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Maria Josep Cuenca Joseph Hilferty Introduccion ala lingitistica cognitiva Disetoeubiena: Nach Soriano 1. ein mayo 1999 (© 1999: Mara Joren Cuenca dou Hillery Derechos exclutvos de edicign en expat esevaos pra t l mundo: (© 1999: ahora Ae. A (Cércegs, 270 O8008 Harceans isnt 04 ‘ex manera slana por sspin nd, axl {quien mcenico dpc, de raison oe foncep, in permivo previ deter Cariuio 1. La apariet Cartruto 2. La eategorizacién Cariruio 3. La estructura seménticn INDICE Inteoduccién n de un nuevo p 1.1. Orfgenes y desarrollo de Ia lings 1.2. La naturaleza cognitive del lenguaje 1.3. Postulados bssicos de Ia lingdstien cognitiva 14. Lingufstien cognitiva y gencrativismo ILS. Lineas de investigacién . : 1.6. Mujeres, fuego y cosas peligroses 1.2. El cognitivismo en el panorama lingutstico actual. radigina cognitiva . 2.1, La coneepeién cognitiva de In eategorizacién 2.1. Qué es categorizar ead 2.1.2. Bases de Ia eategorizacién cognitiva La teorfa de prototipos i La teorfa del nivel basico . Prototipo y nivel bésico como conceplos dindmicos Graméticas prototipicas, prototipos de gramstien 25.1. La estructura prototipiea de la fancién de sujeto 2.5.2. La Interjeccién como categoria gramatical: una Uefinicidn cognitive... 26, La eategorizacién cognitiva como alternativa a la concep- cién tradicional La naturaleza simbélien del lengunje . 3.l.l. Unidades simbélicas 3.1.2. La semdntica no eomposicional 3 n n “ 18 9 2 26 2» 3 3 31 3 uM 2 46 50 50 “ 65 65 65 7 32, 33. 34 a5. 36. Cariruto 4, MetAfora y metoni 4 42. 43. 44, 45. Conceptualizacién y lenguaje figurado WTRODUCCION A LA LINGUISTICA COGHETIVA Denotacidn y connotacion ...... 32.1, Dominios cogaitivos 3.2.2. Modelos cognitivas Pesfily base .. Imsgenes y gramética De Ia semsntica a 35.1. Consteueciones 35. ‘Semantica encielopédiea famética De Is retérica a la vida cotidiana . Lametéfora ....6ecseeeeees 4.2.1, MetAforas conceptuales 4.2.2. Metéforas de imagen . 423. Lash Tener y los modelos cognitives idealizndos inva La metonienia 4.3.1. Puntos de referencin y zonas activas 43.2. Metonimia y metéfora: Poesia en accién 44.1. Idiomaticidad - 44.2. Las metéforas pueden malar Cartruto $. Polisemia y categorias radiales 5. 52. 53. 5A. Cariruto 6. La gramaticalizacién 6a 6 63, ‘Monosemia, polisemia y homonimia . ic CCadenas de hgniicosy sécejres de fami El reino de los sentidos Sa... Inteneién y futuro 5.32, Trayectos ¢ ideas afines Categorias radiales y motivacién . Una forma, varios sentido... 1a gramatical proceso de gramnaticalizacion ilitudes y diferencias - raci6n: concep y consccuencias te6ricas 0 0 ” %6 n 85 86 90 PI 7 7 8 100 104 105 no 110 a us 6 ma 124 1s 125 132 136 137 143 149 131 151 135, 156 woree 64, La motivacién de Ia gramaticalizacién 6.4.1, La hipétesis de In gramtica emergente 64.2. La hipotesis de Ia subjetivacion . 6.5. La metafora y la metonimia en el proceso de gramatica- Nzacion oak 65.1. Metéfora y gramaticalleacién 6.5.2. Metonimia y gramaticalizacién 6.6. Regreso al futuro: la gramaticalizacién en la formacién de conjunciones 6.7. Polisemia, ambigiiedad y cambio lingilstico . Cariruto 7, La lingilistien co ma. a: presente y futuro 1s fundamentales de In lingUfstica cognitiva La naturaleza cognitiva y simbélica del lenguaje Seméntica y pragmatica 7.1.3. La relacién entre los componenies de Ia grarmatica 7.1.4, El cardcter difuso del lenguaje 7.2, Aportaciones de Ia lingUlstica cognitiva 7.2.1, La lingUtstica cogaitiva como modelo gramatical 7.2.2, Nuevos enfoques de viejos conceptos 7.3. Dos maneras de viajar: un ejemplo de antl cognitivo ....... 5 74. Perspectivas y retos del cognitivismo s 7.5. La lingiistica cognitiva ervsobre las lenguas de Espaiin. contrastivo Bibliografia general Anexo bibliogréfico . Indice de materias idice de autores 160 161 162 166 16 169 im 1” 19 179 102 184 186 188 191 191 193 200 206 208 219 233 245 249, INTRODUCCION Escribir un libro introduetorio no es una tarea nada sencilla, Hay que fomiliarizarse con todos y eada uno de los aspectos del rmotlelo que se quiere divulgar, hay que “traducir” conceptos y ter- rminologia a un lenguaje comprensible para el no experto, hay que resistirse, tanto como sca posible, a dar un tratamiento desigual » tas teorfas segin el interés personal y hay que hacerse a a idea de recibir todo tipo de criticas por no haber tratado tal tema, in- cluido tal referencia o argumentado mAs o mejor tal otra iden. Si ‘2 es0 se aftade que el objeto de estudio es un modelo de reciente ‘aparicin e inherentemente heterogéneo, plural e interdisciplinar, como la lingostica cognitiva, quiz4s lo mejor es olvidar el proyec: toy dedicarse a otros menesteres. Pero, al iempo, difundir un modelo de estas earnctertsticas su pone un reto estimulante, un esfuerzo de sintesis © interpretacién, incluso de prediccién sobre cudl serd su futuro. De ese esfuerzo, compartido por dos investigndores que provienen de tradiciones dlistintas, surge fintroduccién a la lingiistica cognitiva. La diversi- ddad en Ja formacién y también en los temas especificos de invest gacién de Maria Josep Cuenca, profesora del departamento de F {ologia Catalana de Ja Universidad de Valencia, y Joseph Hilferty, profesor del departamento de Filologia Anglogetménica de In Uni- Nersidad de Barcelona, se combinan-en un interés comin por la Tingatstica eognitiva, El resultado es el libro que presentamos, una obra que intenta ser completa, plural y adaplada a los intereses del lector de nues- trd entorno lingufstico y cientifico. Después de un capitulo intro- ductorio (cap. 1), en el que se situa cl cognitivismo en el panora- ma de la Tingtfstiea actual, se explican los conceptos clave de In teorfa: Ia categorizacién (enp. 2), la estructura seméntica (cap. 3), la metéfora y la metonimia (cap. 5), la polisemia y las calcgorias radiales (cap. 5) y la gramaticalizacin (cap. 6). En el capttulo final 10 INTRODUCCION A LA LINGUISTICA COGHETIVA (cap. 7) se sintetizan las aportaciones del modelo, presentadas en I introduccién y desarrolladas a lo largo de los enpftulos centrales, y se plantenn sus perspectivas [uturas. Completan el libro wna bie bliografia general, un anexo con bibliograffa eserita en y sobre es- pafiol, catalin y euskera, y los indices tematicos y de autores, la capitulo contiene un apartado dedicado a Ja aplicacién de los principales conceptos Ue REE {os asf como de los mecanismos tebricos que fo describen, y afee- {a también @ ln melaestruciura, a nuesira comprensin de in rela: cient el engaj oa te describ a canetencte pln de la tnlorconcxiGh enire lag Wes par fen G2 atcxpariancas heraaynd lanes eres iumlor Aa pcs, a ingen cognitive define come una icra ale lernativa al generativismo chomskyano y sobre todo a los post dos de la versién esténdar, en gran parie superados en Ia actwali- dad dentro del propio generativismo. Para evi .° una. simplifica- 10, orate cat ce semen geen ge oat sat 6 Lahot V98 Fe 3389) 9 lores (98 AAA) 2 IWIRODUCCION A LA LINGUISTICA CocHETIVA cci6n excesiva del panorama lingifstico, conviene apuntar que la Evolucién del generativismo chomskyano ha tendido a dar una ma- Jor importancin a los aspectos del significado y a incorporar en su ‘dbjeto We estudio —a partir del concepto de pardmetro— fendme fno$ atribuibles a la variacién y a la tipologia lingOfstica. Cabe des tncar, por otro lado, que el cognitivismo se puede relacionar. con iros modelos que surgen de Ia gramética generativa, caracteriza dos, desde sus inicios, por conceder una mayor importancia a los spectos Iéxico-semanticos y, en muchos cas03, por no aceptar el ineeanisino de las transformaciones (cfr. Langacker 1987: 4-5; Cl- fuentes 1994; 79-81, 87-88). Nos referimos a la gramética de casos de Fillmore (1968), a Ia gramstica léxico-funcional (Lexical-Func- tional Grammar, LFG) de Bresnan (1978, 1982) y a la gramética de testructura sintagmética generalizada (Generalized Phrase Structure Grammar, GPSG) de Gazdar, Klein, Pullum y Sag (1985), asf como a In gramatica de estructura sinlagmética de nicleo (Head-Driven Phrase Structure Grantmar, HPSG) de Pollard y Sag (1987, 1994) 0 a In seméntica conceptual de Jackendoff (1983, 1990, 1992).!! ‘Dejando aparte Ja oposicidn teérica, histériea y'personal en- te el generativismo y In seméntlca generativallingastica cognitt- va, queremos puntualizar con Gibbs (1996: 50) que "parece me- Jor ver los enfoques generativo y cognitivo de In lingaistica como J irategias de investigacion m4s que como compromisos (ilos6fi- 1 Gposicign —real, consciente © insatentemente destacad, ‘quiaés incluso magnificadn—entre el cognitivismo y el generati- Visme, probablemente no es més que el resultado de dos miradas Uiferentes, de dos puntos de partida distintos, que nos ofrecen dos Cuadtos distintos —uno figurativo y el otro abstracto— de esa realidad (an compleja, préxima y al tiempo inalcanzable que es la capacidad humana del lenguaje. 1.5, Linens de investigacién La lingtfstica cognitiva, como modelo integrador y heterogé- neo, no se entiende como una propuesta unitaria, sino, més bien, como el resultado de Ia confluencia de diferentes Iineas de inves- tien actanteni, un poco des esc funelonal de Brenan Tae cc, Pllr y Su 11, sete 19H8)ofrece una bens presen ela cote Joe rece eto I LUA APARICION DB UN NUEVO FARADIGMA 23 Ligacién que parten de unos postulados comunes sobre el lengua- Jey el estudio, de las lenguas. Ast, el propio modelo presenta lo que, uillizaidé terminologta cognitiva, se conoce como una "es- tructura radial": es el espacio de integracién de diferentes enfo- {ques con tn cierto grado de interseccién entre ellos. Sin intencién de exhaustividad, podemos destacar algunos enfoques basicos, que comentamos brevemente a continuacién y que tendremos ocasién de analizar, de manera mAs 0 menos exhaustiva, a lo lar- go del libro. Entre estos enfoques distinguiremos entre lo que po- defamos denominar “teorfas generales”, que desatrollan algin concepto bisico que se aplica a aspectos mAs 0 menos coneretos de las lenguas, y “modelos gramaticales", que, incorporando en gran medida todas o algunas de las teorfas generales, intentan Construir un sistema articulado y global de estudio del lenguaje y Jas lenguas. En. cuanto a las teorfas generales, destacaremos Ia teorfa de prototipos, Ja seméntica cognitiva (etiqueta bajo la que hemos agrupado una serie de Ifneas de trabajo con distinlos nombres pero ‘con objetivos comunes), y la teorfa de la metéfora, a. La teoria de prototipos (cfr cap. 2), desde su orfgenes en la psicologia y Ia antropologia, se ha aplicado al estudio del léxico y la semédntica y, posteriormente, se ha extendido también a los demas niveles del andlisis lingU{stico. Se fundamenta en una con- cepeién no tradicional de {a categori bbasada en Ja acepta: cidn ds a ditsas Gelaidas poe haces de apes Sale ines de semejanza de familia (y no por condiciones necesavins y su ficientes), y constituidas por miembros prototipicos y miembros periféricos. En esta linea destacaremos la monograffa de Taylor (1989) y los estudios de Geeracrts (19882, 1988b, 19892, 1989, 1992, 1995) sobre el léxico y las expresiones idiométicas, tanto des- de el punto de vista sincrénico como desde el diacrénico. %. Con el nombre de seméntiea cognitiva nos referimos a di- (erentes propuestas te6ricas que intentan dar cuenta de Ja interac- ccién entre Jo que tradicionalmente se enticnde como significado "de diccionario" y los conocimientos enciclopédicos (cfr. cap. 3). Dicha visién de Ia seméntica, como inseparable de Ja pragmitica, ha dado como resultado conceptos, en gran parte coincidentes, como:el de modelo cognitive idealizado (Lakolt 19874), dominio cognitivo (Langacker 1987, 1991), marco (Fillmore 1985) 0 espacio ‘mental (Fauconnier 1984, Fauconnier & Sweetser, eds., 1996), que 24 Inernopucerart A LA LINGUISTICA COGNITIVA entronean con los conceptos de guién (ingl. script) o de marco {Gngl rare), desarrollados originariamente en el Ambito de la ps: cologia y In inteligencia artificial, La teoria de la metéfora (cfr. cap. 4) fue desarrollada por Lakoff en colaboracién con Johnson y con Turner (Lakol! 