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rer saa NaH | Ja formacién de los os telectuales ‘ ae or : ‘ANTONIO. sotielad, ‘cada uno de sus_miem- fntegtan este, fibro, Uni Seledeton’ de fextusdde lo que comtoda: jus tic se ha denominado. “ese. io: numento del pensamiento, Los cua -dernos de la’ cdrcel, de “Antonio Gramsi x En la cispide de los objetivos de la lucha por la que Gramsel en-” tregé su vida, ¢ informando. a t= : © {los ellds, se encuentra el de lograr : ina (riisformacidn del hombre que a Be. ‘ haga de él un verdadero. hombre, de los Un hombre total, plenoy solo sera Pa posible cuando mediante y tras las intelectuales transformaciories econémicas ‘y 50 clales “necesarias en el send de la bros se haya convertido en un, Ser “GRAMSCI ©) > plenamente constiente, eulturalmen- te Formado, que dontine los fun damentos generales y esenciales de “Fas conjuistas de las clentias, © Para Gramsci, todos los hombres a » © debenIlegar'a’ ser verdaderos inte- e. lectuales, pués aun. el trabajo mds elemental y-tosco exige a: partici- pacién del pensamiento, Por ello, | el conjunio de textos que Componen ‘esta obra, ‘aparentemente: tan disi- miles en su. contenido, han sido” rupailos, ateniéndose al. pen: ‘ © miento’ del autor, bajo el titulo GHORMACION DB LOS INTELECTUALES, | La presente obra es de aduell ‘ ine hacen) meditar al lector por fa trascendlencia de los problemas) qug — phintea. ee COLECCION { a. CARLOS DERMABL 78 —Revolueiin y, ‘lon, Carlos ‘Marx 2a formaciin de los intelee~ fates, Antonio) Grams S-La libertad en el arte, Hor or Arundel Lon xrupos yl poder poli ‘15 “in tas Estadon “Undo 1Sb0 Bion S-Revoluelén en Masofia, Ho- ‘word Selsam’ “Es ef comunismo una nueva ‘lapa?, aca MM Budish Las Estados Unidos y. Amétiea ating, Herbert Matthews Materialism militante, Jorge Pleyanoy. 8—Guoritiae y, contraguernilas, William J. Bomera 10—Reforma 0 revoluciin, Ros axemburgo DE PROXIMA APARICION Ly CLA. y el movimiento obrero, ‘George Morris jue es ta filo Howard an Hombre y evoluelin, John Lewis EL comunisio, L, Kniezeba ‘Teorias econémicas burguesas del Silo XX, SM. Finobe-V. Tea Clases y Jueha de clases, G. Glo zerman-V. Smenov LA FORMACION DE LOS INTELECTUALES EDITORIAL GRIJALBO, S. A, México, D. F., 1967 coreccion7/C) LA FORMACION DE LOS INTELECTUALES ‘Titulo de 1a obra original en italiano: ANTOLOGIA DEGLI SCRITTI Versin al espaficl de Angel Gonzélez Vega, de la ediciin de Eaitori Riuniti, Roma, 1963. © 1963, by Editor! Riuniti, Roma, D. R. © 1967, sobre 1a versién espafiola por Editorial Gri- Jalbo, S. A,, avenida Granjas, 82, México, 16, D. F. [PRIMERA EDICION Resorvados todos los derechos. Este libro no puede ser re- roducido, en todo o en parte, en forma alguna, sin permiso. NOTA EDITORIAL . LA VIDA pm oRaMCE PRIMERA PARTE : 1 La formacién de los intelectuales 8 Pluratidad de situaciones de los intelectuales ur banos y rurales, 92. 2. BI Partido Comunista .. 3 EI funcionarismo SEGUNDA PARTE 1 Cuestiones.preliminares de filosofia Conexiones entre sentido comin, religién y_filo- sofia, 64—Relaciones entre ciencia, religion y sen- ‘ido comin, 64 Problomas de filosofia © historia ...... La discusién ciemtifica, 85.—Filosofia e historia, 86.—Importancia hist6rica de una filosofia, 87.— EL filésofo, 88—Lenguaje, idioma y sentido com min, $9.—Estructura y supraestructura, 99.— Pragmatismo y politica, 100. ‘Tencema PARTE 1 Arte y cultura ee Regreso a De Sanetis, 105—Arte y lucha por una nueva civilizacién, 106.—E1 Arte docente, 110.— Griterios de In eritiea literaria, 112.—Criterios Oe metédicos, 114.—La_manifestaclin Uingbistica de la palabra escrita y oral y las diferentes artes, 1S—Algunos criterios sobre el juiclo “literarlo". 120,—Criterios metodolégieos, 122. 2 En In basqueda del principio educative . 3 La onganizacién de la escuela y ta cultura 4 Sobre et concepto de lo nacional popular .... Notaredtorsal Com el titulo LA FORMACION DE Los MTR Lectvates publicames, en realidad, una seleccién de textos de Antonio Gramsci dedos a ta luz por Editori Riuniti, de Roma, en sna antologia de Jos trabajos tedricos y politicos del autor. Esta antologia. es, a su vez, una seleccién de lo que con toda justicia se ha denominado “ese monu- ‘mento del pensamiento, Los cuadernos de la cér- cel, de Antonio Gramsci” Hemos.preferido dar a este volumen el ti- filo mencionado —que corresponde al capitulo que abre la obra—, porque la esencia de todos ellos, tan variados por el tema y aparentemente tan disimiles por su contenido, és wna: entre los objetivos de la lucha a la que Gramsci entregd su vida, ¢ informando a todos ellos, se encuentra en a ciispide el lograr wna transformacién del hom bre que haga de él wn verdadero Hombre. Y ello slo seré posible cuando mediante y tras las trans- formaciones econdmicas y sociales absolutamen- te necesarias en el seno de la sociedad, cada uno de sus miembros se haya convertido en un ser Hlenamente consciente, culturalmente formado, que domine, si mo todas, si fos fundamentos ge- nerales y esenciales de las conguistas de ta cien- cia; es decir, cuanda todos tos hombres sean, en