Está en la página 1de 66
Jack Goody Gon) re zoho de | Nadva (Ada® ) One eco ete INTRODUCCION El titulo «robo de la historia» alude a la apropiacion de la historia por parte de Occidente. Es decir, el pasado se conceptualiza y presenta segtin lo que ocurrié a escala provincial en Europa, casi siempre en la Europa occidental, y que Iueg otras muchas sociedades humanas. Entiendo q ciertas emociones como el amor (0 el amor romantico}, cuyo origen se ha situado casi siempre en Europa en el sigh inculado de Esto resulta evidente en el relato que nos ofrece el distinguido riador Trevor-Roper en su libro The rise of Christian Europe. Trevor-Ro- per subraya los destacados progresos de Europa desde el Renacimiento {aunque algunos historiadores comparativos no reconocen dicha supetio- ridad hasta el siglo xix). Y considera que tales progresos fueron obra ex- clusiva del continente europeo. La superioridad podrfa ser temporal, pero Trevor-Roper afirma: Los nuevos gobemantes del mundo, sean quienes sean, heredarén una situacién construida por Europa y s6lo por Europa. Son las téenicas euro- eas, los ejemplos europens, ls ideas europees las que han arrancado al ‘mundo no europeo. ci6n mucho més ‘mundo, durante woo 28 opueno sofour ueqpaude as upioannsop & -oxd 2p sopour soj wo eisy & edomg anua sopmi ‘aivepi20g { a1oUG and seoLIpISIY SOUK -2u onb «qeiuouio» sisonodiy ou ‘sopmirruns sexe) rut owes un Serouarapp SeLIBID st09 xour9 un a0amed apy {9861) Poparoos of ap re 2y anb oussnoq eumyjnoue v] U2 2ouesg [ep PepY UI 9p sepEALap sopmytUNS seSO.OUINE sv] oye 20d eqused oyuowind.e [x "youRoes ap sajeiusp!290 SeUD -pjopuiptuodo ‘aueLiG, 20 un uearesqo soadoma sazopruisiy soysnu anb 59 owpo? -sejapezed ound ovar> wasey ua 201g [op Pepa P| 2p sau sozopeorsiyaid sono ap & apiftZ opiog ap seaqo se] 329} fe e3u03 wuL -o[qoxd un axuosue apy “«euzapotu euoisiyp ey quay] (OxLeseduwO> OF] 9190s ap 0) oBojodontue ap woroovas vun ap oronpoad so omaUumize py ‘wap! eso aumeduoo oadoma iopeit -orsny undumu ise npr ug] 3edoy-ioxexy, operiorsty [9 uniiag “edomg ap vj ap usiquiea jusTueayuE|dal un aSrxo aonb anes Sopeisap 8100 liojoeorer9 ns ‘a Bl Op eusa|qoud Ja opruyap uRY soyeI¥apII00 ‘anb sor ua soysadse ap wren ag “«eyuem» B £ BIDE uaut ow & soqmueareUr sapepranse sel ‘PURUINY MPLA BL 9p salenptaipur a sapeuntuos seonsjsajoere> sey ap [> owo9 Soreqap ta BANE -edunoo & exjdure spur eansadsiad eun sionponut opeinoosd 24 ‘omy 30g “opuinus fap exsorsty kL opeproge ey “aqany K AEP ¥ Opuaknyaut ‘S210 ose so1sa anb ua euioy e] Yepuatua exed fenueurepuny sa opennsad 1g “Aoqutg A na[se] ‘uosapuy ‘Jepneig cuoisesnpe ues3 oMgEN souaiNb v saxopeLoIsty ap seago se ‘sesi0 anu 1 Aa29q P to aquaurepeurxoide ‘2auorg fap -In seamypnd seNO v OYSRUE Uaqap [eIOUAE O| 10d O14 "eIUATD UD SO|sUaI sowogap & soduion soumnyn soy uo edaungy uo soso] sapues opronposd uo souout ean 11 ap £ (opeareur f2 owos) o1qurearatut 9p seutioy op “(avojonu erprures Bf owI09) oosaruazed op seULIOG ap “(RIDE ap oujar un ua & seueoisye «sngta “opus {9p f soquoun sareyquns serowapuar ap soynins -uayaad owoo osad “ousanxa ose9 tn sodoy]-10494], © Uatoprstoo zoa fe} Say -opeuorsiy sours evra auoua { exanu eum ap savory 8 Ua> yuan pepure be sosaifoud soupap aknquae anb anboxua un mdope ‘oj anb ajmpe onburt ‘2p Brany OpefeLA ey OW nyout ‘ovale [e refers 10d sezaduro agap sopeoysiy opo4 [eYOSOIy as] pReqorduto eseg> s1opevorsiy jap ofeqen [a Jse auYap JadoY-IOAAN, -ootnusoouna vas eporsty 8] 9p oxpnusa onsonti anbiod soured -1nosip anb soure3uay anb 0219 oN “Soanwayruts aysouytees sosoadse So] paran con Africa, pero tienden a ignorarse sila nocién de tereer mundo se ica de forma indiscriminada. Algunos autores, en particu compleja Nunca experiments la revolucién urbana de la Edad del Bronce. Sin em- bargo, el continente no estaba tan aislado; los reinos de los asante y del Suddn occidental producian oro que, junto con esclavos, se transportaba a través del Sahara hasta el Mediterrénieo. Las nas contribuyeron al intercambio de mercan: Europa necesitaba lingotes de oro’. A cambio, agricultura de secano del sur de Europa, por un lado, nas y manufactureras y la agricultura de regadio de ‘Aparte de estos v el modelo euroasidtico. litudes en Jos sistemas de familia y parentesco de las prin« des de Europa y Asia. En contraste con el «precio de la novia» (0 mejor la los entre Europa y Asia y de las diferencias entre s) de Africa, donde el clan del novio daba bienes 0 servicios al clan de la novia, en Asia y Europa encontramos la asignacién de propiedades paternas a las hijas, bien fuese por herencia a la muerte del padre 0 por dote antes del matrimonio, Esta simititud en Eurasia forma parte de un paralelismo més extenso entre instituciones y actitudes que caracteriza los esfuerzos de los colegas especializados en historia de la familia y de la demografia, quienes contindan tratando de explicar en de- talle las particularidades del modelo matrimonial 1a, 9p 794 us “oaydua 19 £ ojwarumepuane iproqns suorarpuoo op auias un anuD uaraytp reururexa ates ra1zese9 ap sodn say ‘epeurpiogns uoredn90 ay otto ‘aIuaurEats “sta ap Bjopuptprod ou £ eadoana aseq eun ap azduwars opuansed ‘oanrered -Ho9 anboyus un opesesua uey uanogino> owOD sazopEsTsoAK sou onbune ‘oadosna aquatuterouasa so owstTepnas [9 an zexsOUTOP te 21 aauooul ey ou ‘ower Jog ‘sedomng ap zejnonsed-eTiGioacen v| ¥ auodo ‘38 anb ouraqur oumsuoa fred «earsasfoxdy 2 95 ‘nap sq "edomg we opuestiad sopeto spur vig anb opensouap ey Aaxuty ‘uo vjge) bun smMnsuod & BUEN Bf ap 28 apaop "0940 Hapa G08 OU {ayaa onb soda a ep xayeuavo 219s pies psmgpewo> 5 (eorsqeudea>) jnurorour