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Memoria, testimonio, autoficcion. Narrativas de infancia en dictadura Memory, testimony, autofiction. Narratives of childhood in the dictatorship, Leonor ARFUCH UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES- larfuch@yahoo.comar Doctora en Letras por lt Universidad de Buenos Aires, profesor titular de I Universidudl y Directora le proyectos en el Instituto le Investigaciones “Gino Germani” de a Facultad de Ciencias Sociales. Es autora de varios libros, ent una invenciin dialdgica (1995, 2d ellicion 2O1O}; Crimenes y pecudas: De fos fovenes en la crinica poticial (997 EL espacio: brogréfico. Dilemay de ta subjrividad contemporines (2002) , Critica culural erire politi y poética (2008) y Mennoria y awobiografia. Exploraciones en los linites (2013), os La entrevia, Recimipo: 15 De AcOsTO DEROIS ACERTADO: 15 DESEPHEMBREDE 2015, Resumen: El presente atticulo enfrenta vida y fieeion ‘como formas de pensar ki subjetividad conte porinea. Para ello, corpus de voces femeninas marcas por una infancia atravesada porla dictadura, ‘Todas estas narrativas concentran re- veladoras reflesiones sobre la memoria, el testimonio y autoliceién como formas de problematizar lo politico y social dese e filtro de lo personal autor: consign Palabras clave: Memoria, autoficeién, ‘estimonio, dlictactura, subjetvidad, infaneia, sm OK: 10,7203/KAM.6.7822 ISSN; 2340-1869 Abstract: The present article fuer life and fiction as kinds of thinking the contemporancan subjectivity Por that reason, the author establish a corpus of Female voices troubled by a childhood blocking by the dictatorship, All these peose fievion focus revealing reflections about memory, vestimony and autofiction, as ways to problematize the political and sovial matters sereenedd by the personal view Key Words: Memory, Autolietion, Testimony. Dictatorship. Subjectiviy. Childhood. Wome J, Memoria. cesinonio, auofccién. Introduceién! En los itimos minutos del filme Boyhood (201.4), donde el cine infringe su temporada propia de “tiempo rea madre, ante fa culminacidn de un ciclo que leva 2 su hijo hacia sends faturas, se lamenta al comprobar para proponernos una insolita experien quiz, una nueva forma de realismo-, bt que finalmente la via “son s6lo momentos” que se escurren dl nasiado rapido, y que ella esperaba “algo Esa sensacidn de evanescencia, de un ta scurrir que pese a toda su carga existencial deja solamente hucllas, impresiones, trazas en la memoria y en el cuerpo, viveneias ~en cl sentido perdurable uc leatribuye Gadamer (1977) es lo que todo relato antobiogrifico trata de aprchender en un anclaje narrativo que esa v tuna biisqueda de sentido. Una basqueda que puede pretender [a totalidad, aun a sabiendas que se trata de uns utopia autobiogratia 15 memorias, las grandes biografias- 0 aceptar la fragmentacion, la temporalidad sica, digyunta Jos momentos, fas iluminaciones, en el sentido dle Benjamin (1990) la emengencia sibita de escenas trascendentes que, por alguna razdn, quedaron como mareas, a flor de piel 0 agazapadas en et tumbral de la memoria Momentos vividos, recordados, otros fant los ~ go acaso la (propia) vida noes terreno Fertil de ta fant fa?- que se expresan sin pausa en voces, escrituras ¢ imigenes disimiles, donde el yo -0 el “owe yo" campea, infringiendo los limites dle los géneros canénicos o forzando sus mixturas, haciendo cxplicito cl carictcr ficcional de toda tentativa auto /biogritica 0 afirmando la presencia “real” del sujeto de Benveniste (1993), Una cho antcs de su explosién en Tas y como testigo de si mismo, segtin la célebre def endencia que se avizoraba hace casi dos décadas en el he ales-y que me llev6 a inwestigar sus implicancias éticas, estétieas y politicas, podriamos decir, redes so a proponer el concepto de expacto biogrdfico, wo como wna sumatoria azarusa de géneros y formas autorreferenciales sino, en wna lectura sinton itica, como expresidn de una verdadera reconfiguracion de la subjetividad contemporinea (Arfuch, 2002}, Esta expresién de la propia subjetividad, tanto en Jos medios de comunicaciéin como en ta politica, ta investigacidn academia la literatura, el cine y as artes vistales -llevada hoy al infinito por kas redes de conectividad global, tuvo sin duc un anclaje prioritario en la instauracién de la memoria publica como un deber ético cn kas sociedades contemporineas, y por ende cx la valorizacidn del testimonio, ¢ " Rste unio i ‘eau primera versibn, una conferenca conte dita en eli Bsn Cefn of he faematonal Aato/ Breve Associ Caer of he Americas Nichi Urey, Intute Humanities. Jie 4-7. 2015, IATA & DICIEMBRE 2 Leonor Arluch, Memoria, testimonio, autofecién, sus formas mais diversas, como rmorlo de dar cuenta de la experiencia de pasaidos traumiticos, donde fas memorias de la segunda guerra y de la Shod dejaron una matriz indeleble En esa herd stimonial, en estos a ares del espacio biogrifico, se inseriben las marrativas & las que alude el titulo de trabajo, que anudan, a veces cle modo irreverente pero siempre doloroso, los tres significantes que lo presiden: memoria, testimonio, autofiec padecieron, con sus rasgos de sing . 