verdad, y no en el sentido exctusivista que la s0- ciedad actual impone, intelectuales. En el pensamiento de Gramsci, todos los kom- bres pueden legar a ser verdaderos intelectuales ‘porque ya hoy, en mayor o menor grado, 10 son. Lo division del trabajo en manual ¢ intelectual no establece wna barrers que haga initil ¢ im- ida ta porticipacién del pensamiento aur en los trabojos mds toscos y elementales, Gramsci es ¢x~ Plicito en este sentido, y a él hemos querido ate- nernos fielmente al lcvar al lector de lengua ¢s- ariola wna seleccién de textos riquisimos en pen- ‘Samientos ¢ ideas, de uno de los pensadores mas onestos y profundos de nuestro mundo intelec- sontemporéneo. tual contemporé me La vida de Gramsci Antonio Gramsci nacié en Ales et 23 de enero de 1891. Su injoncia fue dura, pero no desgraciada. Su fa- milla era bastante pobre; el padre, Francisco, con sus mo~ destos ingresos de empleado det Registro tenia que mante- ner a la mujer ¥ « siete hijos. Todos buscaban, por con- siguiente, aportar alguna ayuda: la madre, cosiendo y rea- lizando otros trabajos; tos hijos buscando, desde mucha- chos, ganar algo. “Yo comencé a trabujar cuando tenia once aiios —confiesa Antonio en wno de sus cartas— ganando mis nucce Tiras al mes (lo que representaha un hilogramo de fan diario) por dies horas de trabajo en Ia jornada, incluida ta maiiana del domingo, morienda ti- ros de registro que pesaban mds que xo; muchas noches, oculténdome de todos, tloraba porque me dotia todo et cuerpo. Ni siguiera mi madre conace toda mi vida » lar adversidades que pasé’ A las fotigas de la miscria se union para el pequciio ‘Antonia los sufrimientos de la enfermedad; ya desde chico cra frégit » delicado de salud v tadecia una defor- macién fisica. Sin embargo, eva de natwoalesa cordial; jugaba de buen grado con tos demas muchachos ¥ se ex- tasiaba con sueiios de viajes Wenos de aventuras: en sus cartas recuerda siempre con mostalgia y ternura Tos aifos de Ia infancia. Bien pronto revelé singular disposicién para los ¢s- tudios; frecuent6 con éxito la escuela piilica on Santu Lussurgio, donde wna aldeana lo tenia a pensién por cin- co liras al mes, 9, después, el liceo Corlo Dettori, en Ca- ari, El 30 de septiembre de 1911 obtwvo el titwlo de Skiter eetoe Turin para ingresar en la Facultad de Letras de su Universidad. ‘Ast termina el periodo de la formacién juvenil de Gramsci, cuyo factor més importante es, sin duda, la ex- periencia directa de su isla, Cerdeia, y la problemstica ‘que tal realidad le suscitaba. gPor qué Cerdefia era po- bre y otrosada y, en cambio, otras regiones de Italic ¢s- tabon en desarrollo y progresaban? “Imaginemos la Cer- devia —deela a menudo cl joven Gramsci a sus amigos— como un campo fértil y ubérrrimo, alimentoda su fertili- dad por un venero de agua subterrénea que viene de un Tejano monte. De repente veis que ta fertilidad desapare~ ce.y donde habia hermosas mieses solamente brota ta hier- ba del suclo. Indagdis la causa de esta desgracia, pero no Ja encontrartis si os Hinitéis a buscar en vuestras parce- las, si no oricntéis vuestra biisqueda hacia el monte de donde Wegaka cl agua y descubris entonces que, algunos Bilémetros mds Icjos, wn mateado 0 un egoista corté el agua que alimentaba la riqueca de vuestro campo.” Este es ya ef elemento primordial deb problema que se afrontard y resolverd con su nuevo planteamiento de la ccuestion. meridional Gramsci vive en Turin miserablemente con una beca, x troboja para completar sus ingresos. “He vivido duran te wn par de alias —cseribe @ su hermano— fuera det undo, como en sueiios. Vivi cerebralmente, no con ef ‘corazén. Pero he trabajada, he trabajado para vivir, cua dn para vivir deberia haber descansado, haberme dive do, Dos aifos en que no rei nunca, pero tampoco loré ‘Lleqa 0 ser uno de los alumnos predilectos del pro- fesor Bartoli ¥ positiva promesa para la ciencia de 1a lin- gidstica. “Uno de los mayores «remordimientos» de mi ‘vida intelectual —escribié mds tarde— es el profundo do- Jor que. froporcioné a mi buen profesor Bartoli, de la Universidad de Turin, quien estaba persuadido que yo era al arcingel destinado a adestervars definitivamente 0 los neogramsticos.” Paraleloniente a los estudios, en aquellos aiios se acer- €6 al movimiento obrero turinés. Después de pocos meses de estancia en Turin se afitié a ta agrupacién socialista lo- cal yes encargado de organizar wia sociedad obrera de 50~ corres mutuos. Colabora en et periédico socialista de la agrupacién ¥, poco a poco, comienza a. encontrar alguna respuesta 0 los problemas que su experiencia sarda le ha- bia planteado y que le surgen de nuevo. Es él quien en IgH4 propone a los socialistas turineses postular como can- didato a Gaetano Salvemini, et mas destacado represen- tante del movimiento. meriodionalisa, ¥a en aquellos afios comienza a entrever que la ainica solucién a tas contradiciones de ta sociedad italiana es la revolucién proletaria. “A menudo jdvenes estudiantes y obreros saliamos en grupo de las rewniones del Partido —nos cuenta Gramsci— atravesanilo las calles de ta ci dad, sitenciosas