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De Io intimo a la oficialidad: la construccién dei patrimonio desde las personas Daniela Marsal No son extrafios los reproches de las autoridacies, la gente y medios de comunicacién respecto del poco interés de las personas por con- servar y vincularse con su patrimonio. Sin embargo, sabemos que ninguna sociedad intentara conservar algo que no valora, ni tampo- co se preocuparé de algo que no conoce o siente lejano. Ante esto podriamos preguntamnos: cExiste un desinterés total de parte de las Personas 0, mas bien, un desinterés por lo que ha sido "catalogado* or otros como patrimonio? Por lo general, el concepto de patrimonio se asocia al patrimonio fia, a la nacién, a aquel patrimonio en el yue hemos sido educs- fos, el cual celebramos, recordamos y conmemoramos en conjunto ‘nivel nacional. No obstante, la relacién con el patrimonio no se da Unicamente de esta forma, Para comprender la relaci6n de las personas con el patrimonio, ; debemos reconocer que su construccién se realiza desde dos esferas: le oficial y fa no oficial. En el primer caso se refiere a aquellos ele- -mentos patrimoniales sustentados y promovidos por la nacién y/o el stado, En su mayorfa suelen ser reconocidos, aprendidos y so- Galizados @ través de la educacién formal, ritos, conmemoraciones e Por otra parte, existe también un patrimonio no oficial, uno es ntneo, que nace dese lo privado, las actividades y conocimientos indviduales, familiares y de comunidades, que no son oficializados ni Peprendidos institucionalmente. Estos son elementos, practicas y luga- utiizados por grupos a nivel local que crean identidad y sentido Pertenencia. Cuando reconocemos este tipo de patrimonio, lo que amos haciendo es recordar la participacién que las personas tie- [ten en la construccién y (re)creacién de éste, | | | | be lointime 2 a oflotided: ta consruccién del potrimonio desde los personas [A través de este capitulo intentaremos recuperar la participacién, un tanto olvidada y escasamente estudiaca, que las personas tienen en el proceso de construccién del patrimonio, Primero abarcaremos ‘estas esferas del patrimonio oficial y no oficial, para luego dar algu- nas sefias de cémo este patrimonio no oficial se convierte en una herramienta para las personas y comunidades. Por tiltimo, daremos algunos ejemplos sobre c6mo las personas perciben el patrimonio @ través de un trabajo de campo realizado en Santiago de Chile hace algunos afios. Retomando estas versiones oficiales y no oficiales del patrimo- io, es interesante destacar que ambas se construyen desde extre~ ‘mos opuestos, Mientras que las versiones oficiales lo hacen desde *artiba’, desde el Estado y/o la nacién, las versiones desde “abajo” lo hacen desde las personas y comunidades locales. Respecto a este proceso de construccidn, es preciso reconocer tres elementos. Primero, los encuentros y desencuentros que se pro ducen entre estas dos esferas. Segundo, la larga tradicién de inves- tiger, gestionar y ensefiar el patrimonio construido desde arriba y lo escaso, poco investigado y difundido que es el patrimonio desde abajo. Finalmente, reconocer la Importancia de las personas en él proceso, por ende, Ia importancia de comenzar a reconocer estas ‘otras miradas de patrimonio. Tal como lo plantea Howard “Heritage is of people; not just for a small minority of specialists and experts, but for everyone"? Para el primer caso, se podria pensar que las versiones de pa trimonio desde ambas esferas viven independientes unas de otras. Lo cierto es que no son excluyentes, més bien se vinculan: algunas veces comparten elementos, otras comparten valores e incluso, al {gunos elementos inducidos logran colarse dentro del sentimiento de {o familiar y lo personal. Son estos elementos compattidos desde la oficialidad los que logran ser un sustento simbélico para la nacién, aunando sentimientos a nivel nacional. A modo de ejemplo, poctia- mos mencionar Ia proximidad entre las personas y las fiestas paties, como también el vinculo con la bandera nacional + Howard, 2, Hertage: Management Interpretation, identi, Continaum, Lond 12003, p33. raduecén libre de la autora El patrimonio es de las personas m6 fi inn minavitrin ee acrialstas v exoertos, sino para todos Daniel Masel ___No obstante, al considerar los elementos no