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ANTOLOGIA POETICA Pree eee Fernando Villalén (Uss1-1930) Nacié en Sevilla, et 31 de mayo de 1881. Curs6 sus primeros estudios en el colegio de los jesuitas del Puerto de Santa Maria (Cidin), en donde fue compasero y amigo cde Juan Ramén Jiménez, Tras sus estudios de bachillerato en Jerez. de la Frontera (Cadiz), cempezs la carvera de Derecho en Sevilla, pero la abandoné cinco afios més tarde. Desde 1904 hasta 1926 se dedicd ala crs 2a de reses bravas. En este ao terming la ‘carrera de Derecho en la Universidad Cen- tral de Madeid y pubes su primer libro de poemas: Andalucia la Baja. Entre 1927 y 1928 particips en la edcion dela revista Pa pel de Alclayas, en la que publicé algunos de sus poemas, A finales de 1929 se instala en ‘Madrid, donde muriéel8 de marzo de 1930. Femando Vllaén fue un eseritor radio, de hilo eseaso de sv ob iteraria, Como poe- ta es autor de tres libros, Andalucia la Baja (1926), La Toriada (3928), Romances de! 800 (1929), y del poema Audaces forza joa, t- midos que repellie(1930), De su obra en prosa hay que destacar Mariana de Son Juan (1926), Esty Melenio (1927) y el euento La Palabra que se ize carne (1927). ‘También eseribi6 lina pieza de teatro en versa tituads Dan Juan Fermin de Pateres (1929), 4 2 on [FANDANGUILLOS DE HUBLVAS Pare Adios Vile “Gam de fading) Thin. ‘Tin. —:Quién es? —San Gabriel, — San Gabriel. —Fsté en ensa la yora de Navaret.2 Dace, pase, Santo Arcingel Pase, pase, San Gabriel. 1La Virgen Maria lavaba con el agua del romero tun paivelo desu novio, ‘de San Jos el earpintero. Quien es? , al frente de la cual es- aria hasta 1935. Entre 1933 y 1934 vijé por Argentina y Uruguay y estren6 Badas de san ‘ge. Amor de don Perlinsplin com Beli en su | perdin, El retabilo de dom Cristébal y Yerma. El dfa 16 de agosto de 1936 fue detenido ex la casa de la familia del poeta Luis Rosa- les, en donde se encontraba refugiado, y tres s&s mis tarde fue fusilado cerca de fs Fuen- 14s ‘te Grande, entre las loalidades granadinas de Viznar y Aifacar, [.aobra poética de Lorca est formada por las siguientes obras: Libr de poomas (1921), Suites (compuestasentre 1920 1923, aunque ‘se publiearon por primera vez en 1983), Poe- ‘a del ete jondo (escrito en 1921 y pubicado y que la mayoris de los expe os vanguardistas se convertan en una especie de reliquia relegada a as pginas de los manualésartisticos yliteraios EnEspafa, entre 1923y 1931, seasistealadictadara el general Primo de Rivera, que comienza con un ditec- torio militar, para dar paso en 1926. un disetorio civil 130de enero de 1930 dimitio Primo de Riveray se hizo cargo del gobierno el eneral Dimaso Berenguer. Seini- cid entonces una etapa de rlatva apertura que popular- _mente se bautizé con el nombre de «dicsabland El cima de crisis econsimica y de rechazo hacia ef rey Alfonso XIII, a quien se hacia zesponsable de la dic- tadura, se hizo patente en ol Ilmado Pacto de San Se- basen (1930), firmado por les partidos opaestos la rmionarqufa, yen las elecciones municipales de abel de 1931, en las que se produjo el sitio de los republica- 296 ‘nos y socialists, al igual que sucedié en las elecciones a cortes de junio de we miemo El cima social y politico no mejaré con el gobiemno cde Manuet Azatia,y ello a pesar de la adopeidn de algu- ‘nas medidas conciliadoras, como el inicio de los dcba- tes, en marzo de 1932, de a Ley de Bases dela Reforma ‘Agraria y del Bstacuo de Catala Los conflctos sociales se intensificaton y el gotier- ‘80 hubo de hacer frente a una intentona golpst, pro- ‘movida por aristécratasy militares mondrquicos y enca- bevada por el general Sanjurjo, el 10 de agosto de 1932. Tras el fracaso del intento de golpe, el 9 de sep fiembre el Parlamento aprohe el Esatito de Catala ya Ley de Bases de la Reforma Agraria, que declaraba Sujetos a expropiacin los atifundios de la Grandeea {de Espafa, pare lo cual secre el Instituto de Reforma Agraria. Pero esta ley fracas, entre otras casas, por- ‘que carecié del apoyo econémico necesario para lle varla 2 la prictiea y porque no se ocupé de los mini. fondios. Se