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-ciciembre, 21 El abuso sexual por una figura pate encuentro entre amor y traum: Simone Ha: Introducei6n, Durante sus primeros aftos de préctica terapéutica, Freud traté a un gi rntimero de pacientes diagnosticadas como histéricas. Seguin la tesis de Chat acerca de Ia etiologia de esta neurosis, se trataba de buscar el trauma que fa desencadenado los sintomas histéricas en esas paciente: y cada vez mas con un método que se volveria el d +hos de los traumas involucrados en la etiologia de la n Itaron ser seducciones de algiin tipo, lo cual llevé a Freud a elabo! Esta tesis fue abandonada en 1 a partir de ese momento la fantasia inci ciente tuvo el lugar preponderante que posee a la fecha en el psicoanalisis, decir que lo decisivo en la formacién de sintomas ya no es el trauma, sin amor por los progenitores, y las fantasfas resultantes de ese amor. Cuando nos encontramos con el caso de un paciente que realmente sul tuna seduccién en Ja infancia, nos enfrentamos con dos series de feném¢ Jas fantasias que pudo tener respecto de la persona que abus6 de él (0 de el y elhecho real del abuso, sin duda traumatico. :Cual es la relaci6n entre ‘dos conjuntos de fenémenos? En este trabajo se intenta trazar el recorrido del pensamiento freudi -rca de la histeria entre 1888 y 1897, y se destacan las oscilaciones que lo fue presentada en el Congreso Nacional de P ‘Oaxaca, 2004 Psicoandl principio pt Juso sexwal por une figura paterna: enc 21 ro entre amor y trauma la obra posterior de Freud entre el lugar que dio al trauma y el que fantasia. Describiré el paso que dio al abandonar la teoria de la seduc- loptar la del complejo edipico. Asimismo, intentaré demostrar que en se produjo un brinco teérico que es ahora el responsable de inter- ynes sobre la relacidn entre deseo y abuso sexual. ria y conversién Ino de los primeros textos de Freud que tratan el tema de la histeria '888) contiene la caracterizacién que tenia de esa psicopatologia en 's prepsicoanaliticos. Retomando la definicién de Charcot, Freud, \jue la histeria de otras afecciones nerviosas, en particular la neuraste- ne como “una anomalia del sistema nervioso que descansa en una tribucion de las excitaciones [...” (p. 62). En la grande hy logia se compone de ataques convulsivos, zonas histergenas, per- 's de la sensibilidad y de la actividad sensorial, parélisis y contrac- que la totalidad de los sintomas mencionados sean la trasposicién de excitacién psiquica en un sintoma permanente”. De hecho, en el texto sobre las neuropsicosis de defen- |, Freud se refiere a la aptitud para la conversién como “el factor ca- ico de la histeria” (p. 52). En un texto posterior (Freud, 18%6c), js encontrar otra caracteristica no conversiva de los histéricos: la jn entre estimulo psiquicamente excitador y caso Dora (1905a, p. 27), Freud afirma poder lamai “en quien una ocasién de excitacién sexual provoca predominante- ‘exclusivamente sentimientos de displacer”. Finalmente, en los Tit (1905c), se puede leer: “Bl carécter histérico permite individualizar una de represién sexual que rebasa por mucho la medida normal” (p. 148); y ambién presenta el siguiente par de opuestos: “tuna necesidad sexual hi- fica y una desautorizacién de lo sexual que va demasiado lejos" (p. 150). {, podemos constatar que, con el tiempo, las concepciones de Freud se fueron desligando de la conversion. A este respecto, jen dlestaca que el proceso de la jin sirvi6 como modelo para la psicopatologia desde antes de Freud, Imente con Charcot; a causa de este papel hist6rico, la teoria y la téc- ;naliticas se han basado, en sus inicios, en el estudio de la conver- de la histeria. Por otto lado, la tendlencia general de las publicaciones as es asimilar la conversién a la histeria, como si no puclieran if conversiones sin un cuadro histérico. 2 wa pat io entre amor y tra La etiologia de la histeria Bis denotar que, aunque algunos de tos historiales| xl en este volumen, por ejemplo el de Katharina, beth von R,, exhiben un claro contenicio sexual, Freud no parecié perca- lo en su momento. Al contrario, a pesar de que se dice que Breuer posteriormente de Freud porque éste insistia sobre el papel de la se- xl en la etiologia de las neurosis (ver por ejemplo Jones, 1953), en la sérica de Estudios sobre la histeria, redactada por Breuer, se puede leer: ‘asombroso que la noche de bodas no produzca con més frecuencia efec- senos, pues harto a menudo ella no trae por contenido, desdlichada- una seduccién erdtica, sino una violacién” (pp. 255-256). Un poco mas fe, Breuer afirma que “los histéricos enferman por [las necesidades se- , y en buena parte por su empenio en combatirlas, por su defensa fren- ‘exualidad” (ver también Rodrigué, 1996, pp. 253-254). El mismo Freud 6 posteriormente que Charcot y Breuer “tenian una aversidn personal” hipstesis de una etiologia sexual para la histeria (1896c, p. 199), aunque bien fueron ellos, junto con el ginecélogo Chrobak, quienes llamaron pri- su atencién sobre dicho papel de la sexualidad (1914, pp. 11-14). ‘sal final de 1895 cuando aparecen los primeros esboz0s de la teoria de la {én en la correspondencia con Fliess; en la Carta 76 (del 15 de octubre), puede leer: “zYa te he comunicado, oralmente o por escrito, el gran secreto 10? La histeria es la consecuencia de un espanto sexual/presexual. La neuro- bsesiva es la consecuencia de un