compartidos, es de- dir los desencuentros entre las visiones desde arriba y desde abajo, se nos revelan las reales caracterstcas del patrimonio: un campo de disputa simbélica, donde existen discordancias, mivadas mul. tiple, versiones y valores diferentes. Ademés, un campo donde no todas estas versiones tienen la misma relevancia, Tal como argummen t2 Bourdieu “no todos los grupos estan en iguales condiciones para imponer su visién de mundo @ toda la sociedad. No todos los jui- ios, todos los sistemas clasificatorios, todas las visiones de mundo tienen el mismo peso. Y ello es porque no todos los grupos socia~ les estén igualmente posicionados para universalizar su sistema de dlsificaciones"? En este sentido, sabemos que existe una hegemo- nia! que prevalece respecto a universos simbélicos, la que decide, dispone ¢ impone sus visiones y construcciones sobre lo que es pa trimonio a toda la sociedad. , _ Teniendo esto presente, si el patrimonio es un espacio proble- matic y complejo, para investigarlo y gestionarlo necesariamente se E debe poner en entredicho la artificialidad del patrimonio desde arr- ba e “r desde la base creadora hacia las instituciones encargadas de dria dar sefias de la escasez de vinculos comunitarios y de barrio que évisten actualmente en Santiago, en donde la vida se reduce cada vez mas alo familiar nuclear e individual. Latercera percepcién, vinculada a la anterior, es una ligada at pa~ ‘timonio tradicional y fundamentalmente nacional. Esta percepcién parece més vinculada a los muchos discursos aprendidos, alo institu- onal y lo politicamente correcto. Existen otras caracteristicas mencionadas por los entrevistados que condicionan las percepciones sobre el patrimonio. Nos parece fecesario mencionar algunas. Primero, debemos sefialar que ningu- ‘na de ellas son absolutas, ya que la jerarquia del patrimonio y sus va- lotizaciones se estructuran de un modo cambiante segiin situaciones .specificas y factores que pueden modificar estos valores, En otras palabras, estas caracteristicas no se aplican como una regla categéri- casino que suelen ser compartidas, aunque a ratos los entrevistados {difieran o cambien de opinién segtin diferentes contextos. 7 Heréndex i Martie al, op. cit, p. 23. % Photo-elicitation es un método de la antropologia visual que se caracterie por el uso de fotografias durante las entrevistas, permitiendo con esto que se ge- rere una colaboracién entre ei/a entrevistadorfa y ella participante, ya que se presta pare exoresar de manera menos estructurada valores, ceencias¥ significades. 3 Las fotografiesutilizadas fueron: casa de Pablo Neruda, soneto de Gaba Mistral, hueso, minge, fiesta de La Tiana, mina de Chuquicamata, Valparaiso, ‘San Pedro de Atacama, Tores del Paine, caleta de pescadores, vendimia, mujer indigena tefiendo en telar, grupo aymara ballando, chinchinero, celebracén en Plaza Italia, micros amaillas, vendedores ambulantes, mural, Museo de Balls Arts, interior de Museo de Historia Natural, asado, mote cor huesllo, pan ca palta,corlillea de fos Andes, ro Mapacho, certo Santa Luca y letreo de nen: subida calle Rancagua, Delo nto ola ocala construclén del patrimonio desde los personas A pattir de esto, mencionaremos algunas caracteristicas comunes entre los entrevistados respecto a qué puede ser considerado ono patrimonio. La primera caracteristica es que el patrimonio se concibe como algo que une a las personas, a través de simbolos o elemen- tos que son considerados como representativos de todos. Por este motivo no es raro que algunos elementos sean cuestionados como posible patrimonio al representar solo a una mineria. Con ello se con- cibe el patrimonio como un elemento no solamente de unién, sino que ademas se vincula con la construccién desde arriba que privilegia lo nacional, valorizando su capacidad de representacion y de evocar una cohesién nacional Lo segundo, se considera patrimonio aquello que se valora ante una posible ausencia, es decir, que su falta seria una pérdida imoor- tante. En este marco, las valoraciones se miden respecto a dos varia- bles, aquellas cosas que valen la pena que se mantengan y aquellas ‘que han permanecido pese a todo. Uno y otro se puede ejemplif- car con el patrimonio arquitecténico de la ciudad. Por esto, se valora aquellos edificios porque son escasos, pero, ademés, por que han sobrevivido al tiempo y a los sismos. La tercera tiene que ver con a antigiiedad. Fl patrimanin se asocia usualmente a [o hist6rico, lo antiguo e incluso lo "viejo". Esta version de antigiiedad 0 de edad, es meramente una percepcién de aquello 4 que parece ser de otras épocas. En esta linea, también puede con- siderarse que algo no es patrimonio porque es demasiado reciente. 