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"vito y pensamiento en la grecia antigua", Jean Pierre Vernant. Ed, Ael. Espaia, 1993, Carfrovo VIL DEL MITO A LA RAZON ‘LA FORMACION DEL PENSAMIENTO POSTVO my tA Grecia ancatca? El pensamiento racional tiene una ficha civil; se conoce sw fecha y su lugar do nacimiento. Es en el siglo vz antes de nues- ta era, on las cindades priegas de Asia Menor, donde surge una nueva forma de reflexion, totalmente positiva, sobre Ta naturaleza, Burnet menciona Ia épinién corriente cuando sefla- Jaa esto respecto: “Los filésofos jonios han franqueado la via que la ciencia, a partir de este momento, no ha tenido. més que seguir”? El nacimiento de la flosofia en Grecia, determi- aarfa, n consecuencia, los inicios del pensamiento cientifico; 4 posila decir: del pensamiento sin més, En Ia escuela de por primera vez, el logav se babria iberado del mito de igual modo que las éscamas se desprenden de los ojos del ciego. Més que de un cambio de actitud intelectual, de una mutacién mental, se trataria de una revelacién decisiva y defi nitivas el descubrimiento de la razéa3 Es por lo que serla vano escudrifiar en el pasado los orfgenes del pensamiento racional, El verdadera pensamiento no podria tener otro ori- gen que él mismo. Es exterior a la historia, que no puede ex- plicar en el desarvollo del espiritu sino los obstéculos, Jos erro- tes y las ilusiones sucesivas. Tal es el sentido del “milagro” lulego: a través de la Hosofa de los joni, se zecounee, ena 'Andose en el tiempo, la Razin intemporal, El adlvenimiento 1, Annales, £.0, (057), pp. 188-200 2 Ein eck vhteonha, BP Condes, 1920) ».v. rm interpretncin ge cacuentra en Hao Sic, cava perspective, sin embargo, 0s histéion, Ct, Dio Enudecking: dev Gabe. Studhen su ‘Enistchung des europlisclen Denkens bel don Crieohen (Hansburgo, 1963), trod, Ingleta eon ol io: The dlacooeny of the Mind (Oxford, 1999) DEL MITO' A LA RAZON 335 del logos introducirfa pues en Ja historia una discontinuidad radical, Viajero sin eqtiipajes, la flosoffa vendria. al mundo sin pasado, sin padres, sin familia; sera um comienzo absoluto. Al mismo tiempo, el hombre geiego se encuentra, en esta perspectiva, élevado por encima de todos los otros pueblos, Psion, ‘en , los logos se hace carne.,“Si ha inventado Ia losofie, dice todavia Burnet, es en razén de sus cualidades de inteligencia excepcionales:.el espiritu de observacién unido al poder de razonamiento.”* ¥, més alld de la filosofia griega, esis supetioridad casi providencial se transmite a todo el pen- samniento occidental, salido del helenismo, En él transenrso de los ‘iltimos cincuenta afios, sin embar- 0, la confianza d= Oceidente en este monopolio de la razin fir sido puesta en. entredicho. La crisis de ln flea y de la ciencia contemporiness -ha sacudido fuertemente los: fundae mentos —que se axefan definitivos— de la ldgica elisica. El contacto con las grandes eivilizaciones espiritualmente diferen- tesa la nuestra, como ln India y Ie China, ha hecho estallar el cua del humanisme tradicional, Ocsideate boy yao puede considerar su pensamiento como el pensamiento, ni saludar en Ja aurora de la filosofia griega el nacimiento del sol de la Ra- zn, #1 pensamiento racional, en el tiempo que siente preocu- icin por su porvenir y que pone en duda sus prineipios, so irige hacia sus origenes; intesrogz su pasado para situarse, para comprenderse hist6ricamente, ‘Dos fechas jalonan este esfuerzo. En 1912; Cornford publi- ca From religion to philosophy, en la que intents, por primera yer, precisar el vincnlo que liga el pensamictito roligioso y los inicios del conocimiento racional. Este no volver de nuevo sobre esto problema sino mucho ms tarde, al final de su vida. Yes en 1952 ets, oe después de sn muertep— cuando aparecen, ados bajo el titulo de Princépium sapientiae. ‘origins of greek phillosophieal thowgth, las piginas on las cuales estatuye el origen mitico y ritual de la primera flosoffa grlega. 4, Op. cit, p, 10, Coma lo escribe Clémence Rawvous, Ja fisies joni, goxin Bure, sala o Enron, ol epi eligoso de ‘Crente. el ‘Maratén de Ia vide espiitual, “Los interprétations modemes d’Anaximan- dro", Reine de Métaphysique et de Morale, ns 8 (1954), pp. 259-252. 836 Mao ¥ PENSAMIENTO EN LA GRECIA ANTIGUA Contra Bumet, Comnford manifesta que la “fisica” jénica 20 tie nade comén con Jo que nostos llamas cine: ignora todo acerea de la experimentacién; mo es tampoco el producto de Ia inteligencia que observa directamente Ia matu- raleza, Transpone, en una forma laicizada y sobre el plano de un pensamiento abstracto, el sistema de répresentacién que la religién ha elaborado. Las cosmologias de los flésofos xeinter- pretan 'y prolongan los mitos eosmogénicos, Ellas suministran ‘una respuesta al inismo tipo de cuestion: gebino un mundo orde- nado ha podido emerger del caos? Ellas utilizan un material conceptual anslogo: détrés de los “elementos” de los flésofos jonios, se periila Ia figura de antiguas divinidades de la mito- gia. Legando a ser “naturaleza”, los elementos se han despojado del aspecto de dioses individualizados; pero se man- tienen como poderes activos, animados ¢ imperececleros, toda- via experimentados como divinos. El mundo de Homero se or- denaba por una distribucién, entre los dioses, de los poderes y de os honores: para Zeus, ef ciao “etéroo” (obi, el fucgo): & Hades, la sombra “brumosa” (dp, el aire); a Poseidén, el mar; a ls ties en cpndominio, Caan tina, donde viveny mueren uy Luubres# El evsinus de los jonios se organiza mediante una divisiin de las jurisdicciones, una reparticion de las estaciones entze los poderes contrarios que se equilibran reciprocamente. No se tata de una vage malogin, Entre la floofa de un Anaximandro y 1a Teogonla de un poeta inspirado como He- sis (Corie pla: 6: felente GN lan vetoturon el See ponden hasta en el detalle.* Ademés, el proceso de elaboracién conceptual que tiene como resultado la construceién natura- lista del flésofo ya esti puesto en obra en el himno religioso de ghorifcacién de Zeus que celebra cl pocma hesibtico, El mis: mo tem mitico do ronment del mundo se rept all elec ‘ivamente, bajo dos formas que interpretan dos niveles diferen- tes de abstraccién. eee En una primera versiin, el relato escenifica Jas aventuras e personajes divinos: * Zeus lucha por la soberania contra ‘Ti- f6n, dragén de las mil voces, poder de confusién y desorden, ‘Zeus mata al monstruo, cuyo cadaver da nacimiento a los tos que soplan en el espacio que sopara el ciclo de la tierra, 3. Wada, XV, 180-194. 6._Principium saptentiae (Oxford, 1952), pp. 159 a 294. La demostra- «6a es setomada por C, Tuossox, Studies in anctont greek soctety, val. Il, The first philorophors (Londves, 1956), pp, 140 « 112. %, Heslovo, Teogonia, 820-871, DEL MIO A LA Razéw 8aT no de Jos inmortales, Zeus reparte entre ellos ‘Bajo esta contextura, el mito subsiste muy préximo del drama ritual del cual es In‘ilustracién, y cuyo modelo se ee en la flesta real de creacién del Nuevo Afi, durante el mes de Nisan, en Babilonia® Al final de un ciclo temy ral —un afio—, el xey debe realirmar su poder de soberania, puesto n.d durante esta ee del tiempo en la que ei mundo Yuelve de nuevo a su punto de partida.” La prucha rary ope depres diante una lucha contra un dragén, tienen el valor de una re cope del pee Sea, estacional, social, rey esta en el centro del mundo, de igual lo que en el centro de su pueblo, Cada afio, replat thease ad mado por Marduk y que celebra un himno, el Enuma elis, gantado en ol cuarto dia de la fiesta: In yietoria del dios sobre ‘Tiamat, monstruo hembra, que encara los poderes del desor den, el retorno a Io informe, el eaos. Proclamado rey de los Gioses, Marduk mata a Tiamat, con la ayuda de los vientos que Se precpitan en el interior del monger io Matdk la abre en dos come\a a ert, eeu, Se a sofa una de Ja rmitades al aire y la iamoviliza para formar el cielo, Regula ex: fonees el lugar y el movimiento de Tos astzos, fj abo y Jos ‘meses, crea Ta raza humans, reparte los privilogios y los dest ned rd an me erry dn miento que no establéce todayia entre el hombre, el malo y Jos dioses, una clara distincién de nivel. El poder diving. s& {evego, apremiado por los doses para asumir ol poder y el sumir el poder y el tro- es, Joe “honorer 8, Camo wale Gta og ld» bad merit Gnarls So, ll pba menor i Fengniao tate be mn cme oper Baas lane de ele ita, aon de SHES Biorb outer epi Doda ln a gg tele metionp B ads Sta se Sel me ye oe Beet SEED acca mene Spt sate slay We ete mod aseuran, onto con el common de ls ptaconey, la Goubihdad de rever 9 Se oratiegr a kee into dels trabajos arial El momento eagde Sane ode mimes ds “era de thempo" era al del equine Ge pace ater dl comicno de es labore agiols, Sabet at ekeae ate fencin real el deal dela atau el contol dl eng een rood 4 lt invencin del calcula scar o lunesta eee Inlcctonertnteretente en G, Tons, op ce ph sige 838 TOY PENSANENTO EN’ TA GRCIA ANTTIGUA concentra en Ja pe del rey. El ordenamiento del mundo ¥ Ta regalacién del ciclo estacional aparecen integrados en la Tesi vegh: son agpestea de ie fuse da soberanfa, Nabe raleza y sociedad estén confundidas, ‘En eambio, en otro paseje del poema de Hesfodo:! el rela- to de la creacién del orden