pepanse & pnunuos uprooesaIUt UD S2uOIa ‘outoa eyseaney 2p sououizisod 021 so1quieo ap wofoeaseu wun eioey eadoune eI vinduso & popansnuy ap ua oadoina ou (| opor vdnue anb ‘S00 ‘ ‘qepuatioax 0} ap «sopemustdsa» spa SouTEE -tuats ise ‘sazoqsatue seaod9 ¥ oaupiodutaquod osexSo3d jo opu ‘aiuasaid jap sofo soy woo opesed 2 opuvrauds -noadsiad wun apsop es meaudrowuy ou any Pfoua8iaarp v anb ydiso 19 9psop usia 2p oud ja aps jouystes Oood ueynsa ‘Saye joes ‘auquerer ‘uordax oj 0 ouens ung tied souozes 9109 mb guapisuos 2s Soseo Soyonut tia aMbue “eyS!921 OU01 ap $39 syos wun edomng ua f “«saroUrayUT SezeD> Ua aMaUIEIN ie spur o1zadse un eidope ‘{aqiaunuod aso uo saso.srsod Sowa 01d TA “u(Pepensnury Yap oseo jo ua 1 ‘y & edoung anus fearper PIoua8s04Ip (9 aqreuodu sa “res opunos wy sBojouosD & uproeouaNs9s pv o}vadsax UoD sou jpue un uo enua9009 2$ oxgy Jap aured exouid & La situaci6n de la historia global ha cambiado mucho desde que abordé el tema por vez primera. Una serie de autores, sobre todo el geégrafo Blaut, tacado las distorsiones provocadas por los historiadores eurocéntri- nélogo Pomeranz realiz6 un resumen erudito de lo que denominé la gran divergencia® entre Europa y Asia, que segtin é1 se produjo a principios det lo XIX, antes de que se comparasen éreas esenciales. El especialista en iencia Politica Hobson ha escrito recientemente un completo trabajo so- bre lo que denomina los origenes orientales de la civilizacion de Occidente, cen el que intenta demostrar la primacfa de las contribuciones orientales™ ‘También contamos con el fascinante debate de Femnéndez-Armesto sobre los principales Estados de Eurasia, considerados como iguales, lenio®. Aparte de ellos, un creciente niimero de estudiosos del historiadora de la arquitectura Deborah Howard y ratura Jerry Brotton, han destacado el significativo papel de Oriente Proximo en el estimulo de Buropa®, mientras que una serie de historiadores de la ciencia y la tecnologfa se han fijado en las amplisimas aportaciones orientales a los progresos posteri ‘Mi objetivo es demostrar que Europa no storia, sino que impuso conceptos ¥ periodos feriorado nuestra comprensién de Asia de foriia significativa tao para iro como para et pasado: No preterido reescribir Ia historiardet terri~ 0 eUrOasiatico, sino corTegir nuestro modo de Ver si Ja llamada época clasica y al mishio tiempo vin ‘mundo para demostrar 1o-fructifero-que seria cant historia det mundo-en general. He limitado mi andtisis al mundo antigua y a Africa. Otros, en especial Adams*, han comparado la urbanizacién en ‘el mundo antiguo y el moderno, por ejemplo. Este tipo de comparaciones ssuscita otros temas, como el comercio y 1a comunicacién en el proceso de in», pero es evidente que requiere mayor atencién la evolucién, ilar ala de Peter Burke con su obra sobre ‘debate sobre Ta -nte narrativa preponderante sobre el ascenso ne describe como «un relato triunfante de gay romana». EE libro se divide Gf tres partes. La primera examina la validez de la cconcepcién europea de una especie de equivalente al isnab arabe, una ‘genealogia sociocultural que nace en la Antigiedad y evoluciona hasta el ‘captalismo a través del feudalismo, marginando a Asia como «excepcio- nal>, adespética» o atrasada. La segunda parte estudia a tres grandes in- vestigadores, todos muy influyé dos, que manifiestan un innegable horror ant ‘eurocéntrica, caen en dicha trampa. La parte final del libro analiza la pre- tensiGn de muchos europeos, tanto eruditos como profanos, de erigirse en guardianes de una serie de valiosas instituciones, por ejemplo una version especial de la ciudad, la universidad y la propia democracia, de valores como el.individualismo, y de ciertas emociones como el amor (0 el amor roméntico). ‘A menudo, se oyen quejas que tildan de estrident criticos del paradigma eurocéntrico. He procurado evitar es centrarme en el tratamiento objetivo que surge de mis estudios previos. Pero las voces del otro lado son tan dominantes, estén tan seguras de si, {que tal vez pueda perdondrsenos que alcemos la nuestra, p Buske, 1998, p. 3 ‘TVANLINDOINOS VIDOTWANAD VNA aLaVd VasaWTdd {QUIEN ROBO QUE? TIEMPO Y ESPACIO Desde principios del siglo x1x, la construccién de la historia del mundo, texto dominnds to historias del mundo parciales (hasta cierto punt todas le hecho, som pocas las culturas que carecen de una deter- una tendencia etnocéntrica que surge como extensidn del impulso egocén- ‘rico que en buena medida reside en la base de la percepcion humana; la capacidad para ello ha de achacarse a la dominacién féctica que Europa ci6n, soy plenamente consciente de que en los tltimos tiempos han st do tendencias de signo contrario en el dmbito de la historia del mun Sin embargo, entiendo que este movimiento no se ha desarrollado pk mente desde el punto de vista teérico; en conereto, en lo que atarie a las, vastas fases en las que historia del mundo. Para convaresy ol carci ineviablement te soctaioo decal alquier intento de describir el: particular, la discus inci! en C. A. Bayly, The Birch of he Modern World ford, 2008 (tad. esp: BI nacimiento del mundo moderao 1780-1914, Madi, 961 800001 mnbuoo se] ap opeyNsar owtod ‘opHnYeAvoD Hey 25 OUBAd}ar NS Opes:oSUOD UEY EfoUEraJar ap sound soisq ‘opunus fop wo!dea19 Bf 0 JONDpax [op “Fasoud Jap Epa BI PD 2p ojund owoo wewoy sand ‘osorSiyar suamperouase CoRR WoUEN Fy seynoye9 ap seunio} SeunSIP SET 1g 9K ‘SaquoU SenSSnt U9 K SOFHTa THpUNy ose 8% BUN HOD SOWIEUOUD souTSpod ‘pouily “Sep ap wlzeniqan Spl peprui bj S Seip 31a 9p Baas ey u ‘ostoudioa ouo!9 ‘eu 2p sesado uapand ‘vseoso epson sasalu Sonsanu anb