4 ‘Asi sucede principalmente con elementos que son contempordneos, actuales y que al coexistir con el entrevistado se pone en duda de ‘su capacidad de ser patrimonio. Ante esto, se genera una enorme contradiccién con aquellas practicas patrimoniales que atin perma- hecen, pero que han sido modificadas por los nuevos contextos. De este modo, el patrimonio parece ser sélo algo del pasado y no dé! presente y menos del futuro. La cuarta se refiere a aquellos elementos que, pese a ser valo- rados, se duda de su cualidad de ser patrimonio o no logran serlo. porque se percibe que en si atafien defects. Existen varios ejemplos | posibles de mencionar: el cerro Santa Lucia, un sitio emblemético donde se inicia la fundacién de Santiago por los conquistadores es: pafioles, un cerro en el centro de la ciudad. No obstante, la gente’ Feconoce que ya no lo visita, que apenas lo conoce por que sienten Deniela Marsl que el cerro se ha puesto muy peligroso e inseguro con los afios y «es esa la imagen que pervive. Otro, el rio Mapocho, que une a nues- tra ciudad, la atraviesa, divide, que aunque es propio, su imagen de abandono y suciedad le resta valor y se apodera de este elemen- to. Finalmente, la plaza Italia en donde se realizan la mayorla de las manifestaciones asociadas a celebracién y punto de encuentro de ‘marchas politicas. Aunque se aprecie este espacio para celebrar o en- contrarse, también es un espacio donde la festividad o protesta suele terminar en desorden y violencia, La quinta caracteristica apunta a lo tipico y comtin. Algunas de las fotos que representaban elementos considerados tipicos y coti- cianos fueron puestas en duda respecto a su posibilidad de ser pa- ‘timonio, Aqui, dos nociones se enfrentan: la singularidad v/s lo cot diano, lo extraordinario v/s lo ordinatio. Por una parte, para algunos de los entrevistados esta cotidianidad es altamente valorada al ser lun reflejo de algo que esté siempre, en todas partes y eso lo hace representativo, Mientras que para otros estos elementos carecen de la particularidad y exclusividad necesaria para ser "verdaderamente” Patrimonio, porque estan en todas partes, Fs asi como para aquellos que no aceptan Ia cotidianidad como un elemento patrimonial, reducen el patrimonio a lo excepcional, a aquello que no se da en su diario vivir, sino en otro territorio, uno sin ‘ocupacién y ajeno al propio. Al separar el patrimonio de lo cotidiano, se le aleja y se deshumaniza. Asimismo, se hace gloria a lo extraor- diario, se monumentaliza, y no se reconoce la integracién del patri- monio @ la ciudad, a las personas, ni una vinculacién a fos espacios en comtn, Finalmente, tenemos ta nocién del patrimonio como hito geo- gtéfico © landmark, Estos iconos se instauran como elementos pa- F timoniales y como elementos que conforman un mapa mental. Es asi como estén presentes en nuestra memoria, en nuestra historia, en nuestro presente y en el futuro. Son un simbalo y también una huella que deja marca, delimita y orcena la ciudad. Al mismo tiem- E Po, nos vinculamos a estos hitos por medio de nuestro sentido de F pertenencia y el poder que ellos tienen sobre nosotros. Es imposible ‘establecer el grado en que la pertenencia influye en la construccién pi del patrimonio sdlo a partir de este trabajo de campo. No obstan- E te, este sentimiento puede ser representado por medio de variados ‘eo intime ala oftldad la constuccién dl patrimanio desde os prsoncs eee A partir de estas aproximaciones y estas valorizaciones, se re- conocid en los entrevistados conceptos que se repiten al hablar de patrimonio. Todos ellos se ordenaron en categorias de la siguiente manera: lo “chileno’, lo tipico, lo representativo, lo auténtico, lo ex- clusivo, lo diferente, lo popular, los hitos geograficos, lo estético, lo histérico/antiguo, tos discursos aprendidos/institucionales. Algunos alcances deben hacerse respecto a estas categorias. Lo primero es que todas estas referencias y