se ete despojado de toda imagineria mitica, y los nombres de los protagonistas estin 1o ‘bastante transparentes para hacer visible el cardcter “natural” del proceso que tione por resultado la organizacién del cos- mos! En el principio, s6 encuentra Cacs, sima sombria, vacio ‘aéréo donde no existe distincién alguna, Es preciso que. Caos fabra como wnas fauces (Xéae, esté asociado etimolégicamente a Xdono: abismo abierto, Xaivw, Xdox, Xeopixia: abrir la boca, Tbostezar) para que la Luz, «fp, y ol Dia, que suoéden a le Noche, penetren alli dentro; iluminando el espacio entre Taia, Ja tierra, y Otpavde, el cielo, de ahora en adelante desunidos. Ta emergencia dal toundo’ se prosigue con Ja aparicién de Tléveec, ef mar, surgido, a su vex, de Teia, Todos estos na mientos sucesivos ‘se ‘han operado, subraya Hesiodo, sin pws, amor: *” no por unin, sino por segregacién. "Epuc es elite Gao ancien gly cama Goan sLatuhery ia hembre—y qulen lee une Conjntnente Au ‘and intervenga todavia, la. génesis se hace por separacién de ele- ‘mentos unidos y confundidos de antemano (Taia alumbra a Oipertc ya Tdveec). Se reconocerd, en esta segunda versién del mito, Ia estruc- tura de pensamiento que sirve de modelo a toda Ja fisica jéni- to Contord da exquamitiermenta el siguiente anilisa: 1) en el comienzo existe un estado de Cee yee el cual nada se diferencia; 2) de esta unidad primordial brotan, por segrega- tion, parejas de contrarios, caliente y frio, seco y bémedo, que yan a diferenciar en el espacio cuatro regiones: el cielo de Fuego, el aire frfo, la tierra Seca, el mar hiimed; 8) los contra- rios se conexionan ¢ interactiian cada uno triunfando alterna- tivamente sobre los otros, conforme a un ciclo por siempre re- novado: en los fenémenos meteorolégicos, en la sucesién de las fstaciones; en el nacimiento y la muerte’de todo lo que vive, plantas, animales y hombres. 10, Teogonta, 116 ss, ALL, Ibid, 189, Cf, Consrox, op. et, pp. 104 5; Taowsox, op. cit, p15 Th,’ Hl afo ccmprende cuatro estciones al igual que el cosmos custeo resiones, Tl verana corresponde «1 callente, el invieraa a lo fic, 18 Dek TO A LA Rann 330 Jas nosiones. fundamentles on las cuales se apoya esa construceién de. los jonios: segregacién @ partir de Ja unidad primordial, lucha y unién ineesantes de loy contraros, cambio efelieo eterno, descubren el fondo de pensamiento mitico don- de se enraiza su cosmologia."® Los fildsofos no han tenido que inventar un sistema de-explicacién del mundo; ellos lo han ha- Indo todo hecho, La. obra de Cornford sefiala un givo en la manera de abordar el problema de los origenes de fa Slosofa Yel peustmiento racional. Puesto, quo Je era necesario com, atir Ja teorla del milagro griego, la cual presentaba la fisich {énica como la revelacin brusca © incondicional de Ia Razén, Comford tenis somo prooeupacién esencial la do estaheoes, centre la rellexién Glosdfica y el pensamiento religioso que la habia precedido, el hilo de la contimuidad histériea: asi pues, estaba obligado a investigar entre la una y el otro los tos de permanencia y a insistir sobre Io que alli puede reco- nocerse de comin. De manera que en ocasiones, se tiene el sentimiento, a través de su demostracién, que los filésofos se contentan con repetir, en un lenguaje diferente, lo que ya.ex- ee Tt anual, cada aa petoalaas durante un momento, luego debe pagar, Renee tte al eed epee ne a ME ea ee sree ae res a renee ee aaa es ee ee eae are a ne or peace ar pa ana af eae ta eae Seas eae ee ee ie teetaeae aetna ae ee : Pe ais maladie (idee sn Empédnelis por Neg oe capieie an Anadimaniro por le inure See ee en ee, ae eee le los contrarios, figuredos en Hesiod por"Epws, en yédacles por Oihia, Sees ey ee eee So ae wx an en Ene fo : ian eg ae a ag a ‘imedo de la tierra, Para G. Trowsow (op. cit,, p. 45, Oty 126), on forma de pensemiento, que. ‘amare una logiea de la oposicién ans conplimmntrishd aie lactose eck ages Seta cole’ coh Sos Set ae re 3 4 los. La tribu, eseribe G, Thomson, es la fee the Si Riel saan wiecliuaneas: By ery eed ees ee ene ae ao ea aera fin del mundo ordenado y diferenciado. Es principio —: is at Ee apes ee ee a eee 1 Winitdle ce tani” au of aac > oko aoe a 840 NETO PENSAMIENTO EN LA.CRPCIA ANMICUA + esaba ol mito. Hoy que la fiacién, gracias a Comford, esté Feconocida, el proteus squire neGeuramente una vera fonmulacién, Ya no so trata solamente de redescubsit en la flo. sofia lo viejo, sino de delimitar lo verdaderamente nuevo: ra. 26n por la Cul Ja Blosofia dja de ser mito para deveni floso- fia, Es precio defini la mutucién mental de la que aoe prucbe It primera flosofia grioga, precisa su natursleza, su itd, st Limites, sus condiciones histricas. "Taste aspdcto do la euestén no ha escapado a Coraford. Se pole pote que le haba conodido un fugar mis eter 5 ubiera podido.conduetr a térmaino su lima obra. “in la flo- sofia, excribe, el mito esth racionlizado,” * Poro qqué sgn esto? En primer Ingar, que ia tomado la forma de'un problema licitamente formulado. El mito era un relato, no tna sole m a un problema. Naraba la serie de aegioncs orenadoras dl roy 0 del dios, tales como al ito las rosresentabe misice, ‘mente El problema se encontraba tesuelto sin haber sido plan tendo. Pero, en Grecin, donde triunfan, con la efudad, nhovas formas politicas ya no subsite del antiguo ritual real sino ves. tigios cto sentido se ha perdido; el recuerdo del rey eres. ar dal orden y bacedor Hel tlampo. to he. boro,’ ye 0 ‘aparece la relatiin entre el triunfo mitico del sobesino. sim Dolizado por su victoria sobre el dragén,y la organicactin de Jos fondmenos cbsmicos Fl orden natural'y Ios hechos atmos: féricos (lavas, ventos, tempestades, rayos}, al Heger ase i opendientes de la funcibn real, cetan. dese intligbles en el lenguaje del mito en el que so’ expretaban hasta eplonces Se presentan de ahora en silelanto como “cuestiones” sobre las cuales Ia discusién esté abieita: Estas cucstiones (génesis del ‘orden edsinico y explicucién de los meteor), son lat que eons- 14, Comronp, op. elt, pp. 187-188, 15, Una de las partes’ mais sugostivas del Mbro de G. Tonen es quella en In que ealaza el ciclo de le octadténs, que en Grecia, hace ‘oipeidir el aio Junar cou el aio solar, con Int formas srcaicas dela realeza. So sabe que todas los aueve ado, Minos senueva en el antig de “Zeus su poder real Astmism, todo les neve ato, on Eapetta ls elorae fnspeceionan las estes para canfimmar pus reyen, La Bestes ockoniales de los Dsjnefortos ea Tebes y del Septerion en Dell ¢ con al esiablecimieato del calendario, de fecha mucho mds antignn de In quo supone Nikton, y al miso tempo con la insta. itn 10, El recuerdo allora todavia en Hoxmno (Odis,, XIV, 103), pero, ‘en Ia historia de Salmoneus, el personaje del rey-mego y ‘hacedor del Lempo ya no sirve sino para ister el tema de Ia hyn mans y Gos -eastign por los dioses. DEL MIO A A nazéx 3a jeyen, om su nueva formulacién del problema, la materia de E Primera rellesién floséfca. El Slésbfo toma’ de mm Ge tl televo del vieo rey-mago, sefor del tiempos elghese va de lo que el ry, en of tompo, electri Sees Ya en Heslodo, fumeién : poderes dpi de tera, de mar; pero al mismo temps ‘nos cuya aooién es andlogn a le de ior Peeks sobre gee Cel mito repose sobre esta ambigiedad: pipes os iplanos, el pensamiento capta el mismo feudemee or, ejemplo, la separacién, de la tierra y de las aguas, como alombratttal en el mundo visible y simulténeanente “imbramiento divino en el tiempo primordial, Late ey uae’ Cl contrario, seiala Comnfoid signiendo a W. Jaeger > ERS le lan cep ie apr ope. ar a ser, pura y simplemente, el agua y la hor 8 1a moa, peta. Hrmultclén® quad a oe 2 te Hi etamete dlintados ab limitan a producir un efecto flsico deterninn es una eualidad general abstracts, Enel pe ‘ alate Soy ts ttc SEA aaah pine ee SO sae a Coe, RIES fe due 9 eh a nae eee. BE Corto, no er edonde de fo magic (ame al sec ng Web fas 09 O08 Gl des alone alt Mets 8, 090 30 Be ota bare hae, BRA oe = Taste) Be ote pat bet, domo poiePans, maptied 342 MITO x FENSMOMENTO EN LA CRECIA ANTICUA lative de tiexa y de fuego, los milesios colocan Jas cualidades de seco y de calionte, sustantivadas y objetivadas mediante el nuevo empleo del articulo +d, lo ealiente,! es decir, uha reali- dad enteramente definida por la accién de calentar, y que ya no tiene necesidad, para traducir su aspecto de “poder”, de ‘una contrapartida mitica como Hefaistos: Las fuerzas que han producido y que animan el cosmos actéan pues, en el mismo Jano-y do la misma forma que éstas cuya obra vemos, cada ia, cuando la lluvia humedece la tierra o el fuego seca un veslide mojado, Lo orighal, Jo primordial, se despojan de st rmisterio: tienen Ja banalidad tranguilizadora de lo eotidiano. El mundo de Jos jonios, este mundo “Ileno de dioses” es tam- bién plenamente natural.: 1a rovolucin, a este zespeto, es tan ampli, eva ten Jejos el pensamiento que, en sus progresos ulteriores, la, flosotia God la impresion de hacerla refroceder. En los “fisicos”, Ia posi- tividad ha invadido de un golpe la totalidad del ser, compren- ido ali el hombre y los diosos. No existo realidad alguna que no sea Naturaleza."" Y esta naturaleza, corteda de su pasado mitico, deyiene ella misma problema, objeto de una discusién racional. Naturaleza, physis, es poder de vida y de movimien- to, En tanto que porsistian confundidos los dos sentidos de syiew; producit y alumbrar, como los dos sentidos de yésors: Srigen. ¥ nscimiento, in explicacion del devenis descansaba sobre la imagen mitica de la unién sexual Comprender era encontrar el padre y la madre, establecer el arbol genealdgico, Pero entre los jonios, los elementos naturales, adventdos abs- ‘ractos, ya no pueden vincularse por matrimonio @ la manera de Jos hombres. La cosmologia, por ello, no solamente modifi- ca su lenguaje; cambia de contenido. En lugar de narrar los nacimientos sucesivos, define los primeros principios constitu: tivos del ser, De relato histérico, se transforma en un sistema que expone la estructuza profanda de lo real. Bl problema, de Ta yerediq, del devenir, se transmuta en ula bisqueda, por encima del cambio, de lo estable, de lo permanente, de lo idéntico, Al mismo tiempo, la nocién de pliysis esta sometida a una eritica que la despoja progresivamente de todo lo qua 18, CEB, Sema, op.