agravaron entonces los problemas en el carnpo, con ta toma de tierras por parte de los eampesinos 2 ‘memefios y andaluces, que eulminaron en la insur cidn andaluza de enero de 1933, convocada por la CNT y por la FAL, y cuyo episodio més trigico fue la sa _ienta represin y los fusilamientos de los amotinados cen Casas Viejas (Cid) ‘Todo ello explicaria el triunfo en las elecciones de noviembre de 1933 de las derechas, agrupadas en Ja 207 CEDA (Confederacién Espaitola de Derechas Auténo- mas). Comenzé entonees el gobiemo de Alejandro Le- ‘sour, que Lubp de hacer freate a problemas tales como Ia contrarreforma agraria, y aumerosas huelgas, sobre todo en octubre de 1934, que ruvieron especial relevan- . Al mismo tiempo se busca «una mucra temitica>, para lo cual se proseribe lo subjervo to sentimental 10 rtticos e recurre a «muevas asgciaciones ¥ disociacio~ wes mentales que tradujeran una visign intacta¥ampane- ‘Gente del mundo; y se buscan nuevos temas, derira- ddon, sobre todo, del mundo de la técnica y Ta cencia, pero presentados «desde un éngulo soprendente~. ‘El creacionismo también e caraceriza por el deseo de renovar el Kéxico mediante la aportacin de metilo- tase imigenesireales,unidas deforma caprichosa 1a flamada cimagen creadora>—, y por el rechazo de lo snendético y To descriptvo. Para Hiuidobro, lo esencial de Ta poesia ese acto creatvo, ues «el poets es un pe- tqueio Diose y puede . Ya en su libro Eternidades (1916-1917), se pueden ler ex- presiones que constituyen el germen de lo que se ba ‘dado en llamar ‘cha ido imponiendo poco a poco y en la actoalidades el ms sceptado, Esta consideracin seve reforzada si tene- ‘mos en cuenta algunas manifesaciones tan autorizadas ‘como las de quien es considerado el esdioso y el flélo- .g0 de esta generacién, Diimaso Alonso. En su articalo Une generacén potic (1920-1936), reconace que es cierto que su generacién no se alza contra nada, ni esté motivada por una caxistrofe nacion nal, ni se rompe literariamente con nada, ni hube cau- Ailsje, ni existe communidad de téeniea 0 de inspitaciin ero, a renglén seguido, afirma aque esos esritores no formaban-un mero grupo, sino que en ello se daban as condiciones minimas de lo que entiendo por genera- cidn: coetaneidad, compatierismo, intercambio, reac- cin similar ante exctantes externas ina generac pose (19201936, en Ptr pom tempo, Gren, Madd, 1975, p 168 316 Seggin el mismo Dimaso Alonso, no tiene ninguna mportancia aquello que pueda tender a desintegrarlos, ni la diferencia de edad, que legaba a esos quince aios de Tos que heblaban Ortegs y Gasset y Julign Maris. Lo realmente importante es que: «Cuando cierto los ‘ojos, los recuerdo a todos en bloque, formando conjun- to, como un sistema que el amor presidia, que religaban las afirmaciones estétcas comsuness’, sos exctances externas que apunta Démaso Alonso son, entre otros, la fiiacin inicial hacia la persona y la ‘obra de Juan Ramén Jiménez, el relatvo inflyjo del ul- trafsmo, el creacionismo y el simbolismo, y el interés por la metéfora, En esa misma linea se sitia Jorge Guillén quien, en el prlogo alas Obras completa de Federico Garcia Lor- a, habla de «una comunidad de afunesy gustos que me ha hecho conocer por via directa la unidad llamada “ge- nneracién”, para afadir més adelance: «La generacién —si creemas a muestra experiencia y no porque nos lo propongaa las teorias— se anuda en comunidad vital, y no se la sistematiza desde dentro. (Esto acaecers mis tarde sobre las pizarras pedagéigias ‘También Rafiel Alberti hace referencia a a palabra -, 0s va~ mos a refer a algunos de los cxiicatvos que se le han tplicado, comenzando por el de generacn de la amistad, ‘en atencién a las mumerosas referencias que Sus compO- ‘hentes solian hacer a la amistad que les uni, por enci toa de diferencias ideol6gicss o inchaso politices ‘Nictr del 98 es otro de ls rtulos bajo el que se Jes hha tratdo de agrupar, Pero esta denominacién result co acertads, porque los poets del 27 no se identifi- ‘an con a poesia compuesta por autores como Antonio ‘Machado 0 Miguel de Unamuno, quienes mostrabae. tuna