eiuan> uo opusTUal, aus £ soumentare sou enue 208y 2S UO) enstn oxrepi3[e> [ap SOIUEITU SO} SOf3ES SOT ipaulais] opemsyuoo 79 UorsNstp tq “auop!290 B eISY ap osed spare oduron OWOD “LIS & 10 yspod yexpunax o8ze19pq [9 <[equapIs90 wanyjno wf ua Ojos andreas OWT -op o4pip anb 2a10 ou saiopetiorsty SoyaNA anb oENIOD Ty "-eruapIO9 od upeunuop opeise vy. anb o1ueno ua «ensant> opts ey PENT CUID| um BHONSTY RUM OTLIOSS eH “SeDUPUTY __ enb of oq soU01 S661 “ossuny-2apupuINS te ‘oxquap aXnjour ‘osauny-zapupwiey Sordaou09 osoisiqure un ap Jomne 1g “SeiLas9 sem 3p spurz94 Bun Souo120u “onuaqru & 0/815 3p soidaouoa sordoud Soy ‘Gisardns 30d “doxaty sexs Seip Sp ou: se ofegen ap odueo ns 3p oaydur Jo uo9 wyspuanaiqos igs orsg "32 eum ap “epnsed ap ofiy ound un 2p eapt 8] optionbar e339 vy anb soye sof 2p osmasten fap oonpktmu ojn2[e> opo} 2p Bia esNaNED 28 89 Se] Op osed [a “euny eI ap SOsey SOP OPI TS IT TOI sod 1s Ip [9 BiwEIMp [os [ap rump uorsaisoad ey :sapeaaeu sowatupiiay © opuorpuare eqeaaqe> 2s odwan [o “sofes0 seamaqn Se] tty ouway, “opunus [op jeiodurar-orpedsa upraezrueSi0 v] 2xgos aquaxoyut pepion wun ow X ‘-ojdusofo sod “[es0 roy 2p offozsap £ uorsear9 ua “oduion jap omndusgd ja svfeuan sopepaioos sapediouud sns onyuco anb ep aued solue ejseangy uo emLDs9 2] 9p UorouaAuE an, ‘souoIsuoWIp sequrE eed sooypsd soiopeorput ouororodoxd anb “ouisnaqey[e yop o1darutUarpe. [> 09 v| osnaur anb ap o4>aq, 19809 495 auoinbau ‘eny Ot no Ue “epeAIEpe tiouerodun e] oadomna ou opesed [e Japoouo: qeH 2s ‘FeRny soo.) Ua “(@wuasaid [a apsop 0) equii® apsop anb spur ofoqu SpS9p PuIIY vf seizu voljduat “eBny OpuNgas ug -periagy v| o vise:oMap ET UID Saiopes & sopeprAnsE ap sO}WOAUI ~{Bisy 9p 0) edomng ap ayuapan -oxd upisese[oap Yemmbreno ajkre ‘peprfeas Ua exe|D0p a6 a1uap!o09 optENs Ja dominacién mundi no s6lo en los de Occidente, sino en los de todo el feen poseen ahora ido asf a pesar de que en muchos con- tos de Occidente se ha desarrollado y extendido una actitud secular —la icaci6n del mundo de Weber, el rechazo de lo magico por parte de tempos esté contagiando a gran parte del resto Tanto los observadores como los participantes suelen malinterpretar la continua presencia de la religién en la vida diaria, Muchos europeos creen que pertenecen a socied: conte: ciencias consideramos la engloba como condi ser comparativos. En las iar el mundo y todo lo que de su existencia. En cambio, a me- cconocimiento, pese a la existenc Y¥ todo ello cuando la economia mas avanzada del coy lo -0 demuestra un gran fundam £0 por su calendaio religioso. Los modelos religiosos de construccién del mundo impregnan todos Jos aspectos del pensamiento hasta el punto de que, aungue se abandonen, sus huellas siguen determinando nuestra concept Las categorias espaciales y temporales que surgen de narrativas condicionan de una forma tan rotunda e invasiva nuestra intera el mundo que tendemos a olvidar lo conivencional de su natural todo, a nivel social en las distintas sociedades humanas se obses fados Con respecto ala religi6n. El escepticismo e el agnosticismo en relacién con la religion son rasgos recurrentes de las sociedades no alfabetizadas’. En las alfabetizadas, en cambio, - titudes desembocan a veces en periodos de pensamiento hur Y como comenta Zafrani sobre la cultura hispano-magrebi de la época orada del siglo xaru otros autores sobre el cristianismo del periodo me- dieval. A raiz del Ren iano del siglo xv y del renovado inte- rés por el saber clisico (pagano en lo esencial, pese a los intentos de adaptarlo al cristianismo, como pretendia Petrarca). se originaron cam- bios del pero atin més radicales. El humanismo asociado a este periodo, tanto clésico como laico, condujo a la Reforma y al rechazo de Ia autoridad eclesidstica de la época, aunque no, claro esta, a su susti- tucién. Con todo, ambos avances estimularon la liberacién parcial del 10 y un profundo ape- aks, 1981, p. 2 * 1 Goody, 198, marco de conocimiento sobre el mundo y, por ende, de la investigacién -a en general. Podrfa decirse que hasta esa fecha China habia con- 1. pues disfruta- tia poner a prueba o volver a analizar informacién existente, obstaculizado, tal como ocuerfa a menudo en el cristianismo y en Sin embargo, la ambivalencia sobre la religiOn, la coexistencia de lo cien- tifco y lo sobrenatural, sigue siendo un aspecto tipico de conten mezela difiere notablemente y en las sociedades © in entre «creyentes» y «no creyen tes» y, desde la Tustraci mos gozan de un estatus més instita- ‘ionafizado, Ambos, sin émbargo, siguen atrapados en conceptos de tiem- po especificos y religiosos, donde las nociones occidentales han pasado @ dominar un mundo m De vuelta al eGmputo del tiempo, alfabetizadas, contribuyeron de forma indudable a la meal En el mundo antiguo rmonjes medievales empleaban velas para Ja China primitiva se utilizaban complejos aparatos Ta maquinaria de relojerfa, fue un descubrimiento europeo de escape desde el afio 7: jimos no alcanzarian el des que se lente’. El mecanismo di registr6 posteriormente en Occidente’. El se convirtié para ciertos filésofos en un modelo de org: ‘verso, fue integrado al cabo del tiempo en relojes portitiles con los que a iuos les resultaba més Posteriormente, las culturas incapaces de las que seguian «el tanto, no podfan plegarse a las demandas de trabajo regular que no Fabrica, sino BEDI APO00 Tg uaqiouoe as edoang 2p opesed Jo a1uasoud jo onb yen ye ‘ouensus 2 uowuoquoutusa spduuoo un v vordas soue soy ap foo 1 “opunut jap wore] & 1a Bun sod se#oqe uojans (sano woo aysenuo> ua) sapemoe Soad juauNUOD [9 ua ouIsrepn! Jap £ uReISE fap S2jey UOD -vjouasaid