-cit, pp, 280 20; EL alia Duttana og "us pedazy do Js, naturales, cortado del tefdo do ls elementos, Lo divina es ol fondo, ol substrate, de la nator, Jets, ef nagotable todo, a txperia sempre’ en movimiento en la.que, Sin fn, se dibujan y 30 Dorr fas formas, 21, “Conerono? op. tf pp. 180-181, DEL MITO A TA Razéw a tomaba todavia del mito, Se invoea, de més en mis, para a razén de los cambios en ol cosmos, a los ‘modalos’ dus oe ‘cen. las ingenjosidades técnicas, en lugar de roferirse a la vida animal o al crecimiento de las plantas. El hombre comprende mejor, y de otra manera, ‘lo qué él mismo ha construida, El moyimiento de wna maquina se explica por una estructura per- manente de la materia, no por los cambios que engendia ef di- namismo yital.*® El viejo principio mitico dé una “lucha” entre me contrarios cualitativamente, que origina el nacimiento le Tas cosas, cede el. lugar, en Anaximenes, a’ una seleccin meciniea de’ elementos que ya no tienen entre ellos sino dife- rencias cuantitativas. El dominio de Ia physis se precisa y se limita. Concebido como un mecanismo, él mundo s€ vaoia, Bee poco, de To divino que: lo animaba entry los primeras icos, Al mismo tiempo, se plantea el problema del origen del eolenie: doles - concentra fuera de ‘la naturaleza, en oposicién con Ja naturaleza, impulsindola y regulndola exterior, como el Nods de Auaigoras8) = '— La fisica jénica viene a enlazar aqu{ una corriente de samiento diferente y, en muchos aspectos, opnesta.* Se podria dccir que vione.a ‘espuldarla, hasta tal punto que las dos tor mas de la fllosofia maciente aparecen, en su contraste, comple- mentarias. Sobre la tierra de Italia, en la Magna Grocia,"los sabios ponen el acento, no ya sobre la unidad de la physis, a eee ttn a cents es aati nromacameh pat oome 1inta dl peiaioboks maak Be ee sae oes itgnte mill cence ote eo, oe ido on Ista exit faa pet roan eo, sera se al Lh, Wee, Fe, a eel Sh Ja funcién de un agents: Jos dioses hilaa el destino, pesan las suertes, al Jeu que as ur ian ean, oa lode apes, Eo psa ‘Be ama ages eae anise pes no poem: fier es rare es mu ale soe Se dchar apes ds enn ee es meas ae fo van py TIO ee Seen, Bone Suez, he doy fmion cuso onus gue Hoare waka Pe moar or lompl in EpDlnceae tees: 7 Eee aoe mon do ll, SO lyn in Sw ppd a Sasa pe BEN Sa 0 tg! ne deat us on eon soesetsee ihe, grtentes comes aan coli cng Se iat SUEY de cle ngs ‘Enuai sur la formation de la pensée grecque, Introduction historique d une le dé la philosophic platonicienne, 2* ed. (Paris, 1949). 44 ITO. PENSAMENTO EN LA GRECIA ANTIGUA ino sobre Ja dualidad del hombre, comprendido en una expe- Hotela Teligiosa le vex que filoséfica: hay un alma humana aligul quo le aifeidel Ws we i oresloat ah ees jue la divinidac ce con la naturaleza. see, Pepe diferente a la espacial, una forma de accién y de movimiento, el pensamiento, que no es desplazamiento mae terial™ Emparentada con lo divino, puede, en ciertas condi- ciones, conocerlo, ir a su encuentro, unirse a él, y conquistar uuna_existencia liberada del tiempo'y del cambio... — Detris de la naturaleza, se reconstittye un trasfondo invi- sible, una realidad mas verdadera, secreta y oculta, de la cual el alma del filésofo tiene In revelacién y que es fo ‘contrario de la physis, Asi, desde su primer paso, el pensamiento racio- nal parece venir de nuevo al mito.** Esth es solamente una impresién. Haciendo suya una estructura de pensamiento. mi- tico, 0 aleja de hecho de su punto de partida, El “des- doblamiento” de la physis y la distincidn de los varios nive- les de realidad que se sigue de ello, resalta y precisa esta sepa- racién de la naturaleza, de los dioses, del hombre, que es la condicién primera del pensamiento racional. En el mito, Ia di- yersidad de niveles recubria una ambiguedad que parmitia confundirlos. La tlosofia multiplica los planos para evitar la confusién. A través de ella, las nociones de humano, de natu: ral, de divino, mejor distinguidas, se definen y se elaboran recf- procamente, : 7 7 En revancha, lo qué descalifica la “naturaleza” a los ojos de los filésofos, y‘ la ani al nivel de Ja simple apariencia, es que el devenir de la physis ya no es mAs inteligible que la ‘evens del mito. El ser auténtico que la filosofia, més alla de $5 bs «ke yn tp mo Ses fa selva ret ee mt femal Sanaa aa area Teac ae ree See ay ae eet er ate meh daca etiam ere eee Tee hechsintelectaer epics ntimienty, rest, soaremtere) oe Sale ee es mae ere So reno mass eee . 26, La Se ae lpr gan de jee oe crates ei emma tantpu yesta en Ja filosofia, en la uae i aa steel eet Be os ra ae ene hes nae eae ee haan slope Lochs bias a fe ng ee fede pa eee t E e Lies”, Reous philorophique (1956), pp. 79-87. DEL MITO A KA RAZON 345, | naturaleza, quiero alcanzar y reyelar no es el sor sobrenatu- ral mitico; es une realidad dé un orden completamente dike, ‘onte: © la pura abstraccién, Ia identidad consigo misma, el Qyinelblo mismo del pensamiento racional objetivedo baie. la ma del logos. Entre los jonios, la nueva exigencin de posit vided era del primer impulse levee Jo absoluto en ot con- fepte de physiss en un Parménides, la nueva exigencia de inte, Hgbilided es levada a lo absoluto en el concepto del Sen innntable ¢ idéntico. Destrozada entre estas dos exigenciay GOntradictorias que sefialan igualmente, tanto una como ote una decisiva ruptura con el mito, el ponsamiento raconal oy SRirpromete, de sistema en sistema; ‘en uma dialdction iyo movimiento engendra la historia de la filosofla sega. El nacimiento de la filosofia aparece pues, solidario de dos grandes transformaciones mentales: un ‘pensamionte posi tivo, que excluye toda forma de sobronatural’y que rechake Ip Hfimilacién implcita establecida por el mito entre fendmenes Pils ¥ agentes divinos; un pensamiento abstracto, que de, poja a la realidad de este poder de mutacin quo Ip prestabn el mito, y que rehiisa la viej imagen de To unin de hos coir pags, 4 Provecho de una formulacién categérica del princl pio de identidad, Sobre las condiciones que han permitido, en la Grecia del Siglo wt esta doble revolucién, Comford no se explica, Pon, Gn el medio siglo que transcurre entre la publication de ace os obras, el problema ha sido planteado por otros autorse, Ee al Ensayo sobre la formacise et pensamiento griego, P-M. chuhl, en la introduccién al estudio de la Blosolfe pootivg ts Jos milesios, subrayaba la amplitud de las transformbelance a: fiates yy Politicas que preceden al siglo v1; notaba Is fuseitn Ubsradora que han debido desempetar, para el esplaltr ore Sirnes como, Ie moneda, el ealendario, I escritury alfabetien 6 papel de Ja navegacién y det comercio en la nueva arent 27,_oB lial, el mito expzesa una verdad esencll: ep el ether sutfotc, el modelo do la realdad Em ol pensamseea eh Eyer 4 nvr’, EL milo ya no ef a Shc, I einen, una site saitacin def modelo GaSe cad pene Et mio stones dete a dominio dole vwosta de ne Bist, por oposiién'a a cerean dea elonsia Por ata ge acral Hoesen mnie, el “sdeblaninto Go i reddeh netics eas ie are, te pwr clot if seat wna devalzacion del mito, rbojado al nivel dela ieee Crate, tne Prune, Tineo, 29°56). ne 346 TO ¥ PRNSAMAMITO I LA GRECIA ANTICUA cin del pensamiento hacta Ja préctica** Por su parte, B, Fa- niujion Virus ef tzconaliatg de Jos prise fifion do Joni al progreso téenico en el sono do las reas ciudades gric- gas de Asia Menor.