preocupacin socal de Ta que ello, al menos et ‘90s aos se hallaban muy aejedos. Ademés, no parece muy apropiado lamar nietos de 98 a unas persons que hhabian nacido en torno a esa misoa fecha ‘Genera de la poeta profsres, en consideraci6a & Ia condicién de profesores universitarios o de institute de varios de ellos, y que podria relacionarse con el gran. nivel cultural de todos ello, s1 interés por ejercer Ia ‘reaci6n y la exiticeliterara, asf como la frecuente par ‘icipecin en tertolias,confereacas y charlaslterarias. “Genorasiin Lovea-Guillén. Con esta denominacién se ata de destacar a dos de hs figuras centrales de 1a 318 generacién, poscedores de esilos bien diferenciados, y {que despertaron el interés y la admiracién por sus obras incluso antes de ser publicadas. En cambio, Jorge Gui- Ten, en su articulo Lenguaje de poema, una generscita, habla del «grupo de poetas que, con los rasgos de una _generacion, vivid y eseribi6 en Espafta entre 1920 y 1936, Es la generac de Federico Gara Ler, su repre sentane mis eélebro». Generacin de la Dictadura,en referencia ala caine dencia cronolégica con la dictadura del general Frimo de Rivera. Fs uno de los nombres menos acertados,s0- bre todo si tenemos en cuenta el carécter mareadamen- te liberal de sus miembros. Cernuda lo rechazé por cconsiderar que tal vinculaci6n era ofensiva para ellos. Por parecidos motives de coincidencia cronoligica, se aeutaron los nombres de Generacn dele Replies y de Generacin de 1931, ls cuales, a pesar de la filiacion «les simpatias republicanas de algunos de sus e=mpo- ‘nentes,tampoco pareoen los més apropiados Generac de lt «Revista de Ocrdentes, en alsin ala vineulacién que ruvieron con su fundador, Ortega y Gas- ses, y a hecho de que en esa editorial aparecieron alg nas de sus obras, como ya hemos ctado mis arriba Generacién de 1925, c01 Ricardo cién a que, como afirma este stimo, «aun cuando na- 1a Ilammaron el extico én y el propio Luis Cermuda, en aren Lemp y es, Alas, Mads 1992, p18 319 da significa historicamente, representa al menos un término medio en la aparicién de sus primeros fi- bros»'", En 1924 y 1925 se componen las obras clave de la generaciOn, sparceen numerosos poemas publi= tados en Revista de Occidente, AUbertiy Diego ganan el Premio Nacional de Literatura, y el ultraismo se pue- de dar ya por eoncluido. Goneracin dela omguandia es otra dels denosnina- ‘cones que se han acufado, atendiendo al interés que flgunos de ellos mostraron por ciertos movimientos wanguardistas y a que las obras més signficativas del jgropo aparecen entre los afios 1920 y 1939, las dos fe thas que podrian servir como punto de referencia del ‘anguardismo. No obstante, algunos cricos han puesto Ubjeciones a este nombre ya que, dl mismo modo que se pueden encontrar argumentos que fermiten bablar dle generacin de Ja vanguard, tambiéa se pueden be lar para calificarta como generacién de a tadici, dada fn recuperacin que estos escritores hazen de ta trad Gn literaria espatila, comenzando por el caso tan sg rifcativo de Gingoray legando hasta s Edad Media. yes, parece que la mejor manera de resolver ‘esta polémica es aceptar la denominacisn més extendi- ddayla menos discuida de todas, lade generacin de! 27 sso sf haciendo una primera salvedac: este rotulo no Troe Germs: Budi so pie pri coneporines Gusdaruna Madi 195, p18. 320 puede reservarse sélo a sus miembros mis conocidos, Jos cultivadores de Ia poesia, sino que bay que incluie a ‘quienes se sitvieron de otros géneros lterarios, como le ‘prosay el teatro, ¢ incluso habria que extenderlo a quic~ res centraron st quehacer renovador en otras artes cO- ‘mo la pingura la msieay el cine. YY también parece la ms oporruna, porque en el ao 1927 tiene lugar la canjuncién de tes grandes hechos sageneracionalese: las celebraciones del centenario de magora, alas que nos referimos en su momento; la apa~ ricin de algunas de ls revisas més importantes del gru- po —Verso y Pro, Carmen y sa suplemento Lol, y, 0 ‘menor medida, La Gacet Literara, Papel de Altay y La rs dels viewtos—, y a publicaci, en este aio y en ‘Siguiente, de algunos libros