1987a, 1987b, 1993; Lakoff & Johnson 1980, Lakoff & Turner 1989; John son 1987; Turner 1991, 1996; eft: también Ortony, ed. 1993). Par- te de In hipétesis de que Ia metéfora no es s6lo una figura litera ia, sino que es un mecanismo cognitivo que se utiliza para proce: sar informacién abstracta a partir de conceptos mas concrelos, simples y familiares. La metéfora —y también Ia metonimia— in pregna cl uso cotidiano lel lenguaje. Bajo este prisma, el estudio He In metéfora y de In metonimia, de In mano de Lakof y sus co Iaboradores, se ha extendido al andlisis del discurso y, en especial, ‘a temas con implicaciones sociol6gicas y politicas. La teoria de prototipos, la semAntiea cogaitiva y Ia teorin de Ia metéfora constituyen Ia base general del cognitivismo lingUistico. Se han originado en el Ambito del significado y, desde dicho dm: ‘ito, han desarrollado extensiones hacia el campo de la gramética, Ein algiin caso se han integrado de forma variada en modelos de In gramélica, entendida desde un’ punto de vista cognitive como in Aisociable del significado. Entre ellos destacamos dos que actual mente tienen un grado de desarrollo bastante alto: la gramética iva y In gramAtica de construcciones. ‘La gramética cognitiva dle Langacker intenta poner de manifiesto las bases semAnticas de la gramética (cfr. especialmen. te cap. 3). Langacker (1987, 1990a, 1991, etc.) considera que la gra- matica es un conjunto organizado de unidades simbdlicas —el re. tultado de [a asociacién de un polo seméntico y un polo fonol6gi- co, Lo importante de su propuesta es que no identifica el con- Ceplo de unidad simbéliea Gnicamente con In palabra o el signo Tinuiitstico, sino que lo extiende a todos los niveles del lenguaje, i ccluso a In 'sintaxis. En consecuencia, In forma nunea se entiende como totalmente independiente del significado y de la funcién, de manera que cualquier cambio Cuncional se vincula a modificacio- neg en la conceptualizacién y se relaciona con el diferente tipo de implicacién del hablante en Ia estructuracién gramatical del con- {enido que comunien (esto es, Ia perspectiva que adopta respecto al: mensaje que produce). Ades, cl Iéxico, la morfologia y la sin- taxis se conciben como un continuum de aspectos interrelaciona- dos y no como componentes separados. LU ATARICION DB UN NUGYO PARADIGMA 25 ¢. La gramatica de construcciones, emparentada con a gra- Initica cognitiva, ha sido definida principalmente por Fillmore y Kay (chr. § 3.5). Se constituye alrededor del concepto de construc ccién —paralelo al cle wnidad simbdlica de Langacker— como uni- dad basiea de la gramatica y punto de partida de un marco leérico specialmente adecuado para explicar estructuras idiosincrésicas, sméticas. Notaremos, sin embargo, que Ia teoria ha seguido dos 105 diferenciados: por un Jado, se ha desatrollado una linea menos formalizada (Goldberg 1995; clr. también Shibatani & ‘Thompson (eds.) 1996), con muchos puntos de contacto con la gra- mitica de Langacker; por otro lado, se va concretando una linen de investigacién altamente formalizada (Fillmore y Kay, en pren- sa) que, de hecho, esté mucho més préxima a propuestas genera- livas no transformacionales como las que citébamos al final del apartado anterior. En la propuesta de Fillmore y Kay, las con trueciones se analizan como el resultado de la integracion de co wucciones sucesivamente més simples, incluyendo en un Gnico ni- vel de andlisis informacién morfologica, sintéctica y semantico- pragmética (cfr. Valenzuela & Hilferty 1992) No queremos acabar este repasd sin citar In feorla de la gra- ‘maticalizacidn, relacionada menos directamente con Ja Ti cognitiva "prototipica”, pero con Ja que comparte un gran riimero de postlados pee i f. La teorin de la gramaticalizacién se ocupa del cambio lingOtstico (cfr. cap. 6). Aunque esta vinculada al funcionalismo an- glosajén y a estudios relacionados con la tipologia lingtifstien, su base comdn con la lingdfstica cognitiva es més que evident: sus representantes conciben las lenguas como entidades dindmicas, en tun proceso de cambio continuo activado por el uso. Entre las di- {erentes propuestas que confluyen en dicha teorfa, mencionaremos a que $e centra en la interaccién entre In gramética, cl significado y.la Cuncién (hipétesis de la gramdtica emergente de Hopper & Thompson 1985 y Hopper 1987), Ja que aplica el concepto de me- {fora al cambio lingtfstico (Swectser 1990, Heine et al. 1991. etc.) yy la. que asocia cl cambio seméntico con Ja implicacién del sujcto hablante en el contenido que transmite (hipstesis de la subjetiva- cidn de Traixgott 1989, 1990, 1995, etc.).? nein tsb en ilinado nor Langncker en Dems) Se muni al se aie de exh unica copia sto sno yin era Se In prominin, reprern stan ut cn so spe econidransfnconaliesytabaon en dbo 26 InernoDUCCION A LA LINGDISTICA COCHETIVA 1.6. Mujeres, fuego y cosas peligrosas Eee re ne me Elen de In prapetva experiencia y como avance de In eri ee er ae i mn jidos por una de las siguientes palabras, que + Boyt designa a los humanos del género mpsculino y a la ma arte de los animales, || a Pa te Joeion alas mujeres, fuego, elfague y Tos objeto el lenguaje, etc. 1 yo de u ie 0, Dixon’ propuso una ser ‘A partir de esta clasificacién, na ari de priveifios te ssogiacién que parecfan fancionar en dicha leng Ue dicho dominio estén en la misma categoria que A” (apud Lako 19874: 93). ag 2 a 2. aes ios poses Desenaéet sateen coe Pe tiwales yn que en dpival no se marca Ie ist ine LUA APARICION De UN NUEVO rARADIOMA 21 caracteristica X (a partir de la cual se espera que se decida su per {enencia a una clase), pero, a través de una creencia o mito, se co- necta con la caracterfstica ¥, generalmente pertenecers a la cate. gorfa correspondiente a ¥ y no a la correspondiente a x" (apud Las koff 19870: 94). Por ejemplo, los pAjaros, como animales, a la clase pri deberfan pertenecer era, pero se cree quic los pAjaros son los esplritus de mujeres muertas y por ello se clasifiean en la segunda clase. De manera parecid, Ia mitologia dyirbal determina que la Luna y el Sol son marico y mujer, respectivamente; por ello, Ia Luna es bayi y el Sol, balan, € El principio de propiedad nportante: “Si un subgrupo de nombres tiene una propiedad particular importante que el resto del grupo no tiene, los miembros del subgrupo se asignarsn a una clase diferente a la de los demAs con el fin de marcar esta propie. dad; 1a propiedad importante més usual es la peligrosidad” (opud Lakoll 1987a: 94), Este tercer principio explica, entre otras cosas, que algunos pe- ces que son peligrosos se clasifiquen en In clase presidida por las mujeres, y no en Ia de los hombres y animales. Se podria deducir de toclo ello, como apunta Lakoff en Ia in- Wroduccién a su libro, que el dyirbal es una lengua muy poco "po. -amente correcta", y en concreto que es claramente machista, te- niendo en cuenta que nada bueno para Ins personas de sexo Teme. nino puede inferirse dle una coordinacién de sintagmas nominales como mujeres, fuego y cosas peligrosas. Dicha conclusion deriva de aplicar nuestra concepcién occidental del mundo a otro sistema, Jo ‘cual nos lleva indefectiblemente a consideratlo extrafio y anémalo, En opinién de Lakoff (1987a: 100), los principios propuestos por Dixon explican asociaciones que, le otro modo, pueden parecer ilé- gicas, como que el fuego pertenezca a la misma categoria que las mujeres. A través del principio de dominio relevante, el fuego se re- Iaciona con el Sol. y el astra rey, a través del mito, con la seujen El fuego es peligroso y, a partir dei principio de propiedad importan- te, las cosas peligrosas se asocin con el fuego. También el agua, Puesto que apaga el {uego, pertenece a su mismo dominio expe. tiencial y, en consecuenci ¢ el mismo clasificador. El estudio de Dixon, y la reelaboracién de Lakoff, muestran Ia existencia de una relacién entre el lenguaje, el mundo y la cognicién, ‘que se puede sintetizar en algunos principios posiblemente comunes a los sistemas de categorizacién humana (Lakoll 1987a: 195.96): 28 IeTHODUECION A LA LINGOISTICA COGHITIVA a, Centralidad: en las categorias existen miembros bisicos, ‘que son centrales en la organizacién categorial; asf, en nuestro Yemplo, los miembros bfsicos son hombre y mujer, mientras que Ia Luna y el Sol serfan menos centrales, y mucho menos los paja~ ros clasificados como balam b._ Encadenamiento: las categorias complejas se estructuran a partir de un encadenamiento entre los miembros centrales y otros Imiembios, y entre éstos y otros. Las mujeres se asocian con el Sol y éste con ia tez morena, que se relaciona a su vez, con un clerto tipo de gusanos marrones. Se trata de lo que se ha denominado re- Jacién de semejanza de familia (cfr. cap. 2, § 2) fc. Dominios experienciales: existen dominios experienciales bésicos, que pueden ser determinados culturalmente y que carae erizan algunos de los vinculos entre miembros de una categoria ‘d._ Modelos idealizados: encontramos modelos idealizados del mundo, que ineluyen mitos y creencias, los cuales pueden caracte far asociaciones entre miembros de una categorta, fe. Conocimiento especifico: el conocimiento espectfico, como es el derivado de los mitos, se superpone al conocimiento general f. Lo dems: los sistemas conceptuales pueden tener una ca tegoria “eajén de sastre”, donde vaya a parar todo lo que no enca: ja en las demas categorias; dicha categoria no tiene miembros cen trales, ni relaciones de encaclenamiento, etc. 1g Propiedades no comunes: wna categoria, como unidad, tiene que definirse por propiedades comunes a todos los mien. bbros; es decir, In pertenencia a una categoria no se determina partir de condiciones necesarias y suficientes que todos sus miem. Je cumplir. No hay razén para creer que existe algo en, Ins mujeres, el fuego y Ins cosas peligrosas, ni que po dle fiereza o peligrosidad en Ins mujeres —aun 8 partir de sus propios es- cexista ninggin que algunos puedan pensar lo contrat quemas culturales, elaro—"! | hh. Motivacidn: los principios yenerales explicados dan cuenta de una clasifieacién como Ia del dyitbal, pero no predicen comple- tamente todos los casos. En palabras de Lakoff (19874: 96), lo que predicen estos principios es que “los sistemas de clasificacién tien- Gen a estructutarse de esta manera, es decir, tende a existir cen tralidad, encadenamiento, ete. La teorin de) la categorizacién for- mula predicciones sobre qué sistemas categoriales humanos pue- den ser de tna determinada manera 0 no. No predice exactamente si existiré una categoria conereta|en una cultura o lengua dadas”. [UA APARICION DB UN NUEVO FARADIOMA » Ast pues, zqué aporta dicha manera de ontender Ia relacién en- tre Ia cognicién, el mundo y el lenguaje? Aporta unas claves para entender unas proyecciones que, de otro modo, quedarfan ocultas ‘Ademas, abre eaminos a I cién, que tendr’n que con. firmarse empiricamente (el caso del dyirbal esté contrastado con datos sobre el aprendizaje de Ia lengua, que muestran que In ca- \cgorizacién se adquiere a partir de principios generales y no como listas de casos, y se basa también en estudios sobre q proceso de desaparicién que csté sufriendo-en Ia actwalidad djtha lengua). Esta perspectiva permite, igualmente, descubri sistematicidad en Jo que, desde fuera, parcce el reino de Ja anarquta y el eapricho. Nos permite, en fin, entender mejor lo que es el lenguaje, el pen- samiento y el género humano. 