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DICCIONARIO DE TÉRMINOS LITERARIOS

Estrofa de cuatro versos alejandrinos, compuestos por dos heptasílabos, de


una sola rima consonante. Fue empleada por la poesía culta medieval de los
siglos XIII y XIV (Berceo, Arcipreste de Hita, Poema de Fernán (Del lat.
quaterna, de quatuor, 'cuatro', y via, 'camino'.)
González, Libro de Alexandre, etc...) Y recuperada, en tiempos modernos, por
autores modernistas y de la Generación del 27, que introdujeron variantes en la
rima. Recibe también el nombre de tetrásforo monorrimo alejandrino, y
presenta una estricta regularidad métrica, apoyada por el uso sistemático del
hiato, que contrasta con la variabilidad y la asonancia de la métrica popular.

Amigos e vasallos de Dios omnipotent,


si vos me escuchássedes por vuestro consiment,
querría vos contar un buen aveniment:
terrédeslo en cabo por bueno verament.

Milagros de Nuestra Señora, GONZALO DE BERCEO

Modalidad Mixta

María Melita Tovar Cid

Cuarto de Español
LAS TENDENCIAS LITERARIAS

LAS TENDENCIAS LITERARIAS

Rosa María Montes M.

Introducción

Las tendencias literarias son las inclinaciones que muestra la


literatura hacia ciertas formas o modos de expresión.
Generalmente las características de la literatura en un período
determinado corresponden al modo de sentir y pensar del hombre en
ese momento de la historia.
Las tendencias surgen, al principio, como una reacción a hechos que
suceden en determinados momentos. Posteriormente influyen en la
forma de escribir de los artistas de la época, por lo que reciben,
también, el nombre de movimientos literarios.
Un mismo escritor puede participar de las características de más de
un movimiento literario, por lo cual, a veces es difícil clasificarlos
dentro de una determinada escuela (tendencia o movimiento).
Las tendencias literarias presentan, a lo largo de la historia, un
carácter fluctuante entre dos extremos. Por ello se dice que su
desarrollo tiene un carácter pendular (péndulo).

MOVIMIENTOS LITERARIOS DE LOS SIGLOS XVIII, XIX Y XX

Los movimientos literarios de los siglos señalados se desarrollan a


partir de la existencia anterior de otras tendencias literarias tales
como el clasismo y el barroco.
El clasicismo se caracterizaba por el equilibrio, la sujeción a la razón y
a reglas estrictas, especialmente en la poesía. Este movimiento
literario intentaba conservar los elementos propios heredados de los
poetas clásicos y de los escritores clásicos: Homero, Virgilio, etc.
El barroco, surgido posteriormente, rompe el equilibrio propio del
clasicismo, expresando un sentido de libertad en las obras de arte,
con menos sujeción a normas y reglas rigurosas.

1.- El neoclasicismo
Es un movimiento artístico que surge en Europa durante los inicios
del siglo XVIII. Su característica principal es el intento de aplicar al
arte las reglas y preceptos del clasicismo grecolatino y renacentista.
El siglo XVIII fue un período considerado mediocre para las letras
hispánicas, desde el punto de vista estético, aunque fue
culturalmente rico por la concurrencia de distintas corrientes del
pensamiento.
La llegada de Felipe V de Borbón a España favoreció la influencia
europeizante que daría origen al neoclasicismo.
El exceso de reglas impidió el desarrollo de un arte literario de mayor
sensibilidad y belleza, pero favoreció el auge de obras críticas,
filosóficas y lingüísticas.
Las principales características del neoclasicismo literario son:
• Sujeción a reglas o preceptos.
• Privilegio de la razón sobre el sentimiento.
• Finalidad moral o didáctica.

Dentro del movimiento neoclásico merece destacarse la comedia El sí


de las niñas de Leandro Fernández de Moratín; en poesía las fábulas
de Félix María Samaniego (Las moscas golosas) y Tomás Iriarte (El
burro flautista), que tienen un carácter abiertamente moralizador y
crítico.
2.- El romanticismo
Es un fenómeno cultural
que domina la primera mitad del siglo XIX, aunque en España triunfa
alrededor de 1850 y en América más tardíamente.
Antecedentes históricos: Los últimos años del siglo XVIII
corresponden al período histórico llamado la restauración, en
oposición a la gran revolución europea.
Los pueblos comienzan a consolidar la idea de nación, en tanto que la
nueva organización económica que nace de la llamada revolución
industrial, da origen al proletariado. Las clases más pobres quedaron
desprotegidas, lo que favoreció un clima revolucionario.
Las ideas del liberalismo francés se extendieron pronto por toda
Europa, consolidando el movimiento romántico.
Las características principales del romanticismo son:
• El culto al yo.
• El ansia de libertad.
• La angustia metafísica.
• el predominio del sentimiento sobre la razón.