de gran interés, como KI alba del abtelé de Allert, Perfil de aire de Cerna, la primera cedicin de Céntin de Guillén, Ambito de Aleicandre y el Romance gjtano de Lorca. Nomina de sus integrantes [A pesar de que los poetas son fos que han dado fama yyprotagonismo a la generacién, nose deberi restringir ‘esta denominaci6n exclusivamente a ellos, pues, como Tuego veremos, existen también prosistasy dramatargos cen su seno, Por ello, vamos « comenzar refiriéndonos a Jos componentes del grupo de fos poeta, para luego mencionar a algunos de los prosistas y dramaturgos mis 321 ‘Miers dee genersin el 27 ol Ate Seiler 1907 De egress Rafal Abert Feder Grea Los, "Joan Chai, Mars Baar, Ramee Maries (ret dls ‘She eter Sten), Mana! Bs Garzin res dal oad Je Cll, Berg, Dima Sb Grvode Di. significativos. Y empezaremos haciéndonos eco de la lista que oftece Démaso Alonso en el mencionado ar- ticulo Una goneracién potica, escrito en 1948, cuando remerda alos que acudieron a la excursion sevilla: sibel Los qu hicimos el vse fuimos Guillés, Gerardo Diego, Raich Alber’, Federico, Berza- tnin, Chas yo. Es evidente que si tomarnos los Sinco primeros nombres (el de Bergamin, como prossta may ceteano al grupo)’ afadimos 2 Sali- mas, que no sé por qué causa no fue con 080105, ¥ tlie Cernuda, my joven entorees, que figure - 322 tre el auditorio (pero de quien también se leyeron poemas en aquellas veladas), y el de Aleixandee, que no habia publicado ain st primer libro, tenemos completo el grupo rmeclene, las Fgnras mile impor tantes de la generacién poética anterior a nuest icrra, (No: hay que mencionar atin el del benja- min, Manolito Altolaguite, casi un nifio, que all en Malaga, fandaba ese mismo afc la revista Lite ral, y el de su compariero Emilio Prados)e". Por su pare, Jorge Guillén, en Lenguajey poesia, es tablece una némina ms ampli a(..J Siuna generacién agrapa a hombres na- ‘ides durante un perfodo de quince afios, esta gene- rucién tendria su fecha capital en 1898: entonces aacen Federico Garefa Lorca, Démaso Alonso, Vi cente Aleisandre, Mayores eran Pearo Salinas, Jor- ge Guillén, Gerardo Diego: del 91, del 93, del 96, Un afio més joven que Larca es Emilio Prados, del 99. A este siglo pertenecen Lis Cermuds, de 1902; Rafael Alberti, del 3, y el benjamin Manuel Altols- sgirre, del 5. De Salinas a Altolaguirre se extenden Js tres Instras de rigor —de rigor histrico—. Se- a superfluo afiadir mas fechas. También cumplen con su deber eronolégico Antonio Espina, Pedro Op. S718 Garfias, Adriano del Valle, Juan Larrea, Juan Chie ‘bis, Juan José Domenchina, Jose Maria Hinojosa. ‘José Maria Quiroga, los de ls revista Meseta de Vie liadolid, los de Mediodia de Sevilla, Miguel Pizarro. “Miguel Valdivieso, Antonio Oliver ..»”. ‘Como vemos, la némina se posiria ampliar todavia Por eso, not hemos visto obligados a reducir el _nimero de fos integrantes de nuestra seleccidn antoli- sgica. ¥, como toda opeidn siempre leva aparejada la controversia sobre las eazones que motivan Ia inclusién e unos y la exclusin de otros, y también un més que probable agravio comparativo derivado de la eleccién, hemos considerado oportuno tomar como punto de e- ferencia la lista establecida por Gerardo Diego en su Anologia be 1932, y asi, a excepedén de Juan RaménJi- ménez y de José Moreno Villa, hemos incorporado aos sestantes: Pedro Salinas, Jorge Guillén, Dimaso Alonso, Juan Larrea, Gerardo Diego, Federico Garcia Lora, Rafael Alberti, Fernando Vilalén, Emilio Prados, ‘cente leixandre, Luis Cernuda y Manuel Altolaguine. [A todos éstos hemos afadido a Mauricio Bacarise 7 4 “Juan José Domenchina, alos que Gerardo Diego inexe- pora en la ediciém de 1934, y a José Maria Hinojosé, a {quien no cita Diego, muy probablemente por su ineli- nacin politica hacia Ja extrema derecha a raiz de la Wop asp 18h 304 proclamacién de la Repaiblica. En cambio, flo habfe céado Guillen y, por oma pare, es innegable que, hasta suabandono dela poesia en 1931, habia colsborado con los poetas del 27, especialmente con Prados y Altola- quiere en ka direcein de la revista Literal, Adem, jun to con Larrea, fue uno de