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Es ella la que se fija una fecha exacta para morir y cumple su prom
la que sirve de juguete a los nios que una tarde la esconden en el arma
granero donde hubieran podido comrsela las ratas. rsula es, en fin, e
personaje optimista de esta novela, el que conserva ese toque formidabl
anciana recin nacida que le da una dimensin legendaria. Entre los hom
es el coronel Aureliano Buenda el que ms se destaca. Tambin en l se
mantiene esa lnea de ascenso, culminacin, derrota y olvido, tpica en c
todos los personajes principales de esta obra. Con el coronel, que fue ld
revolucin liberal y el comandante general de las fuerzas revolucionaria
convertido luego en un simple fabricante de pescaditos de oro, en el enc
su taller polvoriento y caluroso, queda expresado el fracaso de todo un
movimiento progresista en contra de los gobernantes conservadores, pe
queda tambin expresado el desengao en que se va postrando el hombr
envuelto en los mecanismos implacables de la rutina cotidiana, de las
mezquindades convertidas en leyes, de las varias burlas hacia ese orgull
imprescindible que es el motivo de toda rebelda. En la descripcin final
personaje, hecha con notable sencillez, Garca Mrquez alcanza un tono
extraordinario, una desolacin acorde con la misma muerte del coronel.
En vez de ir al castao, el coronel Aureliano Buenda fue tambin a la
puerta de la calle y se mezcl con los curiosos que contemplaban el desfile. Vio
una mujer vestida de oro en el cogote de un elefante. Vio un dromedario triste
Vio un oso vestido de holandesa que marcaba el comps de la msica con un
cucharn y una cacerola. Vio los payasos haciendo maromas en la cola del
desfile, y le vio otra vez la cara a su soledad miserable cuando todo acab de
pasar, y no qued sino el luminoso espacio en la calle, y el aire lleno de hormig
voladoras, y tinos cuantos curiosos asomados al precipicio de la incertidumbre
Entonces fue al castao, pensando en el circo, y mientras orinaba trat de segu
pensando en el circo, pero ya no encontr el recuerdo. Meti la cabeza entre lo
hombros, como un pollito, y se qued inmvil con la frente apoyada en el tron
del castao. La familia no se enter hasta el da siguiente, a las once de la
maana, cuando Santa Sofa de la Piedad fue a tirar la basura en el traspatio y
llam la atencin que estuvieran bajando los gallinazos.
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