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20 de Enero Reflexión Viernes 2 Ordinario
20 de Enero Reflexión Viernes 2 Ordinario
Salmo responsorial: 84
R/ La misericordia y la fidelidad se encuentran.
+ Mustranos, Seor, tu misericordia / y danos tu
salvacin. / La salvacin est ya cerca de sus fieles, / y la gloria
habitar en nuestra tierra. R.
+ La misericordia y la fidelidad se encuentran, / la justicia
y la paz se besan; / la fidelidad brota de la tierra, / y la justicia
mira desde el cielo. R.
+ El Seor nos dar la lluvia, / y nuestra tierra dar su
fruto. / La justicia marchar ante l, / la salvacin seguir sus
pasos. R.
Reflexin:
Primera lectura: Para poner como respaldo la Palabra en
el camino emprendido por Jess y su movimiento y seguido por
las primeras comunidades cristianas, el autor de la Carta a los
Hebreos encontr varios testimonio de la tradicin bblica. Pone
la experiencia de Abraham y Sara quienes en los orgenes
haban emprendido ese nuevo camino tras la promesa de Dios:
tierra y descendencia. Recuerda tambin a Moiss quien fue el
lder de todo el proceso del xodo. En das pasados tambin
recordamos cmo hace ese paralelo entre el sacerdocio de
Melquisedec y la propuesta nueva del sacerdocio de Cristo.
Hoy retoma un texto de la tradicin proftica, de Jeremas
quien ejerci su ministerio en uno de los momentos ms
cruciales de la historia del pueblo: la invasin y destruccin
parte de las tropas de Babilonia y la posterior deportacin. En
medio de la profunda crisis que viva el pueblo en tiempo de
Jeremas, sin templo, sin sacerdotes, sin ritos, sin reuniones
litrgicas, sin tan siquiera libros sagrados, entonces el profeta
dice, pues Dios se las ingenia para estar cerca del pueblo: voy
a grabar la ley en los corazones.
De igual manera, el autor de la Carta a los Hebreos dice,
pues lo mismo hace Dios ahora con nosotros en este camino
que estamos emprendiendo. No tenemos templos, nos reunimos
en nuestras cosas. No tenemos ritos de purificacin, nos
reunimos para comer y para orar juntos. No tenemos
sacerdotes, el sumo sacerdote es el mimo Jess y todos
participamos de ese sacerdocio si vivimos como l entregando
nuestra vida generosamente.
Para el autor es evidente que esa nueva alianza de la que
hablaba Jeremas la estaban viviendo ellos en ese preciso