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E412, G6 LA CUESTION URBANA _ MANUEL CASTELLS CAD | Ge penn SERSESEESSEEEDEEEEDEEEEEEEY x siglo veintiuno editores, sa de cv siglo veintiuno de espafia editores, sa Siglo veintiuno argentina editores, sa age vorino ge gem. fea edicién ol cuidado de presentecién pinare de simén portada de onhelo hernéndez primera edicion en espattol, 1974 siglo xxi de espana editores, s.0. segunda edicién en esparal, corregida y aumentada, 1976 décima edicién en espefiol, 1965, @siglo xxi editores, 5.0. de cw. 1S8N 968-29-0961-2 primera edicién en francés, 1972 ‘@trongois maspero, paris titulo original: lo question urbsine derechos reservados conforme o lo loy : impreso y hecho en méxico/printed and made in mexico INDICE Prévoco A 1A HOICIGN MEXICANA! 1A CUESTION URRANA EN LAS SOCIED Mooo vx EMPLEO o, 51 SE PRETIENE, ADVERTENCIA ErIsTENOLEOICA Primera parte El proceso de urbanizacién 1 4 [EL FENOMENO URMANO: DHELIMITACLONES CONCEFYUALES ¥ MEALIDADES sntsronteas La romMactén #& AREAS MEIROPOLITANAS FLAS SOCIEDADES INOUS: 1. Técnica, sociedad y érea metropolitan UE, EL sistema metrepeltane em los Estados Unidos TI, La produccidn de Ix estructura espacial de la regiét parsing Unuantzncty, misamnoiae ¥ BErENOE NCHA T. La ecelerarién det crecimiento urbano en as sociedates “subdes: frrolladas” del sistema eupialista MW, Ea urbanisaciin dependiente TOL, Beso 3 dependent ene proses de arbaiasin em dest Mooo ot propvcctdw Y mmoCESo ne UNEANLZACIN: oBsERYAcIONIS ActREA EEL FENOMENG URBANO TY LOS PAISES SOCLALISTAS Segunda parte La ideologia urbana 5. 6, Dr ta soctensa unmana a tA mivaus En ern on ta cours tnnaya 16M URBANA Los wroros soctstrs vans 1. cExlte un compartamiento “arbors” que caracterice la vida so. ial en fas unidades residencialer? LL Exton wnidadsr vrbanae expecifces? Il Hey producciin de lo social por parte de a medio ambiente spacial especifice? IW, eHley producctin de medios residenciles expecificos a partir de fos valores de las grupos sociales? n 6 ees ® 4 a co s 96 16 me 10 Manuel Castells rista de “fundacién de la ciencia”) se refleja directamente en el ito de la obra, Una primera patte reconoce el “terreno hist= rico”, con el fin de dar un contenido relativamente preciso al tema abordado; a continuacidn, intentamos establecer los con- tortos del discurso ideoldgico sobre “lo urbano”, que pretende delimitar un campo de conocimiento “teérico” y un dmbito de Ia prictica social; intentando romper esta envoltura ideoldgica y reinterpretar las cuestiones concretas que contiene, los andlisis, sob: la estructura del espacio urbano proponen una primera formulacién teérica del conjunto del problema, pero muestran al nismo tiempo la imposibilidad de una teorfa que no estuviese cen-rada en la articulacién del problema “urbano” con los pro- ccesos politicos, es decir, relativos al aparato del Estado y a la lucha de clases. El texto desemboca, por tanto, en un tratamien- to te6rico e histérico de la “politica urbana” Tal conclusién obliga necesariamente a introducir una obser- vac.én cuyas consecuencias cofcretas son enormes: 0 existe posbilidad propiamente tedrica de resolver (0 superar) las con tradicciones que estiin en la base de la cuestién urbana} esta su- peracién no puede venir més que de la prictica social, 0 sea, de la practica politica. Pero para que esta préctica sea justa y no ciefa, es necesario explicitar teéricamente las cuestiones asi abor- ddadas, desarrollando y especificando las perspectivas del materia~ lismo’histérico. Las condiciones sociales de surgimiento de tal reformulacién son muy complejas, pero, en todo caso, se puede ester seguro que exigen un punto de partida histéricamente liga- do al movimiento obrero y a su préctica. Lo que excluye toda precensién “‘vanguardista” de una obra tedrica pequetio-burgue- 3a} pero no excluye la utilidad de un determinado trabajo de reilexién, de documentacién y de encuesta, en tanto que compo- nente de un movimiento tedrico-préctico del tratamiento de la ‘cuestién urbana, al orden del dia en la préctica politica PRIMERA PARTE EL PROCESO HISTORICO DE URBANIZACION ‘Toda forma de ia materia tiene una mustorla, 0, mejor dicho, no es mas que historia, Esta proposicién no resuelve el problema Gel conocimionto de una determinada realidad. Por el contrario, to plantea. Ya que para leer esta historia, para descubrir sus le- yes de estracturacion y de transformacién, hay que descompo- er, mediante el andlisis tedrico, To que esti ya dado en una sin- tesis practica, Sin embargo, es util fijar los contomos histéricos de un fendmeno antes de abordar su investigacién. ©, en otros términos, parece més prudente abordar esta investigacion partien- do de une falsa inocencia tedrica, “yendo a ver”, con el fin de des- cubrir los problemas conceptuales que se plantean siempre que fntentamos aprehender —pero en vano— este “consreto”. En ste sentido, ef estudio de ia historia del proceso de urbaniza- tion parece la forma més indicada de abordar la cuestién usbana. Nos fntroducimos asi en ef centro de