* AI ser sustituidos los antiguos esquemas Antropomérfices por una interpretacién mecdnien e instrumen- talista del universo, la Blosofia de los jonios reflejaria Ta im- portaneia acrecentada de lo téenico en la vida social de le épo- ca. El problema ha sido reconsiderado por G. Thomson quo formula contra la tesis de Farrington una objecion decisiva. Es imposible establecer un Iazo directo entra el pensamiento racional y el desarrollo téenico, En el plano de la téenica, Cre- cia no ha inventado nada, no ha innovado cosa alguna. ‘Tribu- taris del Oriente en este dominio, nunca lo ha superado real- mente, Y Oriente, a pesar de su inteligencia téonica, no ha sabido desligarse del mito y construir una filosofia racional” Ex necesario, pues, hacer intervenir otros factores —y C. Thomson insiste, a justo tftulo, sobre dos grandes grupos de hechos: In ausencia, en Grecia, de una mosarquia: do tipo oriental, muy ronto Teemplazada por otras forms politicas; los inicios, con Emoneds, de una ocouomla smbrenstl, la aparicion de una clase de mereados para los cuales los abjetos se elespajen de su diversidad cualitativa (valor de uso) y ya no tienen sino Ja significacién abstracta de una mereancis: samejante a todas las olias (valor de cambio}—, Sin embargo, sf se quiere proseguic de més cerca las condiciones concretas én las cuales ha po operarse la mutacién del pensamiento religioso al pensamiento racional, es necesario realizar un nuevo giro. La fisica jénica nos ha iluminado sobre 1 contenido de Ia primera flosofia; nos ha mostrado elli una trasposicién de los mitos cosmogénicos, Ia “teoria” de los fendmenos cuyo dominio y préctica, en los tiempos antignos, poseia el rey. Ia otra cozsiente del pensa- miento racional, la filosofia de Ja Magna Grecia, ya a permi- timos precisar los orfgenes del filésofo mismo, sus anteceden- tes como tipo de personaje humano. 28. P-M. Scum, op, olf, pp, 151-178. 29. B. Faanincros, Greek’ science, +. T (Londies, 1044), pp, 36 x [esiste traducoiéa castallana) 80. °C. Tuoxsos, op. cit, pp. 171-272, Det, MITO AEA Hazon aT n En los albores de la historia intelectual de Grecia, se entre. vé toda una setie de petsonalidades extrafias sobre las cuales Rohde ha lamado la atencion. Estas figuras semilegendarias, que pertenecen a la clase de los videntes extéticos y de los mages purificadores, encarnan el modelo més antigno del “sa- bio” Algunas estin estrechamento asociadas a la leyenda de Pitézoras, fundador de Ia primera secta filoséfica, Su género de vida, su investigacién, su superioridad espiritual, le colocan al mmget de ls ineuuidad oudinaria, Ea seaido exist, son “hombres divinos”; a-veces, ellos mismos se proclaman dioses. Halliday ya habla sefialado Ja existencis, en una forma ar- caica de mAntica-entusiasta, de una categoria de adivinos pi- bios, de demiunget, que prsonian an ve lo trazns del po, feta inspirado, del posta, del amisico, cantor y danzante, del miédico, purifleador y curandero# ste tipo de adivinos, muy diferentes delsacerdote y opuestos, a menudo, al rey, arroja wn primer resplandor sobre el Jinaje de los Atisteas, Abaris, Hermotimo, Epimatnides y Ferécides, Todos estos porsonajes aeumulan, en efecto, las Faneiones de adivino, de poeta y de sabio, funiciones asociadas, que reposan sobre um mismo poder mintioo."" Adivino, posta y sabio tienen en comin una facul- tad excepeional de’ videnois por encima de las apariencias con- sibles; poseen una especie de. extra-sentido que les franques el acceso a um mundo normalmente prohibido a los mortals El adivino es un hombre que ve lo invisible, Conoce por contacto directo las cosas y fos acontecimientns de los que esté separado en el espacio. y en el tiempo, Una formula To. de- fine de manera cast ritual: un, hombre que conoce todas las cosas pasadas, presentés y venideras*4 que se aplica tambiln at poot ingprado, west matic cren dl quo cl intenta sobre todo especializarse en Ia exploracién de las cosas dol pasado" En el caso de una poesia solemne, que tiene en 31, Rom, Pyché (Eetborgo, 1800). SEW, He Mikio Great Goinaion A study of Us mothods end ‘richer (Londtor, 1013, Sh Thales ts 10r ek Qomromy op. 13 Sade 10. 13 38 Ee 'uiane formule gue tla en eogonta, 88: Las sau han endo ara a ote ow faton Yo Sern gen Thi, 88: Hlss dicen Ie coma oe fe Tesh on een ego ue 943 MOTO ¥ PENSAMIENTO EN LA GRECIA ANTIGUA cuenta més Ja instruceién que la distraccin, las cosas del pa- sado que Ja inspiracién divina hace contomplar al cantor, no consisten, como ocurre en Homero, en un catélogo exacto de personajes y acontecimientos humanos, sino, semejante a He- slodo, en el relato veridico de los “origenes”: geneslogias divi nas, péposs del cosmos, nacinieno, dele emanidad** De val o que se oculta en \didades del tiempo, el renee ook eee oe ae del sore Sy ‘ordculo, Ia revelacién de una verdad esencial que tiene el doble cardcter de un misterio religioso y de una doctrina de sa- Didurla, Esta ambigiedad, gpor qué no habré de encontrarse de nuevo en el mensaje del primer fldsofo? ‘Tiene por objeto, éste también, una realidad disimulada detrés de Iss apariencias y Ne eseapa al conocimiento vulgur. La forma de poema bai It cual se expone todavia una doctcina tan abstrazin como de Parménides, traduce este valor de revelacién religiosa que conserva la filosofia naciente>* Con igual titulo que ol adivino y el poeta, todavia mezclado a ellos, el Sabio se define en el frigen como el ser excepcional que tiene el poder de ver y hacer ver lo invisible. Cuando, el fildsofo intenta precisar su propio camino, la naturaloza de au actividad expiritual, el ob- jeto de su investigacién, utiliza el vocabulario religioso de las sectas y do las commidades: mismo se, presenta como tm elegido, un Seine dio, que se beneficia de una gracia divina; en el mis alld on viajo mlatico, a través de um catning de escndtitiamiento que recuerda Ta via de los misterios y a cuyo término obtiene, por una especio de époptia, esta visién ue confiere cl riltimo grado de la iniciacién. Al alejarse de i 'imchedumbre de les “insensator" enttn on el ‘pequeto efreulo de los iniciados: los que han visto, of eldétec, los que sabon, ong. A los diversos grados de iniciacién en los miste- rios corresponde, en la comunidad pitagérica, la jerarquia de los miembros segyin su grado de perfeceién; * al igual que en Herdclito, la jerarquia de los tres tipos diferentes de huma- iio, el pasado que el futuro. Un profeta purifeades, como Fpiménides, ‘podri incluso ‘restringir su competencia adivinatocia expusivamente al Sescubrimiento de los bechos pazados, permanecidos desconocidos (ANS- ‘réreuzs, Ret, III, 17, 1418 A 24), ‘38. 'Hsslovo, ‘Teogonis, 43 ss, Cf. Comrons, op, et, p. TT, 31. Gi, L. Gunn, “Les origines de le philesophte”, Too. ity p. 2 38. Sobre Ia relaciin entre el vocabulario, as imégenes, los temas de pensamiento, en un Perménides yen unt tradicién de scctes ‘mistica, LL, Guna, lo. cit, pp. 2-6; G. Tacstox, op. offs pp. 289 9, 30, L, Gimcer, loc. cl, p. 4: Gemet subraya el valor religioso del DEL MOTO A LA Razbe 9, nidad: Jos que escuchan el logos (que han tenido la tronsl be due Jn escuchan por primera ves, sin compronderla eee Hears ds, BueFOF fnicindos), tos que no la han ear La vision adivinatoria del poeta inspirado se i advocacién de la diosa Mncinosyne, Memoria, seen at Vanecidos en el pasado. Concede al poeta —coma al adlivine al privileglo de ver In realidad inmutable y pereuanye” To Pone en contacto con el ser original, del que ef tempo, en sa marcha, no descubre a los huimanos, sind tna inline’ parte, ara ocultarla en seguida. Esta funcién reveladora de ld seat atribuida a una memoria que mo 5, como la nuestra, solve, Yuelo del tiempo, sino evasién del tiempo, la hallamos de ae, vo trasplantada en Ie anamnesis Glosbher: la seiahecnnn isténica pormite reconocer Tas verdades etemas quo el alina ha Podido contemplar en una migracién en la que estaba liberada del cuerpo. En Platén, aparece con absolute alc, tidad Ja conexién entre una cierta nociin de la memoxie wna nueva doctina de la inmortalidad que contraste, fete, mente con las concepeiones helénicas del alma desde Homero Insta tos pensadores Jonos, eBastaré, para comprender esta innovacién que concede toda la corriente mistica de Ia flosofia. griega sa eiginalded, hoor intervenis, con Rohde, a infuencia del movimiento dioni” siaco y de Ja experiencia que éste procura, mediante een gpl ease unién con lo divino? El éxtasis dionisiaco, delirie eolectivo, fosesion repentina por parte de un dios que se apodera del rmbre, es wn estado impersonal sufrido pasivamente. Muy Aistinta se presenta la noeiln de im alma indetheat ne poses en ella y por ella misma el poder innato de liberarse dl ch ¥ de viajar en el més alli" No es en el culto a Dionisos dorie sgn np dm ml a Pere ers soe ei ome Hukeuiro, fi. 1; of. Conrom, ‘Taow ee 8 ra 7 BE Ge ncn omen, one ety es PE cet aymoan, 8. DEER ae ndsgr tom 350 MOTO Y FENSAMGENTO EN LA GRECIA AWTIGUA esta creencia ha podido enraizarse; ésta descubre su origen en las pricticas de estos iacpondveeic que prefiguran al filésofo, y de los que la leyenda Jimpone un accreamiento al personaje y al comportamiento del chamén de las civilizaciones de Asia el Norte.