1976-1983 os, y tienen mayor edad que la que tenian sus padres militantes. Porque son, todas elas, n. Son narrativas de mujeres que de vivir la infancia en dietadura ta tltima ularidad, el hecho con dictadura militar en la Argem los 35, 40 hijas de desaparccidos ~esa palabra que inauguraron los represores para ar no y ser vietimas directas de ella. Mujeres que hoy rondan re-a lo que no podia nombrarse- 0 encarcelados o exiliados, mujeres que decidieron afrontar fa cluboracién narrativa de sus ctos autobiogrificos” (Smith-Watson, 2001). Y cuando, -memorias traumiticas, realizar verdaderos “ digo “afvontar” lo digo con toda su carge semintica: hacer frente a los riesgos del Lenguaje, al duelo hhecho imagen o palabra, Ellas son Laura Alcoba, autora de Za ease de for conejos (2008), escrita inivialmente en francés y Uuraducidu a varias lenguas; Raquel Robles, autora de Pegueiios combatienies (2013). amnbas autofieciones © novelas autobiogrificas; Mariana Eva Pérez, autora de Diario de una princesa montonera (2012) , un libro heterodoxo, producto de un blog, que eruza y transgrede géneros diseursivos con ironia mordaz y humor; Angela Urondo Raboy, autora de Quien te ereés que sos? (2012) ~ un expresién propia del “eastizo” espanol de la Argentina-, un libro que también fue inicialmente un blog, al que se le agregaron luego textos y documentos, y Paula Markoviteh, realizadora de un film, A7premio (2011), rodado en kt Argentina, producido en México, donde vive la autora, y que represents a ese pais en ka Berlinale de 2011 ‘Como toda selecciin de un universo, mi corpus es en cierto modo “representative” —segiin ef recaudo acadé > y también arbitrario, en tanto podrian, hacerse otros recortes € content pricticamente inabarcable, donde la produccién testimonial, autobiogrifica o autoficcional, ka igucidn académica y periodistica, ka actividad de los organismos de derechos humanos asi como kt experimentacion literaria, performitica y de las an yente ebullicién, al tempo es visuales estin en pen Testi 1H Ameaica Lat KanicHarks 6 DicleMBRE 2015, PAGS. 817-834 819 Leonor Artiwch, Memoria, resimonto, autoficerén. que los ios a los represores, los distintos niveles de responsabilidad, continiian abiertos a 32 aiios del retorno a la demoeracia, configurando imcluso “Mega causa?” Un escenario a la ver pujante y contlitivo, donde tas memorias diversas de las vietimas y las poli icas de Estado, en términos de justicia y conmemoracién, se enfrentan a otras memorias en pugna justficatorias 0 absolutorias, una confrontacidin de posiviones ~ideolégicus, filosoticas, politicas-, que ccuestions, a la vez que reafirma, vaya la paradoja, la validez del concepto de a colectiva”. ¢Cual es el interés de reunir estas obras en una lectura también sintomatica para tracrkas al rucdo de la discusi6n en este espacio? En primer lugar la potencialidad de su con in auto/biogrifica, el noo en que abordan, desde diversos estilos y miradas, una experiencia singular, cuya carga teaumdtica interroga al mismo tiempo a la sociedad toda, y esto mis allé de nuestras ironteras. Porque la terrible experiencia de las dictaduras latinoamericanas -Argentina, Chile, Uruguay. Brasil esa “histor reciente”, como sucle definirse, esta atin en trance de claboracién, tanto a nivel de la justicia como de las memorias priblicas v de lo que Paul Ricoeur (2004) Ilamé “la representacién historiadora”, como etapa nevesaria en el camino hacia la configuracién histériea, En segundo lugar permite articular admirablemente la idea de avchiee ~cartas, documentos, fotografias, recuerdos, textos, pocmas, impresiones- con la de ceenologias, en cl sentido foucaultiano de las “tecnologia dl yo", y tambi 8 propios de las redes socials 1 cn ewanto alos procedimicntos de escriturao filmacién, incluidos los Finalmente, los diversos géneros discursivos involuerados idad del ten atisbar stran nto la heterogenk espacio biogrifico contemporineo como ta porosidad de sus limites, al tiempo que pe ciertas particularidades y coincidencias — jde género, quiza?- en los modos en que nuestras autoras ‘mujeres entraman el hilo narrativo de sus historias. 1. Lashistorias Laura, la protagonista y narradona de Zar casa de los congjos, es una nia dee siete aitos, cuya infancia transcurre en la clandestinidad, que va vivir con su madre a una easa que comparten con otros a En esa casa, donde vive también rilitantes Montoneros —su padre esti ausente, preso bajo la dictadu primero de los juicos, realizado en 1985, a dos aus del retorno a la dewwocraca, conden a prin perpetual ex jeles militares que ejeteteron el porter en los alos de fa dictadara, hecho historic en América Latina, Posteriormente se Sancioné una ey lama cominmente ke “Panto Fi ‘legal fueran jurgaelos. Durante els imltares y otros candenados hasta que en 2003 el presidente Néstor Kirchner revoci los inl, ans ley les declan inconstiuicionals, vovieron a prisin los condenadas y se abba ia para jugar a los sti incuidos quienes tuvieron a argo los en ie derencién y campos de cancenttactn y fet parties tivecos de or I" que-impiié que_ otros nveles de responsabilidad en la represin hierno, entre 1989 y- 1990, seinalt por deere presencia las ex jeles eles de responsabilidad, os lanes AVATARES DEL TESTIMONIO EN AMERICA L Leonor Arfch, Memoria, testimonto, autofiecon Diana, cmbarazida, se esti armando la imprenta clandestina que edita el periédiee Becta Montonera caya fachada cs, justamente, la de un criadero de conejos. Una cust que Laura y su madre tienen la fortuna de abandonar para salir de! pai salto antes de que suced alli una verdaders agedia: € de un cuerpo de ejército que literalmente la bombardea, matando a todos sus ocupantes, asalto al que solo sobrevive una beba de meses puesta a resguartle bajo un colchén, que es apropiada —segrin testimonio de vecinos- ya quien su abucla, integrante de Abuclas de Plaza de Mayo, todavia esti buscando®, La casa, en ef estado en que queds, fue recuperada y es hoy un sobrecogedor lugar de memoria que Heva cl nombre de esa heba, a “Casa Anahi Eserita en presente, con anclajes temporales que hacen honor a los famosos deieticos de Benveniste (1993) hoy, ayer, maana, have dos o tres meses... y al mis ps sorprendente alternancia cntre esa proximidad del recuerdo en sus acentos propios la temporatidad de la novela, su suspenso, fa voz de la nia, su mirada y la distancia que impone el testimonio. Es notable » tiempo poniendo en spectiva cl pasado cn un deseoblamiento del yo narrative entre ta ri wt y Ta adutta, logra una también el trabajo sobre esa mirada —imaginamos que asi debid ser, los ojos desorbitados ante cada cscena: el ahillo, donde estaban las armas, el “embute”, una palabra clave que sefalaba la doble pared que escondia la imprenta, la carga de peridticos en tuna camioneta, envucltos. con moos de regalo. La anita que se eleva