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En las sociedades primitivas, esas fuerzas no guardan quiz proporcin con el poder que

posee la sociedad para disciplinarlas y controlarlas. Hubo un tiempo en que el elemento de


espontaneidad y de individualidad dominaba de un modo excesivo, teniendo que librar
rudos combates el principio social. La dificultad consista, entonces, en hacer que hombres
poderosos por su cuerpo o por su espritu obedeciesen a las reglas que pretendan regular
sus impulsos. Para vencer esta dificultad, la ley y la disciplina (los papas, por ejemplo, en
lucha contra los emperadores) proclamaron su poder sobre el hombre, reivindicando el
derecho de regular su vida entera, a fin de poder dominar su carcter, para cuya sujecin la
sociedad no hallaba ningn otro medio suficiente. Pero la sociedad tiene ahora plena
conciencia de la individualidad, y el peligro que amenaza a la naturaleza humana no
es ya el exceso, sino la falta de impulsos y de preferencias personales.

Tiene, entonces, la costumbre y la ley restrictiva en beneficio del bienestar social, efectos negativos sobre el
bienestar individual.

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