a aquellas horas, mientras los siltimos noctimbulos se detenion a mirarnos de sastayo porque, olvidados de nosotros mismo, con los énimas ain encen- didos de pasién, continudbamos nuestros discusiones en- tremesciadas de terribles propésitas y sonoras carcaja~ das, galopando por et reino de ta quimera y de los sue- fos.” El It de noviembre de lol hace su tltimo examen cl momento en que di suelve su cleccién entre ta carrera cientifica y la actividad revolucionaria, Ast culmina et scquendo periodo de la de Gramsci: la etapa de su formacién cultural, Durante ta guerra, la actividad politica de Gramsci aumenta en intensidad. En la préctica ya es un “revolu- cionario profesional.” Es redactor del Grido det popolo, semanario sociatista de Turin; muy activo en la agrupa- cin, multiplica sus contactos con Tos obreros de las fé- bricas, Al desfondarsc, con la guerra, la IT Internacio- nal, busca conocer, a través de publicaciones itegales en uw todos los idiomas, las posiciones de Lenin y los bolchevi- ques. Aleanza, asi, a captar la importancia de las confe- rencias de Zimmerwald y de Kienthal, donde precisamen- te lanzé Lenin la consigna de la transformacién de la gue- rra imperialisia en guerra civil. Eduea a los cuadros ‘obreros turineses en fa potémica contra ef reformisino y ré~ pidamente se convierte en el més querido de los dirigentes socialistas de Turin, “Le rodean los jévenes y se le acer- can los obreros mds inteligentes » actives, y no sélo so- cialistas, sino anarquisias y catélicos. Su lugar de trabajo ‘en la organizacién obrera citadina y la bokardilla donde hakita, comienzan a convertirse en la Meca de un peregri- naje ininterrumpido. De tal forma que, cuando on julio de 1917 se personan en Turin dos representantes del Go- bierno de Kerenski, los mencheviques Goldenberg Smirnov, fueron recibidos por wna grandiosa manifesta- ‘cidn de apoyo a Lenin. ¥ en agosto del mismo ato, !uego de la falda insureccién de los obreros turineses, donde en cinco dias de lucha armada cayeron quinientos traba~ dores, Gramsci es elegido secretario de la agrupacién de Turin. Ast completa su experiencia préctica de revolucio- nario y organizador, que une a la madura formulacién del andlisis de la sociedad italiana y de la linea de lucha 1 que acentia cada ver mas su polémica de enfrentamien- to con la direccién del Partido Socialisia, Es decir, Wega @ LOrdine nuovo. Con fa publicacién de LOrdine nuovo —que se inicié el 1? de maya de Ig1p— se cierra et periodo de la forma- ‘cid de Gramsci y se abre el de su plena madures. “Cuan- do en el mes de abril de tolo decidimos entre tres 0 cua~ tro, 0 cinco (nuestras discusiones y deliberaciones deben existir atin, porque fueron recopiladas y transcrites en ‘magnificas copias, particularmente fas orales; si, sefto- rest, las orales... jparo Ia historia!), iniciar la publica- cidn de la revista LOrdine nuovo, ninguna de nosotros <0 quisés ninguno— pensaba en cambiar la faz del mun- do, ni en transformar el cerebro ni el corazén de la husna- 2 nidad, ni en abrir un nuevo ciclo en ta historia, Nadie de nosotros —quizés nadie, aunque alguno fantaseabe s0- bore seis mil suscriptores en unos cuantos meses— acari- ciaba itusiones doradas sobre et buen éxito de la empresa, eQuiénes éramos?, gqué representébamos? zDe qué nue- ‘ea palabra éramos portadores? ;Ay de mil El inico sen- timiento que nos unia en nuestras juntas era el suscitado tor la difusa pasién por una vaga cultura proletaria; que- riamos hacer, hacer, hacer. Nos sentiamos angustiados por falia de orientacién, inmersos en la agitada vida de ‘aquellos dias que sucedieron al armisticio, cuando pare- ria inminente fa hecatombe de la sociedad italiana. ;Ay de mil La tinica palabra nueva que se suscité en las reu- nniones fue acallada.” Lo palabra nueva era la de los consejos de fébrica, decir, la de la bisqueda por descubrir las formas origi- rales, italianas, del poder obrero: la fibra de acero de nuestra revolucién, ¥ habia sido sofocada por la presen- cia de Tasca que, en cambio, concebia una “revista de cul- tura absiracta, de informacién abstracta.” De ahi ta necesidad de wn golpe de Estado a la redaccién que debia hacer de L’Ordine nuovo el periddico de los consejos de fébrica, “Togliatti y yo wrdimos el golpe de Estado a ta redaccién: el problema de las comisioncs internas fue ex- Plicitamente planteado en et niimero siete de la revista; a noche antes de escribir el articulo hablamos explicado al compafiero Terracini su contenido y é nos manifests su plena conformidad en to tebrico y en lo préctico, Et articulo, con la conformidad de Terracini y la colaboracién de Togliati, two un éxito imprevisto. Togliatti, Terra- ini y yo fuimos invitados a celebrar conversaciones en los eireulos educacionates, en tas asambleas de fébrica; las comisiones internas nos invitaron a discutir en reunio- ines restringidas sobre créditos y cobranzas. "Continuamas. Fl programa de deserrolio de las co- misiones internas llega a ser et problema central, se con- vierte en la cideas de L'Ordine nuovo; se planteaba como 1B el problema fundamental de