de los valores meramente prag- iticos 6 uslcaios. | GBs posible generalizar este rasgo llamativo de la exis- ‘encia de los “pueblos primitivos” y afirmar que, en todos los casos imaginables —incluso en las civilizaciones actuales We Occidente, en donde la técnica modema parece haber Mlesencantado” al mundo, batrido con la magia y la supers- ticion y logrado depurar al proceso de produccién/consumo de todo ingrediente ajeno a laefectividad instrumental — la eproduccién social del ser humano requiere para su cum- plimiento de una “pre-condicién que resulta, si no ajena, si de un orden diferente al de las condiciones operat Iocibles en la perspectiva funcional de la vida animal y st derivacién humana? “Hay una “dimensiGn’ de la exstencia Social del tipo de aque! que entre los pueblos de las islas ‘Thobriand esta casi plenamente ocupado por la magia, una "dimension cultural” que es esencial para esa existencia y que ‘ itteductible a nivel dominado por la técnica\utiliarsta? ‘Lo que sigue acontinuacién intenta argumentar en el sent filo de una respuesta afrmativa a esta pregunta. Atin més, Ingenta moserar que es en la dimensi6n cultural dela exstencia humana, en ese nivel “metafuncional” de su comportamien- toyen donde dicha existencia se aliema propiamente como ta ee 20 LADIMENSION CULTURAL DE LA VIDA SOCIAL 1. En primer lugar, ¢s conveniente dejar claro que las sefias de presencia de la dimensién cultural de la vida hu- ‘mana desbordan todo intento de concebir a ésta como un conjunto de hechos especificos que tuvieran una vigencia independiente 0 exterior —sea como una co-estructura 0 bien como una supra-estructura— respecto de la realidad central o bésica de los procesos reproductivos dela vida hu- ‘mana. El “mundo de la cultura” no puede ser visto como el remanso de la improductividad permitida (en tima instan- ia recuperable) o el reducto benigno (en diltima instancia suprimible) dela irracionalidad que se encontraria actuando desde un mundo exterior, irealista y prescindible, al servi. cio de lo que acontece en el mundo realista y esencial de la produecién, el consumo y los negocios. Su intervencién es demasiado frecuente y su vigencia demasiado fuerte en el ‘mundo de la vida como pars que una visiSn asi pueda acep- ‘arse sin hacer violencia a la mirada misma. La realidad cultural da mueseras de pertenecer orgini- ‘amente, en interioridad, a la vida préctiea y pragmatica de todos los dias incluso allf donde su exclusién parecerta see requerida por I higiene funcional de los procesos modernos de produccién y consumo, Es un hecho cada vez mis reconocido, por ejemplo, que das formas de manifestacin de l técnica moderna resulean in- dispensables para la realizacién de los contenidos de la misma ©; com otras palabras, que la peculiaridad del disefio técnico es consttutiva dela ténica dserada; por lo tanto, quelo-aparen- ‘temente “accesorio” resulta indispensable para lo “ese No es extraiio en los medios de la investigacién cientifica ofr que la belleza y la verdad de un ceorema matematico lle- {gan a confundirse en cl momento més creativo de su formu lacién. Tampoco es una novedad para la sociologia del trabajo LA DIMENSION CULTURAL DE LAVIDA SOCIAL 21 fmcontrar que incluso las obreros de las sociedades occiden- Ailes “mas desarrolladis” no cumplen las mismas operaciones ca de igual manera —con la misma eficie biente fabrit” determinado que en otro diferente. No parece existir un proceso técnico de produccién en ‘uado estrictamente puro. Todo proceso de trabajo est siem- [le marcado por una cierta peculiaridad en su realizacién Wonerete, misma que penetra y se integra orgénicamente en Aivestructura instrumental y sn la cual pierde su grado 6pti- ‘no de productividad. La historia de la tecnologia comprue- bb que, aiin después de la Revolucién industrial del siglo Xvi no es una, sino son muchas las "lenguas” que llevan a ‘abo Ia actualizaciSn o a codificacién en términos pragmé- teas efectivos —es decir, de optimizacién funcional— de los descubrimientos cientificos. 