por ende las categorias, res- ponden a percepciones que perciben los entrevistados. Por lo mismo, son pardmetros subjetivos y no necesariamente representan lo mis- mo para unos y otros, ni generan consenso. Es decir, por ejemplo, lo que para algunos es exclusivo, no necesariamente lo es para otros. Asimismo, sen categorias que se superponen, por lo tanto, no se ex- cluyen unas con otras. Asi, un elemento considerado diferente, tam- bin puede ser considerado tipico y exclusivo, tal como sucede en el «aso de la minga. Esta préctica se percibe como diferente, distinta de otras y exclusiva de nuestro pats, ademés de considerarse un elemen- to tipico de la zona donde se realiza Finalmente, a continuacién quisiéramos explicar brevemente al- ‘gunos detalles sabre actas categorias, que no quedan explicadas por las caracteristicas anteriormente sealadas. Para los entrevistados, lo “chileno” son aquellos elementos que perciben como propios de nuestro pais, elementos que nos repre- sentan, usualmente 2 nivel nacional. Ei caso de lo tipico, tiende a ser similar, pero en muchas ocasiones incluye ademés elementos cotic 10s, que a modo de repetici6n, o al ser comunes, pueden ser consi- E derados como parte de lo propio de la gente. Por esto, se entrelaza ; con aguello considerado popular, o del mundo popular. No obstante, = como sefialamos anteriormente, esta cotidianidad y el hecho de que see comin, hace que ante los ojos de algunas personas pierda su ca- lidad de patrimonio al no ser exciusivo y tinico. Este titimo enfoque se da por ejemplo en los casos de los vendedores ambulantes, las ‘micros amarillas, el asd y el pan con palta, Todos ellos pueden ser percibidos como valiosos al representar chilenidad y lo tipico, pero E desde una perspectiva de lo extraordinario, dejan de ser valorados é como patrimonio al ser elementos cotidianos, del diario vivir. E Lo representativo son aquellos elementos que las personas con- sideran que los representan, usualmente eso si, a nivel nacional y no elementos geogréficos. En este estudio, se utilizaron algunos hitos bastante evidentes, como el cerro Santa Lucia, el rio Mapocho y la cordillera de los Andes. De todos ellos, el mas valorado fue la cor. dillera de los Andes, ya que es un icono por excelencia de la ciudad y que refleja cleramente la pertenencia. En la ciudad de Santiago, la Cordillera es una imagen constante con la cual fe gente se orienta, se ievanta y se acuesta. Quienes hemos vivido ahi, la sentimos como una columna vertebral, que permanece, que no se altera, que nos cobija juridad. é yee aeernalmente, fue incuido otto hit geogréfco menos comin: | la imagen de un letrero publicitario de neén.® Aunque existla el ries: go de que significara algo tinicamente para quienes han estado en tesa zona de la ciudad, fue bastante reconocido. Lo interesante es que, pese a que pocas personas lo consideraron patrimonio, todos ‘aquellos que conocian el letrero fueron capaces de evocer recuer~ dos, sentimientos 0 alguna situacién relacionada con este. Entre los recuerdos fue significativa la evocacién mas compartida entre los en- trevistados: al letrero como punto de referencia en los trayectos por la ciudad, Entre ellos, se hizo referencia al trayecto de vuelta a cas desde un viaje fuera de la ciudad. I letreru via una sefial de que ya se estaba de vuelta y que quedaba poco para llegar al hogar. Hoy, co los milliples accesos que existen para ingresar a Santiago, este refe- rente se ha perdido. De este modo, el letrero se constituye en un hit tanto geografico, como también de su historia de vida, principalmen- te para una generacién de santiaguinos. Cabe agregar que esta | oracién fue apoyada cuando los letreros de ne6n fueron declaredos § Monumento Nacional en 2010, es decir, posterior a las entrevistas. ‘Aunque el patrimonio patezca desarrollarse en territorio de na die, nos parece que los hitos geogtaficos logran conectar el patrimo- rio a sus lugares y a las personas. Ya que al desarrollarse en un lugar espactfco, se transforma también en una huellao seal de ete, he ogra vincular el terrtorio tanto al bien patrimonial como a los indi duos, Si bien esta asociaci6n no se percibe asi de manera conscients el patrimonio logra adscribirse a una tierra, real y cotidiana, a través, de los hitos geograficos y los sentimientos de pertenencia 