Está en la página 1de 6
Conlon Nancarrow, poeta de la pianola John Rockwell A principios de este aio, Gyérgy Ligeti, que es uno de los mas conocidos compositores en el mundo, escribié una carta desde Viena dirigida a Charles Amirkhanian en Ber- keley, California. Amirkhanian es, entre otras cosas, el productor de una serie de discos bajo la marca Arch 1750 de uno de los menos conocidos compositores del mundo, Conlon Nancarrow. “El verano pasado, encontré en una tienda de discos de Paris los discos que usted hizo con Conlon Nancarrow”, dijo Ligeti. “Escuché la musica e inmediatamente me en- tusiasmé. Esta musica es el mas grande descubrimiento desde Webern y Ives.” Ligeti continua diciendo que ha estado promoviendo avidamente la musica de Nancarrow dentro de su amplio circulo musical europeo, que proyecta escribir articulos criticos en prestigiadas revistas musicales europeas y que ha animado a diversas estaciones de radio alemanas para que encarguen nuevas obras a Nancarrow. “Por favor comuniquele a Nancarrow de mi interés y entusiasmo”, agrega Ligeti en su carta. “Su musica es total- mente original, disfrutable, constructiva y al mismo tiem- po emotiva. Para mi, es la mejor musica escrita por un compositor vivo actual.” En parte como resultado de este entusiasmo, pero mas por el proselitismo de Amirkhanian y otros en el area de San Francisco, Nancarrow —nacido en Arkansas en 1912— dejé su casa en la ciudad de México hace unas cuantas semanas para visitar este pais por primera vez desde 1947. Su visita fue el punto culminante del festival anual New Dp Music America, que rota de ciudad en ciudad, y que tuvo lugar en San Francisco hace dos semanas. Nancarrow recibi6 una ovacién de pie cuando su musica se interpreté en el festival, y fue homenajeado la siguiente mafiana en una mesa redonda de panelistas que incluia a varios pro- minentes compositores de vanguardia que han admirado su musica. Pero uno podria preguntarse, gquién es Conlon Nancarrow? La respuesta entrafa una historia casi tan pintoresca como su musica. Nacido en Texarkana, estudié musica primero en Cincinnati y después en Boston con Walter Piston, Nicolas Slonimsky y Roger Sessions. En 1937 se incorpor6 a la Brigada Lincoln para pelear en contra de Franco en Espana. Como resultado, dice él, fue hostigado por el gobierno de los Estados Unidos. Se mudoa la ciudad de México en 1940 y ha vivido ahi desde entonces, desempenando empleos diversos y, mas reci- entemente, sosteniéndose con lo que él llama “una mod- esta herencia”. Regres6 a los Estados Unidos en una ocasién en 1947. Pero actualmente ya es un ciudadano mexicano, y hace 15 anos se le nego una visa cuando intento otra visita. De hecho, por esta raz6n contempls el proyecto del viaje a San Francisco este mes con una considerable inquietud. Se le otorgé la visa sin ningun problema. Pero él se pregunta si esto fue sélo porque la embajada de las Estados Unidos en México, que procesa solicitudes de visas por centenares cada dia, perdié su expediente en medio del desorden. Nancarrow se mantiene como un ejemplo clasico del tipo de compositor que ha desempenado un papel impor- tante en la musica norteamericana —ciertamente, para al- gunos, el papel principal. Asi, es el forastero solitario, el hombre que crecié ignorante 0 desafiante o simplemente indiferente a las tradiciones recibidas, aventurandose por 13 su cuenta, aunque algunas veces excéntricamente. Solo en este siglo, uno piensa en Charles Ives, Carl Ruggles, Henry Cowell, Virgil Thompson, Harry Partch, John Cage, Lou Harrison, Terry Riley y muchos, muchos mas -ninguno comparable a los otros, pero todos unidos en sus diferentes singularidades. Su condicion de forastero sdlo se reafirma por su hogar en México, que lo mantiene muy lejos de cualquier tenden- cia de la nueva musica norteamericana; pero dada su natu- raleza hermética, esta igualmente ajeno a cualquier escuela de musica vanguardista mexicana. Su musica temprana es todavia muy poco conocida, aunque parece anunciar su musica posterior. A fines de la década de los cuarenta, adopté el medio que se ha con- vertido en su unico vehiculo: la pianola -uno de esos ins- trumentos que solia estar tranquilamente en los hogares de clase media, y que ciertamente estuvo en la casa paterna de Nancarrow durante su infancia. Lo que Nancarrow hace es determinar un patron ritimico, generalmente abarcando la yuxtaposicién contrapuntistica de dos 0 mas lineas. Después traza esos ritmos, los vincula con valores tonales que no s6lo lo divierten, sino que clari- fican sus ideas ritmicas, y anota todo en papel especial diseniado para ser sobrepuesto exactamente en rollos de pianola en blanco. Después, con una maquina perforadora de diseno especial -la adquirié durante su visita a Nueva York en 1947- perfora los rollos. Sus pianos, dos instru- mentos verticales con mecanismos reproductores Ampico instalados dentro —han sido especialmente modificados alterando los martinetes para producir un sonido mas bri- llante, mds limpio, mas metdlico que el del piano normal. Los pianos estan instalados en un estudio a prueba de sonido en su casa de la ciudad de México. 