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Charles Morris y sus Niveles del signo

Charles Morris (nac. en 1901), también norteamericano, fue otro importante sistematizador de
la semiótica. Clasificó la semiótica en tres ramas:

1. la sintaxis 
2. la semántica
3. la pragmática

Todos sabemos que el lenguaje verbal está constituído por oraciones, o sea grupos de palabras
combinadas de cierta manera. Estas palabras se llaman significantes, y forman una oración
enlazados entre sí mediante una relación llamada sintáctica; estas relaciones son aquello que
estudia la primera rama de la semiótica: la sintaxis.

Nivel Sintáctico.- Cuando se refiere a las relaciones formales de los signos entre sí.

La sintaxis entonces, al estudiar la relación de los signos entre sí destaca la parte formal del
lenguaje, el cómo hablamos, el cómo combinamos las palabras.

Pero además, cada palabra remite a un significado. Por ejemplo, en la oración 'mañana no iré',
la primera palabra significa el día que sigue al de hoy. La relación del significante con su
significado se llama relación semántica, y es lo que estudia la segunda rama de la semiótica: la
semántica.

Nivel Semántico.- Cuando engloba las relaciones de significado, entre signo y referente ( es el


nivel denotativo, el significado primero o léxico consignado en un diccionario).

Por supuesto que ambas ramas se influyen mutuamente. Por ejemplo: lo sintáctico influye en lo
semántico, porque si yo cambio la combinación de las palabras, varía el significado. Si en vez de
decir 'mañana no iré' digo 'no iré por la mañana', aquí 'mañana' ya no significa el día siguiente al
de hoy. También lo semántico influye sobre lo sintáctico, porque si quiero sacar 'mañana' y
poner 'elefante',o sea otro significado, la frase deja de tener sentido ('elefante no iré') y
entonces debo cambiar la sintaxis ('no iré con el elefante').

Por supuesto que las relaciones sintácticas y semánticas no se dan al azar, sino de acuerdo con
ciertas reglas, casi siempre tácitas. Ejemplos de reglas sintácticas son las reglas gramaticales,
que indican qué combinaciones de palabras son lícitas y cuáles no, y las reglas lógicas, que
establecen por ejemplo qué combinaciones de oraciones son lícitas para hacer un razonamiento
correcto.

Reglas semánticas son por ejemplo 'gato significa animal con bigotes que maúlla', es
decir, especifican qué significado habremos de darle a determinados significantes. Estas reglas,
simples en la vida cotidiana, adquieren mucha importancia en el lenguaje científico, donde
aparecen vocablos teóricos para los cuales es necesario precisar su significado empírico. Autores
como Carnap las llamaron reglas de correspondencia, porque justamente dicen qué significado
empírico corresponde con determinada expresión teórica. Otros como Hempel las
llaman principios puente, porque establecen un puente, una unión, entre lo teórico y lo empírico.

Hasta ahora podemos ir deduciendo que la sintaxis tiene relación con el significante (pues
explica cómo combinar significantes), la semántica tiene relación con el significado. ¿Y la
pragmática? Pues tiene que ver con el intérprete, porque la pragmática apunta, como su nombre
lo indica, al aspecto utilitaria del lenguaje, al para qué le sirve al hombre el lenguaje y cómo lo
utiliza.
Nivel Pragmático.- Nivel que implica las relaciones significantes con el intérprete, o sea, con
aquel que utiliza los signos ( en términos lingüísticos, es el nivel de la connotación, de los
significados deflagrados por el uso efectivo del signo).

Sabemos que el lenguaje puede servir para informar, para expresar emociones, para agradar,
para seducir, para ordenar, para pelearse,etc. Más genéricamente, las palabras permiten
estructurar las relaciones interpersonales y, con ello, regular el comportamiento de la
gente. Charles Morris estudió especialmente el aspecto pragmático, porque le interesaba la
relación del lenguaje con la conducta de las personas, es decir los aspectos pragmáticos de la
comunicación humana.

