Los juristas que suscribimos, apelando a la larga tradicin jurdica
catalana, que honramos, caracterizada histricamente por el rigor cientfico de su discurso, llamamos la atencin de la sociedad catalana sobre las siguientes cuestiones:
1. No hay autntica democracia fuera del Estado de Derecho y del
imperio de la ley. El marco jurdico establecido en los Estados de Derecho evoluciona y debe evolucionar pacficamente, dentro del mbito previsto, cambiando y adecuando su ordenamiento en funcin de los signos de los tiempos y las necesidades bsicas de los ciudadanos, en los que reside con carcter exclusivo la soberana del Estado, al igual que en todas las democracias de nuestro entorno.
2. Resulta preocupante constatar cmo ltimamente, en especial desde
algunos medios y sectores, se vienen utilizando en el debate pblico trminos y conceptos jurdicos sin el mnimo rigor exigible.
3. Cuestionar los fundamentos del Estado de Derecho, menospreciando
a los rganos encargados de aplicar las leyes, sea mediante sus resoluciones de carcter jurisdiccional como a travs de aquellas emanadas del mximo intrprete de la Constitucin, no es nunca una opcin lcita ni legtima. Ello supone, adems, poner en peligro nuestro sistema de derechos y libertades nacido con el pacto constitucional, fruto del esfuerzo y compromiso de todos.
4. La plena garanta de los derechos y libertades de los ciudadanos, en
el marco de la Unin Europea, nicamente es posible desde el respeto al ordenamiento jurdico de la Unin y de sus Estados miembros. En el marco de la construccin europea no caben posturas unilaterales ni maximalistas; ni tampoco cabe postular o intentar legitimar la transgresin del marco jurdico vigente.
5. En consecuencia, debemos exigir que el debate pblico recupere, en
primer lugar, el rigor jurdico perdido; y, en segundo lugar, que se desarrolle en el marco del necesario respeto a las leyes y a las decisiones de los tribunales encargados de hacerlas cumplir, garantes de nuestra convivencia pacfica y de los derechos y libertades de todos.