fos principales eultivadores Gel surrealism espafol. ‘Nuestra intencign hubiera sido inchur a algin otro poeta mis y especialmente alas mujeres que se integran en esta generacién, Emestina de Champourcin —la rujer de Domenchina—, Josefina de la Torre y Concha ‘Méndez, la mujer de Manuel Altolaguirre, alas que po- deiamos aftadir los nombres de algunas prosists que también eulsvaron la poesfa, como Rost Chacel y Ma ria Teresa Leén”. Pero, de haberlo hecho asi, nos ha briamos visto obligndos a amplar en mayor medida la extensifn de esta edicin, al tener que cortar en alin ‘punto, podramos haber hecho més evidentes los agra- vios comparstivos. Junto al considerable mimero de poetas que con- forman la generacién del 27, eneontramos importantes narradores y dramatutgos en el seno de la misma Entre los narradores, adems de los poetas que también eseribieron en prosa, como Salinas o Bucarsse, deseuellan Benjamin Jamés (1888-1949), Joaquin Arde- 7 Eas neredo ene tema pd cons mnog co Mgrs ed 27d revise, 557, Ma, ay de 13, 325 ius (1890-1969), Rosa Checel (1896-1994), Antonio Espina (1897-1939), Arturo Barea (1897-1957), C ‘Muiioz. Arconada (1898-1964), Juan Chabis (1900- 1954), Ramén Ledesma Miranda (1901 1963), Raméa J. Sender (1902-1982), Marfa Teresa Ledn (1903-1988 ¢y Feancisco Ayala (1909), Entre los cultivadores dt teatro, adem de las co- nnocidas aportaciones de Federico Garesa Lora y Rafael Albert, podemos recordar a otros poets dela genera- cién, como Manvel Altolaguirre, Pedro Salinas y Luis sua, al también novelista Max Aub (1903-1972), ¥ a dramaturgos como Enrique Jardiel Poncela (1901-1952) y Alejandra Casons (1903-1963). or sltimo, no hay que olvidar al ensayista, poets, prosista y dramaturgo José Bergamin (1895-1983) ‘quien, aparte de sus méritos artiticos, fue fandador y director dela revista Crus y Raye entre 1933 y 1936, Rasgos definidores de la generacién Ademas de lo ya expuesto a propésito dela amistad yelcompaferismo que los une, dela admiracin inicil hacia Juan Ramén Jiménez, del uso de la mesifora y de 1a partcipacidn en prayectes editoriales y culturales co- runes, ous raggos caraeterizan a los miembros de esta generacidn, empezando por los valores que rsalta Dé ‘aso Alonso en su citado articulo: 326 “{..] Lo que me maravilla en esa generacién, a 1a que eave fa fortuna de scompafar, es la intensa personalidad arttica de sus components, lo vario ido de lo generoso desu empefio, principio casi extrahumano y huma- aizado ala postre; la autenticidad, lo genuino de sa composicién frente a la poesia, el amor, Ia inquie~ ‘ud anhelosa con la que todos, cada uno por un ado dlistinto, se acereaban horadando, queriendo tras- volar al ererno centro misterioso»" yy netamente diferen ara ellos, la poesia ha de ser entendide en susig- nificado etimolégico de «creacién> (del griego poie- sit) Por tanto, hacen de la poesia un ideal artistico, lo cual implica un trabajo continuo de fa forma y de la Jengua, pero sin caer en un simple y vacio formalis- mo. De ai que Guillén califique este proceder con ef término omaestrias. Esta maestria se puede apreciar, por ejemplo, en la gran preocupacién que tados ellos :muestran por el lenguaje pottico, por el estilo. Pero, a pesar de esa voluntad comin, no se puede hablar de la existencia de un lenguaje generacional, ya {que cada uno de ellos adopta su crterio personal y toma sus propios derroteros. De shi que no dediquemos nin- spin apartado especifico para hablar del lenguaje y del estilo de la generacin, sino que analizaremos el que Opa 176 327 correspond a cada uno de los poets cuando estudie~ ‘mos so trayectorialterara Por otra parte, esta poesia sr imapiea en Ta realidad, pero na busca el realismo, y refleiasentimiento, no sen- timentalismo. Este afin antirrelista y antirroménti~ co, caraeterstico sobre todo de sas primeras obras, les ‘obliga a contenerse en Ia manifestacién de las emo- Cones, aun a sabiendas de que en ocasiones pueden ser calificados como poetasfros Una consecuencia de esa forma de entender y de hacer la poesia es el uso abundante de imgenes, lo cual implica que sus obras tengan