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NACION Y SOCIEDAD EN LA HISTORIA DEL PERU Peter FE Klarén. ‘Traduccién de Javier Flores JEP Instituto de Estudios Peruanos 408 Peter Klarén ¥y comercializado. Sin embargo, inmediatamente acuerdo, el ex director de la EPF sostuvo en tel convenio, que contenia el precio de venta, faltab: 16s de que se concluyera g| que cla pagina once» del expulsion del partido de} candidato presidencial de AP el vicepresidente Edgardo Seoane, culminando asi tuna larga lucha entre facciones tivales por el control del partido. ‘A medida que la controversia de la I su fin en medio de una economia tambaleante y de convulsions surgiendo los rumotes de un golpe de Estado liderado por elementos desihisionades de las fuerzas armadas, Poticamente, Belaunde era mayoritariamente considerado como alguien cada vez més irrelevante, incapaz de controlar hasta a su propio partido y mucho menos de efectuar las reforms que habia prometido al pais. La ‘opinin piiblica se agrié aun més cuando el gobierno fue remecido por una serie de escéindalos de contrabando que involucraban a funcionarios de alto nivel atmésfera de estancamiento poltico, escéndalo puilico y fustracién partidos de izquierda comenzaron a ganar adherent perdié su hegemonia tradicional ante la emergente izquierda revolucionaria. En las Luniversidades de todo el pais, as ideoloatas radicales, energizadas por la Revolucién ‘cubana, penetraron tanto en el alumnado como en el profesorado, Esta misma izacién incipiente se dio entre los grupos de trabajadores y el movimiento sindical. Por ejemplo, la formacién en 1967 de la independiente Confederacién General de Trabajadores del Peri, por parte de le izquierda, desafié el tradicional liderazgo aprista en el movimiento obrero. Las crecientes seriales de impaciencia de los militares y el respaldo que iba sganando la iequierda convencieron a Haya del peligro cada vez mayor de un golpe de Estado y decidié que el APRA tencria que ir al rescate del naufragado gobierno de Belaunde, En efecto, las polices obstnuccionistas de la Coalici6n habian tenido demasiado éxito, desacreditando no sdlo al Presidente ante la dl sino también al frégil sistema democratico. En consecuencia, bbelaundista nombré otro gabinete mas, respaldado por el APRA y conservaclor ministro de Hacienda Manuel Ulloa. Este logré impulsar una fuerte politica de ajuste estructural, junto con otras relormes que momenténeamente lograron estabilzar la economia y estimular el crecimiento de las exportaciones. Sin embargo, el repentino estallido del escandalo de la «pagina oncen privé al xégimen de alegitimidad que ain le quedaba, abrienco el camino a.un golpe milter En las primeras horas de 3 de octubre de 1968 el palacio presidencial fue rodeado por tanques y el presidente fue escoltado nada ceremoniosamente al aeropuerto, as cada vez mayores, fueron | XI/ De la reforma.a la revolucién desde arriba, 1963-1975 409 desde donde fue enviado a Buenos Aires y al exlio. E! Goblemo Revolucionatio de las Fuerzas Armadas (GRFA), que era como el pequefio grupo de ofciales de alta jerarquia llamaba a su movimiento, emprendié ahora un experimento radical de stransformaciones desde arriba» dirgidas por los mi La revolucién «militar» de 1968 Larazén por a cual as fuerzas armadas decidieron tomar el poder en este momento una cuestion inirigante. Ellas ciertamente habian mastrado, desde la década de 1930, una abierta hostilidad a las ambiciones populistas del a menudo violento Partido Aprista y su jefe, Haya de la Torre. Esta oposicién coincidi6 cor le oligarquia al APRA, que constituyé la base de laalianza entre ella el cuerpo de oficiales predominantemente lad los esfuerzos concertados del APRA por llegar al poder. Sin, ‘embargo, mas de tres décadas después, un cuerpo de oficiales més liberal, cuyo ‘origen social se ubicaba en los ascendentes sectores medio y medio bajo antes el obstéculo més importante que bloqueaba las reformas estructurales que ellos ‘pensaban eran necesarias para modemizar el paisy detener el peligroso avance dela izquierda radical. De modo que a partir de la década de 1960, e ejércto, junto con rofesionales de clase media, sectores de la Iolesia y otros, respaldaron la ‘muchos oficiales. Cuando Belaunde no