3° Letyero publiitaro de champagne Valdvieso, ubicado en a calle Rancagua Bl De intima ot ofa contruccén del pation desde ls parsonos tanto a nivel local. Mientras lo auténtico se percibe como algo que no ha variado en el tiempo, algo que conecta con el origen y suele vincularse con las tradiciones. Sin embargo, esta continuided con el pasado tiende a darse desde una mirada mas bien estétice, donde no existe espacio para el cambio ni la evoluci6n. Asi también, lo auténti- cose vincula con Io exclusivo. Bastantes elementos son valorados por la creencia de que son dnicos de nuestra tierra y que no se dan en otras partes. Del mismo modo, quienes sostienen este enfoque con- sideran que, lo no exclusivo, se desvaloriza al darse en otros lugares. Aquello que se aprecia como diferente es valorado desde una perspectiva en donde lo distinto, frente a lo de otros, lo hace nuestro. Esto se asocia al proceso identitario, en donde construimos identi- dad desde lo que consideramos como propio pero también desde aquellos elementos que nos diferencian de los demés. Es decir, nos construimos por otredad, por diferencia, Para el caso de lo estético tiende a ser una categoria bastante consensuada. No obstante, lo hace a partir de ciertos cénones de belleza y estética, que son fundamentalmente los criterios europeos/ le we raments, ext ls categoria que hemes lamade lor scusos aprendidos o institucionales. Con ella quisimos representar al patri= monio inducido, en el cual las personas son educadas, socializadas, y que provienen principalmente de las valoraciones del patrimonio of: cial, Nos detendremos breve mente en esta tiltima categoria, ya que consideramos que entrega sefiales para aquella pregunta planteada inicialmente en este capitulo: gexiste un desinterés totel de parte de las personas 0, més bien, un desinterés por lo que ha sido “cataloga- do" por otros como patrimonio? Es, a través de esta categoria, donde podemos apreciar la multi- licidad de versiones de como las personas perciben este patrimonio “institucional” Esta perspectiva nos sitda en la dualidad del patrimo- rio construido desde arriba y desde abajo, en donde el discurso of cial, permea a las capas sociales de modos desiguales. Para ilustrar este proceso, veremos a continuacién algunas miradas, desde: las personas, respecto a este patrimonio oficial. Dentro de la seleccién de fotos que representaban a esta catego- ria nos enfocaremos en las dos fotos de museos: e| Museo Nacional, de Bellas Artes y el interior de un museo de historia natural. Daniela Marat Para el primer caso, el Museo de Bellas Artes es reconocido por ‘odes, sin excepcién, como un edificio de gran belleza arquitecténi- a. Al mismo tiempo, se valora el barrio en donde esta inserto, Para algunos es simplemente un edificio bonito que representa una época Sloriosa de la ciudad, de remozamiento y embellecimiento a fines del siglo XIX, de caras al centenatio. Para otros, se aprecia ademés su contenido. Puede ser desde una postura un tanto lastimera sefialan- do que es uno de los pocos espacios culturales que existe o que es un espacio un tanto rasca donde incluso se raban las obras. O desde un aprecio a este lugar como una parada obligada, un lugar histérico, de ‘mucha importancia cuttural, como también un patrimonio nacional Ahora bien, para intentar profundizar en estos discursos apren- dides quisiéramos detenernos en un comentario de uno de los infor- mantes, que tiende a ser un lugar comdn respecto a la importancia trascendental del museo "yo creo que éste es el patrimonio nuestro que nosotros no debemas olvidar y mostrarlo, yo creo que es precioso. ¢Has ido al museo? Una pura vez no més. :Te gust8? Si, pero fui chi- ©, 0 sea no me acuerdo mucho". En este diSlogo se nos revela con claridad que existe un “deber ser nacional’, una valoracién un tanto inducide y politicemente cotrecta respecto a la importancia que debe tener este espacio. Més alin, manifiesta la poca vinculacién que existe entre esta teoria y la practica, es decir, se aprecia como importante, 85 algo que “nosotros no debemos olvidar’, es “precioso’, pero no estariainteresado en volver, ni visitarlo. El museo como sefialamos cuenta con un amplio consenso res- ecto a que debe ser considerado patrimonio, no obstante, su razén y valoracién tiene més que ver con su funcién estética, su