a revolucién obrera, era et problema de ta «libertad> proletaria. L'Ordine nuovo, Para nosotros fara quienes nos seguian, se convirtis en al eperiédo de los consejos de fabrican: los obreros —y esto podiamos afirmarlo— querfan los consejos de fébri- ca, 8¥ por qué los obreros se apasionaban por L’Ordine nuovo? Porgue en los articulos del peri ban @ si mismos, veian reflejado lo mejor de si: porque seutlon que los orticulos del periédico insinuaban su mis- mo espiritu tutimo de bisqueda. "Como pudimos Negar a ser independicates? zCémo pudimos alcancar a ser nosotros mismas? Porque los articulos de L'Ordine nuo- vo no eran fria ornamenta intelectual, sino que swrgian de nuestra discusién con los mejores obreros, porque re- Hlejaban los sentimientos, Ia voluntad, la verdadera fa- sin de la clase obrera turinesa que habian sido provoca- dos y puestos a prueba for nosotros; porque los escritos de T:Ordine nuovo eran casi como «levuntar acta» de los acontecimientos reales, vistos como momentos del proceso de intima independisacién y cxprestin de si por parte de la clase obrera. Por eso las obreros querian @ L’Ovdine De tal modo, 1Ordine nuovo se convirtié en el cen- tro del movimiento obrero turinés, su guia y sostén en la aran Iuelga de abril de 1020, durante la ocupacién de las Jabricas en septiembre de 1920 y en la fracasada huelga de abril de 1921. Enel curso de estos aitos se acentuaron, cada vee més, sus polémicas con la direceién del Partido Socialista =mazimalistas y charlatanes por wn lado y reformistas for el otro—, y se elabord un programa que se situé como base de la renovacién del Partido Socialista Italiano. Este es ya un programa comunista y el mismo Lenin 10 seiialaba como el tinico que correspondia a los principios de ta IIT Internacional. “En lo que respecta al Partido Sociatista Italiano, et I Congreso de la IIT Internacional considera sustancialmente justa ta critica al Partido y las 4 propuestas précticas publicadas on la revista LiOrdine nuovo del 8 de mayo de 1920 coma propuestas al Conse- jo nacional de! Partido Socialista Italiano en nombre de la ‘seccién turinesa de dicho Partido, propuestas que corres- tonden plenamente a todos los requisitos fundamentates de la II Internacional. ELIT Congreso de ta 111 Interna- ional invité, por consiguicnte, al Partido Socialista Ita- Fiano, a convocar a un Congreso Extraordinario det Par- tido para cxaminar tales propuestas x las decisiones de Tos dos congresos de la Internacional Comunista, a fin de rectificar la linea del Partido y de depwrarle —y, sobre todo, a su grupo parlamentario— de los elementos no co- snunistas.” La suerte de le critice gramsciana al Partido Socia- lista y el fracaso de todas las tentativas por su renova- cién interna inevitablemente tenian que desembocar en ia fundacién de un nuevo Partido, leninista y auténticamente revolucionario, el Partido Comunista. Esto sucedié, como ‘es sobido, en Liorna ef 21 de enero de 1921. Pero al igual que L'Ordine nuovo nacié inicialmente sobye la base de ui compromiso, que en parte lo paratizé, ‘al nuevo Partido nace unido af ata maxinalista de Bor- diga que, de momento, no le permite ejercitar plenamente ‘su funcién, La lucha contra Bordiga y su tendencia con~ cluye solamente en el IIT Congreso, habido en Lione en enoro de 1926. Mientras tanto, el IT Congreso del Partido Con Haliono, celebrado en marzo de 1922, decide enviar a Gramsci a Mosci em calidad de representante det Parti- do en la Internacional Comunista, ANI termina wna de las ‘lopas ms intensas 3 creadoras de la actividad de Grams- Gis la de los “consejos” y la de la creacién del nucvo Partido de la clase obrera, y comienza un perfoda, no me- ‘nos iniportante, de experiencias internacionales. Gramsci permanece en Mosc hasta la primavera de 1923 y asistié al 1V Congreso de la Internacional, que condens a tendencia sectaria y dogmética de Bordiga; 15 obtwvo una experiencia profunda del nuevo Estado so- ialisia'y det Partido Bolchevique, conocié « ta mayoria de los dirigentes de la revolucién. En esta época conoce ¥ se casa con Giulia Schucht, con la que tiene dos hijos, Delio y Giuliano. En la primavera de 1923 se traslada 4 Viena, desde donde seguird mejor la cvolucién de la si- tuacidn italiana. Sugicre cl titulo del nuevo periddico det Partido, L’Unitd, que inicia su publicacidn el 12 de febre- 10 de 1924, El titulo es ya un programa y lo explica en wna carta enviada desde Viena: “,..La clase obrera, el Partido de 4a clase obrera, no podrén levar a cabo su tarca histérica ssi no ponen por delante, si no tienen el acicrto de asestar sn golpe mortal ol fascismo; no podrén plantearse la edi- Ficacin de un corden nuevor, de un Estado obrero, si no sabemos conguistar y conservar como cl bien supremo, la unidad. Unidad de ta clase obrera en torno al Partido, unidad de los obreros y de los compesinos, unidad det Norte y del Mediodia, unidad de todo el pueblo italiano en I lucha contra et fascismo.” En las elecciones politicas de abril de 1924, Gromsci es elegido diputedo. Regresa a Italia y vuelve @ su pucs- to de trabajo y de lucha. Dio