ns ap ‘spur so So}2eIU09 ap LOST ns w asad “SouPNISUD SOUT -ag) ua edomg Bxanu ey anuonne!ayo sruyap ap onmd ye waxedaq] ‘odwen K oxsedso reurwop sod sopinp “sajay sns & «sayerpunut» souot3ifau se ‘od wap ja UOD ‘sooups0y sojgand & sauorstFas 9p BUND eu By to 14 ONO |e SEND B seTNy ws any 2psop JoUDpy BISY U3 SeTUoIOD opEpUNy roqe4 ap resad Y “eNO BK OIOISO, [P Wo CoLELIENpE}Y [9p PIO FUN anus UOIDUNSIp wun YorETeUH SOBOLS sof ‘ese ‘onupuOD un ueULOS eIsy < edomng ‘anauMayEITOD “ws K edomg anua eureniqre upIsinip e| 40d oayes ‘sepeIoUaIDyIP sepeplue cowoo sisrpue [o ered Uadaigo as sous Soyo eaneMU CULO} 2p Sond ‘S| -euap!200 a1uaureatsnfaxo soida2u09 Uos OU Som 1p ered sepoouoasop seazan sexpmse apand 30129] vaio f soanafgo ‘sostoaid spur sede sezen sapod ered oaneoytusis Anus anueyape osed un auodns eoypss upromuasaudas e| ‘wzaqeo ap euIIU ona souororuyap opingas ueq orsedsa fap ssuorsdaouoa se] upIqUe], omwusa “opesfonar & oongiso aitiouig un e atuayy wysisarsoud ‘psop uva aidwiats anb “epi ofnoypo fg "sae[noH19 OUI0o ues () SaIqUIOM SOAnd ‘SOUR ud 1e|NDs19 19 sopotiod soy eurd ‘se19 ua Sosse] Sopoysad so} 2P O} 5961 “URDOON T 9 oer AA 00g sim | -no[go [op aude “euryD) uo enb ono19 sq “ISI[PIOuRSe OsNfoUT 9 ODLIOSSeD od sns X seinyno se| serduroo ye eqeasa jolUwAlSeox9 UOLoeZUOTOEIED wun ap BqBIeR as “UOT 9} Je woroNgLnUoD aweLOdUT sofa Knut viso ored ‘opeuruusoyop ound un ap snued ¢ osasBoid Uupioeorunuod e] ap vyFojous03 ‘jouor>» By ap spur anb of 9p o| ‘9p ozeypat |2 anb oua1> 12P Spur Wo9 soura|qey ‘anb exopeaouur oo0d Bsos sudan 9p pepIs200u ty ap asso>u0R onuignosap soy anb of sod “ouy> owsaaur un) sou0s & soaimy ssuott -2o so} ‘o[dutafa sod ‘rezrnn © uosoxpuaude vpmndasua‘seino 9p seidope v ozmypar souaus opensou ry upioeu vundin -sod tet Sono oto ‘resouurv epeatfezouad ea 20d 73qet ou uo PRISeY OWHKOIY aIUOUC 10d eLpUPdKa as OW K UOIDK: Eur) we wosofnponut of seuainb serinsat sauped soy woz3ny “4819 to oxpunytp as anb oodoane oiuaaut un ‘opo fap of HK UWEIB ua any osrUPDdtH TOFOF Te ‘orstA souray wo; ‘TeOdseN ap A eprorjap eae expisdala ap foyar [9 uo: ~jeinyeu “oyp0U b] J0d pry xd ap oF “wp [e [8p worDe0 vj v epeurE| P| ap uorsUNy WO oxad somo cel auge de Ja Europa crstana», por utilizar el ttlo del libro de Persia «mediados del siglo xB islam se enconraba en el centro tanto aie ansi6n como para la comunicacién, a medio camin Con todo, las concepeiones sobre el espacio no se han visto influidas rae a ctpatemo, Fersandez-Armesto comenta,aximsmo, as distorsio- Por la religién en la misma medida que las del tiempo, No obstante, la 2 generadas a paride la adopeicn de la proyeccién de Mercator para acién de ciudades santas como la Meca o Jerusalén ha marcado no ea fs India aparecen mas pequefios Slo la organizacién de los lugares y la direccién del culto, sino también las vidas de mucha gente deseosa de peregrinar a las ciudades sagradas, Es por todos conocida la importancia del peregrinaje en el islam; de he. cho, constituye uno de los cinco pilares y afecta a muchas partes del mun do. Pero desde bien temprano también ios cristianos se sintieron atraidos por el perearinaje a Jerusalén; fue precisamente la libertad para realizar dichos viajes una de las razones impulsoras de la invasién europea de Oriente Préximo, que se inicié en el siglo xm" y que se conoce como tas CCruzadas. Jerusalén también ha constituido un fuerte polo de atraccién Ee par Tos jus, qu fegreston a go de Ia Edad Mea per, sobre cena egacon dl lobo y conlaaparcic con el auge del sionismo y del vio- fe suma importancia para lac La « mo. Este razonamiento sobre el espacio -sobre Israel ee sao mo patria~, que derivé en el retorno masivo de judios a Palest sido apoyado sin cortapisas por algunas potencias occidental tensién, el conflicto y las guerras que han asolado el Mediterr 1594) fue uno de los cartégrafos flamencos que se jade una copia griega de la Geografia rita en Alejandra en idera una de las razones del este sentido, la religiéi {taza para nosotros el «mapa» del mundo, en parte de forma arbitraria, y +ho trazado adquiere significados trascendentes en relacién con la iden iad. Tal vez la motivacién religiosa inicial desaparezca, pero la geogra- fia interna que ha generado permanece, se «naturaliza» y puede imponer- se sobre ottos como si formase parte integrante del orden material de las cosas. Al igual que en -mpo, hasta la fecha ha ocurrido 10 mismo con la esci agilizadas por el r ccuya hora era fiable en ‘mismo tiempo, del c el mundo. La cariografiay la navegacién englobaban t terrestre como del len ala vista Cuando Gran Bretana pasé a dominar la esfera internacional, las corde. nadas espaciales empezaron a girar en tomo al en Londres; las Indias occident gtiegos y los romanos, quienes cartografiaron 10s ci Iientos desaparecieron durante la Alta Edad Media, pero en el mundo rabe-parlante, en la India y China, siguieron avanzando; jundo arabe, me ba, por | me vision geogrifica global, como en el mapamundi de Al Istaj, visto desde 1 N, Crae, 2008, pe £m rs esoBou8 So E20] woop 9s opens ne ee coal fa uoo outncagosonb eno scape nfo UoqUgop 25 Sep oP seo Ul 6 a atu seaBone sefdeud san opi Oa op seaigond sopeioud 91 9p Ou 8 K Po ty eplegep we 9 sous) igezpoliad bj ap OXsTKOD “sono soynur ta anb jen ye ‘ose: osaudust ougiy Jap BUNS B| U2 UO!DeULIOJUE aed ua & “upforuoy uataoud eruiouonse ou ovoqo oureoot 9-10 f0ut Set ap tun 9p ofa Uosot Soo fp ste sea sap ooo fo aon ome an ere K PERSE -eyisyo sa [euofoeus2y . 