1.7, El cognitivismo en el panorama lingiifstico actual Considerando las principales tendencias en la lingdstica setwal 4 adoptando etqueins que eben considerase en un sentido gene tal y no taxativo, podemos decir que la lingUfstica cogeitiva es sn modelo funcional, no formal y basado en el uso. En primer lugar, es una gramAtica funcional, en oposicién a las ‘graméticas basadas en Jas eategorias, puesto que ante la dicotomfa Eategoria-funcién, da preeminencia a la segunda sobre Ia primera Los lingUistas cognitivos consideran que, en general, la funcién y cl significado condicionan Ja forma y no al contrario, por lo que el concepto de funcién es necesariamente un concepto primatio. En segundo lugar, es “no formal” —lo cual no implica que no sea “formalizable"— en Ja medida en que no considera la gramsti= cen como “una coleccién de principios para manipula simbolos sin relacién con su significado" (Lakoff 1987e: 462-463). Por el con- ratio, uno de sus objetivos principales es precisamente dleterminar c6mo se interrclacionan o proyectan los aspectos del (scménticos y prngmAlicos) en loa formals (fonéticos, morfolégi- 0s y sintéeticos); de aht el earécter central del concepto de moti- vyacién, La lingGfstica cognitiva defiende que muchas caracteristi cas de la forma lingistiea ni son arbitrarias ni tampoco son siem- pre predecibles a partir del significado, sino que estn motivadas En palabras de Lakoff (1987a: 463), “muchos aspectos de Ia es- tructura sintéctiea son motivados por Ja estructura de modelos cognitivos o son consecuens 30 InermoDUcciOn A LA LINGOISTICA COGHITIWA Por dltimo, Ja lingtifstiea cognitiva esté basada en el uso por que su {uente fundamental de datos son Ins producciones reales y fo la intuicién lingiifsticn. Le interesa estudiar la lengua real, Ins Tenguas reales, y no una idealizacién que intente dar cuenta de In capacidad del lenguaje. Por ello, no deja fuera de su objeto de es: tudio las construcciones idiométicas y todos aquellos fendmenos que parecen no seguit los principios "generales” de la gramética, 5 decir, Jo que en lérminos gcaerativos se conoce como graméll- ten perifériea y aspectos de la actunci6n. Por el contrario, los con- Sidera centrales para el estudio del Jenguaje, ya que, como tendre: mos ocasién de ver a lo largo de este libro, con frecuencia arrojan més luz sobre cul es su funcionamiento que los procesos consi: derados "normales” 0 propios de la competencia lingiifstica "En sintesis, el foco de interés del cognitivismo son Ja funcidn cl significado y el uso, lo cual no quiere decir que se desentienda de la forma, ya que ésia es el vehfculo por el que se maniliestan y onereian los aspectos del significado. Con ello, Ins diferentes pro: ppuestas cognitivas se alinean el denominado {uncionalismo! y con fa Tingulstiea textual o andlisis del discurso. Por otro lado, ofrecen tuna alternativa la gramAtica generativa “ortodoxa” —especialmen: een la versin esténdar (Chomsky 1965)—, que se suele entender ‘como un modelo categorial, formal e idealizado (es decir, basado en la competencia, no en el uso), tiende a analizar el lenguaje a partir de una idealizaci6n de las producciones reales y puede con. Gucir a Ja idea de que el cerebro humano es como una mAquina, lun ordenador, cuya interuccién con el entorno es poco relevante para el estudio del lenguaj amo ne de Galena Re ‘Shnon Dik in fxtdos ron, ql {formalin chsetrsna a primera come nn perspective low sna del ws a na coments ice Tonle repesentads por Invengadoct ame sien y romain es pscmlees. La amplid de once ds To Monta (199) enw erao 40 ve, acu ween | | Carfruco 2 LA CATEGORIZACION [Ls concepcién cognitiva de In eategorlencion 2:12. Bases ve la 24 ategorizacion cognitiva 22. La teorte is prottios 23. La tert dal nel bdico 24 Broltne y nivel bse como concep Exams protaipten,prvaiges dase na Set TSE Einetin proanc de con Se jo ie es Borla gramalical un dfinicin La categorizacién TradieeeT IER copntvn como aleratva x Is oncepel 2.1. La concepeién cogn de Ia categorizacion 2.J-1. Qué Es cateconizar peti ae hay Hay di ik fe iguales? ¢Y dos totalment te difere 2 Br duseeaaoae tndeminads tnimel iente diferentes? éPor qué decimos que eden tun” fre elena sos Seder wad eign ea as rete 5 Por elem n eaialén, una sola palabra aoe aunts ait Tespuesta. El mundo que conoce nos eure’ Pre mbre las mujeres sdlo a través ae duestro Pensamiento. Dicha cor i an a ees Carel an eee compra de y en el mundo? $3 una moses y oro 9 es08 insectos? He x yde la realidad es posible tivas complejas, y al 3 eategorizacién, 32 nuTRODUCCION A LA LINGOISTICA COGNITIVA La categorizacién es un mecanismo de organizaci6n de la in formacién oblenida a partir de la aprehensién de la realidad, que fn sf misma, varinda y multiforme. La categorizacion nos per ‘simplificar Ja infinitud de lo real a partir de dos procedi tos elementales de signo contrario 0, mejor dicho, comple: mentario: In generalizacién o abstracci6n y Ia discriminacién. ‘Cuando decimos que una persona y una vaca son animales, es- tamos generalizando, y mAs avin cuando situamos en una misma clase nna persona y a una mosca o una ameba. Pero lo cierto ex ‘que no hay dos moscas iguales, ni cos animales iguales; ni siquie fala parte derecha cle nuestro cuerpo es idéntica ala izquierda y eso no evita que hablemos de una tinien persona. Por otra parte al hablar de tipos de animales (carnivores, herbivores y omntvo- os, pongamos por caso), estamos destacando las diferencias que hay entre ellos, estamos ” jandlo” (en el buen sentido de In palabra, claro), si bien no deducimos de ello que los animales sean completamente diferentes entre sf. Generalizar es, pues, obviar las diferencias entre entidades y agruparlas segin sus semejanzas, mientras que discriminar es ju to el procedimiento contrario: insistir en los rasgos diferenciales de dos 6 mis entidades con la finalidad de no confundirlas entre sf ‘Si no generalizdramos, no podrfamos sobrepasar el nivel de Ins en lidades individuales y In realidad seria caética y constantemente nueva, de forma que no podrfamos legar a una estructuracién conceptual. Si no discriminéramos, todo serfa uno y tampoco ha- brfa pensamiento. ‘Meliante la categorizacién agrupamos elementos diferentes conjuntos, lo cual nos permite pensar, pereibir, actuar e incluso hi Dh: Dicha eategorieacién tiene unas bases comunes a todo el yé- nero humano, unos prineipios generales, pero presenta también al- tqunas diferencias, como hemos tenido ocasién de comprobar e Enpitulo anterior, a propésito dle Ia clasificacién de los sustantivos ten dyitbal (cap. 1, § 1.6) | 1 la calegorizacién se puede definir como un proceso de clasificaci6a cuyo producto son las catégorias co nitivas, “conceptos mentales almacenados en nusstro cerebro”, que, en conjunto y una vex corivencionalizadas, “constituyen lo que se denomina lexicén mental” (Ungeret & Schmid 1996: 38). coe sentido, la entegorizactén fundaihenta los procesos de comprensign y produeciéa linglfstien 1A cATEGORIZACION 3 2.1.2. Bases De LA caTeconizacton cocutTiva ‘Sin embargo, la cuestién fundamental no es tanto qué es ca ciente y cud! es la estructura interna de las categorfas resultantes, Tina a Oris copnitiva de ln categorizacién parte de trabajos rea- izados principalmente en el Ambito de Ia antropologta y de la psi- cologia, en concreto de experimentos sobre los colores. La clase formada por los colores es una categoria univetsal de carseter di fuso (sin limites taxatives entre eada colot) y esté codifieada de ‘manera diferente segiin las lenguas. Los colores no se pueden de. limitar con precisién ({dénde seaba el azul y empieza cl verde? aus es el turquesa: azul 0 verde, sino que tepresentan un eon nus, Jo que no encaja adecundamente en una concepeidn tra. dicional de las categorias, que las considera compactimentos ct. tancos,claramente diferencias, nn ComPartmenten El estudio de la categorizacién de los colores, con el que se in tentaba poner» prueba i conocda hipdcis de ia relatividad lin- (stica formulada por Sapic y Whorf, Hev6 a Berlin y su equipo Gt, Desi & kay 69) a in concusién de que la ngevaacion dle los colores no ¢s arbitraria ni tnmpoco esté determinada pot In palais rlerne neadatonallded en ura lengua sone sino que se basa cn los colores focales —en los bésicos y més cla. ramente diferenciados—. Ello no impide que los limites entre un color y otro varien para diferentes personas y se fijen linglisticn mente de manera diferente. Los resultados empfricos obtenidos de Jos experimentos de Berlin y sus colaboradores, ademAs de pro- Patclonar dates fundomentaes sobre cl progeso cogitvo de la zacién, cuestionan la versién “Cugjte" de Ia hip6tesis del smo por In que sc considera que/el lenguaje condiciona ruestra percepcion dea realidad, cog en La psicéloga americana Eleanor Rosch y su equipo (cfr: Rosch 1973/1575, 1978 Rosch & Mere 1979; Rosle a 19) tras daron estos resultados antropolégicos al Ambito de Ia psicologia y Negaron a conclusiones paralelas respecto a In centralidad ¢ ini portancia perceptual de los "focos” cromélicas, que pasaron'a de. nominar prototipos. Otros grupo de experimentos_permitieron comprobar empfricamente la existencia de ejemplos “buenos” ‘malos” de una misma eategorfs. Esto, a diferencia de lo que se deduce de Ja concepeién tradicional, probaba que no todos los, miembros de una categoria tienen un mismo estaluto ni ésta se M4 nemopuccion «14 LuNGOIstICA coGHITIVA puede definir a partir de condiciones necesatins y suficientes, co- munes a todos sus miembros. ‘ Por otto lado, varios estudios sobre Ia clasificacién tra de las plantas, realizados también por Berlin y su equipo (cfr. Bet lin et al. 1974) ¢ igualmente contrastados, desde la perspectiva psi- coldgica, por el grupo dirigido por Eleanor Rosch (Rosch & Mei vis 1975; Rosch et al. 1976), mostraron que existen diferentes n Yeles de organizacién categorial, entre los que destaca lo que h Gado en denominarse nivel bAsico, aquel que contiene In mayor cantidad de informacion sobre la categoria y requiere asimismo un menor esfuerzo cognitivo.* Estos y olros experimentos fundamentan lo que se conoce como teorla de prototipos y del nivel bdsico, cuya idea central es que Ta organizacién de Ia experiencia se realiza en dos sentidos: ‘a. el nivel horizontal, segain el cual distribuimos entidades en. categorias distintas y dentro de cada categoria establecemos gra- dos de centralidad 0 prototipicida 1b el nivel vertical, que da cuenta de Ia organizacién interna de una determinada categoria, pasando de la abstracci6n a ln es: pecificidad. 2.2. La teoria de prototipos Si hiciéramos una encuesta en la que pidiéramos a los encues- tados que nombraran una fruta, con toda probabilidad, las man. ‘zanas, las naranjas y las peras obtendrian altisimas puntuaciones. ‘Si preguntéramos animales domésticos, es muy probable que el pe~ Fro quedara muy arriba en Ia escala, Este tipo de pruebas mues- tran que, dentro de un grupo de entidades, de una clase o catego. ria, no todos los miembros son iguales, sino que hay elementos més caracteristicos, mis protolipicos, que otros. En efecto, si pe dimos, como en el antaito famoso concurso televisivo Un, dos, tres, Que ae cilen nombres de aves, e2 poco probable que el pinguina Inpareciera entre los primeros citadlos. Se trata de un ejemplar pe- 4 Sch (1996) na simess eters ye 2.iepnuto | selene corse propos, yeni op 2, edad efor Se = = = - 1A exteconizacion 35 rifférico de a categorfa ave (un mal ejemplo de tal eategor‘a), al menos en nuestra cultura, {sf pues, una categoria contigne elementos prototipicos y cle- mentos progresivamente més periféricos. Cuando alguien nos dice: (1) Quieres un poco de chocolate? ccudl es Ia primera imagen que nos viene a Ja mente? Una inte Pretacién posible, aunque no la dnica, es la de una tableta rectan- ‘ular, de color marrén, comestible, hecha de eneno, dulce, etc. Pero existen varios tipos de chocolate que no eneajan totalmente en In definicién, més 0 menos informal, que hemos propuesto: existe cl chocolate blanco, el chocolate “ala taza (el que tomamos con chu- 108), el chocolate en polvo, etc. Ademés, existe un sucedanco Je chocolate hecho a base de algarroba, que se comercializa como el chocolate en polvo (posiblemente también pueda encontrarse en forma de tableta) y no contiene cacao. Incluso se llama chocolate ‘un tipo de droga y, obviamente, no es comestible (jaunque algu- nos digan que el “chocolate chocolate” también es una droga o al menos crea adiccién!). Aquella primera imagen que nos evoca la palabra chocolate y que resulta de Ia interaccién de un conjunto alcihules 0 caracteristicas, es la due denorainatfarior ef prototipe: de Ia categoria “chocolate”. Inicialmente, Rosch definié el prototipo como el ejemplar que melor se reconoce, el mis representativo y distintivo de una eater fpata, puesto que esol que Compatle tnis chractetisticas con eres: oti iicinbres de lo extcyorta y menos con los mierobroa de otras categorfas. Esta idea se une a Ia concepci6n de las categorias como entidades difusas, no como compartimentos estancos claramente delimitados y definidos: el paso de una categoria a otra es gradual” y viene marcado por miembros periféricos. Segin esto, Rosch (1978, apud Nathan 1986: 213) define las categorfas como “grupos do objetos del mundo relacionados a causa de las similitudes que mantienen entre sf, organizados alrededor de una imagen central, prototipica, del miembro de Ia categoria que es més representati- vvo de tados”. La pertenencia de un elemento a una categoria se os- tableee a partir del grado de similitudl con el prototipo, aunque los atributos comunes entre el elemento cn cuestién y el prototipo no deben entenderse como condiciones necesarias y sulicientes de {oda Ia categorfa. Las categorfas que se pueden definir por condi- jones necesarias y suficientes no son mAs que un grupo, y aun re- ducido, de las categorfas existentes. 