Otros, en cambio, centraron sus estudios especialmente en los aspectos sintácticos, como De


Saussure (quien llamaba semiología a la semiótica), y posteriormente Chomsky. La semiótica ha
encontrado importantes campos de aplicación en ámbitos tan dísimiles como la psicoterapia y la
publicidad, o la epistemología y el cine. Y esto es así porque cualquier actividad humana
implica siempre decir algo (semántica) de determinada manera (sintaxis) y con algún
propósito (pragmática).

II EL ANALISIS DE LA IMAGEN

En la década de los ochenta hemos entrado en al "sociedad de la comunicación" : La


explosión del audiovisual, la telemática e informática, la internacionalización de los mercados,
los intercambios de información más complejos y rápidos conducen a profundas
transformaciones donde la comunicación, y el poder comunicativo de la imagen, se convierten
en un factor fundamental. En esta sociedad mediática en la que vivimos desde los 80, la
información más rápidamente asimilada es la que se transmite en un lenguaje visual (ó
audiovisual), donde la imagen, cada vez más "dramatizada", se convierte en un bastión de la
sociedad contemporánea.

En este contexto, estudiar y analizar la imagen, no es sencillo a pesar de la cotidianidad de la


misma.

El proceso de percepción es un proceso estructurante. El universo exterior no está estructurado


en sí mismo, es el ojo humano el que lo estructura, lo organiza y le impone un orden y un
sentido al percibirlo y pensar sobre él. Apoyando la teoría gestáltica acerca de que “el todo es
más que la suma de sus partes”, podríamos decir que Todo, en el mundo de la imagen, se
presenta en un contexto determinado y es modelado por ese contexto.

 Los pensamientos influyen en lo que vemos, y viceversa, estableciéndose reciprocidad


intrínseca entre lo que aprendemos y lo que hacemos, o lo que percibimos en nuestro
entorno y lo que realizamos sobre él.

En la lectura e interpretación de las imágenes, según Félix del Valle, se ponen en práctica
distintas competencias del ser humano:

 Competencia iconográfica: que permite identificar las formas y asociarla con el


mundo real. (Facilita el análisis objetivo de la imagen, una visión jerárquica y
diferenciadora)
 Competencia enciclopédica: que llegará hasta dónde llegue nuestra memoria visual
del mundo.
 Competencia lingüístico-comunicativa: que posibilita describir mediante palabras el
contenido de la imagen.
 Competencia modal (espacio-temporal): que permite identificar espacios y tiempos
distintos.
 Competencia estética: que valora el componente estético .
 Factor ideológico: que mediatiza la visión de la imagen según la ideología y el
concepto de mundo que tenga el receptor de la misma. Es precisamente este factor
ideológico lo que hace ver lo que realmente no está.

Es fácil observar que las tres primeras competencias nos hablan del nivel denotativo, mientras
que el factor ideológico cae completamente en el nivel connotativo.

La práctica

Todas estas competencias que se señalan, influyen a la hora de analizar una imagen. El análisis
de imagen que se realizará se resume de la siguiente manera:

 Primeramente, una descripción puramente formal que correspondería a la descripción


bibliográfica de documentos escritos (aspectos catalográficos).

 Un análisis morfológico en el que a modo de resumen, se realiza un puro análisis


denotativo de las características materiales, naturaleza del soporte, formato, imagen,
etc. así como una pequeña descripción del contenido.

 Finalmente un análisis de contenido en niveles de connotación y contexto.

CONCLUSION

Como resultado de estas reflexiones y del análisis expuesto en los ejemplos de las imágenes que
hemos analizado, podemos concluir, que el análisis de contenido de imágenes en la actualidad,
está fuertemente influído por el poder que éstas en el mundo contemporáneo, de constituirse en
verdaderos símbolos conceptuales de nuestra realidad.

Con todo ello, podemos argumentar que la experiencia denotativa no basta para comunicar, es
necesaria una descripción del contenido connotativo en aras de una mejor utilización de las
imágenes.

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