298 anb 0] 18 o2t%ojoueN9 02 pan euOHH ‘nb ap “piso oxe|o “epnp aqeo ON “opunut ap oysau [x opeatide vy of K o¥: “a sofeur woo une odwon Jap opeyonpe ey 2s edosn: XIX of815 [9 Ua ooynuar> ofapomt oui09 uomdope soadoana sofojoanbe soj anb a1qwoyy [ap sopepy se] ap eatsarFord ero Poued fun ‘ouza1y 0 aouox9 “21900 “wupard ap uaig “souwuiny So] weaez mn anb seiuoquresioy sayedioutsd Se ap sorgune> So} ua epestg Up!oezIp souad to wor9yqIou09 sazoine sounsy “uolseztusapoUL eK osaxsoud fe uno» o| ‘eas 0 “(esourure ad) BIonpuod ns 9p Edna od seuopuEge nb ¥osotam souumny so] onb & sta ered Jofour sen] un tie opunu Jo anb of tuo “ospared o epesog pepg enshue gun ud rio “FePouad Bun onurad “eamDs9 vf “«ajqista afenSuap> jap uprousede y (wapuim4Sust) «olor sted» jo ueqeuigey sarafnut X sasquioy sosoud so| “BuELID ap 2HOU fop DO$ppo} Soj anu ‘«oUaNS [ap Ex vi BqBUIMNOLOp 95 souretjensne sous oqe so] anu nb ‘ordiouuid un om worsednoo ng -e1 lop sorwo8ituud soenqey soy uesepisuos as ou safemoe souPtiny $01 Sepepatsos se] ap euoseu uesd v] uo oad ‘sv opis ey axdutots op {un [9 anb wesuaid sofewmnbsa soy anb 2940 ag ‘peprueuuny pj ap otto> =p puna Jap owes ou woroear> Bf woo sopeuoIaejar“Ppeas> ued B Od Sopourod soumnsip op sured v opesed ns zeoy1se}9 opow unde ap uetua 4 Sopouad so| ap of UL [9S OU «LK sapeporsos sj sey ‘soot ours ‘oioedsa ja & odusoh fap yaa sopvziconrag a | “OlUSTeNEde fa to requou ead “ol uy [9 sod opunsed ‘owistTepNay [3 apsap ea an oSaisoad Pun opiooiqeisa 8y < sououg jap pups vuCuoIanfokai Ts 9 timidny FUN oUt0d 6 f anb o1aiouo> ua vwse|qard o1sex [e uesoisniduit 28 ‘ouisiaenst [ap on 29109 2 ua seperiouresop ‘odwan [ap souoroou ss so] ap -o190u ;at0d se ap woo ‘onarunoeway op snued v o19g tia oduion un an Pw emu39 uo. 2 “oprooues opunut so00d aan sey soad ome ssouvae saioyotsod Soy uyecodt a8 asnq nico axgos “use toy cas» de enjundia en recitaciones ceremoniales como las del Bagre de los nan ciencia modema», Me atreveria a sugerir que dicha noci6n es conn nracién de un calendario fifo, el Todegaa ene noe de Ghana. La flosofla, en consecie f roda cultura escrita, que propicié la inst ee 2 ona tinea Peso no se tats en ning caso de oan ares ae se em Pama sentido nico. La mayoria de escritas recogian la idea de una concesién a los intereses globales. En realidad, la tna Edad Dorada, un paraiso o jardin n: Ja humanidad tuvo que para sigue endo un soto Shandonar con posterioridad. Una n tanto una mirada nc Hames vs, J Needham ana gue en ecient el impo es fea atrés como una mirada hacia dear iin nuevo comienzo. De dontas que en Oriente ea circular®. Eu este afinmaciGn hay algo de uso una idea paralela ‘algunas culturas orales encontram wasado existfa una clara divisién; pero con la preponde~ lamos ante un mundo gober~ nado por Desde un estado previo del universo hacia algo dist sreble, como en el caso del avién, un producto del afin cientifico y del {ngenio humano. Una de las premisas basicas dé gran parte de la tal sostiene que la flecha del tieripo se corresponde. conveniencia de la organiza en los campos hachas neoliticas, sobre todo después d 0 7 io después de de un periodo anterior al uso de las azadas de hierro. is de sus casas. Sin a arg plazo desde una ie empleabaszadas de hiro Seg mito cultural del apres el here suis con los ep mers hombres» como la mayorta de elements de dich clr. La vida no ava dl mismo mas, pesea gue el colonials anterior y del comunismo. No hace fi le la dire spa de la escritura se desarrollo de la humanidad. En este . 10 progreso es reflejo de ve ‘concretos de nuestra propia cultura, de fecha relativamente habla de avances en las ciencias, del crecimiento econdmico, de la ct zacién y el reconocimiento de los derechos humanos (como, por ejemy [a democracia). No obstante, el cambio se puede medir en funcién de otros parémetros que en cierta medida estén presentes a modo de contra- iscursos en nuestra propia cultura. Si adoptamos un criterio medioam- biental, nuestra sociedad es una catéstrofe a punto de estallar. Si hablamos de un progreso espiritual (la principal variedad de algunas eal y, aunque se considera que lo esto Se debe en gran parte a que ta adquirir consciencia del paso de aifos se mueven por ci esquema escrito que Del mismo modo que, ligeramente diferente y «mejor» que la anterior. Entre los lodagaa, el mango de la azada si eee ee gue teniendo la misma forma una generaci6n tras sociedades, por muy cuestionable que pueda ser en la nuestra), se podia, producido, yen un émbito a menudo tachado deci que atravesamos una fase regresiva. Existen pocas pruebas de un progreso en valores a escala mundial «pesar de que Occidente esté domi- jttivo de la idea «avanzada» de hado por afimmaciones que apuntan a lo contraio. en esta noci6n algo caracteris En este libro quiero centrarme est ite en conceptos hist6ricos de Occidente; hasta ci ig istico este libro qi -arme especialmente en conceptos histricos ite; hasta cierto punto asi es, y se puede atribuir a la velocidad de oria humana y en la forma en que Occi- te en Europa desde el Rena- Gente ha intentado imponer su propia trayectoria al curso de los hechos ‘om a la aplicacién de Jo que J. Needham y otros denomi- ‘como en el malentendido que ha generado. El conjunto de la idial se ha concebido como una secuencia de etapas furida- Ooty 8. W DK, Canta 190 200, rena en aconteSmientos que enteorfa s6lo han tnido lugar en Euro- 19726, J. Gos Ww x ~ oy. 3. Goa y SW. . K. Gand, 1980 y 200. 