36 sar del vance en a comprs angen eee fatniign del prootpo, al apliensse a a gran di revit dd de emtegorias existentes, se ha demostrado que es insult versided ae ete cnaeno, Guedan much: Pet cee ae Terran spurs poco sends ea ne EA sip, clprotlpo debe en Borie cee verercterfeiens (zeuantas?) en comin con otros mi Cie ccgor, ete tos de Ia categorie {Io necesario completa el concepto de pro {olipo con nuevos conan, ere ne a0 at Hall Mies Ye eer de halt de wn “prottiporabeto, de wn 1a ca. 3 ice fo eal no evar, por eee, Cee ee redeem ex ma protic, Ma ‘gana o la pera, qué animal de compaiiia es el pr totipo, el per ea aan habla de "prototipo-entidad cognitiva", o mejor, de chlor se able ee pan ca elegvi conan {iragen mental, que puede corresponderse de manera més © me- imagen mental, Puyo ented im ener, nos exacn con algin ver eto gan mogen menial es 1 que {de une e sous provotipe de la categoria. Cuando hablamos de pro Pa ea san aye sealmente el c fatipicidad. El prototipo no seria ere alos juicios sobre ¢) gra \ aaa ere reryaveng de superficie que tome diferentes formas se fain Ia categoria que estudi ities; es, basicamente, el producto de etlestras representaciones mentales del mundo, de nuestros mode Ios cognitivos idealizados, concepto sobre el que volveremos nts adelante (cfr. cap. 3, § 3.2.2). En palabras de Lakoff (1982: 169) ‘Se define respecto a modelos cognitivos idealizados ret so omaprensiones exten de a realkad recto. al mundo real 0 al conocimicnto que de él p ilo. Los efectos protol{picos surgen_precisn plifieac da), no i tealidad el modelo cog ee eaab Ruy sTusirativo el 1 car de madre (cfr: Lakolf ate definid. Podenox ‘que fa materni ian nme de envacteratieny Ina persona. Ast, Ia madre madre concib O hija: y, ademés, para no perder su “earnet de protol {lobe eviarlo y educarlo, Ahora bien, el hecho de que no si mpre se TUTTE Lr careconreacton 37 verifiquen todas estas circunstancias juntas da lugar a coneeptos como el de madre adoptiva, madre bioldgica, madre de alquiler, ma- dre donante (y quién sabe cudntas macires més nos depara cl futu: ro de las técnicas de reproduccién ). Mas atin, como resul: tado de los efectos de prototipicidad (0 sea, de la falta de corres- pondencia entre el prototipo y la realidad) surgen conceptos, més © menos fijados en nuestra sociedad, como el de madre soltera, ma- drastra 9 incluso madre trabajadora. Nos guste o no, la existencia de estas denominaciones muestran que nuestro prototipo incluye, de manera més 0 menos tangencial, la idea de que Ia made “pro: {otfpica’, ademas de todo lo que hemos establecido antes, esta ca- sada con el padre de Ja criatura y se dedica a las tareas del hogar. En este contexto, no debe sorprender, pucs, la siguiente afirmacién que propone Lakoll: "Yo tengo cuatro madres reales: Ja mujer de donde proceden mis genes, In mujer que me dio a luz, Ia mujer que me evié y la esposa actual de mi padre” (1987a: 75). Por consi Buiente, parece haber motivos para poner entre interrogantes el fa moto dicho de que madre no hay mdz que una, Son preesamente/ los efectos de prototipicidad lo que explica que se acurten esos con, ceptos correspondientes a madres no protot{picas. Los efectos de prototipicidad se concretan en aspectos psico: légicos observables, derivades de la mayor simplicidad cognitiva y formal de los miembros protottpicos (aquellos donde encajan la realidad percibida y el modelo): velocidad en el procesamiento, ra- pidez y orden en Ia adquisicién dle un determinado elemento por parte de los nifios, frecuencia de aparici6n de un elemento en el discurso, brevedad formal (obsérvese que las madres no prototfpi- cas se denominan con palabras derivadas 0 con sintagmas que in: cluyen un adjetivo), etc, El otto concepto que modifica 0, mejor dicho, enriquece la Leorfa de prototipos tal y como se formuls inicialmente, es el de se- 7 1 que se ha tomado de Ludwig Wittgenstein Para el Witigensicin de as Investigaciones filosoficas, las ealegorias no 30n discretas y. absolutes, como establecia la tradicién filoséfica aristotélica, sino difusas y contingentes. La relacién entre los miem- bbros de una eategorfa es como la que existe entre los miembros de tuna familia: Marfa se parece a su madre y ésta se parece a su pa- ‘dre —el abuelo de Maria—, pero Marfa y su abuelo materno no tic rnen por qué parecerse, puesto que Jos puntos de contacto entre las tres generaciones pueden ser distintos. Gréficamente, In relacién quedarfa como vemos en la figura J. (Givén 1984: 15): 38 IETRODUCCION A LA LINGUISTICA COGNITIVA Te. 1. Modelo de semeianta de familia de Wittgenstein Trasladando el concepto de semejanza de familia a la teorta cle prototipos resulta que las lineas de asociacién entre los miembros de una eategoria no se establecen necesariamente entre los ejern- plares de In entidad y el prototipo, sino que es posible que un ele mento se inlegre en la calegoria por su semejanza con otro que, éste sf, tenga algin atributo comin con In imagen mental del pr {otipo. No es necesario que todos los miembros de una categoria tengan algiin atributo comin entre st, ni tan siquiera algiin atti buto comiin con el prototipo, sino que las posibilidades asociali vas son miiltiples. Pensemos en el ejemplo del concepto de madre que acabamos de comentar. Existe otra madre ala que no hemos echo referencia hasta ahora: In madre politica. De hecho, la sue. {gra no es madre de Ia persona con In que mantiene dicha relacién de parentesco por ninguno de, los rasgos que definen Ia materni clad, La posibilidad de lenominarta miadre —con una base proba- blemente “eulemfstica’, eso s{— solo puede atribuirse a una rela ién de semejanza de familia, una suerte de propiedad transitiva por la que la madre del consorte pasa a entenderse como madre de tuno (mAs © menos “perilérien” segiin el caso) o, al menos, pasa a denominarse as Volvienclo al ejemplo del chocolate que hemos citado antes (cfr Hilfecty 1993), sus vasgos definitorios (, , , , ete.) no deben considerarse condiciones ne Gesarng ni sullclentes pac pertenecer a dicha clase Firnonos Gnicamente en los rasgos que parecen mAs importantes en In deli nictan ser comestible'y estar hecho n base de cacao, Hay muchos cosas comestibles que no son chocolate (por tanto, ésta no es una conilicién suficiente para decir que una cosa es chocolate). Por Cory lado, estar’ hecho asbase dle cacao tampoco es una condicién suficiente para determinar In pertenencia a Ia categorta “chocola- tc": hay cosas heehas a base de eaeao, como, por ejemplo, un bom- én, una mousse o ciertos pasteles, y no Jas agrupamnos en la cla- 1A caTagonrzAcion 39 se “chocolate” (aunque contengan chocolate). Los clementos que Pertenecen a la clase “chocolate” no se definen apropiadamente a través de condiciones necesarias y suficientes. Si consideramos las caracterfsticas que definen el prototipo de chocolate podemos caracterizar un tipo de chocolate prototipico (al mepos) tres tipos de chocolate periféricos, como se ve en la ta. bla 1, donde hemos marcado los alributos con los signos «+= (= 'posee el atributo’) y «-» (= 'no posee el atributo’)? Tama 1._Cerncterieacion por rasgos de In categorta chocolate a b © a tle encno> _ctabletn rect» ctableta rect.» , seguido de , que es un rasgo mucho mAs general y derivado del primero (el ca a0 es comestible), , que es caracterfstico (aunque no definitorio en sentido estricto), y , que es un rasgo destacado en el modelo idealizado, Asf pues, sogdn a tcorfa de prototipos, las categorias se for. man por Ia interseccién de una o varias propiedades tpicas, que tienden a coincidir, aunque dicha coincidencia no sea estricla mente necesatia. Gréficamente, tendrfamos el esquema de la fig. ra 2 (Givon 1984: 14). 2, Debemos advent que williamos ete sem gree por ay ela visual, pro lhe lode wor un sera bin =o dee corel a cir interpreta la sigan oes {9% como una evesion de “odo 6 rds” em en ent const, ya ue ela nips vous tina concep objet de In etegriacin, Por elmplo, hay que tener encanta ie «olor no 4 pucde entender de manera mana! el hocnate presenta difccmics onsale de marin de echo, este proteriica ean ms ora et Contd, nm debenon dees ‘nos Ifa orl tendencin hay, n ear enon de ehocsote nego: Teva come cl choca te blanco ola rava blancs no son eromallnmente de diho elon el cheats ogres la oe ‘earn trace ton eromiamente nepros La dennminscin divs, een, Jen leo oe Drooipcdad or el que lo elara x denifica con ln bance yl ne fon nex, 40 inernopucel3H A LA LINGOISTICA COCHITIVA Fie, 2. Estructura interna de una categorta segtin "a teorta de provotips. La zona central representa los miembros que tienen las cuatro caracteristicas definitorias del prototipo (en nuestro ejemplo «lel chocolate: a = , b = cestar hecho a base de cacao>, ¢ = ). A ps lir de ese micleo, el continu categorial se puede caracterizar por dos gradaciones: cada caracteristica se evaltia por la importancin felativa que tiene y cada miembro de Ia categoria se jerarquiza de ‘scuerdo con el niimero y el tipo de caracteristicas que presenta, De esa manera es posible establecer el grado de prototipicidad de un determinado elemento. Esta concepcién de la eategorizacion permite dar cuenta de re Jaciones complejas como In polisemin (cfr: cap. 5). Inchiso cuando hablamos de “chocolate” para referirnos al “hachfs" existe una se mejanza de familia basada en la forma y el color de ambos ele. mentos, el dulce y In droga. Como tendremos ocasién de ver mis adelante, In semejanza de familia, junto a los fendmenos de mets fora y metonimia, ayuda a entender cémo se ha Hegado a proc cir dicha extensién de sigiificado (cfr, cap. 4). ‘Los efeetos tle protolipicidud no sélo se constatan con pruebas psicologicas, como el listadlo de atributos asociados por el hablan: fe aun elemento o clase o la puntuacién relativa de ejemplos de tuna misma categoria (una puntuacién diferenciada de acuerdo con el dislinto grado de representatividad), sino que también se puede observar en el lenguaje natural. Ast, cuando queremos destacar que tun clemento es prototipico en su categorta, solemos utilizar ex presiones de intensivas como “esto es chocolate chocolate”, como fi existiera un “chocolate que no es chocolate”; por otro Jado, se ha observaco cl uso cle expresiones delimitadoras (en inglés, hedges; Ua caTeconten10N 41 cfr: Lakoff 1972; Kay 1979, 1983), que explicitan Ia no correspot dencia exacta entre un elemento y el prototipo de la categoria a la {que pertenece, como en sentido estricto", “desde un punto de vis- ta cientifico”, “técnicamente hablando”, “en términos generales", "aproximadamente”, etc. Asf, podemos decir (2a), pero no tiene sentido (2b), dado que una gallina sf que es un miembro protott- pico de Ia categorfa ave: (2) a En sentido estricto, un pingttino es un ave b. 2?En sentido estricto, una gallina es un ave Prucbas como ésta demuestran que pingitino y gallina, aunque fienmente son aves, no se coneiben como micmbros igval- mente representativos dle tal categoria. En conjunto, esta concepcién de la categorizacién permite di- ferenciar unas eategorias de otras y también establecer subcatego- rss, pero, a diferencia de la teorfa tradicional, no presupone una ‘separacién taxativa entre ellas Para acabar este apartado, afiadiremos que, aun cuando no (o- das las categorfas admiten un tratamiento tan claro como las que hemos visto, los principios de la eategorizacién y los efectos de pro: {otipicidad son generales. Incluso en el caso de una categoria que puede ser definida por condiciones necesarias y suficientes, como lo Se los "numeros impares” o, de manera més clara, Ia ds los “niime- ros primos” (aquellos que sélo son divisibles por sf mismos y Ja uni- dad), es posible observar electos de prototipicidad: existen miem. ‘bros més répresentativos, como el niémero 3, y miembros menos re~ prescntativos, como el 503. Ambos son impates y ademés primos, pero el hecho de que nuestro sistema numérico sea de base diez, ex Pla Ta diferencia de representatividad entre ambos guatismos. |. Kay (979. 