la, problemitice del desa- roll de las sociedades, al tiempo que descubrimos una impre- sin conceptual ideolégicamente determinacl. En efecto, parece claro que el proceso de formacién de tas ciudades esta’ en la base de Jas redes urbanas y condiciona ta or- fanizacién social del espacio. Sin embargo, la’ mera presentacién Slobal y sin especificacin de una tasa de crecimiento demogri- fico, tan sdlo conduce a (undir en un mismo diseurso ideolézico Te evolucién de Jas formas espaciales de una sociedad y la difu- sidn de un modelo cultural a través de una dominacisz politic ‘Los andlisis del proceso de urbanizacién se sittan general- mente en ura perspectiva tedrica evolucionista, sean Ia cual cada formacign social se va produciendo, sin ruptura, por des- Goblamienty de los elementos de la formacién soci! anterior. Las formas de implantacién espacial son entonees una de las ex presiones més visibles de estas modificaciones'. Incluso se ha Btilizada a veces esta evolucién de las formas especiales para 2 Ch, E, Lawpanp, “The History of Cities in the Econo Taonentic. Development and Cullarel Change, 3, 1955, p' cet Mabe. 7 también, Ly WooLry, “The Urbanization of Society", Seuonat of World. History, 4 1957, De mado mis general, 1g colece ie tnsayes reunidos par. slaxniis, J. BuxcwaRD (com Historian end the City, Cambridge, Massachusetts, 1963. 14 Manuel Castells clasificar las etapas de la historia universal’. De hecho, mas que Ccublecer criterios de periodizacidn, es absolutamente necesario Gstudiar la produccién de las formas espaciales a partir de Ia es- trustura social de base. Explicar el proceso social que fundamenta ta organizacion del espacio no se reduce a situar el fendmeno urbano en su contexto. fina problemética socioldgica de la uibanizacién debe conside~ rarse como proceso de organizacién y desarrollo y, en consectie ia, partir de la relacién entre fuerzas productivas, clases. soci {es j formas culturales (el espacio, entre ellas), Tal investigacién tho puede tan s6lo actuar en abstracto. Tiene que, con ayuda de ties conceptuales, explicar situaciones histSricas, particulares, Suficientemente ricas como para hacer aparecer las lineas de fuer- za del fenémeno estudiado, la organizacién del espacio. ‘Sin embargo, la confusién ideoldgico-tedrica que existe en este terreno, nos obliga a una delimitacidn previa de nuestro objeto, fia vex en términos conceptuales y de realidad historica. Este Trabajo no tiene nada de académico y se presenta, por el con- {ratio, como una operacién téenicamente indispensable para evi far las connotaciones evolucionistas y abordar, de forma inequt- yosa, un Ambito preciso de nuestra experiencia, + Por ejemplo, los trabajos de Grass, ©, con més matices, los de NusFor, 1. EL FENOMENO URBANO: DELIMITACIONES CONCEPTUALES Y REALIDADES HISTORICAS En la maraia de sutilezas definitorias con que nos ban ent quecida los. socidlogos, pueden distinguirse dos, conjuntos bien Fisantos de acepeiones del término urbanizacisn Ter x concentracién espacial de Ia poblacién a partir de unos determinados limites de dimensién y densidad Sa difusidn del. sistema de valores, actitudesy compor- tamientos que se resume bajo la denominacién de “cultura ur- bana’, ‘Para la discusién de la problemstica relativa a Ja “euitura ur- bana’; remitimos al capitulo 2.° Podemos, sin embargo. adelan- pani esencial de nuestra conclusién: se trata de hecho del sis- hay cultural caracteristico de la sociedad industrial capitalist Por otra parte, continwando en Ja misma nea de peasamien- to, so asimila urbanizacion e industrializacién al hacer equivalen- 1. SG tios procesos al nivel de los indicadores utilizados” para we eee tae dicotomins rural/arbano y ocupacién agrisola/ocu- pacidn industrial * 2 ch la excelente exposicidn de motives de H. T. Bpeiver, “The prove: df Gatisisaon’s en J. Srevoren y Q, D. Duncan (comple: sro et mocranlie Analyste, The Free Press, Glencoe, 1956, pis. 2385 Sere ee popenot, “On the Meaning of Urbsn in Urban Studies” en Fare ee ee HL Mrzwient (complladores), Urbanism, Urbant Fd Eizoge, Reading (Mass) Addison Wesley, 1969, pias, 6476, eee cocun y PH. M, HavsER, Population, Distribution, Urbanism and paternal Migtation, World Population Conference, 1963,, parersi Se ere ee iroanization of Human Popolation”, Cisies, Scientific “American, sept. 1965. eG “Sekar, Urbain Sociology, Nueva York, 1955; N, ANDEASOS, oyseGion BEE "Grmanization’, American Journal’ of Soctalegyy t, 65+ TPatie ete Ge Puaepnate, Villes et Campeanes, A. Colin, Betis Bee Te eh, The Sociology of Cities, Random House, Nueva, York, Be tet, Pe Socioieay of Urban Resion, Appleton, Century 1961; A BOSW, [962; Ne P- GIST y S. F, Fava, Urban Society T. Y Crowell, Nueva York, 1968, well, Nasya, Neposicicn, T. Wins, “Urbanism as 2 Way of Life’, Americar Journal of Sociology, julio 1938. Pp Maapows, «the City Teenclosy, and History", Giciembre 1967, pgs, 141-1 rene ek gC. C, ZIMMERMAN, Principies of Rural-Urban Socio logy, Nueva York, 152 sooial Forces, 36, 6 Manus! Castells De hecho, la acepeién culturalista