ha excesivo: “Ya soy grand ia lox mayorcs, plena de interrogantes pero también informada de un saber tengo 7 afios”. Una mirada donde ha quedado el recuerdo de la dulzura de los ojos de Diana, la madre de Clara Anahi -a quien Laura dedica su libro-, en medio de una férrea diseiplina del no mirar, no hacerse ver, no dejar ver, que la lengua poctiea traduce en cl cerrar de los ojos de Ta nia achatando el empoy el espacio: Es un dia de mucho sol, pero el sol me molestay cierto los ojos. Lo que me gusta de fruneit los pirpaudos en estos bans de luz es que empiezo a percibir as coves de manera muy diferente. Me {usta sobre todo ¢! momento en que el eontorno de las costs se desdibuja y comicnza a perder volume, (..) Por fa presin de mis pipados pueda hacer que ef muncly retraced, ya veces, incluso aplastarlo contra ese fondo lumtinoso, (Alcoba, 2008: 20) ure los evimenes de lest hunni perpetrados por eicsadura argentina se encuentra la apropiacion de mins pequeios| -secuestrds durante Ios operatisos que irtumpian en as casi de fam cg igen x failas susie tures de las Abuels de Pha de Mayo, arupacion fundada en tempos de ta Disque y reeuperaciin de esos “nictos” para restituitles su idenidad bioligics y su historia, una trea detectivesea, de Inisqueda de indiios y confromacidn de archivos, donde se han ide recolecand anuestras de ADN de tos famiares ‘concerns para confirmar un Banco de datos genéticos que es mrlelo en st nero ca el mundo, Hay jovenes que se seerean yolunta 1 Banco porque tienen a legitimos de esos padres (que las anouaron come propios) y otros a quienes sels buse archivos o denuncia yen exe aso Lene que dar alguna nnesra de sn ADN parley. Hastie mats sridentidad a 116 *nietus” de un nmero estimad de alrededr de 500 nifos que corvieran tl pan Hearse a Sts pares y fa de bebe nds en ‘camiverio, que eran e sere ra hela de su verdaderaidentidad. (a1 cielopen wars (197), consist justin anente a dejar st muesiea para Ser confeontal en nsec da er ion A ESTIMONIO EN AMERICA L 4 Diciesanne 2015. PAGS, 817-834 Leonor Arfch, Memoria, sestimonto, autoficein Laura Alcoba, la autora, logré efectivamente salir del pais para reunirse con su madre en Francia — donde vive actualmente- y continuar una intensa relacién epistolar con su padre, preso bajo la dictadura La eleceién de la fievion, @ mejor, de ese género it iermedio que es la novela autobiogritica 6 autoficcional no es azarosa: era quiai la Gnica manera de abordar esa materia scasible, a parti de fa cual hha publicado ya dos nnevas novelas con afinidad tema y de escritura, una obra que Te ha deparado Feconocimiento internacional, Como diri, en el prilogo a Za casa... “si al final hago este esfuerzo de ‘memoria para hablar de la Argentina ce los Montoneros, de la dictacluray del terror, cesde la altura ce it que fui, no es tanto por recordar sino por ver si consign, al cabo, de uma ver, olvidar un poco” Ibid.:7 Lanarradora de Pequerios combatientertambién es una nia, de ka cual no sabemos cl nombre pero pode os imaginar la edad, cuyo rekato se despliega en primera persona y en una temporal difusa, un evenir coridiano a ke espera de un retorne que » Imontoneros, han sido Mevados de bi casa por Ia policia y e! mica se produce, Los padres, también militantes hhan quedado al de unos ties carifiasos, que no ocultan ba y su hermano my ccuidado de su abuela, bajo ka “paternidad temporar gravedad de lo sucedido ni pretenden remplazar a los ausentes. El tiempo se desliza entre juegos, lecturas, tareas escolares, fiestas infantiles, amiguitos, travesuras y na tensa espera que se manifesta cn jzenes ka escondite, planeando batallas futuras, la intes —Ia abuela en fa ventana, con la esperanza de un retorno imposible, los nifios en su el lant que lida que no se nombra pero que: se mani brotaal menor estimulo. La escritura trata de encont todo el tiempo la voz de fa que en este caso, prima sobre la mirada- en la indagacidin reiterada de sensaciones, recuerdos y wemores ante lo que nhombra como “Lo Peor”: primero cl secuestro, lx ausencia, y luego Ia noticia, imaginada pero siempre cen suspenso, que confirma Ia trigica suerte corrida por los padres, Ani me gustaba acordarme de mi man 1’ mi papi. Me gustaba sentarme en la cams antes de dormir, eon la espalda spoyada en fa pared, cerrar los os y recortar algunos momentos. Los psaba come si estuviera mirando un bum de fotos.) A veces me desesperaba dare c dle que las caras se me tban bortoncando y las vores se me: confundlian eke mora. Por eso trata de no pasar ais de un dia sin repasar mis reewerdos, pa wo olvidatie de lls, (Robles, 2013: 70) recuerdos, asi como en el inte Combate” al que alude el viulo consist’ emtonces en el empeno por la perduracién de esos 10 de sobreponerse a la pena y altontar lay rutinas cotidianas, donde et jucgo, sintomiticamente, remeda la actividad militante de los padres y su esperanza en “el triunfo ba Revolucion”, Raquel Robles, escrito ‘con varias novelas publicadas, ka p miera de elas premiaca Leonor Arfuch, Memoria, tesimonto, autofietin. mie 0 fundadora y militante de la agrupaciéon HOS, ten padres fueron secuestrados, pocos dias despues del golpe de ceineo aos y sit hermano tres eurindo sus, stado, “cuando trlavia no se sabia que la gente no aparecia nunca mis” ~recuerda en una entrevista-_y ese no saber prolongd tanto la espera que no les permit estrechat intensamente nuevos kazos de filiucién con los tos. [Mi hermano] me dijo que estaba muy preocupado: “{Qué vamos a hacer euando vwuelvan papa y mami” me dijo. Yo me quedé muy sorprendida, nin se me habia ocurrido que eso pudiera ser un problems, Me parecia cada vez mis improbable aunque teataba de no pensat acho ando no podiaevitalo.y me insgginabaa mi pps yi man en ba puerta dela casa de los tos to me parecia Felicia. (.) "Yo quiero que vuelvan papa y maa sigue el hermano pero también los quiero alos os.” (Ibid: 145) Una escena contrastante es la de £Z premio, el film de Paula Markoviteh, donde cl silencio parcce imponerse a todo