1983) eblce qe expeslone delintndoras como los speaking yey models dees qe ene wna diincion temic propa de "Redeln que no enan una bse to fcocencs seins for cpa ce 92. onvecionnc, cama i que hemes eempingo Ima ao= yon ue Bovis (183) demo entegrss a hc”. Un Pdi er rnmees eer que t mat fn Em et ee ie et Esme pat pence» pl, conde en un fga pata, comb deen edt ene alr es pot clemerta ses de a mai ct, Ly diferentes oo ‘ipo de enegr ‘ads nom To qe Dalow denomina eter parent ferenls dln encore, cen tontenere et memory 9 rn rn 2 IWeTROOUCCION A LA LINGOISTICA COCNITIVA 2.3, La teoria del nivel bisico iro ifie incipi uno de los pil mo hemos dicho al principio del capitulo, dts ctegorzacion es capcidad de bsiacci o, cho do modo, el hecho de poder manifestar diferentes niveles de especiti- cidad. Langacker (19902, 1993) ilustra este concepto a partir d cjemplos como los siguientes: 3) a, Ocusri algo a ‘b._Un animal le hizo algo a alguien © Unpure meng eum hombre S._ Mi pequeno eaniche mordis al eartero en Ia pierna 1 MiPequete pero feroz eaniche, Fred, modi a a eae ekrero\cn Ia pantorila con sus Increblemente afilados dientes de (2) deseriben una msn situacin con un 1 o ‘dad: en (3a) s6lo gee Cy se ha ma aia informacién dando de- mente, 00) 08 Los ejemplos do proyresivo de especifici protlucido un suceso indetermina poco mis; en (3c) y Gd) se nerementa Ia Saforma Illes a eren de os partiipantes del sucesos final tina imagen més completa del mismo hecho, 0 ae Centrandionos sélo en el caso de la expresién del “agente” d nuestro evento, podemos esiablecer Ia jerarquia siguiente: (4) Entidad > organismo > animal > mamifero > perro > caniche > Fred En dicha jerarquin, el grado de especificidad se hace mayor le savintonn derecho, de manera que cada nuevo elemento queda Ineluide, hiponimicamente, en el precedente. Resulta claro, por 10 n(@, que In hiponimia no es mAs que una manifestacin de nues illus pr etegarierenderentee ives de bsrcién, Este mismo meeanismo general de organizacion se da en las Jasifeactones 0 taxonomies, incluso en Tas clasfienciones radi GoaNen, ye que se sitdan los elementos en niveles progresivaien: iets iclyents, come demosraron fs exudis 7a mencions de Berlin y su equipo (Berlin etal 1974) sobre la clasilicacion Se Re et ete Se a fon que es posible distinguir cinco niveles de clasifieac ; Tie gener, eapeciey variedid (tomando un ejemplo de nuestro fentorno natural podemos proponer la serie: vegetal - drbol - pino - LA carecontzAcion a3 pino albar - pino albar cataldn), y concluycron que el nivel inter- medio, el del genéro, es el que contiene més miembros éstos son / mas significativos cultural y lingtitsticamente (correspondden, en general, a palabras més simples y més cortas). Desde In psicolingifstica, Rosch y sus colaboradores (Rosch et al. 1976) profundizaron en estas ideas y propusieron considerar tres niveles de categorizacién: el nivel superordinado, el bésico y el subordinado, de los cuales el bisico es el central en el proceso de categorizacién. Si consideramos el concepto de perro, lo pode mos asociar con el dle animal y con el de caniche, y estableecr una gradacién, segiin una relacién de inclusién sucesiva anrimalperro. caniche, donde perro constituye el nivel bésico, mientras que art ‘mal corresponderia al nivel superordinado y caniche, al subordl. nado. De acuerdo con Ia teoria del nivel bAsico, los tres niveles no son equiparables, puesto que el basico es el mAs importante cognitive. mente, el més rico y eficiente de los tres (Kleiber 1990: 84.87): a. perceptivamente, los elementos de dicho nivel son los que se identifican de maneta més répida porque estén asociados a una imagen mental simple y global; b. comunicativamente, suelen corresponder a palabras mas cortas, son los mas frecuentes en el uso, el punto de referencia en contextos neutros y, adem, se identifican con las primeras pala- bras que entienden y utilizan los nifios; desde el punto de vista de Ia organizacién del conocimien- {0, ¢5 el nivel més informativo, por cuanto a un esfuerzo cognitive minimo se corresponde una cantidad de informacién muy elevada, debido al hecho de que Ia mayor parte de atributos de In categoria se memorizan en este nivel. EI nivel superordinado, por su parte, es relativamente inefi- clente en Ia jerarquia conceptual por incluit miembros de gran di versidad, lo que hace diffcil deter ibutos generales. Este nivel presenta Jo que se denomina eategorizacién parasita ria réspecto al nivel basico: su atributo 0 atributos definitorios son los comunes a Jas categorfas de nivel bésico, y se funcamenta en ese nivel para asociatse con una imagen mental (cf. Ungerer & ‘Schmidt 1996: 74.76). 44 INTRODUCCION A LA LINGUISTICA COGHITIVA veos ven Ssurenonows0o ll Pad I Jsico ©) Amana oars (a. Avma0s ee apa woe: Fio, 3. Represeniacién esquemdtica de lor atributos de la categor(a super ‘Ordinada mucuue (Ungerer & Schmid 1996: 75). EI nivel subordinado, a su vez, se basa en atributos diferencia: les.entre elementos del nivel béisico, como vemos en Ia figura 4 Ofiece sdlo un poco més de informacién que este nivel, pero, en contrapartida, requiere un procesamiento mAs costoso. En consecuencia, In mayor parte de nuestro conocimiento se organiza dle la manera més eficiente en el nivel bAsico, de forma ‘que éste acttia como un mecanismo de economia cogniliva, Jhustremos estas diferencias ampliando el ejemplo que hemos venido tratando (cfr. Cruse 197). Imaginemos que vemos un pe igueteando por la ca in contexto comunicativo neutro ramos una expresi (5) {Mira qué perro tan juguetént Si dijéramos (6), (6) {Mira qué animal tan juguetént Ua carucontencion 45 oti er 1 ssogo, (0 mts Fic. 4. Representa exquomdicn de los alrluios de ls entegoras “subordinedas nosa y stancanita (Ungerer & Schmid 1996: 98). y. nuestro interlocutor no tuviera Ia mirada fija en el mismo ser Vivo que nosotros, podrfamos confundirle ("ZA qué animal te re- Tires, a ese gato 0 a aquel perro?"). Eso no sucederia si dijéra- mos (7), (1) {Mira qué caniche tan jugueténi pero podrfamos ser excesivamente especificos o incluso equivo- arnos si no somos conocedores del mundo animal. De igual ma- era, cuando vemos un perro de la raza canithe y estamos con tun nifo, lo normal es que Je digamos “jMira qué perro tan ju- gucténl” y no que utilicemos los lérminos animal 0 caniche, por ser excesivamente general en un caso y especfico en cl otro. In- tentemos, por dltimo, dibujar un animal; necesariamente tenclre- 48 InermoDucciON A LA LiNcoIstICA cocnrTiva mos que dibujar un animal conereto (un elemento del nivel basi ‘perro, gato, pez, etc) y, sin embargo, nuestro dibujo (nuestra imagen mental, que corresponde a In gestalt 0 forma del concep. to) no tendré que coincidie con ninguna raza especffica para po der ser identifieado, Ta tabla 2, exirafda de Ungerer y Schmid (1996: 98), resume Jas caracteristicas diferenciales de los tres niveles. El nivel basico, pues, ineluye los ejemplares de la categoria ds ffcilmente diseriminables y, en este sentido, es equiparable al prototipo, sélo que Ia dimensién considerads, vertical en el primer Enso y horizontal en el segundo, impone un punto de vista organi- yativo diferente y complementario. Por otro laclo} la intervelacién tntve la teoria de prototipes y In del nivel bésico es clara. Como apuntan Ungerer y Schild (1996: 72), Ins eategorias prototipicas te desarrollan mAs plenamente en el nivel bésico y, complementa Hamente, las categorfas de nivel bsico funcionan como puntales de la eategorizacion porque se estructuran como categoria proto Uipicas. ‘Asi pues, ambas teorfas nos permiten definir los dos ejes fo damentales de categorizacién: un ¢je horizontal, que se basa cn Ia distincién prototipo-periferia y organiza Ia categoria en rela cién a otras calegorfas préximas, y un eje vertical, que se define especie al nivel bisico y da cuenta de cémo se jerarquizan los Ciementos de una dnica categoria 0 subcategoria segin una rela cidn inclusiva. 2.4, Prototipo y nivel bésico como conceptos dinémicos Hasta este punto hemos presentado una visi6n “idealizada”, 0 mejor dicho “prototipica”, de los conceptos de prototipo y de Yel basico, que podria conducir a concebirlos como conceptos e5- titicos, claramente fijados ¢ incluso universales. Como ha desta: cade Geeraerts (I9B8b, 19896), 1a propia nocién de prototipo es Sana nocién prototipica”, con ias ventajas y desventajas que ello comporta, Dichos coneeptos son dinfmicos y variables segin el Contexto, lo que no afecta de manera esencial a su definicién y en~ pero si que hae necesario entenderlos de manera racterizacién, exible. TaBta 2. Caractersticas del nivel bdsico, superordinado y subordinado parkmetre po de ligatstica atributos Cet) forma ¥ monomorfemse palabras cortas ‘acceso “natural” sl mundo estructura prototipica ‘gran nmero de ‘ibutos ap! cables a toda Ia categoria categorias de nivel bésico Targas_y_ comple morfolégicamente con frecuenc! palabras mi fancin focali- zadora 0 lunifcadora estructura de uno 0 muy pocos tributes genera. les: destacados generales no comin superordinadas con frecuencia, palabras complejas funcién expecifcadora alto grado de homogeneidad centce loz gran ntimero de atribut forma categortar sibordinadas morfolégicamente miembros de Ia categoria rales: atributos expectfcos y destacados: idéatica 48 IWTRODUCCION A LA LINGOISTICA COGHITIVA Hay que tener en cuenta, como exponen Ungerer y Schmid (1996: § 1.3), que los prototipos y Ins fronteras categoriales pueden cambiar en un contexto particular y, en cualquier caso, dependen de nuestro conocimiento social y cultural, que se organiza en mo- delos cognitivos (ce naturaleza psicol6gica e individual) y cultura. les (de naturaleza social y colectiva). Estos autores ponen un ejem: plo muy ilustrativo: (8) a. El cazador tomé su escopeta, dejé la cabafa y Hamé a su perro b. Desde el principio de la carrera, los perros empezaron a perseguir a la liebre €. Llew a su pervo al salén de belleza canino para que le arreglaran los vizos 4. Los policias alinearon a sus perros para enfrentarse Jos alborotadores No es dificil entender que In imagen mental de perro que nos formamos en cada caso no es igual: dificilmente podemos imagi- nar una marilin en (8a), un perro policia en (8b), un perro de caza en (8c) y un galgo en (Bd), 0, en todo caso, In hipotética situacién seria bastante ridicula o sorprendente. Con todo, el dinamismo del concepto de prototipo y de In imagen mental con que se asocia va mas all4 del contexto inme: diato: se extiende a lo que se denominan modelos cognitivos ("vi- sidn cognitiva, y basicamente psicolégica, del conocimiento al: macenado sobre un cierto campo", Ungerer y Schmid 1996: 50) y a su contrapartida social, los modelos culturales (“modelos cognitivos compartidos por personas que pertenecen a un grupo ‘0 subgrupo social", Ungerer y Schmid 1996: 50), que, a su ver, interactéian. Estos ‘autores (1996: 51) explican la influencia de os modelos culturales con ejemplos como las distintas concep. ciones de mesa en In cultura japonesa y en Ia occidental o, sin ir tan lejos, de la primera comida del dis, el desayuno, para un francés (petit déjeneur) y para un inglés (breakfast) —horario, tipo de alimentos que se ingieren, ete.