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MIGUEL DE UNAMUNO: UNA FILOSOFIA NOVELADA Katrine Helene Andersen 1a obra de Miguel de Unannno es un caleidoscopio robo jos, inlluencias y confluencias, al jecturas ae colorda, La inmensidad estore yla dvr dela mis iciado que 8 nas an i ais ettuooos yas estore: Enel canna fitctia se le ba Tamed fcinaia racioalit eolutrist, dealin o witty en lca tna en biicano, individualist y socialist hasta fascist y prog Dentro del marco religiso cl catélogo de ausbstos arbi ia variedad de calificativos: se le ha consi toy protestante, mistico yateo, incluso eopiritualiay Chala, Debio alert de pense a a dad de su filosfia, muchos eiticos optan por busca diferencias con oir ilsofos para stare en el Tlosofico actual y encontrar ciertasistematizac ; de pensar que es todo menos sistematico, La wal nuno posee un eardcter mds reflexivo que sis reside su fuerza y su debilidad. En este capitulo tructrayel mstododesu pensamieno fi de ail 2 ob trai es inherent s leo yl {nseparables. Su pensamiento no tiene gén tampoco lo tlene su obra. Su produccién lie na loot, un dis arate cones ‘una filosofia que huye del pensamie Cae mexpicat ava como verdaderaal ble y vital. La novela es como la vida misma Mil 330 ycambiante, tristemente también. ‘temporal, y, por eso, esel modo idéneo de explorar la vida, Unamuno procura su inspiracién tanto en la filosofia como. enla literatura y, ademas de lector metédico y atento, es un pen- ‘sador propenso a las influencias, Muchas ideas confluyen en su ensamiento y son muchos los critics que buscan arqueclogh, camente paralelismos entre la obra del vasco -y la de otros pensa- dores y literatas (Hie 1967; Evans 2005; Anton 2009; Longhurst 2011).' Sin embargo, a pesar de: arrojar luz sobre ciertos aspec {os de la compleja filosofia de Unamuno y posicionarle en ena historia de la filosoffa cada vez mis dispersa, ‘u_pensamiento hace del todo justicia a la ori inalidad de su Pensamiento. La obra de Unamuno es un crisol de ideas y con- “eptos, sin que se le pueda considerar discipulo de nadie. Irrum- In escena dea filosofia en un momento en el que la floss, ‘ europea todavia no ha abandonado del todo la tradi ion ra- 'y en el que todavia se busca un miétodo cientifico para ‘icar el mundo; por eso ha tardado tanto en reconocerse su Yelor como filésofo, Una de las aportaciones més valiosas de Piamuno a le filosofia actual es, sin duda, su innovacién en el Hlado Filosoficoy su afin por buscar ala fe y a los sentimientos W) lwar en ka ontologia del hombre. No obstante, es indudable isten reminiscencias de otros pensadores en st filosofia; eptos que le proporcionan sus varias lecturas a sentimental, instintiva e imaginativa, pero no imita en el panorama filoséfico Hioievv de Unarmuno da cuenta de sus fuentes deins 8», Su coleccién de libres y las notas que Jo tule on the Uncertainties in Bwenteth-and Teneyfirst Peal Miguel de Unamuno the Preursor los paralelerr, Fhe Howtos analitis del siglo XX; mantiene aby que ws desu posterioridad. Luby encuentra en ‘lente a lt novela existenciaista;en su toa. "\ proceder analitico, un precursor al pense 331 hizo al leerlos dejan una clara indicacién de cuales fueron las ideas, filésofos y conceptos que captaron su interés. Ley6a Kant, Hegel, Spencei, Spinoza, Schopenhauer y Kierkegaard, entre otros. BI krausismo se respiraba en el ambiente universitario madirilenio donde estudi6, asi como ciertas ideas del positivismo y el socialismo tuvieron influencia en su formacién intelectual ‘aunque, en el primero de los casos, para apoyar la construccién de un ideario racionalista. El racionalismo unamuniano, sin embargo, no es un racionalismo tinicamente basado en la ra- 26n, sino, més bien, una racionalidad que nunca deja de lado la fe yel sentimiento religioso. Los primeros contactos con Hegel en la juventud dejaron una clara impronta en toda su trayectoria intelectual aunque principalmente conceptual, ya que la dialéctica unamuniana se asemeja més a una