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Actividad

Realiza un anlisis intertextual a partir de la referencia del mito griego de Narciso, el


texto potico de Enrique Lihn, La vejez de Narciso y el cuadro del pintor Christian
Zamora Rojas.
Narciso
Narciso era hijo del dios boecio del ro Cefiso y de Liriope, una ninfa
acutica. El famoso vidente Tiresias ya haba hecho la prediccin de
que vivira muchos aos, siempre y cuando no se viese a s mismo.
A los 16 aos Narciso era un joven apuesto, que despertaba la
admiracin de hombres y mujeres. Su arrogancia era tal que,
tal vez a causa de ello, ignoraba los encantos de los dems.
Fue entonces cuando la ninfa Eco, que imitaba lo que los dems
hacan, se enamor de l. Con su extraa caracterstica, Eco tenda
a permanecer hablando cada vez que Zeus haca el amor con alguna
ninfa. Narciso rechaz a la pobre Eco, tras lo cual la joven languideci.
Su cuerpo se marchit y sus huesos se convirtieron en piedra. Slo su
voz permaneci intacta. Pero no fue la nica a la que rechaz y una de las despechadas quiso
que el joven supiese lo que era el sufrimiento ante el amor no correspondido. El deseo se
cumpli cuando un da de verano Narciso descansaba tras la caza junto a un lago de superficie
cristalina que proyectaba su propia imagen, con la que qued fascinado. Narciso se acerc al
agua y se enamor de lo que vea, hasta tal punto que dej de comer y dormir por el sufrimiento
de no poder conseguir a su nuevo amor, pues cuando se acercaba, la imagen desapareca.
Obsesionado consigo mismo, Narciso enloqueci, hasta tal punto que la propia Eco se
entristeci al imitar sus lamentos.
El joven muri con el corazn roto e incluso en el reino de los muertos sigui hechizado por su
propia imagen, a la que admiraba en las negras aguas de la laguna Estigia. An hoy se conserva
el trmino narcisismo para definir la excesiva consideracin de uno mismo.
La vejez de Narciso
Me miro en el espejo y no veo mi rostro.
He desaparecido: el espejo es mi rostro.
Me he desaparecido;
porque de tanto verme en este espejo
roto
he perdido el sentido de mi rostro
o, de tanto contarlo, se me ha vuelto
infinito
o la nada que en l, como en todas las
cosas,
se ocultaba, lo oculta,
la nada que est en todo como el sol en
la noche
y soy mi propia ausencia frente a un
espejo roto.

Cuadro: Christian Zamora Rojas

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