acontecer. La imagen nos enfrenta a un paisaje de invierno desoludo, una playa desierta donde Cecilia, una nif también de 7 aos, vive con su madre en una easilla precaria don le se guaran sombrillas y reposcras herrumbradas, con un mar encrespado a los pies y un viento persistente que adquicre por momentos un rol protagénico. Casi no hay palabras entre maulee © hija, en una ese despojo, unos pocos enseres indispensables para la supervivencia y un corte rouunedo con el exterior, De poco se advierte que el silencio craduce el ocultamiento, la huids de un peligro que ya se ha eobrado fa vida de un familiar, Un padre ausente “como en. La casa... del que no se sabe siquiera si esti vivo y fa imerdiccién de hablar, de contar, de revekir la verdadera identidad cuando ka nilia eomicnza a ira ka escuelay sobrev enlas preguntas logieas: qué hace tu paps, déinde esta, cdmo se ama, A diferencia de Ja madre de Lau {que pasa sus dias en la rotativa clandestina imprimiendo el periddico, la de Cecilia silo arma pequeias esculturas con caracoles, cuya inutilidad traduce el tiempo muerto, la soledad, el simple pasar. U madre euya depresién le impide incluso ocuparse de fas cosas mis elementales de su hija y que alterna el silencio con ka ira ante cada infraccidn a la regha. El personaje de ht madre de £7 ‘premio es quiz pionero en cuanto a mostrar la antitesis de un peril heroico, la desolacién en ka que transcurricron muchas vidas en las distintas variantes del exilio interior, EI nude narrative se eentra en el premio que gana Cecilia por una composicién escrita para un concurso organizalo por los militares. que debe ira recibir ala escuela de manos de ellos. un acto especial, hecho que resulta insoportable para kt ‘madre y pone en tensidn la presencia misma de amas en el lugar * La ggrupacién H.LJ.0.S,,aenimo de Hijos ¢ Hijas por la IMdentiad y la Justicia contra el Ohi yel Silencio, fe fam «en 1994 con el btw de nuclear principalmente bijos de dessparecidos yulrecer un anbivo cenyparide paral elaboracidn de sus dulos sus historias, ayudar ala isqueda de hermanos spropiades ya la denuiicciin de epresores que no ubieran sido ain eondenados (para ilo inauguraron It pritien de os “eseraches” para denunciatlos con actividades ellejeras y perfor cen general, reindicar fa chs por ls derechos humanos cl afianzansien de a justin contra inpanila wa 2s ante sus prapios domiciiosw lgzanes de trabajo), AVATARES OEL TESTIMONIO EN AMERICA L Leonor Aefuch. Monoria, eevimonto, autoficen Cecilia juega en la playa con si amiga y companera de aula y mis alki de tratar de escapar a su persecucidn fisica corriendo en las escondidas trata de escapar también a fas preguntas insistentes sobre stv Familia fabulando respuestas creibles. Un juego de “escondidas” que también se manifiesta, sintomiticamente -tengamos en cuenta que 5 en el juego donde los nifios ponen en evidencia las perturbuciones en su subjetividad* cuando entierra en ki arena un cuaderno de clases ~como su madre eenterré algunos libros en los restos abandonados de una construccidn, Paula Markovitch, la realizadora, tenia 8 aiios cuando, poco después dl golpe de Estado, fue a vivir con su madre a San Clemente, la playa donde transcurre la aceién, mientras su padre estaba cn ha amente la dificultad de sostener clandestinidad y debia cortarse todo vineulo. La pelicula muestra jus relaciones normales con el entorno la maestra, escuela, el imbito harrial- cuando se vive en “insilio” un significante acuftado para seftaar el exilio interior-y ain quienes estaban apartados de la militancia corrian igualmente peligro, La partida a México, varios ahos despues, abrié otros horizontes y fortaleci6 su opeién por el cin la Berlinale en 201 1, en representaciéin dle ese cen la Argentina . pero ¢s significativo que su primer largometraje, premiado con el Oso de Plata en s, fuera justamente esta iecidn autobiogrifica rodada Eng Quién we ercés que sos?, un libro que comenzd siendo un blog y que transita ibremente los tres, significantes del titulo, memoria, testimonio, autofiecién, Angela, lt narracora, relata, bajo fa forma de fragmentos de divers Factura, su propi historia, Hij de Franciseo “Paco” Urondo, un conocido poeta escritor y periodista y de Alicia Raboy. tambié untes de Montoneros, se ve periodista, ambos mili cenvuelta, con menos de un aio de edad, en la huiday persecucidn de sus padres, que iban en su auto con otra militante 3 una cita y pronto advirticron que estaba “envenenada” (asi se deeia cuando alguien ka hhabia delatado). Cuando son aleanzados por la policia su padre es asesinadlo brutalmente de wn golpe, ka cra mujer logra huir y la madre de Angela, con ella en brazos, corre hacia un deposito, buscando refugio, se ht deja a unos hombres que estin sentados en fa entrada y trata de eseapar pero es apresad _gendarmes les arrancan la beba de los brazos y las llevan, madre ¢ hija, 8 un lugar de detencién, Después de pasar cierto tiempo en la Casa Cuna -un orfanato- Angela es encontrada por su abuela materna, qui se hace cargo de ella y conviene con la familia paterna compartir los cuidados, ero nego opta por lo adopeién a que, quiza llevada por el miedo, eree que es lo mejor para fa beba: d prima Ihermana de la madre y su marido, que todavia no tenian hijos Un interesante estudio sobre a importane cs Lar nies crtioa (2015), de Sara Cole propiado para pensar el areata dela identical y la perdi de Tos padres en la primera nfanci, el juego enka atenciin psicolligice a nis, en unto reyelador de sus conflicts, ‘que opta por ut original via de anilsis con la Titerauura y es partiearmente AVATARES DEL TESTIMONID E KaMCHaTKA 6 DICIEMBRE 201 Leonor Arfuch, Memoria, restimonio, antofictin. Este largo relato ys posteridad configuran el niicleo narrative del libro, que inequivocamente puede leerse como trabajo de duelo y biisqueda de la propia identidad y donde esta escena fundacional \uelve una y otra vex bajo la forma de reconstruccidn testimonial o imagginaria, de pesadilla la narracion de