construcci6n de opuestos que una verlade radialéctica. La légica de Hegel le sirvi6, a principios de su acti- vidad literaria, como modelo para un pensamiento evolutivo y dindmico, pero, posteriormente, el alemén es sustituido por el evolucionismo mas cientifico y menos abstracto de Darwin, por que lo que verdaderamente preocupa a Unamuno no es un siste ‘ma logico que encierre una filosotia dogmatica y doctrinal, sin «el hombre de carne y hueso» y la existencia de este. Reconoeer al hombre como un ser de carne y hueso le aleja en primer ligt del mundo de las ideas plat6nico, pero también le acerca i It terrible realidad de la existencia del hombre, una realidad init ‘al que da pie al «ansia de no mori» manifestaco a lo lary de toda su obra y en especial en Del sentimiento trdgico de la vill La filosofia auténtica surge de esta tervible realidacl del ‘cuentro entre el hombre mortal de carne y hueso y sti hati jinmortalidad. La buisqueda de satisfaccién de este inti Jo vital de todo hombre se proyecta en la fe y, como ca cia, Unamuno identifica, en gran medida, vida con 6 ‘comparte con el Catolicismo la intencién de delender eal Jo racionalmente, lo cual no hace mas que convertit bt cen teologfa y en una contradiccién. La solucidin del al problema de la inmortalidad y la salvacidn elerivt satisface la voluntad pero no satisface la raz6n, Lat ‘manifestacion intrinseca de la naturaleza del hon lo es su aspecto sentimental, volitivo y mortal; dle eterna contradiccién humana, A Unamuno no le 332 definicion cartesiana del hombre, el hombre no se reduce a un ger Pensante, Es un ser pensante y mucho mas. Unamuno no lega a una conclusién tajante, y ninguno de sus intentos de def el mundo y el hombre restltan definitivos; en eso es conse. cuente. Ni el hombre ni el mundo corresponden a la teorizacién © matematizacién a la que la ciencia los ha sometido durante la «edad moderma.* Mundo y hombre son cambiantes y vitals y, por €s0, hay que adoptar varias perspectivas distintas para llegar a tuna comprension completa de ambos ismo, las categorias kantianas pueden haber ciertainfyencinen el modo dlosotarde Unannun Sances cl campo de batalla metatisico en el que Kant intent reconciliag la razon ya experiencia marca una tendencia en la filosofia pos. ‘rior que pone en evidencia las carencias de una epistemologia «que divide irreconcitiablemente racionalismo y empirismo, y ‘ampoco Unamuno se decanta por ninguno de ios dos.) Sin duda, las ideas de Plain y Schopenhauer han mareado «| pensamiento de Unamuno, aunque més como fuente con. ‘eptual y formal que como influencia ideol6gica. En el caso de Maton el paralelismo entre los didlogas socraticos y el didloge entolégico unamuniano es obvio, Mario Valdés sefala en st introducci6n a San Manuel Bueno, mértir 2002: 47) que la idea platonica del alma como un estado de tensién entre razén y sleseo es un antecedente a la idea unamuniana del alma, Una~ ‘wuno se inspira, sin duda, en la divisién platénica del indivi. ‘Wo sequin la cual Platént divide al individuo en tres: razén, Jn eto Unamano se parece & Huse quien deca la rss dels copes en el ilo XX. Sen Huss, desde Callens cee filers aban ientado worizar an mando que no conspondia aces Je erteacin Sa rica do a stuackon acta avenia ts seed jess ntedo del leony como read, acon aes J Min Alvarez Gomer (2003) seta quelas sanaogios dela exper {fi haniens stint, containers "puctental oes [Pn yen cipncp della queens Ugaen " “icin cuando mantine que a que pasa queda, Alvarc, \ weve er at Cea del sn Pare sree care, opmental carter deta Mri permanciclaypereverancia de Beane bop, iro rv voluntad y deseo; con arreglo a esta division de la repiiblica, ra explorar nuestras condiciones de vida, El querer ser y la Unamuno se limita a describir el yo como un abrazo trégico yoluntad de existir se convierten, a su vez, en una frustracion pero amoroso entre razén y corazén. Platén describe al hom- existencial y en la posibilidad de ser, poroue et lla hatin ot bre como una triada compuesta