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& Robin Hood Joseph Lampel nla primavera del segundo afio después de su insurreccién contra el Sheriff de Nottingham, Robin Hood fue a dar un paseo por el bos- que de Sherwood. Mientras iba caminando, se puso ‘pensar en el avance de su campafia, el despliegue de sus fuerzas, los movimientos recientes del Sheriff y las opciones que tenfa a su aleance La revuelta contra el Sheriff habia empezado como una cruzada personal. Habia estallado por el conflicto de Robin contra el Sheriff y su administra- cidn. Sin embargo, él solo no podia hacer gran cosa. Por ello, buscd aliados, a hombres que se sintieran agraviados y que tuvieran un profundo sentido de justicia, Mas adelante acepté a todos los que llega ron hasta él, haciéndoles pocas preguntas y exigiendo tan s6lo que estuvieran dispuestos a servirle. Pensaba que la cantidad hace la fuerza. Habia dedicado el primer afio a conformar un grupo que pudiera ser una banda disciplinada, uni- da por su animadversion al Sheriff y st disposicion a vivir fuera de la ley. La organizacién de la banda era muy simple. Robin era el comandante supremo, tomaba todas las decisiones importantes y delegaba estaba a cargo de la inteligen Su principal tarea era seguir como sombra al Sheriff yasus hombres, y estar siempre atento a su siguiente ‘movimiento, También reunia informacion acerea de Jos planes de viaje de los comerciantes ricos y de los cobradores de impuestos. El pequefio Juan mantenia la disciplina de los hombres y se encargaba de que Jos arqueros estuvieran preparados para dar el m: ‘mo que su profesién exigia. Scarlock se ocupaba de las finanzas, de convertir los botines en dinero, de re- partir las partes correspondientes de los robos y de ‘encontrar escondites adecuados para lo que sobraba. Por iltimo, Much, el hijo del molinero, tenia la dificil Copyright© 1991, por Joseph Lampe e216 tarea de conseguir provisiones para la siempre en ciente banda de los Hombres Felices. El aumento del tamaiio de la banda era mot de satisfaccién para Robin, pero también de pre pacién. La fama de sus Hombres Felices se habia tendido y estaban llegando a raudales nuevos red tas de todos los rincones de Inglaterra, A medida, la banda crecia, su pequeiio vivaque se iba vol tun enorme campamento. Entre una redada y olf Jos hombres se arremolinaban, charlaban y jugs a distintas cosas. La vigilancia era cada vez la disciplina era mas dificil de aplicar. Rot gunté: “Por qué ahora no cono7co a la mitad de! hombres con los que me topo?” La creciente banda también estaba empeas a superar Ia capacidad del bosque para ali ‘Cada vez habia menos animales de caza. El costo las compras de alimentos empezaba a agotar servas financieras de la banda, justo en el mo en que los ingresos iban a la baja. Ahora los: ros, en especial aquellos que ten‘an mas que p se mantenian apartados del bosque. Esto les ba costoso e incémodo, pero era preferible a q cconfiscaran todos sus bienes. Robin consideraba que habia tlegado la ho que los Hombres Felices dejaran su politica def confiscacién de los bienes y que optaran por t ccobrar un impuesto fijo por trinsito. Sush tes se oponian decididamente a esta idea. orgullosos del famoso lema de los Hombres Fe “Robar a los ricos para dar a los pobres” “Los granjeros y la gente del pueblo sont aliados mas importantes. ;Cémo les vamos ai un impuesto y, sin embargo, esperar que nos’ su ayuda en nuestra lucha contra el Sheriff?™ Robin se preguntaba cudinto tiempo mis po sus Hombres Felices seguir actuando con lo dos de los primeros dias. El Sherri estaba: mas fuerte y mejor organizado. Ahora tenia ‘uo}ouore epunyord woo seunsjqard so3s9 ua zesuad w eanjoa ‘huamnsts 'P J9P woIssnoUT Bf ap sgndsop ‘onb asopugnowioid Siusuredures je o1Stp as wigoq -oprpisap fu oxjonsar po} JaP BPEL BIAUY| ON aaTe fo UD EqUIOY anb opese opeUaA ap vutore ja BqeBOq| 7] soquaRUTEstad sms ap ‘goa ofenisip owsona outZouD jap opruos fy ‘sowip Stu Sopraqnsar Wo9 ayquow|dun Bas uoLonoasied ty ‘eqesvoryy sazopesidsuod soy ap wid [9 1g “oanneduan Anut 49s 1od osourey vio & soured supoy 10d seydso yu ueng adioursd 13 “tuosapIp Anu eNO ‘o1I00 tf 2p seBtniut se] & “esoa wun 19 vioutsoad ap opipueg 228 “Wsordifad wa wisandoud e7 “oman, jo ua enstuue bun ap o1quiea Uorsendsuoo yw osunuM ¥ UIgoY e OPEHAN UEIGEHT “ELNSNY U9 oNatUIPTBarEOUD Ns ap 997] 9p wozBIOD opreorY a1 |e wLseIOQH| onb atposee Fp bind olamp arumar v opzzodus treqey souoreg sor 82 8P SOUNA “oUON Te OysI9p ns ap sepNp e opueZ seduia weqeise exoye osad “vouotal v opep umqey 91 around onb ‘sauozeq so] ap opezuowtore aytst9} woueuiiod tls Upiqumey “opreany fax opejaoivots uc Poo} waoy TT ose p wiesoafar onb eyonb euogew ns ua onb ‘oyu B{ anuD wus onb peprvindod eood wy vywo 91 ‘osoprojen & ossonted era wong adioussd (3p “mumns9 waye Anu > wg 9 p t9 uamnb ‘ueng adiouad ja < ‘09 ¥] ua sosozopm Anu soSture wuay, sozionjas rouaygo wied soon Sojseiuoo sns B opumsar eIqey LOGS [9 ‘ordey ‘o8e9 [2p uoPpoua! ns v ueseinpuod soisondum o1goo [> Uo BUOYS [9p oseORA| fo & eIsopeUI om ~aed ap opeysa jo anb ap ezueiodso ¥] opluay tq GY “oIDEMIs vf eUEIOfoN ou oiod ‘wzuesy 9P TeUosiad pas ns vnysnes zn yLOYS [e sem ‘Syuepy ‘seiowiar spur zan veo tivioored ojo, 9P sopepriqisod sey o1od “yuioyg fe seyeu sapod ¥2P! 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