imagen Urbana y de pafs. Es asi, que més que su valor expresamente cultural, {iene un valor emblematico y simbélico al ser un Museo Nacional de Bellas Artes, una representacién de la ciudad que se quiere ser, de modemidad y de civlizacién. Si consideramos que este edificio fue creado con ese propésito: darle a la ciudad una fackada més europea y ‘civlizada" en visperas del centenario de Chile, podriamos decir que el discurso detrés de su construccién y de su seleccién como patri- ‘monio oficial, al menos en parte, ha logrado su propésito, Tal como mencionamos anteriormente, la participacién y viven- {las respecto al patrimonio no se realizan de modos similares entre '0s grupos sociales. Hay grupos con posiciones privileaiadas. anienes 1 eo intemoo a ofiatided: lo constuccén del potrimorio desde los pesonos Daniele Marsal este museo alguna vez durante su infancia, y a través de esa visi- ta construyen una serie de estereotipos que atin condicionan sus enfoques. En particular este museo es criticado por que se percibe como un espacio que ha tenido poca renovacién museografica a través de los aftos, "ya veo que ese zorrillo (me apunta la foto) es el mismo que {yo via los 5 afios" Por jo tanto, la imagen generada es de un lugar congelado, estatico, que no logra estimular Asi como se sefialaba en uno de los comentarios anteriores, se lige el museo por “cargo de conciencia’, porque los museos son en sin elemento construido y socializado como politicamente correc- tes, cultos, fundamentales. Son un fcono patrimonial, un estendarte, ante el cual slo unos pocos quieren y se atreven a rebelarse abier- tamente. Sin embargo, muchas personas de los grupos sociales y/o nivel educacional més altos ya no sienten la necesidad de reafirmar la importancia de estos espacios por que verdaderamente no les in- teresan 0 no acuden. Mientras que algunos otros, repiten discursos aprendidos sobre su importancia, pero no tienen ningtin interés reat de lever esta supuesta importancia a la préctica. Asi también hay mu chos que si asisten, por diversos motives, a aquellos museos de los temas que les interesan, ya que, como vimos, no todos despiertan la misma atraccién, En este sentido, nos parece necesario comprender esta diversidad de opiniones, barreras y percepciones para lograr en- tender reaimente a las audiencias de los museos en su especificidad Y no como un bloque uniforme. Por medio de estas breves apreciaciones podemos notar la diver- 5 sidad de acercamientos a cierto tipo de patrimonio, la desiqualdad en ‘a vinculaci6n con éste y, sobre todo, la diversidad de percepciones ‘que lo rodean. Construir la mirada no oficial del patrimonio, es, sin ninguna duda, una terea inmensa, que no sélo ha sido dejada de lado por la prevalencia de la mirada oficial, sino también por la dificultad gue implica, No obstante, estas versiones nos demuestran la enorme ‘lqueza que entraian las potencialidades que encierran y, que si bien .ne hay un sélo patrimonio, atin hoy podemos indagar algunas valo- izaciones que podriamos considerar compartidas en ciertos lugares grupos. cuentan con un mayor capital cultural, que les permite codificar, pero, por sobre todo, decodificar Ia cultura. Son ellos quienes, con mayor facilidad, pueden confiar en su bagaje cultural para liberarse de los discursos establecidos y no tener miedo para reconocer nuevas ten- dencias, dar su opinién o criticar. Por este motivo, generalmente, son les grupos sociales ms alts y/o con mayores niveles de educacién c as critican estos espacios museales. i tee diferencias poutian expicarse por medio de los resultados del estudio ce Bourdieu y Darbel sobre museos de arte. Ellos sefialan «que el grupo socal y rivel educacional medio-bajo iende a tener una actitud reverencial frente a estos lugares, lo cual podria motivar los comentatios favorables realizados y las escasas criticas de su parte. Mientras que aquellos de los grupos dominantes son quienes poseen la libertad pare seleccioner y decidir que se valoriza ono, lo cual se refleja también en los reproches hechos a los museos por parte de rupo. see aap citicas aumentan al agregarla foto del otro museo, eine rior de un museo de historia natural. Cabe sefialar entonces que fa posibilidad de que un museo sea o no patrimonio depende mucho de las variables que lo rodean, de qué representa y qué tipo de mu- 50 es “Lo escogl mds que nada por cargo de concienca. Enevenre que es importante tener museos, pero (a verdad es que fui una ver a ‘Museo de Historia Natural” ¢Por qué no volviste a ir? “La verded no ‘me lama la atencién... encuentro fome mirar el pato, como la cuestién ‘embalsamada, quizds no es muy bonito, porque si td fuerai a un museo como el MIM 0 el MAC que tienen como otra, no sé, onda. No he ido, yen verdad no me he preocupado de saber cémo estd’.