solamente no cumplié con las reformes prometidas sino que ademés se vio manchado por el escfndalo, el cuerpo de ‘oficiales —cada vez més seguro de que ellos tenian la voluntad, a responsabilidad ivica y los conocimientos necesarios para llevar a cabo la transformacién del pais— intervino para deponer su régimen e insituir un cambio radical Es més, la divisién y el deserédito de AP y el reducido tamatio del PDC, aban toda a ventaja.al APRA y Haya para vencer en las elecciones presidenciales, Drogramadas para comienzosde 1969. Aunque Haya era ahora un politico anciano cada vez més conservador, segufa encabezando el partido mejor organizedo y disciplinado de pats. De modo que el veto militar fue aplicado nuevamente contra, Su enemigo hist6rico, esta vez por razones distintas. En este contexto, el fiasco de la IPC no solamente planteé una preocupacién auténticamente nacionalista, sino ue ademés simplemente constituyé el pretexto necesario que el GRFA requeria ‘Para jusificar su toma del poder. 410 Peter Klarén Eldescontento con Belaunde yel posible ascenso de Haya y el APRA al poder alé, entre las décadas de 1930 y res que hasta entonces habfan sido una organizacién conservadora cuyos oficiales se extrafan principalmente de las clases altas y cuyo objetivo real ¢ transformaron en una insfitucién més ‘més propugnaba reformas social mediados de la década de 1960 la seguridad nacional en antes que estricamente geopoliticos y militares. Ya a mediados de la década de 1950, y luego en forma més acelerada con el impacto radical de la Revolucién res se vieron frustrados por lo que te fracaso de los gobiernos civiles para avanzar i6n de esta frustracién y nueva orientacién de los militares tuvo lugar en 1962-1963, cuando las fuerzas armadas anularon el resultaclo de las elecciones nacionales, tomaron el poder y emprendieron una serie de reformas moderadas. La Junta asimismo senté las bases para la eleccién, al ario siguiente, de Belaunde, el candidato presidencial de su prefer proscrito Haya Sin embargo, e esalido del movimiento gue el movimiento; esta experiencia permitiéa las fuerzas armadas comprobar mano la asfixiante pobreza y optesién del campesinado de la sierra y afiancar su fe ena crucial interelacion entre seguridad y desarrollo nacionales. Con €l tiempo, sus jefes se sintieron cada vez mas frustrados con los faldos esfuerzos del gobierno civil de Belaunde de impulsar las reformas y alcanzar el desarrollo nacional. En consecuencia, algunos elementos del ejército, en particular el Servicio de Inteligencia, que habia estado profundamente involucrado en la eampaiia para suprimir las quertilas, se sintieron cada vez mas angustiados con los problemas de la reforma agraria, el conficto entre trabajacores y patrones y la amenaza ala soberanfa nacional que, para ellos, representaba la IPC. Eljete del golpe, que se habia ido gestendo a lo largo de varios meses, era el general Juan Velasco Alvaraclo, Comandante del Ejércto y jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. Velasco nacié en 1910 en Castilla, un suburbio de clase baja de la ciudad de Piura que aparece en la novela La casa verde, de Mario Vargas Llosa, donde se narran las vivencias de esta «casa», el burdel mas importante de la ciudad. Fue precisamente este tipo de desprecio estereotipado XI/ De la reforma a la revolucién desde arriba, 1963-1975 411 por parte de las éltes provinciales, lo que tanto irrt6 a Velasco durante su nifiee vy juventud, Fue uno de los once hijos nacidos de un asistente de medicina, y crecié en Jo que él lamé una «digna pobreza», supuestamente yendo al colegio descalzo, ‘Segtin uno de sus amigos cercanos, [..] desde su nifez, en su Juventud, calle. Y ha sentido de social en que vivia el due tenia un complejo de infeloridad, porque habia sido pobre, o convencide que no, Fl més bien peleaba por pequetios '20 que le motiv6, desde paquesio, a sino porque el destino le habia dado de esa manera. (ctado en kralt 1991: 116417) De tala promedio y modales toscos, Velasco recordaba a algunos al ex presidente ‘Sanchez Cerra, éltambign un oficial del ejécitoe hijo native de Pura. En el transcurso de sus carreras militar y politic, el general seria conocido afectuosamente como

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