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Cuento infantil

Autor: Fernando Lee

EL HOMBRE LOBO

Luis y Rebeca eran unos niños muy especiales, además de ser muy buenos amigos y asistir

a la misma escuela, también les gustaba resolver todo tipo de misterios.

Un día los padres de los niños decidieron mandar a los niños a un campamento para el fin

de semana. Un día antes de ir al campamento, Rebeca llamo por teléfono a su amigo Luis.

-Hola, soy Rebeca, ¿ya estas listo para el campamento?-

-Pues apenas estoy haciendo mi maleta- contesto Luis emocionado, según había visto en

Internet, el campamento al que iban a ir tenia prácticamente de todo, un lago para remar ó

nadar, tenían caballos, una casita en un árbol y solían organizar todo tipo de concursos y

competencias deportivas- ¿tu ya estas lista?.-

-Si, yo ya tengo mi mochila- dijo Rebeca- disculpa, pero tengo que colgar, mi mamá me

esta llamando para cenar.-

-No hay problema- dijo Luis- nos vemos mañana.-

Al día siguiente, Luis y Rebeca llegaron a las 8 de la mañana al lugar en donde ya estaba

estacionado el camión que los llevaría al campamento, el camión ya estaba casi lleno de

niños, todos de la misma edad de Rebeca y Luis.

Los recién llegados lograron sentarse juntos y el camión arranco, ya no iban a subir mas

niños, a bordo del camión iba una mujer de edad avanzada quien se acerco a un micrófono

a la boca.

-Buenos días niños- dijo la mujer- mi nombre es Margarita, soy la directora del

campamento al que vamos a ir, les aseguro que nos vamos a divertir mucho, les informo

que son 3 horas de camino y ahora los dejo para que puedan platicar.-
Un poco después de las tres horas el camión se detuvo, los niños bajaron del autobús y

siguieron a Margarita hasta una casa de madera y todos se sentaron en unas sillas,

Margarita quedo de pie y dos jóvenes se colocaron de pie junto a la directora del

campamento.

-Bienvenidos al campamento- dijo Margarita- los jóvenes junto a mi son Antonio y Sonia,

ambos son los guías, cualquier cosa que se les ofrezca, cualquiera de los dos les puede

ayudar, los niños hagan favor de acompañar a Antonio a su cabaña y las niñas acompañen a

Sonia, ellos les indicaran que actividades hay para el día de hoy.-

Luis y Rebeca se volvieron a ver un rato después en el lago, los niños llevaban puestos sus

trajes de baño, casi todo ese día fue nada mas para nadar y también tomaron clases para

remar en canoa, esa misma noche, los guías encendieron una fogata en medio de un jardín

muy amplio y repartieron emparedados de jamón con queso a los niños y un vaso de leche a

cada quien, cuando los niños terminaron de merendar, Sonia paso con una bolsa de plástico

en la que los niños iban depositando la basura y Antonio se paro junto a la fogata.

-Su atención por favor- dijo Antonio- les voy a contar una historia.-

-Ojala no sea de miedo- dijo Luis en voz baja y muy cerca del oído de Rebeca- ya sabes

que eso a mi no me gusta.-

-No seas miedoso- dijo Rebeca en voz baja- es común que en los campamentos se cuenten

historias de miedo.-

-Dicen los que saben que en este lugar suele habitar un hombre lobo- dijo Antonio- de día

es un habitante mas del pueblo cercano y que de noche, cuando hay luna llena, se

transforma en hombre lobo y viene al campamento para llevarse a uno o dos niños.-
Rebeca estaba fascinada con la historia, pero el pobre de Luis tenia la cara escondida en el

hombro de su amiga y tenia tapadas las orejas con sus dos manos, pero a pesar de ello,

lograba escuchar la historia.-

-Si se dan cuenta hoy hay luna llena- los niños miraron hacia el cielo y vieron la luna

redonda como plato a lo alto- hoy le toca venir al hombre lobo.-

Todos los niños gritaron al escuchar un aullido cercano, pero se tranquilizaron al darse

cuenta de que había sido Sonia la que había hecho el aullido.

-Casi me da un ataque cardiaco- confeso Luis.

-Muy bien niños, es hora de ir a dormir- dijo Sonia.

Los niños se pusieron de pie, Rebeca agarro a Luis de un brazo y lo jalo hacia ella con

suavidad y acerco su boca a un oído del niño.