de urbanizacién se basa ‘en un supuesto previo: la correspondencia entre ua determinado tipo téenico de produccién (definido esencialmiente por Ja activi dad industrial), un sistema de valores (el “modernismo") y una forma particular de asentamiento espacial, le ciudad, cuyas ea racteristicas decisivas son: la dimensién y la densidad. Dicha correspondencia dista mucho de set evidente: basta cox pensar en las grandes aglomeraciones pre-industriales (recor~ ‘demos el anilisis de Sjoberg’. Algunos autores, coherentemen- te, niegan a dichas formas de asentamiento el nombre de “ciu- dad”, mostrando ast la confusién entre la problemdtiea “arbana” y ana osganizacién socio-cultural dada, La determinacién recipraca entre forma espacial y contenido cultural es en todo caso una hipétesis de investigacién (que ex2- minaremos con detalle en las paginas siguientes), pero que de ningdn modo puede constituir un elemento de definicién de ta turbanizacién, De lo contrario, Ia respuesta tedricn estatia ya ins- crita en la manera de plantear el problema. Si nos atenemos a esta distincidn, sin perjuicio de establecer después relaciones teéricas y empiricas entre las dos formas —~es- pacial y cultural— podemos apoyarnos, por el momento, en la efinicién de H. ‘T, Eldridge. Este caracteriza la urbanizacion camo tin proceso de concentracién de la poblacién, en dos nive- Tes: 1) la multiplicacién de Tos puntos de concentracién, ¥ 2) el aumento en Ia dimensin de cada una de esas concentraciones °. En esa perspectiva, el téemino urbaxo designaré una forma particular de ocupscién del espacio por una poblacién, o sea, la Aglomeracin resultante de wna fuerte concentraciéa y de una Uensidad relativamente elevada, quo tendrfa, como correlate pre- visible, una diferenciacién funcional y social cada vez mayor. Pero una vez dicho esto, cuando se quiere witizar directamente esta definieiéa “tesrica” en un andlisis conereto, empiezan Tas Uificultales: 74 qué nivel de densidadl y te dimension puede considerate urbana una wnidad espaciat de poblecién? {Cues son, on It priztiea, los fundamentos tedticos y empiricas de cada uno de los criterios? Pierre George ha mostrado, con gran agilidad, las. conteadic~ ciones insolubles del empirismo esiadistico en lat definicibn del concept Si bien al citerio generafizato parece ser efectiva- > G, Syoutns. The Pre-indusriel City, The Eree Press, Glencos, 1960. sage te be Batsnsss, “The Orban Procrss, The Bre Pres Gieoe HT, EeoRIwce, 0. cits 1996, pags 338, 2% B. Gronot, Prin de Béorrepli™ ut A. Coli, Paris, 1964, El fendmeno urbano mente el mimero de habitantes —con correctivos variables se- fin la estructura ocupacional y las delimitaciones administeati- Yas, los umbrales retenidos var‘an enormemente, los indicadores de las diversas actividades dependen de cada tipo de sociedad ¥, por iitimo, las mismas cantidades cobran un sentido. to- Talmente diferente segin las estructuras productivas y sociales aque determinan la organizacidn del espacio ™. Asi, el censo de Tos GRldos Unidos considera el umbral de 2500 habitartes como fl nivel a partir del cual una aglomeracién pasa a ser urbana, pero afiade aquellas aglomeraciones incluidas en Ia red de inter- Sependencias funcionales cotidianas con respecto a wna ciudad central En cambio la Conferencia europea de estadistica cele- brada en Praga establecis como critetio el rebasar Iz cifra de 10000 ‘habitantes, corrigiéndoto segiin la estructura ocupacional De hecho, la {érmula més flexible parece ser la de elasificar las unidades espaciales de un pais segiin diversas dimensiones ¥ distintos niveles y establecer entre ellas relaciones empiricas te6- Fieamente significativas. Mas concretamente, se podria distinguir Ta importancia cuantitativa de Jas aglomeraciones (16000 habi antes, 200000, 100 000, 1.000000, ete.), su jerarquia funcional {género de actividades, situacién en la cadena de interdepen- donciss), su importancia administrativa, para combinar a comti- nuacién, varias de estas caracteristicns que permitan distinguir tipos diferentes de ocupcivin de! espacio De este modo, la distineién dicotémica entre rural y urbane pierde toda significacién, pues con igual eriterio podria oponerse Pipano a metropalitano y, sobre todo, dejar de pensar en térmic Hos de paso continuo de un polo a otto para establecer um siste- ma de relaciones entre Ins diferentes formas espaciales Kistérica- mente dadas-*. ‘De todas estas constataciones se desprende que no es buscar do definiciones de escuela o criterios de prietiea administrativa nme lleyaremos ana delimitaciin valida de nuestros concep for, Par el contearin, seri precisamente el andlisis ripide de ak nas, reliciones histSricamente establecklis entre esyscio y #- Giedad To que nos permitird fandar objetivamente nuestro ¢S radio, Las investigactones arqueolégicas han demostrado que, Tos primeros asentamientos sedentarios y relativamente densos de 1a vr J, BeaUjeu-Garsten v G, Cnasor, Traité de géographie:urbaine, ‘A. Colin, Paris, 1963, és. 3, : SUES. Gonaua of Popuition, 1960 Number of