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rorre017 Je Oscar Contardo: La casa de los espanios Columna de Oscar Contardo: La casa de los espantos oe La punta de la hebra fue una nifia muerta que acabé conduciéndonos a una madeja abandonada en un pozo de desechos. La muerte de Lissette Villa en un hogar del Sename en 2016 obligé a que las autoridades respondieran unas preguntas para las. que parecian no estar preparadas: ¢Cémo murié? Primero contestaron que fue por una rabieta, luego que por un medicamento equivocado, con el correr de los meses se hablé de maltrato, de abuso y de tortura. Entonces surgié otra duda para la que las autoridades tampoco estaban listas: ¢Cudntos nifios han muerto? Entonces fuimos testigos de una contabilidad chapucera y despiadada. Hablaron de nifios como si se hablara de ganado. En un momento lograron dar con una cifra, nos enteramos de que hubo 1.313 muertos en 10 afios, Habfan muerto ahorcados, quemados, asfixiados, atropellados y muchos otros sin una clara causa de muerte. Ahora leo en el informe de la comisién de la Camara de Diputados que la falta de precisién era posible, porque el sistema no exigia detalles. Me entero que el engranaje burocratico parece estar disefiado para acallar los reclamos, ahogar las denuncias, proteger a fundaciones y hogares de menores de investigaciones que puedan desembocar en acciones legales. Todo indica hp Jw latercera.cominaticona-casa-de-los-espantos/amp! 18. sorr2017 Colurna de Oscar Cortardo: La casa de los espantos que maltratar, abusar, torturar y matar alli dentro es un asunto facil. Leo sobre nifios heridos, con el cuerpo cubierto de hongos y la cabeza llena de piojos. Leo cifras de adolescentes explotadas sexualmente y el caso de un chico que fue violado en siete ocasiones, sin que nadie buscara culpables. Leo que los informes y procedimientos de las instituciones que el Sename subvenciona suelen estar manipulados, que no hay seguimiento, que no hay registro pormenorizado de lo que ocurre con los muchachos que pasan por ellas y que hasta hace algtin tiempo ni siquiera se sabfa a cuantos nifios y adolescentes atendian. Leo la historia de una mujer que en su juventud debia recorrer a pie una hora entre la escuela y el hogar en el que estaba interna y que s6lo sobrevivia con una comida al dia; me entero de un adulto que de nifio debia soportar que una monja lo golpeara y lo obligara a usar un nombre que no era el suyo, porque aella no le gustaba el que le habfan dado sus padres. Leo que hay nifios que viven con VIH, pero sin tratamiento, y constato que hasta hace un afio no existia ni siquiera la obligacién para que los centros del Sename denunciaran la muerte de los nifios y nifias que atendian. Un sistema de proteccién que no es mas que un escaparate, una vitrina que en el fondo esconde una casa de espantos. Esta semana, sin embargo, lo que vimos fue eficiencia y celeridad. Hubo un despliegue del gobierno para rechazar el informe de la comisién de la Camara de Diputados que detallaba el escandalo; un ministro célebre por sus ironfas y metaforas desafortunadas, desplegando todo su encanto para dar vuelta una votacién; fuimos testigos de cémo las instituciones funcionan para proteger a ciertos elegidos a costa de la verdad; notamos cémo los dirigentes de un partido politico que por décadas tuvo en el Sename un coto de empleos, guardaron un silencio que ojala sea por vergiienza; escuchamos al ministro de Justicia, ni mas ni menos, explicar que lo que ocurria dentro de la casa de los espantos no era un asunto de derechos humanos, que no nos fuéramos a equivocar; vimos cémo el ministro de Hacienda vapuleaba el informe y degradaba el asunto a una discusién entre escolares inmaduros. ‘También hemos sido testigos del modo en que la derecha ha visto en la desgracia una oportunidad, buscando entre los jirones de miseria una presa que sirva de chivo expiatorio para un escandalo que también les compete. Alardean preocupacién, cuando al mismo tiempo buscan incluir a los mismos nifios pobres en su politica de control de identidad y aumentar las subvenciones para los hogares privados gravemente cuestionados en su funcionamiento. hp Jw latercera.cominaticona-casa-de-los-espantos/amp! 28, soaor7 Columna de Oscar Contardo: La casa de ls expantos La muerte de Lissette Villa nos ha mostrado de qué estamos hechos. Su triste historia no fue més que reflejo de nuestra propia imagen, haciéndonos sefias desde la oscuridad de un foso al que nadie se atreve a bajar. Alli dentro estan los cadaveres de las victimas de nuestra orgullosa solidaridad hecha de jingles y lentejuelas; son los castigados por un destino que, por fortuna, no fue el nuestro; los nifios, nifias y adolescentes sepultados por la historia y por nuestras conciencias. La Tercera Back to top hp Jw latercera.cominaticona-casa-de-los-espantos/amp! 38

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