por la razén que gobierna, la deseo de ser y de no morir, la posibilidad de sere, de ser algo o voluntad que ejerve las normas prescritas por la razén y el de- alguien en el mundo pero, al mismo tiempo, la conciencia de ‘seo que se encarga de las necesidades del cuerpo. La armonia que vamos a morin. centre los tres es el estado ideal que hace al hombre justo y bue- Soren Kierkegaard fue, sin duda, quien més mare6 y deter no. En Unamuno la harmonfa no es un ideal, sencillamente min6 el pensamiento de Unamuno. Son abundantes los estudios porque no la percibe como una posibilidad. Su idea del hom- de las afinidades entre el pensamiento del danés y el del vaseors bre, tanto como la construcci6n de su aparato filosdfico, se basa los eriticos se dividen principalmente en dos ‘grupos: los que con- en un estado de tensi6n. El hombre es un ser en tensién entre sideran que la herencia de Kierkegaard en Unamuno sea princi: vida y muerte, entre razén y coraz6n, entre el ser'y la nada, y su palmente conceptual y los que consideran que Unamunn debe filosofia se basa en la idea fundamental de que cada conceptoe tran parte de su ideatio al filos6fico danés.' Los dos son filéso idea incluyen su contrario. La dialéctica de Unamuno es una {0s cristianos; sin embargo, Kierkegaard encuentra consuelo y dialéctica de suspense; no avanza sino que se mantiene en una salvacion en Dios y en la vida religiosa; la religion y Dies es, situaci6n de tensiGn, y parad6jicamente esta tensi6n es el vehicus Unamuno, no hacen mas que reconfirmat la ‘mortalidad y la frus- Jo de su pensamiento. De aqui brotan todas las preguntas filo- traci6n existencial del hombre de carne y hueso, Hemee inven, séficas y la frustracién de no poder llegar a una respuesta deli> ‘lo a Dios para salvamos de la nada pero paraddjieamente no nitiva, lo cual est lejos de la idea armoniosa de Platon y lejos hace mas que subrayar macstra mortahecd ee de la dialéctica evolutiva de Hegel con la que muchos eriticos 17s un Fl6sofo trigico, lo que no es Kierkegaard. Kierkegaard comparan su pensamiento, {ilosofa para encontrar una sulucion, y la encuentra, rlenk De Schopenhauer, Unamuno hereda el concepto Willi tue Unamuno flosofa para cuestionar;a sabiendas decus pecs embargo, también aqui el espafiol da al concepto un giro pera \ontrarrespuestas. Su filosofia es una filosofia de preguntas nal. La voluntad es, en Unamuno, un asunto intimo y per fleas y repetidas a las cuales no da la respuesta. Son pregun, sla voluntad de existir de cada hombre, mientras que en tn carter gencal per ala ver poseeoh eee penhauer, Ia voluntad afecta a todo lo que es. Es una era twepiiestas carece de método; lo mas que puede hacer el flésols empapa el mundo entero y es la fuerza sustentadara de sbovar tn camino a seguir y dejar que cada lector y cade las cosas, es lo mas parecido a la cosa en si de la que be encuentren su respuesta, De eats monet oy aa Kant. Las cosas se representan, y detras de la aparienelt fin proyecto personal intimo, tanto suyoceey coe lia la voluntad, por eso el mundo consiste de represen etoves, Unamuno expresa en todos sus escritos la frustracion voluntad, pero la voluntad es Io tinico absoluto y lo silt Fliencial queto persiqus antoenausensees cee do alla esencia de la cosa, al tiltimo y fundamental pi hin la cosa, Enel caso del hombre, lavoluntad esl oi del mal porque el querer es prinefpalmente i qi wos stadia de los paralelos entre el pensamientode Kirke. Ji vida nunca es couplets, Usamune onal artnet ese ee ik dela voluntad como fuerza primordial en el hombee I Evans, Evans dstingue entre os escritos de Kierkeoned ‘en.un contexto religioso y existencial, Su objeti¥0 Nt i meulnimo y los publcades con st nomics prop, Hace al hombre en términos absolutos; su filosofia Nig i Ssleaterio ae ene ae el uso de pseudénimo sica, Bs una reflexi6n acerca de la vida y una i . ue los esetitosfrmados por Kierkegaard i pa un conprension de au faa see como vivir sabienda que noestra vida ela * stacisms entre el