Inhebants, United ‘states. Summary, Final, Report, P. C. (1A, 1961, Neen Tabaun, Soniclogie sbaine. Batis, BU. Bo, 1867, { 8 Manuel Castells poblacién humana (Mesopotamia, hacia el 3500 a. J.C., Egipto, 3000 a. J.C., China e India, 3000-2500 a. J.C.) se sittin al final del perfodo neoiftico, allf donde el estado de Ta técnica y las con- diciones sociales y naturales del trabajo permitieron a los agri- cultores producir més de lo que ellos mismos necesitaban para subsistir, A partir de este momento, se desarrolla un sistema de reparticién y distribucién del producto, expresion y muestra de una determinada capacidad téonica y de un determinado nivel de organizacién social. Las ciudades son la forma de residencia adoptada por aquellos’ miembros de Ja sociedad cuya permanen- cia directa sobre el lugar del cultivo no era necesaria. Es decir, que estas ciudades no podian existir més que sobre la base del excedente producido por el trabajo de la tierra, Son los centtos a la vez. religiosos, administrativos y politicos, y representan la expresién espacial de una complejided social determinada por el proceso de apropiacién y reinversién del excedente de trabajo. Manifiestan, por tanto, también un nuevo tipo de sistema social, pero que no es diferente 0 sucesivo del tipo rural, sino que esté Estrechamente ligado al mismo en el proceso social, es el reverso de la misma moneda en términos del proceso de produccién de las formas sociales, aunque, desde et punto de vista de las formas de reiacién social, sean dos tipos diferentes”. Tenemos, por ejemplo, la sintesis de V. Gordon Chitde relati- va a los criterios que, segtin los conocimientos empiticos existen- tes, caracterizan las primeras aglomeraciones urbanas:_existen- cia de especialistas no productivos a tiempo completo (tales como sacerdotes, funcionarios 0 trabajadores de servicios); poblacién de alla y densidad suficientes; existencia de un arte peculiar; escritura y niimeros; actividad cientifica; sistema tributario que concentra el excedente de produccién; Estado; arquitectura pi- blica monumental; comercio a larga distancia; existencia de cla- ses sociales", Es evidente el interés que tienen estas constataciones, basa- das en abundante documentacién, a pesar de que su método de clasificacién esté muy préximo al de Ta famosa enciclopedia chi- & MuyFORD, The City in History, Nueva York, Harcens, Brace and world: 1961: Rontar Cy Me C. Anas, The Evolution of Urban Society Aidine Publishing Co. Chicago, 1966; ‘Eric’. Lampann, “Historical As- pects of Urbanization”, en Pa. Havsex y Lro P. Scunoke, (complla- Hoses), The Study of Urbanization, J. Wiley, Nueva York, 1965, pdginas 519-534. BCE G, SJORERG, op. cit. 1960, pies, 27-31; y el simposium pu blicado por R. J. Baabbwooo y G.'R. Vitutey (compiladores), Courses Toward Urban Lifer Archeological Consideration of some Cultural Al- temates, Chicago, 1962. GEV. G, CuHDE, “The urban revolution", Toun Planing Review, abeil, 1950, pas, 45. El fendmeno urbano 19 na de Borges... Leyendo estos datos en un orden t2érico queda bastante claro que la ciudad es el lugar geogréfico donde se ins- tala la superestructura polftico-administrativa de una sociedad que hia legado a un tal grado de desarrollo téenico y social (na- tural y cultural) que ha hecho posible la diferenciaci6n del pro- ducto entre reproduccién simple y ampliada de Ia fuerza de tra- bajo, y por tanto, originado un sistema de reparticién que supo- ne Ia existencia ‘de: 1) un sistema de clases sociales; 2) un istema politico que asegure a la vez el funcionamiento del con- junto social y la dominacién de una clase; 3) un sistema institu- ional de inversién, en particular en lo referente a lz cultura y la técnica; 4) un sistema de intercambio con el exterior ®. Este répido andlisis nos presenta e] “fenémeno urbano” articu- lado a la estructura de una sociedad. Se puede repetir Ia misma operacién (y legar a un resultado diferente en términos de con- tenido) para las diversas formas histéricas de organizacién espa- cial. Sin pretender contar en dos palabras Ia historia humana del espacio, podemos, con una finatidad analitica, hacer algunas ob- servaciones sobre ta posible lectura de los tipos urbanos.sig- nificatives. Asi, las ciudades imperiales de los primeros tiempos histéri- cos, y en particular Roma, acumulan las catacterfsticas descritas con las funciones comerciales y administrativas, derivadas de la concentracién cn una misma aglomeracién de un poder cjercido mediante la conquista en un vasto territorio, Del mismo modo la penetracién romana en otras civilizaciones adopta la forma de tuna colonizacién urbana —asentamiento de funciones a la vez administrativas y de explotacién mercantil—. La ciudad no es, por tanto, un lugar de produccidn, sino de gestién y dominacién, ligado a la primacia social del aparato politico-adrinistrativo ™ Consecuencia légica, el fin del Imperio romano en Occidente supiso la pérdida de la base social expresada por la forma esp2- cial “ciudad”, puesto que sus funciones politico-administrativas se perdieron ¥ que, rotos los lazos con el campo, por cesién de Ja dominacién social a los sefores feudales, no hubo otra justfi- cacién de la existencia de ciudades, salvo, eventualmente, el sos- tén de la autoridad eclesidstica o 1a colonizacién de tegiones fronterizas (por ejemplo, en Cataluiia o en Prusia oriental) La ciudad medieval renace 2 partir de una nueva dinimica incluida todavia en la estructura social que la precedia. Es ¥ Véase en_ este sentido Ios anslisis de Musron en Man's Role in shonging the Face of the Farth, Chicago, 1956, BCH L. MUMFORD, op. cit, 1961, pags. 266-311 de la traduceidn francesa, Paris, Seuil, 1964. EGE Pinenbe, Les villes du Moyen-Age, Bruselas, 1927, 20 Manuet Costtts decir, concretamente, la ciudad medieval nace de Ya unién de una jortaleza preexistente en torno 2 1a cual se habia orgenizado wn cleo de habitacién y de servicios, y de un mercado, sobre todo a partir de las nuevas rutas comerciales abiertas por las cruza- as. Sobre estas bases se organizan instituciones polftico-admi- nistrativas propias de Ja ciudad y que le dan una consistencia interna y una mayor autonomia con relacién al exterior. ES pre- cisamente esta especificidad politica de la ciudad lo que hace de lla un mundo en sf mismo y define sus fronteras como sistema social. La ideologia de pertenencia a la ciudad, prolongeda in- cluso hasta ya avanzada la sociedad industrial, se fundamenta historicamente en este tipe de situacién. Esta autonomia politico-administrativa es comin a la mayo- ria de les ciudades que se desirrollan en la Baja Edad Media. Sin embargo, las formas concretas, sociales y espaciales, de estas ciudades, dependieron muy estrechamente de la coyuntura de las nuevas relaciones sociales que surgieron de las transformaciones, producidas en el sistema de distribucién del producto. En efecto, Jo caracteristico es la creacién, frente al poder de los seftores feudales y discutiendo su autoridad sobre el modo de distribu- cidn, de una clase mereantil que rompe el sistema vertical de di tribucién del producto, establece lazos Rorizontales entre los productores, a través de su papel de intermediario, rebasa la eco- nomia de subsistencia y acumula antonoméa suficiente pare in vertir en la produccién manufacturera®. La ciudad medieval representa las franquicias de 1a burguesia mereantil en su lucha por emanciparse de la nobleza feudal y del poder central, Su evolucisii'es, pues, muy diferente segin el tipo do lazos que se establecen entro burguesia y nobleza, Asi, alld donde estes lazos. fueron estrechos, timbién lo fueron los Tacos entre la ciudad y el territorio cireundante ‘campo dependiente de los seiiores feudales). Y viceversa: el conflicto de estas clases trajo consigo el aisiemiento urbano. Desde otro punto de vista, Ia contigiiidad 0 separacién geo fica entre las dos clases influys en la cultura de las eindades, en particular en Jo que respecta at consamo y al ahorro: gracién de la nobleza con la burguesia permitié a la primer Banizar cl sistema de valores segin su modelo aristocritico, mientras que en aguellas cindades en que Ta burguesta hubo de mantenerse en un mundo propio, resistiendo a Ins reacciones del ce LURE goss gts fensmene ol de M. Wenen en Wire chat und Gesetechafe, pis. 955 9 siguientes de ta traduccion espana, FG. By México, 1964, * E sefuimcs au el, cxtrcrdinaro ans de A, Pezonvo, ens texto “Développement. cconomigue et urbanisstion", “Actes dw V. Cone fs Mondial de Sociologie, 1982 EI fendmeno urioro a fondalismo, se estreché la comunidad entre tos cludadanos, 1 Eual suseit muevos valores, expresaclos particularmente en él eS: fintu de ahovro y de inversién; 2 ello conducts Ta légied de ev Beonciin en la estructura social, ya que, cortados de las Suentes Ge'suminisizo, su eapacidad financiera y de producsién manufac. turera constitufan la Unica garantia de supervivenca, ‘Del mismo modo podria analizarse la evoluciéa det sistema urbana de cada pais, segin las relaciones triangulares burguests- foblezaspoder real. Asi pot ejemplo, el menor desarrotio de Tas Gudades comerciales espaficlas con’ respecto a Jas alemanas 0 Stalianas durante los siglos x¥1 y Xvi, se explica por su papel de tnera correa de transmis{én entre la Casa Real y el comercio de Indias, en contraste con las cludades italianas y alemanas, defi- hidas auténomamente con respecto al emperader 9 a 10s prinei- pes de las cuales eran tan s6lo aliadas ccasionales. Contratiamente a wna visién muy extendide, ol desarro- nto ‘el capitalism industrial no provaca el fortalecimiento de {a ciudad, sino su casi total desaparicién como sistema jasti- fucional y social relativamente autGnomo y organizado en tora0 sGbletives propics. Efectivamente, fa constituckin de la mercan- Gia coma mecanismo base de} sistema econ:imico, la division téo- hhica y secial det trabajo, la diversificacién de los intereses econ Inicoe y sociales en un espacio mas amplio, ta homogenizacién Gel sistema institueional, ocasionan la desaparicién de ta fustén ochre una forma espacial, te ciudad, y ta esfera de In dominacién Gata determinada