et primer golpe al bordi- guismo en ta conferencia ilegal det Partido celebrada en Como, en mayo det mismo afio; gana at Partido para ol conocimiento de la naturaleza de clase det fascism, plan- tea la politica de wnidad de todas las fuerzas progresivas contra cl fascismo. Participa activamente en las reunio- nes det Aventino, es decir, det grupo de diputados de di- versas corrientes politicas’ que, después del asesinato de Matteotti, se rehuson volver a la Cémara. Sostiene la necesidad de la huclga general politica y de ta transforma- ibn del Aventino en et inico Porlamento legal, en “An- teparlamento”, + se esfuersa por ampliar la base det Partido absorbiendo a los elementas de la fraccién inter- ‘nacionalista del Partido Socialista Italiano; toma contacto con otras fuerzas politicas y, entre tanto, prepara al Par- 16 tido fara el paso a Ia ilegatidad. En realidad, el 3 de ene- ro de 1925 Mussolini anunciaré las leyes de excepcion. La actividad de Gramsci continia febrilmente en L’Unita, en ef Parlomento —donde owelve a entrar des- buds de las manifestaciones de impotencia del Aventino— y sobre todo en las organizaciones det Partido, en cada Fabrica, en cada lugar de trabajo. En ese periodo se pre- para el III Congreso det Partido, que se éelebra clandes- tinamente en Lione en enero de 1926. Las tesis elaboradas ¥ aprobadas en este Congreso —las famosas “tesis de Lio- "— marcaron la derrota definitiva del bordiquismo constituyeron la plataforma de ta politica ulterior del Por~ tido Comunista Hatiano. La noche det 8 de novienbre de 1926, Gramsci es arrestado por la policta fascista. Concluye asi el intenso periodo de su tucha directa contra et fascismo y por crear sun gran frente tinico antifascista Comiensa. desde ese mo- mento su peregrinaje de carcel en cércel, primero en es ‘pera de! proceso, luego fora cumplir la condena. EL pro- e080 se inicia el 28 de mayo de 1928 y se cierra el 4 de junio con la condena de Gramsci a 20 afios, # meses ¥ 5 dias de prisién. Es el altima periodo de la vida de Grams- «i, que concluye con su muerte. Condenado a morir len- tamente tor las penalidades de la vida carcelaria —él, ‘ya tan débil y minado en lo fisico—, afartado de la rea. lidad y de ta vida politica, disponiendo de pocos libros y revistas, dedica algunos aitos a la meditacién, a le cons- truccién de ese monumento del pensamionto, su obra Los cuadernos de la circel Primero estuco on la cércel de Turin, luego en Civi- taveechia y, por riltino, cuando estaba moribundo, en wna clinica de Formia, Murié el 27 de abril de 1937 en ta eli- nica Quisisana, de Roma, wna semana después de que, debido a condonaciones y amnistias, acabaha de cumplir Ja condena, Editori Riunitt La formacién de los intelectuales El Partido Comunista El funcionarismo Capitulo 1 La formacién de los intelectuales 42Son los intelectuales un grupo social auténomo e in- dependiente, o todos los grupos sociales tienen sus pro- pias eategorias de intelectuales especializados? El pro~ ‘Blema es complejo por las diversas formas que ha asumido hasta ahora el proceso histdrico real de la formacién de fas distintas categorias intelectuales. Las mis importantes de esas formas son dos: Primera) Todo grupo social que surge sobre la base original de una funcién esencial en el mundo de la pro- duceién econémica, establece junto a él, orginicamente, tuno 0 més tipos de intelectuales que le dan homogeneidad no solo en el campo econdmico, sino también en el $o- al y en el politico. El empresario capitalista erea con- sigo al técnico de la industria, al docto en economia poll- tica, al organizador de una nueva cultura, de wn nuevo derecho, Es preciso sefialar que el empresario representa tun producto social superior, caracterizado ya por cierta capacidad dirigente y técnica, es decir, intelectual, Ade- mis de en su esfera de actividad e iniciativas, debe po- ‘seer determinados conocimientos técnicos en alguna otra, al menos en la mis proxima a la produccin econdmiea. Debe ser un organizador de masis, organizador de la “confianza” de los inversionistas en su, administracin, de los compradores de su mercancia, eteétera. ‘Si no todos los empresarios, si tn micleo selecto, re- a querido por la necesidad de establecer Ins condiciones mas favorables para la expansion de su clase, debe poser ‘una aptitud adecuada de organizador de la sociedad en general, desde sus miitiples instituciones de servicios hasta el organismo estatal. Y en toro caso, tiene que te- ner la suficiencia para seleccionar y clegir a los “encar- ‘gados” o empleados especializados a quienes confiar esta actividad organizadora de las relaciones generales al mar- gen de la administracién. Se puede observar que las acti- vidades de los intelectuales “organicos”* * que toda clase nueva establece consigo y que forma a lo largo de su Aesarrollo progresivo son, por lo demis, “especializ: ‘Gones” de los aspectos parciales de la actividad primaria del nuevo tipo social surgido de Ta nueva clase. También el sefior feudal? poseia tia competenct rien especial: la militar; Ia crisis del feuclalismo se inicia desde el