en oeasiones un alto indi ce de dificulad, hermetismo y oscuridad, en concor- ddancia com el elevado nivel cutaral de todos ellos. Se trata, en definitiva, de conseguir un lenguaje post, distinto de la lengus hablada. [No obstante, tambin es cierto que, en otros mo- ‘mentos, nos encontramos con Foemas mas sencillos y aceesibles los cuales permiten im mayor acercamiento al piiblico con el que intentan contactar. Esto es algo ‘especiakmente evidente en la possi de tonos neopopi~ Iares y en la poesia de compromiso socal y politico. “Todo ello es el resultado de un proceso de simbiosis ‘entre modernided y tradicin, jor un lado, y entre lo ceulto y lo popular, por otro. Se uata de lograr un volune tario eclecticisma que les eve a conciliar elementos aparentemente contrarios, come pueden ser los experi mentos vanguardistas y la literura espaiiols que va desde los autores de la generaci6n, anterior Quan Ra- 328 én Jiménez, José Orvega y Gasset 0 Ramén Gémex dela Serna), pasando por Miguel de Unamuno, Ramén ‘Marfa del Valle-Inelin, Antonio y Manuel Machado, Rubén Dario o Gustavo Adolfo Bécquer, basta llegar 2 los autores del Siglo de Oro —Géngora, Lope ée Vege, Quevedo, Fray Luis, San Juan de la Cruz, Garcilaso—, a la Ivica popular de los Cancioneros de los sig os XV y xvry al romancero viejo. ‘Juno a esta tadicién escrita, reeuperan ¢ incorpo- san la adici6n oral por via de las eancioncillas popula~ ses que recogen algunos autores. En este llamado «neo popularismo» destacan, sobre todo, Alberti y Lorca, Este timo lleg6 incluso a componer misica con la que acompadiar algunas de esa canciones populares. Resuleado también de ese fusidn encre tradicién y vanguardia es la reaparicién de Ja métrica y las estrofas ‘radicionales, que en gran medida abian sido abando- nadas por e! modernismo —zéjles, villancicos, etrillas, seguidillas, coplas, cancionesy romances-—, ¥en las que sucle ser muy habitual el uso del estiillo. A todas ellas se unin estrofas cultas, como el soneto, la décima, la lia, la sila, Ta octava, lk sextina, los tercews encadens dos, los cuartetos y ls serventesios. ‘Destaca también el empleo de! verso libre con dis- tintas modalidades y sitmos, Los versos cortos son mis habituales en Ia llamada poesfa pura, mientras que los versiculos o versos largos —que en algunas ocasiones pueden llegar a confundirse casi con la prosa-—son muy del gusto de los poetas cercanos al surrealismo, 329 “Temas principales Respects We os veh ads culuvaos pur tos poseas del 27, bay que comenzar resefando aquellos a los que én ealifica como «grandes asuntas del hombre»: el amor, el universo, el destino y la muerte. En cambio, un tema que aparece de forma escasay esporidica es el re ligioso. ‘Todo aguello que tiene que ver con lacidad fs in- teresa. Una ciudad que, en un primer momento, es sind= nimo de confort, madernidad y progreso, por cuanto se asocta con cosas que son muy del gusto de la , que ‘consisten en Ia atermancia de tercetos y redondllas con ima consonante y verses octoslabos 0 eneasiabos. En lo que se refiere a su tayectora poética, hay que subrayat el sentido unitario de su obra, como fo dentues- tra el hecho de que sus tes primeras libros, Gton, Cla- amor y Homenaje, fucran después recogidos en una edi- i tiulada dire nustr. Los dos libros publicades con. posterioridad contin en esa misma linea, tal y come lo indican sus tts: ¥ ras poemas y Final Cintice [ eetelibeo se halla of origen y Ie culminacién de 1a obra poética de Jorge Guillén, Subtitulado Fede vida, se observa en é el bile yla felicidad que sient el poc~ ta al contemplar a los sees y los objetos que le rodean —todos ellos humanizalos y animados—- y al conside- rar que «el mundo esti bien hecho» y que en él reina la 337 perfecién, representada por simbolos como la luz y la Caridad, el steal, el agua, los jaudines 0 el reo} ero en la cuara parts, «Aqui mismo», se perciben tonos menos alegres, com la presencia de sombras ‘mas, tinieblas, cosas que también forman parte dela re lidad y que de alguna forma antiipan lo que aparecer cen su segundo libro, lamer Subtitulado Tiempo de bistoria, se