clase soci}, Ia burguesia, La difusidn urbane Sfuivale justamente a la pérdida del particulariso ecol6gico y cultural de la ciudad, De este modo, el proceso de urbanizacicin Jia autonomfa del modelo cultural “urbana” aparecen como dos procesos paraddjicamente cantradictorios Ta urbanizacién Tigada a ta primera Revotuch inserta en él desarrollo del modo de producctin capitalista, es» inicoso de organizacién del espacio que encuentra su base en dos Eanjuntos de hechos fundamentale : 1 descomposiciin previa de las estructurs: sociales aft vias) Wemigracn de ia pootacion hacia Tes een.r0s urbanos 53 UaSdntes. proporcfonando la fuerza de trabajo esencial « Ja in- dustinlizacion. a sta & (> de una economia doméstica a ura economia de manatee desputs ana ssnomia de bss, 10 qbe sin 6 CE 1. Loreavar, Le drofe d ta ville, Paris, Anthrepes, 1968, y tam bign Is coleecién Ge ensayos del mismo autor, Bu runat a Purbain, Paris, ADEETORCES AP Agasse, Lorgenistion de espace, Paris, Hermann, 1966. y (2a Manuel Castells fica al mismo tiempo Ia concentraciin de mano de obra, Ia crea- cién de un mercado y la constitucién de un medio industrial. Las ciudades atraen a la industria justamente por estos facto- res esenciales (mano de obra y mercado), y a su vez la industria atrae nueva mano de obra y nuevos servicios, Pero el proceso inverso también es importante: alli donde hay facilidades de funcionamiento, y en particular de materias primas y medios de transporte, Ia industria coloniza y suscita la urbanizacién, En ambos casos, el elemento dominante es la industria, que organiza enteramente el paisaje urbano. Ahora bien, la industria- lizacién no es un puro fendmeno tecnol6gico, sino que se produ- ce en un modo de produccién determinado, el capitalismo, cuya Igica refleja, EI “desorden urbano” no es tal desorden, sino que representa la organizacién espacial suscitada por el mercado ¥ Uerivada de la ausencia de control social de la actividad indus- trial. La racionalidad téenica y el predominio de Ta tasa de ga~ nancia conducen, por un lado, 2 borrar toda diferencia esenciat inter-ciudades ya fundir Ios tipos culturales en el tipo genera- lizado de la civilizacién industrial capitalista; por otro lado, a desarrollar la especializacién funcional y la divisién del trabajo an el marco geogréfico, y por tanto, a crear una jerarqufa fun- tional entre Jas aglomeraciones urbanas. El juego de las econo- infas externas tiende a crear un proceso acumulativo, no contro- ‘ado socialmente, en las grandes aglomeraciones *. Finalmente, 1a problemitica actual de la urbenizacién gira en tomo a tres datos fundamentales y a una cuestién can~ dente ®: 1, La aceleracién del ritmo de urbanizacién en el conjunto del mundo (ver tabla nim. 1). 2. La concentracién de este crecimiento urbano en las re- riones Hlamadas “subdesarrolladas”, sin correspondencia con el érecimiento econémico que acompaié la primera urbanizacion en los paises capitalistas industriales (véase tabla nim. 2). 3. La aparicién de nuevas formas urbanas, y, en particular, de grandes metrépolis (véase tabla nim. 3). 4. La relacién del fendmeno urbano con nuevas formas. de rticulacién social nacidas del modo de produccién capitalista pero que tienden a superarlo, Nuestra investigacin se esfuerza en plantear tedricamente SP. Geonoe, Le ville, Paris, P, U. F.. 1950. = toe problemas estin claramenta planteades, sin indicar caminos ée investigation netamente definidos, en ScotT GheeR, DENNIS, 1. Mc ELaaty, Davin W. MINAR yPerex Oxteans (compiladores), The New Urbanization, Nueva York, St. Martin's Press, 1968. EI fenémeno urbana 25 apa 1 Situacién y previsiones del fendmeno urbano fan al mundo (1920-1960. y 1960-60) (ca ‘millones, estimacién) Crecimiento Regiones geognificas y 1920 1940 1960 1980. 1920-60" 1960-80 fenpacton del espaci0 (ose) (est) (est) (POO Hones) Total mundiat Poblaciém total 1960 2298 2998 426911341275 Rural ycludades) pes ‘queras 1607 187L 2212 2909 G5 667 Urbana. 33 | app “752 L3s0 499 96) 075) G51) 25) G55) ATH) (Gidaties grandes) Euro. fn ip USS) Bi Poblacién total a8 ca ne) Roraty eludads” pe: ‘quests PS oo mye st 2k a 7 usbana ior 10 ims 20g ay a) 3) 6) a) aw) (Ciudaies grandes) América cel Norte Pobigcidn total nig oe “Toe Sea 92 ot Rural y cludades” po quelas RM 8 I We 13 Urbana sh 8 4 22) G0) all) 60) OH) ‘Asia Oriental (Cladades grandes) Poblacién rotet 593 636TH TORE Rural y cludades pe- quefias SIs S54 63474220108 Ucbana 39 "#160 296k (Ciadades ‘granaesy a5) HH) 155) ‘Asia del Sur Poblacidn totat 470 610858" 1365388508 Rural y ciudades’ pe- quefias 4560-42 L079 99337 Usbana = "50 6287 gad (Gindaded grande) 6) G3) ADHD) 107) Upign Sovietien Poblecién total 1s 1950S E59 oral y_eludades" pe- quads. 1936150 3 Pa urbana. 