1, Goody, 972 -sono e] ‘owstunse “eqeasg esp w9 oy soureayduta anb oreqeyTe Te O18 [2 uoiaip ‘vadomnooput enti ns uo ‘soBaH8 $0] " soy # aqaru12909 0] U “OrDHaWOD [2 & OPLDIOUL Jp io teauljno anb sede “Poy 98 avgratum 95 “ yo opsn spur ue Frowaul 19 & uO ODILUQUOIA IaqIpIED ap [eIDadso uy tory -easartoud Ee (Gadoana ‘soBser Sapuess ey OpuMULT OAS UR af OZUANUOT To wHtes ~aida “ pepsAaHuY> Pepays nay P] Seuosiad susoI9 wed / CVGAQOLLNY V1 NOIONAANI VT ‘rst PHRG'D {saqeiwaproo0 omauuezautr sefouansas ap ane w osu -op 8 opunus fap euOIsty wy Faq] OWN? ;yeUaHO ooupLIoNpayy [op sem Ino sey X pepanauy vy antua aouodg [=p Pepa e] 9psap asamZunsp a8 anb ered sandsop ounoo ang)? sayeiuaptoo0 Se sopeuaHO sau0!oe sey vsed aquarayip oumure> un equymasod as { «oongise oustodsop» «oon -“pise ownstjeuo!adeaxa» owo> sordaou0g uoHesaUas as & “eisy K edomng P| tunuio9 yeamyjn20190s ojjoxresap un ap Papr | o1ganb anb 10d? oduien omen arucanp? “ose 79 289 sreruoe odns a1u9p1999 of9s anb opetuas 10d opuep siaa"] prewiog eqeiundaid 2s ‘ ns “o1s9tf [2p pepe Uo eqequoe onb seo} So op pepe wun eisey “eouoxgl K ere] ap $e LoLaIpa0 ns onb ef “0¥0 9p pep wun Uoo operant uesqey as axqoY up sepeeed seaodp sey anb gnunde oporsaqy vivod [2 “8 QOL [9 wIOeH “IEpId90 8 6n del arte, incluida la arquit los del Mediterraneo ori EL robo de Ia historia por parte de los europeos occidentales emp can os conceptos de sociedad arcaica y de Antighedad, para seguir p através del feudalismo y el Renacimiento™ que para la Europa p el auténtico amanecer de Ta «historian, fabética (antes de la escritura todo era «pret los arquestogos més que de los historiadores} nn algunos documentos escritos previos inoica de Creta y de la micénica del continente. Sin embargo, sit igrafia no se descifré hasta hace sesenta afios, y se comprob6 que los documentos eran en gran parte list ratura en el sentido habitual, Esas disciplinas no apareci Europa hasta después del siglo vitt a se hizo en Grecia de la escritura feni fabetos, que ya contaba jor la experiencia griega y romana representaba Ta adopci6n de la escritura al- storia», campo de estudio de Por supuesto, en Europa iministrativas, no «historia» con la adopeién y adaptacién que , antecedente de muchos otros al- mn consonantes (sin vocal: «partir de entonces tendrfa profundas consecuencias sobre nuestra historia ly politica’. Para los griegos, los persas eran “De OOT! LISPH “UpK ‘quarureuosowisap-un-2aqos OdtmsuOD os pepansnuy eI < B19 SaxOpeHOIsTY SOj ap wioxeur -wenoduur uorany ‘aiuejope spun soutaraa owo-) “«seiopepasdap> sojdunis ‘unre ou sngin se{ “oBrequie tig “TeIUapIo90 edomg uo soxgoy SopuLs3 sns 2p pesoduras as soeyuapas soqeip sop ‘openstox o1otyu09 3} Bun vjuodns SeoUED.eU ap ‘our soxe ns 4od soouTya sayqisod ~ep2!008 SU] ap OUdS Jo UD OIL) URFIeIUODE SOIqUIE: A ayr0U [ap Soxequpg son3nur soy uoo £ 21UaUQ ep “1 “owWeUIe 9p “Souou fe ofaro> fap amaypadap 201g 2 sp enuouoos, run esouaoutstpeuodan jr wuss of O=NUp> “651 S496] PED Dy [ { orareu09 [2 sod seprun ueqeise seaupLIoNpout fs oud K somesanre OW ap o1joursap [ap ods any eseaney "378 Q00$ 2P sOpapax ep] atueanc ‘eu & exp Bap seuOZ Ua out joe opeurey fo uo “ounxoag aItaHO us asweuoupuny OWNS “edosng UD oj9s ou ‘2ouarg jap pupa UI ap o1otUt jo Uomo anb euequn owoD fem ue opis | 2p szouNae SoyoMut So} ap PoUaNBuT azioRy euN uoseyUALE -uodxe anb ‘vosmna vf & voruporur v] owoo sapepaio0s a1qos 28 ‘oenuoD Je 40a “SarEqHN SesUIOUODe ses ap PUNBUIU ap SazE[d So] ‘qos oquouresoanp ooutpe 2s ou anb oxo epanb pepansiwuy’w] ap B2IspI> uwoiaezifi9 sourerapisuos anb 0] ap uproimede Bw o1vedsa1 woD “eas oUIO9 tag “oasoysed je Ses10“epeze uo winy[Naue BB URDIpap 28 Se oar & wzeo v| ueonoead anb «sngun ¥[ 2p Jo}ope9 [> smn opersg un 2p viouasne vy vjouesount Bf ‘219U00 Uo 1 ap sorvadse sounspe reyeuas wsed s1a1as apond «equ» 3g Topadazjoso Anu s9 ou ngun ap oxdsou09 [2 “BAUOUOD® v| ap £ [eID0s UUpfoeztueHi0 vf ap vista ap owund [> apsop ‘Tes0USe spur OM soqpoysed & soyemns spun “«snqun se] ap & «Sep 4 sepezrrenuao seuegin seamyno se] ap ‘sauauusias soqure 2p oloyatiog a3 Swotl9p sauo|seaut so] w9 uoredroqued anb uaBiuo ap «sngup» se] & \ 20u0g [2P Pepa F] ap Soperse anuo uorsny vuN aszeIepistod sjans pepand | ccha a rafz de la caida del Imperio romano, en micénica de Grecia tuvo lugar una decadenci cia, el mundo griego quedé marcado ps de edificios grandes, nada de tumbas mt nal y contacto A pesar de en particular en la lengua, no de} historia europea, de en qué s Edad del Bronce, en Oriente Proximo y més all4. Tal como hem en la primera se produjeron cambios evidentes: desaparecieron la Siguiente expansidn del uso de los metals, Sin embargo, el problema no radica en una ausencia de transformaciones importantes a lo largo del i se abordasen desde un punto de al, en especial si tienen una fundamentalmente local. La sociedad arcaica era grosso ‘modo ina sociedad de la Edad det Bronce, como el resto de sus coetineas; los griegos pertenecfan a la Edad del Hierro. Sin embs os Reyes que data de cia de relaciones con Europa, Africa y Asia. "MoD0S DE COMUNICACION: EL ALFABETO ‘Una de las consecuencias de considerar solamente Ja invasién tribal de 1935 a Jogue sin.duda fueron logros de gran relevancia. Por ejemplo, en cuan- tales mad comin, los griego fain ks ens od cas al ésquema semi venkaron» el alfabeto, tamos ante el problema del Durante muchs tiempo, des un tipo de alfabeto que no repre ‘ha obrado milggros a la hora de acumular y difundir conocimientos, por «ejemplo mediante los sistemas logograficos del Lejano Oriente. Asimis- ;plo) como «da revolucién de Orien- fue el equivalente a su vindicacién del Estado-nacién en oposici imperios multinacionales, puesto que, en t jones idéneas para el desarrollo del capi smo. Se trataba de una postura de lo mis eurocéntrica. Obviamen- 1 e6digo chino, que se comunicaba por encima del nivel de u OAR UN OUEBHO anb of “AboHIFJOd & TeII0s eon seod us [euosiod owouroyo un ‘owSmUISE ‘Wor NOAM “2248 ayo0ipu op ZyR4 BL ‘enuonouo 2s “eyosoqy ua X ase ua ‘eonsfod uo souonson seis gpUDKTO] ‘Conmuod anf ‘oust suo oupunY 195 Jap BzuEGUOA wT "45 UO aU 12 uuoseruonuP‘eroueriodut 2|ge3ouut ap opriuas un ue anb outs vans ‘eu110j ouso> opnusap [2 WosEIaAUT 19s ou osso0xd Ja 1 “"uosR]JOLIESop 1 apre spa ab $0] “sorodiSa so] ou 'sofaUs sof uoxany orad “~-oxdidg, ‘9p aseSaq] 59] [enpLaiput vmiese vy ap F0 ‘osowio}y enum opesuosue soway ott luorwoy, “euro o8|e wo uvnsoAUoD o| & swotuepider MEyquOSqe Of tteqeuos anb ojjanbe ‘ourrxgg a1ua119 ap ‘oyonur opeysaid uorewios anb oyzo19 $9 91g 18 X “x2NqH] WorouaAUT BUN any ueindod svayqumese ‘sauoyseoo ua “ solasuoo “sopenisieu 10d epeusioy “vontjod ssmonasa wy» “«alawaugyy eqeMaAttD> woreaze pepatsos e] “tot 9p epeztersadsa uorseouqey Iq So] 9P woroonpaud e| $90aa ® Ba 2p ontiap» ‘ojdurafo 204 “SeuLIOg SUSIOND + o1to o1ep osn ap sausy -ouou eau orad ‘ofny 2p: opeisg [9 Sapepnts sexdoad {9p eqeisojuctt 2s anb serodinuaa & seRnyinua0 serouapuay uegep 28 loins ojopour fp anb v] ap peprouososar9y seu epishey “SOpeISa SOUP 2p «azpod £ uoioeztfenua9 2p opeas [a oprroyeaaiqos weep» so3o|9anbse 80] 284 [e, ‘aSo1u9s9 soquattn0p ap stured upr2oNpap BUN JOS J0d of wyoas By 28 sopeztfentiao Anu o1seped-so|duiay ap souau}Ba1 10d -suoo vqeyso Brumodosapy anb ap kapt PT “eSeISIfEMpLarpaT SPU UOIaKA}O ‘98 sojuexgey Sus “elouendestos wo ‘{ ProRi20Map e| ofaponut as apuop oundsg & seuary uo seynonaed wo “soyqusoprsuoo seioualeyIp uo Soo! lod setaysis woxotaans ‘peporratsod uoo “{ ‘ourrxog aus4I9 ongnue 1p 20 soprpuarxa wei ‘sezouaiue soduran ap soBoro0jed sofaldiuo> sor deus Jap o1zmg worwary FT BaIsPTD vID—ID P| wisEy orwosyy woody P| 2D spaen v“(usuiod) oouosg [ap Pepa eT 9p fms waxsp[o wIoass Bap OpLNt [2 Zedoung ua otoeaiuooe anb watsnfaxe r1ouanoas BUN gnisIxa an apuozd ‘oqutg ‘opepeuas souroy e& oxo. ‘pepanSnuy pj ap orrartutuaape [2 UO Uupropjar us eamue[d “so8a138 soxBo] so] ap sos0sudsop SOUNEXPUE So] ap oun, “Koqury anb yes2ua8 eura|qord yo wa uorouaye ensonu wsoye SoUIANUa (VGZQOUNY V1 ¥IOVE NOIDISNVEL V7] oruguose & ua sauoyoesuojoud seyonur uwoxatam £ ‘worotony of u3Iq [9p seyBojousa sey ouod “uarg -we9 «sepeptjeivoum sey anb apong “peprvetuny ef esed vioueaafax Wess 2p opuals uoroiniis ‘oweisqo ou ‘ouEUI e eaMUIDS® Bf & eyw masa 8] woo onb owstut oj oLMo0 ‘o129jo UD J “etU9LONIOs9.» guEEd -uur aun erepistoa 2s anb “ejuaudunr vj ap woroizede wy woo vp as oseooud owsiw [gl “seu0uTUE seszaAp ap eoytpoU F] anb ours “e}=[osqo Bayona {298 zouaque e] anb 2984 OU waan | SeNIO d1q0s aktANSTIOD 26 UOK €p BULIO} BUD “Ny JSe _X “eTouMyOduHT vuNS ap UeIOpIsUOD 2} -oquste 0 seaLorsty & sofes0 n seaLIOISyard sopeparoos 2p osed [2 ua SISey up [eisadsa oysand zy sosorpnasa sor] “onunstp o1qures ap odn un ogay] “ugioonpoud 2p soyput soy uo sorquie soj Uod aoaiuosr OwoD “exasns “eno B apaons PAanu BUUIOS eum ‘soorHND9[9 SorpoU 1 vf [aded fop epeBayy ey 0 ‘soongqese & S00! -1p90 ap wotoumede Bj ‘eimu9s9 BI & peptfeo P| ani -ouresap ap oda un txed ofapous un ueuoroiodoad sow opnuawi v anb “Teloos vioueuodust wes8 uauan oj9s ox uprovorUnMOD ap seULIO} Se] ‘solaquy[e soanoadsau sis uo9 sofoTuay Soy sOBautd soy 2p voupepaw uoysuedxo vy ofnpord as opuens ‘ouraryy [2p pep BAdnU v| ua BlouTUod UU] ues OATH CwLOTY fap UOIDEINdlweMI F] anb [> wa o1pauastt ‘audi uoo seinanized ua & “erotud uoo OpOr a1qos “Buog UoD sorarUoS oIa|AMuCUE 25 «oUIsheqEsTeUE> 2p oIPaUorU! Opousod ja aueIng “seo -upuioy sexadoda sey 2p wororsodioo e| & ‘uorurdo ru 3“ uorstusttEN 8] odnqunuoo enb ‘ororuay o1aqeyte un grdepe as anb outs ‘ootuaN =Ip90 je oiadnoar as ou “x1 O|8ts [> uo OTAjOa owSHagesTe jo opuEND “o8Teq, “Ws ug “owonttoeuay un ogny ‘euNE|Med euLIO§ ap & “oduan fo UOD, SworUpOFEL sop [2 sen “ye mx A nx Sojais Soy anu «ajqerapisuod fexM ‘ean ofaposd as anb aaouosar ‘opore asaq“Soadoana seul ‘wrouor9p 28 sided [9 tiziqnasep US eysepoy Opottad ase ap sowoUWNIOp uuaysixe aquourean3as onb araiBng “gl [POUT [9 09 oxatAuod ‘Oru of 30d “$-O°8 OOP 2p salue 0283 19 10d oxpunyip 2s fewuap!o00 cones c1squyte Jp nb sepueita fe vioasp wa oxrargy Tap Pepa vy & vipze oouosg [op pep | nua owlsnaqeyjeue ep opotied un ap eapr eI opmzeyoos BY. [eUag '@ [Pau] [9p uprouedesap e] < oussHOquyTE Jap aAt}oop Jo ang pepanznuy B[ P voRORe woaIp e] ap uoroIsuEN e| ap seoNsHageIRO sel ap LU ‘un 9p s|geu ® o89I| EWING “pepHUEp ensenu ap aed wud IDI ‘up s2oyes sns estat vodosno emmy e| ap OuaNg Of OPO, “werejanua 2 soqury “ anb ewe eIspod 2s ‘opowt ‘owistut J2q]“«OUrapOUH OPUNUE [a 9949 LIISHID BID—ID EI OPHUES O21 tua» anb suafins ap ovund pe eo ‘o4sa4 2c “vt pezITAD Pepaidos ow09 oquaturgeu onsanu eed souoroipuod sep» ap seqanud onainue opunt ‘9p afias onb vata|goud tn e euaxyu9 9$ suI0gs0 O9ISFI9 JOpELIOIST [A cornaid joes un voridunt ou off oxad ‘uorareayas vf vrordaxd owsnogeyte 12 anb “so8oud soy waseiuaaut so onb e rezadso anb asarqny ‘oyu x $9] BUI04 SosunasIp So} 9p fe1ouayod fo zopucaiu ered enb 12404 $9 012g "Biaumnus anb seurdiosip sno f «orsensqe consjod omworumesuad> id vonsjoiseseo wun ap asreren apond eL\sty t] ap A v>19 ipsa [a anb OUD! sa '<2PBOPO] So 9p aifieg [ap SoUOIOE222 0 Spigo 2p SOUBUOLGUID sooUOSO|Y & safei0U somuDLIa|a $0] 14go une aaes8 SpUE SO 4 “OIDUDYY OWI09 SOUTYD SOFOSOTY ap SEIGO SEL sesouit s9‘oyduafo sod “e19019 ap relynsed ofe OWOd qex0UH TAyOsO]y BL “arquidage souaur -wuwup» apuop ap ‘eniiue e19912) ‘1 oraqua opunuu ja anb spurape t foyonu 10d ‘arsapunquoo nu norseunnge eam anos ase “xBonopid & eos! owoo eseDOWIp B£ ‘ourUUID} opnUsap > & -Sqe oonsjod omorumesuad 2 -uofsaudxe & oworuresvad ap sopout 21921 lwo ueueur & uaoeu “3’e ut & a softs soy antug “soadouno SO] ap OAIsN|OND far un s9 ou equapioo0 pea] onsan ward sarewwourepuns tos onb sot -aade soyanu ap wa8tuo [op ooispo 080118 opunut jo uo wpanbsnq &] :eonsnye euorsiy ov sejnoqued uo “expunus ext ors B® a1HapI999 & BIDAID) 9p woFoNgiNIUOD eI 2190s SaUOIaEIAAASE SES -uoyxo se0ey oprdiat 9 ou pend OT ‘oMNMDeUAIsOA [ap SOSOID eq anb seanyur souoronqune se] ap sensonur wp atuourajduts s2[oig1SIY 2p soonsfod soso soy a1ge oxnu ap sour fey B1ed sosed soun sep tej ey oj98 ‘oadosno omsonusestad fo uo fersadso smeiso un op senSque euoy e{ visa16 vf opesed p us opeINSIP 29924 TY sooo sruagosd sous epucjoooa! ezanbus ‘uomroyatiag 95 X ‘uorBar v] ap Sarouarsod saymmqey 50j q ssns sot) tezorpnd onb o1seduat je asad ‘sapepnis ap sazopeayipo $00! 