los suciios, reales o imaginados. es recurrente en estos casos- 0 de recuertlos de testigos recogidos en cl lugar del hecho, donde retorna Angela aduta ya sea en el modo inquisitive 0 por alguna cconmemoracién. En cuanto a la posteridad, ta npoco da respiro, Adoptada legalmente con cl apellide de su nueva familia, es eriada en un medio de holgura cconémica, tiene luego dos hermanos, hijos de la pareja y todo parece transcurrir en una cotidianidad a salvo -en tanto podria haber sido “apropiada” por los represores- pero algo corroe esa normalidad y es una mentira: fe han di ieidente -mientras su madre estaba desaparccid, le han escamoteado informacion sobre ellos tho que sus padres murieron en fugazmente puede entrever alguna foto de su madre, no tiene la menor idea de quién fue su pade-y para peor -aqui también podemos hablar de “lo peor”-, ha sido cortade todo vinculo con la familia paterna, que la busca desesperadamente. Recién a los 19 afios se entera de la verdad, en ocasion de una ley de “reparacion” monetaria a kas inas de la dictadura_hijos. familiares, cxiliados- informacién que le ¢s dak, curiosamente, en sit propio ambito familiar, Ahi toma contacto con su hermano, hijo del primer matrimonio de su padre -otra hhermana militante ha sido también asesinada y con los hijos de esta diltima quc han quedado al cuidado de susabuelos. Aqui comicnsa la travesia idntitaria de Angela, que de pronto se encuentra ante una historia otra, pese a que ciertos signos, sutiles, imprecisos,titiahan en su horizonte existencial -0 al menos ast lo piensa retrospectivamente, Una historia singular y a kt vez repetida cada vex que un “nieto™ es “recuperado” por a insomne tareu de las Abuelas, Como se hace para reconfigurar la propia historia, volver atris, imaginar esos padres que no se han conocido, restiua widad, una pasion? Angela narradora es una imagen, une vor, an perfil, una ae intenta dar cuenta de s¢ largo proceso, que implicé una pelea judicial por su “desadopeién” para poder Hlevar los nombres de sus padres, al acercamiento con la familia paterna, a descubrimiento asombraco de jgura delamadre, obnubilada por su propia familia y de fa que ni siquicra se sabe ~todlavia~-c6mo fue su final ser hija dealguien célebre~y ademiis, un “héroe mértir™-y ala inquictud por sacar de anonimato la La narracién fuctia entre distintos estados de dnimo, a veces hay un tono nostilgico, evoeador, otras, de enojo hacia esa “apropi (6n” intrafamiliar —que se repitié en otras easos, ocultando la verdad de los hechos- y, en una ven politica, una insistencia en ef esfuerzo por entender -¥ quiza wpRE 2015. PAGS, 817-834 Leonor Arfiuch. Memoria, zsumonio, autofecin, compartir los ideale ce sus padres desde una ineyperiencia que ka Hev6 a un acereamiento a HOS sin Hegar a constituir una mit Angela Urondo Raboy. dibujante y performer, encard_ ta claboracién narrativa de su infortunada historia a partir de un blog, “Pedacitos”, buscando un tono para poder hablar y tratando de recomponer ws “los fragmentos dispersos para construir escen fi, de la madre de Boyhood ain a momentos”, qui saibiendas del vacio de fo irreeuperable. Mariana Eva Pérez, la autora de Diario de una princesa montonera. 110% verdad vaubién, comenz6 con un blog para encontrar una voz que le permitiers dar cuenta de su experiencia, que tiene algunos puntos en comin con la de Angela: tenia quince meses eu do sus padres fueron secuestrados el mismo dia, é de su negocio, ella, del departamento donde vivian, y la beba fae entregarka a los abuclos paternos, Al texto difiere radicalmente de los precedentes: no hay aqui el intento de recuperacion de una vo. infantil si bien se evocan algunos episodios de la infancia-, ni de enhebrar escenas 0 fragmentos dispersos para encontrar el hilo de una historia. Se trabaja ncional, en justamente en una dispersion int la desarticulacién de tiempos y momentos, en la deconstruccidn del fuir narrative y de ciertos lugares comunes asociados a este tipo de relato, En ese sentido es el texto m is ertico y politico de nuestro compas, el que se rebcla y cucstiona, con ironia y mordacidad ~con los sutiles matices que conllevan estos hadlos v estereotipos, modlos de deciry de hacer, atreviéndose al humor «dos significantes-coneeptos a (“negro”) aii orillando el borde de tragedia. Ha habido tiempo para esta configuracidn subjetiva Mariana ¢s dramaturga y licenciada en iencias politicas, una articulacién rara y convince jckamente en la eseritura- y p y le que se expresa ti también un ambito familiar propicio donde nada se oculté de la historia y donde los abuelos de amhas ramas convinieron, cada uno a su maners, una tarea —una crianza-en comin, cuya presencia cariiosa, en hhucllas imborrables, se hace perceptible en fa Lectura a deconstruccién comicnza en e! lenguaje mismo, cuando los hijos son Hamad “hijis” o el gran tema que los atraviesa se aligera en un diminutivo, el “temita” 0 los militantes de HMJOS, entre los cuales eucias para aliviar quiz 1s desgarrarloras -porque también se trata, ' se incluye, también con auto/ironia y humor, se transforman en “militontos”. At emerge de pronto en image; ta earga de un pasado qu incquivocamente, de duclar a esos padres de los que no se tienen ni los restos-, pero desde una apuesta ¥ las cosas bellas”, ain en Ta aque o el desinimo. Hay una intencidn Vial al presente, “a la alegr iiesia le encontrar un eco generacional, s¢ esti hablando sobre todo a los pares, cualquiera sea su experiencia de vida, en su propia lengua, aquella que acompafa el dia a dia de los usos y eostumbres, desenfadada, no escrita. Y sin embargo relumbra en ella la luz dela escritura, la metiora feliz, el hallazgo AVATARES DEL TESTIMONIO EN AMERICA LATINA Kam Leonor Arfich, Memoria, eswinonio, autoficeiin. de Ia frase, el manejo de los géneros —a ironia, el groteseo, el sain c, el sketch- sin peruicio de lentos y relatos que revelan una cuidada elaboracién conceptual Hay critiea sin embargo, mis alli del lenguaje: una cierta cristalizaci6n