dangsy Unamune sie ehedog” as. 334 335 No hay idea ni teoria que no conlleve su contrario y en mu- chas ocasiones Unamuno se ve obligado a argumentar a favor de dos posturas diferentes. De este modo, su filosofia se desarro- lla como un juego de opuestos. Los opuestos no se sintetizan ni apuntan hacia un mayor grado de evoluci6n del espfritu, como en el caso de Hegel, sino que crean una dinamica de tensién ¥,a veces, de agonfa que se repite a todos los niveles de su pensa- miento, Es una contradiccién dialéctica que se mantiene en opo- sicidn eterna, Este es el particular modo de filosofar de Unamu- no: funda su filosofia en la contradiccién, tanto a nivel ideol6gi co como a nivel metodologico, ¥ es lo que le lleva ala literatura, ‘Unamuno, igual que Kierkegaard, publicé gran parte de su pen- samiento en obras literarias; al igual que el danés, tras la diversi dad genérica de su actividad intelectual yace una reflexion acer- ca de la comunicaciGn de ideas, pero también es la consecuen- cia necesaria de sus ideas acerca de la existencia. La novela es Teal ala vida misma en su forma y supone una manera de explo- rar la existencia. No explica lo inexplicable, como seria expliear la vida, sino que la pone frente al lector para que este reflexione: y entienda la complefidad de la vida y explore la suya propia Esta idea recuerda a la comunicacién indirecta de Kierkeyaat Kierkegaard desarrolla el método comadrona 0 de comunicit ci6n indirecta para comunicar la verdad existencial. La ver existencial es personal e individual, por lo tanto, se comune mejor dejando que nazca en cada lector como hacia Sdetile cuando formulaba sus preguntas dejando que el sofista eon que estaba hablando legara a sus propias respuesta, La existencial no puede ser dada, tiene que ser encontrado sofista y por el lector. Evans (2005: 27) seftala que Kierkegaard y Unamino parten la idea de la obra como unidad auténoma, los do sideran que sus escritos tienen vidas independientow. esto causa a Unamuno cierta frustracién, porque cal convierte, al leer sti obra, en lector de sf mismo, At novela, descubre cémo se vacfa sobre el papel y com Mt cia queda fijada en papel, lo cual le deja a él vaclo, La perpetua es la escrita y la realidad mundane (erp smuno 2005a: 187) Misioteles y la virtud como término medio, Para Unamuno, la elie eel resultado de una lucha cuya cesién no es un punto Hin objerivamente jado sino un punto que toma coneton, 2. Método y estructura Como he apuntado aqui, la contradiccién es una corriente ‘que fluye en toda la obra de Unamuno. No solamente es la ox tructura de su filosofia una estructura de opuestos, sino que es. {os representan un aspecto imprescindible de la realidad huma- na y de la realidad ontol6gica del mundo. Antagonismos como Raz6n-Corazén, Ciencia-Fe, Universalidad-Individualidad, His. (oria-Intrahistoria y Todo-Nada constituyen polos alrededor de los cuales se centra su filosofia. Sirven para establecer cierto ‘orden en su pensamiento, no para sistematizar aquello gue no ¢s un sistema; son, simplemente, como una puerta que nos per ‘mite entraren el laberinto de ideas y aforismos que constituye el Impo de reflexign del pensador, Son contradicciones que infu Yen a varios niveles y que, por un lado, conducen a la trigica «alidad existencial del hombre consciente y que, por otro, re- presentan una situacién dinémica reafirmante. Desde las pri- tetas publicaciones, Unamuno parece hacerse las preguntas buscando la respuesta ona afiemacin de un posible contraio, "como al casticismo integra ensayos que exponen algunos de los problemas fundamenales que dest van sbacsonee al ‘wior En comdn tienen un planteamiento ontolégico como afir- {ucion de a verdad a trvés de los contradictorios. Advierte inamuno al lector, Me conven ambien preven od tor repeco aati icone rae eas te age ery 9 sot res gue le parecer allay Sule muense a veda eo vl nso mad pore métodlaenecton oes ae elchsin de osestemon que cons juego secon ant ritn dela ny atslo aga camer ‘seta