Entre los representantes más conocidos del romanticismo se


encuentran Víctor Hugo, francés (Los miserables; Nuestra Señora de
París, obra conocida por el filme El jorobado de Notre Dame);
Alejandro Dumas (Los tres mosqueteros; El conde de Montecristo);
Gustavo Adolfo Bécquer (Rimas; Leyendas), etc.
En Hispanoamérica, el romanticismo aparece entre 1845 y 1889,
íntimamente ligado al costumbrismo. Entre sus representantes se
encuentran Alberto Blest Gana (chileno) con su obra Martín Rivas;
Jorge Isaacs (colombiano) y su novela María, etc.

3.- El realismo.
Es el movimiento artístico de la segunda mitad del siglo XIX, que
aparece como reacción a los excesos de la fantasía romántica.
Pretende reflejar la realidad en forma objetiva. Según la temática, el
realismo se expresa, a veces, a través del costumbrismo, del
criollismo, del naturalismo o del mundonovismo.

Antecedentes históricos
Durante los últimos años del siglo XIX hubo un gran desarrollo
productivo e industrial, pero también una profunda crisis económica
que se conoció con el nombre de la gran depresión.

La literatura muestra rechazo a los excesos del romanticismo. Surge,


así el realismo. Cuando este expresa los aspectos más sórdidos de la
sociedad a través de la descripción detallada del entorno, recibe el
nombre de naturalismo.
El naturalismo literario europeo está representado por Emil Zola
(Papá Goriot) y Guy de Maupassant (El collar; etc.), entre otros.
En Latinoamérica se producen grandes cambios en la estructura
social, los que causan la ruptura entre las oligarquías (propietarios de
la tierra). Esto produce el movimiento naturalista que abarca desde
1890 a 1935, aproximadamente. Entre los representantes
naturalistas en Hispanoamérica encontramos a Rómulo Gallegos
(venezolano) con su obra Doña Bárbara, entre otras. Horacio Quiroga
(uruguayo) con su Cuentos de amor, de locura y de muerte, entre
otras obras. Oscar Castro (chileno) y su obra Llampo de sangre.
Baldomero Lillo (chileno) y su obra Subterra.

Entre los autores chilenos realistas se pueden mencionar a Marta


Brunet y Mariano Latorre, como también a Francisco Coloane y otros.

En Latinoamérica el naturalismo se expresa a través del criollismo, el


costumbrismo y el mundonovismo.

a) El Criollismo literario fue un movimiento que nació con el propósito


de retratar las costumbres populares, con los tipos y en el lenguaje
del bajo pueblo, sobre todo del campesino. Motivó el desarrollo de la
literatura regionalista, que reflejó la realidad política, humana,
económica y social, de un espacio determinado y así creó una
literatura original con base en los elementos naturales del continente.
Entre sus exponentes figuran escritores de diferentes tendencias: el
venezolano Rómulo Gallegos que escribió la novela de los llanos Doña
Bárbara (1929); el colombiano José Eustaquio Rivera, con su novela
de la selva La vorágine (1924); la novela gauchesca Don Segundo
Sombra (1926) que escribió Ricardo Güiraldes. Incluso es posible
incluir a Mariano Azuela con su novela de la revolución mexicana Los
de abajo (1915).
b) El costumbrismo
Tendencia o género literario que se caracteriza por el retrato e
interpretación de las costumbres y tipos del País. La descripción que
resulta es conocida como "cuadro de costumbres" si retrata una
escena típica, o "artículo de costumbres" si describe con tono
humorístico y satírico algún aspecto de la vida.
La novela costumbrista tuvo especial resonancia en algunos países.
Así, en México, en Colombia, donde el costumbrismo penetra también
en el campo de otras novelas, no específicamente costumbristas. Por
ejemplo, es notorio el peso que elementos de esta naturaleza tienen
en una novela sentimental como María, de Jorge Isaacs

En Chile se destacan Vicente Pérez Rosales con Recuerdos del


pasado; las novelas de Alberto Blest Gana, el mejor novelista
hispanoamericano de su tiempo, revelan clara inclinación
costumbrista. Como en Santiago, de Daniel Barros Grez también
muestra claros elementos costumbristas.

c) El mundonovismo, cuyo nombre viene del concepto nuevo mundo,


como se llamó a América, en oposición al viejo mundo.