2, En segundo lugar, es necesario insist en que esta di- Inensin precondicionante del cumplimiento de ls Funcio- fhes vitals del ser hurmano es una instancia que derermina las omas de decisién consttucivas de su comportamiento efec- tivo yno un simple relejo 0 manifestacion de otras instancias Aue fiesen las decisivas. La historia de los sujecos humanos sigue un camino y no otro como resultado de una sucesién de actos de eleccién comados en una serie de situaciones foneretas cn las que la dimensidn cultural parece gravitar de ‘manera determinamte, Laposibilidad de transformacion de una téenica dada no siempre es aprovechada histéricamente de la misma manera. Una especie de voto sagrado de ignorancia—que documen- {tal vez una sabiduria mas totalizadora o “dialéctica” que la dal entendimiento moderno— parece, por cjemplo, haber impedido a los teotihuacanos el empleo “productivo” de la ruieda y 2 los chinos lde la pdbvora. 22 LA DIMENSION CULTURAL DE LA VIDA SOCIAL, ‘Mencionemos lo que dice Lévi-Strauss en un trabajo que versa sobre el “also primitivismo” de ciertastribus amazdni. «as. Los Nambikwara, dice, son maestros en ciertastécnicas ‘que no les sirven de nada. Mientras tanto, tienen necesidad de decerminados elementos naturales cuya apropiaciSn re- queriria de una técnica que, pese a ser mucho menos ela- orada, no les despierta el menor interés.’ Es como si una fidelidad al esquema técnico de su pasado dorado les obli_ garaa mantenerlo incluso cuando su decadencia lo ha vacia- dl de contenido préctico y les impidicr, al mismo tiempo, ‘econocer las exigenciastécnicas de otros posible contenidlos ragmiticos. (Cosa parecida puede decirse también del aparecimiento de posibilidades de transformacién del mundo institucio. tal. Tampoco ellas se actualizan histricamente de la misma ‘manera; la dimensién cultural de los sujetos sociales que las perciben y experimentan hacen que redunden en realidades sociales muy diferentes entre si, Recordemos, por ejemplo, lo que podriamos llamar la Pucsta en prictica dela doctrina crstiana en Europa, Por mas que cl intento fue en un principio catdlico, es decir, universal {para el “universo” del impetio romano), el crstianismo tuvo siempre la tendencia a ser adoptado de una cierta manera en el norte de Europa y de otra diferente en el sur. En tanto ue religion para colonizar a los “birbaros”, fue aceptada 0 adoptaca por los pucblos del norte europeo con una deter. ‘minada figura que se distanciaba considerablemente de la "Litas 0 pe oor sporti jg So elcid gue imple stad ma raccoons por dste Jedeconporsinienasiniva, pmenencic nmcoctecneaine tac ceca deren pra doe {einen — TADIMENSION CULTURAL DELAVIDASOCIAL 23, ie adoprs como religién de los pueblos mediterrineos,se- pjgpecorromanes. La divsin que vendrd después eae a eatblica, romano y ol crisianismo provestan- hhard mis que funcionalizat en érminos modernos la én de.una argumentacién teolégica a dos mados, Be ecrsdel rere oon lo: Ovo 7 do nstoidenicaciSn Mitadivision mostrarfaen Ia historia una presencia diferente aequello que cs “rabsjado" o cultvado por la dimensién (@lltural de la sociedad en el norte y.en el sur de Europa. | Lo mismo podria decirse de ottos hechos dentro de la IMs de lo social como, por, ejemplo, loside orden. poll eo, La democracia —concebida como un procedimiento ‘moderno, inventado denero de la cultura cristiana calvinista joreuropea, de construir una voluntad representativa de Ii sociedad civil en la que el consenso es capar dle prevalecer sobre la guerra de todos contra rodos— sha podido, después de dos sigios de intentarlo, hacer abscraccién de su origen ‘aultural y adaprarse a las otras culturas polticas modernas 4 0110s intentos 0 esbozos de democracia— occidentales ‘W orientales? O el “socialismo real”: zha sido la misma cosa Alemania o cn China que en Rusia oen Cubs? Por Jo demés, la dimensién culcural;no solo es una pre- fondici6n queadapra la presencia de una determinada fuerza Histérica a la eproduccidn de una forma concreta.de.vida Hotlal —como en el caso de Ja doctrina cristiana, el procedi- Filenro democrético o la colectivizacién del capitalismo—, fino un facror que es también capaz de inducir el aconteci- imlento de hechos histéricos. Rosa Luxemburg insistié —y con ella