® Esta foto evocd una poderosa imagen negativa respecto a este ipo de museos en general, y particularmente el Museo Nacional de Historia Natural, dado que muchos de los santiaguinos han visitado % ua foto especicamente es gel interior del Museo de Historia Natural de ‘Concepcén ste dato noe espe, slo se mencion® que ea un msde historia natural. 22 A través de estas siglas el entrevstado hace referencia al Museo Interatha Mirador (MN) y al Museo de Arte Contemporéneo (MAC) 2 pcracto de entrevista de trabajo de campo mencionado. Mas detalles ef Mareal 1.00. cit fem. ‘De lo tne of fciided ta constrain del potrimonio desde ls persanas Cabe agregar que la imposickin del patrimonio "desde arriba’ conlleva a la percepcién de que el patrimonio es creado por otros y que la divergencia no es bienvenida, Frente a esta realidad, no es casual entonces que las personas en general no perciban su partic: pacién en la definicién de lo que es patrimonio. En definitiva, se tiene muy poca apropiacién consciente del patrimonio, de formar parte de I. En cambio, se define como aquello lejano, dado por otros ~0 he- redado- y en el cual no participan como creadores. No obstante, las personas sienten una vinculacién entre ellos y el patrimonio a través de memorias y actividades.> En este proceso de busqueda del patrimonio desde abajo, nos podriamos cuestionar qué tenemos en comtin, hoy por hoy, los chi- lenos. En tanto, entendemos que la identidad y el patrimonio no son elementos estaticos, sino que tienen muchas versiones que se all- mentan de diferentes raices, dependiendo de los grupos, nivel social, ‘econémico, educacional y lugar al que se pertenezce, entre otros. Esto obedece a que hay muchos Chiles y muchos tipos de chilenos, por lo tanto, urge que esta diversidad sea reconocida, Se suma a ello este contexto de cambio y critica en el que vivi- mos ent la acuelidad, ia confusién sobre qué e propio y qué de todo ros significa certezas, mientras otros elementos ya no convencen. En este proceso de indagacién es donde se debe definir qué de todo este acervo cultural se queda, qué se va y cudles modificaremos pare adecuarlo a nuestras metas y futuro idealizado, Ya que pese a que el patrimonio parezca ser mas del pasado, en realidad es siempre desde el presente sobre el futuro, en tanto los bienes, simbolos 0 elementos que lo componen responden a necesidades contempordneas pare aseguramos frente a nuestro presente. Finalmente, nos parece importante destacer la importancia de profundizar en la construccién del patrimonio desde abajo, en parti- ‘cular de comprender cémo y qué elementos son valorizados por las personas. En este sentido, falta en las politicas culturales este enfo- ‘que que nos revele con mayor claridad a las personas para las cuales se trabaja. Sin esta mirada, las politicas seran siempre insuficientes 4 a la hora de mejorar el acceso, la vinculacién y la participacién. Al 25 Conclusiones a parti dol trabajo de campo realizado. Para més detalles via Marsal. D. 00. cit. Deriola Mars separar la construcci6n y valoracién del patrimonio de las personas, también se les quita la posibilidad de apreciar y, por ende, de querer Preservar lo que se tiene. En la medida que esto cambie, se vincule 2 las personas, se fomente sus patrimonios y se difundan, la sensibil zacién y preocupacién por el patrimonio se hard un procesa menos forzoso y esperamos mas propio. _e oii ola fatto ta construccin del potrimonio desde ls personas Bibliografia Alegria, L, Patrimonio Nacional: ¢De todos y para todos? (Publicaci6n ‘en linea} Disponible en internet: httpy/www.cibam.cl/dinamicas/ DocAdjunto_112.doc (Consulta: 5 de marzo de 2007]. Anderson, B, Comunidades Imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusién det nacionalismo, Fondo de Cultura Econémica, México DF, 2006. 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