Las características del mundonovismo son:


• representación cíclica de la vida de un país.
• Intenta abarcar distintos sectores de la vida nacional (campo,
minas, mar)
• La naturaleza –el paisaje- pasa a ser protagonista. Así lo muestra
José Eustaquio Rivera (Colombia, 1888-1928) en su obra La vorágine
(1924). A diferencia de Quiroga, en cuyos cuentos la naturaleza
aparece despersonalizada, y de Gallegos, donde se la personifica a
través de la mediación del personaje central femenino de su novela
capital, en la escritura de Rivera la selva es, directamente, el
personaje central del relato: sujeto de acciones tales como seducir,
atraer y aniquilar, la selva se opone al intelectual Arturo Cova,
principal narrador y protagonista de la historia.
• Hay preferencia por la novela de la tierra.
• Se adapta el lenguaje a los sectores representados.

4.- El naturalismo
Es una tendencia de carácter realista que intenta mostrar la influencia
del medio natural o físico. Aunque aparece también en el
Renacimiento, triunfa como movimiento en Europa alrededor de
1890. Recibe fuerte influencia del positivismo, doctrina filosófica que
se opone a la fe y al conocimiento intuitivo, aceptando sólo lo que es
comprobable por experimentación científica. En América se mezcla
con el modernismo y con el mundonovismo.

5.- El modernismo
Se denomina al movimiento poético hispanoamericano, introducido en
España por Rubén Darío, poeta nicaragüense. Este movimiento se
desarrolla paralelamente a la generación del 98 y significó una
renovación total de la poesía de habla hispana. Rubén Darío es autor
de la obra Azul, publicada en 1888 en Valparaíso, considerada
entonces la ciudad más culta de Chile. Otra de sus obras es Marcha
triunfal, donde se destaca la musicalidad y el ritmo que el poeta logra
mediante las palabras usadas en el poema. He aquí un fragmento de
este poema:

¡Ya viene el cortejo!


¡Ya viene el cortejo! Ya se oyen los claros clarines.
La espada se anuncia en vivo reflejo;
Ya viene, oro y hierro, el cortejo de los paladines.

Ya pasa debajo los arcos ornados de blancas Minervas y Martes,


Los arcos triunfales en donde las Famas erigen sus largas trompetas,
La gloria solemne de los estandartes,
Llevados por manos robustas de heroicos atletas.

Otro poeta modernista es Juan Ramón Jiménez, autor, entre otras


obras, Primavera Amarilla.

En el modernismo literario se mezclan, por una parte, el gusto por el


verso perfecto y los temas exóticos y paganos y, por otra, la
musicalidad y sonoridad de la palabra así como la multiplicidad
métrica.

La generación del 98 es el grupo literario que se consolida el año


1898, fecha en la que España pierde sus colonias de ultramar.
Significó una renovación de la narrativa. Entre sus representantes se
encuentran Miguel de Unamuno, una de cuyas obras más destacadas
en Niebla, y Antonio Machado.

La generación del 27, en cambio, fue eminentemente poética. A ella


pertenecen Federico García Lorca (Muerte de Antoñito el Camborio ,
poema que forma parte de su obra Romancero Gitano) y Rafael
Alberti, (1902-1999) Poeta y dramaturgo español, entre otros.

Alba de noche oscura


(Rafael Alberti)
Sobre la luna inmóvil de un espejo,
celebra una redonda cofradía
de verdes pinos, tintos de oro viejo,
la transfiguración del rey del día.

La plata blanda, ayuna del reflejo,


muere ya. Del cristal -lámina fría-
dice la voz del vaho en agonía:
-Doró mi lengua el sol, ¿de qué me quejo?

La puertas del ocaso, ya cerradas,


tapina de luto el campo. Negros perros,
a lo que nadie sabe, ocultos, gritan.