16 47 es 50 (Ciudades grand) 2) 4) 27) 68) 5} DD) ‘América Latina Poblactén torat 90 130 BP ak 26 Rural y ciudades pe- wue8as 7% WS Ms 2 os n urbana 13 35 '6s 5255 a (Clucades grandes) (5) G2) GH) 100) SY * Stns Cat sae sage egy 120 1910 oO p380, E048" Broo fpreat By fensmeno urbaica canta 3 “Et crecimiento de tas grandes aglomeraciones en el murano, 1720-1960 FL ereeeigecs generates, males de personas) a fest) fost) est) stones) Cinctod 7920 «1930-940 «19501960 Africa eo Poblacén toa! nse Hy asa muna sors 40660 6636654923 T4L156 Rurct_y ciudades pe- fae See quefias EE 136 «17840360 104 120 7 18 60> whe gt at teaat epee ttee tL one (0 moos ey 3180 (Gutades gande) 2) G) D7) 8) HY ee Pa gee 7140 Poniida ott ee Benin 330 3% Ronis cwdeves pe —— shina CECE ee eee Pee aE an loos 13300 1730 2490 REE es gande) B®) ueva York 728. Gash. 1950 om "ba “Feemer Poplaton Dion, Uniad Raton wen of SoCal Ach Cheats 25)” ose 200, 49% S000 Flsaaia Ges aians Gaye 290 3950 ser Detroit (1 100)" (1825)* (2050)* 2675 3550 Poulin de fa urbonsecion sain five de desarrollo Dee eS fen millones) Tse Oriental (total) .. 416% 1773 15709 1647-40 406 aa ae ‘Foie HE ha "asses 13 534 Toxo 0s0 Taso T98?—Crecinento j Shanti Gish $100 3330 52000 chvclico outs fia: 269 Bh 385 3Es fest) fest) test) _ gree) 1920.50" 1950-20 kin 2 G8. a7. aloes ——_ft)_tetd)_fent)_fpens eee | ‘Benes 83% Ghana = L508 pao. 3398 ‘Ocupacisn del espacio ‘Total mundial ‘Hone-Kon (550}2* (700) (2.500) S26 Pobleciin corel. 1850 2298 2294 #269 113 Siemens 3 GB32 Css a 700)= 2500 Rarity cludnges pe i — - gehas PS gor 1s71 2212 2909 35 ‘Asie det Sur (total 7409 720 © 12700 vustara 3 Mie 73s iba fee Caleuta sins coins 1400 40 “S810 (Gudades"gfandss) “GH CI) G5 G2) Sombey GS}. GS: deems 270 g0s0 Reslones devatoladat Siena + CBS Tea}? G75 2850 Potten tot say RON ESTO ye oe <2 Rut la 7 7 5 ; auc nie Sevition Cote aso 7700 9550 tert feteeee a woe gevecion COW itty 3500 4350 19 (Giedaded grandes)“. G0) 34212) ain peslenee eee eee ane ineloncs sobecrealndse : 2 Potten tort a. TINS 106 SHE SD roar imaricn Tatng Co 2788 23 309 Rugens cee MZ 13 57 5 | Miles on sr 435) fica 6450 vlna aS SoHE Bio de Feneiva alors hers 3a0 A700 (Ciudades grandes) a6 ay 13 ‘SGo-Paulo coor 19000" 42.450), 43: sr 0) 259) Poreniaje de resiones subsdesserotin Potiaesan tora! oT 7 8 Rural 'y eludades”pe- uefus m nm we 8 9 97 unna sso ee (Gudades grandes)“. G6) 4) 40) 55) HB) 69 Fiewet Foputarion Divison United Netone Bursa of Socal Atlas Atrios (gorat Hy care Gays 11150" rnc NR 25 ) Manuel Castells esias problemas, partiendo de ciertas definiciones que creemos posible proponer después de las observaciones histérieas que acabamos de hacer. ‘D El término de urbanizacién se refiere al mismo tiempo tanto a la constitucién de formas espaciales especificas de las sociedades humanas, ceracterizadas por la significativa concen teacién de lac actividades y poblaciones en un espacio restrin- gico, como a la existencia y'difusién de un particular sistema Cultural, Ia cultura urbana, Esta confusién es ideolégiea y tiene como finalidad: a) Estabiecer ta correspondencia entre formas ecolégicas y costenido cultural. >) Sugerir una ideotogia de la produccién de valores socia- Jes a partir de un fenémeno “natural” de densificacién y hetereo- sgenvidad sociates (ef. infra, cap. 2) 2, La nocién de urbano (opuesta a rural) pertenece a ta dico- tori ideoldgica sociedad tradicional/sociedad moderna, y se reflere @ cierta hetereogencidad social y funcional, sin. poderla definir més que por su alejamiento, mayor o menor, de la socie= dad moderna. La distincién entre ‘cindad y campo plantea, sin embargo, el problema de la diferenciacién de las formas espe- ides de la organizacién social. Pero esta diferenciacién no se reduce nia una dicotom‘a ai a una evolucién continua, como Ga por supuesto el evolucionismo natural, incapaz de compren- der estas formas espaciales como productos de una estructura ¥ procesos sociales, Por otra parte, la imposibilidad de encontrar un criterio empfrico de definicién’ de fo wbano no es mas que Ja expresidn de una vaguedad tedrica. Esta imprecision es ideo- Iégicamente necesaria para connotar. a través de una organizacin material, el mito de 1a modemidad. G) Por consiguiente, y en espera de una discusién_propi mente tedrica del problema, més que hablar de urbanizacion, tra taremos del tema de la produccidn social de formas espaciales. En el seno de esta problematica, la nocidn ideoldgica de surbani- zacidn se refiere al proceso a través del cual una proporci6n sig- nificativamente importante de la poblacién de una sociedad se corcentra en un cierto espacio, en el cual se constituyen aglome- rasiones funcional y socialmente interdependientes desde el punto de vista interno, y en relacién de articulacisn jerarquizada (ved urtanal, 4. El anilisis de ia urbanizacién va estrechamente ligado a la problematica del desarrotlo, que conviene. por tanto, delimitar también. La nocién de desarrollo produce ia misma confusién al renitir, a-un tiempo, a un aivel (t8enivo, econdmico) y a un pro- cas> (transformaciSn cualitativa de las estructuras sociales que FI fenémeno urbao 2 permiten un acrecentamiento del potencial de las fuerzas pro- ductivas). Esta confusién tiene una funciéa ideolégica: el pre- sentar las transformaciones estructurales como un simple mo- Vimiento acumulativo de los recursos técnicos y materiales de una sociedad. En esta perspectiva existirfan, por tanto, nive- Jes y una evolucién lenta, pero ineluctable, que organizaria el pase a ur nivel suyesior cuando hubiese suficientes 1ecursus. 