momento en que Ia aristocracia pierde el mon polio de la capacidad técnico-militar, Pero In formacién de los intelectuales en el mundo feudal —y en el clisico que le precedio— precisa de un examen particular, ya ‘Mientras nose especfique Jo contrario, todas les notan ton del editor italiano. LEI “intelectual orgéniea” es otro de los conceptos funda- rmentales oviginados por Gramsci. El intelectual orginico es, ‘erlin sus propias palabras, el que emerge “sobre el terreno 0 ‘SSigencias Ge una funcion necesaria en el compo de la produc~ ‘lin econsmica”, Asi, por ejemplo, el empresario enpitalista erea ‘comsigo al téenico de Ia Indusiri, ete. A su ver, cl obrero insti~ faye “al organizndor sindical, al revolucionario profesional ¥, ambién, a orvanizadorer de una nueva cultura, etcétera 2 De fewlo, Eran lsmados “feudales" los bienes concedides ‘por el sey 0 pot los grandes sehores a su feles, en payo de los Trrvicion prestados de cardcter militar. En el feudo, el seior Tenia todo los: poderes, El feudo se caracterizaba, también, por lun tipo pasticular de economia que buscaba producir en sus ‘ominios todo lo que le era necesario. Por exo, los inteseambios ‘eran Tnnitedisimos, y los campesinos allaban indisoluble~ ‘mente ligados a la terra que eultivaban, en condicién do siervos Ge la gleba, El sistema feudal ze difindis en Europa, por los franeeses, en cl siglo vm, y silo fue definitivamente barrido por Is via de I revolucién burgess. que su aparicién y desarrollo se producen por caminos J metios que han de estudiarse concretamente. Es de Zavertic que fa masa de los campesinos, aunque. ejerce tuna funcidn necesaria en la esfera de la produccién, no crea intelectuales propios, orginicos, y no asimila nin- fain tipo de intelectuales’tradicionales, a pesar de que fotros grupos sociales extrajeron muchos de sus intelec- tuales cle esa misma masa campesina y de que la mayoria de los intelectnales tradicionales son de origen campesino. ‘Sequnda) En la historia, todo. grupo social “funda mental”? que brota como expresion de la mueva estruce tura en desarrollo —la que a su vex surge de las prece- dentes estructuras econdmicas— ha encontrado, hasta ahora, las categorias intelectuales preexistentes, que m4s bien se mostraban como representantes de una continui- dad histérica ininterrumpida hasta para tas mis compl ‘cats y radicales transformaciones de las formas sociales y politica ‘La mAs tipica de estas categorias de intelectuales es ta de los eclesiisticos. Fsta categoria monopoliz6 por lar: go tiempo —torn una fase histiriea simbolizada en partet por este monopolio— algunas actividades importantes: fa ideologia religiosa o sea, 1a filosofia, y la ciencia de ta Epoca, ¥ con ellas fa escuela la ensefianza, la moral, fa jus~ tieia, la beneficencia, etc. La categoria de los eclesidsticos se puede considerar fa jerarquia intelectual organica- ‘mente figada a la primitiva aristocracia de la tierra y es: taba juridicamente cquiparada con ella, repartiéndose el ejercicio de la propiedad feudal y el disfrute de los pri- vilegios estatales enlazados a la propiedad, Pero el mo- opolio de la supraestructura por parte de los eclesisticos 4 Econclales son os grupae de la sociedad (clases) aue, his tésieamente, se encuentran en disposieién de, asumir el Poder Pee Ucccién de las otras clases, como, por ejemplo, la burue- Sa yo proletarindo, 18 Medievo, ea decir, et perlodo que, va. aproximadamente, cade la ‘calde del Trnperio Romano (476 d. de C.) hasta el des- Sabrimienta de América en 1492 no estaba exento de luchas y limitaciones; por eso sur- gieron en variadas y concretas formas de investigac ¥ estudio otras eategorias adecuadas y de mayor volumen, para reforzar el poder central del monarca hasta el abso- Tutismo. Ast comienza a formarse la aristocracia de la toga,? con sus propios privilegios y jerarquias de admi- nistradores, cientificos, tedricos, filésofos no eclesi cos, etcétera.* Como estas diversas categorias de intelectuales tradi- cionales se sentian con espirit de cuerpo, la historicidad de st cualificacién se mantuvo ininterrumpida, colocin- en posicién auténoma ¢ independiente del Brupo social dominante, Este. auto-posicién tuvo conse- cuencias, y de largo aleance, en. el campo ideoldgico y politico. ‘Toda ta filosofia ideatista se puede relacionar fécilmente con este supuesto asumido por el conjunto so- cial de los intelectuales, y tal postura puede defi también el significado de utopia social que orilld a los intelectuales a creerse independientes, auténomos, reves- tidos de propia representacién.? Sin embargo hay que advertir que si el Papa y los altos jerarcas de fa Telesia se estiman mis ligados a Cristo y a los apéstoles que a los senadores Agnelli y Tenino pasa lo mismo con Gentile y Croce, tomemos por caso, Especialmente Croce, se siente estrechamente 4 Las jurietas y los aborados. * Gramsci se refiere al estableelmiento de una cultura Talea (no eclesistien) surgido en conexién con Ta formacién y des arrolle de la monarquia absoluta en Europa, el reino dev Fede- leo IE y los seforios en Malia x en funcion de Tas