Decapitando sueños, fatigadas,


sobre el túmulo alto de los cerros
las estrellas del valle se marchitan.

Esta generación toma su nombre del año 1927, en el cual se reúnen


un grupo de escritores, amigos entre sí, los que participan en los
homenajes que en esa fecha se celebran, con motivo del tercer
Centenario de la muerte de don Luis de Góngora.
No surgen, como muchos creían, en contra de la generación del 98.
Sin embargo, hay que tener presente que la del 27 es más
universalista y tiene menos preocupación directa por España que la
del 98.
Características de la generación del 27:
• Presenta una gran tendencia al lirismo. La mayoría de los
integrantes son poetas; incluso los que escriben teatro lo hacen
expresando poéticamente los sentimientos de odio, amor, como
sucede con Federico García Lorca.
• La poesía tiene un sentido trascendental. Los escritores penetran en
las realidades más profundas de la vida, tocando accidentalmente el
amor o la decadencia de España. Se preocupan por el esteticismo; de
ahí su interés por la poesía.
• La tercera característica es la luminosidad. El pesimismo de la
generación del 98 cede a la actitud más tranquila y equilibrada y por
lo tanto más optimista.

6.- El expresionismo
Es un movimiento que intenta reflejar la realidad a partir de lo que
siente el artista. Se opone a la objetividad del realismo. Surge en
Alemania, alrededor de 1910. Junto con el cubismo y el futurismo,
tendrá gran influencia en los movimientos artísticos contemporáneos.
Los postulados del expresionismo en el terreno de la literatura,
principalmente en la novela y el teatro, son similares a los del arte
expresionista y la música expresionista. Personajes y escenarios se
presentan de un modo distorsionado, con la intención de producir un
gran impacto emocional.

En el campo de la literatura, pues, la llamada “década expresionista”


denomina el periodo cumbre del movimiento; esto es, el periodo
comprendido entre 1910 y 1920. La erupción de la Segunda Guerra
Mundial supone una fuerte ruptura, tanto en los tonos como en los
tópicos, particularmente, en el campo de la poesía expresionista.
Mientras algunos autores literarios (por ejemplo, los autores
futuristas) consideraron la guerra como una fuerza arrasadora y
renovadora que acabaría con la sociedad burguesa, por otro lado, la
imagen del conflicto cobró tintes negativos de la mano de otros
muchos poetas que plasmaron los horrores de la guerra en sus obras.
Y no es de extrañar, ya que muchos de ellos habían vivido, en
primera línea y en sus propias carnes, la desolación de la guerra.
Ningún otro movimiento hasta la fecha había apostado de igual
manera por la deformidad, la enfermedad y la locura como el motivo
de sus obras. Como cualquier otro movimiento de cualquier otra
época, tampoco el expresionismo tiene los limites bien definidos y,
por ello, su definición depende del punto de vista que se adopte.

7.- Movimientos literarios de la segunda década del siglo XX


Surgen con la intención de renovar la poesía. Se conocen con los
nombres de dadaísmo y a través de las palabras sin sentido
pretenden aportar a esa renovación: más que la obra, es el gesto lo
que interesa a los dadaístas, gesto que va más allá de los puros
canales de expresión artística para manifestarse en la política, en las
costumbres, en la misma sociedad, siempre que este gesto sea
entendido como provocación contra el sentido común, la moral, la ley
y cualquier normativa u ortodoxia. De aquí que el escándalo fuera el
instrumento preferido para hacer públicas sus acciones. El dadaísmo
va más allá del puro significado o la simple noción de un movimiento
artístico para llegar a proponer una forma de vivir; el ultraísmo
(Jorge Luis Borges) y el creacionismo (Vicente Huidobro) pretenden
hacerlo a través de la imagen pura. Estos movimientos duraron muy
poco tiempo ya que desembocaron en el surrealismo.

8.- El surrealismo
Es un movimiento que nace públicamente en 1924, con el Manifiesto
surrealista de André Breton (escritor francés). El surrealismo se basa
en la creencia en la realidad superior de ciertas formas de asociación
desdeñadas hasta la aparición del mismo y en el libre ejercicio del
pensamiento: reflejar la realidad a través de los elementos
inconscientes e irracionales de la mente, que el artista expresa por
medio de los actos psíquicos automáticos. Entre sus representantes
se considera a Jorge Luis Borges (argentino); Mª Luisa Bombal
(chilena, autora de La última niebla), Julio Cortázar (argentino, autor,
entre otros, del cuento Continuidad de los parques), Juan Rulfo
(mejicano, autor de la novela Pedro Páramo, considerada
unánimemente por la crítica una de las obras maestras de la
literatura latinoamericana, y de una colección de cuentos titulada El
llano en llamas).

