El viento va a recorrerme solitario de navegacin, cadencioso de nostalgia e infinito... e infinitamente me somete al clero, y a algunos dogmas y a atisbos de certeza... cuya irrealidad parece espantarme, y la novedad me carcome: es silencio, es pulcritud del alma, liberacin. Mas, cmo vibra el pasado! Cmo el recuerdo corroe el instinto! Entonces vislumbrar, entonces acallar las sienes y agradecer, en permanente acecho de lo infinito. Infinito, salvedad de la tortura, bendicin. Claro es imaginar un rbol entre las noches avergonzadas, pero nubloso es aceptar el destino. Pero no hay reparo, no hay argumento que sostenga mi vitalidad a costa de excepciones de la conciencia. Sea bienvenido el estandarte; la estructura lograda, el rezo antiguo, la bendicin recibida. Todo sea dado y agradecido y sin aferrarme, me elevar; sin topar con lo mustio, soar y amar. Algunos dogmas, son slo eso: atisbos de poesa, palabras y formas rectas para emprender nuevas visiones. Sin temor, ya,