ra ynebatns Bapeterbe nen Secinesens to ldeatimaeionaltematva deo contsdicenon ss ete Uhichacer rear i fac de lgenveron nto tee pata que el medio tree ead, auc os ease Weho [200Se: 129]. “ a Heiende crear con esta idea un paralelo a la ética de 337 cia de los extremos que lo engendra, Es decir, no se trata de una idea de tesis contra antitesis que se reconcilian en una sin- tesis para incorporar y anular los dos extremos que han dado pie a ella, sino de una lucha constante entre contrarios que se conirastan y se reafirman continuamente. La verdadera com- prensién del mundo no es univoca, sino que constituye una contradiccién dialéctica que se refleja en el plano epistemol6- gico, el plano ontolégico y el plano metodolégico. En el plano ontol6gico, el hombre existe en un estado de suspense entre vida y muerte, entre el ser yla nada; en el plano metodolégico, el didlogo es una constante en sus obras narrativas —el texto entra en didlogo con el lector para que el lector interprete y Juzgue por su cuenta—, Se crea asf una accion continua, un vaivén en el que un extremo lleva a otro, no porque cada extre= ‘mo en sf conlleve su contrario, sino porque el vaivén supone la existencia de un tercero, de una rafz, en cierta medida, comiin ‘que engendra la fuerza y el movimiento y crea lo que Unamuno ama ef ritmo de ta vida. En cada reflexién, Unamuno se ve obligado a argumentar favor de la idea y de su contrario. Asf, el tema de Espatia It europeizacién viene a ser tina reflexidn acerca de la nacional zacion y la internacionalizacion, Precisamente porque no de habiar a favor de una de ellas en exclusiva, la respuesta encontrarse en la disputa misma. La batalla entre las dos ciones desemboca en el vaivén continuo y dinamico que: dra conciencia de la situacién. Unamuno no dicta sentet parece estar susurrando al ofdo de su lector continuaimenie larealidad es mas compleja de lo que parece. En «Verda ¥ pregunta si hay que buscar la vida en la verdad o la ver vida y acaba por resolver que scan en ambos. El « dad por la verdad misma eleva y fortifica el espititih ¥ c’chos los ejemplos del valor préictico de tna especulacl0i (1951: 1, 382), pero no eso mismo buscar la verdad se a ella, El error mas grave de la ciencia es reduc lt tun dogmayy convertirla en algo inerte. Los cientilies ten los principios y dogmas filosoficos derivados de nes cientificas en una religi6n y se rinden frente § li z6n demuestra ser la verdad, pero la sumisién del te a.una verdad racional y objetivamente fijad eleva, sino que humilla el corazin, La fe 6 ih 338 convertiren religion aquellodictado y engendradlo por la raz6 deviene una paradoja. Sin embargo, la creencia taunpoco debe tomarse como una verdad en si. También el creyente debeeae ‘minar los fundamentos de su verdad. La verdad debe buscar ‘en todo y continuamente: : Y he aqui cémo se enlazan la verdad en la vida y la en la vida y la vida en Ja verdad, yes que aquellos que no se atreven a buscar la vida de las ue de las que dicen profesar como verdades, jamds viven con, verdad en la vida. El creyente que se resiste a éxaminar los um ements de rvenciaes un hombre que vive en insnceidad Yen mentira. E! hombre que no quiere pensar en ciertos proble- ‘mas etemos es un embustero, y nada més que un embustero[ 1951 aoa yi que un embustero[1951: Razén y fe se fusionan con la vida en la basque re sd Ningunadeas ds bssta po scl, sino ea seen ‘nutuamente. La fe se apoya en la razén para darse a conocer y «on en la fe para hacerse relevante en cuanto a la vida y no “seren el abismo de los dogmas cientificos, Sin fe en la razén, el ‘onocimiento producido por el raciocinio pierde <1 valor |... sila f, la vida, no se puede sostener sino sobre razén que la haga transmisible—y ante todo transmisiblea mi mismo, esdecin, relleja y consciente—, la razén a su vez no puede sostenerse sine ‘bre fe, sobre vida, siquiera fe en la razén, fe en que ésta sive [par algo mas que para conocer; sive para vivir Y, sin embargo, ni |i foes wansmisibleo