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LA TRANSPOSICION DIDACTICA Del saber sabio al saber ensenado Yves Chevallard 1. éQué es la transposicién didéctica? LL. Todo pr constituye dial prograi signa como tales nos mas am transformaciones ocupar un lugar La transposicion diectica i : 1.4. La transformaci6n de un contenido de saber preci- sn diddictica de ese objeto de saber puede de- minarse més apropiadamente “transposicién didéctica so en una ver stricto sensu”. Pero el estudio cientifico del proceso de transpo: sicién didéctica (que es una dimensién fundamental de la di déctica de las mateméticas) supone tener en cuenta la transpo- sicién didactica sensu lato, representada por el esquema yer ——w objeto a ensefiar ——m objec > objeto de ensefianza en el que el primer estab6n marca el paso de lo implicito alo teoria, de lo preconstruido a lo cons explicito, de la préctica a truido. liza el movimiento re- 1.5. Veamos un ejemplo que r presentado por el esquema de la transposicién didactica: la nocién de distancia (entre dos puntos) se utiliza es- pontiineamente “desde siempre”; el concepto matemético de distancia es introducide en 1906 por Maurice Fréchet (objeto de saber matematico); —en el primer ciclo de la ensefianza secundaria france- sa, la nocién matemitica de distancia, surgida de la defini- cidn de Fréchet aparece en 1971 en el programa de la clase de cuarto curso (objeto a ensefiai —su tratamiento didactico varia con su designacién como objeto a enseftar: contintia s aiios a partir de “trabajo” de transposicién, éExiste la transposicién diddctica? O la vigilancia epistemolégica 2.1, éExiste la transposicién didctica? ZBI objeto de en- sefianza es verdaderamente diferente del objeto de saber al que le responde? 2.2. Podemos considerar la existencia de una transposi- cién didactica, como proceso de conjunto, como situacio: de creaciones diddcticas de objetos (de saber y de enseitanza a la vez) que se hacen “necesarias” por las exigencias d miento funciona dactico, 2.3. Entre los muchos ejemplos de ese tipo de creacio- hes mencionemos el “gran coseno” (Gos) y el “gran seno” (Sen), los mimeros complejos como matrices cuadradas de orden 2, en el segundo ciclo de la ensefianza secundaria; la nocién de operadorméquina, en la enseianza primaria. (Aunque sélo se consideren esto les creacion« -jemplos, se obser que te ad hoc del sistema de ensefianza pueden correr muy diversa suerte.) La transposicién didtéctica 48 La transposicion dieetiea 2.4. Delimitando el saber enseftado segtin conjuntos ins vastos, podemos comprender casi como una caricatura el efecto de la transposicién didactica, en las situaciones en Tas que se produce una verdadera sustitucién diddctica de objeto. Sobre ese tema, Michel Verret escribe lo siguiente: Cuanto més distante es la forma escolar del contenido cuya ensenanza procura, més probable es esta conversion de objeto. La historia nos proporciona al menos dos grandes ejemplos de ello: la transformacién de la titeratura y de la magia adivinatoria en sus figuras escolares en la escuela confuciana, la transformacién de la ‘metafisica cristiana en filosofia escolar en la Universidad Escoldsti ca, transposiciones de las que encontramos un equivalente en la en: sefianza secundaria francesa en el siglo XVIL, con la sustitucién de la enseftanza del latin escolar por la enserianza del latin cldsico; en el siglo XIX, con la sustitucion de la ensenanza del espiritualismo universitario por la ensenanza de la filosofia a secas.” (Verret, 1975, pp. 177-178). 2.5. En lo que respecta a la ensefianza de las matemati- ‘cas, tenenios (en el siglo XVID) el testimonio —sin duda algo singular— del propio Descartes: sobre ese tema, puede consul- tarse, por ejemplo, a Mesnard (1966) (especialmente pp. 6-7 y 80-91). 2.6. En el periodo contemporaneo, evidentemente hay que mencionar la reforma de las mateméticas modernas, que se proyecta a partir de los aftos cincuenta y va a realizar, en el curso de los afios setenta, una sustitucién de objeto de una lada. Sobre esta cuestion, es posi- amplitud quizés nunca ign ble remitirse, por ejemplo, a los andlisis de Chevallard 1980b. 2.7. Esa sustitucién didéctica ha provocado un gran ni- mero de creaciones didacticas de objetos. Asi, en el paso de la teorfa de conjuntos de los matemiticos a la teorfa de con- juntos de la escuela primaria, surgieron di las exigencias de la transpo: Venn” constituyen en este sent sobre el que puede leerse una apreciacién desarrollada en Freudenthal (1993) pp. 332.335 y 341-350. 2.8. En lo que precede, la existencia de la transposi- cidn didactica es explicada a través de algunos de sus efec- tos mas espectaculares (creaciones de objetos) 0 por medio de sus inadecuadas disfunciones (sustituciones “patolégicas” de objetos). 2.9, Pero existe otra manera de plantear el problema de la existencia de la transposicién didactica: una manera de plantear ese problema que participa del principio de vigilancia epistemolégica, que el didacta debe observar constantemente. 2.10. Asi, cuando el docente diga: “Hoy, les he mostra do a'-b™, el didacta se preguntara: “Cuil es este objeto de ensefianza que el docente rotula como “a -b"?

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