otros marxistas— ‘en la inmadurez de la situacién histérica de Rusia en 1917 para dar lugar a una revolucién socialist digna de ese nom- byte. En efecto, la economtfa, a sociedad y la politica de Rusia 24 LA DIMENSION CULTURAL DELLA VIDA SOCIAL se caractericaban 3 comsienzos de siglo por a “atraso", por la falta de condiciones para que en ella hubiera una demanda auténtica de socialismo, es decir, a necesidad de una revolu. ‘i6n proletaria. La “madure2” de la situacién revolucionaria fe gestaba all por otra vas en ninguna otra parce de Europa {a dimensién cultural de la vida social habia alcanzado un ‘grado tan alto de densidad conflctiva. La cultura rusa—los «sctitores rusos de la Edad de Oro no se cansaton de insistis en ello— estaba necesitada de una revolucién desde hacia Yatios decenios. La situacién de crisis euleural radical que se planteé ya desde el siglo xvitr con la “occidentalizacion” de Pedro el Grande se agudizé a partir de la liberacin de los siervos en 1861 y determiné un peculiar fendmeno de per- aquello que, en principio, slo podria salir de la de unos conflictos econémicos y politicos pro- pios de las situaciones capitalists desarrolladas pusdo ser sustituido por el resultado de la maduracién de un conflieto cultural en una situacién subdesarrollada, Puede verse, entonces, que la dimensién cultural de la cristencia social no s6lo estd presente en todo momento como factor que acta de manera sobredererminante en los comportamientos colectivas ¢ individuales del mundo social, sino que también puede intervenir de manera de. Histessropiques, Plon, Paris, 1955. (Trad. esp. Trists __tndpicos,Eudeba, Buenos Aires, 1970.) Milinowski, Bronislav, “Magic, Science and Religion” [1925], en Magic, Science and Religion and Otber say, Glencoe, Free Press, Londres, 1948. (Trad. esp.: Magia, arte y religion, Ascl, Barcelona, 1982.) Welch, Wilhelm, Der Einbruch der Sexualmoral, Sexpol Ver- Taj Copenhague, 1935. (Trad. esp.: La irrupcidin de la ‘mori sexual, Dier, Buenos Aiees, 1976.) is Edward, Primitive Culture: Researches into the Develop ‘ment of Mythology Philosophy, Religion, Language, Art and Custom, J. Murray, Londres, 1871. (Trad, esp: Cul- Juma primitiza, vol. 1, Ayuso, Madrid, 1977.) Lecciin V LA IDENTIDAD, LO POL[TICO YLA CULTURA Y precisamente en esta inconstancia reside la mismidad... Grong Winatiw Friepaick Hece., La fenomenologia del epiritu SA AVENTURA tinicae irepetible se eneuenta en juego en fa uno de los casos de toralizacién concretizadora de la lidad humana que pueden darse en la historia, En cada hoaparece, sida del uso mismo del c6digo, una propues- rinta para subcodificarlo de una cierta manera. El con- hido de esta aventura, el “tema” de esta propuesta distingue os demas posibles a cada uno de esos casos de concreti- ibn; contenido y “tema” que le son propios y exclusivos y ue son los que le dan una “mismidad” o identidad. a identidad no reside, pues, en la vigencia de ningiin Jeo substancial,pristino y auténtico, de rasgos y caracte- itias, de “usos y costumbres” que sea s6lo externa o acci- talmente alterable por el cambio de la circunstancas, ni 9¢0; por lo tanto, en ninguna particularizacién ctista- del cédigo de lo humano que permanezca inafectada Jo esencial por la prueba ala que es sometida en su uso 0 La identidad reside, por el contrario, en una coherencia, puramente formal y siempre transitoria de un sujewo ico de consistencia evanescente; una coherencia que se ‘mientras dura el juego dialéctico de la consolidacién ‘euestionamiento, de la cristalizaci6n y la disolucién de ‘Vista como una coherencia formal y transitoria del su- Ia identidad de éste solo puede concebitse como un ontecer, como un proceso de metamorfosis, de transmi- acién de una forma que s6lo puede afirmarse si lo hace da ver en una substancia diferente, siendo ella cada ver jira sin dejar de ser la misma. La identidad sélo puede ser sien clla se da una dinémica que, al llevarla de una de- 150. _LAIDENTIDAD, LO POLITICO ¥ LA CULTURA substancializacién a una re-substancializacin, la obliga atravesar por el riesgo de perderse a si misma, enfrentin con la novedad de la situacién