racional, nila ran es vital [1999: 153), | razon, que hasta Nietzsche habfa marchado triunfalmen- 1 por lu historia de la filosofia europea sufre con Unamuno un wolpe. La raz6n ya no es garantia de certeza y la raz6n no Hale Por sf sola, se sastiene sobre la fe, pero no una fe que le Heele voberania absoluta en la busqueda del conocimiento y lw, sino una fe que la reine con la vida. La razén sirve Hy la ciencia, pero no debe alejarse de la vida préctica, |i vuelta al dicho medieval de que «no se quiere ile no se haya conocido antes» y mantiene que «no se He twa quie no se haya querido antes» (1999: 153), Detris Hhueimiento se esconde el deseo de conocer Ese deseo de fe Yeliiculo al conocimiento y como método para la espect- 339 conocer se traduce en el deseo de ser y de existit,y se manifesta mejor que en ningtin otro sitio en la novela, como vamos a ver mas adelante. La raz6n y la especulaci6n te6rica constituyen el método principal de la ciencia. La ciencia en sf no es un fin sino un as- pecto del aparato filoséfico de Unamuno, La ciencia es admira- ble, no como cientificismo que dice guardar la verdad irrefuta- ble sino como una posible via de la verdad, tiene su razén de ser como poder explicativo por lo desconocido, el mar de Ia nada, que la rodea y la delimita (1951: Il, 516). Los cientificistas igno- ran que en tanto que creen descubrir las incégnitas del mundo, el campo de lo desconocido erece. Forma parte de su modo de ser el permanceer en la continua lucha entre lo explicable y lo inexplicable, lo tangible y lo intangible. Unamuno es consciente de las limitaciones de la ciencia y de esta «nada crecient jntenta dar sentido a la ciencia dentro de un universo que tam> ign concede un lugar privilegiado a la fe. Pero la ciencia no debe confundirse con el conocimiento. El conocimiento esti primariamente al servicio del instinto de conservacién (199) 94) y tiene, por lo tanto, una funcién primordial y vital en Ia existencia del hombre, mientras que la ciencia a menudo se ale ja de la vida personal de cada hombre. El instinto de conservacién es el fundamento de cada hom bre y de este instinto brota la razén El hombre no vive solo siti en sociedad y por eso Unamuno puede decir que la raz6n es ai producto social (1999: 95). Da la vuelta ala idea tradicional ie inserta la razén como aquello que nos define y dice que la 1h es un subproducto de nuestra manera de existir: Deriva de necesidad de articular nuestro pensar, que es lingiistien, lenguaje interior brota del exterior. Es decir que gracias a tenido que articular una idea refinamos nuestro pens ¥ ‘mos nuevas ideas, por eso la raz6n es social y contin, THe razén de ser como vehiculo al conocimiento reflexive ps puede ser aquello que nos defina como seres humanos y que nos garantice un conocimiento absoluto come pre sea la ciencia, Tanto la ciencia como el arte apuntan a una whl el tema de la individualidad y la universalidiad 0 ge de la maxima importancia porque est vinculado al pl to ontolégico, A Unamuno le preocupa en grit 340 ‘en especial, el yo en relacién con el mundo. Por un lado, busca reafirmar y delinir la existencia del hombre a través de su rela- cién con el mundo y, por otro lado, dicha relacién no le resuelve Jas dudas y as especulaciones que siente en su interior; lo queen gran medida puede ser considerado la sede de su verdadera de- sesperacién, En el interior del hombre tiene lugar una lucha eter= na, la lucha entre el yo escéptico y el yo mistico. Esta lucha continua de opuestos en el interior del hombre es la condicién inevitable bajo a cual vive el hombre y lo que verdaderamente le constituye. En Del sentimiento trdgico de la vida describe Unamuno cémo dos componentes, la desesperacién sentimental y volitiva y el escepticismo racional, se encuentran frente a frente en el fondo lel abismo y se abrazan. De este abrazo trigico y «entratiable- mente amoroso» (1999: 149) brota un manantial de vida, una vida seria y terrible, No es unién, sino el abrazo tragico y, sin