Aprende a Envejecer

Lilia G. Trevio Villarreal

El anciano debe ser como la Luna: Un cuerpo destinado a dar luz. Evita actitudes y gestos de viejo derrumbado. La cabeza gacha, la espalda
encorvada, los pies arrastrndose. No, no caigas en esto. Que la gente dirija un piropo cuando pases.
Cuida tu presentacin todos los das, vstete bien, como si fueras a una fiesta. Qu ms fiesta que la vida misma! No te encierres en tu casa, ni
en tu habitacin. Nada de jugar al enclaustrado, ni al preso voluntario. Sal a la calle y al campo de paseo. El agua estancada se pudre, la
mquina inmvil se enmohece.
Ama el ejercicio como a ti mismo. Un rato de gimnasia, una caminata razonable dentro o fuera de la casa. No hables de tu vejez ni te quejes de
tus achaques, pues acabaras por creerte ms viejo y ms enfermo de lo que en realidad ests. Y te harn el vaco, y nadie quiere estar oyendo
historias de hospital, dejar de auto llamarte viejo y considerarte enfermo.
Cultiva el optimismo. Al mal tiempo buena cara. Se positivo en tus juicios, de buen humor en tus palabras, siempre de rostro alegre y amable.
Trata de ser til a ti mismo y a los dems. No eres un parsito ni una rama desgajada voluntariamente del rbol de la vida. Bstate hasta donde
sea posible y ayuda. Ayuda con una sonrisa, con un consejo, con un servicio.
El trabajo es terapia infalible.
Cualquier actitud laboral, intelectual, artstica... es medicina para todos los males.
Mantn vivas y cordiales las relaciones humanas, las que se anidan dentro del hogar, integrndose a todos los miembros de la familia. Ah tienes
la oportunidad de convivir con todas las edades: nios, jvenes y adultos, el perfecto muestrario de la vida; luego ensancha tu corazn a los
amigos no sean exclusivamente viejos como t. Huye del bazar de antigedades.
No pienses que todo el tiempo pasado fue mejor. Djate de estar condenando a tu mundo. Algrate de que entre las espinas florezcan rosas.
Positivo siempre, negativo jams. Recuerda que la vejez no es cuestin de aos sino de estado de nimo.