10.- Movimientos actuales en la literatura contemporánea


Antecedentes históricos de la literatura contemporánea:
• Los cambios sociopolíticos que experimenta la sociedad del siglo XX,
así como la profunda crisis de la humanidad a raíz de la Primera y
Segunda Guerra Mundial, provocan en las artes las más variadas y
encontradas respuestas.
• La literatura refleja una sociedad caótica, sin sentido para el
hombre, quien se siente solo y desprotegido frente a un mundo
tecnológico.

En la literatura del siglo XX se distinguen tres grandes generaciones,


que buscan una respuesta al sentido de la existencia humana. Ellas
son las siguientes.

1) La primera generación (surrealista), comprende a todos aquellos


escritores que publican entre los años 1920 y 1934,
aproximadamente. Se caracteriza por el hermetismo y subjetivismo
de su arte. Pone gran énfasis en la estructura y técnica narrativa. Los
espacios no son sino la exteriorización de la conciencia de los
personajes. El lenguaje se caracteriza por el uso de las descripciones
caóticas, imágenes oníricas y el monólogo interior.
Pertenecen a esta generación: Jorge Luis Borges; Alejo Carpentier
(cubano); Miguel Ángel Asturias (guatemalteco); Pablo Neruda,
Gabriela Mistral, Vicente Huidobro y Manuel Rojas (chilenos); César
Vallejo (peruano) y algunas obras importantes de la generación del
27.

2) La segunda generación comprende a todos aquellos escritores


cuya vigencia se extiende entre los años 1940 y 1960. Se caracteriza
por cultivar, preferentemente, el realismo social. Es la llamada
generación neorrealista, que la literatura como una expresión de los
problemas de clase. Los personajes literarios son, generalmente,
tipos sociales o héroes colectivos.
Los motivos literarios representativos son: la explotación, la
violencia, la corrupción, la tortura, el asesinato, por un lado; por otro,
el valor, la lealtad y el sacrificio.
El narrador se caracteriza por ser objetivo y discretamente conocedor
de los hechos que narra.
Pertenecen a esta generación: Juan Rulfo (mexicano); Julio Cortázar
y Ernesto Sábato (argentinos); María Luisa Bombal, Nicanor Parra y
Oscar Castro (chilenos). Se podrían agregar escritores chilenos como
Volodia Teitelboim, José Miguel Varas y otros,

Aunque no pertenecen al grupo de los escritores que tuvieron


vigencia entre los años 40 y 60, se pueden mencionar como
representantes del realismo social a los escritores chilenos Rodrigo
Rojas (Jamás de rodillas), Jorge Montes (La luz entre las sombras y El
73), Rolando Carrasco (Prigué), algunas de cuyas obras son
marcadamente testimoniales pues narran hechos vividos por los
propios autores o por los personajes de sus obras en un período de la
historia de Chile, concretamente, el período de la dictadura de los
años 73 a 89. Los motivos literarios son la violencia, la tortura y el
asesinato, por una parte, y el valor, la lealtad y el sacrificio, por la
otra.

3) La tercera generación comprende a todos aquellos escritores


nacidos entre 1920 y 1934 y cuya producción literaria se manifiesta a
partir de 1950. Tiene su esplendor alrededor de 1965.
Esta generación es conocida con el nombre de irrealismo o realismo
mágico. Centra su preocupación en conflictos del hombre de ciudad,
en temas de la decadencia de las estructuras sociales y en el realismo
fantástico, que revitaliza el sentido mítico de la existencia.
Pertenecen a esta generación, entre otros: Gabriel García Márquez
(colombiano); Mario Vargas Llosa (peruano); Ernesto Cardenal
(nicaragüense); José Donoso, Jorge Edwards, Enrique Lafourcade y
Guillermo Blanco (chilenos)
Publicado por RMMontes

Modalidad Mixta
María Melita Tovar Cid
Cuarto de Español.

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