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Periódicos O velocidad

Por qué
“periódicos O velocidad”

A cada época de la humanidad le ha pertenecido un ritmo en


partícular. Conforme la técnica y el pensamiento fue evolucio-
nando, también fue cambiando el ritmo de la vida.

Cuando la humanidad no contaba con mayores adelantos tecnológicos que


los de la edad de piedra, todo se pensaba y se hacía a ritmo de la “edad
de piedra”. Luego, con la introducción de mayores adelantos tecnológicos, el
ritmo de la vida empezó a ir en ascenso.
En este sentido, si las primeras comunidades andaron a pie, las
comunidades de la revolción industrial y las comunidades de la contempora-
neidad, también andaron al ritmo que fueron los adelantos tecnológicos de su
época.
Debe decirse también que no sólo el ritmo de vida es el que ha cam-
biado. El ritmo del pensamiento tampoco es el mismo. Éste último hecho se
ha hecho mucho más notorio desde la llegada de la revolución digital.
Específicamente, la introducción de Internet y los grandes avances
computacionales, estiran cada vez más la velocidad del pensamiento. Ade-
más, no sólo se piensa más rápido; también se actúa más rápido.
Tal es el ritmo de la contemporaneidad: la inmediatez. No sólo pensamos
más rápido y hacemos cosas más rápido, sino que también, esperamos que los re-
sultados de todo lo que hacemos se den con la misma velocidad. Actualmente, na-
da ha quedado por fuera del ritmo de la inmediatez.
Desde nuestro trabajo hasta la forma como manejamos nuestras relaciones
interpersonales está todo atravesado por el gran flujo de la mega velocidad. Es co-
mo si nuestra propia vida se transportara por una fibra óptica.
Ahora bien, los medios de comunicación no se han escapado de este incon-
tenible flujo. De hecho, ellos han colaborado en gran medida a la intensificación
de este cambio.

periódicos O velocidad 2
Específicamente, para el caso de la prensa escrita, esta hiper-velocidad en la que
ahora vive la humanidad también ha implicado un enorme cambio en la forma
como se produce y se administra el contenido en forma de noticias.
Hace algunos años la prensa diaria contenía los hechos más novedosos.
Ahora, la prensa escrita no puede mantener ese mismo nivel de actualización. Ahí
donde hay un acontecimiento, éste puede ser rápidamente difundido en Internet.
Lo anterior ha significado un profundo replanteamiento del ejercicio periodís
tico. Sólo para comenzar puede decirse que uno de los principales criterios de no
ticiabilidad como la “actualidad” ya no es el mismo de hace unos años. Semán-
ticamente puede seguir siendo igual, pero su valor ha cambiado. Lo “actual” en
nuestros días es algo instantáneo, más fugaz que nunca.
Todo este panorama plantea un escenario completamente diferente para el
editor de prensa (protagonista de esta serie de textos). Es cada vez más dinámico
más veloz, más “líquido” como dijo Zygmunt Bauman.
Posiblemente, la mejor salida que pueda tener la prensa escrita es la recu-
peración de la lentitud traducida en análisis, en buenos textos de opinión, en un
contenido más sólido y más amplio que no es compatible con la lógica de la ve-
locidad en la que vivimos.
Para el editor de prensa deviene un enorme reto: “periódicos O velocidad”
Por una parte, la supervivencia dentro del negocio reside en que cada vez la in-
formación se entregue de una manera más efectiva, más sintética y menos analí-
tica. Por otra, también se debe recuperar el lugar de lo “periódico”, de aquello
que tiene una determinada frecuencia. De aquello que tarda un momento para lle-
gar de un punto a otro.
¿Será el editor de prensa contemporáneo una suerte de bogavante que
debe lidiar con la conflictiva carga sobre sus tenazas? ¿periódicos O velocidad?
Esta seríe de textos son un primer paso. En ellos se busca definir qué com-
pone al editor de prensa, qué potencias, qué virtudes tiene. Además, de qué for-
ma se articula él con su mundo (la sala de redacción).

3 periódicos O velocidad

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