5. La nocién de desarrollo plantea el problema de la trans- formacién de la estretmra social basica de una sociedad de modo gue libere ana capacidad de accién progresiva (relacién inversisn/consumo). 6. Sila nocién de desarrollo se sitfa en relacién a Ta arti- culacién de las estructuras de una determinada formacién social, no puede analizarse sin hacer referencia a la articulucién_ de un conjunto de formaciones sociales (eseala Hamada “internacional” Para ello necesitamos un segundo concepto: el de dependencia, que caracterice las relaciones asimétricas entre un tipo tal de for- maciones sociales que hace que Ja organizacién estructural de una de ellas no encuentre su légica al margen de su insercién en el sistema general. 7. Estas precisiones permiten substituir la problemitica ide: égicn expuesta (connotativa de Ja relacién entre evolucién tée- nica natural y evolucién hacia la cultura de las sociedades mo- dernas) por Ta siguiente cuestiOn tedrica: ceudl es et proceso de produccién social de las formas espaciales de una sociedad?, ¥ reciprocamente, cules son las reldciones entre el espacio cons- tituido y fas transformaciones estructurales de una sociedad, en el seno de un conjunto internacional caracterizado por relaciones de dependencia? 2. LA FORMACION DE AREAS METROPOLITANAS EN LAS SOCIEDADES INDUSTRIALES CAPITALISTAS, espacial, el rea metropolitana, deberiamos referirnos a toda la formas urbanas. i a na a ee asi como Jos criterios de delimitacién estadfs- mica independiente de la contigiiidad geogrifica. ecg dicha drea espacial tiene lugar todo tipo de actividades ieas, ya sean de produccién (incluida la agricultura), de con- des industriales}, Otras funciones, por el contrario, se reparten ® por Gumpla I, Buumeyta, "The Magen Metople Seeni nerd Some Sue plan 8E74, we, Me Risch he Mciopattan op. cit, (1962), pigs, 2930; A.” Anotco, ‘La diffusions arhana, Ave a 196 is 12: WH. Witvre “Urban Sprawl” in the Edi et Faveune, The Exploding Metropole, Doubleday Anchor Book's, Nuova Yee BEE, pie LEsIIy, Jee iebow (cmliadon, The Sew open Enigma, Harvard University’ Press, 1968. Pe La jermavi6n de dreas metropotitanas 29 los distintas actividades. Asf, la industria agrupa fases téenica- frente homogéneas o complementarias y separa unidades perte- Weitates a la misma entidad jurfdica. £1 comercic, concentra [a Venta de productos “raros” y organiza la distribuctSn masiva del ESRaumo eotidiano. Por ultimo, las fuctuaciones del sistema cir sohtorie expresan los movimientos internos determinados por la ublantscién diferencial de las actividades: éstas son como el wmboctro de 1a estructura metropolitana® (cf. infra, cap. TID. Tete forma espacial es el producto directo de una determinada estructura social, Una vez indicadas Jas Mneas generales del pro- Beso de produccién del espacio, intentaremos proponer, algunos Creo citar pata el andlisis concreto de dos procesos histéricos de ClGetropolitenszacion”, pacticularmente ejemplares: los Pstados Unidos y 1a regién de Paris, 1. TECNICA, SOCIEDAD Y AREA METROPOLITANA Frecuentemente se considera el progreso técnico como base de la mettopoli, A pesar de todes las precisiones que intentare= thos aportar sobre este punto, es indiscutible el papel esencial jque Ta tecnologia juega en la transformaciin de las formas yr- Banas. La influencia se cjerce a la vez mediante ia introduecién de nuevas actividades de produccién y de consumo y eliminande Casi totalmente el obsticulo espacio, gracias a um enorme desa- frollo de los medios de comunicacién. En tos inicios de la se- gunda revolucidn industrial, la generalizaci6n de ‘a energla eléc- friea y Ta utilizaci6n del tranvia, permitieron la ampliacion de tas (Oncentraciones urbanas de mano de obra en torno a unidades Seuustriales de produccién cada vez mas amplias. Los transportes Uolectivos aseguraron la integraciGn de las distintas zonas y_fun~ Glones de la metrépoti, distribuyendo los flujos internos mediante Gav relacién tiempofespacio aceptable. La difusién del automévit penmité la diepersign urbana en Tas grandes zonas de_residencia petwidual, extendidas en toda el area y ligadas por vies répidas fe circulaciGn a las diferentes actividades (trabajo, comercio, ete.). » No procede aquf dar una bibliografia detallads sobre ta metrépoi La mone meeeesis analiicn sobre el tema es In ce J. BOLUENS y Hi Scat fa maiet Metropolis: Its People, Politics and Feoromic Life, Nucva Se avers Row, 1965, que incluye una bibliogratts exhaustiva York, HOWPEE, Poeteriosmente: se ha editado una coleccién de ensayos sooty cl iSones sobre varios thos de metrSpolis, por, H, Winworst Fer Riming. Megclopolis, Anchor Books, Nueva York, 1967, t. 2. Freee a What could be, 376 péginas; el libro de >. Haun, Les eilles Drie, Par Machete 1966 presenta una excelente ae Ge mo

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