necesidades ‘administeativas, diplomiticas y de otro orden, més bien que de las exigencios del prestigio cultural de las Cortes. F La relacion entre la utopia, que hace a oe intelectuates creerseindependientes de la clase’ domsinante, ¥ In. concepeién idealista, esti en el ‘hecho de que, segtin tales concepelones, ce el pensamiento, 1a idea, Io que crea la realidad, y mo vice ‘Dos de entre los principales exponentes, del eapitaiemo Italiano, accionistas,respectivamente, de lu FIAT y de In Monte atin 24 figado a Aristételes y a Platén y no oculta, sino al con- trario, su ligazén con los senadores Agnelli y Beni, y ahi es donde hay que buscar las caracteristicas mis re Tevantes de la filosofia de Croce® Cuiles son los “méximos” limites de la acepcién de intelectual? Puede hallarse un criterio undnime para caracterizar las diversas y dispares actividades intelec- tuales distinguiéndolas, al propio tiempo y en esencia, de has correspondlientes a’ otros grupos sociales? Me parece que el error de método mas extendido es haber buseado esta estimacién de lo diferencial en lo intrinseco de la labor intelectual, en lugar de situarla en el conjunto del sistema de relaciones en el que ellos —y por consiguien- fe los grupos que les personifican— vienen a unirse al complejo general de las relaciones sociales. Ciertamente, por ejemplo, el trabajador o proletario no se caracteriza especificamente por su labor manual 0 mecinica si su trabajo no se sitfa en determinadas condiciones y_rela- ciones sociales (aparte de la consideracién de que no existe trabajo que sea puramente fisico; de donde se desprende que la expresién de Taylor" sobre “el gorila amaestrado” es una metéfora para indicar un limite en determinada direccién. En cualquier trabajo fisico, aun en el mas mecénico y descalificado, existe un minimo de calidad técnica, un minimo de actividad intelectual crea- dora). Ya se hizo observar que los empresarios, por su misma funcidn, deben tener, en cierta medida, una serie de cualidades de tipo intelectual, pero su persona- A. propésito de esta frase, Croce desmintié que hubiera ‘conocido a Agnelli y s Berni, Pero evidentemente que Gramecl ‘hp alude @ tna relacién fisiea o material, ino al hecho do que ‘Croce habia vertido al terreno de la cultura los. exigencias ‘econémicas ¥ politics del gran capital italiano en una deter- ‘minads fase desu desarrollo, 1 Federik Taylor (186-1915), ingeniero norteamericano, fun- dador do Ja organisaclin cientifica del trabajo, tendente @ au- ‘mentar la productividad mediante ‘una explotacién mis racional et trabajo de los obreros y algunas innovaciones en el sistema de produceién. 2 Tidad social no esti definida por estas cvalidades, sino por las relaciones sociales generales, que precisamente ca- racterizan su posicién de empresario en la industria. Por consiguiente, podria decirse que todos os hom- bres son intelectuales, pero que no todos tienen en Ia sociedad ta funcidn de intelectuales.™ Cuando se establece el distingo entre intelectuales y no intelectuales, en realidad se esté haciendo mencién al inmediato ejercicio social de la categoria profesional de Jos intelectuales; es decir, se considera la direccién en que recae el mayor volumen de la actividad profesional: si se produce en energia intelectual 0 en esfuerzo nervio- muscular. Esto significa que si bien se puede hablar de intelectuales, no podemios referimos a no intelectuales, porque el no intelectual no existe. Pero la relacién entre el esfuerzo de trabajo intelectual-cerebral y el muscular- nervioso, no es siempre uniforme, ya que se presentan diversas calidades de ocupacién intelectual. No existe hu- cultad de obrar de ta que quepa excluir toda in- ntelectual; no se puede separar Phomo faber del komo sapiens.? En fin, todos los hombres, al mar- gen de su profesién, manifiestan alguna actividad inte- Tectual, y ya sea como fildsofo, artista uw hombre de gusto, participa de una concepcién del mundo, observa una con- secuente linea de conducta moral y, por consiguiente, contribuye a mantener 0 a modificar un concepto ur versal, a suscitar nuevas ideas. Por tanto, el problema de crear un nuevo tipo de telectual radica en desarrollar criticamente la manifesta~ muscular-nervioso en un nuevo equilibrio, consiguiendo Asi, pusde suceder que en alguna ecasién so. torcie ol frefrse uno in par do huevos 0 coserse un desgarrén de Ta cha Quota, lo que no sipniiea que so sen cocinero 0 sustre. "Literalmente urna febbro (el forjador) simboliza el tra- bajo manual, y womo sepiente (el sabio), signitiea Ia activided ‘intelectual. 26 que éte, como elemento de actividad practica general que renueva perpetuamente el mundo fisico y social, se con vierta en el fundamento de una nueva ¢ integral concep- én del mundo. E] tipo tradicional de intelectual se con fiere vulgarmente al literato, al filésofo, al artista. Por es, los periodistas que se creen escritores, fildsofos 0 artistas se consideran también verdaderos intelectuales. En la vida moderna, la educacin técnica estrechamente conectada al trabajo industrial, aun el més. primario y descalificado, debe formar la base del nuevo tipo de in- telectual.?