y llevindola a competit 0 ‘ouas identidades concurrentes Hipotéticamente, es sin duda indispensable hacer cl rencla a un momento originasio en la constitucion del su social concreto y el mundo de su vida, a un momento fundacién de su identidad. Se ratarfa de un acon instaurador de identidad porque implicaria necesariamen {a crcacién de una subcodificacion arcaica y fundamental para ese cédigo general, el descubsimiento inaugural de un cosmos singulatizado y excluyente Bl reeurso a la hip6uesis de un “momento originario”y fundador de identidad no estéatado al uso racsta que se ha hecho de él —que se invenca taices y Urspriinge racialen 0 "de sangre” para las naciones—; puede tenes la virtud de recordar el canicter constitutivamente contradictorio y con: Aictivo que tienen todas las innumerables versiones de lo humano como resultados de distintos procesos de transi» turalizacin de la gregariedad animal y, sobre todo, de mos- tear que la identidad s6lo tiene que ver con la forma de la substancia corporal natural o animal (racial) y no con ésta, Originada en un momento inicial que se define como tun primer episodio de trans-naturalizacin, la identidad cs un hnecho formal, el compromiso conereto de un sujeto consi £0 mismo que s6lo se constituye como tal precisamente en torno a dl; un hecho formal que sélo puede permanccer en la medida en que esté siendo reconformado, ya sea dia dia ©.en ocasiones extraordinarias, es deci, en la medida en que ‘std siendo trans-formado a fo largo de la historia, En efecto, tas la vigencia o validez que demuesten tenet «ada propuesca de articulacién o simbolizacién elemental, LAIDENTIDAD, LO POLITICO YLA CULTURA 151 voneretizaci6n o subcodificacién de lo humano, hay ssuponer el hecho de una aventura primera: la hominiza- 6 trans-nacuralizacién de la vida animal al convertirse hhumana. Una avencura traumética, ¥en ese sentido lusa,repetida de diferente manera en innumerables mes, que deja impresa para siempre en la particulari- i6n de lo humano aquella experiencia en la que su fun- to animal (las pulsiones del cuerpo hurmano y de su torio) debi6 ser forzado a sobrevivir de una nueva mna- sacado de su medida esponténea: reprimido, por un yeexcitado, por otro. -El cdigo de la semiosis humana fuerza al cbdigo de la icacidn animal a ser s6lo la substancia que esti siendo ida por dk instaura una relacién de subordinacién que pplerde jamés sus tensién confictva, Arada a la animali- a la que trasciende, y sin embargo separada de ella por abismo, cada forma decerminada de lo humano que «5 lucida en sus transformaciones alo largo de la historia liga aque reproduzca también, simulténeamente, el con- que le es inherente; un conficto arcaico y ala vee siem- actual encre ella misma y lo que en ella hay de subserato ral re-formado y de-formado por su trans-formacién. La hipécesis de un momento originario 0 “fundador de intidad”, lejos de caer ineluctablemente en definiciones ibstancializadoras 0 sustantivadoras de la identidad social, va mas bien, si es planteada de esta manera, a no “conce- ‘allando” ante ese tipo de definiciones, sino a combatir- froncalmence. 1a identidad arcaica, a que obedece a un compromiso concretizador de la més larga duracién, la que ororga una forma singular a la asuncién de la escaser, definiendo, por sjemplo, al ser humano del matz” dentro del conjunco de 152. LAIDENTIDAD, Lo POLITICO YLA CULTURA LAIDENTIDAD,LOTOLITICOYLA CULTURA 153 los otros seres hummanos (“del erigo”, “del arroz”, etcétera), «8 s6lo la plataforma de partida de la infinidad de comprom) sos concretizadores que se suceden histéricamente y que lt reconforman una y otra vez en muy diferentes direccione ¥ esto no sélo alrededor de si misma, sino de su mestizaje con las demas, ellas misma transformadas en sus respectivas historias. La Identidad actual de un sujeto —sea privado o colec: tivo— es, asi, la que le viene del compromiso en cada caso Principal y dominante en torno al cual se define la red de tes Lacaltura es una dimensidn de la vida humana; por ello { Goresponde al nacionanmo de la €poca moderna la conven de

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