** Los sabios constituyen, en el grupo social, indivi- dualidades al margen a los que singulariza una disciplina de ‘vida ascética: retirados al desierto 0 en las cavernas; vegetaria nismo, dieta més menos total; abstinencia sexual; regla del silencio, etc. Su alma posee el extraordinario poder de abando- nar su cuerpo y de reintegrarlo a voluntad, después de un des- censo al mundo infernal, de una peregrinacién en el éer o un viaje a través del espacio que le hace parecer a mil leguas del lugar donde ellos yacen, dormidos en una especie de stieio ca- taleptico. Algunos detalles hacen resaltar estos aspectos de cha- manismo: la fecha de oro que Abaris pasea con él por todos lados, el tema del vuelo al cielo, la ausencia -de alimento, Es ‘en este clima xeligioso muy especial, donde toma cuerpo una teoria de la metensomatosis explicitamente enlazada a Ja ense- fianza de los primeros sabios. Esta doctrina prolonga la concep- cida arcaica conforme & la cual la vida se renuéva clclicamento em la muerte. Pero, en este ambienta de magas, Ia vieja idea do una cizculacién entre los muertos y los vivos adquiere un sentido mis prociso, El dominio del alma que permite al sabio, ‘The Greeks and the irrational, University of California Press (1951), PB M0 suse traci calla Yoo ule 2 Lor ete 44. La comparacién esti indi oun, op. eit, vp. 283, La tosis dol. chamanismo por Meus, ESoythice”, Hermes (19953, pp. i. Games, tue op” &, Hi, Dooon op ot, en al apie aitlads: “Le shame lane Bee ok lo pantentome”, Conezonn, op. les ene capitulo “Sha Sanus, Gomeoan supone, ou Ne Reshay Cusouice, Poetry and Frovhedy (Cambridge, 1942), p. 2, que ‘Trasa ha podida set pam Groca EIGlbb aoe Igo, por Sus eootcios con los germanos en’ el Norte y Tis eas ef el Gest date antigo emparentado con el camenisn de Asla dal Norte. hiss y Dooos eclecan, fuer de ‘aca, en Hest, el cabin con cl que le colonizactin del Itoral del mar Neuro ha puesto conoch alo gogos: So solar el orien nérdico ae Jor tagnn, ‘Mists, Abus, Hermotism, y sus tlaciones con el mundo iperbére. Ep vorked qos plaids’ cyetenge: Pero, despots eax snes, 5 constata que su cadiver ext ttundo; cl totale 6m nna prfotcn, aoe ‘i.g'Hindooto, woda ents nobles tscia (V8 3). Se alba por ote pari el poets do Crita‘ca las leyendas hiparbireas or macta part, TEE gus fon les heches de chaneriam, estates intntando eetablest ‘ins comparactn eon ia téedeat do Upo Doak. DEL MITO A LA RAZON 381 al término de una dura ascesis, viajar al otro mundo, Ie confiere umn nuevo tipo de inmortalidad personal. L.0 que hace de él un dios entre los hombres, es que sabe, merced a una disciplina de tensién-y concentracién espirituales, cuya ligazin con una tBentea de control del soplo respiratorio’ ha resalado Ts, Geraet, congregar el alma ordinariamente dispersa en todos los puntos del guerpo#* Asi apifiada, el alma puede desligarse del cuerpo, irse de los limites de una vida en la que est’ momenténea- mente enclaustrada y excogitar el recuerdo de todo el ciclo de sus encarnaciones pasadas. Se comprende mejor el papel de los “ejercicios de memoria” que Pitgoras habia instituido como re- la de su comunidad, cuando se trae a la memoria la frase de fimpédocles respecto a aquél: “Este hombre que, por la tension de ls fuerzas de su esplritu, vela ficilmente cada una de las ‘casas ee eétin en diez, en veinte vidas humanas”.** Entre el controt del alma, su evasién fuera del cuerpo y la ruptura del flujo temporal mediante la rememoracién de las vidas anterio- res, existe una interdependencia que define lo que ha podido amarse chamanismo ggjego y que todavia se manifesta plena- mente en el pitagorismo antiguo, No obstante, el primer flésofo no es un chamdn, Su papel es al de ensefiar, de hacer escuela. El filésofo se propone divulgar el secreto del chamdn a un enerpo de disefpalos, lo que era el privilegio de una personalidad excepcional, l'lo extiende a todos éstos que piden ingresar on su hermandad, Apenas os ne- cesario indicar Jas consecuencias de esta novedad, Divulgada, propagads, la préctica secreta se transforma en objeto de ense- fianza y discusién: se organiza en doctrina. La experiencia indi- vidual del chamén, que erce reencarnar-un hombre de dios, se fenerlizn en la especie humana bajo la forma de una teoris de a teenoamaciin, Divolgacién de un secreto religioso, extensién a un abjeco do un privilege evervado, peblicidad down saber prof. Dido antes, tales son las caracteristioas del giro que permite a Ja figara del flésofo desembarazarse de In persona del mago. Este cambio de la historia es 6! que constalamos en toda una 45, Ch 1. Cumwer, op. cit, p. 8, Hest Bioxet he subrayado Ja tglacdn entre” na. nociinarcica del ame, y' el soplo respiratorio: Homerischer Seelengleube (Berlin, 1025) CE, igualmente, sobre este punt, We Oxus, "The origins of european thought about the body, the mind, tho soul, tho world, time cad fate (Cambridge, 1981). 46 'CE Le Gamer, Doe ct, p. 8 358 MMO. ¥ PENSAMMENTO EEN LA GREGIA ANTIGUA. serie de niveles durante el perfodo de sacudimiento social y efervescenciareligiora que prepara, ene ol vas y el at sighs, el advenimiento de la ciudad. Se ve entonces expandirse, popu. Insizase, y a veces intograrse totalmente en el Estado, preny. gas religoressobr ls cuales ls gene reales Y pobilaios aseguraban su dominacién. Los antiguos clanes sacerdotales nen su saber sagrado, su dominio de las cosas divinas al servicio de la ciudad entera. Los idolos santos, los viejos frm tals manes guardados seeretos en el palacio real o en la casa del gacerdbte,emigran baca el tempo, morada piblies, yao tans- forman, bajo Ia mirada de la ciudad, en imdgenes hechas para ser vistas. Losdecretos de justicia, los (piotec, privilegio de bos Ropitides, on redactadoe'y publicdos, Ai mismo tempo que se opera esta eonfseacién de os cultos privados on ben, cio de una religién pablica, se fundan, al margen del culto of cial de la ciudad, en tomo a individvalidades poderosas, nus. vas formas de agrapamientos religiosos. Tiasas, hermandades y misterios abren, sin restriceién de rango ni de origen, el acceso a verdades santas que eran en otro tiempo propiedades do lina jes hereditarios. La ereacién de sectas religiosas como las lla- madlas érfieas, Ja fandacién de un misterio’y la instituciin de ‘una comunidad de “sabios", como Ia de Pitdgoras, manilestan, condiciones y en medios diferentes, el mismo gran movimien. to social de amplificacién y de divulgacién de’ una tradicion sagrada aristocrética, La filosofia se constituye en este movimiento, al término de tate movinionto questo lla Neva hasta el fn, Seta y iste ros persisten, a pesar de su propagacién, en grupos cemados Secites. Es exo slam lo que define TertSen'y no ceten ciestos elementos de doctrina que reducen los texas de Ia flo- soffa naciente, la revelacién misteriosa conserva necesariamente él cardcter de un privilegio que escapa a la discusién, Por. el contrari, la flosfia,en su progres, fompe'el taarco de eon munidad en el que ella ha nacido, Su mensaje ya no se limit @ un grupo, a una secta. Por medio de Ia palabra y del escrit 1 filsofo se dirige a toda la ciudad, a todas las ciudades. Ma’ nifesta sus revelaciones a una publicidad completa y total Trasladando el “misterio” a la plaza, en plena agora, ta erige fen objeto de un debate piblicd y contradictorio donde le se. fimentacién dialéctica acabord por tomar la iniiativa sobze fa dluminacién. sobrenatural* 47. L, Gum: “Los pitagéricos no tienen ‘misters’, poraue la DEL MITO A LA RAZéN 353 Tstas notas generales encuentran su confirmacién on unas constataciones més precisas, G. Thomson * ha hecho obserier sue los fundadoree de la Eis milesia, Tales y Anaximandro, atta, emparentados con un clan de antigua nobleza sacerdoter, los Thelldas, quo desciendes ao on ftdin tines do ae dotes-reyes, los Kadmeioi, venidos de Fenicia, Loe descubri- aa ‘de Jos primetos filésofos €m astronomia y en cosmolo- asi transponer, divulgéi ci Sn i apa geen los oT Sada, ‘ejemplo de Hericlito es atin’ més significative, HE) aspec- fico y antitético de un estilo en el que se entredion ‘Gan las expresiones opuestas, el uso de retruéoanos, use fers voluntariamente enigmitica, todo en la lengua de Herdclit recuerda las formulas ee utilizadas en los tmisterios, en ticular a Eleusis, Herdclito es descendiente del fundade: Ge ivilegiv el facerdocio de Deméter Eleusina. Pero el logos del quo He, Ficlto proporciona en sus.escritos la obscura revelaciéng of pro- Jonge los legomena de Eleuss y los hieroi logo Gtieny, 2 to supone exclusividad respecto a nadie; es por el contavio Ie ue hay de comin en fos hombres, este “imiversal” sobie “2 Bifayria’ Wutlmente deben apoyarse “como In eluded sobre ‘owas eps ello futamente uno” (eet p 4) Bsa bam gin y Mentors, por neceed de rao taut dea sil svg por oan la ln se ose eit rumen tntertul especie. Inve cuando oo paar’ Satta aictaina ¢p fuckin de fo problems platens poP ance ete, eenone ma as ; metison el doo con lads ot stenotes aca Geis que aa ee eee 48. G. Trosox, “From religion to hilosophy”, Journal snd Studies (1659) CXRin pp rb El ee dnl of Hellets estulo ey Theft ahatory, pp, Ie vp 23, Pi ilar co tele erro quo tng encom, Foes, ees aia ae Tec "apo aR oat O54 TOY PANSAMIENTO EN LA GRECIA AtMHICUA or La solidaridad que coustatamos entre el nacimiento del flé- sofo y el edvenimiento del ciudadano no es para sorprender- nos. La ciudad realiza, en efecto, sobre el plan de las formas sociales, esta separacién de la naturaleza y de la sociedad que implica, en el plano de Jas formas mentales, el ejercicio de un pensamiento racional, Con la ciudad, el orden politico se ha desligedo de la organizaciin césmica; aparece como una insti- tuctén humana que constituye el objeto de waa bisqueda in- quiets, de una discusién apasionada, En este debate, que no es solamente tedrico, sino en el que se afionta la violencia de spos_onemigos, Ja filosofia nactente interviene como tenfen- ao atidades pera ello. La “sabiduria” del fldsol Te desigaa para proponer los remedios a Ja subversiOn que han provocado los comienzes de una economia mercantil. $¢ espera de él que defina el nuevo