-Nos vemos aquí mismo a media noche- dijo Rebeca-

-¿Para que?- Luis no sabia que razón rara podía tener su amiga para querer estar afuera a

mitad de la noche.

-Quiero ver si lo del hombre lobo es verdad.-

-Pero tu misma dijiste que solo era una historia de las que cuentan en los campamentos.-

-Ya lo se, pero ¿a poco no te gustaría dar un paseo nocturno?, entonces nos vemos aquí a la

media noche, si no llegas es porque te dio miedo.-

-Ni lo sueñes, no tengo miedo, aquí estaré.-

Los niños se metieron a sus cabañas, Luis se metió a la cama con la ropa puesta y espero

con los ojos abiertos y cuando faltaban quince minutos para la media noche se quito las

cobijas de encima, los demás niños estaban profundamente dormidos, en la cama de

Antonio había un bulto inmóvil cubierto con las cobijas, Luis supuso que era el guía que

dormía, Luis se puso sus zapatos y camino hacia una ventana sin hacer ruido, Luis logro
abrir la ventana sin hacer ruido y salio, luego volvió a cerrar la ventana y se apresuro en

llegar al punto de reunión y cuando llego vio que Rebeca no estaba sola, con ella habían

otras dos niñas.

-Ya era hora de que llegaras- reclamo Rebeca- creía que te había dado miedo.-

-¿De que hablas?- pregunto Luis después de consultar su reloj- llegue justo a tiempo, ¿y

ellas que?-

-Me descubrieron cuando salía de la cabaña así que las invite a venir- explico Rebeca- ella

es Susana y ella es Maria-

Luis saludo a las niñas de mano, Luis se sintió aliviado, mientras mas fueran, menos sustos

iba a pasar él.

-Hola- dijo Susana, una niña alta y rubia, Maria se limito a saludar con un movimiento de

cabeza.

Unos ruidos interrumpieron al grupo, los niños miraron hacia el origen del ruido y unos

arbustos se movieron.

-Escóndanse donde puedan- ordeno Rebeca.

Luis se subió a un árbol, Rebeca se escondió atrás de una piedra, Susana y Maria se

escondieron atrás de un árbol de tronco grueso y todos asomaban la cabeza de sus

escondites hacia los arbustos que se movían y de repente vieron que una persona salio de

entre los arbustos, pero estaba tan oscuro que no podían ver quien era, la figura camino un

poco hacia un área iluminada por la luna, ¡era el hombre lobo!, Rebeca se escondió bien

logrando contener un grito, Luis se agarro bien de la rama en donde estaba trepado y cerro

los ojos con todas sus fuerzas; Susana y Maria no lograron evitar gritar y corrieron, el

hombre lobo corrió tras las niñas y logro capturar a Maria, el hombre lobo desapareció con
su victima en la oscuridad, unos segundos después Rebeca salio de su escondite y se acerco

al árbol en el que estaba subido Luis.

-Ya puedes bajar, ya se fue el hombre lobo.-

Luis bajo del árbol y abrazo a su amiga.

-¿Ahora que hacemos?- pregunto Luis- tenemos que rescatar a Maria.-

-Ven- Rebeca camino hacia los arbustos de donde había salido el hombre lobo seguida de

Luis y buscaron a ver si encontraban alguna pista, pero se agacharon para cubrirse con los

arbustos cuando escucharon algunos ruidos.

Rebeca se asomo con cuidado, era Susana que había logrado escapar y había regresado en

busca de los otros.

-Hey, aquí estamos- dijo Rebeca y movió un brazo sobre su cabeza para que Susana la

viera.

-El hombre lobo se a llevado a Maria- dijo Susana entre sollozos.

-¿Has visto para donde se la llevo?- pregunto Rebeca.

-Si, se la llevo hacia la cabaña de las niñas- contesto Susana.

-Tenemos que ir hacia allá antes de que sea demasiado tarde- dijo Rebeca.

-No podemos ir sin un plan- dijo Luis.

-Esta bien- dijo Rebeca- yo y Susana vamos por margarita y llamamos a la policía desde su

oficina, tu ve por Antonio para que ponga a salvo a los niños.-

-De acuerdo.-

Los niños se separaron, Rebeca y Susana llegaron a la habitación de Margarita y entraron,

pero no había nadie, luego fueron a su oficina, tampoco ahí estaba la directora, Rebeca

descolgó el teléfono y llamo a la policía.