0] uoxeny ou soBou8 soy eyBoqouday & atuarajar of ua ‘oBrequia mig ond ue Anus opnues un uo «sepeZiato> op rend weqeise «seiny ‘dOPezTIAl9 osoaoid [2 uo sepeuOroRTas SejIOa SeUNAE reUaISNS [LOMTP Sur 89 SOviquIp Sono ug “euEUMY wprA FI 9p SorDadse somo ua opean|diI09 ‘eymsar fend of ‘oze/d oe] & sooysoads9 soouese rarosqo uapand 2s anb se] ua eureumny pepranoe ef 2p Seaty os eueqn wpta By K BYSO|OUTDI eT ‘senQ» ) LA ECONOMIA Gran parte de la singularidad de la Antigtiedad, que en teorfa estable- i6 ino independiente, estaba vinculada a los avances en el alfabe- tismo, que propiciaron que los griegos fuesen bien conscientes de sus propios logros y objetivos. Aparte del terreno del arte a los griegos se les atribuy6 cierta ventaja en que a los griegos no se les co El influyente historiador de Ia Antigiiedad, Moses Finley, se mostraba tajante en cuanto ala diferencia fundamental entre la «economia antigua» y Ia de las sociedades de la Edad del Bronce. Si bien su visién le debe mucho a la obra de Karl Polanyi, también vuelve sobre la polémica del siglo xnc que, aungue se centré en dos estudiosos, Karl Blicher y Edward Meyer, en un plano més amplio se extendid a Marx y Weber. Biicher consideraba que la economia europea se desarrollé en tres planos: el do- méstico, centrado en el oikos; el urbano, caracterizado por la especializa- cin profesional y el comercio; y el de la economfa territorial o nacional; fases que a su vez se correspondfan con la Antigiiedad, la Edad Media y Ja Edad Moderna, Por su parte, Meyer hacia especial hincapié en la acti- vidad mercantil en el seno de la economia antigua, es decir, en sus aspec- tos «modemnos». Este tltimo enfoque estaba en consonancia con la no- cidn previa de Weber (més tarde la modificarfa y se aproximarfa a la de iad romana ya estaba marcada por el capitalismo, al menos por un «capitalismo politicon*. Segin algunos autores, tras esta tendencia se oculta un problema general que, en palabras de Garlan, los griegos, como la democracia y el no posefan una economia de mercado, aunque si que desarroliaron una, forma diferente a las de la Edad del Bronce que més tarde propiciaria el cardcter exclusivo de Europa. Pero desde esta perspectiva, el mercado en beto. En realidad, segtin Finley, sf mismo s6lo aparece con el capitalismo y la burguesfa, No obstante, si bien sus inelinaciones marxistas impiden considerar que existan aspectos capitalistas con raices en la economfa antigua, al mismo tiempo {ec obligan a crear una versién que distinga a dicha economia de sus veci- nas y se entienda como una etapa preparatoria para las etapas ulteriores de © J. R.Love, 1991, p. 233 +7 RCarledge, 1983, p. 5. Traducion ropa europea tiene una histo le estudio diferenciado»*, Segtin este esquema, «la hi mstituyendo objetos de investigaci iados». Esto supone excluir de toda consideracién «las important izaciones fundacionales del antiguo Oriente Préximo»; por lo comin, se las considera prehistoricas mientras que a Grecia se la incluye dentro de Ia historia, a pesar de que la divisién no es de una gran racionalidad en ‘modos de comunicacién o a los modos de producci6n; tal vez fen las sociedades clisicas se aprovechase mejor la alfabetizaci6n para la ‘comunicacién y la expresiGn y se empleasen mas esclavos para la produe- ‘cidn, pero no era una sociedad exclusiva bajo ningtin concepto. Segtin Finley no se puede considerar un argumento para la inclusién de las socie~ ‘de Oriente Proximo Ia importancia de los préstamos y de las ciones econémicas y culturales entre Proximo; pasando por alto numeros de la porcelana azul Wedgwood no paste integral de un andlisis de la Res ‘Al contrario, subrayar dichas relaciones no constituye ningtin error. Personalmente entiendo que la imitacién de las téenicas de fabricacién de porcelana en Delft y en el Black Count igual que en el caso del algodén indio, deben considerarse cruciales en el estudio de la Revolu- cidn industrial, pues fueron esos mismos procesos importados de Oriente Tos que conformaron la base de las transformaciones que acontecieron. En {io concemiente a la distincién entre historia y prehistoria, considero que no existen razones vélidas para una dicotomia tan radical en dicha época cen funcién del cardcter de las pruebas relacionadas con el pasado, sobre {odo si ello supone obviar la importante cuestiGn de la transicién a partir de las culturas de la Edad del Bronce. No obstante, Finley hace un esfuer- zo por distinguir la economfa antigua basdndose en razones més funda- ‘mentadas cuando eseribe: asegura que la aparicién iclusién de China como Las economfas de Oriente Ps6ximo estaban dominadas por vastos ccomplejos palaciegos -o templos~ que posefan Ia mayor parte de las tieras de cultivo y prcticamente monopolizaban cualquier cosa que pu-

También podría gustarte