—. Por otro Indo, es evidente que Ia distribucién de los elemen tos en uno de los tres niveles de categorizacién —bisico, supe. rordinado 0 subordinado— no es universal, homogénea ni siem- pre ficilmente determinable. Depende al menos del tipo de ca- 1A cataconrzncion "9 legoria y de las caracteristicas de In persona o grupo que leva a cabo In operacién cognitiva de calegorizacién. Un conceplo como perro tiene diferentes niveles superordinados (por ejemplo, mamffero, animal, ser vivo). Més atin, algunos conceptos de ni. vel bésico que pertenecen a una misma jerarqula (por ejemplo, mesa y silla dentro de Ia jerarquia de muebles) pueden no tener el mismo concepto superordinaco inmediato (que serfa asienio para silla pero no para mesa, cuyo nivel superordlinado inmedia- toes mueble) ‘AdemAs, segiin los conocimientos 0 Ia profesién dle Ia perst que categoriza, pueden presentarse variaciones respecto a la de ciertas categorfas en uno de los tres niveles. Para un rod. logo 0 un veterinatio, a diferencia de los legos en Ia materia el ni vel bésico de las categorfas correspondlientes a animales cs, pro. bablemente, el de las razas concretas (caniche, pastor alentdn, gran danés, etc.), de manera que el nivel basico general (pero) pasa a ser un nivel superordinado para el especialista. Por el contratio, la pérdida progresiva de conocimiento de Ia flora por parte de las personas que vivimos en Ins ciudades hace que Ins especies de los Arboles vayan dejando de constiluir el nivel bésico (concocemos s6lo algunos Arboles, y a veces sélo el nombre, ya que no los aso- mos con una imagen mental precisa), que pasa a ser ocupaclo por el término de nivel superordinado drbol. Como anéedota, po- demos recordar un anuncio televisivo que Ia compafifa ascguratio- a Nationale.Nederlanden presenté entre abril y mayo de 1997 y ue se ha welto a emitir en noviembre de 1998. Jugaba justo con esa idea: se muestra un arbol que simboliza a la compafifa (lo ad- mitimos, nosotros tampoco sabemos de qué Arbol se trata) y van apareciendo personas que intentan identificar sin éxito qué Arbol 5 (roble, castafto, naranjo, encina, ctc.). Al final del anuncio, apa- rece una nifia que dice: "Es un Arbol.” Hay gue tener econ también se en conju It esecetns del nial sen revecenmbecunne mejor lt nomen imines que rms iss gre Pose see Tar nambre cman eonecos neni clus peli en esi ni eho feclan por poner oes como (4) Gracton > enn» esas, rane penn 1) Comuncor » habe» evchchene dic ver te, 50 IerRopUCCION A LA LINGOISTICA CocHITINN 2.5, Graméticas prototiplens, prototipes de gramética La gramstica 0, mejor, el metalenguaje gramat te invegrante de la lengua, sigue los mismos prin cacién y estructuracién categorial que Ins categorfas “extralinguls ticas”. Como ejemplo de los eonceptos que hemos introducido en este capitulo, proponemos resefar Ia aplicacién de Ia teorfa de prototipos y del nivel basico a una funcidn, In de sujeto, y a una talegori la interjeceién, En un easo, se trata de una Cuncién pro fotipica, mientras que en el olro, es una categoria gramatical per feries, Intentaremos mostrar asi que los conceptos discutidos. no slo sirven para entender In organizacién de Jas eategorias extra Tingofsticas, sino que también son productivos en el lenguaje os pecializado'de In gramatics, Nos basaremos para ello en In defini Eién cogoitiva del sujeto que se presenta en Pérez Saldanya (1992), yen el capftulo final de Cuenea (1996: eap. 7), dedicado a la det iieién y earacterizacién de las interjecciones. 2.5.1. LA ESTRUCTURA PROTOTIPICA DE LA FUNCION DE SUJETO La concepeién wadicional de tas funciones oracionales res pponde a la eategorizacién por condiciones necesarins y suficientes, Ue manera que, en términos generales, se entiende el sujeto como quien realiza Is nccién verbal, el objeto directo como In persona 0 Cosa quie recibe In accién verbal y el indirecto como Ia persona se ve benieficinda 0 perjudicada por la accién verbal. Es evidente que dlichas definiciones se adaptan sélo a un tipo de estructura ora. sional: oracién predicati con objecto directo e indi recto (9), (9) Juan le ha dado un regalo a su hermana En dicha oracién, Ins tres funciones oracionales fundamenta les aparecen maximamente diferenciadas, por lo que podria consi- derarse una oracién prototipicn del espaitol. Pero no ocurre asi en 1 oy simone esos por Radha Oxy (188 y poe That (1990, a com moraines Ti Grable Sone 62 ‘ie kapor (19091998) TUSUSUSUT TOE 1A cATEGORIZACION sl muchas otras oraciones, lo que provoca rio pocos problermas para identificar dichas funcioncs. Centréndonos en la funciéri de sujcto, podemos sefalar tres criterios basicos por los que sc sucle definir: a. Criterio seméntico: el sujeto es el agente de la accién ver bal b. Criterio morfosintéctico: el sujeto es el sintagma que con- cuerda en ntimero y persona con el verbo. ©. Criterio pragmtico: el sujeto es el tema o t6pico oracional, 5 decir, Ia informacién conocica 0 de partida (tematica) a Ja que se aftade Ia informacién nueva (remética).” Un estudio de las oraciones del castellano, por ejemplo, mucs- tra que ninguno de dichos criterios puede considerarse una condi- cidn necesaria ni suficiente para determinar si un sintagma es su- Jeto 0 no: existen sujetos que no realizan una funcién de agente (10a), sujetos que no concuerdan con el verbo (10b) y sujetos que no constituyen el tema o t6pico oracional (10c). (10) a La lectura le encanta b. gAyudarle yo? Ese libro, atin no se Jo ha lefdo tu hermano En efecto, el sujeto de (10a) no es agente, sino tema o pa- ciente, porque el verbo de la oracién no indica accién sino esta- do psicolégico y presenta una estructura argumental “tema (suje~ to) - experimentador (objeto indirecto)"; el sujeto de (0b) no concuerda con el verbo, puesto que se trata de un infinitivo (for- ma desprovisia de morlemas verbales); la posicién inicial de (1c), la ocupa el objeto directo, no el sujeto, que, en este caso, tione ‘poricién final y, en consecuencia, ha dejado de ser el tema © t6pico oracional. Estos ejemplos muestran que Jos sujetos no constituyen una clase discreta y homogénea, definible por una o varias caracterfs- ticas comunes, cuyos miembros tienen todos el mismo estatuto, En 1, Perr Sokianys (1992) también habla de I dfiaiton de 2 ceo et nvr 1 sinagna nominal domino decent por elm dn qe chad cn anaes y no proplamente de ncionamienta no Ik fomarmos en condderaclon en mast exliescion, 32 InETRODUCCION A 1A LINGOIStICA COGHITIVR concreto, los criterios definitorios que se han aducido habitual: mente en la bibliografia sobre el tema sdlo son vélidos como ras: gos que caracterizan a Jos sujetos prototipicos. Sin embargo, pre: isamente por eso son los rasgos que nos permiten evaluar el c Feter periférico de otros elementos que identificamos como suje: tos, a pesar de no reunir todas las caracteristicas prototipicas, como en los ejemplos de (10).* Relacionando la funcién de sujeto con las otras dos funciones argumentales (objeto directo e indirecto), podemos definir ensos intermedios, que ocupan Ia periferia de esas|tres clases funciona. les, Sintetizando la problemética (cfr. Pérez Saldanya 1994), pole mos partir de Ia iden cle que el sujeto prototipico y el objeto indi recto tienen en comin el hecho de tener el rasgo de animaciclad y definitud, que los opone al objeto directo prototfpico (inanimado y no definidlo, como en (9). Por el contrario, el objeto directo y adirecto comparten sui naturaleza de argumento interno (comple: mento verbal u objeto), que los diferencia de Ja funcién de sujeto, Como argumento externo. Si combinamos dichos rasgos se pueden explicar casos intermedios ene: — sujeto y objeto directo, como el de las pasivas y de los deno: minados los verbos ergativos (11), que actiian como sujetos por sit ‘coneordancia con el verbo, pero se asemejan a los objetos directos (de hecho, se interpretan seménticamente como tales), segiin mucs: {ea el hecho de que tengan contrapartidas transitivas (12); (11) a. Laconferencia ha sido grabada b._ Las placas de hielo del Polo se deshacen répidamente Los téenicos han grabado Ja conferencin b. El efecto invernadero deshace las placas de hielo del Polo (12) 4. Con todo, nos parece events que I arateiten mis rel comaleton sulcinte para conch sven (yo qe a fon estrctoras qe mene lnccionespttsas, come (as gue “Jvnrclane como (i, donde e posible tants fn cov le lo cfm elon gets) tn wn taf Hane te hee 01, ton may eps) 1a caTEGORIZACION 3 — entre sujeto y objeto indirecto (13), como el objeto inclrec- to de los verbos como gustar, agradar, odiar, elc., que por su posi- cién inicial y por su interpretacién se ascmeja al sujeto, como muestra Ja estructura equivalente en inglés (14); (3) A Juan le gusta el cine (14) John likes the cinema — entre el objeto directo y el objeto indirecto (15), como en Jos argumentos internos de mentir, pegar, amenazar, lamar... que, aunque se interpretan de manera précticamente idéntica, a veces se manifiestan gramaticalmente como objelos directos y a veces lo hacen como indirectos, como mucstra la diferente pronominaliza- cién de mentir y amenazar (16) en espaol esténdar. (15) a, Mintié a su propia madre ‘Amenaz6 a su propia madre (16) a. A su propia madre, le/*Ia mi 1b. Asu propia madre, Ia /*Je amenaré ‘Una concepeién basada en propiedades necesarins y suficien- tes, como la que sigue Ia tradicién gramatical, acaba produciendo definiclones vélidas Gnicamente para los elementos protolipicos, {que relegan al pats de Ia “excepci6n’ todos los demés casos. El pro- Hema surge cuando las excepciones llegan a ser mAs numerosas que los ejemplos protottpicos, lo que puede acabar por poner en {ela de juicio la propia definicién. 2.5.2, LA INTERJECCION COMO CATEGORIA GRAMATICAL: ‘Una DEFINICION COGNITIVA La definicin de las categorias gramaticales constituye, sin ‘duda alguna, uno de los puntales bésicos de la sintaxis y, sin em- argo, puede considerarse en gran medida una de las cuestiones pendentes de la Jingtfstien. Los modelos gramaticales més impor- Uantes la gramélica tradicional, Ja estructural y Ia generativa— han abordado este tema desde perspectivas diferentes, pero sien~ pre manteniendo el punto de vista que impoie el modelo ds con- Ficiones necesarins y suficientes, y eso ha hecho que sus defini- 54 INsTRODUCCION A 1A LINGOISTICA CooNIEIVA legados al gran cajén de sastre de las excepciones (cfr. Cuenca mt in Ne Tsonga sobre el tema (Cuenca 1996), hemos desa- rite dite ples y subordinados.? En este apartado nos li- Ste Aen theatres a ee cl latin no tenia articulo y sus gr 10s se vieron en “ln necesi egorias, El hecho puede parecer anccdético (y en gran sl ete deals deta open ante dec ae deren inal’ ne worl doe ou oprupen os covegeris de THAD serocigois rtinak orc, clit, gent } mscpegorts sa raminak cae estonia de nivel i ferenter nse jrhguies ace ria de ener os tnreenncr ev ese, cme tcananres srl ces nail gab, ony dc, cane bh. peponcin deere exe ex iy rents seta sunt end UA careconizacion 55 Parte lo 3), pero el caso es que, una ver inclependizadas de los acl- verbios, los gramaticos han luchado por dotar a Ins interjecciones de una entidad conceptual, no siempre con éxito. De hecho, una de las pocas conclusiones claras que se puede extraer de los lr bajos sobre el tema es su cardcter anémalo y su escasa integracion en el sistema lingdfstico, lo cual ha llevado a algunos a proclamae incluso, que no son elementos lingilsticos, sino meras articulacte. nes vocales, En general, podemos diferenciar cuatro hipdtesis sobre su na- turaleza (cfr: Almela Pérez 1982: cap. 3; Lope Blanch 1983: § 2.4) 8. Constituyen una categoria gramatical diferenciada. b. Son un subgrupo de otra categoria, normalmente del ad verbio. €. Son oraciones 0 equivalentes de oracién, d. No son elementos gramaticales ni tan siqui ra Tingisticos, Dejando aparte Ia cuarta opinién, que nos parece poco fun- damentada, la solucién al problema reside en hacer de alguna manera compatibles Ins otras tres opiniones. Esta operacién es di. ficil desde postulados tradicionales, pero es perfectamente posible desde una concepcién cognitiva de In categorizacién. Lag inter. Jecciones presentan relaciones de semejanza de familia con los adverbios, porque son invariables morfolégicamente y manilies. an valores semAntico-pragmaticos. subjetivos; no obstante, se comportan como unidades méximas de In sintaxis, es decir, como. oraciones, y no como partes de Ia oracién. Hablamos, pues, de tuna clase periférica, dentro del grupo que tiene como prototipe la oracién. El rasgo de invariabilidad morfoldgica no es muy diseri minatorio (también son invariables Ins conjunciones y las prepo- siciones); en cambio, el funcionamiento de las inletjecciones como oracién, y no como cansiiluyente oraeional, af que co dice criminatorio y permite definiclas como grupo sulicientemente di. ferenciado. Pero no adelantemos acontecimientos. Es comprobable que las interjeéciones (prototfpicas, en usos prototipicas) equivalen'n ora- ciones, como podemos ver en (17): (17) a. jay! b. Me has hecho dafo al pisarme ©. [Me has pisadol 56 ITRODUCCION A LA LINGOISTICA COGNITIVA ‘Ahora bien, también es comprobable que no encajan en nuestra concepcién prototfpica de oracién, que supone una ¢s: (ructura compuesta por un sujeto y un predicado. En efect Consideremos los rasgos por los que se ha definido el concepto de oracién: a. estructura sujeto-predicndo b. autonomfa distribucional (es decir, independencia sintéc- uni .a (una oracién es una unidad entonativa) G1. unidad seméntica (una oracién es una unidad de sentido) &. unidad comunicativa (una