14 El resultado es un mundo de sonidos totalmente pro- pio. La musica de Nancarrow es patentemente “mecani- ca”, despojada de cualquier huella de las inflexiones expre- sivas romanticas. Los “dedos” mecanicos tocan a una ve- locidad sobrehumana, lanzando vertiginosos glisandos y clusters de una densidad de textura y de exactitud ritmica que practicamente ningtin muisico humano podria lograr. Nancarrow reconoce su deuda con Stravinsky y los escritos te6ricos de Cowell. En sus primeros Estudios, la influencia de la musica del tercer mundo (especialmente la india y la africana; tiene una amplia coleccion de discos de dicha musica) y del jazz es evidente. Nancarrow fue trompetista en su juventud, aunque nunca tocé el piano. Sin embargo, su obra madura se ha hecho cada vez més abstracta, y recientemente ha empezado a experimentar con ambos pianos tocando simultaneamente, aunque aqui los problemas de sincronizacién son considerables. Ligeti no es el unico en estar entusiasmado, es simplemen- te el primer europeo de prestigio que ha despertado a la emocion de su musica. En Norteamérica, John Cage le ofrecié a Nancarow una de sus primeras oportunidades cuando acordé en 1960 que Merce Cunningham hiciera la coreografia de una danza llamada “Crisis” sobre sus pri- meros estudios para pianola. Mas recientemente, composi- tores como Roger Reynolds, Gordon Mumma, James Tenney y el mismo Amirkhanian —los cuales participaron en la discusion de panelistas de San Francisco- lo han visitado en México y han promocionado su obra en los Estados Unidos. Lo que les atrae a todos es la combinacién de comple- jidad cerebral y exhuberancia espontanea de su musica Como un clasico solitario, Nancarrow permanece feliz- mente alejado de las controversias de la vanguardia musi- cal actual; si, por ejemplo, la musica debe pensarse como una forma de investigacion sin tomar en cuenta al escucha durante el proceso creativo, 0 si el placer del lego debe ser satisfecho, aunque los medios empleados no sean origina- les. Nancarrow lo planteé en la suite de su hotel en San Francisco con su caracteristica franqueza laconica: “la mu- sica es para ser escuchada, no para ser vista”. No obstante, él no es un simple exponente de la “musi- ca de ofdo”, puesto que ha permanecido aparentemente indiferente a cémo los oidos deben escuchar su musica; durante amos la unica forma de hacerlo fue asistiendo, como invitado, al pequeno estudio de su casa. “Cuando compuse musica para que la tocaran intérpretes, tampoco fue escuchada”, se queja. “Asi que, {cual es la diferencia?” Pero, conversando con él, es evidente que la situacion no es necesariamente como é] la quiso, y que ahora ve en las grabaciones la forma de dejar que su obra sea disfruta- da por otros. Sus pianos especialmente preparados pesan considerablemente, y resulté financieramente incosteable transportarlos a San Franciso. Ademas, en caso de haber sido escuchados en un concierto, hubieran tenido que ser amplificados, lo que a su vez habria significado la amplifi- cacién de sus muy ruidosos mecanismos. Por este motivo, Nancarrow se declara completamente satisfecho con las grabaciones; “esta todo ahi”, insiste. “Lo demas es solo la nostalgia de esuchar las cosas eit viv0”. (Los escuchas interesados pueden conseguir las tres primeras series de los Arch Records 1750 que contienen sus Estudios para Pianola completos; los numeros de cata- logo de las grabaciones disponibles hasta ahora son S-1768, $-1777 y S-1786. Ademas solia haber un disco Columbia Masterworks de algunos de los estudios (MS7222), pero ahora esta agotado.) 16 La obsesién de Nancarrow por la pianola fue casi un acci- dente, dice él. La valoraba porque le permitia trascender las restricciones humanas. “Siempre estuve constrenido por las limitaciones que tienen los intérpretes”, recuerda. “Con la pianola hice justamente lo que queria hacer”. Si estuviera empezando apenas hoy, casi con seguri- dad seria un compositor de musica electronica, un medio que permite atin una mayor independencia de los musicos intérpretes y una mayor variedad de sonidos. “Franca- mente yo pienso que el futuro es electronico”, sugirié en la mesa de panelistas. “La pianola es un medio anticuado y pasado de moda. Simplemente quedé atrapado en ella”. Pero hay también ventajas en esta “trampa”. Algunos. criticos han sugerido que el hecho de que la musica electr6- nica no haya producido hasta ahora un gran numero de obras de arte reconocidas se debe a que los compositores se pierden en una infinidad de posibilidades —a que no hay limites en el medio mismo para proporcionar un sentido a la creatividad. Nancarrow estd de acuerdo. El medio electrénico esta demasiado abierto; la gente se pierde en ese mar. "Yo hago lo mio en mi propio rinconcito. Es un rincén limitado, pero creo que lo he explorado a fondo”. Tomado de The New York Ties, junio 28 de 1981

También podría gustarte