embargo, amoroso. Se reafirman en este abrazo el corazén y la la desesperacién sentimental y el escepticismo racional nbatcn continuamente en una batalla en la que no hay espe- ‘ranza de victoria; esta es la realidad luchadora del yo, o, mejor dicho, de los yoes interiores. Es causa de gran frustracién y deses- pperaciGn el existir al tiempo que esta tensiGn subsiste en su inte batalla es una relacién de opuestos como es en todos los aspectos de la filosofia de Unamuno, pero el espiritu de la Vala ea voluntad el quere se, que cobra su mejor manies- ) Hi querer ser y la novela J novela le concede a Unamuno la posibilidad de conocer I (walidad y la existencia humana, pero no es exclusivamente 4) tnodo de estudiar la compleja personalidad del hombre, sino {ye © una manifestacién lingtistica de la personalidad y de la ‘vera nis auténtica del hombre: la voluntad y el ansia de vivir J hovola es, a la vez, la mejor manera de estudiar la vida y una Henilestacion de la vida misma, En el «Prélogo-epilogo» a la [pula etictondeamory pedagogia publicado en 1934 pregun- prt sides, as ens inal Preto Snir concn sonal ers ea, eh ee ednaeea eae Se es ea a cae fees gh ie pea aca o egret aaa Ya aliadeg a Obra Dina Comey Se en ade) a Par anbln a Bes Se oe ee an yatta oP Se ee aca facia pater ee ings Eocngebe cl sto oO ibs Las ideas intelectuales no satisfacen el affin de explicar la vida y el universo porque tanto hombre como vida son mas que mera raz6n. Por eso Unamuno enfatiza repetidamente en Del sentimiento trégico de la vida que «lo que va a seguir no me ha ssalido de la razén, sino de la vida» (1999: 161) y que entramos enum sinfin de contradicciones «cuando queremos casar la vidi yy la razén» (1999: 101), Unamuno es consciente de que para transmitir su filosofia tiene que racionalizatla en cierto modo, porque la manifestacién lingifstica de una idea conlleva uit racionalizacion ya que el lenguaje es sistematice y racional, NO obstante, en la novela encuentra la forma de reflexionar aeeri de la vida sin sistematizar ni teorizar. Se antepone a Milan dera quien en su Arte de la novela argumenta que la novels explica sino explora la existencia. Kundera considera a Cet tes el gran creador de la Edad Moderna junto a Descartes: ‘que si Descartes introdujo un cambio a nivel ideological co al cambiar la éptica de la filosofia occidental, Cerya trodujo con su novela polifénica una nueva comprel mundo tanto como una nueva via de comprension, isle punto es para Kundera decisivo, porque «la cespreciailt cia de Cervantes» radica en el aspecto composilive el aspecto ideolégico, ya que la novela de Cervantes camino paralelo a la historia de la Edad Moderna rm, el principal valor del Quijote yace precisamente giledad y relatividad. A toda interpretacion que trar en el fondo de la novela una posicidn moral més importante: la interrogacién. Ese acerca vyese discurso apodictico pierden de vista lo que ‘el espfritu» de la novela. Dice que la biisquedl 342 Ja tendencia a ordenar el todo bajo la mirada de un Juez supre- ‘mo, es sintoma de la incapacidad humana de aceptat la relativi- dad esencial de las cosas humanas y la ineapacidad de aceptar Ja ausencia de certeza, La sabiduria de la novela es también una sabiduria de la incertidumbre la cual es dificil de aceptar (Kunde- 22004: 17-18). Sin embargo, la gran aportacién de la novela de Cervantes a la historia posterior es precisamente el principio de la incertidumbre expresado en su composicién y estilo, de modo que la novela de Cervantes, segtin Kundera, adelant6 al- trunos de los problemas a los que se iba a enfrentar posterior: ‘mente Europa cuando Husser! proclama la crisis de las ciencias la filosofia europea y occidental. Husserl conjetura que las ciencias ya filosofia entraron en crisis porque su método es anticuado, porque la matematiza- ion del Zebenswelt introducida por Galileo ha quedado desfa- suila y pierde de vista el ser verdadero. Su empetio en ser con- eveto ¥ técnico no llega a la verdadera condicién de