oracién corresponde a un enun ciado completo) Las interjeeciones responden positivamente a todos los rasgos excepto al primero, es decir, son (semejantes a) oraciones, porque Son unidades sintécticas aulénomas distribucionalmente y com pletas deste el punto de vista prosédico, semantico y comunicatl fo: se diferencian de cllas s6lo en cuanto a su estructura.!9 La se. Inejanza entre interjecciones y oraciones es suficientemente lta Como para poder considerar las interjecciones dentro de la cate goria oracién. Por otro lado, las interjecciones no se pueden identificar f6- cilmente con otra categoria, ya que lo Gnico que las une a algunas “partes de la oracidn’ es la invariabilidad morfolbgica. Entre ellos, 1a categoria mas préxima es el adverbio, Ia nica de las invari. bles que no funciona como enlace. Ahora bien, existe un rasgo mucho més importante que diferencia interjecciones y adverbio: In interjeccién no funciona como parte de Ja oracién, como com plemento, a diferencia del adver fa funcién mAs tipica es la Ue complemento verbal. Una categorizacién conjunta de adverbio eSitterjeceion debe acudir irremediablemente al recurso a Ia ex cepeién. Pero nuestra reflexién no puede quedarse en este punto, que nos llevarin a concluir, como hemos avanzado, que las interjeccio 10. También se pods considera come carncerttcs diferencia el que el sanifcad de tas Wicseclones depen tm grom med dl cones. Pero ex caraceratica, aunque den ‘deen (Mafia todas nosotros halremos hablady con a carecontzacion 7 nes son oraciones no protolfpicas (nivel horizontal), sino que de- bbemos planteatnos Ja estructura de Ia categoria jerérquicamente ee ear nbstegeuia sc pegmceeeae ica isin eatuese) oF otras clases gramaticales. ee in primer lugar, Ja discusién sobre el concepto (prototipico) de edeisetieeee ie parisar das stecpie edacdonsdeat al See “iuni' ote hognent Lapa pad ccm ot Re Gis ee Gecec poss is von cotycloc eiperior ie or Era ale ees Cele taeenen el earns im neuen sci (18) Le ha dicho que Juan no volverd hasta las 10 considera la oracién principal), en la oracién de (18) funciona como ica (sujeto-predicad (Fuego! 1Qué barbaridad! Si bien se podrfa deci, tradicionalmente al menos, que se tra- {a del resultado de In elisién de constituyentes oracionales, no pa- eee que esa justifieacién sea del todo ndecusda: ni es necesario presuponer In existencia de otros constituyentes (aunque se pudie- Fa hacer) ni, en tal e980, podrfamos determinar qué palabras exse {as faltan, Lo que invalida en gran medida el argumento de In el sién, Como defiende extensn ¥ detallacamente Hernan (3978), Ia equivalencia sintéetica y pragmatiea de los fragmentos y las ora- clones es lta, a pesar de Ins ferences extucturalesenstentes entre ello. De acuerdo con los rasgos con los que se ha deCinido el con- cnt de ore atone se pede erence roe pos dentro de la (supra)categorfa oracional: 1a ora ja rer dena Ie cuore 3 el grecucleson semper 58 Inermopuccion A LA LINGOISTICA COCNITIVA “taota 3. Caracterizaci6n de las calegorfas oracionates (Cuenca 1996: 75) Oracidn —_—_Cldusula__ Fregnenio 7, Esinvctura sujelo + predicado + * =a 2. Autononsia disteibuefonal + -, + 3. Unidad prosédlien : ote + 4. Unidad seménticn + a ‘ Unidael comunientiva + “ 'S._Unidad comunientiva _# = ‘Tenemos, pues, una categoria prototfpica, Ia oracién (propia mente dicha}, que tiene todos los rasgos earacteristicos de la cate- foria, y dos calegorfas no prototipicas. Por una parte, las cléusu Ths, que se asemejan a Ins oraciones deste el punto de vista es- tructural (tienen un sujeto y un predicado completos), pero se diferencian de ellas en todos los otros rasgos, puesto que forman parte de una oracién completa; por tanto, no tienen autonon Aistribucional, ni son completas prosédica, semAdntica 0 comu teativamente por sf mismas. Por otra parte, los fragmentos son uni- acles oracionales én todos esos niveles, pero no Uenen estructura sujeto-predicado. fe ait de esia caracerizacibn por haces de rasgos se puede observar que, en este caso, ninguno de ellos es una condicién ne esaria para consierar que un elemento lingufstico pertenece a In Supracategoria oracional, puesto que todos y cada uno de los cri {etios se da como negativo en alguna de Ins dos categorfas no pro: taipicns, Por otro lado, se observa que, sk consideramas In. sani fad cle rasgos que presentan las eategorias, resulta que las clfusu- ia sec pesenan slo tno de on enc rages dean ser periféricns que los fragmentos, que tienen cuatro. Sin embargo, huestra intuieion no es ésla: parece que unos y otros son igual {e periléricos 0, en todo caso, que las cléusulas son “mAs oracio. ales", és semejantes a las oraciones prototipicas. Ello se podria explicar considerando que el rasgo estructural (sujeto-predlicndo) tiene un mayor peso en Ia definicién de las categorias oracionales five lor otros rasgos. Asf pues, el grado de representatividad no blo depende de Ta cantidad de earacteristicas compartidas con el protatipo, sino también de qué rasgos se poseen, vo compuesto for nda ae en genera os el ns que i gran en fa unidd de saan donde jos eens, Se erdter pai LA caTeconrZAcion 39 También hay que tener en cuenta que, en ocasiones, los frag- mentos forman parte de una estructura oracional compleja, como en (20), de manera que dejan de tener autonomfa distribucfonal: (20) ¥ de repente grité: jFuegol s0 no evita que podamos defini los fragmentos como estruce lutras que prototfpicamente constituyen unidades méximas de la sin- taxis, esto es, que no necesitan establecer relaciones de dependen- cia estructural con otros constituyentes. El no considerar los rasgos ‘como condiciones necesarias y suficientes permite dar cuenta de esa posibilidad estructural, sin que por ello haya que concluit que se trata de una excepcién o un contraejemplo a la definicién general. Volviendo al principio de la argumentacién, estamos en condi- ciones de comprender que las interjecciones responden a la defi- nicién de fragmento; mejor dicho, constituyen una subcategoria de Ja categorfa de nivel basico fragmento, de la que forman parte to- dlos los equivalentes de oracién que no presentan estructura sui to-predicado. Esta definicién nos Hleva a incluir también otro grit po de elementos, sino (como respuestas (olales), que funcionan como una suerte de proforma, como una prooracién. Igual que los pronombres, si/ito carccen de significado Iéxico inherente y man- tienen s6lo rasgos formales (en este caso In modalidad afirmativa © negativa) correspondientes a In oracién. En ese sentido, se apro- ximan a Jas interjecciones propias (ay, oft, al, uf, ete.), que mani fiestan valores modales (dolor, alegria, sorpresa, cansancio...) y, junto con éstas, a los adverbios de manera; con todo, a diferencia de los adverbios, ni las prooraciones ni las interjecciones son cons- lituyentes oracionales. La poca conerecién de su significado, muy directamente condicionado por el contexto, hace que tanto las in- lerjecciones como Jas prooraciones sV/no (agrupadas tradicional- mente entre Jos adverbios) suclan aparecer sequidas de une eld suln que repite y precisa tal significado: (21) a. thy qué dato me has hecho! b. No, no vendré Pero no debemos olvidar que hay dos tipos de interjecciones: las propias y Jas impropias. Las primeras son formas breves, de significado muy general y puramente gramaticales o tan gramati- calizadas que el hablante ya no las relaciona con ninguna catego- rfa léxica, Las segundas (jMadre miai, janda yal, ;hombrel, etc.), 60 wrnonucciOH A LA LINGOISTICA COGHITIVA alicacton de sintogmas de diferente vctarag mgs complejas y mantienen un significado wn we racv, Por es, ie itteetones proposed Poe see ses formalmente a fos (ragmentos propiamente di che rs Pe ‘io abstante carter nh: seer ent enfatco te Ins ineresetonesimpropins (manifestage ‘GBlcrmente por Ia entonacién exclamativa) , sobre todo, ¢} grado cae roratiel 9 ln périda del valor semantic literal en fa oon ee ermificado pragmatico (sorpresa, alegria, contrariedad, dane euten que las consideremos interjecciones, si bien so” siete) iy prototpicos, pviéreos, de 10 clasts. rierpfendo en cuenta todo este complejo entramado de relacio- senrerain, podemes esquematizar Ia estructura caleg Ine categorias oracionales segan Ia tabla 4." ‘que derivan de la gramatics scidn de las tmterjecetones en la supracategoria oracional ! Tama 4 meutegorta rt ORACION _FRAGMENTO CLAUSULA sagmenio InterjecGi6n Probencién naga | (sino) (Fuego) ‘ impropia propia (Osiras)_ Uy) cok pt Os) Nivel subordinaclo Jas interjecciones constiwuyen, una ‘de nivel basico fragmento, que forma tarde'ta supracategorfa oracional, Dentro de Ia categoria frat Pico in ntessones poping se slaconnn deserts 1s rade agmentos propiamente dichos, Intercategora etal ee iterjeclones —y tambien las prooraciones-— 3¢ rela. Tionan con los aciverbies modales, aunque los puntos en comiin no ra ficientes ni lo bastante importantes como para conside! ra uella categorfa invariable. Expresado con palabr subcategoria de la catege son sufi Jas una subcategoria de aq Jas cttgortas de nie sbordiondo de lien elcid ci ue dichas y de las cltusel 1 ace Jax onacones 0p TTT 1 crTecoRteActON i No es éste el momento ni el lugar para entrar en probablemente necesatios para fundamentar ulter pétesis que presentamos. Nuestra i to que la idea de prototipo, Ia hipétesis de Ia estructuracién jerse. quica alrededor del nivel basico y la definicién por haces de rasgos puede ofrecer una explicacién de la interjeccion mas completa € tegrada en el sistema gramatical de Ins categorfas que la des. cripcién tradicional. Asimismo, dicho enfoque da cuenta (de mas nera no contradictoria) de caracteristicas de las interjecciones y de otras categorfas que, adoptando otras perspectivas metodolégicas, son aparentemente irreconciliables. la teorfa de prototipos y del nivel bAsico se mues. n como instrumentos tedricos itiles para entender y definir me. Jor ciertos conceptos, como los de funcidn y categoria gramatical, diffcilmente explicables de manera satistacoria desde postalades tradicionales. : detalles, ‘mente Ja hi- tencién es poner de manifies: 2.6, La categorizacién cognitiva como alternat a Ja coneepcién tradicional En este capitulo hemos presentado los principios de la catego- rizacién que sigue Ia lingU{stica cognitiva y hemos ido apuntando {en qué sentido se aparia de Ia concepeién tradicional, que es ob- Jetivista y se basa on la concepcién platénico-aristotélica de la re- Jacién entre Ia realidad, los conceptos y las palabras. Como con. explicitaremos los érminos de dicha contraposicién epis. femolégica, que constituye uno de los pilares del cognitivismo, Como comenta Lakoff (1982: 148), los resultados experimenta- les de Rosch y otros estudios posteriores que han seguido la linea marcada por esta autora ponen en tela de juicio la teorfa elésiea de Ja categorizacién. De In teorfa de protolipes se deduce que no existen limites claros entre categorfas, y que las propiedades com. partidas, In uniformidad y Ia inflexibilidad categorial, que se en. cuentran en la base de In concepcién tradicional de Ja categoria cién, no responden a la realidad de Ia eategorizacién humana en tun gran ndmero de casos. Por otro lado, los resultados de Ia teo- a del nivel bésico tampoco se ajustan a Ja concepci6n tradicional de la relacién entre categorias ni al supuesto cardcter homogéneo de los miembros que las forman. ‘Obtenemos, asf, dos concepciones contrapuestas de In categoria: ¢cién, que podemos esquematizar en cl cuadro comparativo de la ta- bla 5 (basado en ol que se incluye en Pérez Saldanya 1992: 507-508): @ IneenoDucciON A LA LINGOISTICA COGNITIVA Taoia 5, Categorizacién tradicional vs. cognitiva Careporineidn waticional Cotegortacion cogitina 1, Las eategorfay son disereias. 1. Bsisten ealegortas con Hmites dif 2, Las eategorias se definen a Talar'da na serie Ue pro- 2, Exist calegoras que no pueden str Pisce mecesaias ye definidas por medio de_ condiciones Sulicientes. fecesarias'y suffeientes, sino que tie- nen ue see delinidas a partic de ha ez de rasgos y de relaciones de se piejamza. 3. Todos Jos miembros que Tegean una eategorfa tienen \eEran iy jgual’o parecido. 