identitaria “ser hijos.../ ser victimas”-, a la tendencia cndogémica que crea “guetios” entre los afectados y les otorga el derecho prioritario de palabra, al miimero que identifica cata ver a los nietos “recuperados” y parece sobreimponerse al nombre, a la propia idea de “recuperacién”, que puede obnubilar unit historia personal que pese a todo pertenece al sujeto, Cucstiones espinosas, que no involucran solamente a los organisms de derechos humanos sino que Hevan una vez mis. responsabilidad de la sociedad entera frentea la atrocidad de lo ocurrido ante sus ojos aunque muchos no quisicran ver~y ante sus puerta. En la *vida real” hay macho de ficei6n y los sueiios disputan la realidad de los hhechos- Mariana buseé incansublen la autora define su obra como una “novela” de inspiracidn autobiografica, donde cnte, junto su abucla materna, miembro fundadora de Abuclas, a un hermano nacido en cwtiverio —su madre estaba embarwada cuando la seeuestraron- y fo encontraron recién 21 anos después. Habia sido apropiado por un represor, que fue preso por el delito cometido, y no Te fue ficil weptar su nueva historia, incluido el lazo fraterno, aunque terminé dectarando, junto con su abucks, como testigo en uno de los juicios contra los responsables del mayor campo de concentracion y exterminio, In ESMA, donde hhabia nacido. TL Lalecuira Decia al comienzo que mi corpus era en cierta medida “representative” y ahora cabe explicur por ficamte- de kas «qué. En primer lugar porque expres cabalmemte la Aeterogencidad -y enfatizo este sig historias, Jos personajes. las situaciones y las subjetividades puestas a prucha en un horizente comun de atrocidad.. El hecho de compartir el infortunio, de conformar wna grupalidaid —“desaparecidos” “hijos” “auelas” “madres” “familiares” “nietos” ~ no puede dejar de lad el respeto por la singularidad, Desde cesta éptica, analizar un corpus es tratar de comprender los sutiles fazos que unen las muy diversas rmaneras con que se realiza la claboracién personal del duelo y la violencia con la experiencia -y fa memoria colectivas® : esa Singularidad podemos incluir algo que dice Mariana Eva cn su libro: +s muchos los hii, millares estamos caleulando v somes slo una minora bana, cducada, politzada, psicoanalizada, evi ci cl zucttoo al menos con Pero jojo! Que son smuy privilegiada, del duclo la violencia (debates itelectuales, conversiciones de mujeres sobrevvientes de © Heanalzado algunas narra centoside detencidn) en Memoria y euuobiografia. Exploraciones en los lines. (2013). Leanor Adfuch, Menoria, cewimonto, aurofiocion tuna antigitedad considerable dentro de sus murallas, los que podemos revertir ef signa de fa marca, (Pérez, 2012:163) “Revertir el signo de la marca”, de eso se trata justamente en Ia claboracién narrativa, en Iquiera de sus forn 3, quee nucstras autoras estin en condiciones de realizar. El recorte se ajusta a sminoria de fa que habla la “princes Montonera”: escritoras, cineasta, artista phistica, formadas en un medio iin de Sin embargo la marca parece percutir en Tos sw fescemas que nunca se borran, en ht atadura a esa temporalidad de fa infant “el exilio w0 de la infancia”, en palabras de Mariana Eva- un pasado que “sale al paso” al decir de Benjamin, que no deja de insistiren el presente. olvidar” retrocede en el Asi sucede con Laura Alcoba, que despues de este primer intento por tiempo an hac pastjeros det Anna (2012). Mis tarde, en E/azul de abejaus 2014), reencuentra la eaja donde guard kt correspondencia con su padre preso para desenrullar ef villo de otra histor cimiento y sigue a sus padres y un grupo de compaeros en el viaje que realizaran Cuba, donde recibirian entrenamiento, y luego, en su retorno desilusionado a la Argentina Los samente, Ragucl Robles escribe una primera novela, Perler (2008) en ka que hay n udres que picrden a sus hijos ¢ hijos que pierden a sus madres, le sigue La dicta de lax malas noticias (2012), doncle reflexions sobre las relaciones familiares y a filiacién, antes de abordar en Pequefios combatientes ta experiencia mis directa dela infancia_en un trabajo de la escritura que trata de encontrar los acentos mis pristinos de una vor. Paula Markovitch por su parte esté preparando una pelicula sobre su padre, un pintor que tuvo que vivir cn la clandestinidad, pontendo ef acento en st obra. Angela Urondo Raboy, reconociendo el valor de la imerlocucion, en cuanto al efecto inmediato € inspirador de los comentarivs que se Suscitan en ese nero de las redes sociales, ubrié un nuevo blog. Infancte y dictadura, ilustrsademis un libro de su padre, La patria fusilada, y continisa con su actividad performitica en temas concernidos, Mariana Eva Pérez, después de haber cerrado su blog al materializarse como libro ~es interesante el trabajo de pasaje sefala después como un denodado den soporte a otro, aun sin afectar la espontancida, que ella m esfuerzo de escritura-, retomé su veta académica y esti en Alemania, haciendo un doctorado con el n. Dimensiones fantisticas de la memoria colectiva de la proyecto “Narrativas del terror y ka desapari dictadura en Argentina (1976-1983)" mientras se reestret n Buenos Aires, alguna de sus obras dramiticas rerados” en cuanto at fa Si hnbiera que hacer una distineién entre los *hijos” y los “nictos ve elaboracién de sus historias traumiticas, podriamos decir que los “hijos” tienen la desaparicion como parte de su historia, aiin sin un nominaci 0 ras que abr n posible ~o una inseripeién narrativa-, mies cen la configuracion subjetiva de los “nictos”, una huella dinica, un significante enigmeitico, tomando cl Leonor Arch, Memoria, tesinnynio, autoficibn.. concepto de Laplanche (2005), que se manifestaria en sintomas ajenos para ellos mismas y para el otro que lo reeibe, pero que convoca un abismo de significacién.” Quiz ese significante es lo que aparece en los relatos de los nietos como “algo”, de lo cual no se puede dar razén, un sintoma que perturba y pereute, sobre todo en la larga temporalidad de la infancia: pesadillas, sucfios recurrentes, extraiiezas, reacciones del cuerpo, sensaciones vagus ante cicrtos estimulos, miiedos, reminiscencias...Algo de eso es perceptible por ejemplo en el relato de Angela, *apropiada” en el seno de su propia familia pero bajo el efecto irreparable de u re Recuerdos fagmentaos, realidades incompatbles, st fundamen, insignitieantes e incongraentes con la historia oficial...) Suetios que asustaban cuando no sabia que ahi se refugiaban los recuerdos mss antiguos, los exbos suelo sin ata parentes (a-parentes, sin parientes) sin relacion con nada para empezar a is repetitives sin aparente los. (..) al despertar silo pada decir que hua sonado algo tev. (Urondo Rabo. 2013:106-107), Un borde de vacio, un agujero,. saber que hay algo sin saber qu quizd ese descitfamiento forma parte de la aceptacidn -y opera como principio organizador y también desorganizador~ de la “verdadera” identidad, aquella atestiguada por los genes, la bioldgica, a que viene a anteponerse, sin contrariarlo, all concepto de identidad como construccién simbilica, no esencial. Un vacio que el trabajo de duclo tratard, siempre infructuosamente, de Henar. Y aqui también se abre cl abanieo de tas diferencias, los distintos modos en que esas victimas de una tragedia colectiva pueden tramitar lt conmocidn de verse cenfrentados al descubrimiento sibito de ser otros, que a veces el entusiasmo de la “recuperacién” parece sosl a En efecto, si aceptamos que en estos easos habria una fli ‘én bioldgica y una simbélica, que sucede al remplavar la segunda por la prin rr1em la configuracion subjetiva? Mis ali de la revelacion ~y ‘en muchos casos, la aceptacién- primero asombrada y luego cangada con el peso de acontecimiento, social ¢ historico ~los medios cetebran también cada recuperacién- evimo opera este signi reconstitucién identitaria? ;Algo se gana, se “recupera”, algo sc pierde? Remplaza totalmente lo éAlgo se ga ls é “ganado” alo “perdido”? ;Y hay en esa pérdida primigenia verdalera posibilidad de recuperacién’? Lol “Peto a fo que yo Mame enigmiticn es algo bastante mis preciso que esto: cuando digo que un signifcante es ceigmitics, me refer muy precisamente al descubrimienty feeudiano de ls formaciones cel ineumsciente; es entanees en a medida en que un signiiean tom, que es formaiéin de compromiso, que vehicula a menos dos sign nnismo tiempo, una red de significaciones conseientes y de sigaifcaciones inconseieates, es en est medida que Io Hm cenigniico. 2Por qué es enigmitien? Es enigantico para aquellos que lo recben, pero lo sencial es que es eniganitieo pura uel que lo emite; si es ‘mite Al qual que el stroma ya que el sintanna es para cada enigmstica™- (2005) Cale ackarar que tod hiscora Fama yo sl as truntieas, encierran su significant en ‘sen principio porque es enigmitieo para claultn, pars el adult quae b> jgmstieo para un JL TESTIMONIO EN AMERICA LATH KAMCHATKA 6 DICIEMBRE 2015, PAGS, 817-834 829 Leonor Adfch, Memoria, sestimonto, autoficetin. Lo que comparten unos y otros -hijos y os, alin de diversas maneras, es la bisqeda. La brisqueda casi detectivesca de todo lo que pueda recomponer una imagen reconocible de los padres: fotos, documentos, cartas, textos, testimonios, anéedotas, objetos y mis alli todavia, el conocer la verdad sobre su desaparicién “las circunstancis, no en todos los 1s esclareeidas- y confiar en fa recuperacién de sus restos", Y_hay otra dime hhuellas sensoriales que han quedado ~cl calor del cuerpo, el olor, ka mirada, ef tone de la voz, esos in conmovedora, en el caso de fos hijos pequenios: las “recuerdos” que In nifia de Pequetos combatientes trata de repasar y atesorar antes de que se borren. a" pasar y Registros diversos de la ausencia, donde la imaginacidn jucga a menudo a completar bo que faltay se hace cargo de reponer una figura tal como podria haber vido, investida del deseo del presente: Mi Paty mental [su madre) se parece a Ana en le eoqueta, en lo divertida, en kt impunidal de minita que tiene para decir alguna burrada y salir del paso huwiéndose ti linda. Silas hubieran djado, kas primas habrian mirado infinitas vidrieras y tomado infin ‘todavia estariandiscutiendo si Peron si o Peron no. (Pérez, ibid.:139) os 16s con algo dulee y Y hay asimismo una fantasia del origen en los “nictos”, mis alld del parccido fisieo que siempre los sorprende, ciertos rasgos o inclinaciones que a falta dk Infancia compartida parece wn trasmitirse por los genes ain c1 iedios ne favorables: ef miisico que descubre que su padre tocaba en tuna banda, ka afinidad por la escritura de quien escribe, la semejanza del caricter 0 la oricntacién hacia oficios 0 5. Modos dispares hijos de los hijos, profesions lc construir hereneias y genealogias que el paso de los aos extiende a los Volviendo a nuestras autor fesante ver Similitudes y diferencias en fos modos de asumir es int ‘ese “yo” narrativo que puede deslizarse Muidamente en el terreno de la ficeiin sin perder el anclaje en lo biogrifico los hechos, los nombres, ls fechas- y dejando que fas palabras vayan mis alli de si mismas, indicando que hay algo mds, que se dice y ala ver {ese limite, ese mis no se pucde decir. Pienso que ¢ all, esti en vecindad de lo “real” lacaniano, eso que escapa a la simbolizacidn, que asoma y se eseurre rarse: ef horror y la muerte detris de alusionesy no ternina de nom Sin embargo las narradoras ~restituyéndoles su existencia escritural y filmiea, mis alla de las sus obras realidadles que las tracn “en cuerpo y alma” encuentran la manera de salir airosas: no prima c la metancolia ni la desesperanza, hay més bien, en las torsiones del Lenguaje, uma tensién pro : vedora hacia el futuro, Laura Alcoba y Raquel Robles trabajan sobre las voces de la infancia, ead una eon su 8] Equipe Argentino le Antropologgs Forense, wn meaado por diverses paises, relia, ls par de Madres y Abuelas, una incasable area de biisueda y recuperacin de los restos de desaparccidos y asesinados que fucran enterradios muchas veces en Tasas comunes a ums