las cosas, ino que es una ciencia de las apariencias. Heidegger lo llama «| olvido del ser» y parafrasea la verdadera pregunta metalisi- © (qué es el ser? Kundera dice que la novela se acerca a la \nisma pregunta, pero no la contesta, porque la novela no es un, snanual ontolégico, sino que la novela muestra al hombre en, §i) contexto, La novela como género nos ensefia quienes so- ‘08, nos habla de nosotros mismos en nuestra verdadera con- sHislon, porque pregunta y no responde unfvocamente. La no- spvesa nuestro interior pero sin dar respuestas defi Hv ello veside la riqueza de este género: «El espfritu de la Syivel es el espfritu de la complejidad. Cada novela dice al lec- $6) “Las cosas son mas complejas de Io que tt crees’» (Kunde- #1004 29), En Unamuno, la novela no solo manifiesta la com- Jilad dle la realidad y explora la existencia, como apunta Histor, sino que, ademés, expone las dudas y las frustracio- ly 9) autor, La novela Te proporciona los remedios para + fonnilar las preguntas flos6ficas que tanto le persiguen Jie dle su vida y para poder explorar la existencia sin Swtimarla. Rompe con todo género establecido y convierte eel en Hivola, La novela es para Unamuno un microsco- + sual lo vida puede ser contemplada y explorada y, al # MWempo, es la vida misma. Bs donde nuestro afin de Mejor ve expresa, Heidegger (2006) encuentra en la poesfa una via de acceso a Ja verdad. La poesia es una manifestacién de la verdad porque no esté al servicio de nada. La palabra poctica es la fuerza sus- tentadora del Dasein* y de nuestra historia. La poesia no se redu- ‘ce a una idea, es la manifestacién més auténtica de la verdad y del Dasein. Es el Dasein porque existe por yen si sola. Elarte, en especial Ia poesia como un grado privilegiado del arte, es una ‘manifestacién de la verdad, no porque revela la verdad sino por {que deja surgir y manifestarse la verdad como en tn acontecer. La palabra poética no es un recurso 0 método para expresar el ser o la verdad, es el ser y la verdad ‘Unamuno considera la novela como Ja manifestacién de la fuerza volitiva del hombre, de la fuerza mas auténtica del hom- bre, es el nicleo de su ser. Leer una novela supone re-escribirla, re-vivirla o re-crearla y en la re-creacién de la novela lector, au~ tory personaje son recreados también, Por eso la novela es mis ‘que mero método, parte de nuestra existencia, como la palabra poética en Heidegger. En el prélogo a Tres novelas ejemplares yun prélogo Unarnte no pregunta qué es lo més intimo y real de un hombre, y la res ‘puesta es: c] querer ser: El querer ser es la base de toda ser: Enki fiza que no eslo mismo no querer ser que querer no ser, porque el ‘que quiere no ser lo quiere siendo, igual que creer es querer creer ‘saber es querer saber. De este modo, el querer ser viene a ser el niicleo de la existencia, porque en la voluntad habita el alin de ry el afan de vivir y de perdurar es la vida misma. El queret ser yo es una afirmacién de la existencia. No es querer sera {que no se es, ¢s simplemente querer sery vivir, Es la voluntid cexistr, yesa voluntad va vinculada al hecho de que vamos # 4 jar de ser, vamos a morir, y est, por lo tanto, vinculacla tam a la agonfa, Esta voluntad no define quiénes somos pero esencia de nuestra existencia. Experimentar el querer p alcanzar un punto de acercamiento maximo al saber que ‘mos como también es la manifestacién mas autcntica dle ‘traexistencia, Lo mis real, lo mas intimo y lo mas croatl ail hombre es su voluntad de exist: La realidad no se delhi ‘manifestacién exterior sino por su causa: ~ 6 Teideguer define la existenci dl ser human como in A cence mundo. 344 eee eee See pie Le Sikes emcee: pee Prstica creative de un hombre? Sea hombre de carne Don Quijote estan real como Cervantes; Hamlet @ Macbeth tan. ma, Ileguen al mundo [2004: 30-31]. La realidad es real y eterna, y se puede expresar con realis- mo, es decir que por medio del ealsto la telidad se presenta

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