3, Exislen categorfas con miembros més representativos (ems centrales © Pro {oltpicos) que otros, Seyiin la concepetén cognitiva, por lo tanto, podemos estable- cer lo siguiente: ian con un prototipo, esto es, una fa, Ins categorias se asoci teraccién de una se~ agen mental que se forma a partir de In vie de alributos caracteristicos; te Micha nsocincién permite hablar de buenos ejemplos (miembros prototipicos) y malos ejemplos (miembros periféricos) seers Miembros més periféricos marcan fronteras difusas res: pecto a otras eategorias, La (relativa) heterogeneidad de Jos miembros de una misma ca- teyor’n expliea que muchas de ellas no se puedan delinir por me: conte condiciones necesatias y suficientes, sino que deban definit- $e por haces de rasgos o atributos. Las relnciones de similitud, que Furden observarse comparando Ia lista de alributos de mien ros Puividuales de Ja categoria, pueden afectar a todos Jos miei Jae de ta entegoria o pueden establecer relaciones sélo entre l- unos miembros, En este segundo caso se bla de semejann cle familia. Pariemos contrastar In ‘concepeién cognitiva y In tradicional observanda los dos esqueias de In categorizacién que propone G sen (1984; 16). La figura 5 representa el continuum categorial se- pin Ia teorfa cognitiva de la categorizacién. WMATA 1A caTeconrZacion “a oo ‘hen etged ptpen (ox) Gementres Siwese Sntespac Fro. 5. Distribucidn categorial protopica. La figura 6, a su vez, representa la Bain Sows presenta la concepeién tradicional de ot ten — sae Geena aoe pate) — votersion catego Iaemlentos do esc os eegota Fic, 6, Disiribucidn categoria radicional 64 IWTRODUCCION A LA LINGDISTICA COCNITIVA Por otto lado, es importante tener en cuenta que Ia clasifis cién humana de las entidades del mundo en categorias no se ajus ta a los erilerios cientificos, de manera que no hay que buscar un correspondencia total entte las taxonomias populares y las cien ficas. Buena prueba de ello es que el color del vino tinto ge identi- fique como negro en catalin (vi negre) 0 rojo en inglés (red wine), unque siempre se haga referencia a un mismo tipo de vino, © ve al denominado vito blanca en Ins tres Tenguas esté bastante lela do de lo que cromticamente se entlende por dicho color. Las taxonomias cientifieas no se ajustan a las dimensiones de la mente, puesto que suclen corresponder clasificaciones muy comple is, ni a la manera como distribuimos los elementos: alrededor de wn hhivel bisica, Por ello In categorizacién tradicional sacrifica la “fide lidad" a lo real en aras de un procesamiento més simple y oper ‘Asi, el nivel basico sirve como mecanismo de economia cognitiva (chi, Ungerer & Schmid 1996: § 2.1), funcién a Ja que también con ibuye la organizacién a partir de prototipos (efr: Geernerts 1988), En estas paginas hemos podido comprobar que la concepcién ‘cognitiva del proceso de categorizacién parece responder mejor a Ta realidad (a la iden popular de que las cosas no siempre son blan. ‘cas 0 negras), y en ese sentico es “mAs objetiva” que la que emana lel denominado objetivismo. Pero, ademas, puede ofrecer intere santes resultados en campos que son tan préximos para los lin: ilstas y los estudiosos del lenguaje en general como la definicién fle Ing eategorias y las funciones sintécticas, punto inicial y final de Ja rellexién gramatical. TEn definitiva, Ia categorizaci6n es un fascinante proceso men: tal que nos permite relacionar las entidades del mundo, basindo. os en sus similitudes y en sus diferencias; sélo asf podemos re. Guetr be infinitud « finitud, promisa, previa para la existencia del pensamiento y del lenguaje. | Cartruto 3 SEMANTICA Y GRAMATICA 3.12! Ua semdnten no eotposcon 3.2, Denotacién y connotacién ea tige Ele Bomiios cognions 322) Modelos cogtivos Wealiados Perfil y base 7 alee Invgeheryeramaten Dee mdi a gramdtica Sd. ‘Consivectones 332; Tener lo modelos coy 3.6. Seméntica enciclopédica mn vos idealizados 34, La naturaleza si \bélica del Ienguaje 3.1.12 Untpapes simnduicas ‘Como hemos comentado en el capitulo inteoductorio (capt to 1,813), unn de Ins hipotss sles dela lnghtien cope va ge gue In gramatiea consutye un repertono estrusturado de unidades simbélicas, es decir, de elementos bipolares que resul- tan, eels oom in que existe entre un polo Tonoldgico y un polo semAntico (eft, por ejemplo, Langacker 1987: § 2.2; E les: una representacién fonolégica, por un Indo, una representa. cién semantic, por ora, yun vnculo simbsic bidirectional que asocia ¢ integra estas dos representaciones en una Ra aaes present una sola unidad 66 Inermopucciow A 1A LINGOLSTICA COGHTTIVA Pio. 1. Estructura interna de una unided sintblica. Dada esta concepcién de Ja estructura lingOfstiea, ni ta forma ni el significado pueden considerarse componentes totalmente in. Gependientes 0 nulénomes, sino que deben contemplarse como elementos fntimamente interrelacionados. Tista idea no es nueva en Ja lingUistica. De hecho, nos recuerda directamente In concepci6n saussureana del signo lingifstico como tunién de un significante y un significado. Sin embargo, en Ia lin tbistica cognitiva In propuesia se lleva hasta sus dllimas conse Euiencias, puesto que se defiende que la interrelacién no se cixcuns- ibe al sgn lingtatco, «I palabra, sina gue se alin» cualquier ipo de expresién, sen cual sea su complejidad. Asf, la gramftica tBenitvn y conerctomente a propuesta de Langacker (1987, 19900, 1991), no reconoce In existencia de niveles intermedios de estruciw a gramatical que no se fundamenten en la fonologta y el significn do. Como consecuencia de esto, In morfologia, In sintaxis y el Iéxi- ‘co no se enticndlen como niveles linglsticas discretos, sivo como Gin continuum de estructuras simbélicas que resultan, a su vex, de Tr vsociacign entre wna estructura fonolbgien y wna estructura se réntiea, come vemos esquematizado en In figura 2 ‘nnd ster one Bsvuctur intern wa esided siden complejo, 1 SEMANTICA ¥ GRAMATICA o7 La figura 2 representa una variante algo mas compleja del es- quema de la figura 1; con todo, Ia idea subyacente es la misma: In forma y el significado son interdependientes © indisociables en cualquier nivel de organizacién.' En ol nivel de andlisis més bajo, 1un polo fonolégico minimo puede integrarse con un polo semanti- co minimo, mientras que, cuando la estructura se analiza en un ni vel superior, el polo fonolégico en su conjunto, como unidad mi- xima, se integra con el polo semdntico completo para formar una estructura simbélica compuesta tinica, Esta concepcién del lenguaje tiene consecuencias tedricas esenciales, como el cuestionamiento de la existencia de mecanis- mos como las transformaciones 0 las eategorfas vacias, que con travienen la relacién intrinseca entre forma y significado. Una gra- matica cognitiva no recurre a ese tipo mecanismos, puesto que vio- Jan la restricci6n forma-significado, segin la cual no se permite postular elementos que no se fundamenten en el sonido y en el sig- nificado. Se obtiene asf un modelo de anélisis moncestratal, clara- mente diferenciado de propuestas como Ia generativo-transforma- ional, que, en la versidn estindar, defendia la existencia de dife- rentes niveles de andlisis correspondientes a diferentes estructuras (profunda, superficial, forma fonética y forma Iégica). 3.1.2. LA SEMANTICA NO COMPOSICIONAL, El postular una teoria monoestratal como Ia cogni pica una cierta dificultad para analizar unidades simbélicas cuya es- \ructura interna no ¢s completamente composicional, es decir aquellas que no resultan dela simple suma de Jas caracteristicas de los constituyentes de nivel inferior. La idea de falta de composicionalidad semAntica resulta cla- ra si examinamos el fendmeno de las frases idiométicas. Como expresiones idiosincrdsicas, las frases idiomaticas no son la suma de sus partes, en el sentido de que el significado de Ia frase ente- ra no se desprende totalmente del significado de las palabras in- dividuales que Ia constituyen (cfi: cap. 4, § 4.4.1). Tomemos el 1. Vésse Croft (1995) parm un inereante andi de I intnan rsacinexstente entre Ins nidndes entonativasy gromaliester en ingles. Por ote Indo, ex convenient precsor ave en ‘muchos estuioscogntivos se mucsira Jor polos semtntios sin ws respectvos polos fonold- fleas (ywiesverss), en general, porelarad expostv. De ello no debe inferiae qe In grams tien no re enlendo com Intgreldn de cstrucurasfonolgleey semen. 68 IneFRODUCCION A LA LINGOISTICA COGNITIVA jemplo de la expresién ni fu ni fa, que viene a significar ‘me re licula de a ni, pero aes ele st EH a en cuanto a su aportacién al giro en cuestién. Es innegable, pues, nificaclos de las distintas partes de In expresién. Esto demuestr claramente que el significado de las frases hechas no se cco ye forzosamente sumando uno por uno el significado de Ins pa. cién comparativa (1): jen de In semAntica no compo: telura corriente como la construc (1) Mari Loli es mas alta que Enriqueta Légicamente, se desprende de tal oracién que: (2). Enriqueta es més baja que Mari Loli Por tanto, tenemos una relacién de inversién entve las dos ora ciones, por In que (1) implica (2) y (2) implien (1) St Mart Lol es imds alta que Enriqueta, Enriqueta es mds baja que Mari Loli. Sin embargo, esta propiedad de inversién no se hereda de ninguna «le Ins palabras individuales de Ins oraciones en euestién. Si Io se. méntica fuese totalmente composicional, es decir; unn simple suma de significados individuales, se esperaria que la relaci6n de implicaci6n que se da entre ambas oraciones fuera graduable, y no puesto que los adjetivos ato y bajo manifiestan una rela Clande antonimin graduable Gta alto, un poco bujo, me cétera). Pero no es asf, En consecuencia, es necesario reconocer que el significado del todo —sea un sintagma o sea una oracién— hho es el mero conjunt6 de las palabras que lo integra. sa por muchos enfoucs etl de conidre as fe ions oe ene ot enn sense cme hatmar deic taolnrat fire que as! se expiqncnsatislactovamente nucle exsos en fs a Alou, or eeepl ela We» suntan + ques ia de Ivete ein gi me an pil sis ‘jin oneal SSEMANTICA ¥ GRAMATICA 6 Oraciones y expresiones como éstas suponen un grave proble- ma para cualquier visi6n de la scméntica que contemple el sig cado exclusivamente en términos de composicionalidad. En tales enfoques, que encarnan lo que podsfa denominarse "Ia teotfa se méntica de los bloques Lego” —como los juegos de construccién por piexas de los niios—, cl significado total de una expresion es simplemente la suma de sus partes més la reglas de combinacion que derivan ditectamente de cllas; no cabe Ia posibilidad de que pueda ser algo diferente, Desde una perspectiva cognitiva, en com. 0, el problema se soluiciona recurriendo a la nocién de construc. cién gramatical, entendida como empareja forma y significado. De este modo, se propone a integracion en todos los niveles de anélisis, de manera que se admite que un cons (ituyente no es necesariamente Ia suma de sus componentes de ni- vel inferior; es decir, una estructura puede presentar caracterfsticns no derivadas de sus constiluyentes o puede perder alguna caracte- ristica que éstos poscen. Tendremos ocasién de detenernos sobre este (ema un poco més adelante. Las observaciones que acabamos ce hacer no sélo se aplican a 4a semAntica, sino también a Ambitos como la sintaxis (ch, § 3.5), la morfologia e incluso la fonética sintActica. Pensemos en cl caso de la /n/ en final de sflaba o de palabra y seguida de otra conse ante: la consonante nasal toma el punto de articulacién de la con. sonante siguiente, As, en en paz la ene se pronuncia como bilabial, en onza se hace interdental y en nunca, velar (cfr. Navarro Toms 1980: 156). Esto es, aunque por su punto de articulacién el fone. ma nasal /n/ es alveolar, dicho punto se modifica segiin la articu. lacién del sonido siguiente. Si partiésemos de una concepeién pit. ramente composicional, la pronunciacién resultante de cualquier combinacién deberia ser sicmpre igual, alveolar: por ejemplo, [en] + {pa0] darfa como resultado [enpad], y no (empad], como efeeti- vamente se pronuncia. Una ver. més se demuestra que un consti uyente complejo no es necesariamente la suma de sus partes. La moraleja de esta historia es que una teotia lingbifstien ba- sada en Ja idea de que los constituyentes se construyen como si fueson "bloques Lego” no se corresponde con Ia realidad y deja muchos interrogantes sin resolver. Para ilustrar esia puntwaliza- cin con otro ejemplo, detengémonos en Ja siguiente oracién: (3) Verds algunas fincas de vez en cuando

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