publied en tres entreges, separadas entre sf por tes aos (1957, 1960 y 1963), y euyos titulos son Marenuigram, ..Que van a dr on fa mar y A la altura de las crcanstancias. Ex. las tres partes predominan el ono elegiaco y la actitud cri- tica y pesimista ante el desorden, el caos la injusticia, las guerra, el exlio yla muerte, os cuales han sustit do al orden y la armonia que reiaban en ls pginas de Cini “Maremdgnum es resultado de la dolorosa expe- rencia del poota en relacin con ha guerra civil espaftola yy con el enilio, a lo que se vienen a unir la Segunda Guerra Mondial, ls dietaduras y la amenaza acomtce. El tuo... Que vam a dar en ls mar es consecuencia del tono elegiaco con el que se trata el cema central del libro, la muerte, la cual puede haverse patente en cual- quer instante y en cualquier lugar, ya la que sélo se puede vencer mediante el amor. 338 Ala altura de las vircunsancias supone el regreso 2 los remas de Maremégniem, pero el poeta se sobrepone al dolor y al rerror derivados de la muerte y la destruc ion, y firma que hay que luchar para que la vida siga adelante, Homenaje Ta tercera entrega de Aire nucsr leva el subsiculo be Renin de vias, ya que gran parte de libro exté de- sicado a rendir homenaje a grandes obras y aurores de Ja fiteratura universal y de la literatura espaol, inclu dos algunos companeros de generacisn. [a altima parte, tulad «Fin», constituye una es- pecie de epilogo con el que el autor se despediria de sus Tectores, eras hacer wn repaso de su vid y de su obra i= teraria, como lo pane de relieve el poema final, «Obra completa», La continuacién de Aire nuestro Cuando ya parecta que Jorge Guillén habia puesto fin a su trayectoria pottica con Homenaje y Ia aparicién de Aire nuestro (1968), efzcrns dos nuewis entreges, Y otrs poemsas (1973) y Final (1981), Ambos ttulos manifiestan una voluntad de conti- rnuidad respecto de la obra anterior, pues en ellos reapa- 339 recen muchos de Ios temas que habfan constituido el quehacer poético de Guillén hasta ese momento; pero ahora, con aan tono rags escéptico y melanedlico, propio de quien contempla la vida desde la optica de la vejez y esde a cercania de la muerte. 340 Federico Garcia Lorca Algunos rasgos caracteristicos de la poesia del ator granadino son la fusién de lo popular y lo culto, por un lado, y de la tradicién y la vanguardia, por otro; el uso abundante de imagenes, metéforas y simbolos, y la di- mensién trégica y violenta de sus grandes temas: el amor, la marginacion y Ja muerte, 351 ‘Los libros de la primera époce Su primera obra, Libr de poemas (1921), presenta ‘un Lorca con influencias modernstas de Rubén Dare, [Antonio Machado y Juan Ramén Jiménez, pero que de- ja ya teshucie muchos de los elementos caraceisiens {de su obra posterior. Entre ellos cabe destacar In pre ‘ocupacién pore paso del tempo, el amor fustado, ls Canciones infantile, interés por los temas existenci= tes yreligioso,ylafasién de lo narativo, lo itico yo dramatic. nesta misma Kine s stan ls Sites (1920-1923), composiciones le tonalidad musica, que consivuyen Sistas variacone sobre un mo we lca tial a cada una de las series. La poesta neopopular Las obras que corresponden a esta tendencia arts- tica de Lorea son Poenta del cantejondo, Primerascanco- nes, Canciones y Remancerogiten. EL Poema del cate jondo es, sewn sw autor, un ejeT~ plo del cante andaluz, el mis vie de toda Europa, gue ya unido a la expresién de sentimientos de dolor y Inverte, Fsté estructurado en forma de suite, en toro al vena central del libro, a maerte, representada por fos cuatro cantes: la siguiiya, Ia soled, la saeta y la pe- tenera 352 Primerts canciones y Canciones se escribieron entre 1971 y 1974, y fusren pobliradas en VOW y 1977, rose Contingan en a t6nica del bo anterior, ‘sungue con una mayor variedad temitica. En el Romancero gitamo se puede descubrir una fa- sién del neopopularismo con rasgos vanguardistas, co- smo son los experimentos eon Ia metifora y el simbolo, y Ta aparicién de una poesta ms hermética, de resonan- ‘ias edsmicas y miticas procedentes de la mezcla de las culturas