Mientras tanto Luis fue a la cabaña de los niños con la esperanza de que aun no fuera muy

tarde, Luis entro a la cabaña cerrando la puerta tras de si, la cabaña estaba desierta, no había

nadie en sus camas, Luis miro la puerta al escuchar pasos afuera de la cabaña y logro

esconderse debajo de una cama justo a tiempo cuando el pomo de la puerta comenzó a

girar, el niño fijo la vista en la puerta que se abría despacio y luego los focos se

encendieron; ¡era Antonio!, Luis salio rápido de su escondite y se acerco corriendo a

Antonio y lo abrazo.

-Rápido, tenemos que llamar a la policía- dijo Luis.

-¿Por qué?, ¿qué pasa?- quiso saber Antonio.

-Vimos al hombre lobo y atrapo a una de las niñas.-

-¿Cómo crees?, lo del hombre lobo era solo una historia para asustarlos.-

-Por favor algo raro esta sucediendo- dijo Luis- ¿en donde están todos los demás?.-

Antonio se asusto cuando vio que las camas estaban vacías.

-¿Qué es lo que sucede aquí?-, tuve que salir porque Sonia me llamo diciendo que faltaban

tres niñas en su cuarto y ahora hacen falta todos los niños.- explico Antonio.

-Vamos a buscar a mi amiga Rebeca, fue a buscar a Margarita.

-Mira lo que encontré- dijo Susana.

Las niñas seguían en la oficina de la directora, Rebeca se acerco a Susana y vio lo que tenia

en una mano, era un mechón de cabellos del hombre lobo y estaban manchados con un

liquido negro espeso.

-¿Qué es eso negro que tienen los cabellos?- quiso saber Rebeca.

-Es petróleo- contesto Susana después de oler el mechón de cabellos.

-¿Cómo sabes?.-
-Mi papá trabaja en una refinería en donde llega el petróleo para convertirlo en gasolina y e

ido muchas veces a su trabajo y se como es el olor a petróleo.-

-Esto empieza a tener sentido- dijo Rebeca- vamos a buscar a Luis, tengo un plan.-

Las dos niñas pegaron un brinco y gritaron cuando la puerta se abrió, pero se tranquilizaron

cuando se dieron cuenta de que era Luis que iba acompañado de Antonio.

-¿Y Margarita?- pregunto Antonio.

-No lo sabemos- dijo Rebeca- también la buscamos en su habitación y no la encontramos,

pero ya avisamos a la policía y viene en camino.-

-¿Ahora que hacemos?- pregunto Luis.

-Tengo un plan, vamos- el grupo salio de la oficina de la directora y Rebeca explico su plan

en el camino.

Un rato después, Rebeca y Luis llegaron a la cabaña de las niñas y se asomaron por una

ventana, los niños y las niñas estaban sentados en un rincón de la cabaña junto a Margarita

que también estaba sentada en el piso, nada mas que ella estaba atada de pies y manos, de

repente el hombre lobo se asomo por la misma ventana nada mas que desde adentro y

gruño, Luis y Rebeca gritaron del susto y se echaron a correr, pero luego esperaron un

momento para asegurarse de que el hombre lobo salía de la cabaña para perseguirlos y

cuando así lo hizo, los niños reanudaron la carrera, el hombre lobo era rápido y les estaba

dando alcance con rapidez, Rebeca hizo una seña con un brazo y Antonio que estaba

escondido atrás de un árbol jalo de una cuerda, los tobillos del hombre lobo quedaron

amarrados por la cuerda y fue arrastrado algunos metros, luego el hombre lobo quedo

suspendido en el aire de cabeza y Antonio amarro su extremo de la cuerda al tronco de un

árbol.

Mas tarde la policía, Margarita, Antonio y los niños estaban alrededor del hombre lobo.
-No tienen nada de que preocuparse, no es un hombre lobo, es una persona disfrazada-

Rebeca le jalo la cabeza al hombre lobo hasta que se desprendió la mascara del resto del

disfraz.

-¿Sonia?- dijo Margarita sorprendida- ¿por qué?.-

-Sonia encontró que en esta zona hay petróleo- Rebeca mostró el mechón de cabello

manchado de negro- quería asustar a todos aquí para que el campamento tuviera que cerrar

sus puertas y para lograrlo se vistió de hombre lobo e hizo todo lo demás para poder vender

ella esta a la compañía petrolera a un muy buen precio.-

-Y lo hubiera logrado de no ser por ustedes- dijo Sonia con amargura.

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