equilibrio politico apto para encontrar de nine- vo la armonia perdida, para restablecer Ia unidad y Ia estabi- lidad sociales, por la “proporcién” entre los elenientos cuyo enfsentamionto destroza a Ia ciudad, A las primeras formas de legislacién, a Jos primeros ensayos de constitueién politica, Grodia asocia elehombre de-sus sabios. Todavia alli se ve al filésofo encargarse de Tas funciones que perteneeian al sucerdote en él tiempo durante el que, estando confundidas naturaleza y sociedad, ordenaba a la vez. la una y la otra. Pero, en el pensémiento politico del fisofo, In transformacién men: tal no se marea menos que en su pensimiento oosmolégico. Se- paradas, naturaleza y sociedad forman igualmente el objeto de tuna reflexion més. posttiva y mds absteacte, El orden social, Megado a ser humazo, se presta a una elaboracién racional por Je misma razén que el orden natural, devenido pgs. Se ann ia, en un Solén, en el concepto de fo Mézpev,de fa justa medi- da, que la decisién de lo nomotlieto debe imponerse a las fac- eiones rivales fjando un “limite” a su ambicién excesiva; entre Jos: pitagéricos, on el de lo ‘Ondo, proporeién amumérica que debe realizar 1a stmionia de los contrarios, su fusién en una nuova unidad La vieja idea de un orden social fundado sobre una disrbucin, una reparticiin (noms) de los honoces y puivilegios entre grupos extrafios que se oponen en Ja coma: ide’ polis, como las “potency elementals onl cose 50. CE, G. Taousox, op. elt, pp. 228 se. (DEL MITO A LA HAzdN 355 egard a ser, después del vr siglo, la nocién abstracta de la isonomia, igualdad delante de In ley entre unos individuos se,definen todos de forma similar én tanto que ciudadanos de una misma ciudad. Del mismo modo que Ja flosofia se tibera del mito, al igual ges, fiésoto surge del rago, Ia ciudad se instaura a partir cla antigua organizacién social: Ja destruye, pero al mismo tiempo conserva su esquema; transplanta Ia organizacién tribal a uk forma que inpilen un ponseaenta nie positive y mis abstracto, Pensemos por ejemplo en la reforma de Clistenes: © fen sustitucién de las cuatro tribus jénicas de Atiea, de las que Aristételes pretenderé que correspondian a las cuatro estacio- nes del ao, crea una estructura artificial que permite re~ solver los problemas propiamente politicos. Diez tribus, agru- pando cal una tres tritfias, las cuales integran varios demos. ‘ittias y demos son establecidos sobre una base parament= Bseogréllon, encuudran los habitantes de wn misno terrtorio, 120 Tos parientos de Ia misma sangre como, en principio, los gone y-las jratrias, que se mantienen éntactos, sino al margen lel ciadro ‘tribal, sobre otro plan diferente, a partir de ahora, al de Ja ciudad. Las tres #ritfias que forman eada tribu se reelutan, Ja primera en la regién costera, Ia segunda en el inle- rior de las tiermas, la teroera en Ja zona urbana, A través de esta amalgama deliberada, Ia tribu realiza In unificacién poll. tea, Ia mezela, como dice Aristételes’ de las poblaciones y de Tas actividades diversas que componen la ciudad. A esto tutificio en Ia organizaciin administrativa responde una divi St, Of 1. Gear, Recherches sur fo déetoppement ela none juridique et morale en Gréve (Paris, 1917), pp. 6 y 26, con referencia de. Themis, Dike, und Werwandtes, FE. Lanocus: ha demostrado, e Hist de la rece NEM en gree tocen {Sid tue eae ae rian, sages ac patie al eh Sense as tren areal st pain” Hl fame dese deh Sl ian Atty ldo ey ocllcy co remain eee ee a. gw asociacién @] ideal democratico de la isonomia. La lay (nomos), que ‘s@ spoya en una igualdad absoluta o proporcional, guarda un carécter Sli ro se ie 0 fm dso, con a sentdp prime ds Talay as ee ok haa bene Sfetpla, en, Herbdoto, como costumbre, ino, aie valor noemetivo, Ete lst" fol ao stunt, Sco ts dae ‘toto de gue'A‘penmmlcnto lotfen, erpasthgens oe kg SSR TPES, mucin op. ats pp. 804 et, op. it pp. 224 ss, $5, Gonstcton do Aron, 3RP 3 956 MITO ¥Y PENSAMIENTO EN LA GREGIA ANTIGUA sién artificial del tiempo civil. El calendario lunar continia re- “Ia vida religiosa. Pero el afio administrativo esta divi- fido en diez periodos de treinta y seis o treinta y siete dias, que or jen a las diez tribus. El Consejo de los Cuatro- cientos se ha clevado a quinientos miembros, cincuenta tsibu, de manera que a su tumo, en el transcurso de los perio- dos del aio, cada tribu forma la comisién permanente del consejo. Por su coherencia y la claridad de su intencién, las xefor- mas de Clistenes resaltan los rasgos caracterfsticos del nuevo tipo de pensamiento que se expresa en la estructura politica de Ta ciudad. En otro nivel, son comparables a los que nos han precido defini, con el adyenimionto do ta flosofi, la trans- formacién del mito en razén, La promulgaciéa de un calen- dario civil que responda a las exi je la administracién humana y enteramente distinto del tiempo lunar, el abandono de la cotrespondencia entre el mimero de tribus dentro del grupo social y el de las estacones en el conmos, asf como tane os hecbos que suponen y que refuerzan la vez la separcién la sociedad y de la aaturaleza. Un nuevo espfritu positive fa las xeformas quo busean menos poncr Ia eiudad on ar- monfa con el orden sagrado del _universo que aleanzar unos ‘bjetivos politicos precios. Hl esfuerso de abstraccién so. dis cerimina en todos los planos: en la divisién administrativa funda mentada sobre sectotes tersitoriales delimitados y definidos, no ya sobre lazos de consanguinidad; en el sistema de los niime- ros arbitrariamente escogidos para repartir de manera equita- tiva, meroed a una equivalencia matemética las responsabilida- des sociales, los grupos de hombres, los perlodos de tiempo; en la misma definicion de la ciudad y del ciudadano: Ia ciu- dad ya no se identifiea con un personaje privilegiado; no de- pnd de ninguna activided, de ninguna fapila particular, es forma que asume el grupo unido de todos los ciudadanos considerados con independencia de su persona, de su ascen- dencia, de su profesién. El orden de Ta ciudad, es éste dentro del cual la relacién social, pensada arbitrariamente y desem- barazada de los vinculos personales o familiares, se define en términos de igualdad ¢ identidad. Pero no es solamente en las estructuras politicas donde se inseriben los cambios mentales andlogos a los que parecen cons- tituir, a partir del moment6-que se les limita al solo dominio de i Alosofia, el incomprensible edvenimiento de wma razin DEL MITO A 1A RAZON 357 extrafia a la historia, Sin hablar del derecho y del arte, una institucién econémica como la moneda atestigua, en su desarro lo, transformaciones que no estin desconectadas del nacimien- to del pensamiento racional. Bastard recordar el estudio de Louis Genet sobre las implicaciones miticas del valor en. los antiguos stmbolos premonetarios de Grecia. La dahta—vaso, joya, tipode, vestido—, to de una industria de lujo, de- sempefia un papel de intercambio dentro de una forma de co- mercio noble: por su medio se ejercita una circulacién de riquezas muebles. Pero, en este sistema premonetario, la fun- cin de cambio no se ha esbozado todavia como categoria Jndependionte,capaz de constituir el objeto de un conocinlento positive, en el seno de un pensamiento propiamente econd- mico. El valor del objeto precioso queda integrado en las vir- tailessobrenatursles de lar que seo Jmaginn carga. La &eh- fx transport, fundidos on un mismo simbolismo de siquer, los pen leres sagrados, los prestigios sociales, los lazos de inde- fencia entre ls hombres; sa circulacion, a través de dones de intercambios, compromete a las personas y moviliza Jas werzas religiosas, al mismo tiempo que transmite In posesién de los bienes. La moneda en sentido propio, moneda titulada, estampilla- ds, garantizada por ol Estado, of una invencién grioga dels glo vi. Ella ha jugado, en toda una serie de niveles, un papel revolucionario, Ha acelerado el proceso del que ella misma era el efecto: ] desarrollo, en Ja economia griega, de un sector mercantil que se extionde a una parte de los productos de con- snmicién corriente. Ha permitido la ereacién de um nuevo tipo de riqueza, radicalmente diferente a la xiqueza en tlerras gauaos,y' de una nuova caso de rico cuya godin as lecisiva dentro de la reorganizaciin politica de Ia ciudad, Ha producido, en el plano psieolégico y moral, un verdadero efec- to de “choc” cuyo eco dramético se percibe ‘en la de un Solén y de un Teognis.®* Si el dinero hace al hombre, si el hombre es deseo insaciable de riquezas, es toda la imagen tra- dicional de la dpetj, de la excelencia humana, la que se en- cuentra puesta en duda, ¥ la moneda stricto sensu ya no es B4, “La notion mythique de Ia valeur en Grace”, Joumal de Prycholo- ate (1948), pp. 415-462. 55. Segin Hendnoro, 1, 94, Ta primera moneda acuiiada lo habia sido por los reyes de Lidia,'of. PM: Sexumt, op. ell, pp. 157-188, 7 G. Towsor, op. cil, p. 198. 