NN, ademis de otros proccdimiernos de inconeeile erueldad y sabi logs wo. La recuperacion de las estos de Ios hess, em los casts en que se lividualizacin, permite los duds eulminar el dueto y darles humana sepalturs Hatha 6 DICIEMBRE 2015. PAGS. 81 Leonor Arf, Memoria, restimonto, autofiecién cadencia y su tonalidad: la primera es poética y dialégica, la de Raquel mis introspe Markovich ha encontrado 1 sit prolagonista una actriz, consumada, capa de expresar i significacion en una mirada, y un escenario fisico que lo dice todo: un mar que en ese tiempo habia devenido tumba y que habla por si solo de fa materialidad del exilio: las escenas transcurren de cara a ka inmensidad, nun 108 lo que hay u sus espaldas. Angela Urondo Raboy y Mariana Eva Pérez tienen estilos completamente diferentes, experimentanda ambas las posibilidades del blog: el trabajo de la primera tiene un sesgo testimonial y documental, el de Mariana Eva es netamente literario. $i se piensa cen los usos, a menudo polémicos, de las redes sociales, que han corrido al parever todos los velos de intimidad, es evidemte que est manera de compartir expericncias trauntiticas tiene na enorme poteneialidad. Ambus coinciden cn afirmar que fue de gran ayuda esa apertura alos otros, los mensajes {que fueron recibiendo, que les permiticron afinar el estilo y en el caso cle Mariana Eva comprobar que su humor hacia reir ~doy fe. Luego vino el trabajo del libro, es decir, la vuelta al soporte clisico para lo que se iments dejar como huella perdurable, Pese a la diferencia de géneros discursivas hay sin embargo ciertas mareas del género, si podriamos afirmar que tal cosa existe, Y en verdad, lejos de fa idea de una “eseritura femenina” encuentro que las historias se enhebran en cierta semejanza, con una acentuacidn en lo cotidiano, en los objets, en los recuerdos, en las fantasias, en los ensayos de identificacién con ka mudlre y la recuperacion de su figura, en la presencia tenaz de las abuelas, en el rescate de momentos preciados, los afectos, los cespacios fisicos y los imbitos de intimidad. Hay modos de decir y de mirar, escenas que se repiten en tunos y otros casos, una clara eleveidin de hacia dénde enfocar kx cémara, poadeiamos decir, tomando prestado el lenguaje del cine, quizi en cercania de aquello indefinible que Chantal Ake 1992), nan Hand “filmar como una m uizi también, por el caricter fragmentario de las historias, por bx falta que lus atraviesa, p p conspirando contra la totalidad, ain imaginaria, en ellas los “momentos”, que no se identiican con las estaciones obligudas de la vida a las que se altudia en Boyhood, adquieren una trascendencia que va mis fi de lo personal para interrogar la experiencia colectiva, éa que se vivid también bajo la dictadura una normalidad aparcnte que permitia criar los propios hijos sin dejar de ser victimas del micdo, a sabiendas, en mayor 6 menor medi, del horror circundante. Hay alli un destinatario construido que no ‘es un simple lector de auto/ficciones, alguien que es interpelado en términos eivieos, étics y hasta politicos. Esa es quiza ka mayor potencia de est narrativas ~formas del duclo/formas de escritura- que npen en el escenario cultural muchos aiflos después, confirmando que hy temporalidades de ta ‘memoria, momentos ~ina vez muis- en que pueden scr dichas~y escuchadas- cierias cosas TARES DEL TESTIMONIO EN AMERICA LATINA Kamcnatka 6 DICIEMBRE 2015, PAGS. 817-834 83 Leonor Arfuch, Memoria, tewimonto, autoficeibn.. Porque estas narrativas de la int sige (cima que luego se transforman en declaraciones ante la justi sobrevienen al cabo de diversas etapas en la construecién de la memoria, desde a pri investigneién sobre los erimenes de lesa humanidad y los innumerables testimonios de kas miriada de relatos posteriores, autobiogrificos y testimoniales, de militamtes, testigos, prisioneros. y dos, que mis erde emergen como ficcioncs y autaficciones en ka fiteratura, el cine, hi tlevision el teatro y las artes visuales. En este largo dever hubo también un “tiempo de los hijos”, que cuando alcanzaron fa edad suliciente comenzaron a indagar, desde diversas formas artisticas y ereativas, fa historia de los padres, su militancia, sus convicciones, sus acciones, tratando de entender las trayectorias que los Mevaronat an trigico final, Esrecién después de este largo recorrido que la memoria de los hijos se torna hacia su propia infancia, buscando restaurar hull: agencia, pod cxitica- pero haciéndove un nombre, configurando cl propio trrtorio existenc y responder preguntas, en un acto de mos decir, de afirmacion identitaria, con el orgullo de la herencia -sin dlesmedro de ta Y como no hay final feliz -Mariana Eva nos lo reewerda en su texto y tampoco hay fin de los relatos, quedan abiertas todas las preguntas que estos actos autobiogrificos: pucdan suscitar AvavaRi ESTIMONIO EN AMERICA LATINA Kamcuarka 6 DicieMase 2015 Leonor Artic, Memoria, sestinonto, antofistin. Bibliografia Alcoba, Laura (2010). La eae de fos congjos, Buenos Aires: Edhasa Aleoba, Laura (2012). Lospasajeros det Anna C. Buenos Aires: Edhasa Alcoba, Laura (2014). Zazul de abies, Buenos Aires: Edhasa Arfiuch, Leonor (2002). Elespacio biogrdfico. Dilemas de la subjetividad concemporcinea. Buenos Aires: ndo de Cultura Eeonémica. Arfiach, Leonor (2013). Memoria y aurobiografia. Exploraciones en los limites. Buenos Aires: FCI Aubenas, Jacqueline (1992). “Chantal Akerman”, Propos re du Grif, Bruxelles: Editions Complexe lis, en Le langue des femmes. Cahiers Benjamin, Walter (1990). dajancia en Berlin hacia 1900. Barcelona: Taurus. 1c. Emile (1993). Problemas de lingtistica general. México: Siglo XX1 (2015). La niiez camtiva. Salud Mental infantil y juvenil. Buenos Aires: Fondo de Culta Economica. Cadamer, H is Georg (1977). Verdlad y metodo, Salamanca: Sigueme Laplanche, Jean. Reportaje publicado en fevisxa Proandlisacayer y hoy. (2005) Pérez, Mariana Eva (2012). Diario de una princesa montonera. 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