® Sobre este principio hia trabajado el semanario L’Or~ dine nuovo orientado a desarrollar ciertas formas del nuevo inteleetualismo y a determinar conceptos nuevos, y el hecho de que el planteamiento corresponda a nec des Tatentes y a la evolucién de las formas «le vida actual, haa sido uno de los motivos que explican su éxito. El modo de ser del nuevo intelectual no puede consistic ya en la clocuencia como motor externo y momentineo de afectos ¥ pasiones, sino en enlazarse activamente en la vida pric- tica como constructor, organizador y persuasor constante —pero no por orador— y, con todo, remontindose por encima del espiritu abstracto matematico; de la técni trabajo se llega a la téenica-ciencia y a la concepcién humanistica-historica sin la cual se es “especialista”, pero no se es “dirigente” (especialista + politico). Se establecen asi, historicamente, las categorias de intelectuales especializades para el ejercicio de su fun- 28.No es por azar que, en Ja Unién Sovittica, Ia escuela poli- tdenica, ce decir, clentfico-téenica, sea la base de Ja ensefianza, 24 El tipo de intelectual que simboliza Gramsci es el inte~ lectuat ligado ‘orginleamente al desarrollo de la organizacion polities de Ia case obrera. Este nuevo tipo de intelectual diei- ents, nada tiene quo ver con clerias figuras laveteradas de ‘audiilos politicos que se confiaban preferentemente en la orato- Ha y en Ia emocién, Por el contrario, el conocimiento de los problemas dela. produceiin, de Ta técnica y de la economia fleben acompafarle; Junto con ana visién general histérico-huma= rlstica ‘de 1s realidad modificar. 27 iGn; se integran conectadas a todos Jos grupos sociales ¥, especialmente, a los mis importantes, donde experi- mentan singular, fuerte y compleja formacién vineulados al grupo social dominante. Una de las caracteristicas so- Dresalientes de todo grupo en desarrollo hacia et poder es st lucha por conquistar y asimilar la ideologia del intelectual tradicional, y esto Se produce con mayor rapi- dez y eficacia cuando el grupo dado, pronta y sinvultinea- mente, erea sus propios intelectuales orginicos. El enorme desarrollo —considerado en el sentido mis amplio— adquirido por el movimiento y la organizacion escolar en la sociedad que surge de la época medieval, de- nota Ia importancia que en el mundo moderno asumieron fas categorias y las funciones intetectuales; indica eémo se ha buscado profundizar y ampliar la intelectualidad de cada individuo y también’ multiplicar las especializacio- nes, perfecciondnidolas. De esto se derivan las instituciones escolares de diversos grados y los organismos para pro- mover en todo campo de ciencias y técnicas la lamada “cultura superior”, La escuela es el instrumento de preparacién de inte- Jectuales de diversas categorias. Fl conjunto de la labor intelectual en los distintos Estados se puede apreciar, ob- jetivamente, por Ia eantidad de eseuelas especializadas y la jerarquizacin de que gozan. Cuanto mis extensa es el “izea” escolar y abundantes los “grados superiores” de ensefianza de un Estado determinado, mis vigorosa ‘es su esfera cultural y su sociabilidad. A semejanza, po- demos referirnos al campo de la técnica industrial. Y ve- mos que la industrializacién de un pais se estima por sus instalaciones para la fabricacién de miquinas herra- mientas y por su fabricacién de instrumentos y equipos de precisién. El pais que dispone de la mejor instalacién para la fabricacin de instrumentos para los gabinetes de ‘experimentacién clentifica y para construir aparatos de comprobacién de tales instrumentos, puede decirse que es el mis completo en la esfera técnico-industrial, el de ma- yor sociabilidad. Ast ocurre en la preparacién de los intelectuales y en las escuclas a tal fin; escuclas e insti- tutos de alta cultura son semejantes. En esta materia tampoco se pucde desligar la canti- dad de la calidad: a la preparacién técnico-cultural mis clevada no puede dejar de corresponder la amplisima difusin de la instruccién primaria y In suma solicitud para favorecer al maximo a los grados intermedios. Natu- ralmente, que la necesidad de establecer In base més vasta posible de seleccién y formacién de intelectuales de ca- Tificacién superior, es decir, de dar una estructura de- ‘mocratica a la cultura y ténica superiores, no deja de tener inconvenientes, pues, como stede de hecho en toda sociedad moderna, se crea, de ese modo, la posibilidad de grandes crisis de desocupacién entre las capas medias intelectuales. Es de advertir, que la formacién de los estamentos intelectuales en la realidad conereta no se produce en un terreno democritico abstracto, sino conforme a procesos hist6ricos tradicionales muy precisos. Se erean por las capas que tradicionalmente “producen” intelectuales y que son las mismas que habitualmente se especializan ‘en el “ahorro”, o sea, Ia pequefia y la media burguesia del campo y’algunos estratos de las de la ciudad. Ta variada distribucién de los diferentes tipos de escuelas —

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