placer sexual que después se mudé en re- (p. 147). una larga carta a Fliess fechada el 6 de diciembre de 1896, Freud escri- histeria se me revela cada vez mas como consecuencia de perversion | seductor; la herencia, cada vez més, como seduccién por el padre.” Mas te en la carta, Freud describe el caso de una paciente suya con un pa- ceductor y un hermano que también lo fue, y del cual se descubre que fue \cido por el padre. Muchas de las cartas correspondientes a esa época sstran una actividad detectivesca de Freud, quien parece buscar seducto- por todos lados. Por ejemplo, en la carta 116 del 11 de enero de 1897, de- sstar “sobre el rastro” del “propio seductor [de uno de sus varones ricos que ha llevado a la mayor de sus hermanas a una psicosis histéri- 116 de abril, Freud escribe: “La ingeniosidad en la resolucién de la hi jue me ha faltado, consiste en el cescubrimiento de una nueva fuente que proviene un elemento nuevo de la produccién inconsciente. Me re- a las fantasfas histéricas, que regularmente, segiin veo, se temontan has cosas que los nifios oyeron tempranamente y s6lo supletoriamente \prendieron. La edad a la que recibieron esas noticias es muy asombrosa, Los primeros escritos de Freud, asi como sus cartas a Fliess, nos permiter rastrear el camino que recorrié el pensamiento freudiano para llegar a su tia de la seduccién y posteriormente abandonarla. La primera mencién conocida de un abuso sexual (sefialada en una nota al pie de pagina) en un escrito de Freud data de 1892 y se encuentra en el Ma: nnuscrito A (Freud, 1887-1904, p. 25), donde se mencionan la masturbacion ps un tercero y los traumas sexuales como causas posibles de la neurosis de an: gustia. Cabe sefialar que, en sus escritos de aquella época, Freud usaba fre: Cuentemente el término de abuso sexual para designar una masturbacié excesiva, mientras que las palabras seduccisn, atentado, espanto denotaban I que hoy lamarfamos un abuso sexual.? Esto se puede comprobar en varios textos, por ejemplo Freud, 1896c, p. 206, y sobre todo las cartas a Fliess (Mi muscrito C/2, Cartas 24, 33, etc.). De cualquier manera, si bien Freud empeza baa considerar que la neurosis de angustia podia tener una causa sexual, aquel tiempo, siguiendo a Charcot, todavia consideraba la herencia como ¢] factor primordial en la etiologia de la histeria (Freud, 1893a). Entre los otros factores, llamados accidentales (agents provecateurs), se encontraba, en prim lugar, el trauma: “un fuerte trauma corporal, acompafado de terror y parsili ‘momentnea de la conciencia, despierta una predisposicién histérica inad ida hasta entonces [..1” (p. 56) Es importante destacar que, dos paginas més adelante, Freud advierte qu el desarrollo de perturbaciones histéricas requiere “una especie de periodo d incubacién 0, mejor, de latencia, durante el cual la ocasién sigue produciend efectos en lo inconsciente”, Esta tesis también proviene de Charcot (asi com de Janet), para quien el disparador de la histeria no es el trauma en si, sino st recuerdo (Nasio, 1990; Rodrigué, 1996). En su articulo sobre los miecerisios hi téricos, Freud (1893b) establece una analogia entre la parilisis traumética y histeria comtin (no traumética), con la diferencia de que en la etiologia de I histeria “rara vez se comprueba un solo gran suceso, sino que se asiste a serie de sucesos plenos de afecto” (p. 32). La conclusién de este texto es q también las histerias no traumsticas pueden ser consideradas trauméticas, el sentido de que se remontan a unas representaciones que no se pudieron tra: mitar; en este caso, se habla de trauma p: ios sobre la histeria, Breuer escribis que el histérico padece de reminiscencias (Breuer y Freud, p. 231) Zn lo sucesivo, usaré ‘érmino “abuso sexual” en sus We, la Carta 126, del 2 de mayo, ‘evencia de lo que nerd la teoria de ta seduc He obtenido por primera vez una vislumbre cierta sobre Ia estructura de la fas. Un segundo discern afectado por la represién histeria no son en verdad los recuerdos, porque ningsn ser humano se entrega sin razén a una actividad rememorativa, sino impulsos que derivan de las esce- nas primordiales (p. 254). ‘Como se destaca en una nota al pie de las Cartas, en aquella época Freud designaba por escena primordial “una escena real de seduccisn, principalmen= te con el padre”. Estas nuevas hipétesis de Freud se parte del Manuscrito L, anexo a la misma meta parece ser la de llegar a las escenas primordi sigue directamente; en otros, s6lo por rodeos a través de fantasias. s levantados para bloquear el acceso a :dneamente a la tendencia de refinar los recuerdos, de sublimarlos. Son establecidas por medio de las cosas qu fueron oidas |.” (p. 256). Lo que se puede entender de los precedentes extractos es que, en leraba las fantasfas de sus pacientes como una defensa qui histeria (doce mujeres y seis hombres), algunos combinados con neurosis ob= sesiva. Estos pacientes relataron vivencias sexuales ocurridas en la infancia, que Freud clasificé en tres grupos: abusos aislados perpetrados por adultos ajenos a la familia; relaciones amorosas mantenidas durante anos con un cui= dador o un pariente, y relaciones mantenidas hasta la pubertad entre dos her- manos de sexos opuestos. En el caso de abusos sexuales, Freud los define como “experiencia precoz. de relaciones sexuales con irritacién efectiva de las partes

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