358 370 ¥ PENSAMIENTO EN TA GRECTA ANTIGUA como ‘en Oriente un lingote de metal preciso que se trueca ‘contra toda especio de niereancia porque ofrece la, ventaja de conservarse intacto y circular ffcilmente; ha legado a ser un ‘signo social, el equivalente y la medida universal del valor. El uso general de la moneda titulada conduce a delimitar una muleva nooién, positiva, cuantilicada y abstracts, del valor, Para apreciar Ia amplitud de osta innovaciém mental, bas ‘tard comparar qos actitudes extremas, Primeramente, lo que evo- ca un término Gone voc que. designa. ol interés del dinero Relacionado con ln raiz tex-, “alumbrar, engendrar”, asimila el producto del capital al crecimiento del ganado que se multi- fica, en el intervalo estacional, mediante wna reproduecién natural, del orden de la physis."" Pero, en le teoria que Aristé- tales hace de ello, Ia reproducctén del dinero por interés y usura Mega a ser el mismo del fenémeno contrario a la natu- raleza; fe moneda es tm artifici humano qué, por la comodi- dad de los cambios, establece, entre unos valores completa: mente diferentes en ellos mismos, la apariencia de una medida comtin, Friste, en la forma de la mofeda més atin que en Ta do Ia Ciudad, una racionalidad que, jugando en el plano del puro urtifcis Lumwiv, peruite defiun eY dominio de lo vopds Se tiene detecho a ir més lejos y suponer, con G. THom- son, un vinculo directo entre los mike importantes conceptos de la filosoffa, el Ser, la Esencia, la Substancia, y si no la moneda misma, al menos la forma abstracta de mereancia que ‘lla presta, a través de la venta y Ia compra, a toda la diver- sidad de Gosas concretas cambiadas en el mercado? Una posicién toérica como la de Aristételes nos parece que ya debe poner en guardia contra la tentacién de trasplantar demasiado Ieeinicamente las nociones de un nivel de pensamiento otro. ST. CEL. Geaner, "Le temps dans les formes archatgues du droit”, Journal de Psychologie (1956), p. 401, L. Gernet sedala que el pago del interés debia anegluse en cada lunacién, Ch Anistoraxrs, Las Nubes 1658). 2. acute, 297, 90 y DIS ater ete sepee- to a Pamnénide: "Just as bis dntvese of pure beg, skipped of every thing qualitative, ie a mental refler of the abstract Isbour embodied in commodities, so bis pure reason, which rejects everything. qualitaive, is fa fetish conospt reflecting the money. forme of value”, 59, Sobre el cardater especiico de los diferentes tipos de obras y de actividades mentales, cf. 1. Meysason, “Discontinutés et cheminements ‘sutonomes dans Thistolre de Fesprit”, Journal de Psychologie (1948), ‘DEL MITO A LA RAZON 359 Lo que define, para Atistételes, la esencia de una cosa, na- tural o artificial, ¢s st valor de uso, el fin para el cual ha’ sido producicla, Su valor mereantil no descubre la realidad, 1a ola, sino una simple iusién socials? Sélo un sofista como Protigo- ts podré aceptah asimilar 1a cogs, an a realidad, com el valor convencional que le presta, a través de le forma de Ia moneda, al juico do los hombres, Hl relativismo de Protégores que 30 resa en tina férmula del tipo: “El hombre es la medida de todas las cosas", traduce esta constatacién de que el dinero, puro oss, convencién humana, es la medida de todos los valores. Pero es muy significativo que, en Flatén, cuya filosofia prolongs el pensamiento de Pitigoras y de Parménides, el per- sonaje del sofista simboliza precisamente el horibre que se mantiene al nivel del no-ser, al mismo tiempo que se define como wn traficante consagrado a ocapaciones mereantiles.** Es verdad que el ténnino sisi, que designa, en el vooa- bulario filoséfico, el ser, 1a substancia, significa igualmente ol atrimonio, la riqueza. Pero, como lo ha dado a entender Louis mnet, Ia analogia no hace sino subrayar mis las direcoiones ‘opnestas en Ins cuales el pensamiento ha: trabajado dentro de Ia perspectiva de problemss Blosifices y al nivel del derecho y dollas realidades Scondmnicas®* En sentido econsmico, la ois es en primer lugar y ante todo el vhjpac, la tierra, patrimont largo tiempo inalienable, que constituye como la substancia vi sible da wba familia. A ede tipo de blen apacenta, cite geve. fi, se pone, conforme a una distincién usual aun. cuando fun poco flotante, la eategorla de la viola deavizc, del bien inaparente, que comprende a veces, junto a los eréditos y la hipotecas, el dinero liquido, la moneda. En el seno de’ esta dicotomfa, hay entre los dos términos diferencia de plano: cl dinero es desvalorizado en relacién a Ja tierra, bien visible, es- table, permanente, substancial, In xinica que posee un estatuto pp. 28 sb; “Problémes dhistoire paychologique des ceuvees", Hommage d Lucien Febore (Paris, 1954), T, pp. 207 ss. ‘60. Mane ha subrayado que-el punto de vista del valor de nso per sisto como-el dominante en toda la lad cllsfea. En la perspectiva Imaruista que es la suya, Thomson nes parece que comete un anaoronismo: Sélo cuando cl trabajo libre y asalarindo deviene mexcancia “la forma ‘mercantil de los productos llega a sor la forma social dominante” (Capital, t.1) y el trabajo deviene trabajo abstracto (Critica de la economia politica) CE, supra, po. 223 y 233. GL. GEL, Gxhven, ““Choses visbles et choses invisibles", Reowe philasophique (1956), p,' 85. 62. Ibid, pp, 9-87, 360 AMETO Y PENSAMIENTO EN LA GREGIA ANTIGUA de plena realidad y cuyo “precio” se matiza de un valor afec- tivo y religioso. A este nivel del pensamiento social, el ser y el valor estin al lado de Io visible, mientras que lo no-aparen- te, lo abstracto, parecen implicar un elemento puramente hu- mano de ilusién, si no de desorden. Por el contrario, en el pen- samiento filoséfico la misma nocién de oicia se elabora en contraste con el mundo visible. La xealidad, la permanencia, Ja substancialidad, pasan del ado de lo que no sé ve. Lo visi- ble llega a ser simple apertencia por oposiiin a lo real verda- dero, a 1a obata Es en otro término donde se refleja el esfuerzo de abs- traccién que se prosigue a través de la experiencia comercial y de la préctica monetaria. Ta yeyqura designa a la vez las cosas, la realidad en general y los bienes, especialmente bajo su forma de dinero liquido. Aristételes escribe: “Llamamos bie- nes (yphyara) a las cosas cuyo valor esti medido por la moneda”. Se advierte aqui de qué forma una nocién abstrac- ta, cuantitativa, y econémica de la cosa como mercancia, ha podido substituir, por el uso de la moneda, al concepto anti- uo, cualitativo y dindmico, de la cosa como physis. Pero se impone wna doble reserva. En primer lugar, una cucstién do cronologia: este testimonio de racionalismo mercantil, data del siglo 1%, no de los inicios del pensamiento floséfico, fl aclara Ja reflexién de algunos sofistas mas que la de Pitigoras, de Hericlito y de Parménides.* Por otra parte, los yphuaca per- tenecen, para emplear una férmula religiosa que no est des- plazada’en la perspectiva filoséfica, al mando de aqui abajo, al mundo terrestre; {a obole, que constituye Ia realidad para el filésofo, es de otro orden. No se sitia al nivel de la naturaleza, ni tampoco en el de Ja abstraccién monetaria. Prolonga, lo hemos visto, el mundo invisible que descubre el pensamiento religio- s0, esta realidad estable y permanente que tiene més ser y no, como la moneda, menos Ser, que la physis. ATendremos que decir, en iltimo anélisis, que la filosoffa apliea a la nocién del ser imperecedero e invisible, heredada 63. Btiea a Nicémaco, IV, 1119 b 26; ef. L. Graver, loc. cit, p. 82. G4, La célebre formula de Hericlito: “El Todo es transmulade en Juego, y el fuego en todas las cosas, al igual quo los biones(ypryur) son camblador por oro, y el oro por los Bienes" nos parece due. todavia no se sitia en el plang de ua racionalismo mereantl; cf. las notas de DEL, MITO A tA Raz 361 de Ja religién, una forma de reflexién racional y positive, ad- quirida en la préctica de la moneda? Esto serfa atin demasiado simple. El ser de Parménides no es el reflejo, en ol pensa- miento del fiésofo, del valor mereantil; no transpone pura y simplemente, al dominio de lo real, la abstraccién del signo monetario. El ser parmenideo es Uno; y esta tinicidad que constituye uno de sus rasgos esenoiales, le opone a la moneda no menos que a la realidad sensible. En Ja lengua de los jonios, lo real se expresa todavia pot un plural, ti'dya, Tas cosas que existen, tales como ellas nos son dadas en su multiplicidad conereta, Como lo sefiala W. Jae- et Jo quo intoresa letisioss y mays Tesdameula bomean ome las realidades naturales, actualinente presentes.® El ser reviste para ellos, sean cuales fueren el origen y el principio, Ja forma visible de’una pluralided de cosas, For ‘el contrario, en Parmé- nides, el ser, por primera vez, se expresa mediante un singu- Jar, <6 byt ya no se trata de tales seres, sino del ser en general, total y nico. Este cambio de vocabulario traduce ol adveni- miento de una nueva nocién del ser: no las cosas diversas capta Ia experiencia humana, sino el objeto inteligible del logos, es decir, de la vazéu yuc se manifesta a través del len- fle gonforme a, sus propias exigencias do mo contradieion, ‘sta abstraccién de un set puramente inteligible, que excluy la pluralidad, la divisién, el cambio, se constituye en oposicion con lo real sensible y su perpetuo devenir; pero no contrasta menos con una realidad del tipo de In moneda, gue no sol mento abarca Ia multiplicidad con igual razén que las cosas de Ja naturaleza, sino que incluso implica, en el principio, una posibilidad indefinida de multiplicacién. El ser parmenideo no puede “acudarse” tampoco, puesto que no es Susceptible do Es decir, que el concepto filoséfico del ser no se ha forjado a través de'la prictica monetaria o de Ja actividad mercantil. £1 representa esta misma aspiracién hacia la unidad, esta mis- ma biisqueda de un principio de estabilidad y de permanencia cuyo testimonio henios visto, en el alba de la ciudad, en el pezsamlento social y politico, y que se vuelve a encontrar tam. én en el seno de ciertas corrientes del pensamiento alee, como el orfismo, Pero esta aspiracién hacia lo Uno y lo 1dén- tico se formula en el marco de los nuevos problemas, propia- mente filosSficos, que surgen cuando In vieja pregunta: “gCémo 65. W, Jancen, op. eff, cap. IT, p. 197, 0.2 362 MITO ¥ PENSAMEENTO EN LA CRECIA ANTICUA emerge el orden del caos?