romana, musulmana, jodia y crstiana, Poeta en Nueva York y el sarrealismo lorquiano Este libro sel resultado de la conjancién de na serie de factres: a crisis sentimental sufida por Garcia Lorca 4 rafe de la ruptura con el excultor Emilio Ala- dréns el visje @ Estados Unidos realizado en 1929, que le permis vive de ceca los efectos dela Gran Depre- sig y el derrumbamiento de ls bola neoyorquina; el deseo de cambiar la orientacién de su quchacer postico para romper con el mio de gitaneria que se habia Je- antadoasu alrededor tase éxito del Romance git, yl ayuda que le prest la estes surrealista para reall za la denuncia de la violencia, ln deserucién, el de anraigoy la marginacién que caracteriza al mundo cvi- lizado, representa por la ciudad neoyorquina 353 Los ltimos libros Con Dine del Tamar regresa Lorca 2 los origenes de Andaluefa, Mas en esta ocasin no se trata de rastrear cen ef cante jondo, sino en la races Srabes del pueblo andalur, Para ello construye un din, es decir, una co- leccién de poestas de procedencia oriental, como son las doce gacelas y Ins nueve caidas. Pero, una vez mis, ef poeta toma el motivo Io adapta asus propios gustos. De este moda, el placer y el erotisme dpicos de esas ‘poemas orientales son sustituides por el amor desespe~ rad e imposible, la angusta, la soledad y ta muerte EE Llanto por lgnaco Sdnches Mejias representa lam dlurez poética de Lorca al tempo que supone un teen: cuentro con el Romance gitao en lo que ambos tienen de perfecta simbiosis entre tradieién y vanguardia. EL poema esti dividido en cuatro partes —aLa cogida y la imuertes, «La sangre derramada», «Cuerpo presente» y «Alma ausente>—, través de as cuales el poeta elabora ‘ung encendida y emotiva elegiaa la memoria desuamigo ‘La apariciin de los Sonetes deb amor oscuro suscit6 tuna interesante cowtroversia entre los criticos, os cua~ {es se han dividide en dos grandes bandos: los que con- sideran que carecen de origimalidad y que no aportan nada naevo ala obra anterior del poeta granadino, y los ‘que opinan que muestran una perfecci6n extrema. Otro de Jos puntos de disensin ha versado sobre la interpre- tacién que hay que dar al eérminowscue, segs se vin- 354 ‘ele o 20 com la condicién homosenual de Lores, aun ‘que tal rlacion parece hoy dia innegable Dfmaso Alonso ‘Una de las cuestiones que se han debatide en torno a Dimaso Alonso es la conveniencta 0 no de incorpora- Toalla generacién del 27. Nosotros hemos oprado por st inclusin, no s6lo por seguir ls opiniéa de la gran mayo- ra, sino porque creemos que, ademés de su vinculacién sentimental con el resto de los mniembros, en sus prime sas obras sf se pueden encontrar semejanzas con las de aquéllos y que, sia partir de los afios euarenta Alonso ‘manifesta unos postuladas estéticos muy personales, es- to 65 algo bastante normal, pues fos eaminos de todos ellos empiezan a divergira rai de la guerra civil, La primera etapa ‘Dos son los ibros de Démaso Alonso ea los que se aprecian coincidencias con los de sus compafcros de sgeneraciGn: Poemas pur, Poemllas dela ciudad y Ocwra El primero de ellos contene poemas escrtos entre 1918y 1921, alos quesu autor considera aso», la poesia pura y el surealismo. Por eso, sureaccién Jplica el cultivo del verso libre, «7a veces libéreimo»; la 356 ‘acionalidad interior y exterior del poem, y fa incorpora- én de todas ae ~impurezae, come por ejemplo el apa- sionamiento yl sentimentalidad, el contenido argumen- tal Ta consideracin de que cualquier Iésico es vido, BLbombrey Dias ‘Trasla publicacisn de Fos dela ra, Dmaso Alonso suffi una sequia postica de diez afios. Fue en el invier- 1no de 1954, con ocasién del miedo que experiments durante un viaje en barco a Estados Unidos, cuando tempez6 a escribir en el mismo barco. La experiencia le sirvi6 para componer dos libros, Hombre y Dios y Guzas de a via El primero de ellos, publicado en 1955, tiene como tema central la relacin entre Dios y el hombre, la cual ‘entrafia la imperiosa necesidad de la existencia de am- bos elementos, de modo que la desapariciém de cual-

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