™, se ha transformado en un tipo difes rente de aporfas: “gQué existe de inmutable en la naturaleza? gCuél es el ptincipto, dprf, de In realidad? ¢Qémo podemos sleanzarla y expresarla?” Asi pues, el aparato de las nov Tor mens quo lo seat de Jonia hablar heredada de le el. gidn: Ie genésis, cl amor, el odio, Ia unién y la lucha de los ontrarios, ya mo respondia a Ins necesidadés de una saquisi- cién que apunta a definir, en un lenguaje puramente profano, Jo que constituye ef fondo permanente del ser. La docteina de Parménides senala el momento en el que es proclamada la contradiccién entre el devenir del mundo sensible —este mun- do jOnico de la physia y de la génesis— y las exigencias légi- cas del pensamiento. La reflexién matemética ha jugado cn este sentido un papel decisive. Por su método de demostra- cién y por el cardcter ideal de sus objetos, ha adquirido valor de modelo, Esforadndose por aplicar el niimero a la extensién, se ha topado en su dominio con el problema de las zelaciones de lo uno y de Jo miiltiple, de To idéntica y de lo diverso: lo hin planteado con sigor en tezminos Igloo, Ba ha conductdo ¢ denunciar Ja irracionalidad del movimiento y de la pluralidad, ti formular claramonte las dificultades tedricas del juicio y de la atribucién, El pensamiento filoséfico ha podido de esta ma- nera desprenderse de las formas esponténcas del lenguaje en Jas que se expresaba, someterlas a un primer anilisis crit més alli de las palabras, tea, tal cual las emplea el vulgo, hay, segin Parménides tina razén inmenente al discurso, un logos, que consists en una exigencia absolute de no contradic. cién: el ser es, el no-ser no es,** Bajo esta forma categérica, el uevo principio que preside el pensamiento racional con: gia Ja rupture con la antigua Iégica del mito. Pero, al mis- mo tiempo, el pensamiento se encuentra escindido, como con hacha, de la realidad fisica: Ia razén no puede tener otro ob- jeto duel ser, inmutuble ¢ dtc, Después de Panménides, a tarea de la filosofia griega consistiré en restablecer mediante una definicién m4s precisa y més matizada del principio de con- tradiceién, el lazo entre ef universo racional del discurso y el mundo sensible de la maturaleza 65, GE. Pamdhunss, op. Duss, FSV 7 ed, fp, 298, T ss 289, @ 384 sobre las relaciones de les palabras y del logos, en Par Paid ef BM Semome, opty pp 269 3 Bl, y'ln ola do P. 20, Gt id, 29 990 DEL MITO A LA nAZ6N 363, Hemos indicado los dos rasgos que caracterizan el nuevo pensamiento griego, en la filosoffa, Por una parte el rechazo, en Ja explicacién de’ los fendmenos, de,lo sobrenstural, de 10 marayilloso, Por otra parte, la ruptura oon la légioa de la. ambi- valencia; la biisqueda, en el discurso, de una coherencia in- tema, a través de una defnicién rigurosn de los coneptos, de una neta delimitacién de los niveles de la realidad, de ‘wna estricta observancia del principio de identidad, Estas innova- ciones, que proporcionan una primera forma de racionalidad, no constituyen un milagro, No hay una iamaculada concepeiin de la razdn. El advenimiento de la Slosofia, como Comford Jo ha explicado, es un hecho de historia, enraizado en el pasa- do, forméndose’a partir de él al mismo tiempo que contra él, Esta mutacin mental aparece dependiente de las transforma ciones que se producen, entre los siglos wx y yz, en todos los niveles de las sociedades griegas: en las instituciones politicas de Ja cludad, on el derecho, en lo vida ccontmica, eit la mo- neda. Pero dependencia no significa simple reflejo. La flosofia, ai tduce aspracones generals, planten problemas que zo pertenecen mis que a ella misma: naturaleza del ser, relacio- nes del ser y del pensamiento, Para resolverlos, Je 3 necesa- rio elaborar sus conceptos, construir su propia racionalidad. En ta tarea, ella se ha apoyado poco sobre la realidad sensible; ha tomado mucho de'la observacién de los fenémenos na- turales; no ha hecho experiencias, La misma nocién de experi- mentacién le ha: permanecido extrafia, Su razSu no es todavia nuestra razba, esta raz6n experimental de la ciencia contempo- rinea, orfentada hacia los hechos y su sistematizacién tedrica. Ella ha edificado una matemitica, primera fonmalizacion de la crpeiencia seusble; pero precsainente uo he intentado ut zorla en la exploracién de la realidad Fisica, Entre la matem: tica y la fisica, el cfleulo y I experiencia, ha faltado la, cone- xién; In matemética ha persistido solidaria de la Jégtea.* Para 68, Of, el pefacio de L, Brnsouvice « la cra do Amd Rowen, Histoire des soloncen exactes et naturclles dans TAniiguiee eréco-romeine, Be ed. (Paris, 1955), pp. vey vit La toorls de las Ideas Nameros, en Brads, uta eta fotdgracién de lo matemitico ex la Logica. Tomindo de micro ona formula de J, Sroxae., A. Lavra, sefala gue las Ide Niimeros consttuyes lor prinepios due’ a ls vez. ordtnan les. nldades apliméticas en at Ingne dento del sistem y expiitan os cfcrentes rads de Ia divisén progesiva de las Tdeas: “Loe esquemas de division de Tas eas en el Soft, escrbo, se organizen de ete modo sepia lor mimos planos que los esquemas de generaciin de los nimoros". Kasai sur lee notions te sructue eb Wesistence on mathématiques (Bais, 1937), p, 152, 364 METO. ¥ PENSAMIENTO EN LA GRECIA aNTIGUA cl pensamionto griego, la naturaleza ita el dominio de Jo poco més o.menos, al cual no se aplican ni exacta medida, ni razonamientos rigurosos.*® La razén nose descubre en la naturaleza, esti inmanente en el lenguaje. No se forma a tra- ‘vés de las téenicas que operan sobro las cosas; se constituye por la puesta a punto y el anilisis de los diversos medios accién sobre los hombres, de todas estas técnicas de las que Tenguaje es el instrumento comin: ‘el arte del sbogado, del mest, del odor, del bombre potion La razén grog os Ja que permite actuar de forma positiva, reflexiva, metodica, sobro Jos hombres, no de transformar 1a naturaleza. En sus Hmites al igual que en sus innovacloues, aparece como hij de la ciudad. 0. CE A. Komi, “Du monde de Md-pouprs' a univers de ta ‘précision”, Critique (1948), pp. 806-883. "10. Sobre el paso de {a retdrica y de la soflsticn a Ya légica, ef. Rout, Histoire ot raison ches Thucydide (Parts, 1956), pp. 181-239. La prictioa de los discursos antitétices, de las ‘antilogias, conduciré, aaodianto el establecimiento de “lugares comunes” del discurso, el andlisis do’ las estryoturas de Ia Geanostracién, la medida y Ta eritmética ‘de los ‘argumentos contrarios, a una clencia del puro razonamiento, BREVE VOCABULARIO DE TERMINOS Este breve vocabulario, confeccionade por el traductor, no tiene pretensién alguna, exoepoiin hecha de su intenoié orientadora para el “profano”. Anfidromias: Fiesta de los xecién nacides, @ quienes se llevaba fen brazos de un adulto que corda ea tomo al hogar. Ceremonia que 50 celebraba el quinto 0 séptimo din después del nacimiento ‘cuya finalidad era la de integrar a los nedfitos en el seno de la fami lia. La ceremonia de la imposicién del nombre tenia lugar el déci- mo dfa después del nacimieato y era una festa distinta de las Anfdromfas, ‘Ate: Design, unis voces, « Ia Fatalidad, diosa de Ia desgracta, que inspira todas las malas acoiones'y que es causa de toda suerte de calamidades; otras se manifiesta como diosa del eastigo y de la venganca en un papel similar al do Tas Esinies. Bouleuterion: Lugar donde se reunia la Boulé —especie de Se- nado cuya funcién era preparar las leyes que so discatirfan en Ja tsimablea del pueblo o evlesho-—o Conejo do os 400 (postecionmen: te la cifra fue aumentada a 500). La Boulé estaba compuesta de 500 ciudadanos, 50 de cada tribu, quo eran esongidos por tumo para_habitar on’ el Pritaneo. Garneia: Fiesta en honor de Apolo Cameios —nombre: que reci- fa Apolo en Hsparta y en el Peloponeso—, Camelos era el mes lacedeménico en que tenian lugar estas fiestas y que en el calen- dario actual equivaldrfa all mes de agosto. Les fiestas de Apolo Car- neios duraban nucve dias, Denaidas: En. plural (y concretamente en este contexto) se re- fere a las 50 hijes de Dénao, hijo de Belos, hermano do Eigipto, en compatiia del cual rein on el Bsjo Bgipto; posteriormente vino a Argos de cuya ciudad fue rey. Las hijas de Dina, forzadas a des- posar los 50 hijos de su tio Egipto, mataron a sus ¢sposos la misma noche del matrimonio, salvo Hipermnestra que evité la muerte de Linceo (cuyos descendientes serln los reyes de Argos). Por este cri- men fueron condenadas en los Inflernos a trensportar el agua en um

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